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Anna T. Ryddleturn

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Mensajes publicados por Anna T. Ryddleturn

  1. QUINTA PLANTA - Con Cillian y Sira y dándole el alta a Criss.

     

    - Seguro que a más de uno le gustaría que dejara libre mi puesto.- dije con una leve sonrisa, algunos querrían mi plaza, y otros simplemente no les gustaría verme en una posición de poder. De todas formas aquello no me importaba.

     

    Durante mi trabajo sanando al mortífago tanto Cillian como Sira estaban a mi lado comprobando que ocurría. Mi hermano se mantuvo alejado de nosotros, era lo mejor en aquellos momentos, él conocía cual era su lugar y que si se acercaba lo único que conseguiría era molestarnos y perjudicar a nuestro compañero de bando.

     

    - Tranquilo, todo está bien, ya estás de nuevo con nosotros, estás a salvo. Se que te hicieron mucho daño, pero lo que no entiendo es..., ¿porqué apareciste en esta planta? - le pregunté susurrándole en el oído, no quería que nadie más lo escuchara.

     

    Era raro que los mortífagos aparecieran en esa planta, y mucho más si habían ejercido un ataque como mortífagos dentro de una mansión.

     

    - Aquí te dejo el alta para cuando tengas fuerzas para marcharte, pero antes tómate esta poción, te sentará bien. ¿Tienes alguna duda antes de marcharte?

  2. QUINTA PLANTA - Con Sira y Cillian, esperando que Criss reaccione.

     

    Sira era incapaz de ponerse seria ni siquiera cuando estaba trabajando, aquello en ciertos puntos no era malo, pero yo era mucho más seria que ella y me solía mostrar serena ante aquellos casos, aunque en mi interior me estuviera riendo por las circunstancias. También era cierto que era lo que se esperaba de mi siendo directora de la institución.

     

    - Por esa parte es mejor que no esté vivo, si se oyeran muchas voces vendrían muchas personas curiosas a ver que sucedía, y se enterarían de que alguien vestido de Batman, que probablemente haya atacado a gente en su casa o local, está siendo atendido aquí y vendrían desde aurores a llevárselo. Nosotros no tenemos la obligación de entregarlo, pero si vienen no podremos hacer mucho.- le dije mientras seguía trabajando con él para sanarlo.

     

    Con las heridas ya cerradas procedimos a cerrar, ahora solo quedaba que el joven reaccionase para que le pudiésemos dar el alta y se pudiese marchar.

     

    - Vamos a tener que traerle una bata, porque la ropa que lleva está completamente destrozada, no puede salir así de San Mungo. Y tú que, ¿ya tienes disfraz para la gala de Halloween? ¿O vas a ser como yo y no vas a ir?

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  3. QUINTA PLANTA - Con Sira y Cillan y yendo a atender a Criss (planta sin sanadores activos hasta final de mes)

     

    Miré a mi espalda al escuchar unos pasos y luego una broma desde la puerta. Antes de verla ya sabía que se trataba de Sira, su voz era bastante reconocible para mi, al parecer se encontraba algo aburrida, cosa que pude suponer al verla con las manos en los bolsillos, caminando sin rumbo fijo por la planta e interesándose por como se había comportado su padre.

     

    - Bueno, es que mientras está muerto mucha guerra no me puede dar, si hubiera llegado solo herido..., probablemente si me hubiera dado más guerra, pero por suerte ya está casi como nuevo, aunque le quedan algunas magulladuras.- le respondí a mi sobrina. - ¿Y qué te trae por aquí? ¿Todo tranquilo en las mazmorras?

     

    Aquella pregunta en si no tenía ninguna complicación, todo el mundo sabía que existía aquella planta, otra cosa muy distinta es que supieran exactamente a que se dedicaban. Obviamente también realizaban las autopsias a los cadáveres e investigaban, pero no era su función principal.

     

    - Si no me equivoco hay otro paciente en la planta y me dieron aviso de que no hay ningún sanador disponible, así que si me acompañáis podríamos ver que sucede, o si preferís podéis quedaros aquí charlando mientras yo lo atiendo, no creo que tarde demasiado, aunque dependerá de lo que quiera resistirse a ser sanado. - finalicé encogiéndome de hombros.

     

    "Ya comenzaron" pensé con una pequeña sonrisa en mi rostro en el momento que vi el cuerpo inerte de Criss sobre la camilla. Estaba claro que la Purga había dado comienzo, pero no entendía la razón por la que su cuerpo había aparecido en la planta de neutrales en lugar de mazmorras, eso le causaría bastantes problemas al Haughton, aunque por otro lado se supone que ambos podíamos acogernos a la confidencialidad paciente-médico.

     

    - Con que de batman...- dije en voz muy baja mientras me aseguraba de cerrar la puerta para no tener miradas indeseadas. El pobre chico se encontraba en muy malas condiciones, decidí no retirarle la máscara mientras le sanaba, así, si en algún momento alguien me preguntaba si vi su rostro cuando vinieran a interrogarme no haría falta que les mintiera.

