Thanatos L. Lestrange

Consumibles en Batallas

Nombre:
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Nota: No se permiten más de 5 consumibles en inventario.

Consumibles especiales:

Nombre:

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Poderes de Criaturas

Tipo de Poder:
Licencia de uso:

Libros de Hechizos

Nombre: Libro del Aprendiz de Brujo
Nivel: 1
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Habilitado para su uso: Si

Nombre: Libro de la Fortaleza
Nivel: 5
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Habilitado para su uso: sí

Criaturas Mágicas

Clasificación X:

Nombre producto: Lechuza
Puntos obtenidos: 10
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Clasificación XX:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación XXX:

Nombre producto: Jarvey
Puntos obtenidos: 40
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Clasificación XXXX:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación XXXXX:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:

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Criaturas en la Reserva:

Nombre producto: Fénix

Puntos obtenidos: 80

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Total de puntos en criaturas: 130

Pociones Mágicas

Clasificación A:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación AA:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación AAA:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación AAAA:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación AAAAA:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:

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Total de puntos en pociones:

Objetos Mágicos

Clasificación A:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación AA:

Nombre producto: Varita Mágica
Puntos obtenidos: 20
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Nombre producto: Escoba Voladora
Puntos obtenidos: 20
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Nombre producto: Espada Bañada en Sangre de Quimera.
Puntos obtenidos: 20
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Clasificación AAA:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación AAAA:

Nombre producto:
Puntos obtenidos:
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Clasificación AAAAA:

Nombre producto: Aletiómetro
Puntos obtenidos: 160
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Nombre producto: Capa de Invisibilidad
Puntos obtenidos: 160
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Nombre producto: Surtidos Saltaclases 
Puntos obtenidos: 160
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Nombre producto: Tabullae Defixionum 
Puntos obtenidos: 160
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Nombre producto:  Réplica del trofeo del Mundial de Quidditch 2011
Puntos obtenidos: 160
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Nombre producto:  Aros Parlantes
Puntos obtenidos: 160
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Total de puntos en objetos: 1020

Indice de Bienes

Objetos Mágicos:

Clasificación A:

Clasificación AA:

• Varita
• Escoba voladora
• Espada Bañada en Sangre de Quimera

Clasificación AAA:

Clasificación AAAA:

Clasificación AAAAA:

- Aletiómetro

- Capa de Invisibilidad

- Surtidos Saltaclases

- Tabullae Defixionum

-  Réplica del trofeo del Mundial de Quidditch 2011

- Aros Parlantes

Pociones Mágicas:

Clasificación A:

Clasificación AA:

Clasificación AAA:

Clasificación AAAA:

Clasificación AAAAA:

Criaturas Mágicas:

Clasificación X:

• Lechuza

Clasificación XX:

Clasificación XXX:

• Jarvey

Clasificación XXXX:

Clasificación XXXXX:

Criaturas en la Reserva:

• Fénix

Libros de Hechizos:

• Libro del Aprendiz de Brujo
• Libro de la Fortaleza

Poderes de Criaturas:

Tipo de Poder:

Consumibles en Batallas:

Nombre:

Holissss, vengo a molestarles con mi presencia por un shatito

ID: 85945
Nick: Thanatos Snape
Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero de Thanatos
Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Personal

Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): ---
Fecha: 2021-09-02

Objeto: Aletiómetro
Puntos: 160
Precio: 8000 Galeones

Objeto: Capa de Invisibilidad
Puntos: 160
Precio: 8000 Galeones

Total de puntos: 320
Total de Galeones: 16000

Gracias totales por la magiaaaa

Descripción de la Bóveda:
En el túnel número veintidós, justo frente a la puerta que separa las cámaras de los dragones, se encuentra la bóveda que pertenece a Thanatos Snape. Al destrabarse los mil y un cerrojos y hechizos que separan al mundo de este hueco bajo la tierra, encontramos una cámara de paredes lisas de obsidiana en apariencia desprendidas de cualquier tesoro. Sin embargo, al presionar el centro del sello, las paredes se traslucen y dejan ver tras de sí unas columnas que separan la bóveda del propio encantamiento del Snape. Al adentrarse, pueden encontrarse los más preciados y resguardados tesoros del licántropo.

Perfil de Comprador del MM:

• Indice de Bienes
• Objetos Mágicos
• Pociones Mágicas
• Criaturas Mágicas
• Libros de Hechizos
• Poderes de Criaturas
• Consumibles en Batalla

Fecha de Próxima Actualización: -

El Snape estaba encantado de cómo se desarrollaba la noche. Parecía que Gomez seguía bastante concentrado en sacar información de los Gryffindor y esperaba poder charlar con él en unos momentos, pero mientras se deslizaba con Mónica a través del salón, sabía que su jarvey podía esperar. Se giró al escuchar la voz de la bruja...

