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Monica Malfoy Haughton

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Todo lo publicado por Monica Malfoy Haughton

  1. De nuevo no pudo más que reír aún sabiendo que esta vez aquel improvisado bigote de espuma había sido colocado allí con toda la intención. La risa nerviosa contagiada sus ojos y fluía de su boca casi con la misma facilidad con la que un ave emprende su vuelo y, si hubiera tenido que ser sincera, no hubiera podido más que aceptar que era culpa de él. Hacía muchísimo tiempo que no se sentía de aquella manera, tan feliz, y aunque no sabía el motivo real por el cual aquel aún prácticamente desconocido hombre conseguía ese efecto en ella, le encantaba. - Le lengua, usa la lengua - lo miró a los ojos cuando mencionó aquello y luego hizo un travieso gesto con la suya con el cual recorría lentamente su labio superior para enseñarle como podía quitarse la espuma-. Me temo que esta vez tendrás que hacerlo tú. Cuando propuso la segunda ronda tuvo que pensárselo en un inicio. Automáticamente se llevó las manos al rostro, colocándolas sobre sus mejillas para notar el calor que desprendían y, aunque sabía que no debía beber demasiado, el reto que acababa de lanzarle hizo que asintiera de forma espontánea. Al fin y al cabo no tenía muy claro si el calor venía de la bebida o de la presencia. - ¿Débil? Creo que te equivocas de mujer, de nuevo - le dijo con cierto tono de provocación y refiriéndose directamente a la historia que le había contado sobre la sala del tiempo. De hecho, cuando se acercó el camarero, se acercó para susurrarle algo que Luke no llegaría a escuchar. Cuando los volvió a dejar sola, ella también se apoyó en la mesa con la ayuda de sus codos y sus cabezas quedaron peligrosamente cerca. - Básicamente nos dedicamos al cuidado de las criaturas que habitan en la reserva - comenzó a explicarle y su voz había sonado de pronto realmente profesional-, hay especímenes que son propiedad de magos y brujas que no están cualificados para su cuidado y legalmente somos los encargados de hacerlo mientras adquieren los conocimientos necesarios. Otros, en cambio, han sido arrancados de sus lugares de orígenes y los... Adoptamos, para evitarles un peligro a ellos y a las personas con las que puedan encontrarse. A veces debemos ir a realizar recogidas, cuando algún mago o bruja nos avisa de algún avistamiento - sonrió, se notaba que le encantaba aquel mundo. De pronto, el camarero volvió a la mesa con las dos copas que Luke había encargado y con un par de vasitos mucho más pequeños que contenían un líquido transparente. Lo último que puso en la mesa fue sal y limón. - Veamos quién es el débil aquí - empujó el chupito hacia él y ella agarró otro-, ¿Salud?
  2. La atención que le ponía cada vez que hablaba no era en absoluto actuada ni mucho menos tenía que esforzarse, pues el mago captaba casi todos sus sentidos aún sin abrir la boca. Su mente además se puso a trabajar a toda máquina en el preciso momento en el que Luke mencionó la idea de buscar un trabajo, pues su experiencia le permitía conocer prácticamente todos los entresijos del ministerio inglés y los puestos a los que podía acceder si lo deseaba; sin embargo, fue una idea puntual la que se instauró en su cabeza hasta tal punto que se descubrió a sí misma fantaseando con ella. - ¿Y si trabajaras conmigo? - la frase salió de sus labios a toda velocidad incluso antes de que él le pidiera una recomendación. Ni siquiera había tenido tiempo de pensarlo pues su boca había actuado, de nuevo, por su propia cuenta-, quiero decir... si q-quisieras - hizo una breve pausa en la que aprovechó para beber de nuevo, provocando cierto tintineo al chocar sus uñas contra el cristal del recipiente-. Trabajo en la reserva mágica. Bueno... en realidad soy la directora de la Newt Scamander desde hace ya algún tiempo y quizás te interesa alguno de los puestos que tenemos libres. Si soy sincera hay mucha necesidad de manos allí - tras explicarse volvió a beber. Lo estaba haciendo demasiado rápido; casi bebía tanto como hablaba. De pronto empezó a reírse pero no dijo inmediatamente el motivo de aquellas carcajadas. Lo miraba con diversión, pues en su último trago la espuma de la cerveza se había quedado sobre su labio superior formando un bigote blanquecino que le quedaba bastante gracioso. - Tienes ahí... - le señaló la cara-, la cerveza - le dio cierta vergüenza decírselo, así que se levantó levemente de su asiento y alargó la mano para deslizar su dedo pulgar sobre el espacio entre su nariz y su labio superior, retirando la espuma que se había quedado allí. No se limitó a eso, el resto de su mano se había apoyado en su mejilla, y el dedo había rozado levemente también la comisura de la boca del mago. Lo miró un momento a los ojos y sintió como su rostro se sonrojaba completamente, por lo que apartó la mano y volvió a su asiento-. Disculpa. Y terminó la copa. @ Luke Abbott
