Libro de los Druidas

[Badru]

La guerra se basa en el engaño. comenzó Badru, poniendo una mano al aire mientras trazaba pequeños círculos al caminar. Bien es sabido que hay magia que puede afectar los sentidos, hacernos creer cosas que no son. ¿Y en un desierto plagado de criaturas que, bajo circunstancias normales, no verían? Ha sido una pequeña prueba para medir su capacidad de reacción.

 

Con una floritura de la varita, los despojos a espaldas tanto de sus estudiantes, como de él, comenzaron a hacerse polvo, como si fueran parte de la arena. Y lo eran; un espejismo creado por el mismo Uzza, que en combinación con el sofocante calor que hacía, potenciaba la idea de que se habían enfrentado a ashwinders de verdad. Tanto Hayame como Mackenzie se había ido directo a la defensa, que en veces, era el mejor ataque. Con eso, le bastaba para poder dar un visto bueno respecto al uso de sus poderes.

 

Le indicó a sus estudiantes que se reunieran en terreno más plano, justo dónde la pendiente de la duna se perdía en lo vasto del desierto. Ahí mismo, tomó asiento como si estuvieran de día de campo, adoptando la famosa posición de loto que había aprendido de maestros orientales, e invitando a que la Malfoy y la Snape hicieran lo mismo. En la porción de arena que había entre los tres, trazó una figura con su varita.

 

Esta circunferencia es el plano físico que todos conocemos. Aquí, las reglas del tiempo obedecen la linealidad habitual. Pasado. Presente. Futuro.

 

Acto seguido, dibujó un árbol en el centro de dicha maravilla geométrica. Las ramificaciones se extendían más allá de los bordes delimitados, como si el círculo estuviera contenido en el tronco, y no lo inverso. Tenía algo que ver con lo que la Malfoy había dicho antes de la primera prueba, y que el Uzza quería retomar, pues consideraba de fundamental importancia.

 

Como ya hemos visto antes, los druidas respetaban mucho a los árboles. Este misticismo se extiende a nuestros días. indicó, rozando con un dedo su modesto trazo. Véanlo como una antesala al Fulgura Nox, ¡hechizo que ambas han logrado conjurar, con lo difícil que es para muchos! Tienen mi reconocimiento. Pero, ¿dónde estaba? Ah, sí... Un árbol, que une distintos mundos. Los nórdicos le llaman Yggdrasil, me parece. Con los conocimientos adecuados, pueden abrir portales no sólo a otro punto en la Tierra.

 

Dejó las manos sobre las rodillas a manera de reposar, como si lo que prosiguiera lo tuviera que decir con toda la calma del mundo.

 

Pude captar que la señorita Malfoy comentó algo de mi vaga pregunta sobre las cárceles, dejar atrás quiénes somos, y es curioso. Podemos viajar al pasado... ¡A cualquier época! Usando el Haz de la Noche. Pero no podemos modificar los eventos, dicho de otra forma, no podríamos cambiar quiénes fuimos o quiénes seremos. Por eso, hay que dejar atrás el pasado.

 

Y aquello, aplicaba hasta para él. No se arrepentía del pasado, y el futuro, si bien incierto, lo aceptaba con los brazos abiertos, aún sí la variable muerte aparecía en él. Se levantó de golpe, pero con gracia, sin despedir granulos de arena al hacerlo. Pudiendo abrir los portales sin varita, hizo gala de esta habilidad natural con la que nació, abriendo un tajo espacio-temporal a sus espaldas. Del otro lado, se alcanzaba a ver un estrecho pasillo, aparentemente vacío.

 

Haremos una pequeña escala en Londres, antes de llegar a nuestro destino real. Si son tan amables de seguirme... caminó con las manos entrelazadas a la espalda, mientras hacía uso de su metamorfomagia y el conocimiento de Transformaciones para mutar su apariencia. El portal era suficientemente ancho para que los tres cruzaran al mismo tiempo. Bienvenidas al Museo Británico.

 

El portal los dejaba en uno de los pasillos de mantenimiento, tras bambalinas. En esos días de agosto, era común que escuelas y turistas atestaran las instalaciones en visitas de placer o meramente académicas, generando un caos en los pasillos. Saldrían en una de las salas aledañas a la estancias principal, cuya bóveda cristalina era exquisita en términos arquitéctonicos para el Uzza. Ahí, escondida entre los vestigios de historia, había un cierto objeto que podían encontrar curioso.

