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Alyssa Black Triviani

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Todo lo publicado por Alyssa Black Triviani

  1. - Bonito castillo – pensó la Black mientras se abría paso por los pasillos de aquel lugar. Nunca antes había puesto pie en la residencia de los Guant, mejor dicho, hace demasiados años que no visitaba a dicha familia. La primera y única vez que lo hizo fue poco después de que se asentaran en Ottery, cuando su mentora Mel Black trajo de regreso las raíces de tan antiguo linaje. Luego les perdió el rastro, para ser completamente honesta, y recién ahora luego de tanto tiempo volvía a poner pie en aquellos dominios que le eran tan poco familiares; y el único motivo por el que lo hacía era su ahijado, Emmet. Siguiendo las indicaciones que le había dado el elfo se introdujo en aquel laberinto de pasadizos abriendo en el camino un par de puertas equivocadas y filtrándose por algún camino que no era, pero al final supo encontrar la habitación correcta antes de que se le fuera el día en aquella búsqueda infructuosa. Golpeó un par de veces por mera educación pero ni siquiera se detuvo a esperar una contestación, se abrió paso sin más encontrando a un aturullado Nigromante que no dejaba de dar vueltas por toda la habitación. - Emmet – suspiró la Triviani relajando los músculos en cuanto se encontró con el Gaunt - ¿Estas bien? Sabes que a mi puedes contarme lo que sea, incluso si de pronto tienes los pies fríos… Aún conservaba la esperanza est****a de que lograría disuadirlo ante toda aquella idea del matrimonio, no es que tuviera nada contra su prometido pero es que sencillamente para la Black jamás habría nadie lo suficientemente bueno como para el Haughton. Y estaba lista en caso de que se diera la oportunidad, todo un plan de escape finamente trazado para cuando el mortífago expresara la más mínima duda al respecto, pero le basto con ver la reprimenda en su rostro como para suavizar la expresión hasta tornarla en una sonrisa. - Vale, es broma – agregó rápidamente – Ven aquí… Apuró unos pocos pasos hasta donde se encontraba el mago y lo estrechó entre sus brazos con fuerza, al separarse de él depositó sendas manos en el rostro del Gaunt y se quedó observándolo con suma atención. Podía detectar el pánico en sus ojos, el estrés en cada línea de su rostro, los nervios vibrando en cada músculo del cuerpo, pero también detectaba alegría y una emoción que no hacía más que crecer. - Vamos a ponerte bonito ¿te parece? – sonrió al tiempo en que se alejaba de él rumbo al closet del mortífago. @@Emmet Haughton Gaunt
  2. No sabía en qué segundo había pasado de estar enojada a completamente perdida, disipada en un mar de placer y lujuria. Más que quitarle la ropa se la arrancó, poseída por aquella ferocidad carnal que nublaba su mente dejándole solo la idea de él y su cuerpo. No existía ninguna otra cosa en esos momentos, no había lugar en sus pensamientos para nada que no fuera el deseo que experimentaba por el Macnair. Sus miradas se encontraron en una tormenta de fuego, transmitiéndose el uno al otro un huracán de sensaciones que solo podían ser expresadas en la danza que sus cuerpos estaban por emprender; segundos después el mago se sumergió en las profundidades de la bañera… y de su fisionomía también. La Black echó la cabeza hacia atrás exhalando un profundo gemido mientras que una de sus manos aferraba con fuerza los cabellos del Macnair, la otra permanecía engarfiada al borde de la bañera como si pretendiera arrancarlo de cuajo. Estuvieron así durante unos minutos que se le antojaron interminables, en los cuales sentía su cabeza a punto de explotar y las terminaciones nerviosas haciendo cortocircuito bajo su piel ardiente, sus músculos se contraían y contorsionaban involuntariamente bajo las expertas manos del mortífago que trataban de mantenerla quieta mientras que él trabajaba. Finalmente el submarino salió a flote una vez más tomando una bocanada de aire al tiempo en que esparcía el agua de su cabello por todos lados, sus labios se veían más sonrojados e hinchados. - Por Merlín… - masculló la Triviani con la respiración agitada, sincronizada con la de su esposo. Él sonrió, orgulloso y descarado, justo antes de recostarse en ella para que sus labios se encontraran en un apasionado beso. Las manos de la italiana se enredaron en su cabello y arañaban la espalda del Macnair, mientras que las de él sujetaban su cadera fusionando así sus cuerpos en una alborotada danza. Las piernas de la Black se ciñeron entorno al mortífago para luego obligarlo a voltearse, invirtiendo sus posiciones de tal modo que ella quedara sentada sobre él. El agua rebalsaba por todos lados empapando el suelo del baño, pero tampoco es que a ellos les importara demasiado. La Black arqueó su espalda depositando sendas manos en el pecho de Pik, tirando su cabeza hacia atrás al tiempo en que dejaba escapar un lascivo suspiro. @@Pik Macnair
  3. Vengo a dejar mi inscripción para el conocimiento que me gustaría cursar en Febrero, espero que esté disponible :3 Nick: Alyssa Black Triviani ID: 36876 Conocimiento: Primeros Auxilios, en su defecto Historia de la Magia Nivel de Magia: XIV Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/78356-boveda-de-alyssa-black-triviani/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/78277-ficha-de-alyssa-black-triviani/