  3. Cuando llegaron a su nuevo destino el beso que le había dado en la mejilla aún le ardía en la piel, como si en vez de haber hecho contrato entre esta y los labios de él, la hubiera abrasado con una llamarada real. Su corazón latía con fuerza y no supo si se debía a la reciente aparición o a todo lo que estaba pasándole, pero lo cierto era que sentía tanta curiosidad que a pesar de tener el instinto de salir corriendo no podía hacerlo. El tener que sostener el tropiezo del mago la hizo volver a la nueva realidad. El brazo que hasta ese momento se enredaba con el de Luke cambió su lugar para posarse en su espalda y con el otro le sostuvo el mismo del que un momento antes ella se agarraba. Lo miró levantando las cejas y dejó escapar una nerviosa carcajada que agudizó levemente el tono de su voz. - ¿Estás seguro de no haber bebido? Creo que ya se de donde has sacado esa historia de antes ¿Dónde tienes guardada la botella? – la broma acabó cuando la invitó a entrar pues ya conocía aquel local desde hacía tiempo y los recuerdos emanaron súbitamente desde lo más profundo de su memoria. Una mezcla de añoranza y tristeza la envolvió, recordándole que ella no era la misma persona que la última vez que había estado allí. Mientras ingresaban a la taberna Mónica se mantuvo en silencio. La seguridad con la que Luke había tomado su mano la sobrepasaba haciéndola sentir qué, aunque hubiera querido, no habría podido soltarse. No era él quien la obligaba, desde luego, si no que desde algún punto desconocido de su corazón algo le decía que no lo hiciera. Negó con la cabeza hasta que con un esfuerzo que le pareció titánico y con toda la delicadeza que fue capaz para no parecer brusca, se deshizo del agarré de Luke. Entonces llegaron a la mesa, una de las pocas que esa noche quedaban libres. - Creo que necesito algo más fuerte – la mirada del mago la puso tan nerviosa como hacía mucho tiempo no había estado-. ¿Un Whisky de fuego, quizás? – debía tener cuidado con lo que bebía, pero una copa no le haría daño a nadie ¿No? De hecho, cuando sirvieron ambas bebidas, Mónica no tardó en tomar la suya y darle el primer trago como si con aquel líquido mudiera ahogar a las voces que continuamente discutían sobre sí aquel encuentro era buena o mala idea. Intentó alejarla definitivamente de su mente. - ¿Y bien? Me has dicho que has vuelto hace poco ¿qué tienes planeado? Aquí no podrás continuar con la tranquila vida del bosque - comentó, reclinandose sobre el asiento que hacía apenas unos minutos había ocupado.
  4. Notar el cálido contacto de su mano sobre la de ella fue una sensación de esas que, aunque resulten cotidianas, se vuelven un descubrimiento empírico. Ella no hubiera podido explicarlo con palabras pero lo cierto era que en el preciso instante en el que se habían tocado, algo similar a una corriente eléctrica le traspasó la piel y recorrió todo su cuerpo hasta erizarle los pelitos de la nuca. Había terminado estremeciéndose y por un momento pensó que quería repetir aquella sensación o más allá incluso: lo necesitaba. Verlo sonreír, aunque fuera de aquella manera tímida, hizo que algo dentro de su pecho se llenara completamente, pero no pudo disfrutar de aquella sensación, pues el paso que Luke había dado hacia ella había acortado aún más el espacio ya reducido que los separaba. De pronto se vio dividida entre mirar aquellos ojos fascinantes o sus labios y eso la puso tan nerviosa que estaba segura que se había notado a simple vista. - ¿Nunca te han dicho que estás un poco loco? – fue un susurro, pero estaba tan cerca de él que estaba segura que la había escuchado. Miró una vez más los labios del mago y dio un paso atrás para tomar distancia al darse cuenta de que se estaba mordiendo el suyo. «Tú si que estás loca, como una cabra», le reprochó de nuevo su propia voz desde alguna parte de su consciencia ¿Qué había estado apunto de hacer? - No me aburres, aunque prefiero dejar ese tema a un lado por el momento – casi había sido una súplica y esta no había sido porque ya le molestara la historia de Luke, si no porque sentía que la misma se estaba adueñando de su propia voluntad. Como si la Voz de la que el castaño hablaba no fuera solo eso, si no un ente que empezaba a controlar también sus pensamientos. Que idea más absurda. - Bueno, te daré la oportunidad de sorprenderme. Vamos donde quieras, de todas formas si quisieras matarme no podrías hacerlo – una sonrisa ladina permitió que una perfecta hilera de blancos dientes asomar a través de sus labios. Era increíble como de un momento a otro había pasado de desconfiar de él a gastar bromas ¿Qué diablos estaba pasando?-. Creo que a mi también me vendría bien una copa… pero solo una ¿prometido? – pocos minutos después ya no estarían allí.
