Floristería Las Tres Hermanas (MM B: 78830)

[Anthony R. Dracony M.]

Miré a la languida figura de Sagitas, cada vez me sentía más culpable. La posibilidad de perderla me estaba espantando. Un día quise y desee convertirme en un mago poderoso, pero luego solo deje aquel propósito, el poder corrompe, aún más si no logras controlarlo y más de una vez, me recordaban que no era nadie...¿cómo cambiar aquel hecho? solo Sagitas veía algo bueno en mi y ahora parecía que ella ya no estaría....le toque suavemente su cabello...si al menos pudierá dar mi insignificante vida a cambio de verla salva.....su súplica retumba en mis oídos: "salvense, huyan, dejenme atrás" solo verla que debil está, me clava al suelo.

 

 

Podría irme si no la quisiera tanto, si no le tuviera el agradecimiento de su desinteresada aceptación de mi persona. El peligro se cierne a nuestro alrededor y solo puedo pensar en seguir a su lado, ver que siga con su existencia, disfrutando de sus seres queridos, viendo por los suyos, ayudando a la comunidad como es su costumbre.

 

Me levanto y les dejo el campo libre para que la curen, yo camino a la puerta donde mi amillo señala que vendra el peligro...debo ayudar a que ella prevalesca, su vida es muy valiosa, lo contrario a la mia, me olvidaran pronto puesto que no soy nadie...

[Tamarindo]

Estaba aturdida, el ataque de ansiedad y panico ante toda esa situación me había dejado debil y sin energías, pero estaba ahi para ciudad de Sugus y no podía fallarle. Hayame me llevó hasta todos ellos, donde vi una chica que no conocía, pero no era momento de presentaciones, ni yo estaba con la cabeza en esas formalidades a estas alturas de la situacion... Ademas con lo mala que soy yo para conocer gente nueva (?)

 

--Vale... cada 30 minutos. Entendido.

 

La chica, hermana de la sugus, me había pedido encargarme de algo y yo toda miedosa por no saber hacerlo bien, me agaché y me puse de rodillas al lado de mi amiga Sagitas, inconsciente en el suelo y le di de beber un trago de aquel brebaje que había preparado Hayame en un tris tras. Menos mal que ella sabia de magia y pociones y lo que sea. Menos mal que habían llegado, porque creo que Antoni y yo no sabríamos que hacer. Además, habia dicho que solo bezoar no era suficiente, y hasta ahi estaban mis conocimientos...

 

Pasados 30 minutos de anguistia mientras las dos chicas buscaban los ingredientes que recitaba Antoni de forma mecánica, le volvi a dar otro trago a la Sugus que extrañamiente era facil de hacerle tragar. Al menos eso que me facilitaba la labor.

 

--¿Cómo vais, chicas?

 

Me interesé por ver como iban, aunque yo estaba ocupada con mi asunto.

[Anthony R. Dracony M.]

De pie frente aquella entrada, estaba convencido con mi decisión por lo que "cobra" se deslizo hasta mi mano diestra. Entendía que es normal sentir miedo frente a la posibilidad de morir, que la necesidad de prevalecer, es la que hace que tratemos de huir, sea del miedo, de la muerte o del destino mismo. Por eso tenía que sobreponerme a las ganas de salir huyendo, correr lejos...solo que al elegir proteger a Sagitas, por un leve momento me inundo un valor muy intenso.

 

El peligro era real, el ataque eminente, pero estaba dispuesto a realizar mi mejor esfuerzo para salvar a Sagitas. Alse mi varita y concentrando mi mente y canalizando mi magia, efectue un cerco luminoso defensivo...aquel que por suerte aprendí de los guerreros Uzza y que ayudaría a no ser presas de la magia que realizan aquellos atacantes.

 

Contemple esperanzado aquel cerco luminoso color verde neón y me preguntaba si acaso Cindy estaría sintiendo lo mismo que yo, si entendería que esto era algo que necesitaba hacer...ahora solo faltaba conocer quien era el enemigo.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Perdón, Suma. Fallé en mi deber de protegerlo.

-- No dudes de ti, Hermana.

-- Ya no lo tengo en mi haber y lo codician. No sé si pude esconderlo...