- Te das cuenta de que nos hemos visto más en los últimos días que en los últimos… ¿Díez años? - pensaba interrumpir para indicar con ironía que tenía sentido porque él había estado fuera del país durante todo ese tiempo, pero reconsideró sus decisiones y pensó ser un poco menos ácido.-. Deberíamos celebrarlo… ¿Piensas invitarme a beber o a bailar? 

- ¿No es más agradable hacer las dos al mismo tiempo? - respondió el hombre mientras sacaba una botella de Whisky de un aparador alejado del grueso de invitados. No sabía ni cómo había descubierto que estaría allí, pero sacó dos vasitos y sirvió ambos mientras se movía un poco. Sin embargo, al estirarle el brazo a la vampiresa, la música se detuvo en seco (lo que, por supuesto, no impidió que el licántropo se bebiese el contenido en un cabezazo hacia atrás). Vio a Ludwig avanzando para comenzar.- supongo que no quedará otra que escucharlo.- bromeó.

 Al terminar el Malfoy su conmovedor discurso, los aplausos no se hicieron esperar e invadieron el ambiente. El Snape procuró aplaudir tan fuerte como se le permitía, esperando incitar al resto a hacer lo mismo. Nuevamente se sobresaltó por la voz de Alyssa que apareció tras de sí anunciando el banquete. Se tomó el pecho por el susto y se volvió con brusquedad:

- Válgame dios, un día me van a tener que arrastrar a San Mungo. - en un segundo los hechos se sucedieron velozmente. Una copa voló, la chica de la silla de ruedas ahora  estaba... ¿corriendo? La magia que recorría ese pueblo lo sorprendía siempre un poco más. Alyssa se puso a lanzar hechizos como desquiciada mientras les pedía ayuda.- Lo siento querida, creo que olvidé mi varita.- dijo tanteando su cintura, como si realmente intentase buscarla. Miró a Illidan que no había parado de tirar los pasos prohibidos a pesar de que ya no sonaba música.- Deberías charlar con Peralta y Santiago. Ya es la tercera vez que los encuentro besándose en aquel rincón. Si hubiesen estado en la puerta esto no habría pasado.

Se volvió a Monica nuevamente y le murmuró.

- Supongo que tendremos que dejar ese baile para después, eh? - finalizó apesadumbrado. Al fin y al cabo había estado comiendo tanto durante la recepción que no tenía ni un poco de hambre. No de esa clase de alimento al menos...

···

@ Monica Malfoy Haughton  @ Alyssa Black Triviani  @ Ludwig Malfoy Triviani  @ Illidan Black Lestrange

- Es gracioso que intentemos llevar a cabo semejante acto de ofensa hacia el intelecto de nuestros votantes.- comentó lanzando una media sonrisa, entre divertida e irónica.- Un Malfoy en Italia y una Triviani en Inglaterra... y encima juntarlos en matrimonio. La verdad parece que se les zafó un tornillo.

 El mago observaba a los presentes sopesando la idea. No quería lucir como el único detractor, pero parecía que el brindis había lanzado los ánimos por los aires y ahora los criterios de sus compañeros comenzaban a tambalear dudosamente. En menos de una tarde ya habían transformado una gala de beneficencia en un medio para tomar el poder en distintas cúpulas de la sociedad mágica. Sus ambiciones, en cambio, requerían de condiciones más modestas. No contaba con la avaricia interminable que parecía en ese momento rondar como un fantasma en el consulado.

Sin embargo, esa misma avaricia los ayudaba a mantenerse en movimiento. No pensar en nimiedades que atravesaban su psique sin pedírselo. Sabía también que si alguien podía lograr semejantes hazañas y llevarlas a cabo con altura y dignidad, esos sin duda serían sus compañeros. Atravesó a uno por uno con la mirada, tratando de leer sus cerebros en funcionamiento. Pero bueno, nunca había sido muy bueno en legilimancia de todas formas. Su preocupación se esfumó un poco viendo el arranque de histeria de Alyssa... solo esperaba que no tuviese uno de esos arranques esa noche en la gala o arrancarían con el pie izquierdo.

 Su cabeza ardió por un segundo mientras unos flashes inundaban su mente. Una muchacha lisiada sentada al lado de una puerta, un salón que recordaba de algún lado lleno de elfos y una banda de músicos. La chica en silla de ruedas de nuevo y Alyssa invadiendo el lugar con su vozarrón al llamado de sus elfos para que aprisionaran a la joven. Pestañeó un poco y volvió a la realidad, tomándose la sien. No entendía qué acababa de pasar, solo esperaba no fuese una premonición.

