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Neos Triviani Malfoy

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Todo lo publicado por Neos Triviani Malfoy

  1. @ Si, así como ella habían muchos en su época antes de partir, gente que creía que su verdad era la única verdad. Neos era en parte uno de ellos, aunque la filosofía de los mortífagos era mucho más amplia en ese sentido, eran una gama eterna de grises, mientras que los que les hacían frente se hacían ver como blancas palomas, como la perfección echa seres humanos. Si, quizás Bel había sido una de esas personas, pero Neos siempre había sabido separar su mundo oculto con el laboral, no tanto en su vida en general, lo que le generó muchos problemas. Sentía que la bruja estaba hablando desde lo más profundo de su ser, y ante eso no pudo más que sentirse agradecido. Era bueno saber que, sin pretenderlo, había generado ese nivel de conexión con alguien más. Pensamientos que el Neos del pasado jamás habría tenido, ni menos agradecido. Pero dentro de su viaje de autodescubrimiento fueron muchas cosas las que le sorprendieron de si mismo, ampliando incluso aquella gama de grises. Aunque siempre siguieron siendo eso, grises, siempre grises. Escuchó su confesión de su pertenencia a la Orden sin alterarse, no es que no se lo hubiera esperado. Sin embargo, aquel tipo de confesiones eran imposibles de escuchar hacia cinco años, menos aún a plena luz del día, por mucho que no estuvieran en público.―La vida es algo sobrevalorado, perderla no es algo que se merezca, es el vivirla el verdadero castigo―comentó. Radical, lo parecía, siempre que no se estuviera pensando más allá, Neos conocía las verdaderas formas de dolor, esas que hacían parecer la muerte el más grande de los placeres. La había deseado, muchas veces, más siempre salvaba de ella. Quiso decir algo cuando escuchó sobre el rostro en el cartel, más no supo que decir. ¿Negarlo? Era lo más fácil, después de todo jamás fue capturado y declarado como mortífago, más que unas cuantas veces que pasó en la antigua prisión de la orden. Pero tampoco podía decir la verdad, por mucho que hubiera confiado en Bel en el pasado esa era parte de su vida que jamás saldría a la luz pública para nadie que no perteneciera a la Marca. Aunque tampoco tuvo mucho tiempo de indecisión, pues su siguiente confesión le dejó aún más perplejo. ¿Enamorarse de él? Eso era algo que no se hubiera esperado, pues su relación siempre se remitió estrictamente a lo laboral. Admiración, quizás, él mismo la sentía por ella al ver su dedicación al trabajo en un departamento donde no sobraban las manos, donde todo costaba el doble para ser logrado. ―Creo...―comenzó diciendo.―Creo que no deberías haberme contado todo eso―dijo con voz baja, algo inseguro. ¿Qué haría él con esa información? Después de todo, formaba parte de la marca una vez más, si se hubiera mantenido fuera del bando era una cosa, pero aquello era guardar el secreto de Bel.―Se me acusaron de muchas cosas en el pasado, y aunque ninguna pudo se demostrada no quiere decir que no haya algo de verdad en ellas―tomó las manos de la bruja y las cerró en torno al collar, para que este no fuera visible por si alguien entraba de improvisto.―Me identifico con muchas de las cosas que me has contado, bien sé que huir a veces puede ser la mejor solución, aunque en mi caso tomó mucho más tiempo de lo normal. Pero he cambiado Bel, en muchos sentidos, y en la mayoría podrías no estar tan de acuerdo con que son positivos―la careta, había perfeccionado la máscara mortífaga para convertirla en la propia, ocultando siempre quien era a todo el mundo. ―No soy el mismo hombre que admiraste, y aunque siempre desearé tu amistad, no quiero que la aceptes creyendo que soy un mejor hombre, pues no lo soy―esa era la mayor confesión que podía hacer, decir de forma indirecta lo que jamás podría decir directamente. Era Neos, era un mortífago, y en su interior siempre sería un ser de maldad.
  2. Escuchó con atención las palabras de la profesora, más no pudo estar del todo de acuerdo con ellas. Al menos él si había deseado hacer daño, y creía que uno que pudiera causar la muerte no era tan divertido, la deformación en el rostro iba acompañada de dolor. Pero quizás entendía a que quería llegar, y solo era su mente juguetona la que se divertía pensando en nuevas formas de torturar a alguien, que para él nada tenía que ver con le hechizo especial que se usara, con cualquier se podía improvisar. La observó hacer lo propio con un nuevo fantasma, al que era imposible no reconocer. Cualquiera que se tuviera algo de respeto sabía que ese tipo era lo más bajo que se podía caer, la traición, la cobardía, ninguna de las cualidades que un buen mortífago debiera poseer. Se dispuso a disfrutar del momento que se vendría, adivinando que Leah usaría una maldición mucho más violenta que la que sus estudiantes había utilizado. En ese sentido tener como guía a una mortífaga hacía las cosas más interesantes, mucho más. Cuando volvió a ser su turno de participar, Neos tuvo que comenzar a rebuscar en su cabeza hechizos que hubiese visto de parte de la orden, en uno de sus muchos encuentros antes de que se alejara de Londres. Con los mortífagos no tendría problemas por supuesto, aunque mejor le daba una vuelta antes de decir cualquiera y que la profesora no lo considerara maldición. —Pues hechizo de la Orden voy a mencionar el Disparo de flechas, que es básicamente el Seccionatus pero con flechas—los hechizos de la Orden no eran particularmente de su interés, pero imaginaba que ese debía de servir.—Para los mortífagos creo que diré el Absorvere, puede no llevar a causar la muerte pero si a perder extremidades y a causar tanto dolor que bien podría hacerles desear la muerte—dijo, casi imaginando en su cabeza las veces que lo había utilizado, y como había disfrutado de ver el dolor causado.
