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Monica Malfoy Haughton

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Todo lo publicado por Monica Malfoy Haughton

  1. Era el primer día tras la reapertura del Atrium y Moira estaba mucho más que nerviosa. Su hermana mayor había trabajado en el mismo negocio hacía ya casi diez años y siempre le había dicho que era un lugar muy exclusivo. Laia había conocido allí al ministro de magia de aquel entonces y a otros personajes famosísimos con los que incluso se había tomado algún retrato que aún mantenía guardado con cariño. Cuando el primer cliente en de aquella mañana entró fue recibido por una enorme sonrisa en los labios de la atractiva bruja rubia. Se movió con gracia tras el mostrador, sus movimientos eran naturales, pero gracias a las curvas de su cuerpo lograba darle un aspecto bastante sexual a cada gesto que hacía. No lo hacía queriendo, era un encanto que poseía de manera innata y posiblemente por eso le había resultado tan sencillo ganar aquel puesto al resto de personas que habían postulado para él. - Bienvenido al Atrium Stratus, cabellero – saludó a @ Datura . Su voz era suave y melodiosa, casi un canto-. ¿En qué podemos servirle? – cuando el mago respondió su pregunta ella giró varias veces un conjunto de esferas de cristal que tenía sobre el mostrador y estas cambiaron sutilmente de color; de esa forma se comunicaba con el restaurante, donde ya estarían preparando su mesa-. Pase por favor, continúa hasta el final de este pasillo y mis compañeros le indicarán su lugar. Inmediatamente e incluso antes de que el primer cliente hubiera seguido sus indicaciones, una segunda muchacha pasó al recibidor. Moira levantó la vista y volvió a sonreír. - ¡Bienvenida, señorita @ Luna Gryffindor Delacour ! Mesa para uno, ¡a la orden! – volvió a mover las esferas de nuevo, aunque esta vez solo las giró una vez de forma que el color fue notablemente diferente y Sebastián sabría lo que necesitaba pues al final, la primera y la segunda mesa serían solo una-. ¿Sería tan amable de seguir a este caballero? Ambos sigan hasta el final del pasillo, por favor. **** - Su whiskey de fuego, señorita – Luca se movía con gran agilidad a pesar de llevar la bandeja sobre una sola mano-. Aquí tiene el suyo, señor – hizo una leve reverencia a ambos, de forma servicial, y se alejó, aunque poco después vio como a lo lejos le hacían una petición a Clara, esta vez para algo de picoteo y el resto de la botella con el mismo contenido que habían pedido por separado. Había llegado una tercera integrante al grupo (@ Ada Camille Dumbledore ), lo que hizo que la jovencísima camarera se acercara rápidamente con un platillo de frutos secos, otro con varios minibocadillos y la botella que habían solicitado.
  2. Quizás si Mefistófeles simplemente hubiera seguido el tono que acababa de usar Mónica con la hija de ambos, esta se hubiera quedado algo conforme con las explicaciones que se le estaban dando, pero en vez de eso, Emma había sentido en las palabras de su padre cierto tono de desafío ¿La estaba regañando? Esa pregunta de pronto inundó su mente y es que, aunque a ninguno de los presentes le gustara la idea, lo cierto era que padre e hija no se conocían como era debido. No llegó a responder a lo que había dicho y Mónica decidió no volver a interceder entre ambos. De pronto el parecido que ambas tenían se hizo mucho más notable cuando, sin esperarlo, vieron al Evil acercarse a donde se encontraban. Los ojos de ambas lo siguieron hasta que lo tuvieron delante y se sentó a la altura de la más joven, quedando también no muy lejos de la madre de esta para volver a hablar. - Si es cierto que vas a quedarte tendremos mucho tiempo para disfrutar – Emma se encogió de hombros. Era algo soberbia, demasiado para su edad, y aunque estaba deseando compartir momentos con el recién llegado, a este aún le quedaba mucho que demostrarle o más bien, ganarse-. Hoy tengo una fiesta y voy a estar ocupada – finalizó con un leve tono de ironía a la vez que se levantaba del suelo y besaba la mejilla de su padre. El beso fue fugaz, pero para Emma había sido un paso importantísimo. De hecho, había rodeado los hombros de Mefistófeles y en su cabeza había hecho una medición exacta de estos, como si de pronto él volviera a marcharse y tuviera que memorizarlo. Hizo lo mismo con su olor, aunque este no lo había olvidado nunca. Después de aquel gesto se volvió hacia Mónica y pasó la yema de sus dedos sobre el rostro de esta de la misma forma que ambas se lo hacían para demostrarse que todo estaba bien. - ¿Puedo irme? – preguntó-, quiero ver como va la fiesta. Aún no he saludado a nadie. Recibió la aprobación de la Malfoy y rápidamente se dirigió a la salida, no sin antes volver la mirada solo un instante hacia sus padres. No recordaba haberlos visto juntos demasiadas veces y las que conseguía recordar habían comenzado a disiparse de su memoria. Hasta aquella noche. Cuando la puerta se cerró tras la salida de la adolescente, un silencio incómodo invadió la biblioteca. Mónica no miró a Mefistófeles de inmediato si no que se quedó observando el lugar por donde su hija se había marchado preguntándose lo que esta tendría en la cabeza y si realmente estaba bien como le había querido dar a entender con su último gesto. En el fondo sabía que estaba confusa, pero también tenía la certeza de que, pese a su seriedad y formas poco convencionales, estaba tremendamente feliz. - ¿Dónde te quedarás mientras estés en Londres? – ella tampoco estaba convencida de que se fuera a quedar demasiado tiempo. Mientras decía eso se había puesto en pie, sin mirarlo y había caminado hacia las estanterías en las que algunos libros se habían caído para comenzar a recogerlos y colocarlos en sus lugares-. Si quieres puedes quedarte en el castillo, así podrás pasar más tiempo con Emma mientras está de vacaciones. @ Mefistófeles Evil.
  3. Hola bonita! Muchas gracias por pasarte e inaugurar la firmería, sobre todo por confiar en mi sin haber visto una galería de ejemplos xDDD Tengo todas las firmas desperdigadas y en fin... Me olvidé(?) La imagen que me has dejado es un poco pequeña y me limita un poco el trabajo, sea como sea he intentado hacer lo mejor posible. No me has dicho como querías el avatar, así que he hecho uno con cada uno. Personalmente me gusta más el de Draco, pero por si acaso aquí tienes los dos. Además si es posible la próxima vez recuerda dejarme el link de la imagen. Un besito! 🥰 https://i.imgur.com/4nn6uiW.png https://i.imgur.com/gr7PONJ.png https://i.imgur.com/HvIr3Mi.png @ Luna Gryffindor Delacour
  4. ¡Habemus firmería! 