  4. La Triviani llevaba años con un secreto, un juramento que se vio obligada a realizar hace mucho tiempo, de la mano con un sacrificio que se cobró un gran precio en su vida. En sus comienzos como mortífaga, aquella primera vez que obtuvo el rango de Nigromante, mantuvo una fugaz relación con su compañero de bando Jocker Black Lestrange. Fue efímera para ambos y muy superficial, pero intensa al punto de dejarlos a ambos con una hija en común: Mía Black Lestrange. Fue una bendición para ambos, una noticia que recibieron con entusiasmo y que de hecho consiguió volverlos más cercanos de lo que jamás lo habían sido, pues la presencia de aquella pequeña niña creó entre ellos un vínculo del cual no había escapatoria. Sin embargo nunca nada podía resultar sencillo para la mortífaga, siempre debía de surgir algún infortunio para alterar los escasos brotes de felicidad que surgían en su vida, y en este caso se trataba de la maldición que cargaba desde su conversión en demonio. El pacto que había realizado en aquella ocasión tuvo un efecto colateral en sus hijos, algo de lo cual ella no estaba prevenida, transmitiendo la maldición que había contraído a toda su descendencia. Jocker estaba furioso, culpaba a Alyssa de que su pequeña niña se viera obligada desde tan temprana edad a cargar con un legado impuesto, y a su vez la Triviani no tenía fundamentos para refutar a dichas acusaciones. Él, invadido por la furia y el rencor, y ella, poseída por la culpa y la pena, llegaron a un acuerdo mutuo en el cual establecieron que Mía crecería con su padre hasta que tuviera la madurez suficiente como para enfrentar las consecuencias de la maldición que le atormentaba. Alejada de su madre, obligada a creer en mentiras sobre la temprana muerte de ésta última, la joven Black Lestrange creció apartada de sus raíces maternas e ignorando las bases de su procedencia. Sin embargo Alyssa se las arregló para estar presente en su vida como una mentora, como su protectora, pues una vez dentro del bando Jocker ya no podía mantenerla apartada de ella. Ahora, tantos años después, había llegado el momento de cantar la verdad. La prolongada ausencia del Black Lestrange le había dado el valor necesario como para hacerle frente a la situación, ateniéndose a la posible catástrofe que podrían desatar sus palabras. Pero al fin y al cabo era su hija, y ella merecía saberlo. - Mia – sentenció la Black con voz trémula – Gracias por haber respondido a mi llamado. La había citado en su castillo sin dar mucha información al respecto, y ahora se encontraban sentadas frente a frente en el salón de la residencia Triviani. Off: @@Mia Black Lestrange aquí el drama que me pedías *-*
  5. Atesoraba aquellos pequeños momentos con todas sus fuerzas, tan fugaces y efímeros, un suspiro de paz dentro de todo el caos. El vapor junto al intenso aroma de las rosas la ponían somnolienta; tenía la melena borgoña recogida en un improvisado rodete aunque no tan prolijo y algunos mechones sueltos permanecían adheridos a su piel, por la nuca y alrededor de su rostro. Pequeñas gotas de sudor se aglomeraban hasta que una de ellas descendía lentamente, atravesando su mejilla, surcando el cuello y deslizándose por su pecho hasta perderse finalmente en la espuma que le cubría. Seguía con los ojos cerrados y una ligera sonrisa en los labios, regodeándose en el placer que le producía el agua tibia en contacto con sus músculos, permitiendo que su mente divagara sin rumbo fijo. Se encontraba tan absorta en su momento que ni siquiera le escuchó llegar, por tanto al sentir su voz tan cerca de ella el corazón le dio tal vuelco que por un momento creyó que encontraría la forma de salirse de su cuerpo. Sus movimientos fueron mucho más rápidos que los propios pensamientos; ni siquiera se había dado tiempo a procesar la voz o las palabras que había escuchado cuando ya tenía la varita en mano, sus labios pronunciaron el maleficio imperdonable y el rayo de luz verde surcó la habitación. Todo esto fue una secuencia que se dio en cuestión de segundos, un acto reflejo programado ya mucho antes de que su mente pudiera dar la orden, el resultado de su instinto más primitivo. Se escuchó el estruendo del choque que produjo la maldición…, y luego silencio. - Qué manera de recibir a tu esposo – las palabras se abrieron paso a través de la niebla junto a la imagen del Macnair, que comenzaba a clarear a medida que se acercaba a la bañera. - Maldita sea – siseó la Black dejando escapar la tensión con un gruñido. Soltó su varita dejándola caer al suelo junto a la bañera mientras que llevaba una de sus manos al rostro, pinchando el tabique de su nariz en un vano intento por relajar la expresión. La culpa no tardó en llegar, arrolladora como siempre, recordándole que había estado a punto de matar a su esposo. Él la conocía bien y no tardó en adivinar los pensamientos que le acosaban en esos momentos, pero ni siquiera sus apaciguadoras palabras consiguieron calmarla. Solo pensar lo que podría haber pasado si el Macnair no hubiera llegado a reaccionar a tiempo le provocaba un nudo en el estómago, pero a la culpa rápidamente le abrió paso al enfado. Su expresión parecía de piedra, con la furia bullendo bajo el frío azul de sus ojos que se mantenían fijos en la pared opuesta, negándose a entrar en contacto con el Ángel Caído. - Yo no estaría tan segura – siseó la Triviani. Pik se limitó a esbozar una sonrisa divertida mientras que sus manos buscaron los hombros de la Black, ella se resistía con movimientos bruscos tratando de alejarlo y así evitar su contacto. Pero la cercanía del mortífago comenzaba a pasar factura y el enfado de la Triviani se derretía con extrema rapidez. Finalmente cedió y acabó riendo junto con él, permitiendo que las manos del Macnair acariciaran su piel despertando en ella una nueva oleada de tensión, pero que nada tenía que ver con la que había experimentado momentos antes. Parecía haber una conexión directa entre la piel que el mago tocaba y su entrepierna, sentía la corriente eléctrica bajando con ímpetu a través de su cuerpo y hasta los confines más remotos de su deseo. Cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás al tiempo en que dejaba escapar un suspiro de puro placer, a pesar de lo caldeado que estaba el ambiente sintió como se erizaba cada centímetro de su piel mientras que los dedos del mortífago marcaban un sinuoso camino descendiendo por su pecho. Era difícil de explicar los efectos que aquel hombre tenía en ella. Le aterraba y sobrecogía de dicha al mismo tiempo notar el poder que ejercía sobre su persona, la habilidad para aplacarla cuando nadie más podía hacerlo, el bálsamo para su carácter tan explosivo y exponente de sus mejores cualidades. No era de extrañar que fuera ella quien pidiera la mano de Pik en matrimonio, y es que jamás en su vida había dado con una persona capaz de causar tales efectos en su vida. @@Pik Macnair
