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Little G.

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Todo lo publicado por Little G.

  1. @ Ains, pero que te cures pronto definitivamente. Con respecto a la tardanza, no te sientas mal xD El regalito que me hiciste me encanta, siempre he adorado tus firmas; y la usaré porque es algo especial. Gracias *o* Te seguiré esperando porque pretendo molestarte a menudo *le manda flores y chocolates*
  2. Los pasos de la Karkarov se encaminaron distraídamente hacia el hermoso castillo que resguardaba el legado de los Ravenclaw. Había estado dando vueltas por Otery St. Cathpole, pretendiendo poner en orden sus pensamientos; su hija, el padre de esta, su madre... La vida entera la consumía. Su mirada dorada se detuvo curiosa sobre la verja de plata que separaba la enorme edificación de la realidad. Rebuscó entre sus recuerdos algún rostro conocido que fuera parte de aquella familia. Gracias a la Academia y a los contactos de sus parientes maternos, Little conocía a bastantes magos y brujas. La difusa figura de Keaton se le presentó, entonces, para darle un incentivo: ahora tenía una excusa para penetrar en el interior del castillo. Decidió que nada tenía que perder, y que quizás ganaría una buena compañía. La castaña dudó unos instantes antes de materializar su varita mágicamente entre sus dedos. Llevaba una blusa ligera color salmón, que resaltaba el tono casi canela de su piel, y un par de jeans ajustados; el día era caluroso, una suave brisa acariciaba a los transeúntes cual consuelo silencioso. Estaba, en líneas generales, presentable para una visita informal. Y fue aquello lo que terminó por convencerla. Con la punta de la madera tocó la entrada, obligándola a partirse en dos y dejarle el paso; sabía que la familia sería alertada de su intromisión. Little atravesó el jardín dejándose llevar por el cálido ambiente de mayo, observando embelsada el paisaje que enmarcaba el hogar de los Ravenclaw. La estatua de Rowena fue la primera en darle la bienvenida; le dirigió una leve señal de respeto, como si estuviese viva. Incluso tallada en piedra la bruja tenía un aire solemne. No obstante, fue en la entrada donde encontró verdaderas señales de vida. Plantados frente al portón principal una jovencita solicitaba la colaboración, casualmente, del mismísimo patriarca que Little pensaba encontrar: Keaton. Conservando la expresión serena, la ojimiel se aproximó sin disimulo para intervenir en la recepción. No deseaba molestar, pero ya que estaba ahí... -Buenas tardes - saludó algo divertida por el intercambio de palabras tan amables. Fijó su mirada en la bruja, a quien definitivamente jamás había visto - Lamento interrumpirles, pasaba por el lugar y no pude resistirme. Soy Little Georgina Karkarov - añadió con cierta vergüenza en la voz. Le regaló una sonrisa cordial a la desconocida, esperando no incomodarla, antes de desviar su mirada hacia el Ravenclaw - Keaton, ha pasado un tiempo... ¿Me recuerdas? No solía inmiscuirse en los asuntos de otras personas a menos que lo solicitaran. Su presencia allí era más que simple cortesía; tenía ansias por conocer nuevas personas y reencontrarse con viejas amistades. El mundo mágico había cambiado muchísimo durante su ausencia. Además, tras escuchar el extraño pedido de la adolescente... Little no pudo evitar sentirse intrigada. Quizás si ofrecía su colaboración para lo que estuviese buscando... La tarde se haría más agradable y fructífera. OFF Me aburría, lamento meterme así xD A lo mejor sirvo de algo (?) @ Un placer conocerte *o* @@Keaton Ravenclaw Lo prometido es deuda. Me comí los sauces boxeadores porque los vk después de haber escrito el tocho *c*
  3. Tuvo que coincidir con la Gryffindor en ambas cosas: Apros no necesitaba apellidos, necesitaba a su padre. Ella pasaba por la misma situación porque ser madre soltera no era sencillo; los niños hacían preguntas y se disgustaban cuando no comprendían la complejidad de su origen. Little suspiró profundamente antes de asentir despacio, sintiendo un resquemor en el pecho ante la mención de Frida. -Entonces es muy reciente, creí que llevaban más tiempo separados – comentó al tiempo que su ceño se fruncía. Parecía ser que su regreso había sido anterior al de su mejor amiga; aquel encuentro en el Refugio había sido completamente azaroso. – No te mentiré, creo que a pesar de todo ha tenido un carácter muy débil. Especialmente si esa anciana causó tanto revuelo frente a mi ahijado. No obstante, tal como había dicho, entendía lo engorroso que era ser parte de una familia importante. Quebrar los lazos con los padres… Era algo que ningún hijo deseaba. Cogió una de las galletas de chocolate que reposaban en la bandeja del servicio de té; estaba helada, blanda. El color oscuro del dulce siempre le traía recuerdos de Naunet. Dirigió entonces sus orbes mieles hacia el rostro de Hilary al tiempo que rellenaba, por tercera vez, la copa de cristal; su tolerancia con respecto al alcohol había mejorado, así que se permitía pequeños excesos de vez en cuando. -¿Qué fue lo que hizo para arruinarlo? – inquirió sin mutar la expresión de su rostro. Le desagradaba inclusive la ausencia de la bruja malintencionada que tanto daño le hacía a la rubia; de haberla tenido en frente… Aunque su amiga sabía defenderse, jamás cometería una falta de aquel calibre. Hilary tenía más escrúpulos que Little, era evidente. Little sabían cuando deponer la cordialidad. - ¿Quieres que le haga una visita? Yo puedo ser… bastante convincente si lo deseo. Después de encontrarse conmigo no te volverá a molestar - ofreció sin una sombra de duda en la voz. Sus manos se mantenían entre la bebida y las manos temblorosas de la joven Gryffindor. Estaba encolerizada, podía sentirlo. Como estaban encerradas en el lugar y nadie escucharía, Little se permitió memorar su tiempo en las filas de la Marca Tenebrosa. Nadie salvo sus progenitores conocía su participación dentro de aquella organización clandestina; allí su personalidad había mutado, la habían educado para ser leal. Y todas esas enseñanzas ahora se limitaba a practicarlas exclusivamente para la protección de sus seres amados. @@Hilary J. Gryffindor.
