Últimamente Black no tenía tiempo para darse un respiro. Las responsabilidades como director internacional del quidditch, sus misiones secretas buscando rastros de magia antigua y las competiciones venideras se llevaban todas las horas del día. Pero ese día tenía una excepción.
La noche comenzaba a vislumbrarse poco a poco, sobre el horizonte. El atardecer estaba por despedirse pronto. El mago de cabellos negros se dirigía a un negocio donde reinaba la paz y la naturaleza, pudiendo desconectar de todo tipo de obligaciones: Mi Edén Salvaje. En realidad nunca había puesto un pie allí, pero más de una persona se lo había recomendado tiempo atrás.
Aprovecharía el viaje para encontrarse con una bruja que conocía de nombre, pero con la cual nunca había entablado conversación. Sabía que era hija de Kassandra, y eso sólo hacía que las lejanas líneas de un remoto pasado se aproximaran a la actualidad. ¿Qué ocurriría con aquello? No estaba seguro.
Contempló con disimulo la hora en su reloj negro de agujas celestes; llegaba a tiempo.
La mirada perla se elevó, recorriendo el lugar. Parecía una enorme extensión de campo, árboles y hasta un río que se oía sutilmente. Caminó unos cuantos pasos por el claro, hasta que poco a poco fue observando a varias personas. La capa de viaje azabache, similar a sus desordenados cabellos, lo camuflarían más pronto que tarde al caer la noche. Finalmente, encontró lo que buscaba.
—Ania —dijo sin más, con su voz grave.
La bruja vestía una capa verde esmeralda, sobresaliendo del resto de los presentes. Se encontraba sentada y frente a ella había una mesa elegante y un par de copas de vino. La mente de Black comenzó a actuar con rapidez, sin tener muy en cuenta a dónde iría aquella reunión.
—Disculpa si te he hecho esperar —acotó, un momento después.
Bajo la iluminación artificial que comenzaba a encenderse, los destellos de plata de los cabellos del mago se hicieron más evidentes. Su presencia allí no había pasado desapercibida, pero el resto de los presentes mostró el suficiente respeto para dejarlo a solas con la joven bruja.
@ Ania Evans Weasley