Mahia Black

- No deberías molestarte en escribir. – Susurró Mahia en el oído de una muchachita que había estado hablando con Candela unos segundos antes de que ella apareciera.

- ¿Sabes? Sólo tienes que escuchar atentamente. Luego simplemente haces una recopilación de los datos en tu memoria y si te piden hablar les presentas exactamente lo que han dicho pero de una manera más elaborada. Sino, objetas usando la ideología contraria. No es nada del otro mundo. -

Se sentó a su lado y cruzó las piernas, dirigiendo su mirada hacia el frente para prestar algo de atención a lo que decían los demás. Le habían ordenado aparecer en la conferencia para tomar nota, pero al parecer ya habían tomado a otra persona. No era que le molestase, menos trabajo para ella.

Desde la puerta, cuando la vio discutir con su jefa, había tenido la tentadora idea de marcharse del lugar e ir al Castillo Black para dormir un rato. No obstante, prefirió quedarse. No sabía con seguridad quien era la chica a pesar de haberla visto en la recepción de la oficina de los Servicios administrativos del Wizengamot, pero no le inspiraba demasiada confianza.

Arregló su vestimenta con las manos, alisando los pliegues de su túnica gris plomo. Una faja negra se ajustaba a su cintura, dándole más feminidad a sus rasgos, y sus zapatos tacos aguja eran del mismo color azabache. Las mangas tres cuartos de la prenda dejaban ver la piel de sus antebrazos, en donde la bruja había efectuado un simple hechizo para ocultar la Marca Tenebrosa.

Levantó sus manos y amarró su cabello en una coleta a un costado de su cabeza, dejando que su nuca luciera el tatuaje en forma de sol que se había hecho meses atrás. Luego, miró nuevamente a la muchacha. Se quedaría con ella un buen rato.

- Por cierto. Soy Mahia Black, trabajaré contigo de ahora en más. Por lo menos en esta conferencia. -

- Mas que eso – Sus ojos miraban divertidos a su sobrina. La misma, a lo largo de su estancia en la marca, había tomado la actitud de una mortífaga hecha y derecha. Digna representante de un Black.

Mahia sonrió de lado, esbozando una de sus ya consigas muecas de altanería. Sentía la adrenalina correr por su cuerpo, impulsando a los músculos a trabajar con un movimiento más ágil que el normal. Escuchaba con atención las explicaciones de Heitt mientras la seguía a las afueras del estadio.

Tenían poco tiempo para prepararse y deshacerse de los nervios y emociones que las embargaban. Sabía que en minutos entrarían nuevamente al partido dispuestos a matar gente inocente, lanzando hechizos a diestra y siniestra mientras veían caer los cadáveres por las gradas. Podía notarlo en la muchacha a la que acompañaba, ella tampoco estaba tranquila.

Un brillo de picardía se asomó en las pupilas de la Black. Por su mente pasaban unas cuantas ideas que le parecían aceptables para que la otra mortífaga despejara su mente de las inquietudes por tan sólo un instante. Apresuró sus pasos, ubicándose al lado de su compañera; tomó su mano e hizo que detuviera su paso, arrastrándola hacia ella.

- ¿Abrá alguien más con nosotras?¿O sea que estaremos solas aunque sea un rato? – Le susurró al oído en tono dulzón, acercándose hasta tenerlo cerca y mordiéndolo lascivamente antes de salir disparada hacia el costado, fuera del alcance de la mago oscuro. Luego, Llevó una mano hacia sus labios, ahogando la carcajada que pugnaba por salir de su boca.

A pesar de la seriedad del asunto, no podía evitar cometer aquel tipo de actos que seguro molestaban a su sobrina. Su mirar se desviaba hacia el firmamento, evitando cruzarse con la de Heitt. Sonrió más ampliamente, sintiendo el par de ojos acusadores en el perfil de su rostro. Era aquel el tipo de reacciones que le divertían.

La doble personalidad de la rubia era una de sus características más remarcadas. Podía ser fría y despectiva como ninguna, una mujer arrogante llena de deseos de muerte y destrucción, y de un momento al otro convertirse en una niña en la cual no se podía apreciar maldad alguna. La locura poco a poco iba ganando terreno en su mente, pero a ella le gustaba.