     

    Comencé a sanar sus heridas, una tras otra - Sira, ¿te importa ayudarme a limpiarlas para evitar que se infecten? Son demasiadas y muy profundas algunas, nos tenemos que asegurar de que no han llegado a ningún órgano vital antes de cerrar. - hasta no terminar con aquello no podía darle la poción para devolverle a la vida, si no sufriría demasiado.

     

    Miré a los ojos de la Loveless esperando una confirmación de que había terminado con su parte, para así darle a beber al Haughton la poción que le regresaría de nuevo con nosotros.

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  4. QUINTA PLANTA - Con Cillian.

     

    Al fin pude respirar un poco más tranquila en el momento que mi hermano me prometió que sería más cuidadoso para que no lo volviera a tener sobre una de las camillas de San Mungo. A pesar de que era cierto que con el paso del tiempo casi parecía que me había echo insensible al tener un familiar o amigo sobre la camilla, por dentro no era así, aunque gracias a mi parte demoníaca podía anular esos sentimientos, lo que me hacía ser mucho más eficiente y profesional. El único inconveniente era que odiaba sentirme tan vacía.

     

    - ¿En serio?, ¡no lo sabía!, muchas felicidades hermanito. Ya sabes que soy una despistada para lo que ocurre en el ministerio, vivo casi desconectada de él. ¿Y como llevas eso de adaptarte? Yo hay veces que me vuelvo a sentir descolocada dentro del puesto, cuando hay cambios, cuando los empleados se me desaparecen..., pero bueno, de momento no se me ha caído esto encima. - estaba super contenta por el echo de que mi hermano hubiera conseguido ese puesto de tanto poder que seguro hacía tiempo que soñaba.

     

    Abracé con mucha fuerza a mi hermano, disculpándome a continuación, sabía que debía de haberle echo daño, entre otras porque aunque hubiera estado fuerte y no acabase de despertar de la tortura que había sufrido también le habría dolido aquel abrazo. Lo de saber controlarme no era lo mio.

     

    - Claro que puedes quedarte, aunque recuerda, si tengo que atender a algún otro paciente no te puedes acerar mucho y no toques nada, ¿entendido? - le advertí, tener gente ajena a San Mungo cerca mientras se atendía a un paciente podía ser incómodo y peligroso. - Cuando tenga un día libre podrías enseñarme tu nuevo despacho, ¿no?

  5. QUINTA PLANTA - Dándole el alta a Cillian.

     

    Me tomó un poco desprevenida el grito que soltó mi hermano al reconocerme a su lado, mis ojos se habían abierto como platos por el sobresalto y un poco más y casi me caigo de culo en el suelo, por lo que no pude evitar reírme, en ocasiones podía llegar a ser un poco torpe. A continuación me acerqué para abrazarlo, cuando aún el joven se encontraba tendido sobre la camilla, me alegraba comprobar de que seguía respirando, de que de momento no iba a hacer falta ningún entierro dentro de la familia, aquello no me hubiera sentado demasiado bien.

     

    - Si realmente me lo quieres agradecer ten más cuidado y que no te vuelvan a hacer esto, ¿entendido?- yo era la hermana mayor, y tenía que ocuparme de que todos dentro de la familia estuvieran a salvo.

     

    Asentí con la cabeza mientras le ponía en las manos las pociones que le harían recuperar un poco las fuerzas, la sangre perdida y demás, tenía que ponerse fuerte, volver a su día a día lo antes posible, además, así demostraría también que los Ryddleturns eramos muy duros y no nos dejábamos amedrentar por nada y por nadie.

     

     

    - Yo por suerte bien, sin meterme en líos ni nada, aunque bueno, teniendo en cuenta que casi no tengo tiempo ni para salir de San Mungo es complicado que me meta en problemas, y los peques..., bien, en casa se han quedado jugando, no me atrevo casi nunca a traerlos al hospital, menos en esta época que suele haber mas virus y la gente empieza a practicar bromas para Halloween que no salen demasiado bien. ¿Y tú que te cuentas?

     

    Mientras le contaba aquello había firmado su alta y el parte de lesiones por si quería denunciar los ataques, dejándolos sobre su regazo.

  6. QUINTA PLANTA - Atendiendo a Cillian.

     

    Los días continuaban pasando como hojas caían de un árbol en pleno otoño, uno a uno, casi sin darse cuenta hasta que el mes llegaba a su fin. Ya faltaba muy poco para que octubre terminase, y con ello llegara el día de los santos difuntos, y ese llamado Halloween que tanto gustaba a los magos. Yo me había criado en tierras del sur de Europa, donde aquella tradición no se llevaba acabo, pero desde mi regreso a Londres había tenido que acostumbrarme a aquella costumbre.

     

    Las decoraciones ya estaban preparadas, San Mungo se tenía que "vestir" de gala pero aquella idea a mi no me tentaba, sabía que tras aquellas máscaras, de aquellos personajes se cometían más crímenes de lo habitual. Algunos dulces iban con trampa, lo que provocaba muchos ingresos a causa de las pociones que había en ellos, eso por no olvidar los ataques por parte de la orden y de la marca tenebrosa, aún así no me estaba permitido subir el presupuesto para contratar a más personas aquellos días.

