Kris Gryffindor

Aps mi Drina por acá, no sé siento que te amo más (?) Bueno no sé, vengo a aceptar como Patriarca a que venga a rolear con nosotros y así, de momento estamso organizando una trama con Elvis, pero ya veremos como va la cosa. Yo en cuanto pueda me uno al rol de ahorita con Arabella y los demás so nos andamos viendo por acá. PD: Pareja de Kris se ve tan lindo eso *-*. Ya pués. xDD

Hace mucho que no posteo por acá, prometo ya ponerme al día T_T Por otra parte decir que acepto a Adry como mi hermosa hija a quién tendre que proeteger de las garras de ese Elessar ¬¬ Por otra parte vengo solamente a rellenar línes. Elvis te mando MP *0* para actualizar el topic del rol y las cosas que tengamos pendientes *0* *Le da un fuerte apreton de mano a su padre y sale huyendo antes de que le deje trabajo que hacer ññ xD*

La captura estaba ya concluida y solo bastaba ahora concluir. Su compañero Ishaya al parecer era el que tenía más ganas de hacer una parada con la nueva prisionera a Abaddon y es que claro, era el encargado de mantener la misma en orden. Realmente a Kris le parecía de lo mejor, solamente algunos sentimientos inundaban el interior del italiano, quizá solo eran espejismos, sin embargo aquella mujer le recordaba su infancia en la Academia. — Bueno chicos me retiro. Susurró sin observar a nadie en particular, simplemente como cortesía de decir que se retiraría ya, después de todo si necesitaban algo más estaba más que seguro que le impedirían salir, por lo pronto solitariamente como siempre se le veía. Sin decir más palabra observó como algunos se acercaban a la prisionera seguramente para llevársela ya. Kris esperó unos cuantos segundos para después caminar hasta la salida de la edificación de la familia Granger y en las calles desaparecer, dejando solamente una capa de humo dorada en el lugar.

— Confundus Pensó el italiano sosteniendo en su diestra su varita de roble con fibra de corazón de dragon como núcleo. Inmediatamente sintió esa sensación inconfudible, como la primera vez que habría tomado una varita como estudiante, aquella energía que solamente las batallas lo hacían vibrar y que sentía desde hace mucho tiempo. Sophie habría sido una de sus compañeras o al menos recordaba aquel rostro con tanto cariño, una verdadera lastima que hubiese cambiado de ídeales. Ahora el cuerpo de la mujer se encontraría confundida por una fracción de segundo. — Expelliermus Repitió por segunda ocasión y esta vez un rayo de color azul partió hacia la misma sophie, el objetivo era claro impactar en la mano donde mantenía la varita para que así, su arma volara tres metros hacia atrás dejandola sin posibilidad alguna de defenderse. Kris lamentaba aquél hecho sin embargo era su deber y ahora todo aquel que tendría nociones oscuras debían de reprenderse. — Lo siento... no te resistas Sophie... susurró el Gryffindor apretando sus puños, de enojo o tristeza, quizá ambas.

— Vamos... susurró el italiano luego de escuchar como un patronus de parte de su compañera Aymee le indicaba que podrían necesitar un par de manos si es que las cosas se complicaban. Kris por su parte no tenía tanto trabajo que hacer, pero si tenía que comenzar a apurar o el trabajo demandaría más de lo habitual y un descanso tan oportuno como para ir a atrapar mortífagos no se negaba, en aquella ocasión en contra de Sophie, una Mortífaga que estaba seguro hace tiempo habría sido una de sus mejores amigas y que por azahares del destino ahora rivalizaban por sus creencias. Apenas escuchó el nombre de la familia Granger el italiano no dudó en hacer su desaparición no sin antes pasar su varita por su rostro y así ocultar su verdadera identidad. Kris desapareció inmerso en una cortina de humo dorada que poco a poco fué desvaneciendo su figura. Pronto unos segundos después su misma figura fué apareciendo enfrente de la edificación de la familia Granger, para así eventualmente abrir la verja y entrar. Caminó por varios metros, o kilómetros quizá hasta finalmente observar las distintas figuras de sus compañeros.