     

    1. Crazy Malfoy

      Crazy Malfoy

      Genial, por si alguno busca dónde están estas cosas gráficas, es en el club de firmerías y diseño:  https://www.harrylatino.org/forums/forum/584-firmerías/

    2. Monica Malfoy Haughton

      Monica Malfoy Haughton

      Gracias, caballero. Mi link no había salido bien xD

  5. Bienvenidos a todos a mi humilde firmería, donde intentaré, en la medida de mis reducidas posibilidades (xD) realizar los diseños que me pidáis y no morir en el intento. Mi experiencia con photoshop, aunque larga en el tiempo, no es profesional así que espero que si decidís pedirme algún diseño alguna vez os guste lo que resulte de mi trabajo. Antes de continuar y dejar ciertas normas de convivencia, voy a comentaros algo que creo super importante a la hora de hacer un pedido de firma o de cualquier otra cosa con una imagen base. Todos habéis visto que al buscar por internet nos encontramos con imágenes grandes y pequeñas, de mayor o menor calidad ¿verdad? Bien, pues a la hora de diseñar lo más importante es básicamente la calidad y el tamaño del gráfico. Si vemos una imagen que nos encanta pero su calidad no es buena, el trabajo que resulta, por mucho que nos guste la foto, no va a ser bueno. Para eso la imagen debe tener una resolución alta y, si además es una imagen grande, mucho mejor. El tamaño es secundario, pero la resolución es super importante. Así que dentro de mi posible trabajo es importantísima vuestra elección. Dicho esto, si alguien tiene alguna duda sobre alguna imagen puede consultarme por aquí mismo antes de dejar su pedido. N o r m a s ⚜ Antes de realizar un pedido ten en cuenta que mi pago, además del agradecimiento, es tu rol. Tras realizar tu solicitud debes realizar un rol de entrada en mi negocio tras el cual tomaré como aceptado tu pedido y, cuando te haga la entrega del pedido, deberás realizar mínimo otro rol de despedida que tomaré como agradecimiento. Es decir, mi pago son dos (2) roles en el Atrium Stratus como mínimo, pero si haces alguno más también te lo agradeceré (xD). ⚜Puedes hacer los dos roles antes de la entrega o uno antes y otro después de la entrega, pero si alguna vez te entrego un trabajo y no dejas tu segundo rol, lo tomaré como falta de pago y no volveré a aceptar un pedido tuyo. ⚜ Mi negocio es este: ~Atrium Stratus~. Aquí dejarás tus roles con la temática del negocio y no con nada de la firmería. ⚜Cerraré la firmería temporalmente cada vez que los pedidos se acumulen más de la cuenta, esto con el fin de no haceros esperar en las épocas que tenga poco tiempo o cuando tenga mucho trabajo pendiente. Tened en cuenta que tengo un trabajo fuera además de familia que atender, así que os pido un poco de paciencia para los pedidos. Intentaré, aún así, ser lo más rápida posible a la hora de las entregas. ⚜No acepto pedidos sin grafico. En mi primera firmería aceptaba solicitudes con descripciones del personaje y yo buscaba imágenes, pero actualmente mi tiempo es mucho más reducido y no puedo permitirme algo así. ⚜ Me reservo el derecho de rechazar un pedido si la imagen o gráfico que me traigas no es de buena calidad. No me gusta entregar cosas mal hechas y no lo voy a hacer. Si tengo que rechazar un trabajo te explicaré los motivos y exclusivamente si tengo alguna imagen similar en mi galería, te la propondré. Si no, tendrás que buscar otra imagen y volver a postear la ficha completa. ⚜Todos los pedidos deben llevar autocompletada la siguiente ficha: Para firmas Imagen: (dejar link, por favor) ¿Quieres avatar a juego? Tamaño de la firma: Aproximadamente, puede variar ligeramente en función del grafico que me dejes. Texto: Puedes agregar tu nombre o frase preferidas, y si lo prefieres puedes dejar la firma sin texto. Los avatares irán sin texto. Comentarios: Puedes dejarme preferencias o si tienes algo en mente que pueda tener en cuenta a la hora del diseño, pero ten en cuenta que trabajaré con lo que mis conocimientos e inspiración me permitan. Banner y otros carteles Forma: ¿Solo texto o con imagen? (dejar link, por favor) Imagen, en caso de llevarla: Colores, en caso de no llevar imagen: Texto o textos: Numero de Carteles: Observaciones: Explícame si es el banner inicial de una ficha o negocio o si es un conjunto de carteles y para qué. Ten en cuenta que mientras más detalles puedas darme, más podrá acercarme a lo que buscas. ¡Muchas gracias a todos!
  6. Era la primera vez que usaba tacones y aunque no le parecían nada cómodos, parecía que llevaba toda su vida caminando sobre ellos. Solo dio un pequeño traspiés cuando, tras aparecer del brazo de su padre, tuvo que volver a caminar. No sabía el motivo, pero había detestado cada una de las veces que había tenido que aparecerse y se preguntaba si aquella terrible sensación desaparecería cuando pudiera hacerlo ella misma o si sería igual siempre. Tras abrir los ojos y encaminarse los dos juntos, se mantuvo agarrada del brazo de Mefistófeles. - Odio aparecerme – musitó en voz baja. Llevaba el pelo totalmente suelto. Su madre le había peinado la larga melena marcándole graciosamente las hondas que ya poseía por lo que la cascada de cabello cobrizo caía hasta mucho más allá de sus aún pequeñas caderas, mezclándose con las dobleces de su ropa. Se había puesto un vestido cuya manga, de una fina tela vaporosa, le llegaba a la mitad del brazo y le cubría la parte superior del torso. Tenía un adorno floral por encima de la cintura, justo debajo del busto, y la falda, aunque era amplia, no era demasiado larga por lo que podía caminar sin peligro de tropezarse. Los zapatos eran de delgadas tiras, del mismo color gris verdoso que el vestido. - Si nos sentamos tan lejos no podremos ver casi nada – se quejó, aunque tomó asiento junto a su padre-. ¿Quiénes son los novios, papá? Creo que no conozco a nadie – mientras hablaba, recorría curiosamente los rostros de los invitados que, como ellos, empezaban a buscar los lugares que ocuparían durante la ceremonia, pero no encontró a nadie conocido. - Esto será aburrido – dijo totalmente convencida, reclinando y apoyando su cuerpo sobre el respaldo del asiento-. ¿Y estás seguro de que mamá vendrá? – le cuestionó. Emma sabía que a su madre no le gustaba nada aquel tipo de eventos, mucho menos si se trataba de una boda. Había ido a la de sus tíos, Ludwig y Cillian, porque eran sus hermanos, pero Emma estaba segura que de no haberse tratado de ellos y de que se había celebrado en su propia casa, Mónica no hubiera ido. @ Mefistófeles Evil.