  4. La castaña jugueteó con la copa mientras escuchaba a Hilary. El líquido púrpura bailó contra el cristal, desprendiendo un ligero aroma frutal. Volvió a beber, desvaneciendo el contenido de un solo golpe. Cogió la botella de la hielera para prepararse otra ronda, y una de sus cejas se arqueó ante la mención de Frida. -Sugerí que te entendieras con él, no con su madre - alegó sonriendo ladinamente. Podía imaginarse a la Gryffindor frente al mago, exigiendo que se comportara como le correspondía. En realidad Little consideraba que los hombres no debían intervenir en el cuidado de los hijos si no habían estado presentes durante el nacimiento. Con ellos la maternidad se volvía más complicada, especialmente cuando no había una relación establecida. ¿Acaso Bastian se había ocupado de ella? No, porque, al igual que su ahijado, nació en la clandestinidad. -No quiero que te lo tomes a mal, pero Apros es un bastardo. En el sentido literal de la palabra - como no deseaba alterar más a su prima colocó su mano libre sobra las de ella, dándoles un apretón. - Para las familias de renombre este tipo de situaciones tienen que corregirse. Importa mucho lo que otros dirán. Entendía perfectamente cómo era Frida, aunque jamás la había visto. La entendía porque era una Karkarov, una Black Lestrange; conocía las implicaciones de un buen apellido. La sangre tenía peso sobre los miembros de las casas pudientes, era algo inevitable. Little volvió a beber la sangría para deshacerse de la copa vacía, como si intentara deshacerse así de los problemas que aquella conversación tendría. -De cualquier manera, lo que hiciste fue acertado. No puedes dejar que te domine, mucho menos que involucre a tu hijo - sus orbes mieles chispearon con disgusto. Si alguien se atrevía a herir a los suyos... - ¿Qué fue lo que Ashton decidió? Porque si estás aquí, sola, asumo que el muy cobarde prefirió quedarse con su madre.
  5. Antes que Hilary se aproximara al balcón donde Little aguardaba desprovista del calzado, sobre una de las tumbonas aderezadas con cojines, los elfos aparecieron con el pedido. Saraí cargaba un servicio de té con galletas surtidas y Bóreas llevaba una botella de sandria insertada en un bol con hielo. Ubicaron todo sobre la mesilla que separaba los dos muebles, así que el aperitivo estaría en medio de las primas. La Karkarov les dirigió un gesto silencioso de agradecimiento a las criaturas y estas, tras reverenciarse, se esfumaron. Sus manos se deslizaron hacia la botella, descorchada previamente por el elfo, y la copa de cristal reposada junto a ella. La llenó hasta la mitad, pero antes de llevársela a los labios se ocupó de coger la tetera para verter un líquido rosáceo en una de las tazas de porcelana; se la tendió a su amiga sin preguntarle siquiera si le apetecía. Little acostumbraba a hacer aquello, pero no era malintencionado. A veces suponía y creía entender lo que otros deseaban. Afortunadamente en pocas ocasiones se equivocaba. La chica Gryffindor imitó a la castaña, descalzándose tras acomodar al niño en una de las camas. La mirada dorada de Little se posó distraídamente en el paisaje mientras la esperaba; y cuando la tuyo en frente no pudo evitar mantener sus ojos en la distancia. Por algún motivo se sentía avergonzada, quería y a la vez no relatarle a Hilary lo que había sucedido en su ausencia. -Soy mejor terminando conversaciones que empezándolas - se limitó a responder con cierto nerviosismo. Aquella era una invitación para que Hilary fuera la primera en confesarse. Tomó su propia bebida y le dio un largo trago, sintiendo el dulzor acariciarle el paladar. - Además, tú pareces tener cosas más interesantes que contar.
  6. Yo nunca he pasado por acá, pero tenía algo que preguntar y aproveché para actualizar xD ID del foro: 88361 Número de Comprador Frecuente: 137 LINK al perfil en la Web del Magic Mall: http://magicmall.harrylatino.org/mago_detalle.php?buscar_mago=99175&button=Ir LINK a la venta en la planta correspondiente o LINK al descuento de la bóveda de Gringotts: ~~~ Favor de actualizar: Nivel mágico: 4 Rango: Unicornios de Plata ---- Ahora, tengo una duda existencial. Quise hacer una compra en la segunda planta (pociones) y fue rechazada porque aparentemente ya tengo los 200 puntos permitidos y necesito una bóveda de trastero para seguir comprando. Uno de los chicos del Magic Mall me dijo que debía sumar los puntos de objetos y criaturas (tengo 160 en objetos y 40 en criaturas); pero tengo entendido que para abrir la bóveda de trastero necesito tener los 200 puntos en 1 sola categorías, que no son acumulativos. Mi pregunta: ¿tengo o no los doscientos puntos? xD Si pueden decirme qué hacer, lo agradecería. Porque si estoy en lo correcto, creo que debería tramitarse la compra que hice (dejo el link para que chequen: http://www.harrylatino.org/topic/106335-segunda-planta-pociones/?p=4960232). Lamento los inconvenientes. Saludos *les deja chocos*
  7. Era la primera vez que asistía a la segunda planta del Magic Mall y solamente estaba allí porque aquel día había decidido tomar precauciones para lo que se avecinaba en su vida. Después de darle un vistazo a las letras doradas y móviles ubicadas tras el mostrador, Little se dirigió a su destino sin mutar la expresión serena que tanto la caracterizaba. Prefería actuar por cuenta propia, así que se negó a pedir instrucciones. El lugar donde fectuaría su compra era enorme e incluso más organizado que el resto de los pisos que componían el edificio. La claridad de los colores de las botellas logró sacarle una leve sonrisa, pues apreciaba los pequeños rastros de belleza que a menudo se topaba en la calle. Olía a madera, a pesar de la cantidad de magos que se movilizaban por el área transpirando y parloteando descuidadamente. Se aproximó pacientemente hasta uno de los empleados, distinguiéndolo por la insignia que rezaba “CM”. Estaba ocupado, como era de esperarse. Por ese motivo, Little tendió en su dirección un pedazo de pergamino con el pedido; aguardaría a que pudiese recibirlo y tramitar la compra. ID: 99175 Nick: Little G. Black Lestrange Nivel mágico: IV Link a la Bóveda del Trastero: -- Link a la Bóveda: Bóveda de Little G. Fecha: 24-05-2016 Nombre del producto: Filtro de los muertos Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000G Precio total: 2000G Total de Puntos: 40