 

El catálogo de piezas del museo indica que hay una cierta corona que, se presume, fue usada por druidas. Quizá si la observamos de cerca, podamos determinar ello. La cuestión aquí es, ¿cómo evitar miradas innecesarias, para poder echarle un vistazo de cerca? Los hechizos desmemorizadores son útiles, pero mejor mantenemos el Estatuto Internacional del Secreto... secreto.

 

Si bien, era reacio a seguir órdenes, con la precariedad del asunto político en la capital británica, había que pisar con pies de plomo. Era una pequeña misión, aparentemente fácil; conseguir el objeto sin que les descubrieran, examinarlo, y devolverlo a su sitio. Para no llamar más atención de la requerida, Badru ahora lucía como un trabajador de seguridad bonachón, pelirrojo y con bigote de manillar, casi sacado de una película. La clásica camisa negra y el pantalón a rayas confirmaban dicha hipótesis.

[Mackenzie Malfoy]

Así que las Ashwinders no habían sido reales. Mackenzie se sintió un poco idi*** por no haber sabido apreciar la diferencia entre algo real y algo ilusionio, pero el Uzza la había pillado desprevenida. Caminó junto al Uzza, escuchando sus palabras, sin hacer comentario alguno, ni siquiera cuando el guerrero adoptó la postura de flor de loto y les indicó que hicieran lo mismo.

 

La bruja permaneció con la espalda erguida, las piernas cruzadas, las plantas y palmas hacia arriba, dejando que la energía formara un círculo con la respiración. Mientras tanto el Guerrero Uzza había dibujado la figura del Yggdrasil en la arena, el árbol de la vida, y les explicaba las características y el origen del Fulgura Nox. Le resultaba muy interesante todo lo que comentaba, pero le sorprendió mucho escuchar que otros magos consideraban difícil de conjurar dicho hechizo. A Mackenzie le había resultado sorprendentemente sencillo.

 

Tras aquellas lecciones, Badru se levantó y les indicó que le siguieran. A Mackenzie no le pasó desapercibida la pericia con que el Uzza deshizo la postura de la flor de loto y se puso en pie. Ya no le cabía duda alguna de que tenía que haber realizado estudios con Maestros Orientales.

 

Atravesaron un pasillo oscuro, al que habían ido a parar después de que Badru conjurara un portal sin ayuda de varita. Al llegar a una amplia sala con numerosos objetos colocados en vitrales, a Mackenzie no le fue difícil adivinar que se habían trasladado al Museo Británico. La bruja había estado allí muchas veces. Observó que el Uzza había cambiado su apariencia, sin duda alguna para no llamar la atención de los muggles. Examinó sus propias ropas, pero no vio que pudieran resultar extrañas en aquel ambiente, por lo que no consideró necesario tomar mayores precauciones.

 

- El catálogo de piezas del museo indica que hay una cierta corona que, se presume, fue usada por druidas - comentó Badru.

 

Curioso que el Uzza supiera aquello. Mackenzie había examinado aquella corona en multitud de ocasiones.

 

- Quizá si la observamos de cerca, podamos determinar ello -siguió el guerrero. - La cuestión aquí es, ¿cómo evitar miradas innecesarias, para poder echarle un vistazo de cerca? Los hechizos desmemorizadores son útiles, pero mejor mantenemos el Estatuto Internacional del Secreto... secreto.

 

Si aquello era una prueba, era demasiado sencilla. Después de las ashwinders, Mackenzie sentía que debía estar alerta. Estos guerreros Uzzas eran bastante extraordinarios y poderosos.

 

- Parece sencillo, Badru. Aunque a saber cómo acabará todo esto. Sin duda, si lo que queremos conseguir es que no nos descubran los muggles u otros magos, mientras examinamos un objeto que, por cierto, tendremos que extraer de su vitral, podemos usar el Anillo salvaguarda contra miradas indiscretas -comentó Mackenzie, señalando un anillo que se había colocado en el dedo índice. Según dice el libro, sirve para proteger una zona de 50 m2 contra miradas indiscretas, de forma que se garantice la privacidad.

 

Acto seguido, Mackenzie hizo girar un poco el anillo, activándolo. Y, efectivamente, funcionaba a la perfección. Era evidente que, en aquellos momentos, nadie reparaba en ellos y, por tanto, nadie los veía.

 

- ¿Cuánto dura su efecto? -Preguntó.