     

    Suspiré mientras inclinaba la cabeza hacia abajo, ahora me tocaba revisar de nuevo la quinta planta. De entre todos los sanadores de la misma Lud era el único que no me había dicho nada sobre que fuera a ausentarse, pero sabía que aunque pudiese estar trabajando no podría con todo el flujo de personas que pasaban por la planta, por lo que tenía que ir a asegurarme de que todo iba en orden, se lo había prometido a Jessie y era mi deber como Directora.

     

     

    - ¿Cillian?- pregunté al ver el cuerpo de mi hermano tendido sobre una de las camillas, inerte. Me di cuenta que no llevaba máscara, así que estaba claro que había sido atacado mientras paseaba tranquilamente o visitaba a alguien, porque al menos no me habían llegado noticias de que hubieran atacado la Ryddleturn. - Tranquilo, todo saldrá bien, no te preocupes, estoy aquí para cuidarte.

     

    Había tomado su mano, pero rápidamente la solté, no eran momentos de sentimentalismos, ahora yo era su sanadora y él un paciente más, en ocasiones era más que necesario olvidarse de los lazos que te unían a las personas que se encontraban sobre las camillas para poder realizar el trabajo de la forma más adecuada posible.

     

    Como de costumbre cerré todas sus heridas, comprobé si había sido envenenado. Yo era de las que se decantaba por sanar todo lo posible antes de regresarles a la vida para que sufrieran lo menos posible. De todas formas, los gritos de mi hermano me habrían desquiciado más que ningún otro. No podía dejarle morir, no de nuevo.

     

    - Vamos, traga esto y vuelve conmigo.- le pedí, aunque realmente era yo con ayuda de mi magia la que se lo hizo beber.

  7. Vengo a dejar dos puntualizaciones.

     

    Uno lo de Cillian, Cillian si quiere puede pasarse por neutrales o por la de los mortífagos. Con las nuevas normas él es mortífago y puede decidir si como le atacaron siendo neutral va como un neutral más a la quinta o si por otro lado al ser mortífago, no se si él lo querrá admitir ante los fenixianos, puede ir a las mazmorras.

     

    Por otro lado, el caso de Patrick ya le mandé un mp. San Mungo exige que se ponga a que planta se va a sanarse, y el no lo puso, por tanto no se cuenta como entrada al hospital, de echo es que si no se pone los sanadores no tienen ninguna obligación de atenderle.

     

    Todo esto está en las normas de San Mungo que están en el primer post, que se postearon en los avisos pertinentes y demás. Iré a recordarle a liderato que lo ponga como anuncio en la marca o lo haré yo, porque creo que se les pasó y la gente no lo está leyendo por lo que veo.

     

    Saludos.

  8. HOSPITAL MÁGICO (En los archivos) - Con Lucie y Katie.

     

    Mis hijas seguían bastante calladas. Lucie observaba a su hermana sin mediar palabra, quizás intentando comprender que buscaba con tanto ímpetu ya que no había tenido respuesta por parte de la misma. Sin ninguna aclaración por parte de Katie Lucie y yo no podíamos hacer nada, por lo que me limité a amontonar los informes que la chica había ido descargando para devolverlos a su lugar. Me di cuenta que todos y cada uno de ellos tenían la misma fecha, la que coincidía aproximadamente con la fecha de nacimiento de la joven.

     

    - ¿Porqué buscas informes del año en el que naciste?- pregunté en voz alta, aunque no esperaba recibir ninguna respuesta, ella seguía demasiado absorta en lo que estaba haciendo, quizás ni se había percatado aún de mi regreso y por lo tanto tampoco de que le estaba hablando.

     

    Suspiré resignada, regresando los informes a su lugar para a continuación volver junto a Lucie. Me apoyé sobre la mesa y miré a la sanadora que seguía observando a su hermana.

     

    - ¿Crees que Katie se encuentra bien? La verdad es que me está empezando a preocupar.

  9. EN LOS ARCHIVOS - Con Lucie y Katie.

     

    Katie y Lucie parecían no haberse movido mucho desde mi marcha, de todas formas era cierto que Katie estaba como medio ausente, rebuscando entre los informes, sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Yo estaba más que segura de que la joven no se había dado cuenta ni de que me había ido de la habitación ni que tras varios minutos había regresado por fín por si necesitaran mi ayuda.

     

    Por otro lado, Lucie se notaba aburrida, su hermana no habría dicho seguramente ni una palabra y ella no sabía que hacer para ayudarla.

     

    - Lo siento, es que en la quinta planta había un montón de pacientes a la espera de ser atendidos, Jessie anda de baja y no se donde se habían metido Tea y Ludgwid, por lo que no me ha quedado de otra que estar atendiéndoles.- le aseguré.

     

    Caminé hasta ponerme junto a mis dos hijas, intentando averiguar que era lo que buscaba Katie con tanta ansia para hacerle más ligero el trabajo, nunca estaba de más una mano amiga que te ayudara.

     

    - ¿No ha levantado la cabeza de los informes desde que me fui?