  8. @@Ashura Lestrange Hola *-* Quiero hacer un pedido para poner bonita mi ficha. Sé que tienes muchos pedidos, así que te prometo paciencia (además creo que volveré a molestarte para solicitar un banner xD). Gracias de antemano *le manda flores*
  9. http://data.whicdn.com/images/21757252/original.jpg Nombre Naunet Aeryn Karkarov Edad 7 años Nacionalidad Inglesa Raza Humana Personaje principal al que está asociado Little Georgina Karkarov Black Lestrange Relación con el personaje principal Hija sanguínea Aspecto físico Altura: 120 cm Peso: 25Kg Contextura física: delgada, tez blanca adornada con pecas. Color de ojos: Verde, herencia de su padre biológico Cabello: Dorado, se ha oscurecido con el paso del tiempo. Ondulado y largo hasta el final de la espalda. Vestuario: vestidos, chaquetas de cuero, diademas, colores pasteles, zapatillas con lazos y medias panty. Cualidades psicológicas Es mente de pensamiento impaciente. Se expresa como sensitiva y observadora. Ama el amor, no por lo que da, sino por lo que significa. Suele ser bastante retraída porque no está acostumbrada a convivir con otras personas además de su madre; su deseo más profundo es conocer a su padre biológico o al menos saber su nombre. Adora a los animales, razón por la cual Little ha comprado una variedad de ellos. Aunque empieza a tener control sobre sus poderes mágicos, prefiere hacerlo todo con sus propias manos o solicitarlo a sus mayores. Tiene debilidad por los dulces, los modales distinguidos y las joyas brillantes. Historia Naunet nació en la tercera planta del Hospital San Mundo un 21 de julio. Sus madrinas estuvieron presentes en el parto, y una de ellas fue la sanadora encargada de ayudar a su madre a traerla al mundo. Su padre no conoce su existencia, pues Little siempre mantuvo oculta la identidad de este y la registró con el apellido que había heredado de Bastian y Valkyria: Karkarov. Desde su nacimiento fue criada como una niña adinerada, perteneciente a una de las familias más pudientes de todo el mundo mágico. Paso los primeros años de su vida entre la mansión Black Lestrange y el castillo Karkarov, hasta que un día su madre decidió sacarla del mundo que conocía para que juntas se trasladaran, de manera esporádica, a varios hoteles de Europa. Debido a esto, Naunet desarrollo una viva curiosidad por comprender otras culturas y su vocabulario fue ampliándose hasta convertirla en una poliglota. Al cumplir los siete años, Little Georgina dispuso el regreso de ambas al mundo mágico de forma definitiva, por lo cual retorno junto a sus abuelos en el castillo Karkarov. Pasa los días entre elfos domésticos, los mimos de Valkyria y todos los lujos que su madre insiste en ponerle al alcance. Se educa todos los días en historia, arte, literatura, ciencias y magia, porque desea alcanzar algún día un puesto importante en el Ministerio de Magia. Otros datos -Sabe tocar el piano -Junto a su madre ha diseñado un par de colecciones de joyas para el Avant Garde. -Naunet es origen egipcio y significa “diosa del océano”. Su segundo nombre, Aeryn, es irlandés y significa “montaña de la fuerza”. Naunet Aeryn fue elegido por Little para bendecirla con la potencia del agua y la tierra, símbolos de lo inmaterial y lo material respectivamente: de la sensibilidad y el esfuerzo. Condiciones de utilización De uso exclusivo para Little G.
  10. http://i1194.photobucket.com/albums/aa375/LittleG33/Avant%20Garde/08948669-c962-4492-bf3d-d219ce019a22_zpsktahiqpf.jpg Nombre del Negocio Avant Garde Nombre de los propietarios Little G. Hilary J. Gryffindor Kassandra Weasley Rubro al que se dedicará Cuidado personal, moda y complementos Descripción Avant Garde es considerada una de las edificaciones más modernas de todo el Callejón Diagon, está ubicada a un par de calles del banco, en una de las zonas más verdes y acaudaladas. Desde el exterior se pueden apreciar la magnitud de la estructura, parecida a una "L", y la riqueza de la decoración interior. Hay tres plantas, cada una dedicada a la venta de artículos específicos: ropa (Haute Couture), zapatos y bolsos (L'Boutin) y joyas y fragancias (Étincelle); en el sótano se encuentra el Atelier, lugar destinado al diseño de nuevas colecciones y la reparación de productos usados. La última planta, más próxima a la torre del reloj, es de uso exclusivo, pues allí se encuentra la oficina compartida de las dueñas del local. Afiliados No se aceptan Criaturas --- Objetos --- Elfos --- Nick con link a tu ficha de personaje Little G. Hilary Gryffindor Kassandra Weasley Link a la ficha de tu familia Familia Karkarov Familia Gryffindor Familia Weasley Link a la bóveda de tu negocio Bóveda N° 108676 Negocio Avant Garde Link al local del negocio Local
  11. Buenas, buenas Yo quiero afiliarme si todavía aceptan, porque está un poco muerto el topic y me es difícil saber xD Me gusta el local, es muy lindo y francés; y como me gustaría visitarlo mas a menudo... Pues nada, espero que no les moleste si me uno *-* Ficha & Bóveda
  12. El entusiasmo de Antoni le producía gracia. Le alegraba haber acudido al local con él porque hacía la experiencia más emocionante. Lo escuchaba comentar sobre los acontecimientos mientras se dejaba llevar por la curiosidad y solo podía reírse; era un muchacho demasiado inquieto. Se mantuvo a su lado en medio de la oscuridad, manteniéndose expectante ante lo que sucedería a continuación Justo entonces se materializo la recepcionista, surgiendo a través de una masa de olor repugnante y apariencia viscosa. El rostro de la Karkarov se mantuvo inexpresivo pero un leve temblor en sus pestañas indico la aberración que le producía el ser que tenían en frente, iluminado por una luz amarillenta que le daba un toque todavía más siniestro. Incluso la túnica color vino parecía roída por la decadencia. La mujer, contrario a lo que demostraba su apariencia, era amable. Sin embargo, ni siquiera la disposición servicial aumento el gusto que Little podía sentir por ella. Observo como Antoni cogía el folleto que les entregaba para que decidieran un destino; él se lo pasó tras ojearlo rápidamente para que lo leyera. Eran una serie de lugares conocidos como malditos. Aquello hizo que una sonrisa se desplegara en el rostro de la castaña. -Suena bastante bien, me gustan los cruceros – coincidió con la idea del peliverde, dispuesta a seguirlo a cualquier sitio. La verdad es que solo tenía ganas de conocer algo distinto y aquel local le ofrecía una serie de oportunidades tentadoras. Little admiro de reojo la sonrisa negruzca de la recepcionista y no pudo evitar una mueca de desagrado - ¿Cómo empezamos? – inquirió, esperando alguna explicación del procedimiento que debían seguir. @
