Libro de los Druidas

[Badru]

En alguna línea temporal alterna...

 

Badru empleó la varita mágica para abrir un pequeño portal a un costado suyo, el cual engulló el recipiente sobre la mesa contigua, que contenía una sustancia espesa y cristalina. En un abrir y cerrar de ojos, el frasquito de cristal terminó en sus manos, obra de otro portal que se formó sobre éstas. Lo pasó entre sus palmas, como si estuviera en llamas, pero la verdad era que simplemente estaba sopesando su contenido.

 

¿Quién diría que el Veritaserum, tan útil y letal, parecía semejante brebaje inofensivo?

 

En aquella vivienda proporcionada por la Universidad, disfrutaba del amanecer de un universo agradecido. La infinidad de contratos celebrados, tanto públicamente como a espaldas de su propio pueblo, le habían abierto las puertas a un sinfín de experiencias. Ya nada podía sorprenderle, simplemente se limitaba a cumplir con sus deberes guerreros. Y ahí, en compañía de su esposa y su hijo, el único hasta donde tenía memoria, se jactaba de su estatus social cada que podía.

 

Pequeño...Ven aquí. le tendió la mano libre a su primogénito, quien se acercaba dando tumbos. Tráeme algo de madera del Árbol de Fuego, ¿quieres?

 

Confiando en que la criatura se retiraría a su encomienda, Badru se levantó de la silla, abandonando por fin la vista del amanecer tras el Volcán donde acostumbraba ir por los Lirios de Fuego. Se colocó el pañuelo sobre la cara, dejando sólo sus ojos, oscuros como cuencas vacías, al descubierto. Ya con arco y carcaj a la espalda, se podía decir que estaba listo para salir de cacería. Pero, ¿acaso ésa era su intención? Palpó la elegante túnica amarilla, en conjunto con el peto, que le cubría la carne hasta cierto punto.

 

De cierta forma, estaba conectado con la Plaza donde yacía el árbol ya mencionado. Ésa era la verdadera razón por la que había enviado a su hijo, como una especie de avanzada. Una mera distracción para los curiosos, mientras él observaba, analizada y juzgaba a los visitantes. Cerciorándose de que no se le olvidaba nada, conjuró un Fulgura Nox frente a él, y lo atravesó con parsimonia, pues tenía todo un día por delante.

 

Apareció en una de las colinas aledañas al punto de reunión de los estudiantes que se iniciaban en el aprendizaje de los libros enseñados por los Uzza. Le parecía un tanto molesto, porque era receloso de los poderes que enseñaba, sobre todo de aquel que le había sido legado de nacimiento. Primero debía conocer a sus aprendices, y determinar que se encontraban listos para afrontar los retos que él les indicara.

 

Con ojos de águila, y desde aquel punto estratégico, donde en breve vería a su hijo, aguardó. Él no estaba al tanto, pero en teoría, @@Crazy Malfoy, @@Jock y @ eran los siguientes magos con interés en dominar el Libro de los Druidas. En cuanto hicieran acto de presencia, el Uzza decidiría si mostrarse ante ellos o continuar acechándolos desde las sombras. En el entretiempo, le quedaba deleitarse con el precioso paisaje que le ofrecía su entorno.

[Thoth]

Con el hijo de @Badru

Las arenas del desierto golpeaban sin cesar el Ministerio de Magia y Hechicería, esto era quizás producto de una tormenta, pero a diferencia de muchos lugares, este lugar era regido por los siete linajes más antiguos y uno de estas castas era el regente, pero de cierta forma todas ellas tienen relación con ella. Era por ese motivo que me encontraba relacionado con el actual regente, como un cuñado y antiguo regente del país, que al morir su hermano el contrae nupcias con la archimaga de la Sabiduria y los otros cinco archimagos poseía cierta vinculación entre sí y todos podíamos profesar un linaje puro, pues somos descendientes de los únicos y verdaderos dioses. No obstante, allí me encontraba por otros asuntos más importantes y luego de tanto tiempo se llego a una determinación a favor de algunos y en disgusto de otros.