Mahia se paró en medio de la entrada principal, mirando hacia arriba para contemplar los jugadores dar vueltas en el aire. El partido parecía haber comenzado hacía unos minutos, pero no era aquello lo que le importaba a la Mortífaga. Rodó los ojos en un gesto de fastidio, el bullicio producido por los admiradores de los equipos le molestaba.

Se apoyó levemente contra el borde de la puerta mientras cruzaba los brazos sobre su pecho, dejando así un buen espacio entre su cuerpo y el otro lado del marco para que la gente pudiera circular sin toparse con ella. Era la primera vez que asistía a un lugar tan concurrido y prefería quedarse alejada de las demás personas.

La Black traía puesto un vestido celeste bastante clásico. La parte superior de la prenda se ceñía sutilmente a su pecho, abandonando la piel de sus hombros para que los envuelva el aire, mientras que la inferior caía con soltura desde la cadera hasta unos 15 centímetros más arriba de sus rodillas, formando leves pliegues ondulantes. Llevaba guantes blancos en sus brazos, cumpliendo el objetivo de encubrir la marca tenebrosa de su extremidad izquierda.

El pelo dorado resplandecía con gracia aún en la sombra, cayendo sobre su espalda. Algunos mechones rebeldes caían por el costado del rostro de la Base Avanzado, resaltando sus facciones de niña, haciendo que ella sonriera al sentirlas. Su pelo rubio era una de las pocas cosas que le hacía diferente al resto de los Black, quienes lo tenían oscuro.

- Esto me aburre – Siseó súbitamente, tirando la cabeza hacia atrás justo a tiempo para sentir como los espectadores del partido se levantaban de sus asientos, victoreando un tanto de su equipo, y negó con la cabeza. Aquel deporte no le apasionaba en lo más mínimo, ni siquiera entendía como era su sistema de juego.

Necesito unos cambios insignificantes...

Primero que nada cambiar esto:

Padre(s) Sanguíneo: Majos Black (Padre Biológico desaparecido)

Por esto:

Padre(s) Sanguíneo: Fernando Black y Emma Malfoy

Luego Borrar el 2do y 4to párrafo.

2do)

Su hermana gemela, también vampiro pero mordida por otra persona, es su mejor amiga y confidente. Mejor dicho, la persona que mayor confianza le inspira en todo el mundo mágico.

4to)

Fue allí donde conoció a varios de los que hoy serian sus amigos. Entre ellos se encontraba Alex Zenith. El aprecio y amistad fehaciente del joven llamaron la atención de la rubia de manera masiva, logrando que después de muchos años y ya siendo una mortífaga con todas las letras, quisiera mantener una relación amorosa con él. Haciéndolo su novio.

Agregar:

Otros datos:

- Es hermana de:

• Orión Black
• Gabrielle Delacour
• Violeth

- Tiene 3 hijos.

• Aztpirk Silver Black
• Menxu Black
• Bells Maloy

Eso creo que es todo por ahora, luego hago las ediciones de la historia que no hago por vaga

Pido que se cambie el Rango de mi personaje.

Rango dentro de bando: Base avanzado

Gracias

Hola, necesito que se modifiquen las siguientes cosas:

Link de bóveda Familiar:

Bóveda Familia Black

Bóveda Personal:

Bóveda de Mahia Black

Eso es todo por ahora.. xD cuando me den los permisos para ver la oficina de mi trabajo pongo el link tambien.

Es obligatorio tener negocios? ._.

Desde ya gracias al que modifique :3

Nombre del Personaje: Mahia Black

Sexo: Femenino

Edad: 27 años

Nacionalidad: Británica – Inglaterra, Londres.

Familia(s):
* Black
* Familia 2

Padre(s) Sanguíneo:
Fernando Black

Padre(s) Adoptivos:
--

Trabajo:
--

Poderes Mágicos:

Rango Social: Unicornios de Plata

Bando: Neutral.