  3. ―Si, exactamente―correspondió, aquel lugar era ideal para reencontrarse con el pasado, aunque Neos jamás pensó que iba a encontrarse con ella o alguien más allí. Suponía que debía comenzar a acostumbrarse, por mucho que hubiera cambiado Londres habría personas que siempre estaría allí, como un punto fijo respecto a un pasado al que el Triviani le costaba afirmarse. Sonrió ante su comentario, quizás era algo pronto para decir si había sido una buena decisión o no, pues no se equivocaba en pensar que Neos había cambiado mucho, pero no tal como ella creía. Quizás no le gustara lo que fuera descubriendo, y que detrás de esa máscara ahora visible a plena luz se escondiera algo peor que el jefe que había tenido hacia tantos años. Miró la tiara que Bel le señaló mientras la escuchaba relatar sus últimos años, aunque no se le pasó por alto que solo se refería a lo laboral.―Si, he notado el cambio, aunque del ministerio no he podido averiguar demasiado, solo volví hace unos pocos días―aclaró, aunque no era la primera persona que le decía que las cosas habían cambiado mucho en su antiguo edificio de trabajo, pero saber que cosas exactamente era lo que le faltaba al Triviani. ¿Despedida? Bueno, el ministerio era muy estricto con la responsabilidad laboral, él mismo había sido despedido al menos un par de veces. ―La opinión de los demás no es algo que me importe la verdad, prefiero confiar en lo que yo creo y veo de las personas, y en ese sentido no me podrías arruinar nada―le dijo con confianza, pues por mucho que Neos hubiera sido estricto y frío, saber reconocer el buen trabajo cuando lo veía, y Bel siempre había sido una excelente trabajadora, eso era lo único que a él le importaba. Y entonces no dijo nada más, sino que volvió a preguntar sobre él, casi al punto de que Neos creyera que intentaba desviar la conversación.―Si, todo fracaso, no es más de lo que me gustaría decir, dado que dejar eso atrás fue la razón de que me fuera en primer lugar―no intentaba ser maleducado, pero dejar atrás su pasado y poder olvidar todo fue porque estuvo tantos años fuera, necesitaba reencontrarse consigo mismo y curar.―No tengo una razón tan buena para haber vuelto, solo sentí que era el momento, que la única forma de dejar todo realmente atrás era enfrentándome nuevamente al mundo que quise olvidar―quizás había sido demasiado sincero, y no sabía porque, quizás solo era porque necesitaba decírselo a alguien y Bel era la primera que se esforzaba en saberlo. @
  4. Tomó el pan y le dio un buen mordisco, aunque no uno tan grande como el que Candela le había dado al suyo, a él le gustaba no estar al borde de la muerte cada vez que comía al menos. Dejó que otro poco de sopa lo ablandara en su boca antes de tragar, sintiendo como de a poco su estómago iba dejando de reclamar por lo poco que lo había llenado durante el viaje de regreso a Londres. Levantó una ceja, intentando recordar las guerras internas a las que Candela se refería.―Si, creo que estuve en unas cuantas―mintió, prefería eso a reconocer que no recordaba mucho, ni siquiera estaba seguro de cuanto tiempo había pasado en el castillo después de su perdida de memoria. Si recordaba más el otro tipo de guerras, esas entre ambos, pero no sabía si podía hablar con la matriarca sobre ellas. Así que la residencia de los Triviani finalmente no había soportado tanto, se imaginaba que varias mansiones y castillos debían de haber pasado por el mismo proceso. Después de todo, era dentro de esos lugares donde se daban las batallas más sangrientas entre mortífagos y odefos. ―Ya veo―dijo, después de comer otro poco de pan y llegar a la mitad de su sopa.―Me imagino que debe ser un trabajo difícil, si necesitas ayuda no dudes en pedírmela, es lo menos que puedo hacer―se ofreció, aunque no creía que Candela lo estuviera esperando de todas formas, aún así Neos prefería poner su cuota para volver a merecer un puesto en esa familia, sabía que no bastaría solo con volver a pisar el lugar. Recibió el café del elfo y le dio un buen sorbo, volviendo a recordar que debía preguntar por Aang. El café le ayudo a despejar un poco la mente, aunque le harían falta al menos un par más para estar en condiciones de ponerse a ordenar todo lo que debía en la que fuera su nueva habitación. ―Excelente, te lo agradezco―¿debía agradecerlo? No estaba seguro, con Candela era mejor asegurarse.―Y que te hayas tomado la molestia de ponerme un poco al día también―agregó, solo por seguridad.
  5. Siguió a la Triviani a la cocina, donde tomó asiento frente a ella y esperó a que un elfo se acercara. No vio a Aang por ninguna parte, tendría que recordar preguntar por el más tarde, si había desaparecido debería de buscar a otro elfo, siempre era mejor tener uno personal a depender de los que vivían en el castillo. Si no se lo había llevado a su vieja era por lo difícil que sería pasar desapercibido en las zonas muggles, sobre todo porque nunca se establecía mucho en un lugar determinado como para dejarlo escondido allí. ―Tomo nota de tu recomendación―le dijo, aunque por lo que le decía parecía que no se trataba de algo mágico de interés, sino del folclore propio de un pueblo y su incapacidad para darle explicación a cosas que no podían entender.―Quizás les de algo sobrenatural de lo que hablar la próxima vez que ande por los alrededores―dijo encogiéndose de hombros, siempre era bueno divertirse un poco a costa de los muggles. Se quedó mirando con cierta curiosidad como Candela se apresuraba a comerse el pan, aunque debió esforzarse más para entender que era lo que decía.―Solo deja la sopa y el pan―le dijo al elfo.―Y trae un café cargado―le dijo antes de que se diera la vuelta y se alejara lo más posible de la matriarca al parecer, que aún se esforzaba por tragar todo el pan que se había echado a la boca. Aprovechó aquella pausa para probar la sopa, que no era una maravilla pero al menos le servía para llenar un poco el estómago, había sido un largo viaje. Volvió a levantar la mirada cuando la bruja le preguntó por sus próximos pasos, si aquella era solo una visita o algo más permanente... ―Pienso quedarme un tiempo, al menos el suficiente como para tener que establecerme―respondió, aunque sus palabras le aumentaron la curiosidad, ¿modificaciones accidentales? Eso no sonaba bien.―¿Qué sucedió?―quiso saber, aunque algo le decía que Candela no se lo había mencionado para llegar a contarle la historia, pero ya que había corrido el riesgo Neos lo tomó.―La verdad es que no dejé muchas cosas antes de irme, así que es lo mismo para mi tomar cualquier habitación vacía―aclaró.
