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Mica Gryffindor

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Todo lo publicado por Mica Gryffindor

  1. Aquella caricia que recorrió su mejilla pareció tatuarse en su piel, la siguió sintiendo luego de que su mano abandonó el sitio. De pronto se sintió feliz por el simple hecho de que él fuese su compañía. Habían ambos pasado por tanto. A su mente llegó la frase “la unión hace la fuerza”, y tal vez así era. Entre los dos estaban pudiendo superar los malos momentos y volverse más fuertes. No pudo evitar ampliar su sonrisa al saber que tendría permitido besarlo en público la divirtió. Le gustaba provocar, generar murmullos que podrían o no ser ciertos sobre su persona. Poco le importaba lo que pensasen quienes no fueran cercanos. Los labios del Malfoy la llamaban, era algo constante para ella, y el poder darse el gusto de apropiarse de ellos sin importar quiénes estuviesen mirando le generaba una euforia interesante. Asintió con tranquilidad ante sus últimas palabras, dispuesta a dejarse llevar y pasarla bien junto a uno de los hombres a los que más quería. Subió con su ayuda a aquel carruaje y apoyó la cabeza en su hombro con dulzura cuando éste arrancó. Fue un viaje algo silencioso, tranquilo. Cuando el carruaje se detuvo no dudó en ser la primera en descender, estirando divertida su mano hacia su pareja, como intentando ayudarlo a descender. -¿Vamos?- sugirió contemplando el hermoso teatro que los aguardaba. La calle parecía más tranquila que lo normal, así que el carruaje podría haber pasado desapercibido, aquello era bueno… sobre todo para aquellos que no verían al thestral tirándolo… o para los muggles que sí podrían verlo. Tomó el brazo del Ministro antes de avanzar, para darse paso hacia un teatro totalmente acondicionado para la celebración, decorado con bonitos tonos violetas y verdes que combinaban perfectamente con el vestuario de ambos. -¿Debes cumplir con algún protocolo? ¿O esta noche solo eres un invitado más? -no sabía a ciencia cierta si como Ministro estaba a cargo o no de la celebración, así que prefirió indagar. @ Ludwig Malfoy
  2. Su mente por algunos instantes vagó hacia sitios a los que no debía dirigirse, imaginando que aquel hombre aprovechaba el momento para darse paso por su piel y hacerla suya. Sabia que él también podría estar pensando algo similar, pues el vínculo con que habían unido sus caminos le permitía tener leves sensaciones que le revelaban el ánimo de su amigo y amante. Deseó que diese ese paso, estuvo a puntos de pedirlo o tomar la iniciativa, pero se contuvo por el momento. Tal vez dejándolo como objetivo final para aquella noche. Las ágiles manos del Ministro lograron cerrar aquella cremallera, obligándola a enderezarse al hacerlo, pues el vestido se ceñía a su figura con firmeza. Giró tranquilamente, una vez supo que todo estaría en su sitio, para encontrar con sus verdes ojos aquellos de tonalidad azulada que la podían leer por completo si así lo deseaban. No pudo evitar ruborizarse un poco, sintiéndose algo tonta por ello, pero él no pareció notarlo. El Malfoy puso frente a ella aquella cajita, abriéndola sin aguardar su reacción, revelando el contenido. -Es bellísimo -murmuro, alagada por el presente, y volvió a sostener su cabello para permitirle acomodarlo en su cuello. No pudo evitar estremecerse ante el suave roce de sus dedos, y aún más al sentir esos labios que besaban su piel con total confianza. Giró nuevamente para contemplar a su acompañante, esta vez observándolo por completo. Su atuendo era divertido y hacía perfecta justicia al cuerpo que cobijaba. Curiosamente, el violeta de su corbata y antifaz combinaban con el tono de su vestido. -Estás muy guapo, ¿puedo engañarme unos momentos y pensar que es para mí? -sonrió, tomando su varita para hacer aparecer un antifaz delicado, de fino encaje, verde como el traje que él llevaba. -San Valentín es mi fecha preferida. -agregó, tomando la mano del Malfoy, asintiendo ante su iniciativa de ponerse en marcha. -¿Me permitirá el señor Ministro besarlo públicamente? -no reprimió la pregunta, divertida al imaginar las miradas de todos en caso de verla en aquella circunstancia. -O puede preferir hallar un sitio más íntimo luego de la fiesta... Es mejor que ponga sus reglas antes de que sea tarde. -sin poder contenerse, tomó el rostro del rubio entre sus manos, las opciones la encendían, cualquiera que fuesen. Atrajo al muchacho hasta sus labios, besándolo con intensidad, dándose un momento para juguetear con su lengua antes de apartarse y esperar sus reglas. @ Ludwig Malfoy