  7. 1.- Link del tópico de la ficha del o los dueños y links a sus respectivas bóvedas personales: Mónica Malfoy Haughton | Bóveda Nº 82974 Cillian Haughton | Bóveda Nº 101616 Ludwig Malfoy Haughton | Bóveda Nº 78306 2.- Link del tópico de registro del negocio aprobado: Registro Nº 117645 3.- Link del local aprobado: Local Nº 117646 4.- Link de las familias del o los propietarios: Familia Malfoy Familia Dumbledore Familia Haughton 5.- Link de la bóveda de las familias del o los propietarios: Bóveda de la familia Malfoy Bóveda de la familia Dumbledore Bóveda de la familia Haughton
  8. Atrium Stratus Restaurante, bar y hotel. Propietarios Cillian Haughton, Mónica Malfoy Haughton y Ludwig Malfoy Haughton Descripción: Para llegar al Atrium Stratus hay que pasar junto al gran Banco Mágico de Gringotts y llegar casi al final del callejón Diagón, donde también se encuentra la estrecha entrada hacia el callejón Nockturn. El Local se sitúa en la esquina de ambas calles y tiene dos plantas donde la piedra negra se levanta hasta el primer piso y desde donde continua un muro similar a la caliza que refleja los rayos del sol las primeras horas de la mañana. El edificio está algo ladeado por el tiempo, pero también bien iluminado y pulcro en cuya fachada un letrero dorado y de elegantes letras anuncia el nombre del negocio. Desde el exterior puede parecer un negocio más; las cristaleras que forman la entrada sustituyen buena parte de la fachada principal haciendo que el hall quede a la vista de todo el mundo. Al entrar, un par de sillones orejeros con sus respectivas mesitas de té y una recepción escasamente decorada da la bienvenida al que decida visitar el famoso Atrium Stratus. Justo detrás de la barra de recepción, situada al final de aquella primera estancia, se encuentra una doble escalera de mármol blanco que sube al primer piso y baja al sótano perdiéndose la vista de quien las transita, y a la derecha de las escaleras, un pasillo perfectamente iluminado por preciosas lámparas de araña de relucientes cristales invita a pasar hacia el interior. El ya mencionado pasillo no es muy largo y se abre gracias a un gran arco de escayola que anuncia su final. Más allá, el bar y restaurante espera con un sutil y agradable hilo de música a sus comensales; las paredes son totalmente blancas mientras que el resto del mobiliario es de caoba. Todas las mesas están siempre listas para ser servidas, decoradas con un delicado mantel beige en cuyo filo tienen un finísimo bordado en oro con el logotipo del negocio en cada esquina. Los cubiertos son dorados y el suelo, negro como el ébano, está siempre tan limpio y cuidado que te devuelve el reflejo casi como si fuera un espejo. La planta del restaurante tiene forma cuadrangular y aunque sea una zona interior, hay grandes ventanales encantados a cada lado de la estancia que imitan dar al exterior, cambiando lo que se ve dependiendo de la hora y el tiempo que haga en el fuera del local. La barra está situada justo frente al arco de escayola por el que se accede, por lo que el empleado que se encuentre en ella siempre podrá ver a los clientes que lleguen al restaurante. Los camareros y empleados siempre están atentos, por lo que es muy extraño que si acabas de llegar, tarden más de un par de minutos en atenderte. Detrás de la barra un largo bar compuesto únicamente de encimeras y repisas se cristal permanece bien iluminado gracias a pequeños focos de luz blanca que permiten mostrar la variedad infinitas de bebidas que se ofrece, así como algunos aperitivos con los que acompañarlas si te apetece. A la derecha del todo, una puerta da acceso a un office desde donde se puede acceder también a las cocinas, situadas justo debajo del restaurante. A la izquierda de la barra, por el contrario, se encuentra la entrada a los aseos cuya única puerta, robusta y de color oscuro, custodia una zona íntima para cada genero con todas sus necesidades. Primera planta, subiendo a través de las escaleras principales. Si algo hace especial al Atrium Stratus es que da prácticamente todos los servicios necesarios a alguien que acaba de llegar a Londres. Subiendo la serpenteante escalera de mármol te encontrarás con un largo pasillo decorado con cuadros de personajes ilustres y candelabros que, colgados en las paredes, mantienen una buena iluminación en todo el recorrido. Doce puertas, seis a cada lado, son las entradas a cada una de las habitaciones principales que componen el renombrado hotel y que, cada cierto tiempo, cambian su decoración para hacer la experiencia de sus visitantes totalmente únicas. Habitaciones individuales, dobles o con grandes camas adoseladas permiten que cada cliente pueda tener el lugar que necesiten o prefieran. Cada habitación, por supuesto, cuenta con un baño privado. Sótano, bajando a través de las escaleras principales. Posiblemente el lugar de más difícil acceso pues al descender hasta el último escalón, una gruesa puerta de madera permanece cerrada para quien no sepa exactamente como acceder a ella. No tiene pomo, únicamente una cerradura doble que puede abrirse solamente con el par de llaves que tienen sus propietarios. Tras entrar, un tenue pasillo, esta vez bastante reducido, permite caminar hasta tres puertas diferentes que generalmente también permanecen cerradas y dan acceso a los despachos de cada uno de los empresarios que componente la sociedad. Empleados: Moira: Recepcionista. Es una mujer atractiva y carismática, de unos treinta años y con una melena rubia repleta de rizos que caen graciosamente sobre sus hombros. Tiene gafas, pero eso no le impide mirarte a través de unas largas pestañas casi albinas que enmarcan unos intensos ojos azules. Tiene una hilera de perfectísimos dientes blancos y un lunar junto a la comisura derecha que le dan el aspecto de una modelo de revista. Sebastian: es un hombre maduro, de unos cuarenta y pocos años con una calva incipiente que se empeña en cubrir con un peinado algo ridículo. Tiene la piel apiñonada, la nariz grande y aguileña y unos ojos grandes y alegres que le cubren la mitad de la cara. Es un hombre amable, siempre dispuesto y suele encontrarse en la barra del restaurante. Marco y Luca: Gemelos, camareros e Italianos. Son alegres y bromistas, de unos veinticinco años, aunque muy profesionales en su trabajo. Son sorprendentemente altos y de piel canela, de ascendencia latina. Mientras Marco mantiene una media melena preciosa y castaña, Luca lo tiene corto y teñido de un rubio casi molesto. Les gusta cantar y, quien los conoce, sabe que tienen cierta maña por los juegos de azar y el dinero. Clara: Es la camarera más joven del negocio e hija de Sebástian. No tiene más de veintidós años y es muy delgada y bajita. Es quizás demasiado seria para su edad y está enamorada de Marco, por lo que no es rara verla distraída o teniendo algún que otro accidente no muy grave por el restaurante. Tiene una larga melena negra y su piel es pálida, aunque de buen aspecto. Señora Smith: es la encargada de la limpieza del hotel y la más callada. No se relaciona demasiado con el resto de la plantilla aunque tiene cierta debilidad por Clara, con la que se le puede ver de cháchara muchas veces. Es bajita y regordeta, con el pelo corto, gris y siempre muy bien peinado. ⚜ La recepción y el restaurante se encuentran en constante comunicación gracias a un artilugio compuesto de varias esferas mágicas que, según sus giros, indican comensales y peticiones. Topic de Afiliados: Registro de Negocio Nº 117645 Bóveda del Negocio: Bóveda Nº 117647 Asociado: Firmería del Atrium (Pasa por aquí si quieres tus diseños)