  13. La joven madre permitió que el niño se recostara en su hombro, perdido entre las hebras doradas de su cabellera. Era toda una dulzura y Little no podía evitar recordar lo amorosa que era Naunet cuando tenía esa edad; con el tiempo los niños se volvían más rebeldes y distantes. Sintió que algo se le rompía por dentro. A veces llegaba a creer que era una madre terrible, que su hija sufría por la ausencia de un padre que jamás la conoció... Tal como ella misma había sufrido. -Tienes que ver su rostro cada vez que Naunet la llama abuela - respondió con una discreta sonrisa al comentario de la Gryffindor. Valkyria era todo un espectáculo al rededor de su nieta, se dejaba llevar por el aura de la niña sin poder evitarlo. Los orbes mieles de la Karkarov se fijaron, entonces, en el elfo que las atendía, sintiéndose hastiada por la lentitud. La estancia permanecía caliente y se respiraba un aroma floral proveniente de los frondosos jardines del refugio. Y sin embargo, nada de eso disminuyó la irritación de Little. Se aproximó al escritorio para poder observar a la criatura de cerca, identificándolo como una de las pertenecientes a Kassandra. Su ahijada sabía que la adoraba así que esperaba que no se tomara como un atrevimiento lo que pretendía hacer. -Olvida el papeleo. Cuando Kassandra pase por aquí infórmale que estamos en la habitación de siempre. Ella entenderá - Little se ahorró la amabilidad aunque sabía que a Hilary no le gustaría aquello. Con una simple mirada le indicó a su amiga que la siguiera mientras en sus brazos reposaba un Apros adormilado. Las lentejuelas de su vestido centellearon bajo la luz del recibidor. Continuó a través de una serie de pasillos, buscando su lugar favorito entre todos dentro de aquel sitio contenido por la Weasley. No había estado demasiadas veces allí, pero lo conocía. Y como Kassandra la conocía bien a ella, sabría dónde encontrarlas. Hilary y Little se quedarían en uno de los cuartos más alejados, aunque próximos al área de la piscina. -Estoy segura que donde sea que Aime esté... No le hace falta un hombre - alegó en voz baja, dándose cuenta que el pequeño parecía más dormido que despierto. Lo que no pupudo evitar su una suave risa al recordar los buenos tiempos. -Lo único que podemos agradecerle a Gitax es la existencia de Kassandra. Cuando eran más jóvenes, solían molestar mucho a la pareja. Aquel pensamiento trajo nuevas memorias de amores pasados; Little no tenía muy buena referencia sobre el género masculino. Bastian le era ajeno, el padre de su hija no tenía rostro y su corazón solo le había pertenecido a una persona que hacía años no veía. Su ceño se frunció percatándose de lo ensimismada que estaba en todo los aspectos negativos de su vida; era como si quisiera autocastigarse y no era justo. En su vida aún existían luces. Finalmente llegaron a la habitación. Tenía un suelo de madera contra el cual resonaron los zapatos de tacón de la Karkarov al entrar. Las paredes tenían piedras incrustadas, otorgándole un aspecto rústico pero agradable al mismo tiempo. El gusto de la dueña era exquisito sin lugar a dudas. Avanzó a través de la estancia para posicionar al infante sobre uno de los mullidos colchones, esperando que fuera Hilary quien lo acomodase para la siesta. -Saraí - pronunció al aire con firmeza. La elfina se materializó frente a su ama y efectuó una dramática reverencia. -Tráeme una botella de sangría fría, una copa y un servicio de té de almendras con galletas surtidas. Puedes traer a Bóreas, la Srta. Gryffindor y yo lo tomaremos en el balcón. El licor claramente era para ella, mas habia solicitado lo demás teniendo en cuenta a su amiga. Mientras la madre se ocupaba del bebé, Little se movió hasta la enorme puerta de vidrio que se abría pasó hacia un balcón con vista panorámica. Había un par de tumbonas revestidas con tela y cómodos cojines, únicamente separadas por una mesilla de madera donde los elfos dispondrían lo que la rubia había solicitado. En aquel espacio se ubicó la rubia, cruzando las piernas delicadamente al tiempo que se deshacía de los zapatos. Ahora tendría una conversación con su mejor amiga y tenía derecho a deshacerse de cualquier máscara.
  14. Little se quedó contemplando a los transeúntes a través de la ventana. El Callejón era un caos durante el día, pues la gente se empujaba para alcanzar sus destinos con mayor rapidez sin importarle a quién se llevaba por delante. Le causaba muchísima gracia contar la cantidad de tropezones que magos y brujas tenían, así como adivinar el contenido de las bolsas que cada uno llevaba. Era una actividad que solía realizar con su hija. La voz chillona de una elfina llamó su atención. Le dirigía unas palabras amables al tiempo que efectuaba una ensayada reverencia. A muchos magos les gustaba aquel acto de sumisión. La Karkarov compartía ese punto de vista porque estaba acostumbrada, por sus padres, a que aquellas criaturas le rindieran respeto; aunque jamás se había atrevido a ser grosera con alguno, porque había un límite entre el orgullo y la crueldad. Y ella conocía bien lo que se sentía sucumbir ante ambos. Había pasado suficiente tiempo en la Marca Tenebrosa. -Buen día. Puedes traerme algo de beber – solicitó con voz cordial la joven castaña. Su pie se agitó en el aire, balanceando el zapato de tacón que lo adornaba, en un gesto de meditación. – Que sea caliente, no me gustan las bebidas frías. – a menos que sea alcohol, pero no estoy aquí para eso, pensó al tiempo que una leve sonrisa se dibujaba en sus labios rosáceos – Y si tienes algo con chocolate, bienvenido sea. Sin añadir nada más, la Karkarov desvió sus ojos mieles nuevamente hacia la ventana. Sabía que la elfina le traería el pedido sin inconvenientes porque no estaba en la naturaleza de los elfos fallar ante una orden explícita. Se preguntó si tener una vida así, donde te dijeran qué hacer y cuándo, sería tan mala; indudablemente sería mucho más sencilla.