— Entiendo... Fueron las ultimas palabras que salieron de los labios del italiano, pensando quizá en lo que habría mencionado la Dumbledore. Tanta responsabilidad le habrían quitado aquella bonita sensación de confianza a la mujer, era comprensible que después de todo no era nada fácil el sobrellevar una responsabilidad tan grande como la de defender a decenas de Fenixianos, luchando precisamente contra personas en las que seguramente su hija pudiese estar inmersa. De pronto aquél suave beso hizo regresar la mente del vampiro, llenándolo de enigmas las cuáles pronto se esfumaron al escuchar de nuevo las palabras de la Dumbledore acerca del como proceder ante la difícil situación. Observó a su alrededor, cerciorándose que ninguna persona estuviese cercano aunque en realidad encerrado entre aquellas paredes, era prácticamente imposible el escuchar si alguien se encontraba afuera, como la plática que sostenían ambos. — Pensaba, que quizá pudiéramos fingir, quizá una relación... y aquella noche... tener una coartada, si te llegan a interrogar. No era fácil para el vampiro aquella decisión, no por que la mujer no le agradara; sin embargo la situación lo amerita, sabía que sus hijas lo necesitaban y prácticamente desde hacía un tiempo a la única persona que conocía y que estaba seguro habría la suficiente confianza como para pedirlo era sin lugar a dudas la mujer: Sally Sigel. — Sé que no es fácil. Pero eres la persona en quién más confío y sé que si me pasara algo... cuidarás a mis hijas... Sentenció posando su mirada en el rostro de la mujer.

Escuchó como la mujer habría levantado para de nueva cuenta cerrar la puerta que dejaba aquella mesera, a quién habría visto de reojo y dicho unas palabras segundos antes. El sonido del cerrar de la puerta le confirmó al italiano que la Dumbledore estaba por responder a las pretensiones que le habría tratado de decir; sin poder adivinar la mujer. Kris por su parte simplemente cruzó sus piernas y tomando un sorbo de aquél vaso de whiskey esperó alguna palabra de respuesta de parte de la mujer; aunque las palabras anteriores no le habrían gustado, puesto que el confiaba ciegamente en su familia. — Quizá fue un error venir a verte Sally. Alguien que desconfía de mi propia sangre. Yo a Mia la defenderé siempre; se que es una Malfoy pero estoy completamente seguro cuando digo que fue obligada. Sentenció un tanto tenso el vampiro mientras en sus pensamientos las palabras de la mujer resonaban. Quizá habría estado demasiado duro, o quizá las palabras inculpando a su hija le habrían dolido de más demasiadas circunstancias habrían irritado al italiano quién solamente llenaba su copa con un nuevo liquido antes de pensar sus siguientes palabras. — No puedo negar que quizá ella tenga inclinaciones oscuras; nunca la eh visto practicándolas, sin embargo necesito que confíes cuando te digo que no lo hizo a voluntad… necesito saber que confías en mi. Finalizó posando su mirada en la de la mujer.

