El Parque de las Lamentaciones y Circ dels Joglars (MM B: 102350)

[Sagitas E. Potter Blue]

Me arrepentí al instante de haberle dado esperanzas a Sol. Era mi prima y tenía derecho a ser feliz, por supuesto. Su misma reacción era signo de que lo deseaba con todas sus fuerzas. Pero también fue lo que me dio miedo. Yo lo había conseguido pero no lo había buscado. Jack apareció en nuestra mansión, un día, sin más. Después hice todo lo posible para mantenerlo allá y, sin pensar en las consecuencias, usé mil hechizos de magia blanca y magia oscura para conseguirlo. Pero el primer paso había sido suyo.

 

Ahora no sabía qué decir. No estaba en mis manos sino en las del propio fallecido al que Sol ansiaba ver.

 

Tragué saliva e intenté formar una frase que no me salía.

 

-- Yo... Quiero ayudarte... -- Ahora me daba cuenta que le había prometido demasiado. -- Hablaré con Jack... No sé si él puede...

 

¿En qué me estaba metiendo? Yo siempre cumplo mis promesas pero cruzar la línea de la vida y la muerte... otra vez... era algo diferente. Volví a tragar saliva y sonreí. Sol se lo merecía. ¿Por qué no arriesgarse?

 

-- Mira, Sol. La verdad es que no es sólo tu deseo. Es el de él. Ha de haber una confianza total y has de pensártelo mucho. ¿Y si él espera que lo traigas a este lado de la línea y te abandona después? Vagaría libre sin ti y tú... No sé... La verdad es que no me lo planteé cuando lo hice yo, no sé porqué me lo planteo ahora contigo. Supongo que tengo miedo a lo que hice y lo que pudo suceder. Pero... Se lo preguntaré a Jack por ti.

[Sol Lestrange Black]

Aquello me había emocionado sobre manera, de momento me imagine con el y no pensé en mas nada,estaba totalmente ilusionada sin siquiera pensar que había muchas mas posibilidades de fracaso que de éxito.

 

Sagitas parecía haberlo notado antes que yo, la escuche titubear y me di cuenta de que aquello era solo una posibilidad entre millones de realidades. Suspire e intente calmar mi emoción, al notar su desasosiego, mi reacción la había asustado, pero como evitarla, aquella simple posibilidad de volver a verlo me había hecho sentir completa de nuevo.

 

- No te preocupes me deje llevar por la emoción…- admití encogiéndome de hombros- pero si hubiera una pequeñísima posibilidad te pediría intentarla, comprendo que esa es una decisión de dos y bueno creo que si no he tenido noticias suyas en años es por alguna razón. Aunque bueno creo que incuso me conformaría con que tu esposo pudiese contactarlo y saber que este donde este está bien.

 

Miré un instante hacia el paisaje intentando asimilar todos los contras que aquella decisión podía tener, pero era el, mi Dihb mi tesoro, no imaginaba nada mejor que volver a verlo o al menos tener alguna mínima posibilidad era mas que suficiente.

 

- Muchas gracias prima de verdad, te agradezco mucho por esto, aunque sea solo una posibilidad, se que hay demasiadas cosas en juego y creo que puedo con ello, aunque al final el resultado no sea lo que desee con todo mi corazón.

[Matt Blackner]

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Maridito Fantasma de Sagitas

 

No solía visitar el parque de las Lamentaciones. Sagitas me había llevado una noche, tras salir de la función en el Circo, y mientras me preocupaba tanto como me maravillaba el espectáculo qeu había hecho, paseamos por alli, junto al lago. Observamos a una fantasma a lo lejos y conversamos largo y tendido, entre otras cosas que no revelaría.

 

Como no volvía, decidí ir a buscarla. Había terminado levitando por alli, guiado por pura intuición. la divisé al fin, hablando con una joven. Parecía animada, pero al mismo tiempo algo la perturbaba. Levité hacia las dos, atravesando árboles y bancos en mi camino.

 

- Niña - murmuré. Había elegido llegar hasta ella por la espalda. Para la joven qeu le acompañaba, sería invisible, no solo por gusto, sino qeu al no conocerla, debía ser Sagitas quien me presentara a ella para que también pudiera verme si yo lo quería.