  15. La bruja se mantuvo expectante a que Anthoni tocara la puerta. Sin embargo, antes de que alguno de los dos reaccionara, un chillido espantoso se escuchó tras la madera. Aquel sonido inesperado le erizó la piel a Little aunque su rostro se mantuvo sereno; sus cejas se arquearon denotando cierta fascinación, asombro y curiosidad. No es que fuera precisamente valiente, pero tenía la sangre de Karkarov corriendo en sus venas… Haría falta mucho para asustarla. Anthoni parecía ajeno a lo que sucedía, pues penetró en el lugar sin importarle los arañazos, golpes y crujidos que hacían eco en la entrada. La Karkarov se abstuvo de comentar alguna cosa y lo siguió, preparada para lo siguiente. En el interior del recinto había un par de mesas abandonadas, era una especie de recepción. Estaba en completo silencio y el aire era muy denso. No solo se trataba de la aparente oscuridad que a duras penas era disipada por las velas; realmente era una habitación siniestra. La joven madre se dejó llevar por el peliverde, mas no bajó la guardia. -Creo que son otros los que esperan, Anthoni – una sonrisa se le escapó. Le divertía la ansiedad que lo desconocido le producía. Tenía muchísimo tiempo sin sentir verdadera emoción por algo. Little sentía que algo se aproximaba, sus sentidos se lo gritaban. Su entrenamiento en la Marca Tenebrosa había dejado huellas en su instinto. Fue entonces cuando la luz se agotó. Ahora se hallaban, definitivamente, en la penumbra. Los orbes mieles de la mujer intentaron adaptarse al cambio sin tener éxito; se sentía desorientada. Como entendía que el lugar estaba diseñado para jugar con sus visitantes, trastocar la mente y causar pánico, se obligó a conservar la calma. Avanzó unos pasos para estar más próxima a Anthoni, deslizando una de sus manos para sujetar su antebrazo. -Quizás no necesitamos la luz, después de todo. – comentó para seguirle la conversación al mago mientras su mano libre afianzaba el agarre con la mochila que cargaba. Restaba aguardar a que la habitación les respondiera.
  16. Para descender a las profundidades del banco se requería, además de la autorización del personal, una bóveda privada. La que pertenecía a Little Georgina Karkarov se encontraba cerca de la de sus progenitores, en una de las áreas más lejanas. Había solicitado la apertura de una cámara personal casi a regañadientes. Detestaba la burocracia mercantil. Además, consideraba que dejarse guiar por los duendes a través del subsuelo era un acto de valentía; se debían atravesar grutas, cascadas negruzcas y rieles carcomidos por el tiempo… El acceso a su bóveda era restringido, pues únicamente los duendes de Gringotts y la propietaria podrían ingresar en ella. Esta regla no era excepción para nadie. Little había reforzado la seguridad utilizando un encantamiento: enmarcado sobre el frío metal había un espejo mágico de estilo rococó, que servía para captar la esencia de aquellos que visitaran el lugar y dejar un registro. Cualquiera que intentara manipularlo sería transportado al área de seguridad del banco. Al traspasar los mecanismos de seguridad, la puerta se abría para lucir una pequeña habitación decorada que imitaba perfectamente la antecámara de música del Palacio Real de Aranjuez. El ambiente de aquella sala lo conocía Little de primera mano, ya que había visitado el hogar de los reyes españoles en uno de sus tantos recorridos por Europa. Cada figurilla y retrato irradiaba una luz casi mística, absorbiendo a cualquier espectador; las lámparas de cristal que colgaban del techo solo reforzaban el efecto con su bamboleo contante, causado por las leves vibraciones de la tierra. Había unas cuantas sillas dispuestas sobre la alfombra blanquecina, bordada con flores, que no tenían intención de ser utilitarias. Al fondo, un par de brazas aromáticas se incineraban e impregnaban la estancia con el perfume favorito de la Karkarov: lavanda. Cuadros con escenas bíblicas pertenecientes a la escuela italiana del siglo XVII y pinturas religiosas de Solimena, decoran sus paredes. Todo era de un estilo clásico barroco, propio del gusto de su dueña; había cierta exageración y teatralidad en la disposición del mobiliario, el cual poco correspondía a las temibles cavernas donde Gringotts tenía sus instalaciones. Una serie de puertas pintadas de blanco, enmarcadas con tela amarilla y lustrosa, se difuminaban debido al color dorado de las esculturas, cuadros y muebles. Y detrás de cada una de ellas, Little Georgina había dispuesto sus adquisiciones personales; la colección de objetos mágicos y extraños, la joyería exuberante, los artículos heredados o los regalos recibidos… Todas sus riquezas terrenales se encontraban sepultadas secretamente en el lugar para su uso exclusivo. Perfil de Comprador del MM: 137 Índice de Bienes Objetos Mágicos Pociones Mágicas Criaturas Mágicas Libros de Hechizos Poderes de Criaturas Consumibles en Batalla Fecha de Próxima Actualización:
  17. Little recibió alegremente el abrazo de su mejor amiga. Aunque se sentía cada vez más desdeñosa con las personas, el cariño que le tenía a su familia derretía cualquier sentimiento malsano que nacía en su interior. Rodeando con sus brazos pecosos la cintura de Hilary, empezaba a sentirse en casa otra vez y mientras se dejaba invadir por aquella sensación sus ojos dorados se posaron sobre el pequeño niño que lucía asombrado ante el arrebato de su madre. -Espero que estés consciente de que no me importa lo inadeacuada que te parece mi atuendo - respondió finalmente con una leve sonrisa maliciosa. Adoraba sacar de quicio a la Gryffindor, quien siempre la había tratado como una niña. No en vano era la menor de las tres amigas. - Naunet está en el castillo Karkarov con mi madre… Digamos que está acostumbrándose a tener a su abuela cerca. Escuchó el parloteo ansioso de Hilary, pero se negó a contestar. Su mirada volvió a detenerse en Apros sintiendo un profundo cariño por él. Después de todo era su ahijado. Y estaba tan grande que por unos instantes la Karkarov se sintió asustada; ¿hacía cuanto no veía a Hilary? Se agachó para estar a la altura del infante, sintiendo que el vestido se elevaba unos centímetros, y extendió los brazos en su dirección. -Oh, déjame darte el amor que no he podido darte -. El pequeño parecía perturbado por la familidad de la extraña, pero se dejó hacer. Sus manitas recorrieron el cabello dorado de la bruja como si cuestionara su autenticidad. – No, desgraciadamente es un engaño. Sin duda deberé arreglarlo ahora que regresé, ¿no crees? Era definitivo, todos en el mundo mágico parecían detestar el cambio. Little Georgina volvió a reírse ante la inocencia infantil, preguntándose cómo haría para explicarle a Naunet que tenía que retomar su castaño habitual. Se pondría furiosa. Acariciando las mejillas del niño y cargándolo en sus brazos, Little se levantó para encarar a su amiga. -Llegué hace poco… Es una historia un poco complicada, Hil. El mundo no me ha tratado muy bien – evitó alegar que ella tampoco había tratado bien al mundo porque la Gryffindor comprendía más sus silencios que las palabras pronunciadas. – Esperaba encontrarme con Kassandra, porque supe que Aime hace tiempo no aparece… Al menos pude encontrarme contigo. ¿Por qué no pides una habitación y nos ponemos más cómodas? Necesito un trago. @@Hilary J. Gryffindor.