  6. No sabía cómo es que había llegado al punto de tener tres hogares distintos, y aun así no disponer del tiempo suficiente para dedicárselo a ninguno de ellos. La Triviani, su propio castillo, la Macnair, donde solía estar con su esposo, y finalmente la Black, lugar que la vio crecer. Pero lo cierto es que la mayor parte de su tiempo vivía en la Fortaleza Oscura y solo acudía a su residencia de tanto en tanto, sobre todo cuando necesitaba disponer de su espacio y así poder distenderse un poco. La primera opción siempre era el castillo Triviani, aquel que ella misma había mantenido en pie durante tantos años, un símbolo de su independencia y del vínculo que poseía con su hermana gemela; sin embargo ahora que Candela estaba de vuelta, de pronto ya no le simpatizaba tanto la idea de ir allí para relajarse. La Macnair seguía siendo ajena para ella, pues más allá de su unión en matrimonio no llegaba considerarla su hogar, por lo que esto la dejaba una vez más con la vieja y confiable Black. - Prepárame la bañera – le espetó al elfo que aguardaba expectante en la puerta de su habitación. No podía sacudirse de encima la sensación de que aquel lugar pertenecía a su infancia, como si fuera un dominio anclado en el pasado y que por tanto no debía ser perturbado. Sus antiguas paredes albergaban tantos recuerdos, ecos de risas y conversaciones susurradas, navidades pasadas con rostros que ya casi ni recordaba; todos pululaban como fantasmas alrededor suyo cada vez que ponía un pie en aquel castillo. No tenía motivos para rehuir a su niñez: amada y consentida por sus padres, siempre de la mano de su hermana, prodigiosa en sus estudios y alcanzando cada meta propuesta en su camino; otros dirían incluso que la joven Black había tenido un comienzo muy acomodado, nada por lo cual sentir rechazo. Pero es que tampoco era rechazo lo que sentía…, o al menos no en ese sentido. Lo que le acongojaba era la nostalgia; era el pesar de recordar épocas más simples y amenas, sencillas pero felices. En su mente no encontraba relación entre aquellos preciados recuerdos y lo que la mortífaga era hoy en día, entre la naturaleza despreocupada de la niña que alguna vez fue y la mujer atestada de responsabilidades que era ahora. Y aun así, por muy contradictorio que fuera, encontraba que en aquel lugar podía volver a ser la niña de su pasado, aunque solo fuera en la intimidad de su habitación o bajo la oscura mirada de su padre. Completamente desnuda, rodeada por el vapor que saturaba el pequeño cuarto de baño, se sumergió en la espumante bañera al tiempo en que dejaba escapar un prolongado suspiro. Se recostó en ella apoyando la nuca en el borde y flexionando sus rodillas, con los ojos cerrados y la mente en blanco mientras que permitía que sus músculos se relajaran lentamente gracias al calor que se filtraba por cada poro de su piel.
  7. Liam es mio o.ó *espanta a los cuervos* Llevo meses esperando a que se pase por el registro a formalizar nuestro vínculo (?) no dejaré que me lo arrebaten :hero: xDD Por cierto, mi nick es "Alyssa Black Triviani" para cuando me quieran etiquetar la proxima vez xD @@Liam Black hijo mio, al fin te pasaste, has hecho a tu madre vieja esperando por ti o.ó *lo estruja* igual te quiero Pasate por el castillo cuando quieras así roleamos, y ya te hablaré por el wssp así podemos terminar de afinar nuestras historias :3
  8. Hola! Vengo a pedir una modificación en el campo de Matriarcas/Patriarcas de la Familia Triviani, espero que toda la info este nien :3 Familia Triviani Registro: http://www.harrylatino.org/topic/95727-familia-triviani-mm/ Castillo: http://www.harrylatino.org/topic/98890-castillo-triviani-mm-b-78361/ Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/78361-boveda-familia-triviani/ Añadir nueva Matriarca: Candela Triviani Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/78212-ficha-de-candela-triviani/ Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/78262-boveda-de-candela-triviani/ Repartición de Galeones: Alyssa Black Triviani -- 50% Candela Triviani -- 50% Muchas Gracias!
  9. A sus criaturas no les tomo mucho encontrar la habitación de Mica Gryffindor, guiados por su olor tal vez, extraído de la mente de la Triviani. De todos modos una vez allí solo le bastó echar un vistazo a su alrededor para confirmar que efectivamente se trataba de los aposentos de su víctima; desde sobres dirigidos a ella y fotografías que lo aseveraban. Ingresó deslizando sus dedos por cada superficie que encontraba, paseándose con tranquilidad y parsimonia mientras que tarareaba una ligera melodía. Era una pena que no tuviera a mano alguna lechuza o elfo para despellejar y usarle así de mensaje para la aludida, pero aun así encontraría la forma de generar un impacto. Silbó al aire llamando así al león y al lobo de piedra que había despertado antes, ambos acudieron a su llamado haciendo escuchar su pesado andar por toda la mansión; al ingresar a la habitación en que se encontraba la Black les bastó una simple mirada para que ambos se pusieran a destrozar todo. La Marca Tenebrosa envía sus saludos Con su varita la mortífaga fue escribiendo aquellas palabras en una de las paredes de la habitación, con pulcra caligrafía pero espesa tinta roja que guardaba un macabro parecido con la sangre. Lamentablemente no pudo dar con la persona que buscaba, pero al menos esperaba que recibiera su recado. Con la misma parsimonia salió de la habitación y atravesó la mansión hasta salir de la misma, seguida de cerca por su fénix y sendas estatuas; la noche ya se había asentado, corría una ligera brisa y las estrellas brillaban en el firmamento. La Triviani alzó su vista a mitad de camino entre la mansión y la verja de entrada a los terrenos, deteniéndose por un momento para realizar su manifestación final. - Morsmorde – siseó Alyssa convocando en el cielo la imagen de la Marca Tenebrosa. http://i.imgur.com/qssbN.png Sin nada más que hacer salió de los terrenos de la familia Gryffindor de vuelta hasta la colina donde había aparecido, una vez allí giró sobre sus talones y desapareció del lugar.