 

Rocé el hombro de mi mujer y le besé en el cuello

- Que te perturba?

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Me sentí fatal porque @ se hubiera animado a algo que, tal vez, no pudiera salir adelante! No es que le deseara mal pero... ¿Se puede tener siempre lo que se tiene? Por eso, yo me sentía afortunada y me daba miedo haber alentado algo en mi prima que, de no funcionar, tal vez no me lo perdonara. ¿Y si se enfadara conmigo?

 

-- Hay una posibilidad, por supuesto. Mantente firme pero... No me mates si no sucede...

 

Acompañé mi comentario con una sonrisita para que supiera que sabía que no me iba a matar, claro... Pero escondía algo de miedo porque hubiera consecuencias desagradables de desánimo por no haberlo conseguido.

 

-- No me des las gracias, aún no he conseguido nada, mujer. ¡Aaay!

 

¡Dioses! Jack me había asustado. Después me puse a reír.

 

-- ¡Ay, Jack! Qué bien que apareces, hablábamos de ti ahora mismo. Mira, Sol, ¿a qué es maravilloso mi marido?

 

Sin embargo, recordé que ella no lo podía ver. Sólo los familiares más cercanos, al menos que les presentara y Jack decidiera aparecerse físicamente ante ella.

 

-- Sol; este es mi marido Jack Blackner, padre de Matt y de Ithilion. Jack, cielo, esta es mi prima Sol Lestrange. Ha estado un tiempo fuera y ha vuelto al pueblo. Está triste porque... -- Giré la cabeza hacia Jack. Nunca me cansaría ver sus ojos tan lindos. -- Porque ama a alguien que ha muerto. Ya sabes, no es tan extraño, ¿verdad?

 

Y estiré la mano hacia él para que le demostrara a Sol lo que le decía de la fuerza del Amor, haciéndose corpóreo cuando nos tocábamos.

[Sol Lestrange Black]

Escuché el comentario de mi prima, donde temía por su vida, supe que era una broma, por lo que sonreí mas relajada, jamas pasaría por mi cabeza algo semejante, y mas aun después de que en unos pocos minutos me había regalado algo que hacia mucho había olvidado que existía “ESPERANZA”

 

- Claro que no prima, jamas ni en mis peores pesadillas…- le afirme sonriendo- puedes estar tranquila jajaja- admití- entiendo que no hay muchas posibilidades y te agradezco por solo intentarlo.

 

Justo en ese momento la escuche, el nombre de su esposo salio de sus labios y un brillo en sus ojos me confirmo la presencia de Jack, sonreí viendo como su expresión cambiaba con aquella presencia y me sentí muy feliz por ella.

 

- Sol; este es mi marido Jack Blackner, padre de Matt y de Ithilion. - sonreí al ver su propia sonrisa- Jack, cielo, esta es mi prima Sol Lestrange. Ha estado un tiempo fuera y ha vuelto al pueblo. Está triste porque... Porque ama a alguien que ha muerto. Ya sabes, no es tan extraño, ¿verdad?

 

Vi que su mano se extendía y espere a que sucediera, sabia que en ese momento iba a conocer al famoso Jack, el amor de su vida.

[Matt Blackner]

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Maridito Fantasma de Sagitas

 

Solté una carcajada al oir su reacción. Estaba distraida hablando con la joven qeu le acompañaba y había conseguido sorprenderla. Pero no tardó en presentarme. Aquella joven, @ era también parte de la familia, asi qeu presentándome, ella podría verme si lo permitía...por qué no hacerlo?

 

Miraba a Sagitas, con una gran sonrisa mientras alargaba la mano hacia mi. Me hice visible para la joven al tiempo que la mano de Sagitas se aferraba a mi mano, y esta comenzaba a adquirir un cierto color pálido y se hacía corpórea. Solo sucedía con ella, y era a causa de nuestra unión.

 

- Encantado, Sol - saludé a la joven.

 

Sagitas me explicó que era lo que le sucedía. Sol estaba triste, a causa de la muerte de un ser querido, de alguien a quien amaba. Compartí una mirada cómplice con ella y asentí, con una ligera sonrisa.

- No, no es tan raro...bueno, tal vez a ojos de los demás si lo sea. Pero creo qeu entiendo esa sensación - terminé.