Y pasando el tiempo, a la voluntad de los dioses emergía de una reunión con los Archimagos y el regente, al parecer ellos no se encontraban del todo convencido que pudiera aprender algo de esos salvajes, criminales y repugnantes Uzza, era para todos y de conocimiento internacional que Egipto tenía cierto recelo en resguardar sus tradiciones, historia y costumbres. Aunque, en el pasado por orden de un antiguo regente se creara una gran biblioteca, la cual sin permiso de nuestro gobierno fue mal replicada en tierras británicas, dado que ciertos conocimientos siguen resguardado en la única y verdadera biblioteca.

 

“Es deber del Archimago de la Muerte tener el conocimiento entre la vida y la muerte, del saber internacional y todo lo relacionado para regir de la mejor forma a la ciudadela de la muerte.” Eran las palabras que recorrían por mi mente y estás pertenecían a mi regente, aunque la archimaga de la sabiduría no estaba del todo de acuerdo, por suerte mi voz y voto fue de gran ayuda, ya que nuestro pueblo se encontraba en desventaja por esos saberes que ahora los ingleses estaban conociendo.

 

-Archimago.- Menciono la archimaga de la Sabiduria. –de la Muerte, ven es necesario que recuerdes nuestra historia.- Y allí me condujo por los pasillos y llegamos a un templo dedicado en parte al dios que ella obedecía, esto era en parte, pues ella a diferencia de muchos archimagos tenía doble presentación, era vida y sabiduría. Esta mujer pertenecía a una casta de enterno conflicto con la mía, era lógico que la muerte y la vida tengan disputa y todo lo relacionaba con tiempos milenarios. –Lord. Darius Licaón, el aventurero.- Hizo pausa y camino. –Él fue quien comenzó a crear el pacto con ese pueblo, no obstante ellos nos traicionaron y el mantuvo tratos en secreto, por ello te invito a convencer a esos guerreros y se retorne la alianza.

 

Ante esas palabras me giraba y me marchaba, ya debía retornar a mis deberes en Gran Bretaña y más que mi salida no la había avisado, el traslado fue sigiloso y todo esto por un contrato que se había hecho desde el callejón con más dudosa reputación. Pero al estar en tierra británica me desaparecía del lugar de donde había llegado a las cercanías de mi hogar con los Luxure, un apellido que había adoptado para ocultar mi verdadera procedencia, esta vinculación que me traería conflicto con los mercenarios y arcanos habitantes en la Universidad, dado que a muchos de ellos consideraba como mis enemigos y aún así me presentaba como oveja para adquirir sus saberes.

 

Al instante de llegar a la Universidad me encontraba vistiendo como un empleado del Ministerio de Magia y Hechicería, era posible que algunos me reconocieran o no por las clases de Maestría con la Escobas o por mi cargo actual en mi puesto de trabajo, sin embargo, nadie me pareció conocer, allí buscaba el lugar donde moraban los salvajes, en verdad deseaba conocer quien sería el encargado de enseñarme el libro de los Druidas, un arte curioso de una civilización que poco se conoce en país natal, estos seres para nosotros son más que leyenda y sus poderes son un mito para nuestro pueblo.

 

“Un niño, al parecer puede ser un niño o un adolecente.” Y allí note a un joven, no estaba de seguro de su edad, el motivo era fácil y era que ese pueblo de criminales se mantenía de cierta forma joven, quizás bebían o comían algo que les producia ese efecto, al parecer se encontraba recolectando algo, y acercándome a él como serpiente que busca su presa, me dispuse a preguntarle algo de información. “¿Acaso alguien me espía desde la lejanías?” Me cuestionaba, en efecto con algo de estudio de espionaje y contra espionaje me daba la intuición que alguien se encontraba oculto en las sombras.

 

-Disculpa.- Y allí activaba cada sortilegio para proteger nuestra conversación, era una desgracia que no podía evitar ciertas miradas, pero al menos mis palabras serían silenciadas para ese ser o seres que deseaban espiarme. -¿Dónde se encuentra el gran maestro del libro del Druida?- Cuestione, era posible que ese ser no me respondiera, a pesar que intentaba hablar en su idioma natal, quizás algo tosco, dado que ese pueblo era muy receloso en su correcta pronunciación.

 

Me parecio que él no me comprendía o simplemente me había ignorado, el seguía entretenido quizás recolectando algo. En ello se me ocurrió sortear la suerte y ofrecerle algo de monedas, pero dude por un momento, ya que era de mi conocimiento lo frágil y delicado que era ese pueblo, por eso le volví a consultar al joven, quien a mi parecer era sordo o me ignoraba por voluntad.