- Supongo que el revuelo nos vendría bien para la gestión. Al fin y al cabo.- dijo suspirando un instante mientras se frotaba los ojos, algo cansados.- no existe eso que llaman "mala publicidad". De cualquier situación podemos sacar el mejor partido. - lanzó un gesto de aprobación con la cabeza a Ashley, que en ese momento parecía mencionar algo en un idioma inentendible a Ludwig. Miró a su hermano y con un guiño le dio por entendida su aprobación. Luego sacó un pañuelo de su chaleco y se lo extendió a la viceministra.- Toma, límpiate, tienes café en todos lados. Tendrás que trabajar un poco en ese protocolo...

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@ Illidan Black Lestrange  @ Alyssa Black Triviani  @ Lord Cubias  @ Ludwig Malfoy Triviani  @ Ashley Emily Black Lestrange M.

 El Snape había pasado drásticamente de inflar el pecho de orgullo ante la aceptación de su idea a lanzar una carcajada en un instante. El aire que había juntado para levantar el tórax le había jugado una mala pasada al escuchar la propuesta de Alyssa. Después de unas cuántas risas entre toses, logró comprender que en realidad lo que había tomado en un inicio por una especie de broma no lo era, por lo que aprovechó el acceso de tos para disimular la risa. Se secó las lágrimas de las comisuras de sus ojos y se enderezó nuevamente.

- Lo lamento.- mencionó con la voz aún algo ahogada.- Espero no haberme contagiado este maldito virus. - después de confiar en que su pobremente preparada excusa había funcionado, miró a la pelirroja tratando de descubrir qué reacción esperaba provocar.- ¿Entonces crees que conseguiríamos que tomes el poder en Inglaterra? Eso allanaría el terreno por completo, sería casi utópico. Pero, ¿y si no? Tendremos que estar preparados para los avances de la prensa... abandonar el ministerio sin la seguridad de ese salto podría traernos detractores y muchas dudas sobre nuestra propia plataforma. Creerán que estamos intentando abandonar el barco.

 Sabía que si eran comidilla para la prensa, eso le significaría triplicar esfuerzos en el trabajo... esperaba no tener que gastar más tiempo, al fin y al cabo tampoco le pagaban tan bien...

 Mientras el ojo izquierdo de Thanatos observaba y analizaba los eventos que acontecían entre sus compañeros frente al marco de la gala, su hemisferio derecho se encargaba de detectar al agente Gomez que mantenía ese aspecto imperturbable que lo caracterizaba. Sus jarveys le habían avisado hacía días que su hermano le había puesto escolta y, a pesar de que le abrumaba un poco, aprovechó para bajar la guardia y atender sus propias necesidades. Incluso había logrado avances con el muchacho, que ahora era parte de la jarvada.

 Todo este bizarro juego de ajedrez de los susurros había comenzado cuando encontró un jarvey herido y cuidó de él mientras sanaba. El noble Dent era sin dudas la criatura más sincera y transparente que había tenido el gusto de conocer. El grueso del pueblo despreciaba a estas criaturas por su carácter ofensivo. Sin embargo, tras sus insultos el jarvey capta los mensajes y los reproduce, si su interlocutor es lo bastante paciente para escucharlos... Con un poco de cariño, la lealtad férrea del animal y el mago se volvió una relación simbiótica y próspera. La criatura no debía preocuparse por conseguir alimento y seguridad y el mago podría conseguir lo que en su profesión consideraban aún más valioso que el oro: los secretos de las élites.

Eso le había dado la idea a un joven Thanatos de usar esas mismas influencias con los invisibles, aquellos que la sociedad creía una despreciable parte del paisaje: Los jarveys del mundo mágico. No tardó de conseguir unos cuantos squibs y magos de lealtades dudosas que, por unos galeones y el trato correspondiente, le consiguieron tesoros aún más valiosos. Su grupo era una jarvada, desde vagabundos hasta algunos destacados diplomáticos especialmente seleccionados. Incluso había tenido que encargarse de aquellos que habían amenazado con delatar semejante red, aunque esperaba no volver a tener que hacerlo.

