Floristería Las Tres Hermanas (MM B: 78830)

[Anthony R. Dracony M.]

Suspire largamente, ahora recordaba que el anillo solo funciona cuando lo tienes puesto y te "atacan" con el veneno...seguramente Sagitas no pudo preveer aquello, su fuerza disminuye a cada instante, cuando la simpática amiga Tama, mencionaba la presencia de personas en la parte de atrás que podian ayudar con los ingredientes que mi tía Sagitas había mencionado.

 

 

--Si....si, si, tienes razón, eso es importante, tiene que serlo para que Sagitas lo mencionará, igual que el "otro" asunto. Yo la cuido mientras tu vas a pedir su ayuda ¿vale? -- Le dije a la joven que ya estaba angustiada y llorosa y yo no quería tener que verla más afectada o también caería en un estado igual. Tamarindo fue a la parte trasera del local, al menos estar aquí ayudaría a tener todas las hierbas y flor que se requiere para el antidoto (ahora si que tengo certeza que es veneno lo que le afecta a mi tía, la recuesto con cuidado y reviso su brazo).

 

 

La herida solo fue curada superficialmente...lo que me temía! su piel tenía una tonalidad diferente, lo más peligroso es que el veneno estaba en su sangre y si tardabamos mucho, su estado se agravaría. Mejor tener ayuda. Alce mi mano izquierda y abri y cerré consentrandome en mi amada castaña...siempre es un alivio el tenerla a mi lado y que mejor si es con alguien que puede ayudarnos a identificar el veneno...

[Hayame Snape Potter Black]

Los ojos de la bruja pelirroja se abrieron de golpe al ver entrar a Tamarindo a la parte posterior de la tienda, casi sintiendo la expresión de susto y de preocupación de Ashley puesto que no estaban acostumbradas a que ingresasen en la trastienda así; lo hacía el trollecillo que ahora vivía ahí y Tamarindo era familia así que no había problemas en lo absoluto, era tan Adler como la misma Amya...

-Mujer, mujer, un momento para que pueda procesar todo lo que me dices!!

Pidió intentando entender las palabras de la Hufflepuff para de poco en poco, ir componiendo una expresión de seriedad conforme las palabras iban llegando a su mente y tragaba un poco en seco, asintiendo levemente

-Veneno!!? Quien le ha metido veneno a mi hermana? dioses!!

Exclamó sin pensarlo mucho pero entonces, estiró a la mujer guiándola hacia la parte posterior para entonces dar vuelta en uno de los marcos de puerta de forma que mágicamente, ingresaban en los viveros especiales y secretos de la tienda, unos que Hayame había colocado para separar las diferentes plantas y a los que solo los empleados y dueños tenían acceso por sangre y magia

Resopló y entonces, se detuvo solo un segundo mirando el enorme espacio que ahora tenía delante

-Pasillo siete- dijo solo por un segundo antes de continuar llevando a Tamarindo- repíteme por favor, qué síntomas tenía mi hermana por el veneno y cómo lo recibió? estais seguros de que fue una planta, tienen idea de exactamente cuál?

@Tamarindo

[Tamarindo]

No conseguía controlar mis lloros y mi hiperventilación de la ansiedad que tenia por que Sugus estaba mal y no conseguíamos hacer nada, pero por otro lado, estaba aliviada de saber que Antoni estaba con ella, cuidandola mientras yo desesperadamente buscaba mas ayuda en Hayame. Al menos creo que entre mis llantos conseguí advertirle a la hermana de la Sugus que ella estaba mal, aunque no sé cuanto habría entendido de todo lo que le dije...

 

Eso si, me di cuenta de que no habñia entendido mucho cuando me llevó consigo a no sé donde por una puerta que nunca había visto... y me preguntó por ¿Una planta que haya atacado a Sagitas? No, creo que o ella me había entendido muy mal, o yo no sabía explicarme con tanto llanto.

 

Intenté tranquilizarme, me pasé la manga por la nariz para limpiarme de mocos y luego sorbí sonoramente los que me quedaban antes de que gotearan. Parecería muy cochina, pero es lo que hay... Empecé a respirar mas calmadamente asi que estaba ya pasándoseme en ataque de panico y ansiedad que había sufrido. Es que vaya momento el mio para esto...