Sus labios pausadamente se habrían resecado; como si este hubiese sido objetivo de algún hechizo. O tal vez eran los efectos del vodka hasta ese momento bebido, no sabía con exactitud lo que había pasado en esa fracción de segundo, sin embargo esperaba que no hubiese sido objetivo de algún hechizo Mortífago que hubiese grabado sus palabras, tal vez habría sido demasiado precipitado decir aquella situación en un escenario como en el que estaba. Pronto aquellos pensamientos terminaron por revelar que la mujer habría sido quién le había impedido decir con claridad las palabra, su mirada expectante habría sido el delator. Notó como la Dumbledore se acercaba extendiéndole su mano, para así el italiano por cortesía tomarla e incorporarse; sorpresivamente para él las delicadas manos de su acompañante rodearon el cuello del vampiro dejando así aquellos cuerpos tan cerca. Kris simplemente le tomó delicadamente de su cintura, para así lograr que los espectadores vieran una escena tan habitual como la de alguna pareja en romance, sin embargo la situación era completamente distinta pues complementaba las razones por las cuales habría de estar tan ocupada. Podía sentir la respiración de la Dumbledore por aquellos susurros, algo que en el cuerpo del vampiro no pasaba más desde hacia tanto tiempo, aunado al calor de un ser humano tan cerca de él. Las palabras de la mujer le invitaban a pasar a un lugar más privado, cosa que si hubiese sido otra persona quién se lo dijera en definitiva hubiese rechazado; sin embargo los temas que tenían entre dientes y la misma amabilidad de la dama hacían que los intentos por resistirse sucumbieran rápidamente, por lo que al instante con un movimiento de cabeza asintió. Apenas sintió como la mujer se separaba lentamente Kris volvió a tomar su copa que había dejado sobre la mesa del centro y así simplemente esperar a que la Dumbledore le guiara el camino. Unos instantes pasaron y como si los meseros tuvieran ya órdenes predispuestas la mesera Pamela, como habría escuchado que se llamaba comenzó a levantar las cosas que habrían pedido no hacía mucho. Tomó por completo su copa, sintiendo aquellos grados pasar por la garganta y así volver su mirada hacia la Dumbledore a quién tomó de la mano, no sin antes dejar su copa en la mesa. Muy pronto llegaron hasta una habitación, en la cual las primeras palabras que la definía sin dudar eran la elegancia y la calidez. El ojiverde paseó su mirada por la habitación, realmente le encantaba la manera de adornar aquella habitación. Los sofás hacia una medialuna dirigiendo así la mirada hacia el centro en donde una mesa parecida a la del exterior ya esperaba con la misma botella y las copas que habría dejado hacia unos instantes, aunado a que ahora la privacidad se hacía completa, tal que la música de las afueras apenas se dejaba escuchar muy tenuemente. De inmediato las palabras de Sally interrumpieron su recorrido, sonriendo ante lo escuchado. — No… no fui lo bastante astuto como para dejarles el trabajo tan fácil a los del Ministerio… sin embargo nunca pensé… bueno que el Ministerio estuviera trabajando en conjunto con los Mortífagos. Susurró esperando a que la mujer se sentara en uno de los sofás dobles que se encontraban en la habitación. Kris la secundó orientándose justo en la esquina del mismo para así tomar dentro del bote la misma botella y con unas pinzas tomar un par de hielos, los cuáles colocó sobre su copa, la cual se encontraba vacía, por lo que solo bastaron unos segundos para volver a prepararla; por alguna extraña razón la Dumbledore no habría tomado más que unos sorbos en el anterior lugar, por lo que dedujo que se encontraba bien. — Sinceramente no lo sé… tengo una hija es Malfoy… puede que la hayan obligado… Comentó el vampiro tomando su copa mientras acomodaba su espalda justo en el respaldo del sillón colocando sus manos extendidas por ambos lados, en du diestra donde tomaba su copa y a su zurda en donde un poco más enfrente se encontraba la mujer. Pronto su mirada se concentró en Pamela quién se habría quedado justo en la entrada a tomar los pedido que ambos pudiesen tener; sin embargo era algo que al vampiro no le agradaba. — ¿Puedes decirle a tu mesera que se puede retirar? Me pone de nervios que dos mujeres me miren. Bromeó el vampiro.

Kris solamente sonrió ante la respuesta de la mujer y es que a pesar de tener un palmarés amplio; lo que le agradaba de la mujer era que no quedaba nunca con simples formalismos cuando se encontraba con un amigo. Aunque aquella respuesta afirmaba lo que el vampiro habría insinuado. Y es que era verdad que el clima en rusa no alentaba la actividad, sobre todo teniendo en cuenta los grados bajo ceros que soportaban a diario pero, no justificaba el tomar una bebida tan excepcional por una causa tan absurda. El italiano solamente dejó su copa sobre la mesilla mientras se sentaba observando a su alrededor, y es que el tema que respondería la mujer no era algo fácil, e incluso su propia reputación dependería de ella. N o le era fácil mencionar aquél tema en un sitio en donde más magos se encontraban, sin embargo confiaba en que nadie se encontrara espiándolos. — Pues solamente mi libertad está en juego. Así que deberé decir que sí. Sonrió ante la pregunta y es que era uno de los temas por los que realmente habría cambiado la comodidad de su hogar. De inmediato tomó con su diestra su copa colocándola justo frente a sus labios, mientras sus ojos pasaban de un lado a otro a las espaldas de la mujer procurando que nadie se encontrara cerca, o siquiera escuchar parte de su conversación, aunque la música hacía su trabajo, apenas escuchando las respuestas de la Dumbledore. — Aquella noche Mey no fue la única que cometió errores. Respondió dando un gran sorbo a su copa, sintiendo el recorrido de aquella bebida pasar por su garganta. Era una bebida que hacía mucho no tomaba, y es que desde su nuevo acercamiento con sus hijas habría tratado de evitar los vicios; una convicción que lamentablemente habría roto en ese momento sin embargo no se arrepentía, ya que no muy seguido compartía una copa con una vieja amiga y por lo regular su soledad era siempre su fiel acompañante. — Por cierto ¿Dónde has estado últimamente? ¿O es que ahora Sally Dumbledore se dedica a ser mesera a tiempo completo? Preguntó bromeando.