  3. Él aseguró estar listo, y fue quien dio el primer paso, uniendo su varita a la de ella. La Gryffindor supuso que él estaba pensando en aquella magia que los guerreros Uzza les habían transmitido, así que lo hizo de igual modo, cerrando los ojos, concentrándose para lograr el deseado vínculo. Pese a tener los ojos cerrados, pudo percibir el destello que la obligó a abrirlos, para observar cómo aquella magia milenaria la enlazaba definitivamente a Ludwig. Fueron apenas segundos, en que aquella magia los envolvió, los enlazó, pegándose cada vez más a los cuerpos de uno y otro, hasta parecer ser absorbida por ambos. Sus verdes ojos se centraron entonces en los de su amigo, sintiendo la paz que le causaba su presencia allí. Sabía que ahora estarían conectados para siempre y eso le generaba al mismo tiempo varios sentimientos. Por un lado, la tranquilidad de poder siempre estar para defenderlo, por la felicidad de saberlo en su vida, la certeza de que siempre estaría allí. -Gracias -susurró simplemente, extendiendo su mano para tomar la de él. No sabía qué más hacer o decir, no tenía idea de cómo continuaría todo entre ambos ni qué intenciones tendría el Malfoy, pero no se atrevió a hacer preguntas. @ Ludwig Malfoy
  4. Pero toda aquella euforia que hasta el momento la dominaba pareció desvanecerse poco a poco, ante la falta de reacción hallada en su amigo. La Gryffindor respetó el silencio, dejándose llevar por la calma que el roce de aquellos labios le regalaba con cada beso. Su corazón quería escapar de su pecho, hacerse oír, quebrar la aparente calma que se apoderaba del cuarto. Finalmente, él habló, disculpándose por el tiempo que se había tomado para pensar, excusándose por un dejavú o algo semejante. Afirmó estar listo y sacó la varita frente a ella, no sin antes besarla. Ella solo pudo cerrar los ojos y entregarse a aquel dulce contacto de esos labios que la volvían loca, como si estuviesen hechos solo para ella. Sabía que no era así pero, a pesar de todos sus tropiezos, continuaba siendo una romántica empedernida. -Claro que quiero hacerlo, eso y mucho más. -susurró con calma, muy cerca de sus labios, contemplando con ternura esos hermosos ojos que la miraban también. -No quiero forzarte o que luego te arrepientas. -estiró su mano hasta tomar la del joven Malfoy. -Te amo y te quiero siempre a mi lado, conmigo puedes ser sincero respecto a qué límites quieras poner o cuáles sobrepasar entre nosotros. Dejando el libro sobre la cama, buscó también su varita. No estaba por completo segura de si había un ritual específico, pero sabía muy bien que ambos contaban con el conocimiento para que aquel vínculo sea efectivo. -¿Estás listo? -instintivamente alzó la varita, esperando hasta que él también hiciese lo mismo. @ Ludwig Malfoy
  5. Tengo disponibles 10000 G para donar si querés, pero nada es gratis en la vida 😧 nos aliamos Huff y Gryff?? qué te parece? jajajaja fecha de inicio aproximada? tenés ya pensado?
  6. La invitación a la mascarada reposaba desde tempranas horas sobre su escritorio, pero apenas le había dado la atención que merecía gracias a la infinidad de papeles que estaban a punto de cubrirla. No sabía ya cuántas hojas de pergamino habían pasado frente a sus verdes ojos, y mucho menos cuántas de ellas había firmado o hecho llegar al Ministro a lo largo de la jornada. De todas maneras, sabía bastante ya sobre el evento. ¿Asistiría? No estaba del todo segura. No obstante, en su bolso aguardaba un bonito vestido color magenta que no dudaría en vestir en caso de terminar de definirse. Por su mente pasaron demasiados eventos del último tiempo. Ya no