  9. Nombre del Negocio: Atrium Stratus Nombre de los propietarios: Cillian Haughton, Mónica Malfoy Haughton y Ludwig Malfoy Haughton Rubro al que se dedicará: Hostelería. Restaurante, bar y hotel. Descripción: Para llegar al Atrium Stratus hay que pasar junto al gran Banco Mágico de Gringotts y llegar casi al final del callejón Diagón, donde también se encuentra la estrecha entrada hacia el callejón Nockturn. El Local se sitúa en la esquina de ambas calles y tiene dos plantas donde la piedra negra se levanta hasta el primer piso y desde donde continua un muro similar a la caliza que refleja los rayos del sol las primeras horas de la mañana. El edificio está algo ladeado por el tiempo, pero también bien iluminado y pulcro en cuya fachada un letrero dorado y de elegantes letras anuncia el nombre del negocio. Desde el exterior puede parecer un negocio más; las cristaleras que forman la entrada sustituyen buena parte de la fachada principal haciendo que el hall quede a la vista de todo el mundo. Al entrar, un par de sillones orejeros con sus respectivas mesitas de té y una recepción escasamente decorada da la bienvenida al que decida visitar el famoso Atrium Stratus. Justo detrás de la barra de recepción, situada al final de aquella primera estancia, se encuentra una doble escalera de mármol blanco que sube al primer piso y baja al sótano perdiéndose la vista de quien las transita, y a la derecha de las escaleras, un pasillo perfectamente iluminado por preciosas lámparas de araña de relucientes cristales invita a pasar hacia el interior. El ya mencionado pasillo no es muy largo y se abre gracias a un gran arco de escayola que anuncia su final. Más allá, el bar y restaurante espera con un sutil y agradable hilo de música a sus comensales; las paredes son totalmente blancas mientras que el resto del mobiliario es de caoba. Todas las mesas están siempre listas para ser servidas, decoradas con un delicado mantel beige en cuyo filo tienen un finísimo bordado en oro con el logotipo del negocio en cada esquina. Los cubiertos son dorados y el suelo, negro como el ébano, está siempre tan limpio y cuidado que te devuelve el reflejo casi como si fuera un espejo. La planta del restaurante tiene forma cuadrangular y aunque sea una zona interior, hay grandes ventanales encantados a cada lado de la estancia que imitan dar al exterior, cambiando lo que se ve dependiendo de la hora y el tiempo que haga en el fuera del local. La barra está situada justo frente al arco de escayola por el que se accede, por lo que el empleado que se encuentre en ella siempre podrá ver a los clientes que lleguen al restaurante. Los camareros y empleados siempre están atentos, por lo que es muy extraño que si acabas de llegar, tarden más de un par de minutos en atenderte. Detrás de la barra un largo bar compuesto únicamente de encimeras y repisas se cristal permanece bien iluminado gracias a pequeños focos de luz blanca que permiten mostrar la variedad infinitas de bebidas que se ofrece, así como algunos aperitivos con los que acompañarlas si te apetece. A la derecha del todo, una puerta da acceso a un office desde donde se puede acceder también a las cocinas, situadas justo debajo del restaurante. A la izquierda de la barra, por el contrario, se encuentra la entrada a los aseos cuya única puerta, robusta y de color oscuro, custodia una zona íntima para cada genero con todas sus necesidades. Primera planta, subiendo a través de las escaleras principales. Si algo hace especial al Atrium Stratus es que da prácticamente todos los servicios necesarios a alguien que acaba de llegar a Londres. Subiendo la serpenteante escalera de mármol te encontrarás con un largo pasillo decorado con cuadros de personajes ilustres y candelabros que, colgados en las paredes, mantienen una buena iluminación en todo el recorrido. Doce puertas, seis a cada lado, son las entradas a cada una de las habitaciones principales que componen el renombrado hotel y que, cada cierto tiempo, cambian su decoración para hacer la experiencia de sus visitantes totalmente únicas. Habitaciones individuales, dobles o con grandes camas adoseladas permiten que cada cliente pueda tener el lugar que necesiten o prefieran. Cada habitación, por supuesto, cuenta con un baño privado. Sótano, bajando a través de las escaleras principales. Posiblemente el lugar de más difícil acceso pues al descender hasta el último escalón, una gruesa puerta de madera permanece cerrada para quien no sepa exactamente como acceder a ella. No tiene pomo, únicamente una cerradura doble que puede abrirse solamente con el par de llaves que tienen sus propietarios. Tras entrar, un tenue pasillo, esta vez bastante reducido, permite caminar hasta tres puertas diferentes que generalmente también permanecen cerradas y dan acceso a los despachos de cada uno de los empresarios que componente la sociedad. Empleados: Moira: Recepcionista. Es una mujer atractiva y carismática, de unos treinta años y con una melena rubia repleta de rizos que caen graciosamente sobre sus hombros. Tiene gafas, pero eso no le impide mirarte a través de unas largas pestañas casi albinas que enmarcan unos intensos ojos azules. Tiene una hilera de perfectísimos dientes blancos y un lunar junto a la comisura derecha que le dan el aspecto de una modelo de revista. Sebastian: es un hombre maduro, de unos cuarenta y pocos años con una calva incipiente que se empeña en cubrir con un peinado algo ridículo. Tiene la piel apiñonada, la nariz grande y aguileña y unos ojos grandes y alegres que le cubren la mitad de la cara. Es un hombre amable, siempre dispuesto y suele encontrarse en la barra del restaurante. Marco y Luca: Gemelos, camareros e Italianos. Son alegres y bromistas, de unos veinticinco años, aunque muy profesionales en su trabajo. Son sorprendentemente altos y de piel canela, de ascendencia latina. Mientras Marco mantiene una media melena preciosa y castaña, Luca lo tiene corto y teñido de un rubio casi molesto. Les gusta cantar y, quien los conoce, sabe que tienen cierta maña por los juegos de azar y el dinero. Clara: Es la camarera más joven del negocio e hija de Sebástian. No tiene más de veintidós años y es muy delgada y bajita. Es quizás demasiado seria para su edad y está enamorada de Marco, por lo que no es rara verla distraída o teniendo algún que otro accidente no muy grave por el restaurante. Tiene una larga melena negra y su piel es pálida, aunque de buen aspecto. Señora Smith: es la encargada de la limpieza del hotel y la más callada. No se relaciona demasiado con el resto de la plantilla aunque tiene cierta debilidad por Clara, con la que se le puede ver de cháchara muchas veces. Es bajita y regordeta, con el pelo corto, gris y siempre muy bien peinado. Afiliados: Sí. Criaturas: - Objetos: - Elfos: - Nick con link a tu ficha de personaje: Mónica Malfoy Haughton, Cillian Haughton, Ludwig Malfoy Haughton Link a la ficha de tu familia. Mónica y Ludwig [Bóveda de la familia Malfoy] Cillian [Bóveda de la familia Dumbledore] Común [Bóveda de la familia Haughton] Link a la bóveda de tu negocio: Bóveda Nº 117647 Link al local del negocio: Local Nº 117646 del Callejón Diagón