La espera de lo que habría pedido en definitiva habría tardado más de lo usual, considerando la cercanía con la barra al parecer su posición no cambiaba en nada el servicio y es que a su alrededor el lugar se encontraba casi lleno y en el sonido de ambiente repetían constantemente aquellas reglas que el propio Ministerio habría hecho saber a toda la comunidad mágica ante los diversos ataques en contra del propio Ministro de Magia. Tal vez fue aquél comunicado lo que hizo que el castaño se encontrara un poco confundido como para ignorar la presencia de alguien a sus espaldas. — "He venido a ayudarte un poco." Fueron las últimas palabras que el castaño logró escuchar justo cuando una figura elegante se posaba frente al vampiro. Kris simplemente desvió su mirada de la pista de baile hasta la pequeña mesa frente a él en donde la mujer colocaba la botella en una pequeña cubeta de hielos en donde también se encontraba una pequeña botella con jugo de durazno y que en definitiva era una de las combinaciones favoritas del italiano. — Vaya... que la dueña del negocio venga a tomar en persona… ¿Debo tomármelo como un cumplido o como señal de que no quieres problemas dentro de tu negocio? Preguntó el castaño levantándose con un ágil movimiento y así darle su propio lugar para que se sentara. Mientras tanto él tomó aquella botella la cual ya se encontraba un poco más fría de lo requerido, aunque realmente sabía que aquella y cualquier bebida se disfrutaba más fría. Apenas con un trapo dentro de la misma cubeta comenzó a limpiar la misma y así abrirla finalmente tomando la primer copa para así servir la primera a su acompañante. — Los rusos son todos unos idi.otas… toman el Vodka para calentarse… yo prefiero hacerlo de otra forma ¿No crees?. Sentenció con una pequeña pero notable sonrisa sobre sus labios al momento que abría el jugo de durazno y finalmente llenar la copa de su compañera hasta llegar a tres cuartos. De inmediato tomó su copa y no tardó en repetir el proceso de igual forma. Luego el vampiro recordó que estaba aún mantenía aquellos carteles de búsqueda hacia el vampiro algo que habría avisado anteriormente a la misma Dumbledore; sin embargo no había tenido tiempo de intercambiar palabras desde entonces. — En fin… ¿Recibiste mi patronus de hace un tiempo? Preguntó con cierta curiosidad.