-- Ten Fé, Hermana Sagitas... Te codeas con gente leal que, a su manera, cumplirán con tu petición... Ahora... Debes volver...

 

Intenté parpadear. ¿Volver a dónde...? Las palabras de la Suma entre las Sumas Sacerdotisas me hicieron girar hacia atrás y el movimiento circular me mareaba. En cierta manera, era un movimiento espiritual, ya que no estaba en el plano material de mi cuerpo, abandonado en el suelo de la Floristería. El mareo era, sin embargo, muy intenso y hasta sentía una desazón en el pecho, como si me costara respirar.

 

-- "Es la primera vez que me pasa, tener estos síntomas en un viaje astral-espiritual..."

 

Tan pronto como lo pensaba, entendí lo que estaba sucediendo: era mi cuerpo, al que mi espíritu quería volver, quien estaba mal conservado y que, por eso, no podía contenerme. Me asusté un poco. Desde arriba, vi a Antoni que observaba mi brazo.

 

-- "¡Ah, sí, la mordida de aquel ofidio!" -- pensé.

 

Mi cuerpo se removió como si tuviera espasmos. "Mal asunto", pensé de nuevo. No había sido una serpiente normal. De ese veneno podría salir con los ojos cerrados, yo y cualquiera que tuviera un bezoar. Pero ésta era una tratada con una sustancia letal de contacto, sin un antídoto para ella. Aunque había estudios...

 

-- "Sí, las plantas de Sudamérica..." -- Intenté recitarlas pero los nervios no me dejaban. Si pudiera decírselas a los muchachos... -- "¡Eh, loca! ¡Qué me vas a ahogar!"

 

Hayame había salido de la nada seguida de mi otra hermana Ash (bueno, habían salido de la zona de invernaderos, no aparecen así como así pero yo eso no lo sabía) y la primera le decía a Tamarindo que me diera a beber un mejunje que parecía contener algo de bezoar. "Bien, eso retrasará un poco el final, buena Haya", ahora sólo esperaba que no me ahogaran. Si estaba desmayada, no podía tragar. Ay, principios básicos de Primeros Auxilios.

 

-- "Vaya, pues resulta que sí les había dicho el listado de plantas". -- El período anterior a llegar a la floristería estaba un poco en blanco. Antoni parecía retirarse y dejar espacio a las mandonas de mis hermanas. Reí un poco. -- "No se lo tengas en cuenta, sobrino. Están tan asustadas como tú y por eso reaccionan así. Pero..."

 

Sentí un tirón a mis pies. Supongo que lo que fuera que hacían Ash y Haya empezaba a funcionar porque había una especie de succión de mi cuerpo hacia mi espíritu. Algo necesario pero una pena; es divertido ver desde allá arriba. Entonces...

 

El brillo en el Anillo de Detección de Enemigos de Antoni (sí, lo reconocí, yo tengo uno igual que debería usar más a menudo, para evitar problemas como el de hoy) se hacía más intenso. Recordé todo de golpe. Mis hermanas sacerdotisas muertas, el paquete que debía proteger... ¡El paquetito!

 

Me debatí del agarre de mis tobillos. Mi cuerpo revivía ante lo que fuera que me daban mis hermanas y abrazaba mi alma para volver a ser uno. Me debatí y le grité a Antoni.

 

-- ¡¡Huye, Huye!! ¡¡No dejes que lo cojan!! -- Mi cuerpo es fuerte. Por desgracia, soy Sagitas, una gran bruja con gran fortaleza mágica que me ayuda a sobrevivir en situaciones muy límite. Y tengo familia que sabe protegerme. No sería yo sin toda la familia allá presente: Hayame, Ash, Tama y, por supuesto, Antoni. Era un gran sobrino al que veía muy poco. Desde su boda que ya no compartíamos momentos de asueto, esos que tanto unen. No hay nada como compartir un chapuzón en el estanque con los niños como para saber que la familia es sagrada y que todos nos protegemos.

 

Pero tenía que saber que aquello que guardaba era mucho más importante que nosotras. Si estuviera en mi mansión, le metería a empujones en una de las puertas para que desapareciera y salvara el paquetito. Pero no era así. Grité más fuerte y la voz tronó en la trastienda de la floristería:

 

-- ¡Protégelo, Antoni! -- Mi cuerpo y mi alma estaban unidos y yo acababa de respirar con fuerza, gritando demasiado alto. Bajé la voz, aún respiraba a trompicones y jadeaba por el esfuerzo de volver a la vida. -- ¡Demonios, eso sabe a kk de dragón, Tamarindo!