  6. Quizás no había estado muy preparado para encontrarse con alguien de su pasado en aquel lugar, cuando aún intentaba consolidar todo lo que había cambiado, pero al parecer ella tampoco.―Entiendo―o al menos eso creía, estaba seguro de que los que aún recordaban algo de él habrían asumido hace mucho tiempo que estaba muerto o que jamás regresaría. Pero fue cuando escuchó sus siguientes palabras, cuando se dio cuenta que en verdad no era el momento. Y es que si, había cambiado, cambió mucho, pero aún debía saber como calzaban esos cambios con el Londres actual y con quien había sido antes de partir. Era cierto, el Neos que ella conoció no habría reaccionado de esa forma al verla, pero el Neos que ella había conocido había aprendido, había mutado. Mezclarse de forma natural en el mundo mágico, no mostrar el verdadero ser sino el que sería más aceptado por la sociedad, meter a ese pasajero oscuro tan dentro y escondido que sería imposible verlo si él no lo deseaba. El problema era, que para quienes lo habían conocido más, aquel cambio sería demasiado notorio. ―Si... viajé mucho―respondió, inseguro por la sinceridad de Bel.―Creo que es más lo segundo, nunca tuvimos muchas opciones de charlar más allá de lo laboral, y en ese sentido sabes lo estricto que soy―respondió.―Y por muy serio que pueda ser alguien, no reaccionar ante una buena parte de su pasado es imposible―agregó, después de todo su época en el ministerio había sido de las más gloriosas en cuanto a logros, y era su objetivo el regresar a esa posición.―Nunca es tarde para conocer a nadie que no haya muerto―bromeó en respuesta a la pregunta de la chica. Se quedó pensando unos segundos el ofrecimiento de Bel a ayudarle con el objeto, cierto era que prefería mantener aquello entre las menos personas posibles, sobre todo porque quizás el objeto ni siquiera estuviera allí. Por el momento, creyó que lo mejor era mentir.―Estoy más de paso que otra cosa, siempre me gustaron estas tiendas y creí que podría encontrar algo que me conectara al pasado―parecía que esa sería la tónica de la conversación, el pasado con el que ambos se habían reencontrado.―Quizás puedas más contarme que ha sido de ti en estos años―le dijo. @
  7. Se dio unos segundos para recuperar el aliento, al parecer había sido el primero en llegar, aunque la que sería su compañera de clases no tardó en llegar. Respondió a la reverencia de la profesora, presentándose también, más por cortesía que por necesidad.—Neos Triviani—. La siguió cuando esta entró a la cabaña, dejando el paso primero a Ashura por caballerosidad. Levantó una ceja al encontrarse en el interior, no es que esperara un hotel de lujo, pero aquel sitio parecía más un lugar donde se arrojaban cadáveres que uno para hacer una clase. Imaginaba que algún propósito debería de tener, o de otra forma no los habría citado en un lugar tan específico. Tomó asiento a la derecha de Leah, acomodándose como pudo en el tronco irregular que tenía como asiento, más su rostro no mostró signos de molestia. Neos sabía cual era su lugar, allí la profesora era quien mandaba y él escucharía atentamente todas sus instrucciones. Aquel conocimiento era de suma importancia para él, necesitaba aprenderlo bien o solo habría sido tiempo perdido. La escuchó con mucha atención, al tiempo que seguía con la mirada la bruja que iba representando sus palabras. Hacer daño, algo que a Neos se le daba muy bien, sobre todo cuando dejaba que esa ira que escondía se desatara. Muchas veces se había excedido, estando a poco de ser descubierto, más llegó a aprender con los años a como hacerlo de manera más segura. Maldecir era todo un arte, uno que el Triviani gozaba con cada grito provocado. Cuando los fantasmas entraron, a la seña de Leah Neos se giró para quedar de frente al rubio y solo entonces lo reconoció, Lucius Malfoy. La indicación era clara, lanzarles una maldición a elección. Podía ser una tarea sencilla, pero para el Triviani escoger una nunca lo era. Se puso de pie y se alejó un par de pasos del fantasma. Pensó en un embrujo punzante y el hechizo salió en dirección al fantasma, no era una maldición muy sofisticada, pero había sentido unos deseos irremediables de ver ese rostro perfecto desfigurado, un pequeño gustito que se podía dar con un Malfoy.
