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Lord Cubias

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Todo lo publicado por Lord Cubias

  1. Le costó más de la cuenta comprender toda la situación en la que de pronto se había enfrascado, desde que hizo su arribo al lugar señalado cada suceso posterior le vino como si se tratase de un hechizo confundus, pues entre más trataba de agudizar sus sentidos y dar respuesta lógica a lo que experimentaba, más difícil se le hacía. Al principio pensó que todo era producto de su estado, entendió que no había sido la mejor de las ideas acudir a un llamado después de un par de botellas, también entendió que a lo mejor lo que no era buena idea era propasarse con la bebida, pero lo que seguía sin comprender era la razón del frio que casi era como una quemadura en su cuerpo. Las palabras le llegaban a su cabeza como ruidos de un idioma extraño, por un instante Cubías estuvo a punto de perder la calma y salir corriendo, pero eso no habría tenido ningún sentido, no había lugar alguno para escapar, y además no era propio de él hacer eso, en un momento así nunca había dejado tirado a sus colegas. Fue en ese instante, al pensar en los colegas que lo acompañaban que notó que se había quedado aislado, Ludwig de pronto se había desaparecido de su vista, era el que estaba más cerca de él, pero de la nada dejó de verlo. El ojinegro giró su cabeza para todos lados tratando de encontrar a los demás, pronto se dio cuenta que estaba solo. -¿Qué esta pasando?- musitó en voz baja, casi como una reacción involuntaria el Malfoy empezó a retroceder, dio varios pasos hacia atrás hasta que no pudo seguir más, una pared le había cortado su recorrido, al menos estaba seguro que al estar recostado sobre ella no había posibilidad de que algo o alguien lo sorprendiera desde atrás, eso le dio un poco de tranquilidad. Pero, tan pronto hizo contacto con la pared que tenía atrás fue como si hubiese recibido la descarga de un choque eléctrico, por un instante su mente se puso en blanco y en seguida le abordó una ráfaga de imágenes de su pasado; Cubías se vio ataviado con una túnica negra y mascara plateada, blandia su varita en contra de un grupo de sujetos. La imagen cambio repentinamente y ahí estaba de nuevo él causando caos y destrucción. Un agudo sentimiento de culpa le abordó, fue en ese momento que experimentó un instante de lucidez que le permitió reflexionar sobre su presente. Era consciente que su reciente incursión en la Orden del Fénix no había sido por una convicción de hacer el bien o mejorar el mundo, su único motivo fue la lealtad hacia sus cercanos, sus colegas habían tenido el convencimiento de integrar las filas fenixianas y él simplemente atendió a su sentido de hermandad. Al principio fue eso, pensó, pero el poco tiempo que había estado entre las filas de la Orden le había despertado una extraña sensación de bienestar, no se sentía perseguido por nadie y tampoco le invadía la culpa de sus actos, por alguna razón integrar aquel grupo le había llenado de tranquilidad. Al pensar en todo aquello, poco a poco el frio en el cuerpo se le fue disipando, a penas y se daba cuenta de eso, pues seguía sumido en sus pensamientos, lo cierto era que poco a poco la temperatura de su cuerpo empezaba a estabilizarse y su mente encontraba de a poco más calma y enfoque.