 

Intenté levantarme pero un ruido exterior me hizo agarrar con fuerza la mano de Haya.

 

-- Ya es tarde. Ya están aquí... Llévate a Antoni. -- Todo me daba vueltas de nuevo. El esfuerzo había sido grande. -- Huir, dejarme aquí. Yo... Yo os cubro.

 

Falso, volví a dejar caer la cabeza mientras miles de lucecitas danzaban delante de mis ojos.

 

-- No dejéis que la muerte de mis Hermanas haya sido en vano...

[Tamarindo]

--¡¡¡¿Y yo que sé a qué sabe este brebaje?!!!

 

Le contesté hasta algo enfadada por que me gritara con sus energías escasas que eso sabía a caca... Aun va a ser culpa mia que eso que preparó hayame sepa mal, que yo solo sigo órdenes de la que intenta salvarla... Lo que me faltaba, si sé que era tan poco agradecida no se lo daba y me quedaba con su elfo en herencia porque me quiere +.+

 

--Desagradecida, aun por encima que te salvamos...

 

A ver si asi aprende a que no se desprecia la salvación, JUM.

 

Y ahora aun por encima nos decia que huyéramos y que la dejemos aqui. Vamos si, como si no nos conociera ya esta mujer, que siempre lucharemos (o comeremos tartas) con ella a su lado.

 

La verdad es que no sabía donde se había envenenado ni con qué ni cómo, pero seguro que quien la quería muerta la perseguiría hasta conseguirlo, Lo bueno es que ahora estábamos nosotros aqui para ayudarla en todo, auqnue yo no sepa usar la varita en un duelo o en defensa, sé tirar macetas que hay por la floristería, puede que luego me riñan, pero si ayudo a salvarnos la vida, las plantas vuelven a crecer, nosotras muertas no tenemos remedio T_T

 

--Estaremos aqui para protegerte. AUnque sea comiendo galletas atras mientras los demás usan magia.

Editado 22 de Abril del 2019 por Tamarindo

[Amya An]

OTRO DÍA
(lo siento, estoy demasiado vagosa para leerme meses y meses de posteos que no he seguido)

 

 

 

La floristería andaba bastante cuidada ... la bruja no sabía realmente a cuantos darles las gracias (aunque tampoco había hecho revisión de stock, así que no podía estar segura de que no se la hubieran cobrado de esa forma, ¿?)

 

Por lo general, si no eran las hermanas, las sobrinas y hasta la Nueris, mas alla de los elfos, quienes mantenían a flote el lugar, eran las mismas enredaderas que hasta rutina propia manejaban para que ningún humano las dejase agonizar (!)

 

Los proveedores de popó de dragón puntualmente habrían mantenido las cargas y falta de agua y otros nutrientes pos, de las mismas mascotas adlerianas se conseguía, ¡?

 

Ahora, en este mismo momento, la Amya_An andaba orgnizando un poco la tienda, ya luego pasaría a lo de atrás y meterse de lleno al guano, porque hay que palearlo de cuando en cuando ó el cúmulo de gases podrían estallar medio Diagón (!)

 

Cuando no hay clientes, solo quedaba hablarle a las plantas ... dicen que así crecen mejor, pero la bruja no es como las princesitas Disney que encantan a los seres vivos, humanos, semi-humanos y demás ... no, no , no ... ellos les miran con recelo, por si se le va la mano con las tijeras ó de plano, echa fuego como dragón.

 

- Se portaron bien en mi ausencia?

 

Silencio total (!)

[Tamarindo]

No sé como había quedado toda la historia de que la SUgus casi se muere envenenada prque de repente todos se habían desaparecido y yo me había quedado sola y abandonada, como no, en la trastienda de la floristeria... y como no quedaba nadie para cuidar las plantas, me había quedado yo aqui, solita regando y abonando con popó de dragón o de lo que tragesen a la floristeria... pero vamos, que de esta pensaba cobrarmela muy gorda... que no puede ser que me dejasen aqui sola cuando son muchos a cuidar este sitio, muchas dueñas que me habian abandonado y yo por miedo a que se muriesen todas las plantitas bonitas o me matasen por irme y dejarlas solas, me había quedado...