  18. Cissy No sé si te acuerdas de mí, pero volví recién y... me dieron ganas de pedir una firma. Como conozco tu trabajo, pues vine a jorobarte un poquito. Si la img no tiene suficiente resolución, te dejo que elijas la que quieras xDD Saludos
  19. El cuerpo esbelto de la Karkarov se materializó cerca del número 59 del Callejón Diagon, en una esquina poco transitada. Alisó mecánicamente los pliegues de su blusa escarlata y apresuró el paso en dirección al local donde Anthoni la había citado; el resonar de sus tacones contra el camino empedrado la hizo reflexionar sobre futuro encuentro con el ahijado de su madre. Hacía un par de semanas se habían conocido casi por accidente y en medio de las conversaciones que mantuvieron surgió la idea de hacer una aventura. Little llevaba demasiado tiempo fuera del mundo mágico y él, a pesar de su corta edad, lo conocía mejor que cualquiera. La rubia pensó, mientras se aproximaba a Terrortours, que era extraña la rápida confianza gestada entre ambos. -Anthoni - saludó con una leve sonrisa. Observó que el joven llevaba ropa acorde para la imprevisible excursión, pues, así como ella, llevaba jeans, chaqueta y botas. Solo los ojos ahumados, el cabello trenzado en un moño alto y las perlas negras en su cuello dejaban entrever su gusto por la ostentación. – Lamento la demora, espero que no lleves demasiado tiempo esperando. Little sabía que, aunque llevara dos días aguardando, él no le recriminaría. Sus orbes mieles se fijaron en el cartel, tan brillante como su propio atuendo, y arqueó una ceja ante la curiosidad que le producía el lugar. Tenía que ser nuevo porque no recordaba haberse cruzado con él. Internamente se cuestionó si sería lo más apropiado, pero la emoción expresada por Anthoni le impidió retractarse. Había olvidado lo que era divertirse haciendo cosas audaces o ridículas. Realmente necesitaba aquello y agradeció internamente la companía que tenía. -Bueno, tú eres el guía. Así que… Te sigo -. alegó al tiempo que afianzaba el agarre con su bolso cruzado. Tenía un encantamiento de extensión por lo cual la cantidad de objetos guardados en él era considerable; lo había llevado para prever cualquier cosa. @
  20. Little alzó delicadamente los bordes de su túnica escarlata para evitar que los apresurados magos que transitaban por el lugar la pisaran. Una de las razones por las cuales evitaba asistir al Magic Mall era por la cantidad de personas que todos los días decidían adquirir objetos y criaturas. Últimamente existía un hambre increíble por recolectar cachivaches antiguos y animales mágicos, aunque para ser sincera no entendía la razón. Había salido de su hogar exclusivamente para comprar una escoba y un par de guantes decentes. Tenía pensado sacar a pasear a Naunet por los alrededores del Castillo Karkarov y necesitaba un medio de transporte más animoso que la desaparición conjunta. Nada más por esa razón ahora luchaba con otros compradores para cruzar el pasillo principal que abría paso hacia las tres plantas del negocio. El ambiente de la zona comercial más popular del Londres mágico era agobiante. No solo estaba constituido por una arquitectura extraña, rozando entre lo clásico y lo moderno, sino que la oferta y la demanda de artículos causaba pánico colectivo. Little literalmente luchaba para subir las escaleras mágicas y alcanzar el mostrador o toparse con alguno de los asistentes de la primera planta. -Disculpa, ¿podrías atenderme? . la joven Karkarov tuvo que morderse la lengua para mantenerse serena. Esperaba salir pronto de allí. Fue entonces cuando observó tras el mostrador un precioso medallón con un águila incrustada. Optó por llevárselo en vez de los guantes. Finalmente cuando uno de los dependientes se encontró libre para atenderla, le extendió el papel con su pedido y aguardó pacientemente a que todo estuviese en orden. ID: 99175 Nick: Little G. Black Lestrange Nivel mágico: IV Link a la Bóveda del Trastero: -- Link a la Bóveda: Bóveda de Little G. Fecha: 06-05-2016 Nombre del producto: Nimbus 3000 Objetos, Criatura, Poción Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 Cantidad de unidades: 1 Precio por unidad: 1000G Nombre del producto: Águila de la sabiduría Objetos, Criatura, Poción Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 Cantidad de unidades: 1 Precio por unidad: 4000G Precio total: 5000G Total de puntos: 100
  21. Bueno, después de siglos sin actualizar... Adapté el nuevo modelo, aunque tengo una pequeña duda. Tengo un par de animales que no son mágicos, no sé exactamente en qué parte de la ficha debo especificarlo, así que los puse en criaturas de la reserva porque así me lo pidió mi instinto. Si fue un error, lamento darles más trabajo xDDD Gracias de antemano por el trabajo *regala chocolates de agradecimiento* Quiero cambiarla completa por: http://stylesweekly.com/wp-content/uploads/2014/06/Leighton-Meester-Hair-Styles.jpg Datos Personales Nombre del Personaje: Little Georgina Karkarov Black Lestrange Sexo: Femenino Edad: Adulta joven 25 años Nacionalidad: Británica Familia(s) ~Familia Karkarov ~Familia Black Lestrange Padres Sanguíneos: Bastian Karkarov Malfoy & Valkyria Black Lestrange Padre(s) Adoptivos: -- Trabajo: -- Poderes Mágicos Rango Social: Unicornio de Plata Bando: Neutral Rango dentro del Bando: -- Nivel de Poder Mágico: 4 *Puntos de poder en objetos: 60 *Puntos de poder en criaturas: 40 Habilidades Mágicas: -- Conocimientos Especiales: - Pociones - Adivinación (Conocimiento cambiado. Antes: herbología) - Idiomas (Conocimiento Adquirido) - Leyes Mágicas (Conocimiento Adquirido) Medallas: -- Perfil del personaje Raza: Humana Aspecto Físico: Cabello café y ondulado. Piel morena. Ojos color miel. Estatura: 1.83. Vestimenta usual: encaje, seda, estampados florales, colores llamativos, joyas con piedras preciosas. Cualidades Psicológicas: Vanidosa. Soberbia. Volátil. Arisca. Afectuosa con aquellos que considera cercanos, cortés con personas de la misma categoría e indiferente para con el resto. Le gusta pasear por los locales, busca mantener su