  2. Muchas de las calles en la zona de Bloomsbury tenían un encanto particular, eran una mezcla de edificaciones antiguas y modernas, las zonas verdes también adornaban los espacios comunes y las personas transitaban por las aceras con total tranquilidad. Cubías incluso pensó que aquel no sería un mal lugar para vivir, aunque aquel pensamiento le llegaba a su cabeza quizá por el impulso de estar ahí por primera vez, de manera que a cada cosa que observaba mientras caminaba junto a las demás personas le encontraba un pequeño encanto. El ojinegro con el paso de los años había aprendido a apreciar las cosas que en otro tiempo le eran insignificantes, antes su mente se hubiera enfocado en cualquier otra cosa llena de perversidad y muy alejada de la simple apreciación de un árbol bajo el cual decidió posarse por un rato para simplemente detenerse a ver el fluir de los transeúntes. Sin embargo, aquello de perder el tiempo no era una especie de relajación o retiro espiritual sin sentido, más bien el ojinegro estaba retrasando deliberadamente su llegada al nuevo museo mágico abierto cerca de la zona. Es que para Cubías la idea de acudir a un nuevo acto social le causaba una pesadumbre que por momentos no podía soportar, sabía muy bien que aquello era el precio que tenía que pagar por ser el Ministro italiano, entendían muy bien que parte de su labor era llegar, sonreír, saludar y fingir que la pasaba bien, cuando en realidad lo que pretendendía en cada situación similar era marcharse lo antes posible, nunca había sido un tipo particularmente sociable, aunque lo podía fingir muy bien, después de todo tenía madera de político; mentir se le daba bien. A pesar de su contrariedad, Cubías también tenía un buen aliciente, y es que no podía desaprovechar la oportunidad de estar con Alyssa, de hecho, la única razón para acudir a la invitación era justamente acompañar a la pelirroja, no tenía mayores motivos, no le interesaba siquiera figurar entre la sociedad mágica, lo único realmente importante para él era atender la invitación de la Triviani y a lo mejor robarle algún momento de intimidad. A sabiendas que ya había retrasado demasiado su llegada, el ojinegro se encaminó hacía el lugar señalado, y pese a no haber estado nunca en el sitio, supo de inmediato identificar la entrada al museo, era evidente para cualquier mago que la muñeca que estaba tras la vitrina de un viejo edificio era el “picaporte de entrada”. El Malfoy metió la mano en la solapa de su traje oscuro para extraer su varita, dio un par de toques al vidrio sabiendo que eso le permitiría pasar sin problema a través de él. Al entrar se topó con un enorme salón en el que ya se encontraban varias personas, entre ellas Alyssa, su atención de hecho le hizo posar la mirada directamente en la chica, sin embargo, decidió no llegar como desesperado a saludar de inmediato, en cambio aguardó por un momento mimetizándose con el ambiente, esperando que fuera ella la que notara su llegada y así luego acercarse de manera más casual. @ Alyssa Black Triviani
  3. EPISODIO 6 @ Arya Macnair está Entre Asteriscos... DISPONIBLE EN SPOTIFY Y YOUTUBE En este episodio, secuestramos a Arya (Maca), pero ella parece tener un plan para secuestranos a todos y llevarnos a la Marca Tenebrosa... Lanzamos la nueva sección "corazón de bruja", lo último en chismes amorosos con @ Alyssa Black Triviani Acompañamos a Ernestito Comunica @ Ernest Dumbledore en un recorrido por los negocios mágicos. @ Thanatos L. Lestrange confiesa que extraña las escamas porque las plumas le dan alergia, Cubias lo pone en evidencia, e @ Illidan Black Lestrange se dedica a jugar con fuego prohibido, seguro a @ Mica Gryffindor no le encantará el asunto... -------------- CONCURSO DE IMITACIONES Si llegaron hasta el final de este episodio habrán escuchado las bases del concurso a detalle... pero acá se las repetimos: Queremos escucharlos a ustedes, simplemente se trata de enviar un audio con una imitación de cualquier personaje que deseen, incluso usuario del foro, (pero en éste último caso deberán presentar una muestra con el original y luego la imitación), o si lo prefieren, también pueden imaginar como creen que sería la voz de algún personaje del foro de acuerdo a sus características del rol. En resumen, si tienen talento imitando a Dumbledore, Goku, Naruto, o cualquier personaje que se les ocurra, solo deben enviar el audio de su imitación por whatsapp a Illidan. (30 segundos máximo de duración) +54 9 2213 64-0482 PREMIO El ganador será elegido por un jurado conformado por miembros de la Trifuerza y representantes externos. El primer premio es UNA GIFT CARD HL DE $5 OJO Si logramos llegar a la meta de 10 participantes, entonces el premio aumenta a UNA GIFT CARD HL DE $16 FECHA LÍMITE DE ENVIO DE AUDIOS: 30 DE OCTUBRE
  4. Turno especial de buscador 4 Cubías llevaba la mirada puesta en el snitch, por algunos momentos logró escuchar los vítores del público aunque le era difícil distinguir qué era lo que decían, lo seguro era que algunos aficionados no estarían muy contentos con su equipo, pues el marcador de momento no les sonreía. Está vez el ojinegro si había logrado centrar su atención en el partido y por ello tenía muy presente que iban perdiendo el encuentro, y aunque la diferencia no era mucha, esa situación lo obligaba a centrarse más en su objetivo de capturar la pequeña bolita dorada. Llevaba la ventaja en relación con su rival, pues se había logrado poner adelante a punta de velocidad y reacción, con su mirada centrada hacía el frente le fue difícil percatarse que el equipo contrario estaba empecinado en hacerlo salir de su trayectoria, de manera que fue hasta el último momento y casi sin capacidad de reacción que se dio cuenta de la bludger que iba directo hacía su cuerpo. El Malfoy intentó esquivarla, pero lo único que logró fue reducir el impacto, pues igual le impactaron contra el hombro, lo que le hizo por un momento perder el balance, aunque no lo suficiente como para hacerle demasiado daño o tirarlo de la escoba. -Al menos conservo mis dientes- se dijo para sus adentros tras salir medianamente airoso de la situación.