se sentía aquella joven ingenua que lloraba por la desaparición de su esposo. No. Ni siquiera se había permitido derramar una lágrima ante la partida de Mefistófeles, pues esperaba que también él saliera de su vida, como todos finalmente lo hacían. ¿Qué más daba? Empezaba a comprender que el único modo de ser feliz era no apegarse a nadie… Bueno, aunque no lo estaba logrando realmente. Había actualmente dos hombres en su vida por los que sentía necesidad. El amor por ellos y la ansiedad por perderse en sus brazos eran innegables. Temía, claro, que también se marcharan. Ellos tenían el poder de destruirla si así lo deseaban. ¿Por qué se los había brindado? Tal vez nunca aprendería. Dio por concluida su jornada, alejando de a poco los pensamientos que, evidentemente, la fecha le despertaba. Finalmente, decidió que unas copas en el evento serían buena idea, por lo que procuró cerrar la puerta con llave para cambiarse de atuendo. El vestido no tenía mangas. Un escote en forma de corazón daba la vista justa de pecho, no mostraba demasiado, pero insinuaba lo suficiente. La falda caía con gracia, cubriendo sus piernas hasta la altura de las rodillas. La muchacha se vio de pronto en problemas a la hora de subir la cremallera, pues no llegaba con sus brazos a cerrar los últimos centímetros. En esa lucha se encontraba cuando llamaron a la puerta. Sosteniendo el vestido para que cubriese lo necesario se acercó a abrir, ruborizándose un poco al encontrar frente a ella al Ministro. -Lo siento, sé que no es lugar, pero me quedé hasta tarde… -murmuró avergonzada, comprendiendo que no era lo más correcto utilizar de vestidor la oficina.- ¿Me das una mano? -agregó con fingida ingenuidad, dándole la espalda para que viese el problema en que se hallaba, apartando el cabello para que tuviese una mejor vista del asunto. @ Ludwig Malfoy
  7. Nick: Mica Gryffindor Casa de Hogwarts: Gryffindor "Equitativa" luego soy la única de Gry 😧 Claro que me sumo a participar de esta propuesta, a ver si enganchamos las ganas de rolear nuevamente, que está costando. Tengo ganas de divertirme así que cuenten conmigo por acá, aunque espero que haya movimiento entre casas
  8. -Claro que llegarán a aplicarse -sonrió, dejando que una suave inyección de confianza la recorriese pese al cansancio. Si había alguien capaz de llevar a cabo todo lo que se proponía, ese era Ludwig. -Como cada una de las reformas que ha propuesto el Ministro hasta el día de hoy, no veo que nada lo frene -desvió su mirada hacia el Malfoy, sintiendo una boba sonrisa instalarse en su rostro ante el gesto. Admiraba mucho a su amigo. -Se opongan o no, verás que todo se hará a su modo -agregó, volviendo a mirar a su interlocutor. Se mordió el labio. De pronto estaba algo ansiosa por dejar atrás el gentío y tener un momento a solas con Mael. Además, había logrado despertar su curiosidad al hablarle de algo que tenía por develarle. Vio al joven ponerse de pie y sonrió nuevamente, haciendo lo mismo, lista para escapar con él de la muchedumbre reunida. Pero las intenciones de su compañero Lugarteniente parecían ser otras, vociferando para que todos lo escucharan. Sintió el calor instantáneo en su rostro, al verse expuesta de pie a su lado, y se volvió a sentar rápidamente, bebiendo de su copa para disimular el pequeño mal entendido. Mael simplemente daba por finalizado el banquete, ofreciendo a la gente carpas en el lecho del lago. ¿Acaso pretendía vaciar el castillo? Lo contempló, un poco confundida, para luego volver a ver cómo los comensales procuraban vaciar sus platos. Algunos empezaban a ponerse de pie y emprender la salida. -¿Debo ir a procurarme un sitio donde dormir también? -dijo divertida, intentando leer las intenciones del muchacho, apenas éste volvió a tomar sitio. Con delicadeza, movió su mano derecha hacia la de él, tomándola con delicadeza, en busca de un contacto sutil. Paseaba la mirada entre cada mesa, deseando que comprendiesen las palabras del inquisidor y emprendiesen prontamente la retirada, luchando por no impacientarse. @ Mael Blackfyre
  9. Fuera de servicio. Nos vemos en un par de semanitas! 