- Gomez, chh, Gomez! - le hizo un gesto con dos dedos para que se acercara un poco, mientras mantenía la mirada fija en su hermano, distraído para variar con la esencia de una dama entre sus brazos. Sin sacar la vista ni volverse, oyó a Gomez acercarse y comenzó a hablar susurrando.- Necesito que averigües un poco más de esta chica Gryffindor. Entiendo que mi hermano es el mejor en esto, pero me preocupa su propensión a dejarse llevar por un par de ojos juguetones. Te propongo que dejes de seguirme de cerca y te centres en aquel grupo de allí.- Señaló con una mano a una Gryffindor que se había presentado minutos antes.- Estoy seguro de que si alguien puede dejar escapar algo, será ella. Yo estaré bien

 Con un pulgar lanzó una moneda hacia atrás y sonrió con soberbia al no oírla caer. Con el ruido del roce de la túnica del mago supo que ya se había desplazado y lo miró moverse hasta poder estar fuera del rango visual. Una vez seguro, avanzó hacia la zona que había abandonado Ludwig hacía instantes e interrumpió al acompañante de este. Su acompañante llevaba una vestimenta más brillante que su propia piel, con unos contrastes rojos en sus bucles y el verde de sus labios. La Haughton parecía bastante abstraída de lo que Cillian le comentaba, por lo que aprovechó el envión para entrometerse:

- Discúlpeme, señor Dumbledore - dijo con una sutil reverencia mientras cerraba sus dedos con suavidad sobre el brazo de la bruja y le guiñaba un ojo disimuladamente.- Me han solicitado una foto junto con la Directora de la Reserva. - se adelantó a los reclamos alegando que no dejara de escuchar el discurso de su amado. Giró sobre sus talones y le puso su mano libre sobre la cintura desnuda. El contacto le produjo un placentero shock de estática que atravesó sus terminales nerviosas de cada uno de sus dedos. - Dichosos los ojos que te ven, Moni. - tiró de ella un poco y la arrastró bajo su agarre, sin dejar de sonreír. - ¿Cómo has estado?

···
@ Monica Malfoy Haughton  @ Illidan Black Lestrange

- No, gracias querida. Ya tomé suficiente y recién es la hora del té. - señaló las dos copas vacías frente a él y lanzó una carcajada.- creo que no hace falta nada por el momento. Solo procura llevar la cámara al castillo Triviani a la noche, la necesitaremos. Si conseguimos unas buenas fotos con los diplomáticos de otros países nos ayudará a afianzar los lazos.- caviló un segundo y terminó.- aunque si descubrieras alguna escena escandalizadora o atraparas a alguien con las manos en la masa nos servirá a futuro. Si no aceptan nuestra invitación a ayudar, quizás decidan hacerlo con un poco de ayuda.- le guiñó el ojo con una sonrisa cómplice.

Sabía que un político en el lugar y momento indicados sería la comidilla de la prensa internacional y que todos tenían un precio con tal de borrar cualquier prueba de todo cuanto los comprometiese. Mientras captaba la conversación del casino, se detuvo a analizarlo. La idea del grupo cerraba por todos lados. Serviría como entrada de dinero, como tapadera y al mismo tiempo como lugar de encuentro de muchos otros magos y brujas que podrían terminar "comprometidos".

- Si lo que queremos es que la gente reconozca el casino como algo nuestro, deberíamos aprovecharnos de nuestra cultura.- mencionó agitando los brazos con ímpetu.- Algo llamativo, podría ser El Coliseo y que su forma le represente. - se imaginó la imponente estructura y se le erizaron los pelos de la nuca.- También podríamos idear algo de estándares más altos y que sea al estilo veneciano, con canales y tal. Pero tampoco estoy tan seguro de cómo implementarlo... ¿Se les ocurre?

Al fin y al cabo, la realidad era que su cabeza estaba puesta en el evento de esa noche, quizás más adelante pudiese con todo... Incluso imaginó un casino inclinado como la torre de Pisa. Podrían hacer que el interior fuera equilibrado pese a la vista inclinada del exterior. Tenían innumerables representaciones para llevar a cabo. Era cuestión de inclinarse por una, pero no sería él quien tomara la delantera.

Se sintió aliviado al ver llegar al ministro, aunque no tanto respecto a su vestimenta... qué era eso? Parecía una especie de Leprechaun demasiado alto, pero no sería él quien se lo dijera. No era el momento. Sonrió a Cubias y agradeció que pese a su negativa a la comitiva de seguridad, los agentes Peralta y Santiago lo hubiesen seguido a una distancia prudencial. Los vio apostarse en esquinas distintas y otear al público vigilantes.

 El ambiente parecía haber ido caldeándose con la misma intensidad que los pies del Snape. Había permanecido quieto en el mismo puesto durante... no estaba seguro, pero le había parecido una eternidad. Decidió mover un poco los dedos para recuperar un poco la sensibilidad mientras oteaba la congregación que los rodeaba. El salón estaba plagado de charlas acaloradas en distintos idiomas y cada invitado que se acercaba a saludarles portaba un acento distinto. Siempre le había atraído la congregación de comunidades y etnias tan distintas. 