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja había permanecido pensativa durante un rato ante lo que estaba diciendo aquel guerrero aunque en verdad le había sorprendido la manera en la que este había cambiado de figura; no era lo que esperaba o al menos, no de una manera metamórfica donde no hubiese visto involucrados pociones o algún otro tipo de artilugios. Era evidente que por su propia edad y el mismo poder que ya tenía el mago consigo, este tenía la capacidad de hacer aquel tipo de cosas sin que la Snape pudiese imitarlo, al menos, por el momento; tenía que admitir que estaba admirada por la forma tan sencilla en la que se había camuflado.

-Eso fué verdaderamente impresionante -había silbado por lo bajo, la vampiro no era de no reconocer las habilidades de otro mago cuando las tenía delante

Por no decir que el hecho de haber abierto un portal de esa magnitud también lo había sido cuando apenas y ella podía pasar por el suyo

Pero le había seguido con la confianza de quien sabe de que el maestro sabe lo que está haciendo y tiene el poder, por lo que cuando ya estaba hablando acerca del árbol de la vida y el hecho de que se tenía que examinar una corona para comprobar si efectivamente, era lo que sospechaba pareció parpadear unos momentos.

En su mejor época ella simplemente les tiraría un embrujo congelante, uno desmemorizador y ya estaba.

Congelar las alarmas muggles no era difícil

Pero obviamente como era una clase para obtener aquel libro, las chicas necesitaban usar de todo lo que viniera con este por lo que después de la explicación, la primera en actuar fue la antigua vice-ministra y la Snape decidió imitarla; bueno, si ella ya sabía lo que hacía y estaba actuando acorde de, lo más inteligente era hacer lo mismo que ella estaba haciendo porque de esa manera, estaría siguiendo el lado correcto, cierto?

Así que simplemente se acomodó el anillo y espero para nuevamente, seguir a su compañera, no pensaba atravesarse en el camino de esta y si acaso, ayudar si tenía que hacerlo pero dado que había sido la primera en hacer aquello, pues obviamente no le quitaría el gusto de tomar ella misma primero la corona y ver lo que tuviera que revisar

-Porqué todos los libros tienen tanta joyería, amuletos y demas?

Le preguntó al Uzza mirándole de lado con el ceño fruncido no por molestia, sino como parte del mismo proceso de pensamiento

-Me refiero a que si terminamos por usar o aprender todos los libros y cada una de estas cosas sirve a su manera, entonces lo más conveniente es llevarlos todos encima al mismo tiempo, cierto? -dijo- también quiero saber, si son tan poderosos porqué tienen tantas limitantes en su uso, por ejemplo, el propio libro no indica como o donde debe de estarse usando determinada joyería mas sin embargo, hay algunos que creen que si no te la colocas precisamente y milimétricamente donde la costumbre británica local te dice, entonces no funciona

Resopló algo fastidiada

-Sin embargo hay locaciones y costumbres diferentes y por ejemplo, a mi me gusta usar algunos anillos así como lo hacen otras personas, como colgijes o en el cabello... alguien me dijo que el cabello no contiene nuestra esencia cuando eso no tiene sentido si tomamos en cuanta que de hecho, muchas de las varitas mágicas contienen cabello... la mia por ejemplo, su núcleo contiene mi propio cabello -explicó -entonces hasta dónde las límitantes y porque de estas?

Esperaba que el Uzza no se tomara a mal las preguntas, a la Snape siempre se le había dado por preguntar muchas cosas y aquellas eran de esas que le causaban curiosidad y ganas de aprender

[Mackenzie Malfoy]

Mackenzie había utilizado el Anillo contra miradas indiscretas y Hayame había congelado las alarmas muggles, así que todo lo demás fue pan comido. Llegaron hasta el vitral y extrajeron la Corona druida con delicadeza, para evitar que pudiera dañarse.

 

Mientras Hayame le hacía preguntas al Guerrero, Mackenzie aprovechó para examinar la reliquia de los druidas. Como estudiosa de las reliquias antiguas, lo había hecho varias veces con anterioridad. No obstante, al tocar la corona, Mackenzie sintió una vibración que no había escuchado nunca antes. Apartó la mano con brusquedad, sintiendo que algo raro sucedía.

 

- ¿Habéis visto esto? - Preguntó Mackenzie con un gesto de extrañeza no disimulado.