    1. Sagitas E. Potter Blue

      Sagitas E. Potter Blue

      ¡Disfruta de tus vacaciones! ¡¡Y regresa!!

  10. Se tranquilizó al saber que su amigo había accedido a salir bajo la capa invisible, aunque sabía que debía estar más que atenta si quería realmente proteger a su amigo. Claramente las cosas que habían sucedido en el exterior no serían en absoluto agradables de ver pero ¿qué más podía hacer que proteger a quienes amaba de tal masacre? -Quédate, será lo mejor -pidió a Mefistófeles, mientras tomaba la mano de Ludwig, asegurándose de que las capas lo cubriesen para no ser vistos, era el único modo de poder controlar la ubicación de su amigo una vez fuera, pues no podrían verse. Avanzaron hacia el atrio, para luego salir al exterior. Las cosas eran mucho peores que como las había imaginado la Gryffindor, ciertamente. Destrozos por doquier, en pleno territorio muggle. El silencio reinaba en la tétrica escena. Sus ojos se llenaron de lágrimas inmediatamente ¿dónde había estado la Orden en ese momento? ¿Acaso tenían mejores cosas que hacer que cuidar la ciudad? No necesitaba ver más, dejó caer su capa, sin soltar la mano de Ludwig y se metió bajo la de él para abrazarlo con firmeza, no solo porque supuso que él lo necesitaría, ella lo necesitaba también. Tras unos momentos, tomó su rostro entre ambas manos, obligándolo a mirarla. -Ya vimos lo suficiente, no podemos hacer nada para revertir esto- susurró, su corazón, no solo por la terrible situación, sino por ver al ministro tan herido. -Tenía la esperanza de que la Orden actúe… es evidente que no lo han hecho. -no pudo seguir aguantando, sollozando escondió su rostro en el hombro de su amigo, aferrándose a él con fuerza. @ Ludwig Malfoy
  11. Sonrió. Definitivamente la definición de “control” que ambos tenían era muy diferente. Mientras ella pensaba en “supervisar”, él había asociado la palabra directamente hacia un control mucho más autoritario. No lo corrigió, conforme con saber que el joven se sentía cómodo en el lugar, puesto que quienes allí trabajaban sabían qué hacer y no pensaba entrometerse en su trabajo. -Puedo gestionarte un aumento -bromeó, aunque comprendía que el anuncio le había caído a Mael desprevenido, y a todos, pues había sido gestado en las últimas horas y acababan de comunicarse sin una reunión previa con el interventor. Comprendió que Ludwig estaba manejándose en forma algo impulsiva, cuestión que debería charlar con él si querían evitar que empiecen a surgir detractores. -Claro, puedo ayudarte en lo que necesites. Es un lugar realmente maravilloso, y con tantos secretos que es difícil llegar a conocerlos todos. -agregó alegremente, mientras él empezaba a servir comida en los platos de ambos. Empezaba a relajarse de a poco, la compañía de Mael lograba eso en ella, si bien no dejaba de estar preocupada por Ludwig. -¿Cómo me encuentro? -repitió