 Su sonrisa se cortó, de la misma forma en que un globo explota, con un grito de Alyssa, ordenando a los elfos deshacerse de la mujer que había visto en la puerta pidiendo limosna. Se tomó la cabeza con discreción. Esos arranques de ira los hacían presa fácil de algún agitador. Si quisiesen arruinar la imagen pública de la cúpula del ministerio parecía que solo bastaría con un poco de leña al fuego que llevaban dentro y eso significaría más trabajo para el mago. Sin embargo, podía sacarle partido a algo al menos.

- Interesante, pensé que era parte del juego... - murmuró, más para sí mismo que para el resto del grupo.- ¿Cómo no se nos ocurrió esa táctica a nosotros? Nunca sabemos quién pierde el sueño por darle una nueva vida a un lisiado y lo llena a limosnas.- se replanteó aplicar el truco en próximas celebraciones, sacó un pequeño anotador y escribió rápidamente antes de volver a meterlo en el bolsillo del chaleco.

Saludó a Cillian, que se acomodaba al lado de Ludwig. Recordaba cómo había terminado el último encuentro en el que los había visto... <<espero que no tiente al maldito antes de que dé el discurso o continuaré cubriendo el trabajo de todos los departamentos aquí>>. Su hermano llegó con una de esas caras que no podía titular y la presentó como Mica Gryffindor... claro, los Gryffindor nunca habían sido de sus frecuentados, ni siquiera en sus épocas en Hogwarts en su propia casa.

- Por supuesto que la conozco, señorita, un verdadero placer.- podía decir que no era una mentira en su totalidad, mientras codeaba al Black Lestrange ante la simple mención de cócteles polémicos que no venían a lugar. Volviendo a su hermano, le respondió con una sonrisa - y si tienes tantas ganas de cambiarle de ropa aquí a nuestro amigo El Acertijo, está en tus manos.

Mientras esto sucedía, la joven Triviani que trabajaba con ellos le hizo una pregunta que lo descolocó. ¿Su discurso? Definitivamente necesitaba prestar más atención a las reuniones si no querían terminar con un paso en falso que frenara el desmedido avance que habían hecho en pocas semanas.

- Supongo que lo dirás por el discurso de Ludwig. Es ese de ahí. - lo señaló sonriendo con sorna ante el comentario. En ese momento el demonio le dedicaba unas tiernas palabras a su acompañante, por lo que el Snape hizo lo posible para no entrometerse, pero había captado la esencia del mensaje y agradecía que al menos él y el ministro parecieran tener el foco en lo que realmente importaba. Suspiró, agradecido, mientras se giraba hacia Ashley.

- ¿Boletín de prensa? En realidad querida, pensaba que fueran para mi álbum personal, pensaba guardarlo bajo mi almohada - esperaba que entendiera el sarcasmo, pero no le quitaba el sueño si realmente se lo tomaba en serio.- y tranquila, creo que sé perfectamente mis limitaciones. Espero que sepas las tuyas. - finalizó terminantemente ante el alegato sobre cuidarse de beber de más. Si algo valoraba de la vida de viudo era lo silencioso que se había vuelto su mundo de "recomendaciones" que nadie había pedido. Fruto de sus discusiones constantes con Amber, no dejaría que una niña que apenas le conocía le dijese lo que tenía que hacer.

 La avalancha de emociones diversas lo había dispersado un poco, por lo que sacó la pitillera de dentro del bolsillo trasero de su pantalón, tomó un cigarro y se mantuvo atento a las nuevas... decidió disfrutar de la música mientras observaba al resto desarrollando sus habilidades protocolares. El Snape era un gran consejero cuando se trataba de imagen pública, pero no disfrutaba tanto los encuentros interpersonales directos. Prefería dejarlo a los que sabían. Mantuvo la sonrisa y siguió saludando con cortesía a los recién llegados.

 Mientras se abrochaba los botones del chaleco negro, el ojigrís se detuvo un segundo sobre la imagen que lo observaba al otro lado del espejo. Hacía años no se había tomado el trabajo de ponerse tan presentable para nada. Detrás de él, su valija con sus pertenencias reposaba arriba del camastro de la posada. Parecía haber implosionado, con algunas mangas y retazos de tela sobresaliendo de su interior. Las botas de cuero de Hébrido negro emitieron un leve chillido al girarse el mago sobre sus talones para encaminarse a la puerta.

 Estaba listo para la gala. Había recortado su pelo de los costados y toda la franja superior la había atado en una prolija coleta. Su chaleco descansaba sobre una camisa blanca perlada con unas mangas abullonadas. De este caía una cadena de plata que delataba el reloj en su bolsillo delantero. Lo sacó y miró la hora... estaba tarde. Tanto que se había preocupado por no llegar último. Tomó su capa negra y la colocó sobre sus hombros mientras se encaminaba al exterior de la posada muggle. Lo que menos quería es alarmar a quienes le ofrecieron ese asilo a bajo costo con desapariciones repentinas.