Nublados. Así habían sido los días desde hacía un tiempo prolongado en las calles de Londres. La causa de que el Gryffindor se encontrara en un día como aquél era el de visitar un negocio el cuál habría recibido demasiados elogios entre la comunidad mágica; él como propietario de un bar era extraño que visitara otro, sin embargo era la curiosidad o quizá el simple regocijo que era obtener un buen servicio el motivo por el cual se encontraba buscándolo. Poco a poco el sol se habría estado escondiendo y aquella suave brisa que habría estado soplando en conjunto con algunas gotas poco a poco cedía, lo que permitía cerrar aquel artefacto muggle que lo protegía de ser mojado: una sombrilla. De inmediato y a lo lejos por fin encontró su vista el letrero enorme tan luminoso y alegre el cuál diversas personas ignoraban. Kris simplemente sonrió ante aquella escena, el camuflaje perfecto en definitiva. Vestía aquella tarde-noche una gabardina que cubría por completo un sencillo conjunto a dos piezas que constaba de una camisa completamente lisa en color vino, así como un pantalón negro de vestir y un par de zapatos. Apenas el vampiro caminó hacia las puertas dobles, estas se abrieron, tal vez con algún artefacto de peso combinado con magia antes del trayecto a la entrada. Desde las afueras se escuchaba muy tenuemente como la música comenzaba a dar inicio, por lo cual el vampiro se preguntó si aquello no sería algo curioso para los muggles. Justo al entrar a un costado observó como varios percheros se encontraban. Un sofocante calor poco a poco impregnaba el ambiente y la gabardina que cargaba el Gryffindor en definitiva no le habría de ser más útil por lo que solo caminó hacia los percheros y quitándose la gabardina dejando así lucir su camisa en color vino la cuál al tener los primeros dos botones desabotonados dejaba entrever gran parte de su pecho en el cuál lucía aquel collar de oro en forma de fénix, así como sus dos esclavas en cada muñeca que lo diferenciaba como Patriarca de las familias Gryffindor y Stark. Sus pasos eran silenciosos y es que hasta aquél momento notó como el piso habría de ser cubierto por una elegante alfombra, por lo que simplemente se dirigió hasta el fondo pasando por entre la gente que poco a poco se dirigía al centro en donde la pista esperaba por los magos. Entre varios empujones por fin quedó libre la zona por donde pasaba hasta finalmente observar la barra y dirigirse a una mesa; realmente no esperaba a nadie sin embargo los sillones individuales se encontraban repletos ya; Kris disfrutaba de la compañía de la soledad casi a diario y aquella no sería una excepción. — Solo una copa… no… una botella de vodka. Susurró el vampiro luego de escuchar como una mesera se acercaba al vampiro quién simplemente cerró sus ojos por un instante esperando a que la mesera pronto volviera con su pedido; habría escogido una mesa cerca de la barra para evitar así largas esperas, algo que su experiencia en diversos bares le habría servido. Solo quería embriagarse y poder olvidar por completo sus responsabilidades aunque fuera solo por una noche hasta el amanecer, porque al día siguiente tendría que volver a su misma vida rutinaria.

— Apura Madeleine, no quiero tener que desquitarme con el vendedor, de que por tu culpa no alcancemos mi Aethonan… Espetó el castaño cruzado de brazos en la entrada de la mansión Gryffindor mirando constantemente su brazo zurdo en donde reposaba su reloj, era una tarde, un tanto nublada, y el sol en definitiva no era tan sofocante como otros días, en conclusión era un día perfecto para ir a comprar unas cuantas criaturas en la trastienda mágica. Realmente habría pensado bastante tiempo en adquirir un caballo volador, sin embargo no se habría dado la oportunidad como para hacerlo, hasta aquél día en que sus tiempos y la misma disposición de su hija abría la posibilidad de hacerlo. — ¿Lista?... vámonos… Sentenció el castaño observando a su hija Madeleine quién bajaba las escalinatas principales de la mansión Gryffindor. Kris simplemente sonrió de lado, al notar su notable prisa por bajar, ahora que su padre tenía tiempo para llevarla y así no ir en solitario a la tienda. Kris mantenía en su mente ya los animales que compraría y es que incluso en la misma mansión de los Gryffindor habría hecho un apartado para un tipo mini zoológico con el entorno perfecto para diversas bestias salvajes y otras más dóciles. Pronto la figura de los dos Gryffindor’s se desvanecían conforme una cortina de humo dorado envolvía ambos cuerpos Pronto la figura de ambos magos se comenzó a figurar frente a la tienda principal de criaturas mágicas y no mágicas, aunque vagamente había escuchado a su hija en una conversación en la que sinceramente no había prestado tanta atención que querría comprarse una cámara fotográfica mágica, lo cual prescindía de un nuevo viaje ahora a la zona de objetos. Inevitablemente tenía que acompañarla o serían más días perdidos, que sabía que su hija estaría dispuesta a perderlos por el solo hecho de molestar a su padre, quién debería de tener un buen comportamiento para con su hija si no quería perder más días. — Bien Made... anda a checar los animalillos, iré a hacer el papeleo de las mías… y después nos vemos aquí para ir por tu cámara., Por cierto, Marduk vendrá para transportar los animales, solo dale unos cacahuates, lo vuelven loco… Sentenció finalmente con una sonrisa en los labios caminando hasta la zona en donde se tomaban los diversos registros en los que sabía debía de llenar cuidadosamente en cuatro de ellas como máximo, aunque realmente venía por una en especial, no perdería la oportunidad de rellenar las fichas que se pudieran para así evitar regresar a comprar más animales para su pequeño zoológico que mantendría en los alrededores de la mansión; de la Gryffindor. De inmediato y con un tronar de dedos su elfo; Marduk apareció frente a ellos, sabía el motivo, puesto que antes habría hablado con él, su trabajo sería transportar las bestias hacia la zona que había sido ya designada para las criaturas en la Gryffindor. — Bien, buenas tardes… quiero comprar unas bestias a mi cuenta, claro está. Marduk, mi elfo se encargará de llevárselas por favor. Finalizó entregando con su zurda aquellos papelillos antes llenados para finalizar las compras. ****