parcialmente la pregunta del muchacho, sentía que llevaba mucho sin evaluar tal cuestión -Bien, me llevo bien con la mayoría, aunque bastante estresada durante los últimos días. Yo creo que las cosas mejorarán apenas se apliquen todas las reformas. -se encogió de hombros y se dedicó a probar el delicioso festín. Los elfos de Hogwats no perdían su toque a la hora de sazonar, definitivamente. Sonrió ante lo siguiente, notando la mirada de su acompañante y su sutil sonrisa. Asintió en silencio, dispuesta a desaparecer de la muchedumbre apenas fuese eso posible. El banquete transcurrió con mucha tranquilidad. Sin hacerlo notorio, pasó su atención por varias de las conversaciones que se daban a su alrededor, si bien las notaba algo artificiales. Nadie era ajeno a su presencia allí, o eso creyó. Los parloteos aludían a dificultades con algún alumno o adulaciones a algunos otros, sumado a alguna queja por el accionar de Peeves o la poca discreción de los fantasmas. -Sí, huyamos de aquí cuando quieras… -murmuró, como una respuesta tardía a su propuesta, o para intentar resaltar que ya estaba terminando su plato. @ Mael Blackfyre
  12. Conocimientos Enero Runas Antiguas @ Amit Lockhart Primeros Auxilios @ toji Conocimiento de Maldiciones @ Sunar PBT Adivinación @ Eobard Thawne Transformaciones @ Eobard Thawne
  13. Inscripción aprobada! Avisaré a la Arcana para que te espere, puedes rolear cuando quieras @ Binny Evans
  14. Inscripciones Enero: Libro de la Sangre @ Juliette Macnair @ Eterno Black Triviani Libro del Druida @ Binny Evans Libro del Caos @ toji En breves estarán las clases abiertas, estén atentos. Desde aquí, las inscripciones serán para febrero. Saludos.
  15. Ficha y perfil actualizados para agregar la habilidad de "Metamorfomagia" ya que el usuario ha aprobado satisfactoriamente la habilidad en el Ateneo de Habilidades de la la Escuela Mágica de Mahoutokoro. Saludos, Mica Gryffindor Moderadora de HarryLatino.org
  16. @ Matt Blackner me encanta!!! Ya lo he puesto en mi perfil, queda muy muy bonito! Gracias!! No había logrado adivinarte, xD qué mala soy para las pistas. No sé si el topic también servía para pasar a agradecer, pero necesitaba hacerlo! Muy feliz día de Reyes para todos!
  17. Vengo a desilusionar a Ada porque es claro que no adivinó xD. Aquí mis regalos para @ Ludwig Malfoy . Amigo: Antes que nada decirte que me ha encantado ser tu amiga secreta por la posibilidad de darte un presente, pero al mismo tiempo me sentí culpable porque soy malísima para crear lo que sea xD. Ambigüedad, siempre. Te hice esta firma sin nada de ayuda (se nota jajajaja). Y dos vales para ser usados cuanto antes: Vale 1. Vale 2. Espero al menos haberte robado una sonrisa. Te quiero. Mi amigo no sé quién es t.t la verdad me perdieron las pistas. Voy a arriesgar solo por ubicación geográfica... Es Beto?
  18. Regalitos enviados!