  10. HOSPITAL MÁGICO (Archivos) - Tras despedirme de Sophie y volviendo con Katie y Lucie.

     

    Comprobé la tensión de mi hermana, comprobando que todo estaba en orden, ya se estaba comenzando a recuperar, solo tendría que guardar un poquito de reposo, cosa que las personas preferían hacer en su casa, en su propia cama, donde se sentían mucho mejor, y al día siguiente estaría como nueva, como si no hubiera ocurrido absolutamente nada.

     

    - En cuanto quieras puedes irte a casa Sophie, yo me tengo que marchar que he dejado a mis hijas solas en los archivos, pero si necesitas cualquier cosa no dudes en avisar a un elfo y ellos me encontrarán.- le comenté mientras me quitaba los guantes de las manos.

     

    A continuación le di un beso en la mejilla y me marché rumbo al ascensor, probablemente esta vez no me secuestraran a mitad de camino, o quizás si, no lo sabía muy bien, pero mis sanadores también necesitaban comenzar a trabajar y conmigo allí se lo tomarían de una forma bastante relajada.

     

    Caminé por los pasillos, llegando finalmente hacia los archivos, donde deberían estar mis dos hijas rebuscando la partida de nacimiento, aunque no sabía muy bien la de quién ni para que.

     

    - Ya estoy aquí de nuevo chicas, ¿en que puedo ayudaros?

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  11. QUINTA PLANTA - Dándole el alta a Sophie

     

    Sophie no tardó demasiado en volver en si, agradeciéndome que la hubiera devuelto a la vida. Últimamente me había acostumbrado a que aquello fuera mi día a día, o al menos durante aquel día. Sabía que los sanadores de esa planta en aquellos momentos no podían estar muy pendientes de ella, y no me molestaba echar una mano, el problema hubiera sido si por decisión propia y sin previo aviso hubieran decidido desatender a sus pacientes, en aquel caso probablemente si me hubiera encontrado molesta con la situación.

     

    - No me tienes que agradecer nada, es mi trabajo y lo hago encantada.- le respondí a mi hermana adoptiva mientras le entregaba la poción que evitaría que le afectara los restos del veneno que quedaban en su corriente sanguíneo. - Tómatela de un trago, así verás como el quemazón de tu pecho se rebaja un poco.- le dije.

     

    Con aquella poción también comenzaría a recuperar un poco de fuerzas, puesto que las había juntado todas para que no se le hiciera tan desagradable tomarlas. Mientras ella bebía el líquido contenido en el pequeño recipiente de cristal comprobé el gotero que llegaba hasta su brazo, suminiestrándole sangre para que recuperase la perdida, ya estaba prácticamente vacío y se lo retiré.

     

    - Bueno, por mi parte todo está echo, si quieres puedes quedarte un rato aquí descansando, hasta que te veas con fuerzas de levantarte de la camilla sin perder el conocimiento. Aquí tienes el alta y el parte de lesiones por si quieres denunciar el ataque.- dije entregándole los dos papeles.

     

    Por regla general solía preguntar que le había ocurrido, pero en esa ocasión sabía de más y de sobra que los fenixianos habían ido tras ella y aquellas habían sido las consecuencias.

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  12. QUINTA PLANTA - Atendiendo a Sophie

     

    Cuando las puertas del ascensor iban a cerrarse casi por completo una mano con dedos largos y huesudos se metió por medio, impidiendo que la misma se terminara de cerrar y se abriese de golpe gracias al detector de movimiento, así evitábamos bastantes accidentes, ya teníamos suficiente con como nos llegaban los pacientes como para que dentro del mismo hospital salieran con más magulladuras.

     

    - ¿Qué sucede ahora?- le pregunté a la criatura de ojos inmensos que me miraba desde abajo.

     

    - Hay una paciente sobre una de las camillas que espera ser atendida, y no encuentro a otro sanador libre.- me informó el elfo. No tuve más que suspirar y seguirle, tendría que esperar un poco más el reencuentro con mis hijas.

     

    Al reconocer a la paciente que estaba tras aquellas heridas me mordí el labio, la verdad es que la pobre se encontraba en un estado deprobable, envenenamiento, heridas..., aquello había sido una auténtica sangría, de eso estaba más que segura, y tendría mucho trabajo que hacer allí. Por ello, sin perder ni un solo segundo, me coloqué los guantes y empecé a supurar el veneno de su piel, echando encima potingues que evitarían que este se extendiera y preparando los antídotos que la mujer debería tomar en cuanto reaccionase.

     

    El segundo paso fue las heridas. La mayoría estaban bajo las costras, puesto que estaba prácticamente desangrada. Aproveché el tiempo de trabajo para ponerle una vía en el brazo y que fuera recuperando algo del riego sanguíneo. Por último le suministré la poción que la devolvería a la vida.

     

    - Anda Sophie, vuelve conmigo.

  13. QUINTA PLANTA - Despidiéndome de Seba y Darla

     

    El Granger parecía haberse recuperado bastante bien, con un buen descanso al día siguiente estaría prácticamente como nuevo. Había sido sumamente obediente, tomándose todas las pociones sin rechistar, cosa que con más de uno era una pelea para que se lo tomasen. Estaba casi segura que pronto me encontraría otro caso al que tendría que tener retenido, amarrado en la camilla hasta que cediera a seguir todas las indicaciones médicas.