 

-Disculpa joven.- Mi voz por alguna razón se quebrantó, en cierto momento sentía como si un arma a la distancia se encontraba apuntándome y de un momento a otro podía morir. -¿Te puedo ayudar? Y así puedo contar con tu ayuda para la búsqueda del encargado del libro del Druida.- En ese momento mi sortilegio para proteger la conversación comenzaba a perder poder, quizás fuera la obra de alguien. -¿Entonces tenemos un trato?

Editado 22 de Mayo del 2019 por Demian Luxure

[Crazy Malfoy]

Crazy llegó temprano ese día a la academia, se sentía inquieto, sabedor de que por primera vez en muchos años iba a enfrentarse con un enemigo al que no podía vencer, el pasado. Se vistió con una túnica blanca, color que no acostumbraba a utilizar pero que le parecía extrañamente apropiado. Las mangas de la túnica estaban grabadas con antiguas runas mágicas de color negro que dibujaban una espiral que conformaban su único adorno, en cierta medida sacrílego dados sus orígenes. Llevaba el largo cabello gris, que otrora había tenido tonos cobrizos, suelto sobre los hombros. Era un hombre alto y espigado, con un rostro curtido que aparentaba la treintena a pesar de superar ampliamente los ochenta años de edad. Sólo sus ojos grises, sabios y cansados, denotaban su vejez.

 

Sin prisa por acudir a la cita, se dedicó a pasear por los preciosos jardines de la universidad mientras reflexionaba. Los Uzza llevaban muchos años enseñando en el mundo mágico, pero él había procurado evitarlos todo lo posible. Su madre era una Ktam, y él había pasado su infancia con aquel extraño pueblo, considerándolos sus hermanos, pero demasiadas cosas habían sucedido desde entonces.

 

- Demasiados secretos -susurró-

 

El pueblo Uzza era magnífico, quizás el pueblo vivo con mayor conocimiento de la magia. Y sin embargo vivían constreñidos por un código de honor brutal que los obligaba a sacrificarse en el vano intento de complacer a una diosa sedienta de sangre. Habían forjado su civilización en torno al engaño y las mentiras, ocultándose unos a otros tanto su verdadero pasado como su futuro. Los Ktam conocían ambos gracias a sus poderes de videncia, y sin embargo callaban por miedo, fingiendo aceptar aquel reino del terror. Crazy se había rebelado contra él, y su recompensa había sido su nuevo nombre entre los Uzza: "El exiliado"

 

- Que así sea

 

Había caminado varias horas sin rumbo fijo, pero de alguna forma sus pasos le habían llevado de un jardín a otro hasta llegar al punto de reunión. Contempló maravillado el árbol de fuego, recordando todas las veces que había visto el sol ponerse en aquel desierto brutal, incendiando con mágica belleza todas sus hojas. Agradeció que el sol estuviera todavía lejos de su ocaso, pues no estaba seguro de poder soportar los recuerdos que traería el fuego.

 

- Hola

 

Dijo a modo de saludo a un mago, que sin lugar a dudas era su compañero, y a un niño Uzza que parecía ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor. Su tez oscura le indicó que era un orgulloso nefir, pero guardó silencio sabedor de que a pesar de parecerlo, aquel niño no estaría solo. ¿Sería acaso el hijo de Badru? ¿Qué sabía de aquel guerrero? Poco, no lo había conocido en sus viajes a la tierra Uzza y todo lo que recordaba eran habladurías. Que era un nefir, como aquel niño, y que vivía en el Oasis Uzza, receloso de los magos. Al parecer era un poco rebelde a los estrictos códigos de honor, lo cual los hacía tener algo en común. La decisión no estaba en sus manos, así que esperó.

[Thoth]

El Tiempo pasaba muy lento y no me había percatado de la presencia de otro mago, era curioso como ingresaba solo pronunciando un saludo, en verdad ese ser era algo enigmática, dado que su voz la podía reconocer, era sin duda el Ministro de Magia y Hechicería, aunque su actitud era diferente ¿Acaso sería por estos criminales Uzza? En ello le respondía algo seco, dado que me interesaba sacarle conversa al niño.

 

-Hola Sr. Ministro Malfoy.