    1. toji

      toji

      No me ha llegado su regalo aún. 😞

    2. Mica Gryffindor

      Mica Gryffindor

      😉 cuando roleemos, se lo entrego on rol(?

    3. Amit Lockhart

      Amit Lockhart

      a donde por mi lechuza no llego

  19. Dejó que su interlocutor evaluara la información que acababa de darle. De seguro él estaba acostumbrado a relatos como el de ella ¿o no era así? Como sea, necesitaba respuestas. Ya había dejado pasar dos años desde su regreso, a la espera de que los recuerdos del hecho que le hizo perder la memoria volviesen por sí mismos. Pero no había sucedido y nadie de su círculo más cercano sabía nada al respecto. El muchacho propuso una técnica que ya habían empleado en ella antes: la hipnosis. Los muggles habían intentado de todo para tratar de recuperar su memoria, sin resultados. Esta vez, sin embargo, no tratarían de volver al momento de su pérdida de recuerdos, sino al momento en que éstos regresaron. Asintió tranquilamente ante el intento de su interlocutor de hacerla sentir segura, extendió su mano sobre el escritorio y tomó con suavidad la de él. -Confío en ello. -afirmó con una sonrisa calma antes de dejarse llevar por los efectos del relajante que él le había dado. Recargó la espalda en su asiento, el cual se reclinó levemente. Sus párpados, de pronto, pesaban más de la cuenta. Finalmente, decidió dejarlos cerrarse. Su memoria viajó inmediatamente hacia ese momento sugerido por Amit. -El collar en mi cuello había comenzado a quemar… tenía un collar con dos fénix, uno más antiguo que el otro. Quemaba el más antiguo. Lo aferré en mi mano, apartándolo de la piel de mi pecho, y todo alrededor cambió. No sabía qué estaba sucediendo hasta que estuve frente a un edificio que me sonaba familiar. Sintió sus mejillas húmedas ¿lloraba realmente o en el recuerdo? -Pero, estaba diferente, como con un aura más ¿oscura? Era la Mansión Gryffindor, era mi hogar… pero alguien la había modificado… avancé de todos modos, hallando gente en los jardines. Hasta que vi… hasta que comprendí que se trataba de un funeral. Todos estaban tristes, y había un cajón, donde claramente había un muerto… Hizo una pausa, quería despertar, no quería volver a ver dentro del cajón, pero sabía que debía hacerlo. -Pregunté a gritos de quién se trataba, pero nadie me respondía. Tuve que abrir el cajón para verlo con mis propios ojos: era Elvis, era mi mellizo. Fue entonces cuando empecé a recordar, donde volvió a mi mente quién era yo… -su llanto empezó a ser desconsolado, reviviendo el dolor que ese momento había significado para ella. No logró seguir recordando. @ Amit Lockhart
  20. Buscadores 1 El movimiento de los buscadores no pasó desapercibido para el público del encuentro. Las miradas se desviaron desde los cazadores hacia mucho más arriba, donde parecía haber sido divisada la snitch dorada. Así mismo, los golpeadoes se pusieron en movimiento, listos para interferir en las posibilidades de que la pequeña pelotita fuese encontrada. Ante el amago de Sigrid, Elizabeth pareció confundirse, dando ventaja a su rival en el avistamiento. El nórdico John Smith lanzó una quaffle a la buscadora francesa que su compañero Ferman no logró interceptar. Sin embargo, la joven pelivioleta estuvo lo suficientemente atenta como para evadir el golpe, siguiendo ilesa su búsqueda. Mientras tanto, Natalya lanzó una quaffle letal a Sigrid. Sin éxito, Ace intentó interceptar aquella pelota que siguió su rumbo hacia su compañera de equipo. La muchacha intentó evadir el golpe, logrando que el impacto sea menor, pero perdiendo de vista a la snitch en el proceso. Todo estaba apenas comenzando. Quedaba mucho partido por delante y las posibilidades de que ambos buscadores lograsen atrapar la snitch estarían renovadas apenas captasen nuevamente su destello en el aire. El resto estaba en manos de sus compañeros, quienes volvían a disputar la quaffle tras aquel festejo por la igualdad en los puntos. Todo sería cuestión de tiempo, habilidad y, por qué no, algo de suerte.