  5. Hola @ Cillian Ryddleturn Sí, es posible. Se pueden abrir roles en los que se utilicen dados siempre y cuando las tiradas puedan realizarlas todos los participantes del rol, por lo que tendrían que tener cuenta en el foro herramienta hasta que aquí tuviéramos los dados habilitados. Tendría que haber unas normas claras a seguir, como te digo, de forma que cualquiera pudiera acceder y saber como hacer para lanzar dichos dados y jugar la partida que propongas en tu rol. Un saludo y espero haber aclarado la duda.
  6. No se había sentido tan confundida verdaderamente desde hacía mucho tiempo. Los sucesos de las últimas semanas, el pseudo regreso de cierta persona a su vida, su reciente entrada a la orden del fénix, el descubrimiento de los viajes en el tiempo de Derek y su madre y todo lo que había ocurrido en el ministerio habían pasado a un plano tan secundario que ni siquiera le importaba ya. De hecho, en ese momento, lo único que tenía en la cabeza era lo que Luke le estaba contando y una incesante pregunta ¿Cómo era posible? Ya había dado el primer paso de su retirada cuando el mago la detuvo al hablarle. No sabía como pero en algún momento de aquel encuentro la voz de él se había convertido en lo más parecido a un imán y casi como si la hubiera atado con una cuerda su cuerpo se paralizó. Se giró sobre sus propios pies para volverlo a enfrentar y casi de forma inconsciente, al verlo sacar la varita, sacó la suya de la cinturilla del pantalón y cortó el aire con la negra madera para apuntarlo… Sorprendida, no pudo más que abrir los ojos de forma desorbitada cuando le lanzó el arma a los pies «¿Qué?» - Yo n-no… - las palabras se apelotonaron en su boca como si quisieran salir todas a la vez pero en su cabeza no sabía qué decir-, no pudo ser real, juro que yo no te he visto antes – aunque era verdad que no lo conocía, un sentimiento totalmente desconocido para ella la desbordaba. Tenía la respiración agitada como quien acababa de correr una maratón, pero apenas se había movido-. No sé como es posible. Puede ser que… no sé, que te equivoques de persona. La mente es poderosa, a veces nos muestra simplemente lo que necesitamos. Y es evidente que nosotros… b-bueno, tenemos muchas cosas en común pero eso sí podría ser una casualidad, ¿no? - parecía que más que convencerlo a él, quería convencerse a sí misma. No sabía como pero de pronto tuvo la certeza de que no la estaba intentando engañar. Tras las ultimas palabras del mago su brazo casi había descendido por voluntad propia, como si le pesara una tonelada. Se agachó para recoger la varita del suelo y cuando sus dedos acariciaron la madera de esta sintió cierta vibración proveniente de su interior; fue una sensación agradable, similar a la que sentía cuando tocaba la suya propia. Era como si la saludara. - No voy a atacarte, Luke – anunció, pues esa nunca había sido su intención. Acortó la distancia que los separaba, casi empujada por una fuerza imaginaria, y le extendió el arma dejando la mano suspendida en el aire-. Y no vuelvas a hacer eso. Aunque hayas vivido aquello conmigo, no me conoces – lo miró a los ojos tan fijamente que sintió que se perdía en ellos y tuvo que sacudir la cabeza para volver a centrarse-, podría haberte matado ¿Lo entiendes? @ Luke Abbott
  7. Casi sin que Mónica se diera cuenta había empezado a oscurecer y aunque el sol aún se dejaba ver, apenas quedaba media hora para que la luna y su noche conquistaran el firmamento. No sabía exactamente cuanto tiempo llevaban hablando, no era demasiado o quizás sí teniendo en cuenta que para ella era la primera vez, pero lo cierto era que a diferencia de lo que normalmente le sucedía no se encontraba incómoda. La mano de él recorrió parte del césped en el que ambos descansaban, el tumbado y ella sentada, hasta encontrarse con la pierna de la bruja. No sintió el contacto de forma directa, pues el cuero de la bota separó la piel de Luke del gemelo de ella, lugar donde había terminando dando una caricia involuntaria. Ella se sobresaltó por un momento y se quedó mirándolo al escuchar su disculpa ¿Por qué se disculpa a sí a ella no le había molestado? O más bien… ¿Por qué no le había molestado? Lo que vino después la dejó sin palabras. Lo escuchó atentamente, sin apartar la vista de sus ojos como si de esa manera pudiera estar totalmente segura de que no pretendía reírse de ella. Poco a poco su boca se había ido descolgando hasta abrirse en un gesto de entre asombro y seguridad y después de que Luke terminara su explicación guardó un largo silencio. No habló inmediatamente ni muchísimo menos, de hecho aquel fue el silencio más prolongado desde que ambos se hubieran encontrado. - ¿Me estás diciendo que soñaste conmigo al borde de la muerte? – esta vez no lo miraba y su vista permanencia clavada en algún punto fijo del suelo. Su voz había pasado de ser una muestra agradable de su buen humor a ser apenas un susurro que se apagó al volverse a quedar totalmente callada. Se había abrazado sus rodillas presa de su propia confusión, quizás intentando formar una coraza para protegerse a sí misma. Separó los labios varias veces para hablar pero no sabia que decir exactamente y volvía a cerrarlos. Inconscientemente se pasó una de las manos por la cabeza, enroscando sus dedos entre los mechones de su propio pelo como si en este fuera a encontrar alguna respuesta a lo que el mago acababa de contarle. De pronto los pergaminos y el libro que hablaban de los viajes en el tiempo de Derek le vinieron a la mente y el aire de sus pulmones pareció congelarse. Contuvo la respiración unos segundos hasta que logró recomponer sus ideas. - También me dirás que este encuentro ha sido una casualidad, ¿no? – dudó. Lo miró de nuevo y está vez el verde de sus ojos parecía haberse ensombrecido-. ¿Quién te ha enviado? ¿Quién eres realmente? – esas dos últimas preguntas las había hecho mientras se ponía en pie y al soltar el cabello que tenía entre los dedos provocó de forma inconsciente que bailaran sobre el rostro de Luke-. Será mejor que me vaya.