  Comenzó a caminar por la callejuela adoquinada, mientras un grupo de muggles se apiñaban a escuchar a unos músicos callejeros que, a su oído, parecían bastante decentes. Giró en el primer callejón y apenas salió del rango visual de cualquier alma, se desapareció.

 Apareció frente al castillo que había visitado aquella tarde.

- Con que Trivianis de nuevo, parece que esto va a ser para largo - dijo, acelerando el paso, esta vez asegurándose de no tocar la reja. Al llegar a la puerta de entrada, un par de elfos de aspecto más roñoso que el que lo recibiera aquella tarde ya estaban esperando. A su lado una mujer en silla de ruedas con un sombrero de paja parecía estar... ¿Pidiendo limosna? ¿En una gala de beneficencia? ¿Qué estaba tramando Alyssa?

Pasó por alto a la muchacha y se detuvo cerca de los elfos un instante. Parecía que alguien se había tomado la molestia de ponerles una especie de moño de regalo en la cabeza, esperando que luciesen más adecuados para la festividad, pero solo les daba un aspecto aún más patético del que ya presentaban. Saludó a las criaturas y se internó en el castillo.

 A diferencia del decorado de los elfos, el interior del salón parecía aceptable. Habían colocado unos lujosos detalles y, por supuesto, la viceministra no había reparado en gastos. Sonaba un jazz divertido que acompañaba el ambiente perfectamente. Se acercó un instante a la banda y se quedó parado a un costado escuchándoles antes de retirarse a la mesa. Cuando terminaron la pieza, les aplaudió agradecido y lanzó unas monedas sobre el estuche del contrabajista.

- Preferible recaudar en este y no en el del violín - les lanzó a los músicos con una sonrisa mientras se movía a la mesa y tomaba una copa de uno de los elfos. Le dio un trago mientras avanzaba y se giró para escupirla. Uno de los elfos que se paseaba con las copas en alto ni se percató del hecho de que ahora algunas de sus copas tenían un poco más de contenido. - Champagne, bebida de m... - justo en ese momento vio que se acercaba al grupo que ya se había empezado a reunir allí. Tiró el resto de la copa en uno de los maceteros disimuladamente y apresuró el paso hacia allí.

- Parece que no llegué tan tarde después de todo. ¿Qué es ese chistecito de la lástima en la puerta? - le preguntó a la viceministra. Notó que aún no contaban con la presencia del Ministro ni de su hermano, que probablemente llegaría con él por cuestiones de seguridad. - ¿Estás listo para el discurso, Ludwig querido? - saludó a este y a su hija, la joven aprendiz.- Espero que sea una fructífera noche, si todo va mal todavía tenemos la posibilidad de que me suba a la tarima y consigamos unos buenos galeones por un buen show... - rió mientras sacaba un cigarro.- Podrías preparar la cámara, Ashley... un recuerdo de esta noche nos podría dar grandes ventajas políticas.

· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 
@ Alyssa Black Triviani  @ Ludwig Malfoy Triviani  @ Matthew Black Triviani  @ Ashley Emily Black Lestrange M.

Los pensamientos del Snape estaban acelerados después de visitar el castillo de los Triviani... Triviani... sabía que tenía ese apellido de algún lado. De todas formas, no era el momento de hacerse preguntas imposibles. Necesitaba apresurarse para poder llegar a la gala sin mayores contratiempos. Estaba claro que no podía hacer mucho al respecto, pero no quería gastar ni un segundo más del necesario.

Giró sobre sus talones y sin siquiera despeinarse apareció en el otro extremo de Ottery, en un lugar que no recordaba tan nítidamente. Los campos se extendían verdes mientras el sol lanzaba sus últimos destellos al cielo, atravesándolo como una brisa rosada de verano. Un camino prolijamente marcado lo llevaba hasta las inmediaciones del bosque que circundaba la majestuosa estructura de piedra.

 Ascendió por la explanada y casi corriendo se encontró de cara a los jardines internos del castillo. Frente a él se alzaba una muralla de un escarlata gastado, sobre las almenas de esta se podía ver un fénix tallado que emanaba destellos dorados, avisando que el día se acercaba a su fin. No quería retrasarse... no podía llegar tarde. Atravesó la entrada y se dirigió directo a la puerta principal. Saltó de dos en dos la escalinata de puerta y golpeó tres veces. Se alejó unos pasos hacia atrás aguardando a que le atendieran.