mente ocupada con diversas actividades. Aficionada al arte y la literatura. Valora la pureza de la sangre. Su principio es la lealtad. Heredó el carácter diplomático y estoico de sus familias consanguíneas, así como la voluntad de defender sus creencias. Historia: Primogénita de Valkyria Black Lestrange y Bastian Karkarov. Nació lejos del Castillo Karkarov y la Mansión Black Lestrange en un pequeño pueblo alemán donde su madre se autorecluyó. Pasó la infancia sin tener noción de la identidad de su progrenitor; fue llevada por su madre a la mansión Black Lestrange al cumplir quince años. Es allí donde conoce a Bastian y, debido al distanciamiento prolongado entre hija y padre, Little tiene una afinidad especial con él. Culminó su educación en la Academia de Magia y Hechicería, para unirse al bando mortífago durante una temporada. Su retorno y deceso en la Marca Tenebrosa es frecuente, variando acorde a sus estadías en Inglaterra. Con el pasar de los años, la distancia entre sus padres derivó en una separación definitiva que acarreó la desaparición de Bastian y un nuevo romance para Valkyria. Dolida por la situación, Little Georgina decidió vagar por las calles de Londres hasta toparse, en un local muggle de mala fama, a William Harrelson con quien finalmente tuvo una aventura. Pasado un tiempo, descubre que está embarazada sin recordar exactamente la identidad del padre. Meses después, Little abandonó nuevamente a los mortífagos para dedicarse completamente a su futuro hijo y a su trabajo en San Mungo, aunque continuó recopilando información para el bando tenebroso. Reinició sus estudios en la Academia con la intención de obtener más conocimientos; una vez obtenido el diploma en Leyes Mágicas e Idiomas, se transfirió a la Oficina del SAW. Su primogénita, Naunet Aeryn nació en el Hospital San Mundo sin mayores complicaciones. La llegada de su hija la motivó a mudarse a la mansión Black Lestrange, donde prefijó su residencia definitivamente. Durante una de las misiones realizadas para la Marca Tenebrosa, se vio envuelta en el secuestro de su mejor amiga Kassandra Weasley, cuya identidad estaba protegida gracias a la poción multijugos. Como su deber era extraerle información, Little torturó cruelmente a quien consideraba una espía hasta descubrir de quién se trataba realmente. El suceso dejó una profunda huella en ella así que, tras liberar a su ahijada, abandonó Inglaterra para viajar por el mundo con su hija de la misma forma que Valkuria había hecho. Después de aquel evento Little nunca sería la misma. La distancia con sus familiares y amigos endureció su carácter, volviéndola más arisca y desconfiada. Empezó a replegarse en sí misma. Durante su exilio Little aprovechó para desarrollar mejor sus gustos y hobbies, intentando olvidar las atrocidades que había cometido, y se conformó con las comodidades y ventajas que su linaje le ofrecía. Finalmente, consciente de que su devenir por diversos países no representaba algo bueno para Naunet, regresó a su hogar para reordenar todos los cabos sueltos de su vida. Pertenencias Objeto Mágico Legendario: -- Objetos Mágicos: Criaturas mágicas: Libros de hechizos: Poderes de criaturas: Consumibles en batallas: Criaturas en la reserva: Elfos: Licencias, Tasas, Registros Licencia de Aparición: Aprobada Licencia de Vuelo de Escoba: Aprobada Registro de SAW: Hijo On Rol Registro de XXX:-- Otros datos Cronología de cargos -Aprendiz. San Mungo, tercera planta (Maternidad y Pediatría) -Sanadora. San Mungo, segunda planta (Virus mágicos y enfermedades mágicas en general. Envenenamientos por pociones y plantas) -Empleada del SAW Links de Interés Referentes al Personaje Link a Perfil de Comprador MM: 137 Link a Bóveda Personal: Bóveda de Little G. Link a Bóveda Trastera: -- Link a Bóveda de Negocio:Bóveda 98272 Negocio Oasis of the Seas (Cerrado) Link a Bóveda Familiar 1: Familia Karkarov Link a Bóveda Familiar 2: Familia Black Lestrange
  22. Ingresó al discreto establecimiento tras haber pasado la tarde recorriendo las tiendas del Callejón bajo el sol de mayo. El clima era ideal para perder el tiempo. Sin embargo, Little Georgina había optado por aprovechar los primeros días de su regreso tratando de familiarizarse con el entorno. Los cambios en el mundo mágico habían sido pocos, pero increíbles. La recibió el aroma del óleo y la madera. Toda la primera plantaba estaba decorada con retratos y paisajes dispuestos de manera armónica; incitaban al visitante a perderse entre las formas y el color moldeados por artistas antiguos o poco reconocidos. Inmediatamente supo que disfrutaría su estancia allí, pues la rubia se había dedicado al goce del arte desde muy niña. Aproximándose silenciosamente hacia uno de los frescos para descubrir de qué se trataba, escuchó a un par de mujeres comentar sobre los servicios de comida que la quinta planta ofrecía. Le apetecía tomarse un té y lamentó no haber traído a su pequeña hija, quien disfrutaba tanto como ella admirar la belleza de los productos artísticos. -Estoy convirtiéndome en una mujer lamentable – musitó para sí misma, reconociendo a regañadientes que extrañaba poder conversar con personas de su edad sobre gustos afines. Había pasado tanto tiempo lejos de casa que el círculo de magos y brujas donde se movía había disminuido considerablemente. Decidió dejar las obras por el momento, dirigiéndose hacia las escaleras para subirlas. Quería sentarse simplemente para relajarse un poco, quizás estaría disponible alguna terraza desde donde pudiera contemplar a los transeúntes. Los tacones de sus zapatos resonaron contra la madera una vez inició el ascenso y sintió las plumas del vestido lila acariciarle las piernas delicadamente. Una vez en la pequeña cafetería del negocio se prometió que recorrería las demás salas mientras deslizaba sus orbes mieles a través de las mesas disponibles. Encontró una cerca de una ventana abierta, por la cual se colaba el aire primaveral proveniente de la calle. Se ubicó allí, cruzando elegantemente las piernas y aguardó a algún camarero para ser atendida.