  8. La pregunta sobre a que se refería cuando decía que era normal en ella ausentarse la había tomado por sorpresa, igual que muchas de las palabras que habían continuado después de aquella cuestión. Inicialmente se arrepintió de haberlo mencionado, ya que tener que dar explicaciones sobre sus ultimo viajes no resultaba fácil sin mencionar su anterior pertenencia a la Marca Tenebrosa y su posterior retirada de las filas mortifagas y las investigaciones que había realizado en el transcurso de esto último. Chasqueó la lengua tras un largo suspiro y miró a la nada, como si esta fuera a hablar por ella. - Puedes preguntar, pero no sé si puedo contestarte – fue su respuesta-, durante toda mi vida he viajado de un lado a otro, sobre todo para investigar especies de criaturas y otros seres… sus magias, y en busca de plantas que me permitieran su utilización para lo que en esos momentos necesitaba – hizo una pausa y tragó saliva, mirándolo con cierto recelo ¿Estaría allí Luke para sacarle algún tipo de información delicada? De un momento a otro, sin darse cuenta, fue presa de aquel carácter desconfiado que normalmente la acompañaba-. Últimamente mis ausencias no han sido tanto por esos placeres. Así terminó y, aunque una parte de ella la empujaba a contarle cualquier cosa que él preguntara sin razón aparente, otra la mantenía alerta. Podía ser que aquella división en su consciencia se debiera a todos los puntos en común que parecía tener con el mago, que le acababa de expresar un sentimiento muy parecido al que ella sentía por la naturaleza, y a la vez, al hecho de que hubiera aparecido allí inesperadamente, sin conocerse de nada y aun así pareciera que la había estado analizando detenidamente para parecer casi su alma gemela. - No creo que me ría – sonrió y a pesar de las dudas que aquello generaba en su cabeza, una sonrisa llena de picardía asomó de sus labios-, bah, te lo prometo – terminó aceptando, mirándolo tan fijamente como si quisiera saber lo que iba a decir antes de que lo hiciera. @ Luke Abbott
  9. - Bueno… un bosque no es un mal lugar para vivir – se encogió de hombros. Por un momento su mente se alejó de allí para recordar el largo año que vivió en la selva brasileña y un escalofrío le recorrió la espalda tal y como le pasó la primera noche que pasó en la cabaña de la vieja Zeffa. En aquel entonces era joven e inexperta y vivió situaciones que le ocasionaron verdaderos traumas que la habían perseguido durante mucho tiempo-. Yo también me he ausentado de Londres, aunque eso es algo normal en mi – sonrió, aunque por un momento, resultó una sonrisa amarga. Tras rodear varias veces a los dos humanos, el zorro se sentó frente a ellos y los miraba de hito en hito como si así pudiera conseguir más premios. A Mónica le hizo gracia pues pensó que lo único que le faltaba a aquel animal para darse a entender era hablar; estaba claro que quería seguir comiendo pero aunque la bruja tenía más, también sabía que sobrealimentarlo podría ser perjudicial para él. - No hay más, amigo mio – susurró mientras le acercaba la mano, esta vez vacía, para acariciarle la cabeza una vez más. No había pasado ni un minuto cuando el zorrito salió corriendo y aunque no huía, era obvio que ya había perdido su interés en aquellos visitantes. Mónica lo vio alejarse dando pequeños trotes hasta que se perdió de nuevo entre los arbustos del otro lado del camino, lo que provocó que ella suspirara. A veces le hubiera gustado ser tan libre como uno de aquellos seres pues en el fondo posiblemente eran mucho más felices que ella. “...Es agradable ver lo diferente que eres”. Giró la cabeza hacia él y fue entonces que notó que se había sentado a su lado aunque a una distancia prudente, pero ni siquiera fue capaz de responder a ese comentario. De pronto se puso algo tensa, irguió su espalda y carraspeó, pues había estado tan distraída que no había notado que Luke se había acercado tanto. Titubeó por un momento y no entendía el motivo por el cual, sin haberlo visto nunca antes, parecía como si llevara hablando con él toda la vida. «Si viniera a matarte ya lo habría hecho, estùpìda», pensó. «¿Acaso lo conoces de algo? ¡Por Merlin, haz que se aleje!» Su propia voz le hablaba desde algún punto de su negativa consciencia pero algo en ella no quiso escucharla. Era como si algo en él la hubiera atrapado, como si de alguna manera hubiera algo que debía descubrir. Entonces asintió con la cabeza a la última pregunta que le había hecho, tomando las tijeras de nuevo y guardándolas en el bolso junto a los botecitos que había rellenado con las flores secas. - Me interesa todo lo que tenga que ver con la naturaleza – anunció-. Las especies del mundo en general esconden un sin fin de poder y eso ocurre