  8. Una de las prioridades de Neos al regresar a Londres era la de recuperar un lugar de importancia en el ministerio, donde había llegado a ser director de uno de los departamentos. Pero las cosas habían cambiado mucho desde su ida, incluidas las certificaciones para trabajar, lo que sumado a su nula practica y estudio durante su ausencia le había llevado a tener que anotarse en clases de la universidad mágica. Tampoco era algo que le molestara mucho, pues le gustaba estar en un constante aprendizaje y descubrimiento, por lo que no lo pensó demasiado antes de hacerlo. Conocimiento de Maldiciones había sido la primera de la lista, que era algo que le servía más como mortífago que como trabajador ministerial, algo que obviamente no podía revelar a la profesora por mucho que también estuviera en la marca. La recordaba de su antigua época, pero había pasado tanto tiempo fuera que era difícil esperar lo mismo de ella. De cualquier manera no era que fueran a ponerse a conversar sobre los viejos tiempos con un whisky de fuego, era bien sabido que las clases de maldiciones podían ser muy peligrosas, no iba para aprender sobre las sencillas que los niños utilizaban para lastimarse entre clases. Había estado esperando el inicio desde hacia varios días, por lo que cuando vio una lechuza picoteando en su ventana del castillo Triviani se acercó de inmediato a ver la nota. Casi de inmediato su cuello se giró hacia el reloj de pared, momento en que no supo si sonreír o maldecir a la profesora. Le importó poco que estuviera con una túnica maltrecha que solo usaba en casa, al menos tenía zapatos y ropa interior puesta, así que saltó por la ventana y apenas estuvo a una distancia que pudiera hacerlo se desapareció hacia el lugar del encuentro. Apareció en un bosque, y de inmediato se dio cuenta de que no tenía idea de donde estaba. Intentó buscar la cabaña mencionada en el pergamino, pero no vio nada. ¿Allí era donde debía aparecerse? Quizás lo había hecho mal, después de todo había estado mucho tiempo viajando sin utilizar la aparición, bien podría haberse equivocado en el destino. Pero cuando vio a una extraña presencia fantasmal cambió de opinión, un hombre rubio y con la mirada mirada estaba a pocos metros de él. Miró su reloj de bolsillo, le quedaba justo un minuto para las nueve. Y cuando volvió a mirar al fantasma, este dio la vuelta y comenzó a avanzar. ¿Porqué se le hacía tan conocido? En la oscuridad era difícil saberlo, pero creyó que era razón suficiente como para seguirlo. Sin embargo, su paso lento hizo que a los pocos segundos prefiriera adelantarlo y casi correr hasta que vislumbró la cabaña y a Leah al frente de ella. Miró su reloj, quedaban cinco segundos.
  9. Volver a Londres no había sido nada fácil por varias razones, siendo una de las más importantes el sentirse que llegaba a un lugar completamente nuevo. Otra, también que lo mantenía incómodo, era la costumbre a no estar demasiado tiempo en un solo lugar. Normalmente siempre que llegaba a un nuevo sitio comenzaba a pensar de inmediato en el siguiente, o al menos nunca llegaba con la intención de quedarse. Pero el regreso era diferente, pues su mente sabía muy bien que se estaba estableciendo nuevamente, y sus deseos de emprender el viaje luchaban constantemente con la decisión que había tomado de permanecer. Cuando se fue hacia más de cinco años, no lo había hecho pensando en que algún día regresaría, por lo que se había deshecho de muchas cosas antes de partir. Había algunas que eran de sumo valor para él, pero que por razones obvias no podía llevar consigo. Cierto era que podría haber realizado un hechizo de extensión indetectable, pero no era su deseo cargar con recuerdos del pasado, ser una nueva persona involucraba dejar todo eso atrás. Sin embargo, había un objeto en particular que deseaba recuperar, uno que había adquirido cuando trabajaba en el ministerio y cuya antigüedad era incalculable. Creyó que el mejor lugar para comenzar era en las tiendas del callejón Diagon, ya que en una de ellas lo había vendido. Pero el lugar ya no existía, aunque el dueño del local contiguo le dijo que habían vendido la mayoría de los objetos a las otras tiendas antes de cerrar, por lo que bien podía probar suerte. Al entrar miró de inmediato hacia el mostrador, dando la espalda a la mayoría de la tienda. No vio a nadie, pero no alcanzó a llamar antes de que alguien le tocara el hombro. Se dio vuelta esperando ver a la encargada de la tienda, pero mayor fue su sorpresa al encontrarse de frente con Bel, con quien había trabajado hacia más años de los que podía recordar.―¡Bel! Por supuesto que te recuerdo―le respondió con una sonrisa, cierto era que le daba gusto encontrar otro rostro conocido después de tanto tiempo.―Demonios, jamás pensé en encontrarte de nuevo―confesó, había perdido el contacto con ella mucho antes de que decidiera salir del país. @
  10. Dado que había mantenido cero contacto con la familia desde que se fuera, no tenía idea si alguno de los miembros de mayor edad continuarían allí, de todas formas, Candela no le parecía una mala opción para dirigir todo.―No he dicho que no lo parezca, solo he aprendido a no asumir las cosas con los años―indicó, sobre todo cuando había sido tanto el tiempo que había pasado lejos. Tendría que recordar no interrumpirla mucho, aunque dado que era la única que había visto hasta el momento quizás no le fuera tan fácil en un comienzo. ―No, me aburría pronto―agregó, aunque no ser reconocido también era un tema importante, dado que a veces hacía cosas que estaban muy alejados de lo legal, tanto en el mundo muggle como en el mágico, mantenerse fuera del radar del ministerio siempre había sido un talento para Neos.―Estuve en Japón si, aunque no sabía que hubiera un bosque con alguna leyenda en particular―señaló, tampoco es que hubiera ido al país asiático como turista.―Sería un buen dato por si regreso allí―dijo, más por cortesía que por verdadero interés en los viajes de Candela. Siguió la mirada de la bruja cuando esta se desvió hacia un elfo, Neos apenas recordaba a los sirvientes del castillo, pero imaginaba que Aang seguiría trabajando en la cocina. Solo cuando le hizo la pregunta, se dio cuenta que no comía nada hacia varias horas y el estómago comenzaba a molestarle.―Si, eso me vendría bien, además de algo para beber―respondió, dejando la maleta apartada contra uno de los muros para seguir a Candela, no creía que alguien fuera a ser tan tonto como para revisarla, aunque de todas formas la tenía con un hechizo de protección.