 

--No... no fue una planta. Llegué a la floristería justo después de ella, y ella ya estaba mal, no tenía fuerzas, andaba mal, encorbada, con mucha chepa de lo doblada que tenía la espalda... se dejó caer sin fuerzas, un poco delirando. Tenía una herida grave en el brazo que sangraba muchísimo. Debía estar desangrandose y yo le hice un Episkey en el brazo para que dejase de perder sangre. Pero con sus ultimas fuerzas fue a una parte de la floristeria y susurró algunos ingredientes, intentando juntarlos, y se desmayó... por lo que deducimos que la sangre no era el problema, sino que era un veneno que estaba actuando muy fuerte. Está ahora Antoni cuidandola, mientras yo buscaba auyda.

 

Conseguí contarle todo esto entre alguno hipidos de sollozos, pero todo bien, había conseguiro contarle todo lo que recordaba con los nervios y la ansiedad que tenía.

 

--Tienes que salvarla, Hayame... por favor...

[Hayame Snape Potter Black]

La Snape compuso una expresión seria y asintió despacio observando a Tamarindo

-La salvaremos, no te preocupes de ello. Aún así tenga que morderla aunque no soy fan de la carne de cordero y mucho menos de la sangre de uno

Intentó aligerar el ambiente para la pobre mujer y le sonrió con un esfuerzo puesto que su corazón ahora estaba latiendo desesperado, intentando pensar en una solución; quién demonios iba a querer dañar a su hermana?? Okay, bueno, sabía y conocía a una larga lista de personas con dos de estas encabezando y a las que de muy buena gana les abriría la garganta para darles a beber veneno de basilisco con un poquito de vidrio molido (diría el Baron Von Trap en la novicia rebelde) pero ese no era momento.

-Recuerdas alguno de los ingredientes que Sagitas hubiera mencionado?

Le preguntó a la tejona nuevamente con un tono de voz suave pero firme, colocando sus manos sobre sus hombros y mirándole directamente a los ojos

-Cualquier ingrediente podría darnos una pista de qué le dieron o con qué le lastimaron, aunque por lo pronto tngo en mente cinco plantas que pueden retrasar un poco más los efectos mezclados con polvo de bezoar... -murmuró por lo bajo volviendo a entornar los ojos para luego darse la vuelta y empezar a meterse entre todas las plantas de ese sitio- el anillo... los amuletos de resurreccion, supongo que pueden servir pero no quiero tener que llegar a usarlos...

[Tamarindo]

Con la pregunta que me hizo Hayame sobre los ingredientes me puse muy nerviosa, no por nada, sino porque con todas las emociones que habia sentido en este rato de desesperación, habia olvidado esos detalles... pero solo teniamos que ir hasta la zona donde estaban ella y Antoni, y preguntar, a lo mejor los habia movido y estaban sobre el mostrador, quien sabe. O solo volvioendo a la zona recordaría ese detalle. ¿Nunca os pasó que os olvidais de algo y volviendo a la zona donde pensaste en ello se te vuelve a recordar? pues a lo mejor pasaba eso...

 

--Ay, chica, lo siento mucho, no lo recuerdo, pero a lo mejor volviendo a la zona, que está Antoni con ella, puede que veamos lo que estaba haciendo y sepas algo mas.

 

Había mencionado en Bezoar y eso me habia recordado a alguna clase de pociones...

 

--No era que el bezoar curaba los envenenamientos? Y si le metemos uno en la boca a ver si le hace algo?

 

No sé, estaba desesperada dando soluciones desesperadas. Ya no sabía que decía... no sabía muy bien donde estabamos despues de pasar aquella puerta, y no pude tirar de Hayame para llevarla junto Sugus y Antoni... pero la miré con ganas de volver, de esas miradas como la de un niño que quiere ir al baño pero tienes que llevarlo o acompañarlo. Pues esa miradita le eché a ver si salíamos de allí o se apuraba a coger lo que buscaba.

[Anthony R. Dracony M.]

Inclinado sobre mi tía, me pareció eterno el tiempo esperando por aquella ayuda que @Tamarindo fue a buscar. Me quite el saco negro y lo doble para que pareciera almohada y colocar este bajo su cabeza...algo era algo. Entonces lo pensé de nuevo ¿quería una almohada? ¿y porque no obtener una? ......saque mi varita que llevó sujeta en el antebrazo ocultandola a la vista de la gente, pero por ahora no hay nadie. Un pase encima de mi saco y este se transformo en una confortable almohada. Con cuidado la coloque debajo de su cabeza, parece exhausta, quizás vino caminando desde el lugar donde fue herida...necesitaba comunicarlo al personal de seguridad mágica...