  10. ¿Por dónde comenzar? Alyssa seguía de pie en el vestíbulo mientras que sus compañeros se dividían en pequeños grupos y se esparcían por la mansión, dejando una estela de caos y destrozos a su paso mientras que cumplían con la misión principal: encontrar a Mica Gryffindor. No pudo evitar esbozar una escueta sonrisa. Siempre que acudía a este tipo de salidas se encontraba demasiado tensa y alerta, pues sabía que sus compañeros dependían de ella y debía protegerlos a como dé lugar, pero la triste verdad es que su antítesis hace tiempo que no respondía a las provocaciones. Las probabilidades de que la Orden del Fénix se manifestara eran escasas, por no decir nulas, pero aun así la Black jamás se permitía bajar la guardia. - Celerus Expectro Protego – sentenció la Triviani. De la punta de su varita comenzó a emerger una densa niebla, arremolinándose ante ella hasta adquirir la silueta de un majestuoso fénix; poco a poco fue adquiriendo consistencia hasta que finalmente la criatura extendió sus alas lanzando un graznido triunfal. Con sus plumas negras y los ojos de un blanco perlado, en apariencia eran pocas las similitudes que guardaba con el ave que suponía ser, pero aun así guardaba las mismas propiedades. - Encuéntrala – le ordenó al espectro, con lo que el animal batió sus pesadas alas y se elevó sobrevolando el lugar. – Piertotum Locomotor – formuló esta vez luego de salir de la mansión para apuntar con su varita a las estatuas de la entrada. El lobo y el león cobraron vida y siguieron a la mortífaga de regreso al interior de la mansión. – Búsquenla, y destruyan todo a su paso – les ordenó a estas dos, que acompañados por el rugido y el aullido se abrieron paso por el edificio a base de garras y filosos dientes. Por su parte la italiana comenzó su ascenso por las escaleras, dudaba que su víctima se encontrara en aquel lugar pero entonces se aseguraría de dejarle un mensaje en sus aposentos. Mientras que avanzaba su voz bramó nuevamente para convocar un Fuego Maldito, haciendo emerger de su varita tres llamaradas en forma de tigres, las cuales se abalanzaron en distintas direcciones prendiendo fuego todo lo que se encontraba a su paso.
  11. http://i.imgur.com/kwEHt4r.png El sol proporcionaba sus últimos rayos, se despedía por el día con un hermoso espectáculo de rojos y naranjas. Alyssa apareció sobre la colina a las afueras de la Mansión Gryffindor, su lugar habitual y que ya tantas otras veces había visitado, pues desde allí poseía una vista panorámica de los dominios de dicha familia y podía tomar nota de la actividad que estos llevaban. Levantó la manga de su túnica revelando el oscuro tatuaje que marcaba una importante parte de su vida, la punta de su varita recayó en ella dándole un súbito movimiento que repercutiría en la de sus compañeros haciéndoles saber que los necesitaba junto a ella. No tardaron mucho en hacerse presentes, un llamado exitoso sin duda, al final acabaron por formar un numeroso grupo de túnicas negras y máscaras plateadas. - Buscamos a Mica Gryffindor – sentenció la Black dirigiéndose a sus compañeros – Antiguamente conocida como Agatha Malfoy, traidora a la Marca Tenebrosa. Dicho esto la mortifaga avanzó con paso seguro hasta detenerse frente a la imponente verja negra que se alzaba ante ellos, la cabeza del león la observaba con gesto feroz y la Triviani no hacía más que devolverle una cínica expresión tras la máscara de plata que ocultaba sus facciones. Blandió su varita en un movimiento rápido y fluido consiguiendo así que el obstáculo ante ella volara en pedazos, una de las hojas se salió de sus goznes mientras que la otra quedo retorcida en una posición extraña; poco después la ligera bruma se disipó y el camino hacia la mansión quedó abierto para el grupo de mortífagos. No les tomó más que unos escasos minutos llegar hasta las estatuas que flanqueaban la entrada del edificio, un lobo y un león. Alyssa las ignoró pasando entre ellas directo hacia la puerta de entrada, otro obstáculo que no duro mucho antes de ser despedazado por su magia; una vez dentro de la mansión se detuvo en el silencioso vestíbulo tratando de percibir la presencia de alguno de sus anfitriones. - Divídanse – siseó la Triviani – Los dormitorios están arriba.
  12. Nick: Alyssa Black Triviani Conocimiento que quiere dar: Pociones Conocimiento de Maldiciones Motivo: Me encanta enseñar, sobre todo cuando son este tipo de clases que ofrecen tantas posibilidades de rol y tramas interesantes. Hace tiempo que quiero postularme para impartir algun conocimiento, pero para ser honesta nunca estaban disponibles aquellos que me gustaban. Así que en fin, aprovechando que ahora se han liberado dos de los conocimientos que más me gustan, aprovecho y me postulo para ambos con la esperanza de que alguno de los dos me salga :3 Cargos y responsabilidades: Actuales: - Ángel Caido en la Marca Tenebrosa - Empleada en el Cuartel de Inquisidores - Matriarca de la Familia Triviani - Jefa de Escuadrón - Tutora de Rol, Perfil y Duelos Anteriores: - Profesora de Rol Avanzado y Bando&Perfil - Empleada, Jefa de Oficina y Directora en el Dep. de Misterios. - Empleada y Jefa de Oficina en el Dep. de Control y Cuidado de Criaturas Mágicas. - Suma Inquisidora. - Base, Mago Oscuro, Nigromante y Líder en la Marca Tenebrosa. - Coordinadora de Tutorías de Rol y Perfil. Estado del plan de estudio: En proceso.