  5. -Estoy bien- musitó Cubías al escuchar la pregunta de Ludwig, lo cierto era que se había quedado como un muerto en vida, con la diferencia de que su cerebro se había puesto a trabajar a mil por hora tratando de descifrar cada palabra que Kimberly decía. De hecho, en cada nueva explicación que la profesora daba, Cubías intentaba en su mente recrear posibles escenas en donde se viera obligado a utilizar lo que estaba aprendido, incluso se planteaba escenarios ficticios en donde barajaba cada posibilidad que le ofrecía la daga y los pactos de sangre. Todo aquel barullo de pensamientos lo había dejado tan pasmado, que por mucho rato perdió el enfoque de lo que sucedía a su alrededor. Cuando se reincorporó le sorprendió ver que todos habían sufrido heridas, y es que sus ojos lo habían observado todo, pero fue como una especie de trance mental luego del cual su cabeza pudo procesar todo lo sucedido. No terminaba de incorporarse del todo cuando sintió el ardor en su brazo, la cortadura provocada por Kimberly lo hizo de una vez por todas plantarse de nuevo en el momento, dejó escapar una leve queja al sentir el dolor, pero de inmediato fue curado. Sin embargo, pensó que esa cortadura ahora significaba que estaba vinculado con Kim, de igual forma en ese momento consideró que hacer algo así en un combate real era casi imposible, puesto que nadie lograba acercase tanto al rival como para hacer un daño directo. No obstante, las alternativas que planteaba su hermano le parecieron una buena opción. -Me parece muy peculiar este libro de sangre, pero no estoy seguro de querer infligirme daño a mi mismo a cambio de dañar al rival, no soy tan masoquista como Lud, y menos se me pasa por la cabeza afectarme un órgano vital… a mi no me viene bien lo de “ojo por ojo”- comentó maliciosamente Cubías durante la pausa que hizo la profesora. -Pero, eso no quiere decir que no lo vea muy útil, creo que en un combate en conjunto como una redada puede ser muy conveniente el "Immolo ad protegendum", podría salvarle la vida a alguien, pero en un combate individual dudo mucho querer usar esas habilidades- sentenció el ojinegro
  6. Turno especial de buscador 3 Cubías logró visualizar la snitch, le llevó un rato poder hacerlo puesto que había pasado buena parte del encuentro intentando dar con ella sin éxito, cuando por fin lo logró sintió una repentina exaltación que fue como un choque de adrenalina que le activó los sentidos y los músculos. Sus manos y brazos se tensaron sujetando con fuerza el palo de la escoba, necesitaba aferrarse bien a ella antes de dar la zancada en el aire, el ojinegro inclinó el cuerpo hacía adelante, casi quedando en paralelo con la escoba, y en seguida la dirigió hacia el frente dando un empujón para avanzar con rapidez. El movimiento fue tan repentino que logró sacar ventaja del adversario buscador. Nuevamente experimentó la sensación de adrenalina mientras sorteaba las ráfagas de viento que se estrellaban contra su rostro en cada giro que hacía con fin de no perder de vista la escurridiza. El ojinegro sabía que no iba le iba a ser fácil dar caza a su objetivo, pero para él lo importante en ese momento era al menos mantener la ventaja y no dar pie que los adversarios pudieran interferir con su trayectoria.