 

 

Pensando en que su cuerpo se encuentra sobre el rudo suelo, me levanto para buscar un objeto lo bastante grande para transformarlo en una cama, miro alrededor y entonces veo algo que me hace sentir que tiran de mi cabello: ¡la varita de Sagitas rota!....un relámpago parece golpearme y un segundo después, uno de los anillos que uso a diario por costumbre y precaución, se activa: el anillo contra enemigos. Algo que puede ser demasiado peligroso, gente que puede estar tras Sagitas! lo primero que se me ocurre es apagar las luces, un movimiento con la varita y todo el local se sume en la oscuridad... espero y tamarindo y aquella persona en la trastienda, no hagan nada que delate nuestra presencia...¿cuantos serán los contrarios? espero no sea muy tarde para hacer algo ...un hechizo protector...si...eso puede ayudar...me concentro para colocar lo alrededor de Sagitas, nosotros podremos luchar pero lo principal es que no la hallen.

 

 

Las señales de Sagitas me alarman sobre manera, @@Bodrik no aparece....¿Qué otro sanador conozco? Asrael....pero él solo es aprendiz...¡Dioses celtas! mi cabeza busca desesperado aquel dato....alguien que conozca de venenos, un sanador...a quien pueda confiarle la vida de Sagitas.....@ @@Juliette Macnair ... la herida de Sagitas requiere atención por lo que envió con desesperación, una llama de fuego con el ruego de que vengan en ayuda de mi tía.

[Ashley Peverell]

-¡¡Oye, oye, oye!!

La chica rapidamente movió la varita a lo que las luces de la tienda volvieron y miró con un gesto severo al chico que al parecer estaba cuidando de su hermana Sagitas, ya había escuchado de la otra mujer que estaba muy mal y que necesitaba de ayuda pero el que hubieran apagado las luces de esa manera cuando ellas estaban ahí y necesitaban de la iluminación le parecía poco apropiado.

¿Pues qué persona era?

Le había visto de algo del Ministerio pero no recordaba que fuera socio de ese negocio, en todo caso creía recordar que Sagitas sí que lo era pero dado su estado no creía que ella hubiera ordenado el apagar de las luces y sabía que a su hermana mayor menos gracia le iba a hacer que alguien le hubiese dado por apagar los bombillos que alimentaban con su energía a las plantitas del sitio.

-Te agradecería que no volvieras a hacer eso, no tienes permiso de apagar las cosas aquí.

Le dijo como empleada que era en aquel lugar, resoplando con fuerza antes de volver a agitar la varita de forma que la puerta principal se cerró con firmeza, después de todo ya no había más personas en el interior desde hacía un rato le parecía.

-Ahí esta, solo tenías que pedirnos que cerráramos la puerta.

Le indicó aún con cara seria al muchacho.

-Nadie va a poder entrar a menos que lo pidan con permiso, mi hermana es una de las dos dueñas así que los encantamientos del sitio son muy fuertes, incluso en las puertas traseras.

Indicó la rubia con suprema seriedad.

-Pero nuevamente, haz el favor de no apagar cosas o moverlas sin habernos avisado, las plantas en este lugar son muy delicadas.

Indicó y volvió a agitar la varita para hacer descender las cortinas.

-¿Te sientes más seguro de esa manera?

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja clavo sus ojos rojos en Tamarindo y le sonrió con suavidad para animarla un poco.

Se notaba que la pobre estaba muy, MUY nerviosa

-Eso vamos a hacer justamente pero por ser mi hermana, estoy segura de que lo que le hayan dado no es algo común... así que aparte de los polvos de bezoar, vamos a darle un pequeño menjurge queyo tuve que hacerme para cuando experimentaba con las pociones a sabiendas de que podía envenenarme fácilmente

Le dijo a la bruja y entonces, se dejó agarrar para ser llevada hasta donde estaban su hermana, Ashley... y Antoni

Al ver al muchacho frunció un poco el ceño por la manera en la que estaba actuando; probablemente también estaba preocupado por el estado de su hermana pero por la cara de Ashley, algo más había pasado en su ausencia

-A ver chicos... calmen un poco sus ansias, aquí nadie entra ni sale sin mi permiso... ventajas de ser una de las dos dueñas- apuntó con la cabeza antes de encaminarse hacia donde Antoni había colocado a Sagitas y se inclinó para revisarla- quizás tu escuchaste qué ingredientes estaba buscando mi hermana antes de quedar inconsciente?