[Sagitas E. Potter Blue]

Mi cuerpo aún rememoraba ese beso en el cuello con el que me había sorprendido mi marido. Mi mano, solitaria, moviendo los dedos hacia él, estuvo poco tiempo sin el contacto masculino. Sentí el frío rodeándola, volviéndose calor, apareciendo una línea delgada casi trasparente que se fue haciendo gruesa, sólida y, al fin, la mano de Jack con los dedos entrelazados a los míos. Sentí un escalofrío que nunca sabía definir si era de frío o de excitación. Era... El poder del Amor funcionando en nuestras manos. Lástima que sólo su mano se volviera sólida ahora mientras el resto del cuerpo siguiera siendo la de un fantasma.

 

-- Este es Jack -- repetí, con orgullo en la voz. -- La Magia que nos une es lo que le hace corpóreo cuando nos tocamos. Es... -- sonreí un poco pícara y avergonzada ante mi prima por lo que había dicho. -- Cuando estamos juntos, manteniendo contacto, consigue se un cuerpo real.

 

Bajé la mirada de nuevo para que no se vieran los pensamientos internos que aún conservaban mis ojos y que eran mejor que no salieran a la luz. Eran íntimos y privados, sólo para nosotros dos, no compartibles. Abrí los labios y dejé escapar un suspiro que, en realidad, era medio jadeo de placer por sentirle allá, a mi lado. Siempre fiel. Me pasé la lengua por los labios y conseguí volver la mirada a mi prima, algo más calmada, aunque el corazón me iba a cien.

 

-- Jack, Sol quisiera saber si es posible encontrar a un... compañero... -- no sabía si era marido, pareja, conocido..., así que usé esa palabra. -- Murió hace tiempo, creo, y ella mantiene la esperanza que, tal vez, pueda ponerse en contacto con él, de alguna manera. ¿Tú qué piensas?

[Matt Blackner]

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Maridito Fantasma de Sagitas

 

Escucharla hablar me hizo sonreir, sentir el tacto de sus dedos entre los mios, hizo qeu llegara a enturbiarme ligeramente, lo que solía indicar tanto timidez, como excitación, siempre dependiendo de que contexto se tratase.

 

Pero no tardó en hacerme una pregunta un tanto...complicada. Me llevé una mano a la barbilla, pensativo, en un gesto que en cierta manera, recordaba al de Matt. Tras unos instantes en silencio, me atreví a hablar, mirando a las chicas, en especial a Sol. No quería defraudarla, ni hacerle daño.

 

- Bueno...si, podría ser posible hacer contacto y hablar. Depende de cuanto tiempo lleva muerto, del vínculo que os unía...Y de si la otra persona quisiera hacer contacto. También depende de la fortaleza de su espíritu que sean respuestas más reales, o solo un eco de lo que fue en vida...

 

ME encogí de hombros, había ciertas variables que influían, pero no era del todo imposible.

- Además, hay otro factor... - y este era más peligroso. Yo mismo lo había padecido. - Depende de donde se encuenta su alma.

[Sol Lestrange Black]

No pude evitar sonreír abiertamente a la pareja, aquella conexión y complicidad eran casi palpable, la forma en que se miraban, en que se hablaban me hizo sentir una añoranza extrema.

 

- Es un placer conocerte Matt- afirmé sinceramente- Muchas gracias.

 

Al escuchar las limitantes mi corazón se estrujo, había omitido aquel pequeño detalle, Fark era un medio demonio, aquello quizás iba a dificultar un poco mas la comunicación.

 

- Bueno pues es algo complicado, Farkas es o era- corregí- mi medio hermano, su madre era un demonio...- admití bajando la mirada- ¿Creo que eso no es una buena señal no? Es una larga historia pero creo que comenzare por contarles un poco para entrar en contexto.- Ambos asintieron dispuestos a seguir mi historia.- Bueno pues Fark era 5 años menor que yo, un buen día papa llego con el a casa y nunca supimos mas de su madre, igual que yo nunca supe quien era la mía, pero eso no es relevante.

 

Me puse de pie y comencé a andar de un lado al otro con visible muestra de ansiedad, mientras mi prima y esposo esperaban que continuara para poder entender mas.