  11. Sonrió con cierta ironía cuando Candela lo rodeó para entrar al castillo, si, era tal como la recordaba. Para otras personas más débiles de pensamiento y alma aquello los habría hecho sentir tristes, pero para Neos era la prueba final de que se encontraba realmente en casa.―Creí que un poco de respeto dados los años que estuve fuera no sobraban la verdad―dijo encogiéndose de hombros, tomando su maleta y entrando junto a ella hasta el vestíbulo. Vale, quizás estaba siendo demasiado cortés. Y es que durante sus viajes debió a aprender a actuar también, pues la hostilidad no era bien recibida en algunos lugares, y bien podría haber terminado muerte, después de todo y por muy capaz que fuera viajaba solo. ―Los Triviani siempre ha sido una familia de gente que viene y va, seguro pronto te vuelves a librar de varios de ellos―señaló, aunque al menos él no tenía intención de volver a irse por un tiempo, se establecería en el castillo y desde allí intentaría recuperar de a poco la vida que tenía, empezando por contactar a antiguos compañeros de armas. Levantó una ceja al escuchar la mención a su madre, ¿se había casado? Tampoco es que esperara una invitación a la boda, pero haber recibido la noticia en alguna lechuza no habría estado de sobra. Era un desconocido incluso para ella, y a juzgar por la reacción de Candela parecía que no había tomado la mejor de las decisiones, aunque a juzgar por como lo decía, quizás había tenido un problema con ellos.―¿Quién esta a cargo del castillo entonces?―quiso saber. La miró sin modificar su expresión le soltó todo el veneno ante su petición, si, sin duda que se encontraba en su hogar otra vez. Pero entonces le preguntó por su viaje, momento en que no supo si reír y golpearse la frente. ―En muchas partes la verdad, estuve un par de años en américa y otro tanto en Asia, nunca me quedé más de un par de meses en el mismo lugar― quizás había dicho más de lo que ella quería saber pero bueno, ella quiso correr el riesgo.
  12. Espero... ¿un par de minutos? Podría haber sido mucho más, o al menos así lo sintió Neos, como si hubiera sido toda una eternidad. Se quedó mirando la puerta esperando a que alguien abriera, aunque fue a su espalda donde sintió a alguien más. Se dio vuelta a medida que escuchaba la pregunta sobre quien era, y siguió el pie de quien la hizo hasta su maleta, por supuesto había reconocido la voz casi de inmediato. ―Candela―dijo como si esa fuera la respuesta a la pregunta de la bruja.―Si, soy Neos―respondió cuando se dio cuenta de su error. Conocía a Candela desde que llegara a vivir al castillo por primera vez, y aunque era su prima por parte de madre nunca habían llegado a conocerse demasiado. Podía ser por el carácter de ella, o por el de Neos, o sencillamente porque jamás socializo demasiado con el resto de la familia. Su grupo íntimo siempre se había mantenido muy reducido, y cuando comenzó a relacionarse con su parte Malfoy su tiempo con los Triviani se hizo reducido. Nunca esperó una cálida bienvenida, tampoco era lo que deseaba ni creía merecer después de tanto tiempo. Aún así, Candela no parecía muy satisfecha con ver a alguien regresar después de tanto tiempo. ―Yo...―no sabía muy bien que decir, quizás en eso coincidía con ella. Hubiera preguntado por su madre, pero dado el tiempo que había pasado no sabía que tanta disposición tendría Alyssa para verle.―Ha pasado mucho tiempo―agregación obvia, innecesaria, pero lo único que se le vino a la mente. ―Es un gusto verte prima, en verdad lo es―después de todo el odio que el Triviani había pregonado al mundo, había aprendido a apreciar un poco a quienes estaban cerca de él, con quienes tenía vínculos de sangre y alma.―¿Crees que puedas ponerme al día?―preguntó, seguro de que Candela lo mandaría a volar de regreso por donde había llegado.
  13. Si entiendo bien me puedo inscribir para adquirir nuevos conocimientos, si hay algo que me falta me lo hacen saber para actualizarlo también. Acabo de pasar por toda la actualización de la ficha, así que he perdido varios conocimientos que me gustaría recuperar xD, por algo se empieza así que dejo mi postulación Cita
  14. ¿Cuánto había pasado? ¿Años? ¿Décadas? ¿Toda una vida? Bien podría haber sido en una vida pasada la última vez que Neos estuvo en ese ante-jardín, admirando toda la majestuosidad del castillo Triviani. Parecía ilógico, había sido su hogar tantos años y lo había abandonado precisamente por no sentirlo como uno. Era algo muy difícil de explicar, sino imposible, como un sueño que carecía por completo de sentido. Y a pesar de todo ello no se sentía como un extraño, como un forastero, sino que sentía que en verdad volvía a su casa, a su verdadero hogar. El viaje había sido largo, los rasgos del Triviani ya no eran los mismos. Más de cinco años lo habían cambiado, tanto física como mentalmente. Sus ojos ya no escondían una oscuridad, pues había aprendido a vivir en armonía con ella, a controlarla y dejarla salir solo cuando lo deseaba. Eran más una sola persona que dos, dejar de forzar su salida había ayudado mucho en eso. Las cosas que vio, las cosas que aprendió, que sufrió... La muerte había cerca de llevárselo más de una vez, muchas más, y cada una de esas experiencias le había dejado un aprendizaje mucho mayor que el hubiera obtenido quedándose. Si, era alguien distinto, pero el fondo Neos Triviani seguía deseando volver. Se preguntó si Aang seguiría trabajando en el castillo, era la última orden que le había dado al elfo antes de partir. Antes de partir era casi como la basura para él, pero una de las cosas que había aprendido durante el viaje era a respetar y admirar la lealtad, y el sirviente siempre la había tenido con él. Con muchos había cometido ese error, amigos, compañeras de vida, gente a la que juró proteger y cuyo juramento finalmente terminó por no valer nada. Había muchas cosas que no recordaba y que no recordaría jamás, pero otras... otras no las olvidaría nunca, y debía hacer algo para enmendarlas. Después de quince minutos mirando el castillo, se decidió, tomó su maleta y avanzó hasta la enorme puerta de entrada. El sol golpeaba fuerte tras él, no hacía mucho había amanecido. Un rayo de luz llegó justo al punto donde Neos golpeó, como si la madera recordara y se iluminara ante el regreso de uno de sus más viejos miembros. Su corazón comenzó a palpitar con fuerza, mucho más rápido que los golpes que dio antes de esperar en el más profundo de los silencios. Estaba en casa.