  10. A pesar de su edad, Emma no era una persona manipulable o fácil de convencer cuando algo había anidado en su mente. Era de ideas fijas, terca como su madre y con la misma rapidez mental que su padre y era quizás esa extraña mezcla de personalidades la que la hacían especialmente vulnerable a caer en bucles mentales de los que le costaba salir. En eso se parecía a cualquier adolescente vulgar, pero ella llevaba sus pensamientos a otro nivel, retorciéndolos hasta convertirlo en casi realidades indiscutibles para nadie. La joven pelirroja ladeó la cabeza y frunció el ceño de manera expresiva mientras escuchaba a Mefistófeles. Mostraba interés y su rostro dejaba entrever la desconfianza en ciertos momentos, aunque en otros parecía estar convencidísima de lo que el demonio le explicaba. Ella no era tonta, sabía que su condición era totalmente distinta a la de Mónica, quizás similares en algunos puntos, pero mayormente diferente ¿Eran causadas esas diferencias por su padre? Sentía que no era igual a la matriarca Haughton, pero lo que lograba captar de él también era diferente a lo el resto de personas le transmitían ¿De qué empresa hablaba? - Mi madre hubiera matado a quien fuera con tal de no separarse de mi – aseguró fehacientemente. Había rodeado una de las piernas de la mayor con su brazo y se mantenía pegada a ella. A Mónica le resultó gracioso escucharla decir aquella frase, no porque fuera mentira, si no porque era algo que ella misma le había repetido constantemente desde que era pequeña. Era totalmente real, por supuesto, pero estaba segura de que nadie en su sano juicio, conociéndola, intentaría algo similar-. Tú preferiste irte sin decirme nada. Emma resopló y la ex-mortífaga supo inmediatamente que Mefistófeles no estaba consiguiendo calar con sus palabras en la mente su hija por lo que decidió entrar en acción. Ella la conocía infinitamente mejor y sabía que aquella conversación, por aquel camino, traería consigo preguntas que el Evil no podría o no querría responder aún. De hecho, la idea de que Emma supiera las condiciones de ser hija de quien era, era algo que a la bruja tampoco le hacía ni pizca de gracia y así se lo había hecho saber al que fuera su esposo hacía ya casi quince años. - A ver – se reclinó sobre el asiento y apoyó las manos en los hombros de la menor-, es un poco más complicado que eso, aunque ahora mismo no lo entiendas – la acarició cariñosamente-. Mef… tú padre, tiene ciertas responsabilidades que no puede delegar. Por supuesto que yo mataría a cualquiera que quisiera separarte de mí, pero también sabes que en muchas ocasiones he realizado viajes en los que me he ausentado por algún tiempo. - Pero me escribías – la atajó inteligentemente. - Es cierto, te escribía – sonrió y lanzó una mirada de reproche a su ex; realmente le ponía difícil una explicación que fuera válida-, pero las personas a veces no pueden hacer lo que realmente desean. Cuando tú estás en Hogwarts te gustaría venir conmigo a muchos lugares y no puedes hacerlo por mucho que lo desees ¿verdad? No es que no quieras acompañarme o que yo no quiera que lo hagas, es que sencillamente no podemos hacer lo que nos de la gana. Notó cierto brillo en los ojos de la adolescente que le indicaron que había comenzado a cambiar alguna idea en su mente, pero sabía que Mefistófeles tendría un largo camino por delante hasta poder ganarse la confianza de su hija. - De hecho… - hizo una pausa y se mordió el labio meditando como decir lo que iba a decir a continuación-, lo más probable es que tu padre vuelva a ausentarse durante algún tiempo, en algún momento – Emma se giró bruscamente hacia el hombre y sus ojos centellearon con cierta peligrosidad-. Pero tranquila, serán solo momentos puntuales, temporadas, pero siempre volverá ¿No es cierto? – le preguntó Mónica al pelinegro. - Entonces… ¿No te quedarás? – añadió rápidamente Emma. @ Mefistófeles Evil.
  11. Hola y bienvenida al foro! Espero que te guste este lugar lleno de locos y que pronto te hagas a cada rinconcito del foro, para que puedas divertirte tanto como llevamos haciendo muchos por aquí. No te voy a pasar links y demás, para no agobiarte, pero si necesitas cualquier cosa puedes contar conmigo para lo que necesites. Yo también soy de España así que por nuestros horarios será fácil encontrarme a horas normales para ti, mi nombre es Mónica. Tienes mi lechuza abierta para lo que necesites así que no dudes en escribirme. Un abrazo!
  12. Ficha actualizada a petición del usuario. Próximos cambios en un mes (16/07/2022).
  13. El sabor metálico fácilmente reconocible de la sangre le indicaba que en algún punto de su labio estaba herida. Su respiración se había vuelto frenética de un momento a otro y cada golpe que Emma propinaba sobre el pecho de su padre le suponía una nueva espina en su corazón. No era porque le preocupara o doliera lo que Mefistófeles pudiera estar sintiendo o pensando, si no porque Mónica entendía que aquella necesidad de desahogarse de forma tan agresiva solo era causada por el dolor que la niña había callado durante tanto tiempo. Y entonces un pensamiento cruzó su mente ¿No podría ella haber hecho algo más para evitarle aquel dolor? Cuando padre e hija se arrodillaron presas del llanto, Mónica también lloró. No se movió de su asiento, pero se tapó el rostro con ambas manos para ahogar sus propios sollozos en ellas; su presencia no tenía nada que ver en aquella escena por lo que tragó saliva e intentó calmarse. Sentía el corazón encogido por la congoja, pero ver como Emma abrazaba a Mefistófeles le trajo toda la calma que en aquel momento era posible tener. Los observó a ambos, en silencio, intentando prever lo qué podría pasar tras aquel encuentro, pero no era capaz ni de imaginarlo. - No soy yo quien debe hacerlo – le susurró tras las disculpas del Evil. No pretendía seguir siendo dura con él, pero esa era la verdad; solo la hija de ambos era quien debía perdonarlo o no por su ausencia y, por como la conocía, ya sabía que lo había hecho desde el mismo momento en el que había sentido su presencia paseando junto al paseo del agua. Emma se mantuvo aferrada a su progenitor durante un buen rato, como si no quisiera volver a dejarlo ir. Tras las palabras del demonio ella no había dicho absolutamente nada y lo único que se le escuchaba de vez en cuando era un nuevo sollozo y un hipido provocado por el propio llanto, pero cuando escuchó las palabras de su madre se giró para mirarla y se liberó del anhelado abrazo de su padre. La miró fijamente durante unos segundos y sin levantarse del suelo avanzó de rodillas hasta Mónica, aferrándose a sus piernas como si de pronto hubiera retrocedido diez años en su edad. - No ha sido queriendo – su voz agitada casi no se escuchaba y por un momento la Malfoy no supo a que se refería. Emma estiró el brazo y le tocó el labio en el lugar por donde sangraba levemente y fue entonces cuando la otra supo de lo que hablaba-. ¿Me perdonas? – preguntó. Rápidamente obtuvo como respuesta un asentimiento de su madre, que le tomó la mano con la que la había tocado y la besó con una tranquilizadora sonrisa ¿Qué iba a perdonarle? No había nada en el mundo que Emma pudiera hacer que la ofendiera. La adolescente se quedó sentada en el suelo, pero se había girado de nuevo, dejando su espalda apoyada en las piernas de su madre. Era orgullosa, muchísimo, por lo que incluso antes de volver a mirar a Mefistófeles ya se había limpiado las lagrimas y estaba mucho más calmada. No dijo nada inmediatamente, esperó, pero sus ojos lo miraban de una manera peculiar, como si quisiera desmembrar cada pensamiento del demonio antes siquiera de que este pudiera darle ninguna explicación. - ¿Por qué nos dejaste solas? – habló en plural, lo que provocó que Mónica se estremeciera, haciendo que se acercase a su oído para susurrarle un “yo no importo ahora” que a la jovencita no pareció importarle-. ¿Dónde has estado? – cuestionó sin rodeos. @ Mefistófeles Evil.