- Mavado - dijo al ver salir a la criatura enana que lo miraba, con un poco de desconfianza. - ¿Qué me cuentas, no pasa el tiempo para ti o qué? - el elfo parecía algo confundido, aunque estaba claro que recordar al ahijado de su amo no sería tarea fácil para un elfo entrado en años como él. Se notaba que la punta de la nariz ya no se mantenía erguida como en otras épocas, y de sus orejas asomaban restos de cabello que en las épocas de oro el propio Elessar las hubiese cortado por él.

- Buenas tardes, mi señor... eh... me encantaría decir que lo recuerdo pero no es así.- a pesar de la confusión, no se podía decir que el elfo no era perfecto para su trabajo. Tenía un don de gentes natural y sabía mantenerse sincero en situaciones en las que otros preferirían las "mentiras piadosas". - ¿Se le ofrece algo?

- No te preocupes, solo he venido a dejar un recado para aquellos de esta honorable familia que quieran acompañarnos en la velada de esta noche. El ministerio Italiano ha comenzado una gala de beneficencia e imaginamos que hay pocas familias tan honorables en su tarea para con la comunidad como ustedes. - sonrió viendo al elfo relajar el semblante al sentirse miembro de la familia.

- Claro que sí, señor. ¡Entregaré la correspondencia sin dilación! - el elfo había inflado el pecho con orgullo y adquirido un porte que lo había rejuvenecido. Por un momento Thanatos vio al joven Mavado tras las arrugas. Le estiró la mano y le entregó el pergamino.

- Tenga a bien entregarla a los miembros de la familia indicados aquí mismo, en caso de que algún otro quiera unírsenos, puede hacerlo. Que tenga buenas tardes, señor. - y con una inclinación de cabeza conjunta, el ojigrís comenzó el descenso mientras el elfo doméstico cerraba la puerta con suavidad. La noche ya se sentía...

@ Melrose Moody  @ Syrius McGonagall  @ Hannity Ollivander Evans  @ Jank Dayne

El silencio se interrumpía solo por las ráfagas de viento que hacían chirriar las verjas del portón del castillo. Alto, imponente, como una lanza se elevaba hacia las nubes. La tormenta no esperaría mucho más para hacerse llegar. En el medio del camino, una estela de humo se convirtió en un hombre que avanzaba ágilmente por la calle, como si hubiese estado todo el tiempo allí. Sus zancadas lo llevaron hacia el portón y, al llegar, lo obligarían a detenerse.

Un halo de extrañeza lo había invadido mientras se dirigía a la estructura que se alzaba frente a él. Parecía salida de un sueño lejano y, sin embargo, allí estaba delante de sus ojos. Al apoyar sus manos sobre la reja para abrirla tuvo un presentimiento automático y la alejó, mientras unas raíces de lazo del diablo aparecían para atrapar al intruso desprevenido.

<<¿Qué ha sido eso?>> se preguntó hacia sus adentros mientras veía retroceder a la planta nuevamente a su escondite. Algo le había advertido que esa trampa estaría siempre allí, aunque seguía sin entender por qué. Desenfundó su varita y con un latigazo de su brazo abrió de par en par el portón, que no reaccionó esta vez. Comenzó a avanzar sin perder la vista de los huecos donde había visto desaparecer las raíces de lazo del diablo, pero no volvieron a asomar y lo dejaron adentrarse en los terrenos.

Vagó unos instantes y dio unos giros alrededor de algunos árboles antes de notar una baldosa que le llamó la atención. Una rasgadura de lado a lado la había partido a la mitad... o eso querían los Triviani que el resto creyera. Tomó una roca del suelo y la lanzó sobre la baldosa, que no tardó en desprenderse para dejar pasar una especie de dardo emplumado que se elevó hacia donde hubiese estado el pie distraído y siguió su trayecto hasta perderse en lo alto. Soltó una carcajada que sonó demasiado fuerte para lo mortecino del paraje en el que estaba.  Era irreal que aquel silencio se apoderase de un castillo con tantas habitaciones.

Avanzó un tanto más mientras escuchaba unos alaridos del interior del castillo que hubiesen puesto los pelos de punta de cualquiera y procuró no acercarse mucho al estante que descansaba sereno en la entrada. Una vez seguro del otro lado, se acercó a la puerta y golpeó tres veces. Aguardó un instante hasta que escuchó unas pisadas torpes que se acercaban fugazmente. La puerta se abrió y del otro lado lo recibió un elfo de aspecto demasiado andrajoso para el castillo que lo cobijaba. <<Típico de esta clase de gentuza>> se repitió hacia sus adentros <<maltratar a los que creen que están "por debajo" de su nivel>>.