 

--Quien anda ahi??? que yo no abrí la tienda por no atender a clientes, que se me da mal eso (?)

 

Seguro que había vuelto alguien a darme algo de comer, porque aqui estaba yo sin salir nunca ni a comer, y las galletas de Harapos ya se habían acabado hacía días T_T

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja recién llegó a la floristería... miró a un lado, miró al otro... y entonces, sus ojos se convirtieron en el puro reflejo de la sorpresa y del desconcierto

Aquello olía a Amya...

OLÍA A AMYA!!

Se metió corriendo y trató de ver a las personas pero tenia los ojos tan destellados que a duras penas podía distinguir claramente lo que tenía por delante, así que se decidió a adivinar de alguna manera lo que se suponía que tenía que estar viendo; era eso o el duendecillo que se había mudado para comerse la basura que se había acumulado durante la epoca del abandono, habia estado jugueteando con los hongos alucinogenos y ahora se estaba inventando cosas su cerebro

-Chicas... en verdad que estan aqui?

Cuestionó al aire entornando los ojos para ver si conseguía ver algo pero seguia detectando a Amya... y ahora, a Tamarindo; abrió mucho los ojos, sorprendida

-Tama!! -dijo -qué haces aqui?

[Tamarindo]

Aquí estaba yo, haciendo a saber qué porque ya no quedaban galletas de harapos y yo aqui hambrienta sin saber qué comer, abandonada desde hacía meses y sin irme por si pasaba algo... y ahora me encuentro con que hay dos personas que no me traen galletas ni café ni nada de comer... Qué mal me parece que no tengan esa consideración hacia una... Me parece fatal. En serio.

 

--Hayame? Y tu que haces aqui?

 

Dije como si el sitio fuese mio despues de estar aqui tiempo y tiempo sin ver a nadie...

 

--Bueno, digo, a ver, que sé que esto no es mio, pero llevo meses cuidando de la tienda sola porque no habia nadie aqui para regar las plantas y a mi me daba cosita irme dejando todo manga por hombro y que se os murieran las plantas todas... no podría vivir con ese cargo de conciencia sobre mis hombros... Ya sabes que soy buena gente... Y en fin, amya apareció un dia, pero creo que se quedó dormida en el abono... Porque poco me habla T_T

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja alzó una ceja con extrañeza

-Cómo que de meses?

Le preguntó bastante confundida

-Si yo he estado aquí con Lisette y Ashley! bueno, tuvimos que cerrar una pequeña temporada la tienda pero fué porque justamente, fuimos a traer un nuevo encargo de flores y plantas exóticas de Westown, Lisette pensó que serían un gran aditivo a la tienda y que ayudaría a que tuviera un poco más de ventas, ya sabes, para tener una poca de dinero cuando Amya nos libere los cheques

Movió las cejas varias veces para luego dejar escapar una buena risa divertida

-En fin... me alegra ver que has venido para cuidar de las plantas en lo que ibamos por el encargo de las nuevas flores para vender

Sonrió con cariño a la chica y entonces, parpadeó con verdadera sorpresa al escucharla decir que la hermana mayor del trio más loco de hermanas, estaba de regreso

-Ya decía yo que olía a Addams por aquí...

Dijo entornando los ojos aunque lo hacía más de broma, porque estaba super entusiasmada de saber que Amya estaba de regreso en el negocio; caminó un poco para asomarse hacia donde Tamarindo decía que estaba su hermana y rechistó

-Si, en efecto, esta dormida... aunque también podría estar muerta, no lo sabremos hasta ver si le crece algo por encima -se encogió de hombros y luego, por la mirada de la Huffie sonrió con diversión -es broma, es broma... Amya siempre es así, no te preocupes, ya despertará -la tranquilizó para luego, sacar la varita y agitarla de forma que una bandeja de plata se acercase a ambas con algunas pastas y bebidas frías -ya viste como el pueblo se ha vuelto loco? un montón de gente se está mudando ultimamente a otros países...