 

- Estuvimos juntos, hasta que tuve que ir a Hogwarts, papa jamas fue muy feliz con nuestra relación, siempre creyó que el amar a alguien te volvía vulnerable, por ello y en un patético intento de "protegernos" lo mando lejos...No lo volví a ver hasta hace 8 años, cuando el regreso todo fue extraño, yo estaba casada, habia hecho una vida, tenia dos hijos pequeños, en fin el llego a remover mi vida entera. Era tan parecido a mi padre pero a la vez tan distinto, no era de abrirse con las personas, pero conmigo era el de siempre. Nos acercamos de forma diferente, ya no como hermanos- Tome aire algo avergonzada por aquellos sentimientos que para cualquier persona normal podrían ser insanos- Intentamos apagar esos sentimientos durante mucho tiempo, omitiendolos, negandolos y evadiendolos. Pero cuando me divorcie todo salio de control. - Sentí arder mis mejillas, muy poca gente conocía aquella historia.

 

Me sentía algo avergonzada, no sabía bien como tomarían aquello, no era para nada una historia de amor convencional, pero sentía la necesidad de hablarlo.

 

- Un día nos besamos... fue increíble- admití suspirando mientras pasaba un dedo por mis labios recordando aquella mágica sensación-

Después de eso tuve miedo y lo aparte. Dejamos de vernos por un tiempo y volvimos a tratarnos solo como hermanos. - baje la mirada recordando aquellos momentos- Después ocurrió el incendio donde murió, intentando salvar a mis hijos pequeños...esa fue la ultima vez que lo vi...no se donde este ahora...Pero tengo algo claro, el me amo tanto como yo lo ame a el...- corregí- Como aun lo amo mas alla de su muerte...

[Sagitas E. Potter Blue]

Me perdí en su contacto, tan agradable, tan placentero, sintiendo como el frío de él se convertía en calor en mí, convirtiéndome en una muñequita sólo con el contacto de sus dedos. Desperté de la ensoñación al sentir la voz, maravillosamente excitante para mis oídos, de Jack. ¿Era yo la única que sentía eso o Sol también notaría que era un hombre, fantasma, apetecible?

 

Parpadeé para dejar de fijarme en su exquisita liviandad de la zona de su cuerpo donde no teníamos contacto y suspiré.

 

-- Sí, eso dije yo antes, depende de si él quiere contactar. No se le puede obligar a un espíritu a hace lo que no quiera, claro...

 

Y lancé otra mirada amorosa a mi marido porque él había querido volver conmigo. No me lo merecía. Era el mejor fantasma del mundo, rechazando todo lo que le ofrecía el otro mundo etéreo por mí. Eso no se pagaba con nada. Sí, muriéndome. Algún día le pagaría con mi muerte y estaríamos juntos de por vida. De por muerte. Casi lo había conseguido hacía un mes y él me había dicho que volviera, para cuidar al niño y a la familia. Pero llegaría el momento en que nadie me necesitaría y sólo tendría que pensar en mí misma y en lo que yo necesitaba. En nadie más. Ese día sería totalmente suya en alma y... en alma.

 

Aún le miraba, ensoñadora, cuando dijo algo que me hizo respingar.

 

-- ¡Demonios, cierto! No había pensado en eso...

 

Sabía que era un tema que no suele ser agradable de recordar pero era algo que tenía vital importancia.

 

-- ¿Cómo murió?

 

Me sentí est****a, no debiera haberlo hecho. Farkas... Un nombre... interesante... Poco usual... ¿Su madre era demonio...? Hum... No dije nada y le dejé hablar. Era algo que realmente era horrible, triste... El Amor, cuando ataca, nos hace ser infelices si no podemos encauzarlo.

 

-- Es una lástima que tuviera que morirse de esa manera tan drástica, Sol. Pero fue un héroe, debes de estar orgullosa. Entiendo que quieras volver con él. Ahora, y siendo ser tan ruda. ¿Crees que él quiera volver contigo?

 

Eso era, en realidad, la parte clave. Me estremecí. Podíamos hacer una sesión de espiritismo y preguntarle aunque... ¿Aparecería todo quemado o normal? ¡Dioses, qué imagen más desagradable acababa de tener en mi mente!