  15. @@Candela Triviani será lo primero que haré, gracias por recibirme y ojalá que Alyssa pueda pasarse algún día para tener un rol de la vieja escuela de los Triviani, aunque tan viejo tampoco soy... En fin, ya de vuelta puedan contar conmigo para lo que deseen, de seguro que tendrán mi actividad en el castillo para molestarlos a todos (?) Ya me pasó por allá, espero estés para recibirme, gracias por recibirme
  16. Datos Personales: Nombre del Personaje: Neos Triviani Malfoy Sexo: Masculino Edad: 28 años Nacionalidad: Británico Familia(s): * Triviani (Sanguínea) * Malfoy (Adoptiva) Padre(s) Sanguíneo: Alyssa Black Triviani Padre(s) Adoptivos: Mónica Malfoy Haughton Trabajo: -- Poderes Mágicos: Rango Social: Dragones de bronce Bando: Neutral Rango dentro del Bando: -- Puntos de poder en objetos: Hechizos adicionales: Puntos de poder en criaturas: Criaturas controlables en asaltos y duelos: Habilidades Mágicas: * -- Conocimientos Especiales: * Artimancia * Artes Oscuras Medallas: Compensación por habilidad "Animagia" retirada: 12000 puntos Total Experiencia en medallas: 12000 Perfil del Personaje: Raza: Humano Aspecto Físico: De 1.78 mts. De pelo y ojos castaño claro, de piel morena claro. De cuerpo atlético pero no con muchos músculos, aunque es ágil y rápido. Cualidades Psicológicas: Tiene una mente psicópata, completamente perturbada por un evento desconocido de su pasado. Sin embargo tiene una concentración, que le permite mantener bajo control (aparentemente) la parte oscura de su ser. Ante el mundo es un hombre simpático e inteligente, pero en la realidad, es una mente sedienta de poder y sangre. El tiempo de viaje le ha ayudado a perfeccionar esa mente, convirtiéndolo prácticamente en dos personas distintas dependiendo de si así lo decidía o no. Historia: Toda su historia comienza la noche que despertó sangrando en los jardines de un imponente castillo, sin recuerdo alguno de su pasado. Lo único claro que sabía era que los Triviani habían sido siempre su familia, que su nombre era Neos Triviani y que en algún momento de su pasado, había sido un respetado Mago del Ministerio. Fue cuidado por su familia hasta que sanó de las heridas, después de varios meses y aún sin recordar nada. Los conocimientos mágicos habían desaparecido junto con la memoria, al igual que la mayoría de sus habilidades. Aunque se sentía completamente solo e inútil, junto con el apoyo de su familia decidió volver al mundo mágico. Ingresar a la Academia y tratar de retomar una vida, una que le había arrebatado y que quizás nunca podría recuperar por completo. Pero necesitaba intentarlo, sino mataría a toda la gente dentro del castillo. Gracias a su tiempo dentro de la Academia, comenzó a recordar algunos pasajes de su vida pasada. Entre ellos estaba incluido el haber formado parte de un selecto grupo de magos, dedicados a adorar las artes oscuras, por lo que se propuso volver a estar entre ellos. Entre sus motivos estaba un "pasajero oscuro" que clamaba por salir, una necesidad de tener a la muerte entre sus manos. Además, sin tener todos sus recuerdos de vuelta, necesitaba una forma para buscar responsables y recuperarse por completo. Sin embargo, la situación no resultó como esperaba. No consiguió sus objetivos y su mente cada vez se encontraba más nublada por la rabia, pues jamás pudo recuperar por completo sus recuerdos. Harto de no sentirse parte de nada, partió de viaje por el mundo durante alrededor de cinco años, donde abandonó por completo todo contacto y vínculo con Gran Bretaña. Solo cuando sintió que ya era una persona nueva, que no necesitaba más de sus recuerdos de alguien que ya no era, se decidió a regresar a Londres, donde buscaría establecer una nueva vida como el hombre que creía ser. Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: Objetos Mágicos: Objeto: Varita mágica Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Pensadero Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Objeto: Recordadora Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Pociones Mágicas: Objeto: Clasificación: Puntos de Poder: Criaturas Mágicas: Criatura: Categoría: Puntos de Poder: Criaturas en la Reserva: Criatura 1: Clasificación: Puntos de poder: Libros de Hechizos: Libro: Nivel: Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Descripción: Categoría: Elfos: * Nombre del elfo: Aang Macho Licencias, Tasas y Registros: Licencia de Aparición: No. Licencia de Vuelo de Escoba: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=79096&view=findpost&p=4208287 Registro de XXX: -- Personajes Secundarios: * Personaje 1 * Personaje 2 * Personaje 3 * Personaje 4 * Personaje 5 Otros Datos: Otros datos: -- Cronología de cargos: Despedido 05-05-2011 Departamento de misterios Oficina creadora de hechizos y pociones Jefe de Oficina. Cambio 01-04-2010 Departamento de misterios Oficina creadora de hechizos y pociones Empleado. Premios y reconocimientos: -- Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 79454 Link a Bóveda Trastero: -- Link a Bóveda de Negocio: -- Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia 78361. Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia 78526.