     

    - No ha sido nada, ahora ya sabe, descanse al menos hoy y tenga cuidado, espero que no le tengamos aquí de vuelta en breve.- dije con una leve sonrisa a modo de despedida. - Adiós Darla, cuídalo bien.

     

    Con aquellas breves palabras terminé marchándome de la estancia, dejando atrás el box y poco después la planta. Por fin parecía que no había ningún paciente en aquella planta que necesitase ayuda médica, por lo que mi presencia no se seguía requiriendo a ella. Tea andaba por allí, y yo sin embargo había dejado abandonadas a mis hijas en la planta del Hospital Mágico revisando antiguas partidas de nacimiento, sería una buena idea volver con ellas a echarles un ojo y ayudarlas.

     

    Toqué el botón del ascensor y esperé paciente su llegada.

  14. QUINTA PLANTA - Dándole el alta a Seba

     

    - No hay de que.- le respondí al chico en cuanto recuperó el conocimiento. Se le veía un poco desorientado, algo normal para lo que acababa de pasar, nunca había encontrado a un chico que se despertara y supiera perfectamente donde estaba y lo que había ocurrido. De echo, desde hacía tiempo, evitaba que tuvieran su varita en la mano o a mano, ya que en cierta ocasión un rayo me pasó muy cerca de la cabeza tras el despertar de un paciente. Nunca me volvería a poner en peligro tan tontamente.

     

    Como era de esperar, el paciente estaba deseando abandonar San Mungo, y no lo culpaba, a mi tampoco me gustaba estar allí como paciente, como sanadora era otra cosa completamente distinta, sabía que probablemente, si no tuviese hijos, casi que viviría en aquel lugar.

     

    - Si, enseguida podrás marcharte, pero antes tómate estas dos pociones, harán que recuperes más rápidamente la sangre que has perdido y algo de fuerzas, pero de todas formas hoy tendrás que descansar todo lo que puedas.- le aconsejé -- ¿Quieres un poco de agua para quitarte el sabor y evitar que tu garganta siga reseca?- le pregunté mientras le acercaba otro recipiente, en esta ocasión sin medicamentos, solo con agua.

     

    Mientras Seba seguía mis indicaciones procedí a firmar el alta y el parte de lesiones por si necesitaba realizar alguna denuncia.

     

    - Cuando quieras puedes marcharte, y si tienes alguna duda pregunta.

  15. QUINTA PLANTA - Esperando que Seba despierte y hablando con Darla.

     

    Mientras dejaba la palangana junto al chico aproveché para preparar las pociones que le daría posteriormente, una vez se levantase tendría que reponer fuerzas, y una ayudita nunca estaba de más para que aquello pasara con la menor brevedad posible. A nadie le gustaba sentirse flojo y mucho menos tener que estar sentado esperando a recuperar fuerzas.

     

    - Tu pareja si que es una dormilona. - le dije a Darla con una sonrisa en el rostro, sabía que no tardaría mucho tiempo en reaccionar, pero sabía lo agobiante que era para un familiar y amigo darse cuenta que aquella recuperación no era instantánea.

     

    Empecé a retirar las cosas de la mesa, lo que ya no iba a necesitar, me gustaba aprovechar lo máximo posible el tiempo de inconsciencia del paciente para estar lista en el momento que otro llegase, sin tener que estar esperando mientras dejaban todo recogido y que así se pudiera usar en el instante.

     

    - Darla, te lo digo a ti porque normalmente los pacientes no hacen caso, cuando despierte no dejes que haga ningún esfuerzo excesivo, tiene que recuperarse por su bien.

  16. QUINTA PLANTA - Viendo marchar a Emmet y atendiendo a Sebas

     

    Hice un leve asentimiento con la cabeza, mostrando mi comprensión ante las palabras de mi sobrino, era cierto, cada día los fenixianos atacaban a más personas sin tener la menor prueba, no me extrañaba que algún día hubiera llegado más de un paciente al que la orden había llegado a herir sin que tuviera nada que ver con la marca tenebrosa, aunque era cierto que algunas veces acertaba. Empezaba a pensar que atacaban a todos aquellos que no pertenecían a su bando.

     

    - Nos vemos pronto.- me despedí de mi sobrino con una sonrisa, tenía ganas de pasar tiempo con él sin que tuviera que ser por motivos laborales, aquello era algo que no me gustaba, que alguien llegara a San Mungo siempre significaba algo malo.

     

    A pesar de que estaba dispuesta a regresar junto a mis hijas para comprobar que tal llevaban el asunto de la búsqueda de aquel informe de nacimiento una voz me hizo tener que olvidarme de aquella idea para tener que marchar a atender a otro paciente. El chico venía en los brazos de Arya, la que gritaba desesperada pidiendo ayuda por parte de alguno de sus compañeros de trabajo.

     

    - Tranquila Arya, todo irá bien, yo me encargo.- le comuniqué a la chica mientras me preparaba para ver lo que le había pasado al joven Granger, al cual no conocía más que de vista.