 

En ello conteste a @@Crazy Malfoy sin mucha importancia, este ser ya no me daba curiosidad, desde que lo había observado en clases de leyes, ahora bien me ocupaba del asunto y tocaba con mi mano un poco de arena y polvo del suelo, en ello con algo de magia de mi región, creaba alguna que otra pirámide, esperando que captara su atención, no osbtante la presencia de otro ser se me hizo más evidente, al aparecer este mocoso era más que una trampa, sin que nadie se diera cuenta invocaba unos fantasmas caninos, los cuales les ordene merodear por los alrededores.

 

“¿Acaso me estaré volviendo loco?”

 

Los canes fantasmales comenzarón a recorrer los alrededores y en caso de que alguien intentara atacarme ellos me avisarían y poseerían a cualquier ser cercano, en verdad su orden era protegerme, no obstante al encontrarme en presencia de estos salvajes no sabía que pudiera esperar o mejor dicho, si alguno descubriera mi verdadera identidad pudiera ocasionar mi muerte.

[Jock]

Para cuando el patriarca de los Black Lestrange hizo su aparición frente al mítico Árbol de Fuego, no pudo sino asombrarse por la magnificente e imponente forma y figura del árbol de color rojizo y flores hermosas. Lo que más causaba impresión en Jocker era que, gracias a su encuentro con Sajag –el arcano de la Videncia- podía percibir en su espíritu cómo el fuego ardía en la copa sin consumir ninguna de las hojas.

«¡Cuánta belleza!» pensó al tiempo en que miraba al cielo en búsqueda de alguna señal que le indicase cuánto tiempo faltaba para que oscureciera y la noche comenzara a reinar en aquel lugar «¡Y cuánto más podré ver cuando sea Vidente!»

Según tenía entendido, la luna llena haría su aparición aquella noche por lo que era más que muy probable que más de algún ritual se llevara a cabo en aquel lugar. De hecho, era hasta posible que su inicio en el estudio de las cualidades del libro del Druida fueran parte de un ritual aún desconocido para él.

—Mentiría si dijese que es una sorpresa encontrarte aquí —dijo a modo de saludo Jocker, dirigiéndose a su padre que, como siempre, lucía la parsimonia de su cargo.

Alzó una ceja a modo de desconcierto cuando se dispuso a saludar al otro hechicero presente. Desconcierto porque le pareció muy extraño que un adulto estuviese jugando con arena, haciendo figuritas como un niño pequeño, cuando tenía al mismísimo Ministro de Magia a escasos metros.

—Ehm… ¿hola? —terminó diciéndole, aunque de reojo buscaba alguna señal cómplice en el rostro de Crazy que estaba más interesado en el pequeño Uzza que estaba de espaldas a ellos, mirando fijo el árbol.

Jocker no esperó la respuesta a su saludo y caminó hasta el costado del muchacho que continuaba, al parecer, analizando la estructura del árbol o la forma de hacer algo en él. El Black Lestrange miró de nuevo a su padre, que se mantenía en silencio observando la escena. Parecía no saber mucho más que él.

Una idea cruzó la mente de Jocker, sin embargo, antes de llevarla a cabo decidió esperar un poco. Después de todo, realizar un ritual de sangre no podía ser llevado a cabo tan a la ligera y sin la información suficiente.

[Badru]

Permitió que sus tres estudiantes interactuaran entre ellos, con la mínima esperanza de que lograran conectar entre sí. Dos de ellos parecían estar en calma, cumpliendo con la primera prueba que les había propuesto de forma indirecta. El otro, a la primera oportunidad, había fallado sin lugar a dudas. Había realizado un intento de invocación, que claramente no tenía razón de ser.

 

Qué insolencia. repuso el Uzza, mirando a las amorfas criaturas que osaban contaminar el suelo sagrado de la Plaza. Con varita en mano, se dispuso a acabar con aquella farsa. Fulgura Nox.

 

En perfecta sincronía, se abrió una serie de portales debajo del suelo que pisaban dichas pobres imitaciones de la realidad. Cayeron al mundo de oscuridad que Badru conocía tan bien, incapaces de regresar al plano físico en el que habían sido invocadas. Acto seguido, conjuró un portal frente a él, cruzándolo con bajas expectativas de lo que encontraría al salir del otro lado.