  17. Me he animado a pasarme, aunque tengo claro que me tocará esperar, ojalá puedas hacerme algo Estoy recién tratando de regresar al foro, así que tengo muchas cosas que solucionar antes de poder rolear, aún así apenas pueda buscaré la forma de pagarte tus merecidos galeones por el trabajo. Siempre he sido horrible pidiendo estas cosas porque lo dejo todo a libertad del artista (?), tengo la idea de que cosa quiero el pack pero más allá de eso nada (buscando imágenes soy aún más horrible) Imagen: - Texto: "The Death is Back" y "Neos Triviani Malfoy" Avatar: Si Observaciones: Pues que el pack sea de estilo anime, me interesa que sea oscuro (en tonos azules y verdes??). Si estoy siendo demasiado general me dices y especifico mejor, pero te doy toda la libertad que quieras (?)
  18. Buenas tardes o noches según corresponda xD Como le pedí a Candela por los estados, estoy viendo como volver al foro, pueden llamarlo un ataque de nostalgia supongo xD. Y volver al foro no tiene sentido si no regreso también a los Triviani, que dejé antes de irme incluso :/ Espero puedan volver a aceptarme, en su momento fui hijo de Alyssa pero veo que está bastante copada de hijos jaja. Si es posible mantener esa condición genial, sino aceptaré cualquier padre o madre que quieran colocarme con tal de volver jaja Deseo que sea mi familia sanguínea, creo que eso era algo que habían que mencionar Nombre de Usuario: Neos Triviani Malfoy Ficha de Personaje: http://www.harrylatino.org/topic/79096-ficha-de-neos-marshbone-loriryen/ (totalmente desactualizada xd) Bóveda Personal: http://www.harrylatino.org/topic/79454-boveda-de-neos-triviani-malfoy/
  19. Pues lo primero es lo primero, tenía varios conocimientos y estaba seguro de que hice cursos para obtener alguno(s) pero no encontré un post que lo confirmara :/ si ustedes encuentran algo pues por mi genial xD Sino, ya dejo acá los dos que me gustaría conservar, para así poder comenzar con la nueva ficha y el laaaaargo camino hasta estar de verdad de regreso en el foro Enlace a Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/79096-ficha-de-neos-marshbone-loriryen/ Conocimientos: Aritmancia y Artes Oscuras Se quitan: - Pociones - Encantamientos - Conocimiento de Maldiciones - Leyes mágicas Saludos!
  20. El castaño tuvo que esperar algunos minutos, aunque antes de que alguien los recibiera fue la aspirante la que llegó al castaño. Hizo referencia a la sed que el Marshbone tenía, a lo que este respondió solo con una sonrisa y una leve inclinación en señal de saludo. No estaban allí por cortesía, aunque creía que luego tendría que al menos intercambiar un par de palabras con la bruja. Finalmente fue Hades quien salió a recibirlos, Neos lo conocía desde la marca tenebrosa, donde habían sido compañeros de asalto en reiteradas ocasiones. Conocía su buen desempeño con la varita, por lo que miraba con respeto. Para él era fundamental ser un buen duelista, o el nombre del bando oscuro podía verse afectado. -Buenas, espero lo mismo para ti-respondió el Tempestad.-Con Ashley hemos venido por las guardias, ya sabes, ver que todo este en orden y esperar que nos cuentes de visitas indeseadas-cada vez más inusuales, pero debía preguntar.-Aunque si no dispones de tiempo, nos bastará con un pequeño recorrido por la mansión, puedo asegurarte que no molestaremos a nadie-indicó con calma, aunque no fuese necesariamente cierto. Espero la respuesta del Ragnaventus, mientras seguía intentando contener el deseo de whisky. Bloquear los malos pensamientos se hacía cada vez más complicado, los problemas eran muchos como para esconderlos en algún rincón de su cabeza.
  21. La mansión Marshbone se encontraba vacía, por lo que el silencio era absoluto. Le costaba creer todo lo que había pasado, como las cosas se habían desmoronado en un par de días. Parecían su fin, aunque no era la primera vez que estaba en una situación similar. Claro que tendría que dejar esos pensamientos para más tarde, tenía labores que cumplir para la marca tenebrosa. De momento era lo único que importaba, lo que le quedaba. Salió de su habitación, recorriendo con paso lenta la distancia que lo separaba de la salida. Caminó lentamente por las calles de Ottery, en dirección a la mansión que le habían asignado esa quincena. Esperaba no tarda demasiado, el ánimo no estaba como para estar todo el día fuera. Necesitaba con urgencia beberse varias botellas de whisky, para ahogar en alcohol los problemas que no dejaban de llegar... La mansión Ragnaventus no tardó en aparecer frente a él, un lugar que no recordaba haber visitado antes. No estaba seguro de conocer a alguno de sus miembros, aunque era poco importante para el propósito que traía. Se acercó a la puerta y la golpeó con fuerza tres veces, disponiéndose a esperar unos minutos a que alguien abriera. En muchas mansiones no lo hacían, por lo que debían dar la vuelta y mirar los jardines... muy aburrido. -Y solo hace que me de más sed-se dijo, mientras miraba la puerta fijamente.