  13. La Líder Mortífaga fue rápida librándose del efecto que comprometía sus vías respiratorias, y es que no podía esperar menos de ella. La Black se sonrió con malicia al ver como su compañera exhalaba una gran bocanada de aire tratando de recuperar el aliento, dándole tiempo a la Triviani para atacar una vez más. Alzó su varita en dirección a la Malfoy provocando que de la misma salieran disparados una andanada de ardientes filamentos de fuego que buscarían apresar el cuerpo de la mortífaga, quemando y consumiendo cada centímetro de piel que encontraran a su paso. Apenas segundos después de que los filamentos de fuego salieran disparados hacia su adversaria, Beltis alzó su varita en dirección a la Black contraatacando con uno de los hechizos que habían aprendido no hace mucho durante el transcurso de la clase. Las Arenas del Hechicero le envolvieron atacando sus ojos dejándola completamente ciega, desprovista de uno de sus sentidos más importantes ahora debía apoyarse en sus poderes e intuición para poder salir de allí ilesa. Apretando los labios con gesto adusto, molesta ante tal privación que sufría, alzó su varita una vez más y pensó en el mismo conjuro que su contrincante había utilizado contra ella: Arena de Hechicero. El efecto atacaría la visión de Beltis cegándola del mismo modo que la Black. Justo en ese momento el Anillo Detector de Enemigos que llevaba puesto en su mano izquierda ardió con una intensidad inusitada, la Triviani supo de inmediato que el mismo le estaba advirtiendo acerca de un ataque inminente que se dirigía hacia ella por lo que solo contaba con unos segundos de reacción para poder protegerse. Alyssa aun guardaba en su mente una imagen mental de la posición en la que se encontraba, por lo cual recordaba que a su costado había una enorme roca que podría servirle de resguardo; sin dudarlo se lanzó de lado al suelo ocultándose detrás de aquella piedra para que la misma le ofreciera un escudo. Las flechas de fuego impactaron contra la pétrea superficie de la roca dejando en ella profundos huecos negros a modo de advertencia, apenas un recordatorio de lo que podría haber pasado en caso de dar contra la mortífaga. Otro cofre se abrió entonces, el “click” de su cierre se escuchó como un leve eco en el repentino silencio que se apoderó del lugar. De su interior emanó una sombra densa y oscura, arremolinándose en el exterior hasta adquirir la forma de un lobo, de enormes dimensiones, ojos rojos y colmillos blancos como la nieve. La criatura gruñía por lo bajo rodeando a la Malfoy como cualquier predador que merodea a su presa, hasta que finalmente con un potente salto se abalanzó hacia ella. @Beltis
  14. “Jovencitas”, repitió la Black en su mente tras escuchar las palabras del director. Se sonrió divertida, aquel era un calificativo que no escuchaba desde hace mucho tiempo, al menos no dirigido a sí misma. Los penetrantes zafiros de la Triviani recorrían el lugar con atención, podía sentir una corriente mística en aquella plaza, inmiscuyéndose bajo su piel y hasta los huesos en una eléctrica sensación. La palidez de la arena bajo sus pies, las rocas de diversos tamaños, el majestuoso árbol cuyas hojas simulaban el color del fuego; todo allí imponía una presencia apabullante, su conjunto ofrecía un paisaje como ningún otro. Al desaparecer el portal dejando en su lugar la pila de cofres, la atención de la mortífaga se vio atraída cual imán. Escuchó con atención las palabras del director al tiempo en que esbozaba una pequeña sonrisa, en la diestra se materializó su varita empuñándola con fuerza al tiempo en que cuadraba sus hombros lista para el duelo. A diez metros de distancia se encontraba Beltis, a mitad de camino y hacia un costado estaba la pila de cofres; Alyssa centró su mirada en la Malfoy analizando sus movimientos y midiendo sus posibilidades. - Cinaede – siseó la Black apuntando a su contrincante. Luego de atacar a su compañera, su varita se giró ligeramente encarando ahora a los cofres. Agitándola con rapidez consiguió que uno de ellos se abriera de golpe liberando de su interior una densa niebla oscura, la misma comenzó a esparcirse por el suelo yendo en dirección a la Malfoy, ondulándose y contorsionándose con cada pliegue que encontraba en el camino. Se trataba de un veneno, uno que paralizaría el cuerpo de Beltis en caso de tocarla. @Beltis
  15. Pregunta, ya esta terminando Noviembre y pues quería saber si es que todavía tenemos que pasar por la prueba del libro, cuando sería esta y cuanto duraría? Queria saber sobre todo con lo de que en Diciembre se supone no habría actividades y tal, además de que se me vienen unas semanas complicadas y pues quería poder organizarme para no faltar a la prueba. @@Lisa Weasley Delacour @ Edito para agregar también a @ para ver si es que responden mi duda... Honestamente no me gusta ponerme en este plan, pero es que realmente esta clase ya se ha extendido demasiado. Yo entiendo que cada quien tiene sus asuntos fuera del foro y tal, pero si estas de profesor en un libro minimamente se requiere participación en la clase, no? Realmente te quita absolutamente todas las ganas ver semejante desmotivación por parte de la misma profesora de la clase, que no solo tarda siglos en pasarse sino que no aporta absolutamente nada al rol y a la trama como para mantener la clase dinámica y entretenida. Vamos, que esa clase parece haber sido hecha con el mínimo de esfuerzo y dedicación, como para safar y salir del paso nada más. Es la responsabilidad del profesor al fin y al cabo dar una clase dinámica y entretenida, con una trama interesante y que de pie a que se desarrolle; no abrir una clase solo porque "tengo que hacerlo" y ponerle cero ganas. O sea, literalmente lo único que puso fue que estabamos en un aula ambientada en una jungla, y que "algo" nos atacaba... ¿en serio? ¿eso es todo lo que la creatividad te permite en un libro tan increible como lo es el del Equilibrio? No se cuál es el punto de tener un profesor si al final la responsabilidad de llevar la clase y desarrollar la trama recae pura y exclusivamente en los alumnos, para el caso simplemente asignenos la clase y la llevamos solas. Esto es exactamente lo mismo que paso en el Libro de la Fortaleza, y personalmente yo lo veo inaceptable. Si no van a prestarle atención a sus clases, o no cuentan con el tiempo suficiente como para dedicarse a la misma, dejen de hacernos perder el tiempo a los alumnos. Hay mucha gente en el foro que estaría encantada de llevar la clase, y que probablemente podrían dedicarle un poco más de ganas y tiempo.