 

Quebró la continuidad-espacio temporal para poder aparecer frente a los tres aprendices. Al único que reconoció, fue al ministro de Magia, pues era toda una celebridad en la comunidad mágica que tantas veces se había considerado superior al pueblo Uzza. Primeramente se dirigió a su hijo, quién no había emitido palabra, y simplemente miraba sin mirar, al inexorable vacío.

 

Hijo mío, regresa a casa. Probablemente te siga a la brevedad.

 

El pequeño se encaminó al portal, que lo llevaría de vuelta a la residencia de su padre, no sin antes comunicarle un pequeño detalle respecto a sus alumnos. Una floritura de su varita hizo que se cerraran todas esas brechas entre la realidad física y el mundo de las tinieblas. Comenzó rodeando el árbol, como si sus alumnos no estuvieran ahí, preocupado por trazar una circunferencia perfecta con las pisadas de sus botas.

 

Y , bien, ¿qué trae a dos magos tan importantes, a un distante paraje como éste? se detuvo al fin, teniendo de frente a Jock y Crazy. Sabía a qué venían, siempre era lo mismo.

 

Quería escucharlo de sus propios labios. En realidad, no le interesaba mucho el porqué querrían aprender los poderes del Libro de los Druidas, él tenía que cumplir con el contrato que le permitía vivir ahí, en aparente armonía. Con otro giro de su varita, invocó un enésimo portal, que se abrió justo debajo de dónde el tercer estudiante se dedicaba a jugar con arena, como si el resto del mundo no mereciese su atención. Lo envió al mundo de los muertos; un limbo lleno de oscuridad, donde las reglas del tiempo no aplicaban. La inexistencia ahí era suficiente para desquiciar a cualquiera. Demian Luxure no podría salir de ahí, hasta que el Uzza le enseñara a conjurar el Fulgura Nox.

 

Se podría comunicar con él, gracias a la oscuridad era como su casa real, pero de momento lo dejaría solo para que reflexionara acerca de su proceder.

 

Aprovechando que estamos en el interrogatorio inicial...¿Qué simboliza el fuego para ustedes?

 

Estaba planteando una nueva forma de enseñanza, separando a los alumnos según los intereses que mostraran o que percibiera. Eventualmente, tal vez, haría lo mismo con el ministro y el patriarca Black Lestrange. Sus respuestas decidirían el rumbo que tomaría la clase.

[Thoth]

Era común para estos criminales subestimar a los egipcios, no obstante me agrado el cambio de ambiente. El segundo que pisará la tierra de los muertos, el mismo Dios de la muerte me tiende su saludo y baje la mirada, este lapso era por ser el Archimago de la Muerte.

-Interesante.- Comenté y caminaba por ese paraje, al menos mi ropaje era de mi verdadero ser, en este sentido deje mi ropa británica y ahora portaba la de mi país de origen. -¿Qué lección deberé aprender en este sitio?

Caminaba en plena soledad, lo cual para un demonio era común, en ese instante se me vino a la mente la invocación de los canes espectrales y que de igual forma estos se habían desparecido de un plano físico. Admitía, que había intentado salir de este lugar sin mucho resultado.

No obstante, poseía el libro del Druida y según existía un encantamiento para salir. Sin embargo, era posible que costaría poder usarlo a la perfección si no tenia alguien que me lo enseñará a la perfección y aun así lo intente.

-Fulgura Nox

Y curiosamente no ocurre nada, algo en el proceder y la forma de realizarla me había equivocado, solo me resto implorar la misericordia de los dioses para poder salir de este paraje. Luego me pareció escuchar la voz del Guerrero Uzza en mi cabeza o en el entorno.

"Quizás si le pido disculpa a ese ser salvaje me deje continuar."

Allí sólo me limitaba a estudiar el libro, pero con cada intento de conjurar el dichoso portal no podía lograr a plenitud. El tiempo en aquel sitio transcurría diferente, pero de cierta forma mi sortija de la nigromancia se comenzaba alimentar de cierto poder tenebroso de aquel sitio, mis orbes comenzaban a cambiar y mostrar su oscuridad natural.

 

-¡Por el Dios Seth! Te pido disculpa si te ofendido.