Le preguntó al muchacho mientras que de su capa sacaba lo que parecía una especie de termo metálico, como los que se usaban en los bares y rápidamente colocaba un par de liquidos en su interior y un polvo que parecía muy rocoso y poroso, cerrando aquel termo para comenzar a agitarlo con fuerza

-Tamarindo, ven por favor linda

Pidió para luego, entregarle aquello a esta y después, sacarse un frasco con una pocima purpura que humeaba para hacer que su hermana le diese dos tragos forzados, moviendo su garganta para forzar el espasmo natural del cuerpo y que pasara el liquido

-Tú le vas a dar esta... malteada de bezoar- hizo una mueca mirando luego a Tamarindo con seriedad- cada media hora y cuando veas que esta por acabarse, tirale un Aguamenti, eso servirá para rellenarlo hasta que haga el antidoto apropiado- indicó para después ponerse de pie y volver a ver a Antoni- entonces?... qué ingredientes de las plantas estaba buscando mi hermana?

[Anthony R. Dracony M.]

El peliverde giro la cabeza sorprendido al volver las luces, las palabras de aquella bruja que le reñía, le hicieron sentirse abatido, sus brazos dejo caer a los lados, mientras bajaba la vista, ¿cómo responder?.....................en verdad ese era el problema desde casi que llego al pueblo. No podía responder quien era....nadie....así le hacían sentir, así se sentía. y aunque se invento un apellido, en realidad el vacio en su persona, es muy grande.

 

Se hubiese ido, pero la herida es Sagitas...la persona que le recibió como si en verdad él fuera alguien de valer. Recordó aquel día que buscaba afanosamente un empleo porque un gran hueco en su estomago le hacía desear tener algo que llevarse a la boca y necesitaba galeones. Por lo hermoso que le parecía el fénix prefirio entrar en aquel local y ahí estaba ella: Sagitas. Una mujer alegre, bondadosa, muy simpatica, la mar de amable! entonces lo contrato y le hizó sentir que era parte de ese sitio...si, pasaron los días, las semanas, los meses. Sagitas siempre charlaba con él, le escuchaba con verdadero interes, le invito a su casa y hubiese ido más veces si no hubiese sido por lo de "su hermano inventado"....además, no tenía mucho que compartir, ni tenía algo que lo hiciese parte de esa familia...cuando supo lo de Adriano Wallace, creyó que al menos tenía algo entre Sagitas y él, pero volvió a equivocarse. Esa verdad le lastima, unas lagrimas brotan sin proponerselo, pestañea para alejarlas y empieza a repetir lo que menciono Tamarindo:

 

 

-- Llantén, hojas picadas. Raíz troceada de Lomerio. Hojas de amapola hervidas... Semillas de Jazmín del Paraguay, Laurel Amarillo...

 

-- Llantén, hojas picadas. Raíz troceada de Lomerio. Hojas de amapola hervidas... Semillas de Jazmín del Paraguay, Laurel Amarillo...

[Ashley Peverell]

La preciosa niña de cabellos dorados parpadeó confundida al ver los gestos que hacía aquel muchacho y giró la cabeza para ver a su hermana pelirroja que acababa de llegar y le puso una mirada de desconcierto, no era la primera vez que veía a Antoni la verdad pero le costaba entender qué era lo que había sucedido que el chico actuaba de esa manera tan retraída, no le parecía que fuera del tipo que hiciera aquel tipo de cosas o que fuera tan tímido, al menos no se lo parecía en especial cuando estaba con esa otra chica de la que no recordaba el nombre en realidad.

Se acercó un poco más y entonces lo escuchó que empezaba a recitar las cosas que su hermana le había pedido que recordara, dando un enorme salto y corriendo un poco en círculos antes de tomar una pluma de pájaro y un buen trozo de pergamino para concentrarse en escribir lo que el muchacho estaba diciendo de seguidito y que seguramente serían las cosas que su hermana iba a necesitar para las pociones.

-Llantén, hojas picadas, raíz troceada de lomerio, hojas de amapola hervidas, semillas de jazmín del paraguay, laurel amarillo.

Recitó repitiendo toda la lista un par de veces para estar segura de que la había apuntado toda y entonces, tocó un par de veces con un dedo el hombro de la inmortal mientras se inclinaba un poquito hacia delante.

-¿Quieres que vaya a buscar todo esto en el hibernadero especial?

Le cuestionó.