  14. - Deja de hablar de mi – musitó con un hilo de voz tan bajo que estaba segura que él no la habría escuchado. Tenía la mirada clavada en algún punto del suelo y aún le daba la espalda, aunque no por eso le estaba prestando menos atención. Levantó la cabeza y la dejó caer levemente hacia atrás con un gesto más de cansancio que de otra cosa y la mantuvo así durante unos segundos en los que además cerró los ojos. La cascada pelirroja cayó de sus hombros y bailó alrededor de su cintura sutilmente. “¿Crees que fue fácil dejar lo más valioso para mí en el mundo?”, lo escuchó preguntar finalmente. Aquella pregunta la sacó de su improvisado descanso e hizo que se girara, posiblemente para enfrentarlo de nuevo, pero en vez de eso su cuerpo se quedó casi petrificado. De pronto lo tenía tan cerca que podía sentir la respiración de Mefistófeles casi acariciarle los labios. Le resultaba cálida y conocida a pesar de todos los años que habían pasado y, aunque por un instante le miró la boca, no se movió ni dijo nada hasta que él dejó de hablar. - Si tu hija te ha importado poco, imagina lo que te he podido importar yo – su voz se había quebrado en algún punto de la frase, pero, de nuevo, no era por como ella se había sentido durante algún tiempo, si no por Emma-. Y no sé donde habrás estado, si de fiesta en fiesta o haciendo qué cosas, pero de lo que sí estoy segura es de que una carta o cualquier tipo de mensaje en todo este tiempo hubiera servido de algo. Colocó sus manos entre ambos, apoyándolas en el cuerpo de él con la única intención de apartarlo y poder alejarse, pero en vez de eso el Evil la tomó de los codos y volvió a acercarla. Se miraron a los ojos y aunque habían pasado años desde que Mónica había asegurado que ya no lo amaba, sintió como su garganta se volvía un nudo que no la dejaba respirar. Era pura atracción, posiblemente el instinto más animal y primario que había sentido en toda su vida por alguien y, después de tanto tiempo, aún no podía explicar porque le pasaba eso. Pero ya no lo amaba ¿no? De pronto el sonido de la puerta al abrirse activó todos sus sentidos, los cuales parecían haber quedados recluidos en algún punto de la copa vacía. La esbelta figura de Emma apareció envuelta en un aura incluso más potente y carismático que el de su padre y sus ojos no pudieron más que mirar de hito en hito a ambos progenitores. Parpadeó varias veces intentando entender lo que estaba pasando y Mónica, conociéndola como la conocía, pudo notar cierto rubor en las mejillas de la joven. - Emma – susurró. Apartó de forma brusca al demonio y se lanzó hacia donde estaba su hija mas ella levantó las manos pidiéndole que se detuviera. Era aún una adolescente, pero bastante alta para su edad y con un cuerpo por demás desarrollado. Vestía un precioso vestido celeste atado a sus hombros que se le ajustaba justo debajo del pecho incipiente y cuya tela caía finamente sobre su cuerpo, realzándolo. Tenía la larguísima melena recogida en una trenza de espiga que caía sobre su hombro y, que a pesar de estar trenzado, le llegaba casi hasta a la cadera. - ¿Qué haces aquí, hija? – aunque había hecho que su madre se detuviera, ella había caminado hasta donde se encontraba por lo que Mónica puso ambas manos en sus hombros y los apretó cariñosamente. Los grandes ojos esmeralda de la más joven permanecían impasibles sobre la figura de su padre y, casi de forma inconsciente, siguió caminando hacia él sin soltarse del abrazo de su madre. Cuando llegaron junto a él, la ex-mortifaga decidió apartarse y quedarse a varios pasos de ambos. De pronto las luces de toda la biblioteca comenzaron a temblar, aunque todo estaba quieto. Había un silencio tan atroz que inquietaba y si ponía atención, podía sentir el corazón de la recién llegada bombear sangre a más de mil a través de todo su cuerpo. Las luces se apagaron un segundo y volvieron a encenderse con el mismo temblor que antes, pero esta vez fueron acompañadas de un movimiento brusco de Emma que terminó golpeando el torso de su padre con toda la fuerza que tenía. Estaba llorando y cada uno de los golpes llevaba sobre él más rabia que el anterior. Mónica se acercó para detenerla, llevándose un codazo en el rostro como daño colateral y cayendo, por suerte, sentada sobre el sillón que un rato antes había ocupado. De un momento a otro, cada libro, cuadro y mueble que decoraba el interior de la biblioteca comenzó a vibrar hasta, en algunos casos, caer al suelo. Solo ellos tres estaban sintiendo todo aquello que de un momento a otro cesó, cuando Emma finalmente abrazó a su padre. @ Mefistófeles Evil.
  15. Una estridente carcajada inundó cada rincón de aquella biblioteca acolchada de libros. En aquella risa había una mezcla de amargura e incredulidad, aunque lo que más la cargaba era el reproche. El sonido pareció alargarse y no estaba muy claro si ya salía de su garganta o más bien era el eco el que seguía burlándose de lo que Mefistófeles acababa de decir. De pronto el semblante de Mónica se oscureció y dejó la copa sobre la mesa con tal fuerza que el cristal amenazó con romperse. - ¿Amar? ¿Acaso sabes lo que es eso? – lanzar esa pregunta le dolió en lo más profundo de su corazón, pero no lo demostró ni siquiera cuando él se levantó violentamente del sillón, con un golpe y un paseo hacia no sabía dónde. Escuchó atentamente lo que decía sin interrumpirlo, sintiendo como alguna parte de su corazón sucumbía a lo que decía y como, a la vez, algo dentro de ella la arrastraba a la realidad que habían vivido durante más de diez años. - ¿Especial? – se levantó de su asiento, caminando hacia donde él se encontraba y entrecerrando los ojos-, claro que es especial, tanto como no tienes idea y sin tener nada que ver con tus… - hizo un gesto de desdén con la mano-, historias para no dormir – se quedó apenas a dos pasos del Evil para mirarlo fijamente a los ojos-. ¡No te atrevas a mezclar a MI hija en tus cuentos! ¡Ni siquiera lo imagines por que no te lo permitiré! Estar tan cerca de él hizo que sintiera como su aura la envolvía igual que había ocurrido desde el primer momento en el que se conocieron. Sintió como un escalofrío le recorría la espina dorsal y como la misma energía le devoraba el cuerpo, como si no encontrara la vía de escape por la que volver a salir en busca de su creador. Los pelos de su nuca se erizaron y se le escapó un leve jadeo que disimuló con maestría, levantando la barbilla de forma soberbia. Nunca había tenido claro si aquella sensación era algo que nacía de forma natural o era él quien la provocaba con los poderes que poseía. - Para mí eres tan insignificante que tu presencia me es totalmente indiferente – mintió y casi como acto reflejo se giró en busca del lugar donde había abandonado su copa momentos antes. La tomó y notó que prácticamente estaba vacía, por lo que de un sorbo acabó con su contenido y volvió a hablar sin mirarlo-. En lo único que debo darte la razón es en que Emma merece una explicación, o al menos, decidir si quiere o no escucharla. Luego te irás. @ Mefistófeles Evil.