  21. Turno 5 y 6 El partido había iniciado a favor de Kattegat Krakor. Desde su ubicación, Marius veía cómo los cazadores de su equipo habían dado lo mejor de sí en su primera jugada, logrando llegar a la zona de disparo tras ganar el primer ataque. Joanne no había podido evadir la presión de Olaf quien, así mismo, había logrado hacerse con la quaffle que ella lanzó incómoda hacia su aro más fuerte. En pleno furor de las jugadas, una infracción generó que los rivales ganaran la oportunidad de lanzar un penal que, lamentablemente, Marius no logró atajar, generando el primer cambio en el marcador, en favor del equipo nórdico. Fue cunado Paris Pormise pareció tomar la iniciativa, dándose cuenta que debían esforzarse si no querían regalar el partido a sus rivales. Los cazadores iniciaron un avance con rotación espiral que no lograron detener. Joanne mantuvo la posesión de la quaffle e hizo un pase a Blemont, quien estaba mejor posicionado para el lanzamiento. Derrapando, el joven Belmont lanzo la quaffle hacia los aros rivales, complicando al imbatible Olaf, quien no logró detener aquel lanzamiento. El marcador, entonces, quedó igualado, 10 puntos para cada uno de los equipos. La igualdad fue celebrada por el público francés, quienes no habían logrado aún ver a su equipo en la final de ninguna de las ligas. La ilusión se renovaba.
  22. Holi. Aviso que soy muy poco útil para crear regalos pero me anoto para sumar en esta iniciativa y porque me encanta recibir sorpresas jajaja. Lo más probable es que mi regalo sea muy pobre, pido disculpas desde ya a mi amigo secreto 😔
  23. Y, como esperaba, su estómago volvió a fallarle nuevamente. Tras ponerse de pie como pudo, se dirigió al lavabo para humedecer un poco su rostro, quitando los restos de frío sudor, aprovechando también para enjuagar su boca de aquel sabor amargo e invasivo. Se miró al espejo, estaba pálida y bastante perturbada, pero no era tiempo de quedarse allí, tenía una misión esa noche. La voz del Ministro ante su llegada denotó que las cosas no estaban tan tranquilas como cuando se había alejado. -Estaré bien- respondió a su amigo, antes de negar con la cabeza, indicando que no había ella sido la invocadora de aquella marca tenebrosa. Pero no hubo tiempo para mayores explicaciones, puesto que todo alrededor parecía estarse descontrolando. Una explosión resonó y pareció hacer a Ludwig reaccionar. La decisión de acabar con la purga surgió como si fuese más una necesidad suya que algo aclamado por la gente que, estaba segura, destruiría la imagen de su amigo tras echarse atrás. -Escúchame, vamos, para ver qué está pasando, pero no querrás que tu imagen sea la del Ministro cobarde que pueden hacer retractarse de todas sus medidas -dijo, tomando a su amigo de la mano y jalándolo para que la mirara a los ojos, centrando sus verdes orbes en los del Malfoy. -Sabías desde un inicio que sería duro, pero tienes un buen punto para permitir esta noche ¿verdad? -trataba de tranquilizarlo, pero sabía que no lo lograría. Se apartó, solo para buscar en su pequeño bolso, hasta lograr tomar la textura que buscaba. Jaló entonces, logrando retirar lo que parecía un pesado tejido. -Es una capa invisible, los podemos camuflar debajo y movernos con cuidado para ver todo de cerca sin exponernos de lleno ¿te parece? -sugirió, aunque realmente parecía estarle suplicando. No podía permitirse que su amigo corriera peligro. @ Ludwig Malfoy
  24. Asintió cuando Mael la llevó a poner nuevamente los pies sobre la tierra, pues tenía razón. Era obligación de ambos escuchar al Ministro en ese momento, así como la de él dar por iniciado el banquete y acabar con la parte ceremonial del evento. Escuchó con atención al Malfoy, uniéndose al resto de los presentes. Las réplicas estuvieron a punto de hacerse presentes, pero Mael fue hábil y no les dio lugar, utilizando su varita para amplificar la voz y dar inicio al banquete. Un poco alejada, vio que el muchacho se acercaba a Ludwig, dándole indicaciones de dónde sería más propicio que se sentasen a cenar él y su séquito. Estuvo a punto de sumarse al grupo, pero captó las señas de Mael y lo siguió. -Claro, donde te parezca más correcto -sonrió, aunque no conocía a esos sujetos que allí enseñaban, así que no se sentiría por completo cómoda para hablar. Los profesores, al otro lado de la mesa, hicieron rápidamente lugar para que ambos tomaran asiento y así lo hicieron. Mica, por su parte, procuró acariciar su anillo de bronce para salvaguardar lo que dijesen de oídos indiscretos, aunque no podía subestimar a aquellos magos y creer que no contarían con magia que pudiese anular lo que hiciera. -Dime que se puede tomar alcohol en Hogwarts… -murmuró apenas se sentaron, deseando relajar un poco el ambiente. Estar con él ayudaba mucho a apaciguarla, claro estaba, pero la presión sufrida los últimos días era difícil de dejar de lado. -¿Cómo llevas todo por aquí? ¿Algo que necesites que te ayude a controlar? -agregó, intentando bromear un poco. Hogwarts era un lugar demasiado grande e impredecible, su dirección no debía ser fácil para nadie, pero estaba segura de que Mael lo haría bien, siempre y cuando lograse contener un poco su genio. @ Mael Blackfyre

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