tanto sin son mágicas como si no. Las criaturas pueden ofrecerte mucho más que su amable compañía si eres respetuoso con ellas y lo mismo ocurre con las plantas – Mónica había estudiado tanto sobre herbología, criaturas, pociones y primeros auxilios que había acabado por ser lo más parecido a un ermitaño que había conocido, aunque eso no lo dijo-. No hay mucha gente a la que le atraigan estos temas y por lo que veo a ti sí ¿O me equivoco? Mientras hablaba había fijado, una vez más, su mirada en la de él encontrando entonces que Luke también la miraba directamente. Se quedó callada y aunque lo había estado solamente unos segundos nada más, pareció que pasaba una eternidad. Aquellos ojos… ¿Los había visto antes? - Esto… ¿Seguro que no nos hemos visto antes? - preguntó de golpe.
  10. No sabía exactamente cuando tiempo llevaba allí pero ha decir verdad tenía la certeza de que había sido demasiado. Permanecía sentada en uno de los bancos de la barra y, en esta, un cuadrado vaso de cristal aguardaba a que la mujer por fin se decidiera a beber. El líquido ámbar comenzaba a mezclarse con agua del único hielo que había comenzado a derretirse hacía ya un buen rato y con el cual Mónica se entretenía haciéndolo girar con el dedo de vez en cuando. Una voz cercana la sacó del ensimismamiento en el que se encontraba e hizo que girara el asiento del banco con la inercia de su propio cuerpo en busca de quien había hablado. Cuando lo reconoció no dijo nada si no que se limitó a observarlo mientras interactuaba con quien hacía de camarero, para luego acercarse a la barra que ella ocupaba. No estaba precisamente cerca, pues eran varios metros los que los separaban, pero a Mónica no le hizo falta la cercanía para reconocer a un viejo amigo. - Vaya, últimamente parece que la cosa va de reencuentros – dijo lo suficientemente alto para que Arcanus se enterara. Ya no lo miraba, había vuelto a quedar de frente a la barra y por fin había dado un trago a su bebida. El cobrizo cabello le caía como una cascada sobre su espalda, hasta casi la cintura, y algunos mechones le ocultaban parcialmente el rostro; tras beber, volvió a mirarlo. - Hacía mucho que no te veía – los ojos le brillaron con cierta curiosidad por saber a donde habían acabado los pasos del mago. Tintineó sus uñas contra el cristal del vaso y cruzó las piernas bajo el vestido veraniego que llevaba, de una gaseosa tela color marfil y cuyas tirantas eran un finísimo hilo dorado y caía desde su nuca hasta la mitad de su columna. @ Arcanus
  11. El intercambio de palabras entre ellos fue raro pero Mónica no tenía claro el motivo por el cual había tenido esa sensación. No lo conocía como para poder saber si era ese su comportamiento normal o no, pero creyó percibir que la mente de aquel apuesto mago no estaba del todo allí, o al menos no lo había estado todo el tiempo. Algo en él se le antojaba misterioso, como si detrás de aquellos ojos se escondiera mucho más de lo que a simple vista podría llegar a percibir... Los ojos, de pronto notó que cada uno de ellos se dibujaba de un color diferente y... Le pareció fascinante. - Encantada Luke, el mío es Mónica - lo imitó, aunque en su caso no mencionó sus apellidos. Últimamente no lo solía hacer si no era estrictamente necesario, sobre todo para evitar que fuera fácil reconocerla por su pasado ministerial o, incluso, por su relación con las artes oscuras-, y creo que no te he visto nunca antes. Casi sin darse cuenta había soltado las tijeras a un lado y mientras con una mano le acercaba las chucherías al zorrito con la otra lo acariciaba, extrañamente, con actitud relajada relajada. A cualquier otra persona que se hubiera acercado la hubiera recibido con una actitud más rígida, incluso con rechazo y tal vez por el ambiente en el que se encontraba o por la actitud de Luke con el animal, en esa ocasión no había sentido la necesidad de hacerlo. Cuando el muchacho apartó la mirada la de ella lo siguió un instante. No había podido evitar observarlo con atención, quizás con demasiada y que él interrumpiera el análisis mental que estaba haciendo sobre la diferencia en sus ojos le molestó. De hecho, había notado como Luke también la miraba directamente pero eso no la incomodó. - ¿Apreciarlos? Me fascinan. He dedicado y dedico mi vida profesional a su cuidado y protección - mientras hablaba el animal había bajado de su regazo y se había acercado más a Luke, en busca de más bichitos que deborar. Lo olisqueó y arañó levemente el zapato del mago, lo que hizo que Mónica volviera a sonreír ampliamente. - ¿Sueles venir mucho por aquí? - le preguntó, sorprendiendose a sí misma de ser la que continuara la conversación-, me han dicho que hay muchísimas especies de animales en el parque.