  16. Repetía en su cabeza cada palabra que Mefistófeles decía. Sus disculpas, en un primer momento, le parecían más que insuficientes pero ese sentimiento no era por algo personal, en cuyo caso también tendría todo el derecho, si no por los sentimientos que en algún momento había generado en Emma con su ausencia. La hija de ambos tenía condiciones muy especiales y no solo por las razas de sus progenitores, si no por la casi prodigiosa mente que tenía. Sin embargo, eso no le había evitado los pensamientos negativos cada vez que veía a otros jóvenes acompañados de un padre que en su caso parecía no existir. Mónica también lo había sufrido algún tiempo, pero la separación sentimental con el Evil quedaba ya tan lejana que los sentimientos de tristeza y después de odio habían desaparecido, o más bien, se habían convertido en una sobreprotección exagerada sobre la hija que tenían en común. Por un momento tuvo que alejar los recuerdos de su mente, los malos, pero sobre todo los buenos, para no flaquear ante las palabras que el demonio decía. Ya conocía las manipulaciones de las que era capaz y aunque no sabía si en aquella ocasión pretendía utilizarlas, debía mantener la guardia. - Anunciar tu llegada solo hubiera supuesto evitar disgustos a terceras personas – se refería a Emma, claro estaba, pero no lo dijo-, creo que me conoces lo suficiente como para saber que no suelo huir de nada y mucho menos lo iba a hacer de ti, aunque hubiera sabido que ibas a venir. Por suerte estoy muy bien y también Emma, aunque no es gracias a ti. Aún recordaba la felicidad de una pequeñísima niña pelirroja cuando su padre llegaba a verla. Al principio, tras la separación, las visitas habían sido bastante constante mas el tiempo había ido separándolas en el tiempo hasta desaparecer. Y así llegaron las preguntas y los llantos por no saber lo que ocurría; tras sus sueños con él la tranquilizaba, pero aquellos sueños también desaparecieron. Sus dedos rodearon la copa nuevamente y sintió el frío cristal bajo su piel en cuya sensación se concentró para relajarse. Bebió un nuevo trago del afrutado licor, sintiendo como el alcohol recorría su garganta y la abrasaba a su paso; por un momento no supo si era el efecto de la bebida o el creciente enfado que sentía. Mantuvo la copa en su mano posando el antebrazo sobre el apoyo del sillón y se reclinó levemente, observando fijamente a su acompañante. - Yo no deseo ni necesito escuchar tus razones sobre nada, la mitad de ellas serán mentiras y la otra mitad insuficientes – su voz sonaba tranquila, demasiado tranquila para toda la furia que sentía en aquel momento. Lo único que la delataba era el peligroso brillo de sus ojos, que parecía teñirse de sutiles escarlatas de vez en cuando-. ¿Qué te hace pensar que Emma las necesite a estas alturas? De hecho, si no te ha interesado darle esas explicaciones antes ¿Por qué debería ser importante ahora? @ Mefistófeles Evil.
  17. Solicito también baja de la orden del fenix. Siento mucho mi poco aporte y agradezco muchísimo a quien me ha intentado adaptar al grupo. Lamentablemente tengo alma mortifaga y como además tengo relativamente reducido el tiempo para jugar, prefiero quedarme como neutral. Aprovecho para editar ficha y perfiles de Alyssa, además de editar la lista de miembros. Muchas gracias!!
  18. “Quizás hubiera sido una buena noche si aquello no estuviera pasando”, podría haber dicho Mónica al escuchar como el Evil había iniciado el saludo. Hubiera sido una noche maravillosa, de hecho; hubieran festejado el cumpleaños de su sobrina, hubiera podido divertirse junto a su hermano y los demás y, sobre todo Emma, hubiera pasado una velada maravillosa después de un duro año en el colegio. Al fin y al cabo, las vacaciones de verano estaban para disfrutar ¿no? Y tener allí a Mefistófeles no le suponía, al menos a ella, demasiado disfrute ¿Lo sería para su hija? Los pensamientos se le acumulaban rápidamente en la mente y le pesaban demasiado, quizás por el contenido de ellos. Justo antes de salir del salón se sirvió una copa y se dirigió, seguida del hombre, hacia la biblioteca sin, por supuesto, servirle nada a él. Con un escueto gesto le señaló la mesa preparada con distintos licores y bebidas y se detuvo a esperar que eligiera lo que quería beber al menos para empezar. Estaba segura de que aquella sería una reunión difícil y que les vendría bien a ambos estar, por lo menos, un poco relajados, por lo que la bola del mundo de la biblioteca sería un buen soporte para este menester si alguno necesitaba algo más de bebida. - Volvemos en un momento – se despidió del resto cuando ambos tuvieron su copa en la mano. El breve camino hasta la biblioteca lo hicieron en silencio pero Mónica no pudo evitar dirigir una fugitiva mirada hacia el final de la escalera que llevaba a la primera planta de la mansión. Emma estaba un piso más arriba, pero incluso desde allí era como si pudiera verla dando impacientes vueltas en la habitación en la que un momento antes la había dejado. Resopló de forma inaudible y entró a la estancia a la que se dirigían. Esperó a que Mefistófeles entrara y cerró la puerta sin dirigir aún la mirada hacia él. Cualquiera que no la conociera podría pensar que le temía o huía por algo, pero lo cierto era que estaba tomandose el tiempo necesario para masticar su regreso y no generar con aquel encuentro un conflicto que por muchos motivos no podría terminar bien. Tras cruzar las dos estancias que formaban la biblioteca se detuvo junto a una de las chimeneas, por supuesto apagadas, e invitó al padre de su hija a ocupar asiento en uno de los sofás orejeros para ella hacer lo mismo en el que estaba en frente. - ¿Y bien? - por primera vez dirigió la verde mirada hacia el rostro de Mefistófeles y si hubiera podido, lo hubiera despedazado con ella. Respiró hondo tras dejar su copa en la mesilla que tenían al lado, intentando no ser agresiva y se peinó la melena con sus propios dedos, dejándola caer sobre uno de sus hombros-. ¿Qué haces aquí? @ Mefistófeles Evil.
  19. Los tonos ocres anunciaban las ultimas luces de la tarde mientras desde el lado este del cielo la oscuridad absoluta predecía una noche sin estrellas. Dos figuras ataviadas con finísimas y veraniegas capas negras cruzaban los terrenos junto al paseo del agua totalmente en silencio, únicamente acompañadas por el gorgoteo del agua discurriendo a través de los diferentes niveles del fantástico bulevar. Llevaban calladas largo rato y aunque Mónica sabía que a su hija le gustaba disfrutar de las maravillas de aquel rincón de la mansión, también tenía la certeza de que algo le pasaba. Aún así no dijo nada y se limitó a caminar junto a ella hasta que finalmente Emma se detuvo por cuenta propia, quedándose varios pasos por detrás de su madre hasta que esta se percató de que no había seguido caminando. - ¿Qué ocurre? - le preguntó. La menor no le respondió inmediatamente, pero cuando sus miradas se cruzaron a la más adulta se le heló la sangre. - Está aquí – anunció. No dijo nada y simplemente se limitó a tomar a su hija del brazo con toda la delicadeza del mundo para tirar de ella y hacer que volviera a andar. No dieron más de dos pasos cuando la muchacha volvió a detenerse de golpe, librándose con cierta agresividad del agarre de su madre que la miró frunciendo el ceño. - ¿No me has escuchado? ¡Él está aquí! - no levantó la voz pero la notaba alterada. Mónica la conocía tan bien como a ella misma por lo que sabía perfectamente a quién se refería y el porqué de su reacción. - Claro que te he escuchado, Emma – le respondió. Volvió a agarrarla, esta vez de la mano y posó un beso sobre su cabeza que no le resultó demasiado difícil ya que la joven aún era bastante más baja que ella-. Ven conmigo, por favor – pidió, desapareciendo de los jardines cuando vio la aprobación en la cara de la otra. ****** Cuando sus cuerpos se volvieron tangibles se encontraban en el interior de la mansión Malfoy, en una habitación quizás demasiado infantil para la edad que tenía Emma. No vivían allí de forma permanente y de hecho, sus estancias habían sido muy reducidas en los últimos tiempos por lo que Mónica nunca se había tomado el tiempo de cambiar el mobiliario y su hija tampoco lo había necesitado. - Quédate aquí, te prometo que luego te unirás a la fiesta – sonrió de forma tranquilizadora y en menos de un santiamén estaba recorriendo los pasillos que la separaban de la planta baja de la casa. Antes de salir del cuarto se había deshecho de la capa, dejando al descubierto la ropa que había elegido para el cumpleaños de la hija de su hermano. Un vestido coral cuya tela vaporosa bailaba graciosamente alrededor de sus tobillos al caminar. Tenía los hombros descubiertos y el traje se mantenía sujeto únicamente por dos finísimas tirantas de plata que le cruzaban la espalda y se enroscaban bajo su busto y bajaban hasta su cintura, desde donde salía una falda larga que casi arrastraba. Los zapatos también eran plateados y la ausencia de joyas no la hacían menos hermosa. Cuando llegó a la entrada se detuvo, viendo como Mefistófeles ya se encontraba en el interior del edificio. Chasqueó la lengua sabiendo perfectamente que él ya sabría sin duda alguna que ambas estaban también allí. - Vaya vaya – siseó entre dientes mirando al demonio tras dedicarle una amplia sonrisa a su hermano y todos los invitados que ya estaban allí-. Bienvenidos a todos y disculpad el retraso, pero voy a tardar un poco más de lo que pensaba en unirme a vosotros – le lanzó una mirada a Ludwig esperando que la perdonara y pensando que luego podría compensarlo de alguna manera y finalmente se detuvo junto a Mefistófeles-. Como ves celebramos una fiesta, casualmente… Si te parece, podemos hablar en otro lado, ya que supongo que no vienes a tomar el té – estaba segura de que todos serían capaces de notar toda la tensión que se le escapaba por cada poro de su piel, pero no le importaba lo más mínimo-, ¿eres tan amable de acompañarme? La biblioteca, cuya entrada estaba a la izquierda de las escaleras sería donde podrían hablar con algo más de privacidad. @ Mefistófeles Evil.