     

    Me aislé un poco de mi entorno, como solía hacer siempre que atendía a un paciente, para trabajar de una forma concienzuda sin que se me saltara ninguna herida o rasguño. Siempre había elegido sanar esas heridas antes de hacerles que recuperasen la respiración y el pulso, así todo era mucho menos doloroso para ellos y sobre todo más sencillo para mi sin estar escuchando voces y gritos de dolor.

     

    Cerca de él podía sentir el nerviosismo de su pareja, a la que si conocía, pero sabía que era mejor que los enfermeros los mantuvieran un poco alejados para que el trabajo fuera más rápido y cómodo, evitando así fallos a la hora de la atención primaria.

     

    - Ahora a tragarse esto y ya estará casi listo.- dije en un tono de voz normal, aunque realmente no esperaba que nadie me escuchara mientras le hacía tragar la poción que le devolvería la vida con ayuda de la magia. Por si acaso preparé una palangana junto a la cabeza del chico por si la poción le provocaba alguna especie de nausea.

  17. QUINTA PLANTA - Dándole el alta a Emmet

     

    No pude evitar comenzar a reirme cuando mi sobrino despertó a causa de sus primeras palabras. Me agaché para darle un beso en la mejilla al verle abrir de par en par sus ojos, mientras él se inspeccionaba el cuerpo para asegurarse de que no tenía heridas en su cuerpo. Poco después lo comprobó.

     

    - Obviamente, aunque no lo creas soy una buena sanadora, es cierto que cada vez atiendo menos a los pacientes desde que soy directora, pero mira, curado y sin muchos dolores, ¿no es así?- le pregunté con una leve sonrisa. - ¿Quienes te hicieron esto?- le pregunté mientras le entregaba las pociones que le devolverían las fuerzas.

     

    Tenía que moverse muy lentamente, estaba aún cansado por lo que había sucedido, volver a despertar no era un proceso demasiado sencillo y sobre todo no era un camino de rosas.

     

    - Pues me encantará tenerte por allí, este sinceramente no es un sitio para conversaciones, nos podrían interrumpir en cualquier momento con alguna urgencia.- dije mientras le daba el papel del alta.- Espero verte muy pronto por mi local y así hablaremos tranquilos.- con aquello le di un gran abrazo antes de que se marchara.

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  18. EN LOS ARCHIVOS - Con Katie y Lucie.

     

    Una vez en la sala miré a mi espalda, Lucie nos había seguido para ver que hacíamos, comprendía que no quisiera regresar a su planta tras el desayuno, de todas formas allí no había demasiado trabajo que hacer y podría resultar aburrido.
    - Tu hermana quiere buscar algunos registros de nacimiento, aunque la verdad es que aún no me ha dicho para qué.- le respondí a la pequeña tras explicarle a Katie como debía buscar más o menos las cosas en el lugar.
    Antes de poder ponerme manos a la obra para ayudar a mi hija, aunque sin saber bien como, un elfo doméstico se presentó ante mi. Lo reconocí como uno de la quinta planta, me había dedicado en el pasado en hacerles una pequeña marca en su ropaje para identificarlos según su planta o zona.
    - Señorita Directora, hay un paciente esperando en la quinta planta y no hay nadie disponible para que lo atienda.- dijo la criatura con su voz chillona.
    - Enseguida subo - con aquella sencilla respuesta el elfo se marchó a seguir con sus deberes y yo me giré hacia mis hijas - Tengo que ausentarme unos momentos, pero en cuanto termine regresaré, si tenéis algún problema o duda ya sabéis a donde voy.- me disculpé antes de marcharme.

     

    EN LA QUINTA PLANTA - Atendiendo a Emmet

     

    Tras el aviso de uno de los elfos subí sin perder ni un segundo a la quinta planta. Sabía lo que sucedía los fines de semana, y era que la planta estaba a bajo mínimos de personal, por lo que si había una emergencia no podrían atenderla bien, para esos casos estaba también yo. Tenía que hacer todo lo posible para que las plantas no se quedasen atascadas con pacientes esperando en los pasillos, aunque por suerte los elfos iban adelantando los trabajos y dejándolos en alguno de los box.

     

    Como de costumbre no me habían hablado de la identidad del paciente, y cuando llegué junto a su camilla y vi su cuerpo inerte me costó saber de quien se trataba, sobre su cuerpo y su rostro se había formado una costra de sangre y barro que no dejaba identificarlo, pero al limpiar con una esponja sus heridas y retirarle un poco la mugre de encima pude comprobar que se trataba de mi sobrino ilegal Emmet.

     

    Por unos segundos se me hizo un nudo en el estómago, siempre me solía sobresaltar al reconocerlos, pero al instante ya volvía a mi mentalidad de sanadora, donde tenía que dejar a un lado lo sentimientos para poder ser mejor médico y así no ponerle en riesgo.

     

    - Tranquilo, pronto estarás de nuevo con nosotros.- le susurré mientras empezaba a desinfectar y cerrar cada una de las heridas de su cuerpo magullado.

     

    La operación me llevó varios minutos, para posteriormente suministrarla la poción que le devolvería a la vida. En cuanto se la suministré, ayudándome de un par de hechizos para que la tragara, procedí a una transfusión de sangre y comencé a buscar las pociones revitalizantes para dejarlas preparadas para cuando abriese sus ojos.