  12. A diferencia de lo que había pensado inicialmente, la pequeña criatura no se había alejado demasiado y apenas unos segundos después asomaba de nuevo la cabeza a través del arbusto más cercano a Mónica. El color rojo de su pelaje contrastaba con el verde que lo rodeaba y el tono de los ojos amarillos del zorro brillaba con la astucia propia de su especie, aunque parecía que la curiosidad le podía más. Para su sorpresa apoyó la cabeza en su pierna y ella aprovechó para acariciarlo, aunque pronto una voz masculina apartó su atención del encuentro con el hermoso animal. Tuvo que girarse en busca de quien había hablado y, al estar sentada en el suelo y tener que levantar la vista, el sol la deslumbró por un instante cegándola completamente. Se llevó la mano a la frente, haciendo con esta una improvisada visera para evitar la luz y ver que no conocía a la persona que le hablaba y que se había dirigido un momento antes al zorro también. - Buenas tardes más bien - le respondió. Lo observó detenidamente, quizás buscando algún rasgo que le sonará de haberlo visto anteriormente, pero fue imposible. De forma inconsciente había apretado la mano diestra donde aún tenía las pequeñas tijeras empuñadas, como si tuviera que protegerse-. Nosotros aún nos estamos conociendo, ¿verdad? - con maña había utilizado su mano libre para rebuscar en el bolso y había sacado una pequeña bolsita transparente repleta de pequeños insectos secos que le ofreció al zorro y que de un momento a otro se le había subido en el regazo. Mónica tenía buena maña con casi todas las criaturas con las que había tenido contacto, se le daban por descontado mucho mejor que las relaciones humanas. Ese detalle nunca le había preocupado pues, las personas, le habían demostrado que no eran tan dignas de confianza como el resto del mundo animal ya fuera mágico o no. - ¿Quieres? - extendió el paquete de alimento hacia el aún desconocido y sonrío algo divertida, dejando que los ojos verdes se contagiaran de la misma sonrisa-, pero no te lo comas, es para nuestro compañero.
  13. El calor de aquel día había sido totalmente asfixiante, pero por suerte la tarde había traído consigo una agradable brisa que revolvía los mechones del cabello de Mónica que habían conseguido escapar de su coleta. Llevaba ya un rato frente a la entrada del parque de las lamentaciones y aunque había estado toda la tarde recorriendo las inmediaciones del lugar, aún no se había animado a entrar en el mismo. Junto a ella una vuelapluma de color verde brillante flotaba anotando todo lo que, muy de vez en cuando, Mónica murmuraba por lo bajo. Cruzó el dragón de hierro que le daba forma a las antiguas puertas del recinto y siguió con la mirada a un par de conejos comunes que huyeron para ocultarse en su madriguera amedrentados por su llegada. Sonrió levemente y sin abrir la boca tomó la pluma que le sobrevolaba la cabeza de forma insistente para guardarla en el pequeño bolso que le colgaba del cinturón. A la ex-mortifaga no le hizo falta fijarse demasiado para notar la presencia de pequeños animalillos que, gracias a sus correteos, hacían susurrar a la vegetación. - No es lo que me esperaba – dijo con notable entusiasmo. Ella nunca había estado allí, pero quizás algunas malas lenguas le habían hecho llegar el rumor de que en aquel sitio no se respetaba la vida de los animales y eso, en un primer momento, la había enfurecido. Al menos por lo que estaba viendo, no era así. Vestía unos pantalones largos de color granate, de una tela fuerte pero agradable al tacto que se perdía en el interior de unas botas de cuero negro algo raídas. Aquel día se había desprendido de la calurosa capa y llevaba una camisera blanca debajo de un chaleco con numerosos bolsillitos y del mismo color que las botas que se ajustaba por justo debajo de su busto. Del cinturón colgaba el pequeño bolso que solía llevar en aquellas ocasiones, cuyo interior repleto había sido ampliado gracias a un hechizo extensible. Se sentó en el suelo, en una zona en la que el césped se mezclaba con frondosas