  16. Mientras que la voz de la Weasley sonaba de fondo explicando apresuradamente los efectos de los hechizos restantes, ambas brujas tenían su atención puesta en las inmediaciones de aquella jungla que en un abrir y cerrar de ojos les había cerrado el paso rodeándolas con una orquesta de intimidantes sonidos. La Black podía sentir los ojos de cientos de criaturas puestos en ellas, y aunque no podía verlas sabía que estaban allí, ocultas en alguna parte de la espesura que les servía como escondrijo. Lentamente tanto la Malfoy como la Triviani fueron retrocediendo hasta que sus espaldas chocaron, con las varitas en alto y cada uno de sus músculos en tensión listos para la acción. Beltis fue la primera en atacar salvándolas a ambas de la embestida cuando una de aquellas bestias trató de saltar sobre ellas, pero donde uno caía otros cuatro salían. - Vaya… ¿primero me invitas a tu habitación y ahora quieres que bailemos pegadas? – Espetó la mortífaga esbozando una torcida sonrisa – Cualquiera diría que me estas cortejando, Malfoy. Su varita cortó el aire a una velocidad imposible de imaginar lanzando un rayo directo a la maleza que se encontraba a un costado de las dos brujas, el cuerpo de un gran felino se vio abrazado por el aliento helado de las semillas de hielo en medio de su salto cayendo de lado como si no fuera más que una estatua. Una enorme ave carroñera, de negro plumaje, les acechaba desde lo alto de las ramas lista para lanzarse en busca de su carne; otro rápido movimiento al frente y ésta quedó completamente ciega, desorientada, chillando con malicia ante aquella repentina falta de su más preciado sentido. - Flechas de Fuego – rugió la Black apuntando a la espesa maleza que les rodeaba, pensando en el simple objetivo de incendiar aquel lugar y todo en su interior. Los hilos de fuego danzaron entre sí, entrecruzándose los unos con los otros hasta finalmente dividirse e infiltrarse entre la hierba, resecos arbustos y las hojas de los árboles, contagiando sus llamas hasta que estas encontraron el alimento que necesitaban para crecer y expandirse por la jungla. De pronto al coro de bestias se sumó el crepitar del fuego apoderándose de todo a su paso, creando a su vez una nube densa y sofocante de humo que no solo obstruía la visibilidad sino que además comenzaba a filtrarse en sus pulmones dándoles un copioso acceso de tos. Mientras que con la manga de su chaqueta se cubría la nariz, con su otra mano continuaba aferrando la varita tratando de mantenerse alerta ante otros posibles ataques. - ¡Creo que los espantamos! – exclamó la Triviani tratando de que su compañera le escuchara por encima de todo el bullicio, pero en realidad no podía estar más equivocada… De entre la niebla una bestia de oscuro pelaje y grandes colmillos se abalanzó sobre ella antes de que pudiera impedirlo, volteándola al suelo y arañando su cuerpo mientras que las mandíbulas chasqueaban a centímetros de su rostro mientras que su brazo luchaba con todas sus fuerzas para mantenerlo alejado. - ¡Cinaede! – masculló con los dientes apretados debido al esfuerzo que estaba realizando. El veneno se filtró por entre las fosas nasales del animal causando un efecto instantáneo, con lo cual saltó hacia un costado quitándose de encima de la Black para poder refregar su hocico contra el suelo en un desesperado intento por quitarse aquella presión de sus vías respiratorias, pero sin éxito. A los pocos segundos el efecto de los pétalos de pensamientos se cobró una nueva víctima. Alyssa se incorporó apoyándose sobre sus codos mientras que aún permanecía recostada en el suelo tratando de recuperar el aliento, con su pulso acelerado a un 100% y los músculos agarrotados por el repentino acceso de adrenalina. Tomó la mano que le ofrecía Beltis y se puso de pie con dificultad; el fuego que había sido creado para salvarlas ahora estaba a punto de matarlas. - ¿Qué hacemos ahora? – la italiana tenía sendas manos apoyadas en sus rodillas mientras que aun intentaba recuperarse de aquel último asalto, pero lo cierto es que el tiempo comenzaba escapárseles de las manos. @Beltis
  17. Tomó el libreto que su profesor le ofrecía y le echó un vistazo, había partes que no terminaba de entender puesto que ni siquiera sabía exactamente qué es lo que hacían allí, pero ella continuaba disimulando como si en realidad supiera qué hacer. Fue hasta la parte que Matt le indicaba y agradeció encontrar allí un apartado con el cual si estaba familiarizada; conocía aquellos hechizos, o al menos algunos de ellos, y sabía que no tendría problemas en llevarlos a cabo. La voz magnificada del muggle le hizo sobresaltarse alzando rápidamente la vista, desviando su atención de aquel instructivo que llevaba en las manos. No tenía ni la más remota idea de lo que era una máquina de humo, pero sí que sabía crearlo en caso de que fuera necesario, y respecto a la pista resbaladiza… - Glisseo – masculló la Black moviendo su brazo con sutileza, allí donde su varita permanecía oculta bajo la manga de su chaqueta. A un costado de donde estaban parados había una serie de vigas largas, su objetivo. Dos de ellas se fusionaron y aplanaron, creando una pista de aproximadamente 5 metros de largo y 1.5 de ancho. Alyssa se giró de inmediato buscando la mirada de su profesor para verificar si es que su accionar había sido el correcto o no, aunque lo cierto es que la transición ocurrió con tanta sutileza que los muggles allí presente ni siquiera lo notaron; ayudaba mucho también el hecho de que se encontraran tan alterados con los preparativos.