 

Grite y mi voz se hacía eco en el entorno, a pesar que mis palabras eran falsas, dado que un egipcio jamás se disculparía con un Uzza, era algo nativo en nuestra sangre tener ese roce, a pesar, que eran para mí esos seres mitos y de un pasado del cual nunca debio existir, en verdad maldecía al faraón por terminar destruir aquellos seres y de cierta forma lo bendecía porque ahora deseaba su poder.

Editado 28 de Mayo del 2019 por Demian Luxure

[Crazy Malfoy]

Un portal oscuro como la noche se abrió ante ellos, reconoció al instante la magia pues era idéntico al que unas semanas atrás les había transportado por error a un futuro posible del que por poco no logran escapar con vida. Aquel tipo de magia era poderoso pero también peligroso, pues usaba como medio de transporte los mismos pliegues de la realidad, forzando su paso a través de las barreras que separaban no solo los mundos, sino el propio tejido del tiempo. "Así que este es la magia por la que los Uzza han derramado tanta sangre", reflexionó.

 

Un guerrero cruzó las tinieblas y se plantó orgulloso ante ellos. Le sorprendió la juventud que se adivinaba en las partes de su rostro atezado que no estaban cubiertas, pero la mirada de frío azabache con la que los horadó no le pareció en absoluto juvenil. Había algo familiar en ella que le recordaba a su juventud entre el pueblo Uzza, a todas aquellas miradas de gélido orgullo que acompañaban a los respetuosos "Uleya" que le dirigían a su madre.

 

- Y bien, ¿Qué trae a dos magos tan importantes, a un distante paraje como éste? - les preguntó con voz neutra -

 

Crazy no se dejó engatusar por la aparente adulación, sabía de sobras que todos sus títulos no significaban absolutamente nada para las gentes de aquel pueblo, cuya única jerarquía era la del honor. Los Uzzas servían a reyes y mendigos por igual, siempre que tuvieras la moneda adecuada con la que pagar. Inclinó la cabeza levemente en señal de respeto.

 

- Permite que te responda con otra pregunta, ¿Qué ha llevado al pueblo Uzza a recorrer durante generaciones el mundo segando almas para la cosecha de la Parca? ¿Qué les ha hecho fertilizar con sangre el suelo de los cinco continentes, participando en guerras ajenas cuyo devenir les resultaba indiferente? La búsqueda de conocimiento, que es capaz de impulsar al hombre más allá de la cordura.

 

El guerrero mantuvo silencio, inmóvil como una roca, árido como el desierto que lo había alumbrado.

 

- Por eso estamos nosotros también aquí, al igual que todos aquellos que nos han precedido

 

Badru no respondió y se limitó a mirarlos, de hecho no estaba muy seguro de haberlo visto pestañear una sola vez desde su llegada. Al fin se movió, agitando la varita con un movimiento casual que envió a Demian directo al infierno, literalmente. Crazy sintió al instante la cercanía del mundo de los muertos a través del vínculo que lo unía a la piedra de la resurrección que llevaba encima, aquella extraña reliquia parecía querer impulsarlo a adentrarse en aquel reino vedado a los vivos, a tratar de dominarlo como todos sus portadores habían intentado antes. Por suerte Crazy no era tan necio.

 

La sensación se volatilizó como un suspiro cuando el guerrero cerró el portal, girándose hacia ellos de nuevo.

 

- Aprovechando que estamos en el interrogatorio inicial...¿Qué simboliza el fuego para ustedes? -dijo-

 

El Malfoy reflexionó unos instantes antes de responder.

 

- Muchas cosas - dijo al fin - En primer lugar significa una fuerza transformadora que cambia la realidad y su materia con el mero hecho de existir. También significa inicio, pues fue su conocimiento el que nos separó de los animales y nos ha traído hasta aquí. Desde luego significa poder y traición, desde que Prometeo se lo robó a los dioses para entregárnoslo. Pero todo ello me lleva a su significado más importante, que es el conocimiento. De generación en generación, hasta la invención de la escritura, los hombres han transmitido su conocimiento oral en torno a una fogata que ejercía de testigo. Y tras abandonarlo, no fue casualidad que el mayor centro de conocimiento que haya existido nunca, la biblioteca de Alejandría, pereciera pasto de las llamas.

 

No sabía sería la respuesta que buscaba Badru, pero era la única que había encontrado en su interior.