Obviamente si acepto a Leya como mi descendiente. (Una más ). Y bueno pués nada, Elviscencio hoy tengo ganas de actualizar el árbol del topic On rol, así que lo haría, pero pasa que como está en "quote" los miembros esa cosa no lo puedo copiar D: En fin, solo eso, quería que me lo pusieras por la página que te dí la otra vez elviscencio Here Y ya me la pasas por MP o por acá si quieres (?) xDD Saludos tipejos

— Incaercerus. Musitó el castaño enviando desde la punta de su varita tres gruesas cuerdas a Sophie, las cuáles iban dirigidas directamente hasta la garganta, manos y pies, lo que harían era obvio, aprietarían fuertemente aquellas zona para que no pudiese decir absolutamente ninguna palabra, la de las manos pegaría ambas muñecas a los costados de sus piernas para que ésta no pudiese defenderse, y la última amarraría su pies juntandolos para que así ésta no pudiese salir caminando. Realmente era una lástima que sus compañeros no la hubiesen salvado, sin embargo así eran las cosas, una presa más para abaddon, en donde estaba seguro estaría un buen rato. — Es todo, no vendrán... Espetó el castaño negando con la cabeza al momento que caminaba recargándose en una de las paredes con los brazos cruzados.

El Patriarca Gryffindor yacía en su estudio, intentando concentrarse para seguir con algunos negocios que mantenía en el mundo muggle. Realmente no le gustaba aquellos planes burocráticos, sin embargo no tenía nada mejor que hacer en esos momento. Poco tiempo después de varios patronus, al parece provenientes de compañeros Fenixianos, le informaron que se encontraban en problemas, por lo que podría retirarse en apoyo. — Estoy aburrido... Espetó el castaño desapareciendo de la mansión Gryfindor, para de nueva cuenta aparecer frente a la edificación de los Granger. así de inmediato el castaño comenzó su andar por todo el camino, por donde la mayoría de los visitantes lo hacían, sin siquiera tocar una planta del jardín o de alguna cosa que no fuera el camino hacia la entrada. Kris vestía una camisa, pantalón y un par de zapatos, además de aquella luz que ocultaba su identidad. Una vez observó la edificación vislumbró a sus compañeros quiénes ya estaban frente a la mansión adentrándose a la planta baja, por lo que simplemente los siguió a la espera de que alguien viniera pronto.

— Que aburrido... Espetó el castaño mirando atento lo que pasaba. Realmente no había mucho por hacer ahora y solo bastaba esperar, su contrincante ahora se encontraba aprehensada. Kris observó atento lo que sucedía, realmente la captura habría terminado y solo esperaban a que los minutos pasaron para poder llevarse a la presa. Lyra se encontraba ya en manos de su compañera la cuál habría desaparecido ya con destino a la torre Fenixiana en donde la presunta mortífaga purgaría su sentencia como miembro fiel a la marca tenebrosa. así Kris simplemente volteó a sus costado observando como sus Altos Rangos ordenaban ya la retirada de aquel negocio con un saldo positivo. Kris simplemente quedó en silencio guardando su varita en sus bolsillos y así simplemente sonreír mientras sus pasos lo llevarían directamente hasta las calles, en donde se perdería entre todo la gente y así desaparecer no muy lejos del lugar. Ahora se encontraría en el cuartel con aquellos compañeros en espera de lo que fuera a suceder a continuación. http://i.imgur.com/fR2yc.png