  18. Holi :3 vengo a pedir edición en el árbol de la bóveda de la familia Triviani :3 Nombre de la Familia: Familia Triviani Link y N° de la Bóveda del Familia: Boveda N° 78361 Trámite a Realizar: http://i.imgur.com/wEGew.png Aquella cuyos miembros son seres superiores Y nunca, bajo ningún concepto, haremos enfadar Chuck Norris [DIOS] Gran maestro de los 18 pichulazos mortales ET [El Sobrino] Jefe de Marcianos en Acción La Otra Aland Ésta se cree diosa ¬¬ ignoradla... Glenin Black (B: 78235) [Padre de Alyssa] - Il Padrino Lyra Katara Selwyn (B: 77618) [Madrina de Alyssa] - Il Minina http://i.imgur.com/gCbkD.png Aland Black Triviani B:78998 La Pazza Rossa Alyssa Black Triviani B:78356 Regina di Cuori Lord Cubias - http://i.imgur.com/8Ipyo.png Alyssa ​Sanguíneos Danyellus Triviani Malfoy B. (B:78256) Il Gatto Thanatos L. Lestrange (B:78653) Il Lacerato Adoptivos/Ahijados/Protegidos xiinita (B:--) Susan Van Goldstein (B:108671) Regina Rossa Maida Ivashkov (B:108870) -- Aland y Cubias Gyvraine C. Sullivan (B:78641) - Candela Triviani (B:78262) La Zingara Alexander Malfoy (B:81313) - Aland Adoptivos Ishaya (B: 78207) - http://i.imgur.com/ICmBo.png Danyellus Adoptivos Kaiser Lord Pilu (B: ) Il Lupo
  19. Centró su atención en las palabras de la Weasley tomando nota mental de todo lo que explicaba, asintió ante su respuesta dando por comprendido las implicancias de aquellos elementos, aunque de seguro no tardaría en pensar alguna otra consulta al respecto. Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver aparecer aquellos maniquíes y sus ojos brillaron con anhelo al contemplar los hilos de fuego que salieron de la varita de su profesora, en cuestión de segundos la reciente creación de la bruja se encontraban reducidos a simples escombros. Recién entonces, atendiendo a la advertencia que les daba, fue que la Triviani reparó en los movimientos que se despertaban a su alrededor. No debía olvidar que estaban en un aula encantada, donde probablemente todo lo existente en esa jungla estaba diseñado para ponerlas a prueba en el sentido más estricto; sin perder el tiempo la Black alzó su varita poniéndose en guardia. Por su visión periférica captó el repentino desplazamiento de uno de aquellos arbustos que le rodeaban, demasiado deprisa e impredecible, por lo que instintivamente la mortífaga se giró blandiendo su arma en dirección a la supuesta amenaza. Largos filamentos de fuego salieron de ella enredándose entre las ramas y hojas de aquella planta, calcinando todo a su paso en cuestión de segundos hasta que la víctima quedó reducida a un montón de cenizas. La Triviani se enderezó entonces esbozando una taimada sonrisa, le gustaba ver como su poder crecía a medida que avanzaba en el camino de la sabiduría que le proveían aquellos libros. - Qué práctico – comentó sin desviar la mirada de aquel arbusto rostizado - ¿Cuáles son las defensas para este hechizo? – consultó regresando su atención hacia la profesora.
  20. La Triviani recibió el pergamino y escuchó todas las advertencias dadas por la Potter Blue, pero aquello no consiguió mejorar su expresión sino acaso empeorarla. Sin darse cuenta aquella bruja había puesto el dedo en la llaga, el preciso asunto por el cual la mortífaga se había unido al bando tenebroso y llevaba años luchando por ello: el estatuto del secreto. Nada despreciaba más la Black que aquel favoritismo insólito que el gobierno mágico mantenía por los muggles, el hecho de que ellos fueran quienes tuvieran que vivir en las sombras mientras que aquellos seres podían moverse a sus anchas por un mundo que no les pertenecía. Al fin y al cabo los magos eran superiores, evolucionados se podría decir, pero sus mandatarios insistían en reprimir su poder y limitar su libertad en pos de beneficiar a la versión más mediocre: los muggles. La italiana optó por guardar silencio, frunció los labios y omitió todo tipo de opinión al respecto, tomando las indicaciones con un simple asentimiento. Se giró entonces para centrar su atención nuevamente en el profesor, sus palabras reafirmaron conocimientos que la Black ya poseía pero aun así tomo nota mental de todo lo que el Blackner decía. Hizo como le indicaba y ocultó su varita bajo la manga de su chaqueta, mientras caminaban siguiendo a los otros dos la mortífaga avocaba sus esfuerzos en repetir los movimientos que el mago realizaba. - Ya veo… - comentó concentrándose en aquel procedimiento - ¿Así está bien? – Cuestionó repitiendo la floritura con toda la fluidez de la que fue capaz.
  21. No se le escapó aquella curiosa expresión que se formó en el rostro de Maida luego de su comentario sobre el castillo, casi como si quisiera decir algo al respecto para luego optar por acallar dichas ideas. No quería que la Ivashkov sintiera la necesidad de reprimir sus pensamientos, por lo contrario, deseaba que pudiera sentirse tan a gusto como para poder recurrir a ella cualquiera fuera la situación o circunstancia. Estaba a punto de decírselo, alentarla a seguir adelante con lo que fuera que quisiera decir, pero entonces se vieron interrumpidas por una de las habituales excentridades que solían ocurrir en aquel castillo. Un elfo cayendo desde el segundo piso, seguido por un caldero rebosante de extraño contenido que se vertió por todo el patio, nada nuevo, nada extraño. Sabía que para Maida aquello sería algo extraño, por decirlo sutilmente, pero para la matriarca Triviani aquello era solo otro día como cualquier otro. Continuó sorbiendo su té con total despreocupación mientras que su invitada no dejaba de lanzar repetidas miradas hacia arriba, las ventanas del segundo piso, tratando de dilucidar quién habría sido el responsable de semejante atentado. Se habían salvado por muy poco, pues el elfo y el caldero abrieron un agujero en la enredadera estampándose con sonoro estrépito a tan solo un palmo de donde ellas se encontraban. El contenido se vertió en el suelo y salpicó la mesa al igual que a la pobre criatura que refunfuñaba incoherencias tratando de incorporarse, y el hedor que esta sustancia transmitía comenzaba a invadir el tranquilo espacio en el cual se encontraban. - La que gustes – replicó la Black esbozando una