 

Miró a Badru y Hayame. El primero parecía impertérrito y la segunda, quizás estuviera más atenta a las preguntas que le estaba haciendo a Badru, pero desde luego no daba la impresión de haber escuchado algo o sentido vibración alguna. Dispuesta a comprobar lo que le sucedía a la corona, acercó la mano más despacio, suavemente, hasta posarla de nuevo en la corona druida. Y volvió a sentir aquella vibración, pero esta vez no le pareció tan fuerte. Era algo sutil, muy muy sutil... Prestó atención a aquella vibración y, de pronto, sus oídos se llenaron de una hermosa melodía. Era algo que sonaba como las hojas de un árbol mecidas por una suave brisa, como las gotas de lluvia cuando caen sobre los árboles sedientos y la hierba ansiosa, como el rocío de la mañana, cuando los pájaros despiertan el vuelo...

 

- El Cantar de Eléboro - Afirmó Mackenzie, al reconocer la melodía. - Nunca antes cuando examiné esta corona había sentido esta música. Supongo que es porque ahora tengo el poder para conocer estos hechizos del Libro. Sin duda alguna, es una melodía hermosa.

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja aguardaba por una respuesta a sus preguntas dadas al profesor, con los brazos colocados a la espalda y las dudas en el aire

Al menos su expresión ahora un poco seria, era indicativo de que aquellas preguntas le habían estado viniendo a la cabeza por un buen tiempo y que esperaba que al menos, el profesor del momento pudiera explicarle; su compañera estaba haciendo la revisión de la corona y se podía notar impresionada por lo que estaba ocurriendo mientras los otros dos estaban en ello y la pelirroja asintió un momento, al escuchar que la otra bruja era la que hablaba

-Bueno, eso significa que la comprobación ha sido un éxito y que lo que sostienes en verdad es lo que dijo el profesor

Comentó mirando a la mujer pero entonces, algo surgió y volvió a fruncir el ceño, levantando la mirada como un reflejo a ese momento en que el pensamiento volvía a surgir

-Pero...

Volvió a mirar al profesor

-Habría alguna manera de que un mago o bruja bien capacitado, que supiera que a este museo no solamente acudirían muggles sino magos y brujas también, que tomara el original y lo cambiara por una imitación que pudiese llevar a cabo también el mismo sonido al contacto con cualquier núcleo mágico?

Le cuestionó al profesor nuevamente

-Ya ve que se encuentran los casos del propio Sombrero Seleccionador en Hogwarts y la misma Mona Lisa de los Muggles en el Luvre....

[Badru]

Los guerreros uzzas habían finalizado con éxito su traslado hasta el continente africano. Sus pertenencias se encontraban en Uagadou, la escuela de magia ubicada en África. Badru no deseaba salir del mismo y quería mantener todo dentro de la geografía tan maravillosa a la que tenían acceso. Estaba cansado de estar en otros lados así que la segunda parte de la clase con Patrick Colt la tendrían en algunas países y puntos mágicos de dichos terrenos.

 

- El Kilimanjaro será nuestra primera parada - Se había encargado de hacerle llegar la información a su aprendiz. Aquel lugar que para los ojos de los muggles era un volcán inactivo pero que para los magos era una de las mejores zonas del mundo para recuperar lirios. Esperaba que Patrick supiera cuáles lirios y para qué servían o sino tendría que aprenderlo de una manera no muy agradable.

 

La primera tarea de Patrick sería ingresar al volcán para recuperar algunos de dichos lirios - Bienvenido, espero hayas leído en el libro lo que son los lirios y para qué sirven. Debes traerme al menos 3 en los próximos 20 minutos - Era una gran tarea para alguien que la tenía que realizar por primera vez pero era un guerrero muy exigente con sus alumnos y esperaba siempre lo mejor de ellos así que tendría que esforzarse mucho.

 

- Esperaré acá - Badru se encontraba en la parte más baja del volcán en donde nadie podría verlos pero en donde tampoco perdía la capacidad de reaccionar en caso de algún accidente o si Patrick perdía el control de la situación.

 

@@Patrick Colt

[Patrick Colt]

Patrick Colt había llegado hasta Tanzania, sobre los volcanes que conformaban al Cerro Kilimanjaro en el país africano. A su lado, el Guerrero Uzza insistía en fastidiarle la paciencia.

Según se había enterado, aquel cerro había pasado desapercibido ante la alerta de los Muggles ya que el Ministerio de Magia de Tanzania y Uagadou esparcieron el rumor que dicho cerro permanecía inactivo, y sus volcanes por ende no emitirían erupciones. Pero realmente era una locación óptima para cosechar y recolectar lirios de fuego. No respondió a Badru, sin embargo bajaría a recolectar los lirios que el guerrero estaba solicitando.