matas y arbustos que conocía bien y sacó del bolso varios utensilios y botecitos que dejó esparcidos a su alrededor tras cruzar las piernas. Pasó la yema de los dedos por algunas flores y se acercó para olerlas; poco después y tomando unas pequeñas tijeras cortó las flores ya secas y las comenzó a meter en uno de los frascos de cristal que había sacado. Justo cuando iba a cortar la ultima, un cría de zorro salió de un arbusto cercano y se quedó quieto para observarla; ella se quedó igual de quieta para no espantarlo. - Hola amigo – murmuró. El animal olisqueó y se quiso acercar tímidamente, pero un ruido hizo que se agazapara y al instante saliera corriendo velozmente para alejarse. Mónica levantó la vista pero no vio a nadie por lo que volvió a mirar hacia donde el zorro se había ido ¿estaría cerca aún? @ Luke Abbott
  14. La voz del Black Lestrange sonaban al otro lado de la puerta, pero en su cabeza era como si estuviera verdaderamente lejos. Se apoyó con ambas manos en el lavabo de porcelana y se inclinó sobre este agachando la cabeza para resoplar en repetidas ocasiones hasta que conseguir empezar a relajarse. Cuando se miró en el espejo y su relejo le devolvió la mirada se sintió decepcionada a la vez que angustiada y, en un atisbo de su cuerpo, cierto sentimiento de curiosidad la envolvía. Abrió el grifo y dejó que el agua corriera unos segundos hasta que la acumuló en el hueco de sus manos y se mojó la cara hasta en tres ocasiones. Tras mojarse también la nuca la apagó y se giró sin volverse a mirar en el espejo, como si se evitara a sí misma o al sentimiento de culpa por lo que acaba de prometer ¿Qué haría ella siendo miembro de la Orden del Fénix? Tragó saliva y se secó la cara con una toalla. Pero… ¿Cómo podría seguir siendo miembro de la Marca Tenebrosa? No tenía las ideas claras, pero lo que sí tenía clara era que no iba a volver atrás mientras las cosas no cambiaran. Casi de forma automática, sin pensar, se había desecho del vestido mojado y había cogido del vestidor un pantalón y una blusa blanca que se puso rápidamente. El pantalón era celeste y se puso unos zapatos del mismo color que la prenda con la que había cubierto la parte superior de su cuerpo. Cuando salió de nuevo a la habitación se estaba recogiendo el pelo en una coleta alta y disimuló el haber entrado allí para cambiarse, aunque lo que necesitaba era realmente recomponerse ¿Lo necesitaba por la decisión que había tomado o por como la había dejado la cercanía del mago? Lo segundo había pasado a un segundo plano y, por su bien, más le valía olvidarlo. - Conoces mucho más de lo que me gustaría – dijo en respuesta a lo que Illidan comentaba justo cuando ella salía-. Vamos – lo instó, encaminándose a la puerta. La abrió y esperó apoyada en el marco a que este saliera. Un amplio pasillo fue lo primero que se abría ante ellos y las posteriores escalinatas para descender de la torre sur del castillo los recibieron con un silencio casi sepulcral. Cuando llegaron abajo el leve murmullo de los cuadros colgados a ambos lados de un nuevo pasillo rompieron el silencio, aunque las voces se iban apagando cuando Mónica pasaba. Los movimientos de los personajes allí retratados lo seguían con la mirada hasta que finalmente desaparecieron bajando el ultimo par de escaleras hasta la planta baja. - Recuperé este castillo prácticamente a la vez de tu marcha, supongo que por eso nunca has estado aquí – explicó, respondiendo a uno de los comentarios que el ex-mortifago había hecho arriba. Cuando cruzaron el vestíbulo el olor de la comida delataba que todo estaba listo; entraron en el comedor y los dos asientos más cercanos a la chimenea apagada tenían sus cubiertos listos para ellos-. Bueno, parece que al final no te morirás de hambre. @ Illidan Black Lestrange
  15. Ficha actualizada a petición del usuario. Aviso que tal y como se recogió en este post de la bóveda trastero la misma fue revisada y modificada al nuevo formato, por lo que se eliminan de la ficha los apartados referentes a pociones, objetos y criaturas.