misteriosa sonrisa – Hay muchas disponibles, así que tendrás muchas opciones entre las cuales elegir. Recién entonces se limitó a lanzar una perezosa mirada al segundo piso, aunque ni falta le hacía, sabía que aquel atentado contra su vida y la de Maida venía de la habitación de Candela. Candela…, su huraña sobrina y la única compañía que tenía estos días en las dependencias de los Triviani. No se cruzaban mucho, afortunadamente el castillo era lo suficientemente grande como para que no tuvieran que encontrarse, y siendo que aquella bruja había heredado los genes de su gemela…, mejor si podía seguir evitándola. Estaba tan loca como su madre, peor tal vez, con aquel ligero aprecio por la vida de los demás y su integridad física; Alyssa llevaba una vida entera lidiando con esto y por eso es que ya no le afectaba, pero comprendía que para la Ivashkov era algo nuevo y extraño. - Pues la verdad que sí es un fastidio que te hagan pasar por estas equivalencias – comentó mordisqueando una de las masitas – Aunque bueno, habrá que verlo como un mero trámite que te dará acceso a cosas mucho mejores. Tanto la Universidad como el Ministerio tienen un amplio panorama de ofertas muy llamativas ¿Has pensado ya donde te gustaría trabajar? ¿O si te gustaría continuar tu educación especializándote en algún conocimiento? El elfo continuaba con sus lloriqueos, cada vez más intensos y molestos, pues al parecer aquella misteriosa sustancia estaba carcomiendo su piel y de hecho cualquier superficie con la que había entrado en contacto; de ahí el repulsivo olor que se sentía. Continuó ignorándolo, cosas peores habían pasado en esta residencia como para interrumpir su conversación por algo tan leve. Suspiró ante la pregunta de Maida y esbozó una nostálgica sonrisa ¿cómo explicarle? Aunque de todos modos siempre supo que este momento llegaría, tarde o temprano tendría que explicárselo. - Muchos años, sí… - musitó la Triviani sorbiendo otro poco de su té – Si bien nací y crecí en Italia, mi padre es de aquí, de Inglaterra. Por lo que cuando cumplí los 11 años tanto mi madre como él decidieron mandarnos a mi gemela y a mí a Hogwarts, con ello implicó también que nos mudáramos con los Black y pasáramos con ellos el resto de nuestra adolescencia. Fue difícil…, mi padre no siempre estaba presente, jamás desarrollé estrechas relaciones con sus familiares, por lo que mi gemela y yo nos sentíamos bastante solas. Ahí fue cuando conocí a Lyra… - en este punto del relato la sonrisa volvió a aflorar en sus labios, con la mirada perdida en los recuerdos que surcaban su mente – Mis aspiraciones al bando ya estaban claras en ese entonces aunque aún no me dejaban ingresar debido a mi edad, pero de todos modos empecé a codearme con sus miembros y entablar amistades con aquel círculo de personas. Era una adolescente revoltosa, impulsiva y desesperada por probarme a mí misma, con mi madre a kilómetros de distancia y mi padre demasiado ocupado como para marcarme los límites que necesitaba. Lyra fue quien me mantuvo por buen camino, fue mi mentora y protectora, se convirtió en mi madrina y la imagen materna que necesitaba en aquel momento. Ella marcó mis límites, contuvo mis rabietas y secó mis lágrimas. Se hizo cargo de una adolescente aunque nadie se lo había pedido ni le correspondía tampoco, y gracias a que lo hizo es que hoy en día soy la persona que ves. @ @@Candela Triviani @@Lyra Katara Selwyn
  22. @@Lyra Katara Selwyn Aceptadaaaa *-* que lindo verte por aquí :3 me alegra muchisimo de que hayas aceptado la invitación. Ahora mismo te agrego al árbol y podes pasar a rolear por el castillo cuando quieras n.n Maida y yo estamos ahí. Y de seudónimo te pondré simplemente "La Minina" jajaja no podríamos llamarte de otra forma :3
  23. @@Kaiser Lord Pilu Genial :3 en ese caso te pondré como hijo de Danyellus, serías mi nieto adoptivo (?) Así que cuando quieras ya puedes pasarte por el Castillo a rolear con nosotros, @@Candela Triviani y yo ya estamos allí armando alguna trama como para entretenernos y mover un poco las cosas xD Ahora mismo te agrego al árbol, y no olvides pedir la incorporación de la familia en tu ficha :3
  24. http://i.imgur.com/Ps9pcWH.jpg Recordaba aquel lugar y de hecho le daba gusto poder volver, le carcomía en cierto modo que fueran asuntos ministeriales los que le llevaran de regreso y no el simple deseo de una visita, pero aun así le daba gusto que su trabajo le condujera a lugares donde sabía se sentiría bien recibida. La Triviani traspasó los jardines del castillo Ivashkov y fue directo hasta la puerta de entrada, aquella imponente estructura que le caracterizaba como el clásico estilo que solía gustar a los mortífagos. Se detuvo un momento acomodando su túnica burdeos, la fina costura en hilos oscuros decoraba la prenda con intrincados diseños, un elegante ejemplar y de los favoritos dentro del repertorio de la Black. Su melena borgoña se encontraba recogida en un prolijo tocado rematado con un broche de plata e incrustaciones en zafiro, mientras que en su cuello descansaba una gargantilla de terciopelo negro, con un óvalo plateado y nuevamente la piedra preciosa de intensos tonos azules. Finalmente golpeó tres veces y aguardó en silencio, a lo que poco después un squib le recibió con impoluta cortesía. - Mi nombre es Alyssa Black – se presentó la mortífaga – Vengo en nombre del Cuartel de Inquisidores, necesito hablar con alguno de los patriarcas o matriarcas de esta familia ¿se encontraría alguno de ellos? Sabía muy bien que se refería a Zack y Leah, dos de sus grandes amigos, pero como aquello se trataba de un asunto estrictamente ministerial debía guardar las formas y mantener la seriedad que la situación ameritaba.
  25. @@Evarela Black Haughton Yo vengo a pedir unos arreglos respecto a los que figuran como hijos mios en el árbol Alyssa Black Triviani -Eterno Black Triviani - Otto Black- Darla Potter Black - Galery Grindelwald Malfoy - Mia Black Lestrange 1. Quitar a Eterno. Hace mucho que se fue del foro. 2. Otto Black es hijo de Goshi, no mio. 3. Darla acaba de pedir su baja de la familia, justo arriba de este post.

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