 

 

 

 

 

[Jock]

Cuando el guerrero Uzza apareció frente a los estudiantes y saludó, Jocker no pudo evitar esbozar una sonrisa incrédula, sin imitar el gesto de respeto de su padre que inclinó la cabeza levemente.

Mientras escuchaba responder a Crazy, Jocker observó cómo bajo los pies de Demian un portal aparecía y lo hacía desaparecer de aquel lugar hasta el mundo de los muertos. El animago, que se preguntaba los motivos por los que Badru había decidido apartarlo, se puso alerta en caso de tener que utilizar la varita. ¿Acaso todo el mundo en esa Universidad tenía métodos tan poco ortodoxos de enseñanza?

Para cuando Badru volvió a centrar su atención en el par que tenía en frente para hacer una nueva pregunta, Crazy volvió a adelantarse para responder, haciendo alusión a varias acepciones de lo que entendía por fuego.

Al terminar, Jocker se aclaró la garganta, llevando el puño de la mano derecha a la boca.

—Es evidente que nuestra visita no es una visita social —comenzó diciendo el animago —Queremos lo que todos los que vienen a visitarte quieren: aprender a dominar los hechizos y accesorios del Libro del Druida.

Tanto el libro como el amuleto y el anillo que mencionaba el ojimiel estaban guardados en uno de los bolsillos mágicos del kurta de color negro que llevaba puesto y que le llegaba hasta los muslos, cubriendo gran parte del shuridar marrón.

—Respecto del fuego, además de lo que mi padre menciona, creo que el fuego es señal cambio, purificación y sacrificio.

Si bien, el patriarca de los Black Lestrange había sido escueto en sus palabras, tenía la impresión que no bastaba mucho más para exponer sus pensamientos e ideas.

[Thoth]

Era imposible crear un portal, no obstante, en libro aparecía un curioso conjuro y lo deseaba probar.

 

“Obsistens”

 

Pensaba y rápidamente una serpiente de gran tamaño comienza rodearme, la misma solo me protegía, era en verdad hermosa y luminosa. Sin embargo, con el paso del tiempo se forma un cerco lumínico. ¿Acaso habrá pasado lo que debería ocurrir? Era algo que internamente me pudiera preguntar, pero mi deseo era salir de aquel sitio donde me encontraba.

 

“¿Acaso el Uzza es más terco que yo?”

 

Y bajaba la mirada, pero con el tiempo terminaba de conjurar aquel hechizo, dado que si bien era útil en batalla ¿Cómo probaba su eficacia? Era lamentable que en este mundo no poseía adversarios.

 

“Y si concentro mi energía, recuerdo que en el libro anterior eso me ayudaba”

 

En ello comenzaba a concentrarme, mis orbes se encontraban fijos al horizonte y lentamente un aura tenebrosa se desprende de mi ser y comienza a quebrantar el velo de la realidad, apenas si logra salirse algo del mismo, quizás había logrado algo a menor escala.

 

-¡Curioso!- Exclame al verla, era algo escamoso y bota fuego por su boca, en verdad era un demonio con el que me podía divertir. –A ver si es resistente.- Le lanzaba un hechizo por solo diversión, en verdad la perversidad me hacia agradar aquel lamento. No obstante, el mundo en que encontraba hace sus estragos en ella, era lamentable, pero eso me hizo pensar que si traía una, podía obligarla atacarme y probar el anterior encantamiento.

 

-Quizás funcione.-

 

En ello creo otro portal, pero esta vez de menor tamaño. Algo en mí, se encontraba limitado ¿Acaso pudo ser posible que el guerrero me maldijo o me limitara sin darme cuenta? Eso era posible, pero al menos una avecilla de fuego apareció y repetía.

 

“Obsistens”

 

Formulándolo en el pensamiento y obteniendo el mismo resultado en su anterior invocación. No obstante, no se logra formar el cerco, sino que la serpiente devora a la criatura rápidamente. En verdad fue hermoso, aquel destello luminoso y ver como era absorbida.

 

“¿Por qué una serpiente?”

 

Pensaba e invocaba una y otra vez el cerco luminoso y obtenía el mismo resultado. Sin embargo, en referencia al portal no lograba mucho la mejoría. No obstante, al menos ya creaba algo con el Haz de la Noche (Fulgura Nox).