  7. En algún lugar de indonesia… En el horizonte el mar se observaba completamente teñido de un celeste intenso, las olas que en él danzaban apenas y lograban levantarse un par de centímetros, era una marea tranquila que chocaba con suavidad en la fina arena blanca dejando vestigios de espuma en ella. Una pequeña montaña llena de palmeras y arboles tropicales se erigía sobre la línea del océano, en el punto más alto de ella se alcanzaba a ver la figura de un hombre, lo que más destacaba era su larga melena negra que le colgaba hasta los hombros. El pelinegro estaba desparramado en un cómodo asiento hecho de una especie de material orgánico, en su mano izquierda sostenía un vaso lleno hasta el tope de lo que parecía un coctel de color celeste con detalles rojos, a su derecha sobre una mesa hecha del mismo material que su asiento se posaba una botella curvilínea casi vacía, de tanto en tanto el hombre le daba un sorbo a su bebida, por su actitud parecía despreocupado de la vida, como un turista de verano. Cualquiera que lo hubiese conocido años atrás no daría crédito a lo que veía, sin duda sus más cercanos se preguntarían qué hace un mortifago disfrutando de los placeres de la vida muggle, y en especial, qué hace Cubías ataviado con vestimenta tropical en medio de un paraíso terrenal. Los más alcanzativos deducirían que todo era parte de una fachada y que lo más seguro era que el pelinegro estaba enfrascado en una misión de cacería. Nada podía estar más alejado de la realidad, pues lo cierto era que el hombre desparramado en la silla había abandonado hace tiempo las filas del lado tenebroso, no era más un mortifago, a pesar de haber pasado con ellos gran parte de su vida e incluso convertirse en una de las cabezas principales, ahora de aquello solo le quedaban sus recuerdos y apellidos; Malfoy Triviani. Aunque en su nueva vida de nómada por el mundo, cuando requería identificarse era conocido por cada nombre distinto que se le ocurría al momento, en Indonesia por ejemplo, lo llamaban por Mr. Tolentino Sorrento. Las razones del ex mortifago de llevar una vida alejada de su pasado eran bastas, de vez en cuando reflexionaba al respecto, pero un par de tragos lo hacían enfocarse de inmediato en otros menesteres. Mientras terminaba de disfrutar su bebida, un inesperado mensaje lo sacudió de su silla, fue como un llamado del inframundo -¿Illidan?, ¿cómo es posible?- susurró para sí mismo. En ese instante llegaron a su cabeza varios de los recuerdos del pasado, la mayoría de ellos desembocaban en uno solo “La trifuerza”. De no ser por ese nombre que llegó a su mente, el Malfoy Triviani no se hubiese ni molestado en levantarse de su asiento, pero aquello, sumado al remitente no podía quedar sin respuesta… -------- En algún lugar de Italia -Brindo por los que se van y también por los que vienen y van…- la voz de Cubías resonó en el lugar dónde se reunía un grupo de viejos conocidos, su voz en una tonada melódica interrumpió la charla de los que ahí se encontraban. En su mano derecha llevaba la botella que antes de la interrupción del mensaje no pudo terminar, no era un problema, pues de sorbo en sorbo pensaba acabar con ella, o a lo mejor compartirla. -¿De qué se trata esto?- agregó, mientras avanzaba a paso lento con la intención de integrarse y saludar a los demás. Deseaba mantener su postura sería con la que era conocido, pero no se percató que bajo su túnica aún iba ataviado con una camisa de estampas floreadas. @ Illidan Black Lestrange @ Ludwig Malfoy @ Thanatos L. Lestrange @ Alyssa Black Triviani @ Monica Malfoy Haughton @ Mica Gryffindor
  8. La decisión de Cubías al optar por avanzar en el camino que le parecía más lógico por suerte le dio frutos, pues tras ingresar a la Abadia pudo dar con el resto de sus colegas, le alegró en especial que su hermano Ludwig estuviera ahí, por alguna razón sentía mayor confianza si el rubio estaba cerca en momentos como ese, y no solo porque fuera un combatiente de primer nivel, sino porque para el ojinegro era como una especie de talismán de la buena suerte, nunca se lo había dicho y a lo mejor nunca se lo diría, pero así lo pensaba. Al momento de ingresar a uno de los salones Cubías pareció sentir nuevamente los efectos del estado etílico, los muebles del lugar se movían solos e intentaban agredirlo, un par de objetos lograron impactar en contra de su cabeza, fue entonces que se percató que aquel alboroto no era producto de su estado, sino que realmente había una fuerza extraña que poseía el lugar en el que se encontraban. El Malfoy intentó no separarse de su grupo, tenía la varita en mano al momento de avanzar por el salón, pero a pesar de la sensación extraña y todo el movimiento de objetos, no parecía haber nadie en el sitio. Mientras sus ojos escudriñaban el sitio en busca de quien sabe qué, una intensa sensación de frio invadió su cuerpo, al mismo tiempo el lugar se puso cada vez más oscuro. -¿En qué me han metido?- susurró en voz baja al percatarse que estaban encerrados en lo que parecía un heladera que a cada segundo aumentaba su intensidad, el aire incluso empezaba a escasear a causa del frio. -Incendio- exclamó Cubías, pero su intento de hacer fuego fue totalmente en vano, de su varita solo salieron un par de chispas. Todo era confusión en ese momento, la desesperación empezó a apoderarse de algunos, Madeleine inmediatamente solicitó explicaciones a Rory, cuya capacidad de percibir las cosas podía dar alguna respuesta a los sucesos. Cubías por su parte escuchó atentó las palabras que llegaban a sus oídos, pero aún así no terminaba de comprender del todo aquella situación, y eso si era producto de su estado etílico que no terminaba de disiparse.