Rango dentro del Bando: --

Hechizos adicionales: --

Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

Habilidades Mágicas:
--

Conocimientos Especiales:
* Leyes Mágicas
* Artes Oscuras

* Encantamientos

* Runas Antiguas

Medallas:

Perfil del Personaje:

Raza: Vampiro

Aspecto Físico:

Mide 1.72, Piel pálida y fría. Tiene un cuerpo normal de una mujer joven y en buen estado. Buenas curvas, marcadas por el ejercicio de los duelos, pero no muy exageradas. Sus ojos son azules profundos, de mirada penetrante, cabello rubio, boca y nariz pequeña y facciones de piel lisa, claramente hermosas. Tiene dos cicatrices, en el hombro y ojo izquierdos, respectivamente, en sentido vertical/diagonal. La del ojo corre desde la ceja, pasando por el párpado hasta llegar a la mitad del pómulo izquierdo, y la del hombro se ve tanto de frente como de atrás, llegando casi a la altura del pecho.

La Marca Tenebrosa fue grabada en su brazo izquierdo, como en la mayoría.

Le gusta andar vestida con ropa muggle, usualmente negra y de cuero, ya que considera que las túnicas de mago son muy incomodas y feas en estética.

Cualidades Psicológicas:

Tiene una doble personalidad bastante marcada. Es reservada y poco sociable. Le gusta la soledad y prefiere estar rodeada de poca gente, sólo la necesaria. Es tierna y amorosa cuándo quiere y únicamente con las personas a las que le dedica demasiada confianza, pero le cuesta abrirse para darse a conocer, por lo que sus allegados más cercanos no superan el número de tres personas. Le gusta la noche y no soporta la luz del sol. Nada relacionado con su condición de vampiro, no obstante se siente increíblemente incómoda de día.

Hizo crear un lago artificial en el jardín del castillo Black para poder pasar allí los ratos de soledad sin tener que ser interrumpida por ninguno de sus familiares.

Tiene un gran respeto por su familia sanguínea.

Historia:

Su infancia no es algo que ella pueda recordar con facilidad. Nació hace muchos años en la ciudad de Londres, Inglaterra. A los 17 años de edad fue mordida por un vampiro, la cual todavía desconoce. No le guarda rencor a su creadora puesto que, para Mahia, más que una condena le regalo un don eterno. Toda su vida perteneció a la familia Black. Desapareciendo por largos periodos de tiempo alternativamente.

Desde muy temprana edad, antes de ser convertida, la pequeña Black había decidido seguir la tradición de la familia con orgullo. Ser mortífaga era la única razón por la cual aceptaba levantarse temprano todos los días y asistir a su academia por largos años. Gracias a ello, tuvo una trayectoria importante dentro de la Marca Tenebrosa, donde pasó la mayor parte de su edad adulta hasta el momento.

Su pasión eran los duelos; los hechizos. A medida que crecía en ese ambiente su personalidad fría y distante la volvió bastante sanguinaria. Amaba hacer asaltos contra el bando fenixiano y participar en torneos. A pesar de que muchas veces salió herida de ellos, no perdía oportunidad de batirse contra nadie. Las heridas se curaban, dejaban cicatrices, evidenciaban victorias, pero el orgullo… el orgullo dolía para siempre.

Debido a su personalidad calculadora y lógica, podía generar estrategias en segundos y disfrutaba de ello, lo que le daba una gran ventaja a la hora de luchar con las varitas. Esta obsesión casi sanguinaria le brindó la posibilidad de escalar rangos dentro del bando de manera eficaz, llegando a ser llegar a Ángel Caído. Pero descendió muy rápidamente por sus escapadas y ausencias. No es una mujer que pueda mantenerse mucho tiempo en un mismo lugar.

Actualmente Mahia decidió volver a su hogar. Se pudo reencontrar nuevamente con sus hermanos y, con ellos, pudo escapar un poco de aquella manía que poseen los Black y se abrió al cariño que les tiene.

La relación con sus hermanos es especial, puesto que a cada uno los ve de una manera diferente:

Su infancia la vivió de la mano con su hermano mayor, Orión. Él era de esas personas en las cuales no se podía confiar: tenía muchos problemas y traumas, hasta creía ver el futuro, y no lograba sobresalir en ninguno de los aspectos que la familia creía importante. Vamos a llamarlo con propiedad, Orión era un inútil. Eso generaba en Mahia un sentimiento de envidia y enojo, ya que ella al ser mujer y de menor edad no contaba con el mismo apoyo que él había tenido, aunque hiciese las cosas mucho mejor.