  22. EL castaño siguió mirando varios libros durante los siguientes minutos, pero no se decidió por comprar alguno. Mientras tanto, nada que destacar había ocurrido dentro de la librería. De hecho, apenas había visto entrar a un par de personas. Era algo que se había repetido en más de una visita, cosa que comenzaba a parecer extraña para él. Pero no le correspondía más que indicarlo en el reporte, por lo que cerró el último libro y se dispuso a salir. -Creo que con lo leído dentro, no es necesario que me lleve algo-se dijo, recorriendo de vuelta los estantes que hacía minutos revisaba detalladamente. Era un amante de la lectura, pero era un pésimo comprador. Al menos había podido pasar un rato agradable mientras hacía la guardia, ya que parecía que hubiera esperado horas por el dueño. No dijo nada a nadie, y solo salió por la puerta de vuelta al callejón Diagon. Esperaba terminar pronto, para volver a la mansión Marshbone y beber whisky en compañía de la demonio. Estaba seguro que Juve lo esperaba, y tenía claro lo poco que le gustaba eso a la demonio. -Espero no tener que dormir solo y con frío esta noche-sonrió, mientras se perdía entre la gente.
  23. La cantidad de libros que poseía el negocio por ratos mareaba al castaño, que al ser fans de la lectura intentaba revisarlos todos. Comenzaba a pensar que no era un buen lugar para ir de guardia, estaba seguro que en algunos momentos podrían haber atacado y él habría seguido leyendo. Aunque claro, la mayoría de los libros no presentaban ningún tipo de interés una vez abiertos, solo unos pocos lo mantenían ocupado por algunos minutos. -Y eso ya es algo-se dijo, mientras avanzaba hacia el interior de la tienda, donde se encontraban otras secciones. Perdió de vista a Meri, por lo que no se enteró nunca si había sido recibida por algo más que un elfo. Tal vez más tarde se acercara para ver si alguien podía recibirlo, aunque si el elfo volvía a acercarse se iría de inmediato. No resistía el trato con esos seres, por mucho que fuera necesario. Prefería mantenerse entre los libros hasta que estimara conveniente retirarse, aunque dada la cantidad que le quedaba por revisar quizás no fuese demasiado pronto. "Y tengo otras guardias", pensó. El trozo de pergamino con las asignaciones aún estaba en su bolsillo, esperando que volviera revisarlo. Poco le importaba, ya buscaría la forma de cumplir con todo. Pocas veces encontraba algo fascinante en alguna de las visitas, por lo que pensaba aprovechar la oportunidad. Juve podía tragarse su reto por las horas en que llegaría, ya vería la forma de quitarle el enfado.
  24. Al mirar el siguiente lugar de su pedazo de pergamino, el castaño soltó una risa. Al fin un lugar que conocía y había visitado, o al menos estaba casi seguro de eso. Muchos negocios habían cambiando de dueño, de locación o de nombre. Además, su accidente hacía casi un año había borrado muchos de los recuerdos anteriores. La mayor parte de lo que quedaba eran encuentros con Juve, cuando su amor apenas comenzaba, al igual que los problemas. -Y vaya que hemos tenido problemas-se dijo, mientras avanzaba por el callejón. Era una larga historia, más de lo que le gustaría reconocer al mortífago. Esto por que pocos podrían explicarse como después de tanto no estaban casados, o ningún hijo había resultado de su unión. El recuerdo del fracaso aún estaba fresco en su mente, las botellas vacías en su habitación se lo recordaban cada noche, y su adicción lo haría permanentemente. Aún así lo intentaban de nuevo, algo que creyó jamás volvería a pasar. Llegó a la tienda de libros a los pocos minutos, ingresando sin demora. Siempre había sido un verdadero fans de la lectura, por lo que de seguro podría entretenerse un rato revisando. No estaba seguro de que a la demonio le gustase, pero pensaba llevarle algo de todas formas. Quizás buscaría algo con Aritmancia, ya que estaba a poco de comenzar un nuevo curso y debía buscar material para sus alumnos. Reconoció a Mery a lo lejos, parecía hablar con un elfo. La había visto algunas veces en la mansión Marshbone, aunque últimamente era muy poco. Se preguntaba si estaría de guardia, ya que de ser así su conversación con el elfo indicaba que el dueño no se encontraba en el lugar. Prefirió dar una vuelta solo, para ver que la seguridad estuviera bien y la guardia fuera cubierta completamente.
  25. El castaño había dejado a ese negocio para el último por una razón, sabía que allí podría encontrarse a la demonio, y por lo tanto ocupar más tiempo en recorrerlo. Después de las ultimas conversaciones que habían tenido las cosas estaban algo agitadas entre ellos, aunque de buena forma. El volver a tener algo siempre resultaba intenso, y dada la pasión que habían manifestado en el pasado eso se veía bastante incrementado. -Veremos a donde conduce eso-se dijo, antes de entrar al local. Ya había estado allí antes, aunque por motivos diferentes. Iba como guardián de la marca, aún cuando pudiera aprovechar para ver la rubia. Tenía que mantener cierta seriedad, aunque le costara cuando tenía a Juve cerca. Habían demostrado amarse de la misma forma, como si nada hubiera pasado, como si el fallido intento de contraer nupcias no hubiese existido. Quizás era mejor así, por más que el Marshbone no fuera a olvidar nunca tal evento. El bar estaba muy bien diseñado, además de servir buenos tragos. La tentación de pedir un whisky doble apareció de inmediato, pero decidió contenerla de momento. Tenía deseos de ver a Juve, y aunque no era su obligación atenderlo esperaba que lo hiciera. Dio algunas miradas rápidas antes de acercase al barman, para preguntarle por la dueña del local, indicándole que era un guardián de la marca y la necesitaba para hacer su trabajo.

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