  9. -El amor a veces te hace caer en el momento menos esperado…- Cubías hubiese deseado poder tener a mano su libreta de apuntes para dejar plasmada la frase que se le cruzó por la cabeza mientras rodaba por el pasto entrelazado con el cuerpo de Alyssa. Lo cierto era que en ese momento más bien el impulso de pasión fue lo que además de desbaratar el equilibrio interno desbarató el equilibrio físico de ambos. Las finas ramas de los arbusto hicieron pequeñas incisiones en el rostro del ojinegro, parte de su ropa también se había enmugrecido y rasgado. Cubías notó además que el ceñido vestuario de la pelirroja había sufrido por igual unos cortes que dejaban entrever parte de su atuendo interior. Por suerte la caída los había llevado hacia una zona flanqueada por arbustos, era como una muralla de hojas y ramas verdes con ellos dos al centro. La Triviani estaba encima del cuerpo del Malfoy, a ojos de cualquiera aquella era una situación que parecía impropia de llevarse a cabo al aire libre, sin embargo, no había sido voluntad de ninguno llegar arrastrados hasta ese punto y quedar en una pose comprometedora. A pesar del exabrupto, el ojinegro no estaba nada disgustado con el momento, al contrario, no hizo el mínimo intento por quitarse a la bruja de encima, por el contrario, la tomó con más fuerza de la cintura atrayéndola hacia él. -Tenes una sonrisa encantadora- le soltó Cubías a la bruja luego que esta se carcajeara dejando escapar unos sonidos de lo más extraños, fue como una chirrido ahogado. Sin más, se acercó de nuevo a ella dejando un nuevo beso en la comisura de sus labios, mientras sus manos se mantenían acariciando el cuerpo. @ Alyssa Black Triviani
  10. El autocontrol de Cubías se desbarató en un instante, era imposible ser mesurado teniendo a la pelirroja pegada al cuerpo. En un fragmento de segundo el suave roce de piel se convirtió en un apasionado encuentro de labios, era como si ambos hubieran contenido una furia por mucho tiempo y ahora dejaban escapar sus bestias que se comían uno a otro. Las manos del Malfoy fueron directamente hacia la cintura de la Triviani, la apretó con fuerza contra su cuerpo, los dos se aferraban como queriendo dejar sin escapatoria al otro, o como si existiera la posibilidad de que alguno huyera o fuera raptado sin previo aviso. La pasión y la furia en el encuentro de los labios se mantuvo por un rato, hasta que hubo una breve pausa en la que todo pareció ir más lento de lo normal, fue en ese instante que el ojinegro desplazó una de sus manos desde la cintura de la bruja hacia su espalda desnuda, rozó sus dedos por ella marcando un camino de arriba hacia abajo, sintió el estremecimiento de ella y llegó a un punto en el que le fue difícil distinguir el límite donde terminaba la espalda, no le importó bajar un poco más y posarse en donde ya había intentado anteriormente… El beso nuevamente subió la intensidad, mientras el Malfoy disfrutaba del tacto con el cuerpo de Alyssa, la mano que había bajado más de lo que pensaba se apretó como si estrujara una fruta, una fruta prohibida... @ Alyssa Black Triviani
  11. El giro de la Triviani tomó por sorpresa a Cubías, este se estremeció aún más cuando las manos de la bruja se posaron sobre su pecho, esa acción irremediablemente lo iba a dejar expuesto nuevamente puesto que su corazón empezó a saltar con un ritmo más acelerado, Alyssa seguramente sentiría ese abrupto movimiento del ojinegro. Las palabras que la chica exclamó a penas fueron un susurro inaudible, el silencio reinaba en ese espacio del jardín, mientras que al interior del castillo se escuchaba la algarabía del evento. Ambos cuerpos estaban a solo centímetros de distancia, y el espacio entre los labios de uno y otro era indistinguible. Nuevamente habían llegado a ese momento, y fue inevitable que Cubías pensara que aquello podía esfumarse una vez más, eso era algo que no estaba dispuesto a sufrir de nuevo, suficientes años había esperado para encontrarse con la pelirroja. En un impulso poco premeditado, impropio del accionar frio y calculador del Malfoy, se inclinó un poco hacia el frente hasta posar sus labios en los de Alyssa provocando un sutil roce que no representaba la pasión y el deseo con el que realmente deseaba abordarla. @ Alyssa Black Triviani