  23. Avanzando lentamente entre la oscuridad disipada únicamente por la tenue luz de su varita, Little se abrió paso entre árboles nudosos, silbidos nocturnos y el aura cálida de la naturaleza. El Bosque Prohibido no era confortable, pero aquella noche parecía querer cooperar con los fugitivos que se adentraban en él buscando diversión. Aun así, la Black Lestrange se mantenía alerta en caso de que alguna quimera inesperada se produjera. La invitación de Kassandra, que portaba el mapa con la ubicación de la festividad, le había llegado sorpresivamente. Probablemente su ahijada quería ser cortés, haciéndole llegar un mensaje para que supiera que la extrañaba. Era una de las cosas que más adoraba de ella: su dulzura. Little no estaba segura de asistir porque no tenía intenciones de retornar al mundo mágico. Sin embargo, hacía unas pocas semanas… Sus pensamientos se disiparon al contemplar una enorme fogata que crecía paulatinamente con el helado correr del viento. La presencia de las criaturas mágicas era sobrecogedora, especialmente porque las brujas y los magos se distribuían alrededor del lugar de tal manera que podían considerarse una aparición insignificante. La belleza del paisaje estaba eclipsada por las telas blancas de los atavíos. ¿Sería ella la única que se daba cuenta de la intrusión que estaban efectuando con aquella celebración? No obstante, una leve sonrisa se posó en sus labios color carmín. Ella había recubierto su piel dorada con seda blanca y adornado su cabello rubio con una diadema de flores elaborada con piedras preciosas. Contrario a lo pensado, el frío no dejaba huellas en ella; el aire bailaba en conjunto con los pliegues de su atuendo refrescándola y dándole una sensación de paz. Los orbes mieles de la primogénita de Valkyria se pasearon a través de los invitados con cierta frialdad. No reconocía a ninguno de los presentes, pero le atribuyó aquello a la ausencia prolongada a la que se había sometido. Justo en el instante en el cual su mirada se topó con la figura de la Weasley, acompañada por una pequeña muchedumbre, una joven comenzó a cantar. Habiendo heredado las costumbres de su familia, Little Georgina se mantuvo en la periferia del lugar esperando que el evento concluyera. No pretendía interrumpir la ceremonia, aunque le habría gustado poder darle una sorpresa a Kassandra; estaba segura que no esperaba verla allí. Mientras aguardaba la oportunidad de aproximarse, la naturaleza respondía lentamente al llamado del ritual. @
  24. Sus pasos se precipitaron apresuradamente a través del Callejón mientras su mirada se paseó distraída sobre los carteles de los nuevos locales. Los cambios del mundo mágico eran tan inesperados que el regreso se volvía cada vez más confuso y frustrante. Ahora era una extranjera en medio de aquellas personas cuyos rostros no evocaban nada, pues ni siquiera el recuerdo de su juventud, acontecida en aquel lugar, servía para reconfortarla. Little Georgina se deslizó entre los cuerpos sudorosos de los turistas y los osados magos que se escondían tras largas y gruesas capas, a pesar del deslumbrante sol que inauguraba mayo. Llevaba un vestido de lentejuelas plateadas que bailaba en sintonía con el movimiento de sus caderas; el cabello, ahora rubio, se encontraba atado con una cola alta y un par de diamantes negros eran su único accesorio. Estaba consciente de lo impropio del atuendo, pero tampoco le importaba. Quienes la veían pasar la confundirían con una súbita aparición bañada en perfume caro. Little era ahora solo un espectro enjoyado. Con el pasar de los años, el carácter de la Black Lestrange se había endurecido; el orgullo familiar inculcado durante la infancia potenció su vanidad hasta límites insospechados, convirtiéndola en una mujer no solo frívola sino soberbia. Los malos hábitos se estaban convirtiendo en su única conexión con la realidad, y la sumergían más y más en un abismo. No obstante, pretendía cambiarlo. No tenía idea de cómo actuarían sus amigas o sus padres al verla, pero se había propuesto regresar por el bien de la única persona con la que mantenía constante contacto: su hija Naunet, quien contaba ya con siete años y daba señales de ser tan arisca como ella misma. La hija de Valkyria reconocía su deplorable trabajo como madre; había pasado la vida arrastrando a la niña por todo el mundo, escondiéndose en lugares concurridos sin ser capaz de proporcionarle un hogar. El sonido producido por la campanita al entrar fue su anclaje al presente. Frente a ella estaba Hilary sosteniendo la mano de su pequeño hijo. Little parpadeó gratamente sorprendida, antes de recordar que ella era la madrina de aquel niño. ¿Hacía cuanto no veía a su amiga? La escuchó murmurar unas palabras mas no se interesó en ellas. -¿Tiempo indefinido? ¿Qué te parece si pedimos dos habitaciones? –. No estaba muy segura de que la bruja la reconociera, y aun así sonrió ampliamente, sintiendo como su corazón rebosaba en afecto. Había extrañado esa sensación.
  25. Hace un par de semanas (?) El ambiente se había tensado un poco al principio, especialmente porque Little y Aime no parecían aprobar las decisiones que su amiga había estado tomando desde hacía cierto tiempo. Sin embargo, al final la heredera de Bastian y Valkyria optó por suspirar y dejarse llevar por las circunstancias. Ella no era quien para juzgar a nadie porque también había cometido errores. -Aime, sé que prefieres encargarte de la poción pero considero que lo mejor será enviar por ella. -. Alegó entonces la bruja, acariciando suavemente las puntas de su ahora dorado cabello. -. Quizás mi madre conserve alguna poción que nos sirva. -. Valkyria tenía una despensa atiborrada de cosas legales e ilegales que había fabricado y robado en igual medida. La verdad no se sentía preparada mentalmente para dedicarse a la elaboración de un producto mágico porque tenía demasiadas cosas en la cabeza. No quería arriesgarse a cometer una imprudencia. Por ello, Little no esperó que nadie aceptara su idea. Chasqueando los dedos al aire llamó a su elfina doméstica, Sararí. La criatura se reverenció con respeto, dispuesta a acatar cualquier mandato. -Necesito que encuentres a mi madre. -. La ojimiel extrajo la varita mágica de los pliegues de su túnica para aparecer un pedazo de pergamino y una pluma. Anotó rápidamente las instrucciones que la Black Lestrange debería leer. Sabía que no podía enviar a la elfina directamente a la bodega porque de lo contrario no volvería a verla. Y suficientes problemas había tenido aquel día por culpa de un elfo. -. Cuando le des esto ella sabrá que hacer. Regresa cuanto antes. -. Ordenó entregándole el papel a la pequeña criatura que asintió pausadamente antes de evaporarse en el aire. Little dirigió sus ojos hacia la joven madre para escucharla con atención. La mención de Apros le trajo recuerdos entre dolorosos y divertidos. Hacía mucho tiempo que no veía al niño, así como habían pasado horas desde que se había encontrado con su hija Naunet. Estaba segura que Aime, Kassandra y Hilary también la extrañaban. Probablemente se sorprenderían al verla, pues ya tenía siete años. -Hablaré en nombre de Kass diciendo que puedes quedarte aquí sin inconvenientes. -. Sonrió divertida sabiendo que su ahijada no se enojaría por su atrevimiento. -. De hecho, yo misma debo pedir hospitalidad porque… En estos momentos no tengo un hogar fijo. Creo que es momento de asentarme definitivamente por el bien de Naunet, así como creo que debes empezar a tener más cuidado por el bien de Apros. -. Añadió con ligera vergüenza. No quería recaer en explicaciones incómodas sobre lo terrible que era como madre.

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