— Liberacorpus Espetó el castaño apuntando a la mujer que aún colgaba[Lyra] ya completamente neutralizada, si no es que muerta. Así finalmente una vez que cayó al suelo su compañera Heliké podría llevársela sin temor a que ésta se pudiese defender. Kris simplemente escuchó el fuerte golpe en el piso, tal vez algunos cuantos huesos rotos tendría por el golpe, sin embargo su trabajo era mantenerla viva al menos para los interrogatorios en la cárcel Fenixiana. Kris simplemente observó la situación, no había más que hablar en aquellos momentos, el trabajo se habría completado ya. — Corpus Patronus De nuevo espetó para así apuntar directamente hacia enfrente y así de millones de hilillos una cóndor andino comenzó a materializarse frente a él. No había mucho más que hacer, por lo que animal simplemente quedó a un costado a la espera de que Kris le pudiera ordenar algo. De inmediato Kris simplemente esperó las ordenes de sus compañeros.

— Sectusempra Musitó el castaño apuntando directamente al animal de la mortífaga Lyra, un unicornio. Al parecer habría de ser un unicornio el cuál era el objetivo de su gran rayo verdoso. el rayo partió rapidamente con destino al animal el cuál inevitablemente poco pudo hacer para evitar que el rayo impactará en el cuerpo del animal el cuál simplemente soltó grandes gruñidos al comenzar a desangrar por el impacto de su rayo. Inmediatamente éste cayó en el suelo haciendo un ultimo movimiento para agonizar finalmente. — Incaercerus Espetó de nueva cuenta el castaño apuntando directamente a la mujer Lyra, las ordenes eran claras sus cuerdas impactarían su cuello para apretar tan fuerte que no le dejaría hablar, una más en su pies juntandolos par ano dejarle escapar y una final impactaría en sus manos de manera que estás se pegaran a los costados de sus piernas para que su varita apuntara hacia el suelo y no poder manipularla de manera correcta.

— Bien, pues hágamoslo... susurró el castaño quién se encontraba recibiendo información de parte de sus altos rangos, informándole que aquella noche tendrían un intento de captura. Inmediatamente el vampiro se levantó del sofá para así arreglar sus vestimentas. Solo una camisa y un pantalón era lo que llevaría para aquel ataque, nadamás. Una vez el Gryffindor partió hacia un negocio al parecer con apoyo mortífago. Apareció frente al negocio para así adentrarse al mismo ya con la clásica luz blanca en el rostro que ocultaba su verdadera identidad. Observó atento el interiór del negocio al cuál habría ingresado con sus compañeros. Habrían varios muebles de unos dos metros de masa total, además de varias estatuas que adornaban el lugar y diversos artefactos muggles. — ¿Llego tarde? Preguntó el castaño extrañado.

Kris observó en el cuarto donde se encontraban diversas pociones entre ellas una en particular que al notar por su olor, se trataba de una bebida mortal. Aquello le habría alarmado de más, ya que se encontraba muy bien escondida en un cofre escondido debajo de la cama. Inmediatamente lo tomó y lo guardó en su bolsillo derecho. — Creo que eh temrinado, tengo lo que buscaba. Susurró para sí mismo mientras se incorporaba de nueva cuenta, dio media vuelta en sí mismo y así partió hacia la salida, no sn antes acomodar las cosas que habría desordenado debido a su búsqueda. Pronto bajó las escalinatas y continuó hasta la sala en donde se encontraban sus demás compañeros. — Y finalmente no vinieron... — suspiró desilusionado.

— Morphos Susurró el castaño mientras apuntaba a una estatua que se encontraba a un costado. Inmediatamente ésta se transformó hasta convertirse en un oso pardo mediano el cuál inmediatamente fué frente al Gryffindor a la espera de las órdenes del castaño quién simplemente observaba a su alrededor. — Comare... ¿Podemos ir a estrenar alguna habitación? Preguntó bromeando el castaño mientras observaba a su alrededor, era más que obvio que los mortífagos no irían en defensa a su mansión. Kris simplemente suspiró al momento que entraban hacia la mansión. Kris inmediatamente ascendió por escalinatas hacia el primer nivel del castillo. Kris de inmediato observó como varias habitaciones se encontraban totalmente abiertos, Kris aprovecho para entrar y así comenzar su búsqueda.