  20. Nombre: Emma Lilith M. Evil Haughton Edad: Adolescente, nacida el 31 de Octubre de 2007. Nacionalidad: Inglesa. Raza: Mestiza. Personajes principales a los que está asociado: Mónica Malfoy Haughton Relación con los personajes principales: Hija. Aspecto Físico: Es casi la viva imagen de su madre aunque los rasgos que las diferencias son bien marcados. Tiene una melena cobriza tan larga que la mayoría de veces la lleva trenzada, ya que en ocasiones la ha tenido incluso cercana a sus talones y su piel es tan blanca como la de Mónica aunque a diferencia de esta no tiene ni una sola marca que la empañe. Se parecen mucho, sin duda, pero Emma tiene el rostro ovalado y de rasgos gentiles, con los carnosos labios de un intenso y natural color cereza y la nariz recta y bastante pequeña. Tiene la tez realmente blanca y los ojos son idénticos a los de su padre, Mefistófeles, de un profundo color esmeralda. Cualidades Psicológicas: Encantadora y gentil, siempre la han descrito como una niña alegre y llena de gracia aunque quien la conoce bien ha visto momentos en los que la paz y amabilidad que suele transmitir desaparece para dejar paso al caos que lleva dentro. Es extremadamente educada y tiene unos modales exquisitos, mas su lengua y vocabulario tienden convertirse en armas letales cuando se le provoca u ofende. Su origen demoníaco a dejado en ella una maldad tan pura y sutil que pasa desapercibida siempre que quiere, siendo la manipulación la característica de su personalidad más fuerte y quizás la más desconocida para todos. Tiene gran inteligencia y una memoria pocas veces vista, además de claras tendencias sociopatías. Respeta y ama a su madre y quizás por eso desprecia la mentira, por lo a pesar de querer conseguir algo y su creciente sociopatía, no la utiliza. Aunque mantiene una relación inquebrantable con Mónica y a pesar de la ausencia de su padre durante prácticamente toda su vida, tiene con este una unión inigualable. Esta conexión no es meramente sentimental, si no que va más allá del físico y la mente de ambos, siendo su máxima expresión el hecho de poder sentir la presencia de Mefistófeles cuando este está cerca. Historia: Podría decirse que la historia de Emma es la de una niña normal si no tuviera el origen paterno que tiene. Nació en el seno de un matrimonio bien avenido en aquel momento, por lo que su nacimiento colmó a sus padres de una felicidad plena de la que hicieron participe a todo el mundo. Sin embargo las desavenencias entre Mónica y Mefistófeles llegaron pronto y la separación de la pareja no se hizo esperar demasiado tiempo tras el nacimiento de la niña. Creció feliz a pesar de la ausencia del Evil, de lo que se encargó su madre de forma vehemente. Era una niña difícil pues siendo hija de un vampiro y un demonio, los sentimientos en desarrollo de la pequeña Emma suponían un gran riesgo para todo su entorno la mayor parte del tiempo. Sin embargo siempre fue obediente y siguió, dentro de la rebeldía supuesta para su edad, los pasos que le indicaba Mónica, lo que le permitió tener un control casi perfecto de los atributos que le daba ser hija de quien era. Gracias a su brillante mente y su capacidad de memorización, está consiguiendo calificaciones prácticamente perfectas durante su paso por Hogwarts, exceptuando en materias deportivas en los que Emma no se desenvuelve especialmente bien y no porque no pueda, si no porque no tiene el más mínimo interés en el deporte mágico ni en el sencillo vuelo con escoba. La ausencia de su padre a lo largo de prácticamente toda su vida ha generado en ella un instinto de protección y rechazo a todo lo que tenga que ver con con crear lazos y sentimientos hacia otras personas, incluyendo un rechazo naciente a la figura de Mefistófeles que se diluye o acentúa dependiendo del momento. Es por ello que su vida ha sido relativamente solitaria, exceptuando por las relaciones prácticamente obligadas que ha tenido con personas allegadas a su madre y otros familiares de esta. Por ello quizás dedica tanto tiempo a sus estudios. Otros datos: Su varita es de madera de carpe y pelo de cola de unicornio. Mide 27 centímetros y es ligeramente flexible. Su Patronus es un margay. Su Bogart es ella misma devorada por el fuego. Condiciones de utilización: El personaje puede ser utilizado únicamente por los personajes a los que esté asociado.
  21. Ficha de personaje actualizada a petición del usuario. Próximos cambios en un mes (04/07/2022).
  22. Hola Eterno, te he quitado el fondo blanco de la ficha, pero tienes una letra muy oscura u opaca y ten en cuenta, que sobre el fondo oscuro, no se visualiza. Te recomiendo que para tu futura edición, edites parte por parte para modificar los colores y poner, si quieres, colores que se vean sobre los fondos del foro. Aunque claro, esto es solo un consejo para que todos podamos ver tu ficha y disfrutarla lo mejor posible. Quedan modificadas ambas peticiones, nick y background.
  23. Ficha editada para agregar a esta el registro del 4/8 personaje secundario (Mert Ekert).
  24. Se aprueba la ficha de personaje secundario de Sagitas E. Potter Blue (4/8). Las actualizaciones de las fichas se admitirán con una periodicidad mensual, dentro del mismo topic y siguiendo las normas de actualización conocidas. Se procede a añadir enlace de personaje secundario dentro de la ficha principal así como en el censo de personajes secundarios. Atentamente: Mónica Lobato Martínez Moderador Global de HarryLatino.org

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