Sin embargo, no se esperaría el saludo de bienvenida del elfo, que comenzaría a chillar y dar saltitos como un loco mientras le tomaba la mano.

- ¡Amo Thanatos, amo Thanatos! - el elfo parecía haber visto un fantasma y el hombre trató de disculparse una y otra vez mientras intentaba descifrar quién era la criatura - ¡ha vuelto! - dijo agachándose en una reverencia que le hizo tocar la punta de sus pies con la de su nariz.

- Disculpe, mi buen señor, debe haberme confundido con alguien más, pero solo vengo a entregar una carta a los residentes de esta honorable morada. - se sentía mareado y parecía haber mucha más información de la que el licántropo pudiese procesar en aquel momento. Debería indagar más en profundidad a futuro. - Soy - se detuvo un segundo pensando en que revelar su nombre sería mantener la farsa que el pobre demonio se había hecho en su cabeza.- ... miembro del Ministero della Magia. Entiendo que su familia tiene muchos ciudadanos de la madre patria y queremos invitarles a una gala de beneficencia. Si no le importa, debo seguir con mis recados.

El elfo, educado para obedecer, cerró la boca y no pronunció otro comentario, pero sus ojos parecían llenos de curiosidad y extrañeza. Sin perder un segundo, el Snape le entregó el pergamino enrollado, un poco más agitado de lo que habían sido sus primeras reacciones.

- Portus - dijo apoyando la punta de su varita en el pergamino. - La invitación es para las personas mencionadas ahí debajo. El pergamino es un traslador que los llevará a la gala. Por favor, no olvide entregarla. Muchas gracias.- Sin decir más, aceleró el paso y salió de allí... quizás debería volver, pero ese no era el momento.

@ Lord Cubias  @ Alyssa Black Triviani  @ Candela Triviani  @ Jeremy Triviani  @ Matthew B. Triviani  @ Ashura Lestrange

Hola esto no tiene nada que ver con la Gala pero tengo que probar qué tal se ve el banner que le hice al Depto de Seguridad Mágica. Así que bueno, dicho y hecho.

Lorem ipsum ah se ponía a llenar con cualquier cosa. Bueno, les cuento que me acabo de comer dos milanesas hermosas y ahora soy una persona más alegre. Después les cuento. En fin, regalito para @ Illidan Black Lestrange

Bueno vengo a traerles amor y esto no tiene nada que ver con poder mandarlo por Whatsapp, tiene que ver con que queda mucho más lindo acá (? así que bueno, aquí va la seguidilla...

@ Ashley Emily Black Lestrange M.

@ Lord Cubias

@ Illidan Black Lestrange

@ Idylla Macnair T.

@ Thanatos L. Lestrange  ahrequesoyyo

Y me faltan los de Aly y Lud que me los pasarán en breves espero y creo que yastamo

Nick: Thanatos Snape Triviani

Link a la bóveda: Bóveda

Rol de personaje: Jefe de comunicación y propaganda 📣📣📣

Información adicional:
Las internas en Italia están cargadas de emocionalidad. Las comunicaciones externas al ministerio tratan de comprometerlo con relatos sesgados de realidad para el beneficio de pocos. Sabe que Cubias es un gran partido para Italia después de haber visto su trabajo los últimos años en Bologna... además de que, claro, lo conoce hace años y sabe que es un gran partido para su oportunidad de mostrar lo que mejor sabe hacer: Contar historias. 😎

Buenas, perdón por molestar, pero no entiendo si fue tomado mi pedido o no. Estoy haciendo algunas cuestiones y quiero saber si voy a tener los conocimientos porque estoy armando una idea rolística y no puedo concretarla a menos que tenga esto. Cuando tengan novedades me avisan.

Gracias totales y perdón por la gedencia.

Besis

Turno 1 de Buscadores - Dado de Percepción.

La verdad que no ando inspirado hoy, pero se me vino algo así a la cabeza. Si se les ocurre alguna otra idea o algo para agregarle, genial. Ahora solo estoy haciendo espacio para llenar dos líneas aunque no sé ni siquiera si eso sigue vigente, pero ante la duda... después miro lo de las credenciales.

P.D: Me parece que para fin de mes pediré un aumento... jajajajajaja

De paso también les dejo la invitación corregida y sin el fondito de la bosta que era porque tenía un perfil incrustado random

P.D#147: Justo me edité la firma y ahora es animada como velorio en pandemia

No entiendo, si he puesto el apartado de pertenencias con todos los datos que figuraban ahí. Literal lo revisé y lo revisó una de las chicas y me dijo que parecía estar todo ok. Según lo que veo el listado de pertenencias figura ahí. Si me podés explicar un poco mejor, me encantaría, porque la verdad que ya no entiendo cuál es el problema. Gracias!