     

    - Despierta, no me seas vago.

  19. EN LA CAFETERIA - Con Allen, Lucie y Katie y marchándome con Katie a los archivos

     

    Katie aceptó mi propuesta de marchar hacia los archivos del hospital en mi compañía, no sabía muy bien que esperaba encontrar en ellos, pero esa parte si era pública, cualquiera que lo solicitara y rellenase un pequeño formulario con nombre, apellidos y la razón podía echarles un vistazo, dejando también un número o lugar de contacto. En cierta forma para tener todo controlado.

     

    - De momento si que puedo, como ves estaba descansando con tu hermana y otro compañero, no tengo que atender a pacientes mientras haya sanadores libres, y como ves aquí hay dos más.- le respondí con una leve sonrisa en mi rostro. Cuando Katie me preguntó que era el SAW tuve que quedarme unos segundos en silencio, siempre se me olvidaba el significado exacto de las siglas, y la verdad es que no lo había pisado desde que había registrado un año atrás a Arya. - El SAW son los Servicios Administrativos del Wizengamot, se encuentran en la segunda planta del ministerio, allí se registran las bodas, nacimientos, divorcios, defunciones y también se encargan de ayudar cuando quieres celebrar un acto especial.- le expliqué levemente.

     

    Dicho aquello, y viendo que mi hija estaba dispuesta a irse ya a los archivos me despedí tanto de mi hija como de Allen, dejando pagada la cuenta completa al camarero y comentándoles que no había prisa de que se marcharan si no tenían un aviso, pero que tampoco se quedaran allí todo el día. Dicho aquello me marché con mi otra hija.

     

    - Toma este folio, rellénalos con tus datos y podrás buscar en todos los cajones, como verás es muy sencillo, también tenemos una base de datos en un ordenador, no solo los papeles ingresos, si buscas en los papeles tendrás que buscar por el nombre, no por la fecha, pero en el ordenador podrás buscar tanto por nombre como por fecha.

  20. EN LA CAFETERIA - Con Allen y Lucie y escuchando llegar a Katie

     

    Me encontraba esperando con una sonrisa en el rostro la respuesta de los dos jóvenes que se encontraban conmigo en aquellos momentos, cuando de sobresalto, apareció Katie junto a nosotras. Parecía estar bastante alterada, por lo que sus voces me hicieron dar un pequeño sobresalto y mirarla con los ojos bien abiertos, aunque a continuación comprendí que aquellas voces eran más debidas a la ilusión de vernos que a otra cosa.

     

    - Hola hija, ¿que haces por aquí? ¿no te habrás caído jugando a quidditch, no?- le pregunté arqueando una de las cejas, desde muy pequeños les habíamos enseñado a volar y a jugar debido a mi afición por aquel deporte, pero no, la visita venía por otros motivos.

     

    Mordí mis labios pensativa durante unos segundos antes de darle una respuesta.

     

    - Registros..., claro que tenemos registros de nacimientos, pero solo los que se llevaron a cabo aquí en San Mungo, si buscas algún dato de alguien que no naciera dentro del hospital no podré ayudarte, para eso tendrías que realizar una visita al SAW, que es donde los padres tienen la obligación de registrar a sus hijos tras su nacimiento.- le expliqué a mi hija mientras la seguía con la mirada, viendo como tomaba asiento junto a nosotras. - Podrías revisar los archivos en la sala, pero no sacarlos de allí. Deben de estar todos en los archivadores del hospital mágico, en el ala de maternidad. ¿Quieres que te acompañe y esté allí contigo por si tienes alguna duda?

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  21. EN LA CAFETERIA - Con Allen y Lucie.

     

    Sacudí las migas de mis manos justo antes de dar un buen trago de mi taza de chocolate, dejándola completamente vacía, para luego limpiar la comisura de mis labios con la ayuda de una servilleta. Me di cuenta que como de costumbre era la primera en terminar de comer, siempre había sido demasiado veloz comiendo, era como si no esperase disfrutar convenientemente de la comida, saboreándola. En esos momentos se notaba bastante que siempre vivía con prisas, y que no me podía permitir estar sentada, comiendo más de la cuenta, ya era una costumbre en mi.

     

    - ¿Creéis que este año habrá algún baile de Halloween? La verdad es que aunque yo casi siempre digo que intentaré ir no so capaz de permanecer en la fiesta más de unos minutos, luego me pierdo, me aburro o lo que sea y termino marchándome pronto a casa.- les comenté.

     

    Ya a penas quedaba un mes para la noche de brujas, y tenía que empezar a buscar los trajes para Valen y Arya, no era el primer Halloween de ninguno de los dos, pero si el primero en el que Valen podría ir sin cansarse con su cestita pidiendo caramelos de una casa a otra de Ottery. ¿La gente tendría preparadas chucherías para él? ¿O en algunas casas nos recibirían a golpe de varita?

     

    - Lucie, ¿me ayudarás a llevar a tus hermanos de casa en casa a pedir dulces o saldrás por tú cuenta?

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  22. Hola Hades, vengo a avisar de que hace unos días los fenixianos fueron a por Derek a apresarlo, me enteré porque él se presentó en San Mungo para que lo atendieran, te dejo el link donde termina la redada.