Fernando, su padre, siempre estaba pendiente de su hijo varón, ya sea en sus aciertos, pocos, pero aciertos al fin, como en sus derrotas. Pero pocas veces había dedicado el tiempo necesario a la pequeña rubia. Había llegado al punto de perder gran parte de su feminidad, casi superando la hombría de su hermano en lo que a personalidad refería, para recibir un poco de atención de su padre. Pero ni aunque tuviese una varita extra el ex líder mortífago le felicitaba su accionar, por lo que decidió olvidarse de su padre y se concentró en mejorar sólo para impresionar a las mujeres. Hasta en eso superaba a su hermano.

No obstante, cuando él modificó su modo de ser y fue creciendo en el arte de los duelos, la ojiazul comenzó a verlo como un ejemplo a seguir. Él había cambiado mucho luego de su exilio, y ella se había suavizado lo bastante para poder abrirse a él.

Le gustaba su nueva faceta protectora, y el tiempo borró los resentimientos antiguos que pudiese tener. Podría decirse que su ahora relación es más de un amor duro, puesto que no pierde la oportunidad de molestarlo cada vez que puede, o hacerse la desinteresada con él. Pero la verdad es que lo adora. De los tres hermanos, es a quien más se siente unida fraternalmente.

Luego estaba Luisitha, la hermana menor. Ella era aquella que siempre podía sacarle una sonrisa. Si bien en algunas ocasiones podía lucir seria, su forma de ser y hablar causaba que Mahia se relaje, riendo, comentando y acompañando sus locuras. Lamentablemente la ojiazul se había perdido en su obsesión por mejorar cada vez más y había descuidado a Luisitha. En la actualidad no son muy cercanas, pero la Black planea cambiarlo.

Entre estos dos, había una última persona, a quién se dejó para el final con motivo de explicar correctamente la relación que tenían: Gabrielle Delacour había aparecido en la vida de Mahia en la pubertad, en una de las vueltas de la Black al castillo. Orión la había llevado hasta allí, rescatándola de donde sea que ella hubiese salido. Sabía que era hija de Fernando, pero no era muy difícil ser hijo de él, con lo mujeriego que era. Poco a poco las dos se habían acercado y apoyado en los momentos difíciles, aún con las ausencias prolongadas que mantenían de su hogar.

Dentro de Mahia comenzó a crecer un sentimiento que se fugaba del parentesco e iba más dirigido hacia lo íntimo. Estar a su lado le hacía bien. Su aroma relajaba sus sentidos y la alegría le invadía, acompañada con un fuerte deseo. No tardó en verla con ojos de mujer, más allá de que su hermana ya hubiese entregado su corazón hacía tiempo, por lo que no perdía la oportunidad de coquetearle de manera descarada. Aunque en la Black era normal ser provocativa, Gabrielle generaba un deseo y atracción imposible de ignorar que potenciaba todo en ella. Es su hermana, era su amiga y su mujer.

Esto demuestra que aunque sigue siendo una persona dura y melancólica, sus hermanos son todo para ella.

Pertenencias

Objeto Mágico Legendario:
Válido sólo para Orden de Merlín.

Elfos:
--

Licencias, Tasas y Registros:

Licencia de Aparición: Aprobada

Licencia de Vuelo de Escoba: Aprobada

Registro de XXX: --

Personajes Secundarios: --

Otros Datos:

Otros datos:

- Varita mágica, 28 centimetos. Hecha de acebo y cuerno de unicornio. El mango es de color escarlata y tiene talladas sus iniciales junto con la marca tenebrosa (esto es invisible para cualquiera que no sea mortifago).

- Tiene 2 perros Doberman

Cronología de cargos:


Premios y reconocimientos:

Links de Interés Referentes al Personaje:

Link al Perfil de Comprador MM: 317
Link a Bóveda Personal: Bóveda de Mahia Black (nº78597)
Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº 111888
Link a Bóveda de Negocio: --
Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Black
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