 

Sacó el pequeño recipiente que colgaba de su cuello y se roció el contenido. Eran Lirios de Fuego para soportar el calor del lugar. Invocó un Haz de la Noche, para abrir dos portales, uno en el corazón del volcán y otro allí. Y así fue como descendió para recolectar Lirios de Fuego suficientes para cumplir con la tarea de Badru.

 

Cruzó el portal y volvió a estar frente al hombre con el contenido en un frasco.

[Badru]

Era tal vez el alumno con la peor actitud que había pasado por las enseñanzas de Badru y no estaba dispuesto a soportarlo más - No merece aprender los conocimientos de un guerrero uzza - No había demostrado ser digno de llevar la magia uzza y de terminar su aprendizaje con el Libro del Druida. Sin embargo, las reglas obligaban a Badru a imponerle más pruebas para verificar que estaba listo y que podría continuar con el próximo libro.

 

- No me quedaré acá - Había perdido el privilegio de aprender directamente de Badru y ahora tendría que cumplir una serie de misiones para demostrar su valor. Algo que el guerrero no pensaba que tuviera, más bien lo consideraba poco apto para estar con él y por eso había preferido irse. Sus conocimientos eran solo para algunos y magos extraordinarios, algo que no le parecía que fuera el aprendiz actual. Tal vez incluso se lo informaría al Ministerio para aumentar los requisitos de acceso a las clases y evitar que personas tan poco aptas llegaran hasta su clase.

 

- La lista de actividades - Murmuró mientras agitaba su varita que había adoptado la forma de su Vara de Cristal. En el aire apareció un pergamino con una serie de tareas que tendría que realizar Patrick para demostrar su valor y que tenía al menos un poco de honor para terminar su aprendizaje con Badru. El guerrero había decidido tomar un descanso mientras lo observaba desde su vivienda.

 

 

1. Ir al polo norte y robar a una tribu de ancianos mágicos las semillas de hielo que ellos poseen. Semillas con mucho más poder del que conocemos.

2. Robar una bóveda trastero cuyas defensas incluyen lidiar con los 4 elementos, recibir una serie de quemaduras de tercer grado y un Cinaede nivel 50.

3. Visitar las antiguas Pirámides de Egipto sin que nadie lo note.

4. Visitar el cementerio de Londres en donde será atacado con arena del hechicero.

Nota: Solo puede utilizarse un método de transporte en estas tareas. Todas las actividades deben ser resueltas utilizando los conocimientos adquiridos en el Libro del Druida.

 

Badru se presentaría si consideraba que había cumplido con lo necesario y lo volvía a considerar un alumno digno de continuar el aprendizaje. De lo contrario le informaría a las directivas de la Escuela que el alumno tendría que volver a tomar la clase, esperaba con un guerrero uzza diferente, aunque sabía que los otros guerreros tampoco admitirían una actitud como esa.

 

[Patrick Colt]

Había librado una batalla feroz contra los magos del Polo Norte, custodios de las semillas de hielo más poderosas en el mundo. Su hipógrifo le había servido no solo para llegar al polo norte, sino para bajar al Banco Mágico de la región polar y saquear la bóveda que más protegida se encontraba. Los lirios de fuego con que se había recubierto el cuerpo entero le sirvieron para protegerse de las trampas que arrojaban lenguas de fuego por todo el pasillo, sin embrago el hechizo Obsitens lo defendieron del viento y del agua que rugían contra el invasor.

 

Por último, la tierra al abrirse bajo sus pies y que amenazaba con tragárselo, fue rechazada por Patrick Colt gracias a su amuleto volador que le brindó el impulso necesario para llegar hasta la puerta de la bóveda y extraer los galeones y objetos que tenía en su interior, junto a su Haz de la Noche como previsión para evitar ser encarcelado dentro de la Bóveda.

 

Luego del gran saqueo, abordó nuevamente su criatura para llegar a las pirámides de Egipto, devolver el contenido de la bóveda a su sitio originario y volver a atravesar la distancia para llegar al Cementerio de Londres. Ahí, un espectro se levantó del suelo e instintivamente el mortífago se conjuró a sí mismo un Cantar de Eleboro para proteger su vista y su voz, en cuánto fuera atacado por el espectro, el mortífago no perdería sus artífices más importantes que servirían para conjurar su magia más poderosa.

 

Regresó donde Badru, habiendo cumplido con todos sus deberes y sonriendo de manera pícara extendió su mano en señal de que estaba esperando animosamente su reacción y su aprobación del Libro de los Druidas.