  16. - No más insolente que quien llega a esta casi sin invitación y con pretensiones absurdas – en su caso no podía ser tan amable como su hermano, quizás porque no tenía tanto carisma como él y no es que fuera a esforzarse por tenerlo ahora a pesar de que la mujer que tenía en frente se presentaba como la administradora de un banco. El dinero no era un problema para ella, ni tampoco una necesidad pues tenía más del que podía gastar incluso a base de inversiones. Se quedó callada cuando Lucrezia mencionó a Thiago. Por un momento quiso saber que había sido de su viejo compañero pero no preguntó nada, pues aquella mujer no le gustaba en absoluto y no quería entrar en un tema que denotara cierta debilidad en ella. Se limitó entonces a callar y escuchar la conversación entre la Médici y su hermano que, justo en ese momento, se le antojaba un aburrimiento. Tal vez por eso sus labios se curvaron una sonrisa al escuchar las palabras de Cillian ¡Aquel muchacho cada vez le caía mejor! - Estábamos en una reunión familiar, señorita Médici. No son ese tipo de negocios los que nos interesan esta noche, pero tal y como dice… mi cuñado – sonrió de forma picara mirando de reojo a su hermano, pues para ella no había pasado desapercibido ni las intenciones de Lucrezia ni el beso en la mejilla de uno otro mago-, puede acompañarnos si quiere, o bien marcharse a buscar conversación de negocios con otras personas. Se sirvió otra bebida idéntica a la de antes y bebió sin dejar de clavar los ojos en la italiana. Levantó luego su copa, dedicándole la misma justo antes de dejarla en la mesa y mirar a Cillian, que volvía a hablarle. - Podemos ir cuando queráis ¡Podría ir ahora mismo a organizarlo todo! - ya estaba allí de nuevo su entusiasmo-. Y el negocio… ¿Cuándo vamos a ver los locales? Tenemos que elegir uno amplio ¿Qué opináis sobre la idea de un restaurante de buen tenedor que disponga de un hotel en su piso superior? Conocéis el viejo caldero chorreante ¿No? Sería algo un poco más refinado… - no mencionó la idea de que quería que el sótano fuera un local nocturno, quizás más tarde lo dijera si consideraba que los tres presentes no saldrían corriendo. @ Cillian Ryddleturn @ Ludwig Malfoy Triviani @ Ashley Emily Black Lestrange M.
  17. El cabello de la bruja, normalmente suelto, permanecía bien sujeto en un ajustado rodete justo a la altura de sus orejas que le permitía tener el rostro despejado. Llevaba un rato caminando a través de los terrenos de Uagadou cuando vislumbró la delgada figura de quien sería su maestro, un guerrero del que ya había recibido tiempo atrás sus enseñanzas y del que el color de su barba y cabellera delataba la avanzada edad que tenía. Los rodeaba una amplia llanura llena de vegetación y rocas de diferentes tamaños. Mónica había analizado cada rincón que la rodeaba, había visto las columnas y las distancias que la separaban de estas y de los arboles más cercanos. De pronto se descubrió a sí misma apretando la mano derecha, donde tenía empuñada la varita de ébano que la protegía e intentó relajarse por el momento. No es que estuviera tensa por miedo; simplemente estaba ansiosa por comenzar. - Buenas tardes – se detuvo a un par de metros de Khufu y recorrió con la mirada el santuario que este tenía detrás. El antiguo edificio era de piedra y no tenía más ventanas que pequeños tragaluces a una distancia demasiado elevada como para que la bruja supiera lo que había dentro-. Mi nombre es Mónica y estoy aquí para conocer los poderes del libro de la sangre – anunció. Vestía de forma cómoda y sencilla: unos pantalones largos de color verde resguardados por unas botas de cuero marrón que le llegaban a la mitad de la pantorrilla y una camiseta del mismo color que el calzado que había asegurado bajo la cinturilla del pantalón. Solo la acompañaba su varita y su propia mente, donde había memorizado cada página del libro que desde hacía tiempo obraba en su poder pero que aún no había logrado entender.
  18. Qué? Cómo? Mónica ebria donde? No se de donde os habéis sacado eso pero es una información completamente falsa y pienso tomar medidas legales! Mi abogado se pondrá en contacto con vosotros a la mayor brevedad posible. XD Me ha encantado, definitivamente. Yo exijo estar con Aly de invitadas en el próximo o plantearemos un boicot. Estáis avisados. Además si hubiera sabido que se podía preguntar absolutamente todo hubiera puesto a más de uno en un apuro 😏 Espero que pronto haya más de esto! pd: dejaré que otros participen en el sorteo(?
  19. Bóveda trastero y perfil actualizados para agregar compras certificadas por el concilio de Mercaderes: Compras realizadas 31/07/2021 y certificadas el 02/08/2021. Mónica Malfoy Haughton Moderadora de Harrylatino.org
  20. Objetos y pociones actualizados para agregar compras certificadas por el concilio de Mercaderes: Compras realizadas y certificadas el 19/03/2021.
  21. Ficha y perfil actualizados para actualizar los puntos de poder en criaturas a petición del Concilio de Mercaderes: gala de SV 26/02/2021, certificado 19/03/2021. Mónica Malfoy Haughton Moderadora de Harrylatino.org
  22. Bóveda trastero actualizada para agregar los productos certificados anteriormente. Obtenido premio gala de SV 26/02/2021, certificado 19/03/2021. Mónica Malfoy Haughton Moderadora de Harrylatino.org
  23. Ficha y perfil de personaje actualizadas para agregar puntos de objeto certificados en la bóveda trastero. Certificación 25 de agosto 2021, compras realizadas el 24 de agosto. Mónica Malfoy Haughton Moderadora de Harrylatino.org
  24. Bóveda trastero actualizada para agregar puntos y productos certificados en el post anterior. Certificación 25 de agosto 2021, compras realizadas el 24 de agosto. Mónica Malfoy Haughton Moderadora de Harrylatino.org

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