La noche se encontraba en el clima más adecuado en los últimos días, un calor sorprendente dejaba al Gryffindor lucir sus mejores conjuntos. Aquella vez el castaño vestía una camisa de color vino la cuál al no tener abotonados los primeros dos botones, dejaba ver gran parte de su pecho en donde colgaba aquél collar de fénix en oro. Esta iba acompañada con un pantalón de color negro y unos zapatos del mismo color. Inmediatamente escuchó como un patronus lince de las nieves comenzaba a acercarse « Aime » Pensó de inmediato, mientras aquel animal le explicaba que el punto de reunión sería en la mansión de los Malfoy. — Excelente Susurró el castaño quién poco a poco desaparecía de las calles ya con aquella luz en el rostro ocultando su identidad, inmediatamente apareció en las afueras de la familia Malfoy, a la cuál entró caminando hasta por fin encontrarse con todos sus compañeros. — Hola chicos… — saludó con una pequeña sonrisa mientras empuñaba su varita hacia los costados.

Kris se encontraba ileso debido a intentos que el mortífago habría intentado hacer, sin embargo sus intentos de hechizos habrían sido nulificado, algo mal había hecho el enmascarado que lo habría marginado a atacar, sin embargo pronto todos sus hechizos comenzaron a impactar uno a uno en el cuerpo del enmascarado. Pronto observó como todas las bestias habrían impactado en el cuerpo del enmascarado, a parte de que las cuerdas lo habrían aprisionado de tal forma que se encontraba ya bien aprisionado, sin posibilidades de defenderse. — Listo... y de nuevo nadie sale a defender... Sentenció el vampiro al momento que observaba como sus compañeros hacían su parte cada quién, el líder les habría ordenado ya hacer la retirada, por lo que el Gryffindor quedaría para verificar que el último se fuera. Uno a uno hizo su desaparición, por lo que el castaño simplemente bajó hasta la primer planta, y así caminó a las afueras del castillo e inmiscuirse hasta las calles en donde desapareció en una fina neblina dorada. http://i.imgur.com/GNrx0.png

— Incáercerus Musitó el Gryffindor y esta vez tres gruesas cuerdas partieron hacia -Eterno Triviani Black con objetivo hacia los pies, para no dejarle escapar, sus manos, para no dejarle apuntar. al apretar fuertemente sus muñecas para colocar sus manos por detrás, siempre apuntando al piso y la ultima finalmente en su garganta lo que le haría al apretar tan fuerte que ninguna palabra dejar escapar. Adicionalmente su rinoceronte comenzó a inmiscuirse por el cuarto destrozando diversos muebles, hasta finalmente colocarse detrás del objetivo y atacar mortalmente a -Eterno Triviani Black. Sus tre cuerdas se encontraban ya de camino por lo que realmente estaría en serios problemas amarrado. — Expelliermus susurró y al igual que su anteriór hechizo, un rayo verde hacia -Eterno Triviani Black viajaría los 4 metros que separaban al Gryffindor con el mortífago. Este hechizo lo que haría era ir en dirección de la mano donde sostenía la varita, para que así la varita volará tres o cuatro metros hacia atrás cayendo debajo de una cama, por lo que tendría que estar a gatas para conseguirla. Inmediatamente su cóndor voló por la habitación para así atacar dando arañazos y picotazos siempre a espaldas a -Eterno Triviani Black, evitando que interceptara rayos de sus compañeros. Tendría que obtener su varita, primero antes de defenderse.

— Morphos Susurró por primera vez, ésta vez apuntando directamente en un estante de unos dos metros por dos, teía una gran masa lo que le ayudó a transformarse en un rinoceronte mediano ya con su cuerno el cuál estaría dispuesto a matar a quien se le interpusiera en frente. « Prótegeme » fueron también las palabras de Kris, quién solo observaba a su acechor. — Corpus Patronus Dijo y de su varita partieron millones de hilillos plateados los cuáles pronto se e fueron transformando en un cóndor adulto el cuál al transformarse empezó a sobrevolar por sus cabezas. « Protégeme » Fueron las palabras del castaño aquél cóndor iría dando vueltas a no más de un metro por encima de su rostro, el cuál tenía toda la intención de bajar en picada al notar cualquier peligro que notara.