  12. Las presentaciones no eran cosa que importara mucho en aquella clase, tampoco la teoría iba alejada de la practica, pues a pesar de que la maestra se tomó el tiempo de explicar la funcionalidad y efectos de la daga, no tardó mucho en aplicar los efectos en una víctima. Ludwig fue el seleccionado, y Cubías no pudo evitar poner cara de sorpresa al ver que la herida que la misma Kimberly se ocasionada le había provocado también daños equivalentes a su hermano. El rubio se aplicó un torniquete pero eso no iba a ser suficiente para mermar los daños graves, sin embargo, una palabra suya bastaría para sanarlo -Curación- pensó Cubías dirigiendo el efecto hacia su hermano, aquello le aliviaría del dolor y las heridas. Pero fue entonces que surgió la duda en la mente del ojinegro. Mientras Mónica hacia lo suyo invocando también la daga, Cubías aprovechó el momento para tratar de solventar la duda que le había surgido. -Maestra, por un momento pensé en invocar la daga y decir "Immolo ad protegendum Ludwig" y de esa manera trasladar los daños de Ludwig hacia mi persona, ¿hubiese sido efectivo hacerlo así o hay una manera diferente de utilizar el hechizo para proteger a alguien?- Al ojinegro le había quedado muy claro la manera de dañar a alguien con la daga, pero no así la manera de proteger, pues le parecía una magia muy avanzada y hasta cierto punto complicada de dominar, por lo que a su pregunta inicial agregó. -¿Puedo trasladar cualquier daño a mí persona? podríamos atacar a Mónica y probar- agregó Cubías con cierta picardía y aguardó la respuesta de la profesora mientras ansiaba poner en práctica él mismo los efectos de aquellos conjuros sangrientos.
  13. Habemus Podcast
    La entrevista con @ Ernest Dumbledore y @ Azrael Lycan

    Disponible en el club de la Trifuerza: 

     

    1. Darla G Dumbledore

      Darla G Dumbledore

      Ay, Rich!!! deja de ofrecerte che! 😶

  14. Nuevo episodio Una espectacular entrevista con dos figuras del rol: @ Ernest Dumbledore y @ Azrael Lycan Además, un nuevo y maravilloso tema de Trifuerza Records "InferisX" para calentar la gala de Halloween. Eso y más con sus protagonistas de siempre, Illidan, Cubias y Thanatos. DISPONIBLE EN YOUTUBE Y SPOTIFY Déjennos saber con sus comentarios qué les pareció este episodio, queremos conocer todas sus impresiones sobre el nuevo tema musical de nuestro crack @ Thanatos L. Lestrange Además nos encantaría saber a quienes quisieran escuchar en una nueva entrevista de Entre Asteriscos.
  15. Felicidades colega! Te deseo muchos éxitos en tu vida, sos un gran compañero y buen amigo, espero que disfrutes tu día y que sigas contagiando a la gente de energía. Que la trifuerza te acompañe!!!
  16. NUEVO EPISODIO 4 DISPONIBLE EN YOUTUBE y SPOTIFY Hoy no estamos solos, @ Alyssa Black Triviani nos acompaña, tenemos las voces de las líderes del bando, @ Mica Gryffindor y @ Arya Macnair. Adelantamos algo sobre los Oros, ¿Qué son y como funcionan? @ Ellie Moody nos cuenta qué pasó en la última gala, y especulamos qué puede pasar en la próxima. ¿Cómo podríamos revivir el juego de bandos?, ¿Qué pasa con los conocimientos y los libros? y mucho más! (Alerta de contenido intenso)
  17. Vendo tarde, no acostumbro aunque últimamente pareciera que sí jajaja, el caso es que acá estoy para no quedarme con el sentimiento de no haber felicitado a Micaela en el foro jeje Muchas felicidades Mica, igual ya pasó pero a que se siente siempre genial que te sigan saludando! Que la Trifuerza te acompañe! @ Mica Gryffindor

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