     

    http://www.harrylatino.org/index.php/topic/98661-ice-cream-le-vif-mm-b-99315/page-18?do=findComment&comment=4721712

     

    Creo que él no ha llegado a dejarlo en el escuadrón de la muerte, me da que vas a tener que pedir a Liderato que haga un llamado para que la gente cuando sea atacada se pase a dejarlo.

     

    De paso aprovecho para avisarte que desde el ES se ha pensado realizar una semana de asaltos en Halloween, cuando tengamos ya decidido quienes son los encargados y nos abran el mp para organizarlo te meteremos a ti también para que estes informado y nos ayudes.

     

    Saludos.

  23. EN LA CAFETERÍA - Con Lucie y Allen

     

    Tenía la tostada metida en mi boca, dándole un mordisco justo en el momento en el que Lucie dijo lo que le apetecía desayunar. Explicando como estaba de acuerdo con el tema asentí levemente con la cabeza y miré al camarero para que llevara el pedido a mi hija. El chaval se marchó de nuestro lado para servir a la Ryddleturn.

     

    No me sorprendió que mi hija me confirmase que no sabía nada de su jefa. Suspiré hondo, aquello siempre era complicado, se había retrasado un poco más de la cuenta, pero tenía la esperanza de que regresara antes del final de mes y así me pudiera ayudar con los pagos de su planta.

     

    - ¿Y que tal va todo con el resto de tus compañeros de planta? Supongo que tu tampoco has sabido nada de Blakimse y de León, ¿no? - me ponía bastante nerviosa no saber nada de la gente que con tanto fervor había pedido un puesto de trabajo que se le había negado a otros compañeros.

     

    Justo en aquellos momentos una lechuza con una carta en su pico que dejó junto a mi plato. Yo, como premio, le di un trozo de mi tostada, con el que se marchó feliz.

     

    - Es de Valkyria, en nada se piensa incorporar al trabajo de nuevo, por lo que no estarás solita y sin vigilancia en la planta.- le comuniqué a mi hija con una leve sonrisa justo antes de meterme el último trozo de tostada en la boca. - Y Allen trabaja en la sexta planta.- le expliqué a mi hija.

     

    No le dije más cosas, esperaba que Allen fuera el que hablara con mi hija de eso, ya que ella le había preguntado a él y no a mi.

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  24. CAFETERÍA - Con Allen y Lucie

     

    Allen también hizo su pedido y no tardaron en dejarlo sobre la mesa, la que aún continuaba sin ningún plato ni vaso ante ella era mi propia hija. Me extrañaba que hubiera tardado tanto en hacer un pedido, no solía ser tan vergonzosa, y menos cuando estaba conmigo, ¿habría desayunado ya antes?

     

    - La verdad es que no tengo ni idea de lo que está sucediendo con los bandos, pero es que ni siquiera hay mucha gente que venga a causa de virus mágicos ni cosas por el estilo, no hay muchos problemas..., y tampoco los sanadores me dan mucho trabajo, aunque quizás es porque me lo ocultan un poco. Ya tendré problemas en un par de día cuando tenga que ver la actividad que tuvieron durante este mes y realizar los pagos.. fue mi respuesta, la verdad es que siempre temía los finales del mes, suponía demasiado trabajo e intentar dar con muchas personas que se perdían.

     

    Sabía que la actividad de las personas habría sido algo complicada en aquel mes, a pesar que a comienzos del mes Jessie había estado cargada de trabajo y había tenido que estar realizando horas extras, en las demás plantas a penas habían tenido actividad.

     

    - ¿Crees que Arya logrará el puesto de jefa? Si eso pasa no te dejarán tanto espacio libre, aunque no haría tampoco falta que subiera a visitaros tan a menudo.

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  25. EN LA CAFETERÍA - Con Lucie y Allen

     

    Observé a Allen y a Lucie que estaban a mi lado justo cuando llegó mi desayuno. Nada mas que el olor de las tostadas ya alimentaba. La taza de Cola-Cao humeaba levemente, probablemente estuviera más caliente de lo que me gustaría, pero mientras tomaba las tostadas vegetales terminaría por refrescarse.

     

    - ¿Seguro que no queréis nada?- les pregunté a mis dos acompañantes tras darle un buen bocado a mi rica tostada. La verdad es que estaba deliciosa y no tardé demasiado tiempo en terminar con la primera de ellas. Para pasarla mejor di un trago del cola cao.

     

    A diferencia de la mayoría de los días que había pasado a lo largo de mi vida dentro del hospital, aquel había estado muy tranquilo, no había tenido que salir a atender ninguna urgencia, nadie me había llamado por ningún problema, parecía que todo volvía a estar bajo control, aunque sabía que lo peor siempre fueron los principios de mes.

     

    - Creo que últimamente ambos estáis sin jefa, ¿sabes algo de Valkyria Lucie? Creia que ya habría vuelto, pero parece que no.

     

    Desde luego tenía que intentar en la medida de lo posible ponerme en contacto con ella, tenía ciertos asuntos que arreglar en esa planta y esperaba que ella me pudiera echar una mano.

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