Galería de Arte-Rindo (MM B: 109841)

[Tamarindo]

--Si si, confio en el, es quien me encuadra todos los cuadros que tengo en la galería, si quieres voy ahora a llevarselo, es un abrir y cerrar de ojos ir y preguntarle. Déjame llevarselo y ahora te traigo una respuesta.

 

Confiaba mucho en ese cascarrabias, pero vivia en si casa alejado de toda civilización y tenia su taller en el sotano de su casa. Era un hombre humilde con un oficio humilde, y no era facil encontrarle. Menos mal que sabia donde vivia y era sencillo llegar a su jardín.

 

Me quedé mirando el dibujo, observando la maravilla del cuadro de Ixitón.

 

De pronto me encontré con Harapos en mis narices. Levanté el dibujo para poder verle, ya que me ocultaba la visión hacia abajo del elfo y cuando lo vi se me alegró la cara, su voz ahora era genial oirla, sobre todo despues de lo que pasamos juntos.

 

--HARAPOS!!!! Qué alegría verte, gracias por el detalle, seguro que Sugus se conformaba con las resesas, pero tu eres un elfo explendido y sabes hacerte querer. Muchisimas gracias por estas galletas, las comeré con todo el placer del mundo, ya sabes que tus galletas son mis favoritas, nadie hace algo tan rico como tu con estas galletas. Algun día tendrás que dejarme la receta. Solo para destrozar la cocina de mi suegris Amya intentando hacerlas. Eso si, jamás se la daré a ningun ser humano o criatura. será nuestro secreto. Me da reparo pedirte siempre galletas o que tengas que hacer tantas para mi. No quiero cargarte con tanto trabajo, amigo!

 

Se veía que era mucha la alegría de verle. Dejé el dibujo en la mesa y cogí la cesta, me comí una y me mori de gusto al saborear aquellas esquisitas galletas.

 

Me habia olvidado por un instante de de Sagitas y el dibujo de su hijo... es que las galletas de Harapos me pueden, son mi gran vicio.

[justo]

Voy ensimismado en mis pensamientos y paso delante del local de mi buena amiga Tamarindo. Es una mañana fria, la niebla se va espesando poco a poco y da la sensacion de que va a durar todo el dia pero se que es un espejismo. Esas mañanas acaban desembocando en tardes luminosas, con un sol radiante.

 

Miro hacia la puerta del local, dudo entre entrar o no entrar. Tengo casi la mano en el picaporte pero lo pienso mejor. No, hoy no voy a entrar. Hay muchos mas dias y se que mis pasos me encaminaran de nuevo aqui, que la vere a ella, en su sofa, con el te delante y dibujando.

 

Y con paso decidido sigo mi camino, me interno sin vacilar, en la niebla.

[Tamarindo]

Despues de saborear despacio y con un infinito placer de dioses la galleta de Harapos... Mi gran amigo Harapos... dejé la cesta sobre la mesita de café que usaba de mesa de trabajo, entre los sofás del cuarto trasero de la galería, miré a Sugus de Melocotón (Melocotón el apellido de por aquí, hoy) y le lancé una mirada de "Cómo toques mis galletas te estripo el alma" y me acerqué al Elfo y le indiqué tocandole suavemente la espalda que se fuera hacia el sofá y se sentara.

 

--Sientate amigo. ¿Qué quieres beber? ¿Qué te preparo? Tu pide por esa boquita que aqui nos montamos un momento de merienda los dos juntos y que tu ama Sagitas nos mire comer... O quieres dejarla probar una de tus galletas? ¿Le sirvo algo a ella también?

 

NI idea de cómo reaccionaría el elfo Harapos a tanta amabilidad, solo esero que no se pusiera como loco a decir que no merece ese trato... me quedé mirandolo atentamente para ver qué hacia... Esperando que me dijera qué le preparaba para tomar y ponernos a comer la merienda que trajo juntos.

 

--Sugus, dime, entonces voy a junto de mi amigo el de los marcos a pedirle un marco para tu obra de arte infantil o como dejamos el asunto?

 

 

 

@ @ perdón si no queréis que os etiquete, es para que sepais que tenemos rol por aqui y el mes pasado nos olvidamos todas (sobre todo yo) de hacer minimos XD A ver si este mes avanzamos y no nos pilla el toro de nuevo. GRacias chicas por ser tan geniales de venir hasta aqui +.+

[Lisette Ryddleturn]

La chica se asomó por unos momentos en aquella galería, había estado siguiendo un listado viejo de lugares que su cuñada menor le había prestado y que se parecía al que su novia le hubiera dado cuando llegó al pueblo por primera vez.

No recordaba aquel sitio aunque quizás también se debía al hecho de que era muy distraída o por los fríos de esos meses, no había estado saliendo mucho de la casa de los Snapes; la Ryddleturn aún no estaba lista para ser habitada completamente y el frío vientecillo se colaba por todas partes a pesar de que había empezado a ingresar muebles y alfombrados para que fuese un poco más calida pero a veces sentía que eso no se conseguía del todo.

Era demasiado misterioso pero su nueva familia le decía que no pensara mucho en ello y que disfrutara de la nueva morada.

Y la verdad es que el amor de todos se sentía en los muros y en cada una de las firmas que les había pedido colocar en una de las piedras cimiento para que jamás se olvidaran.

Asomó la cabeza en la galería despacio como si estuvier haciendo algo malo y finalmente entró en el sitio.

[Tamarindo]

En la parte de atrás sonó una campanita muy suave y bajito, para no alterar el silencio de la galería pero para avisarme de que entraba alguien a la galería, porque desde la parte trasera donde estaba, detras de un muro de la galeríal al fondo, no se podría ver la puerta de entrada.

 

--Perdonadme un momento --le dije al elfo y a mi amiga Sugus de Melocotón--, acaba de llegar alguien a la galería, voy a atenderle. Mientras podéis haceros un té o un café, teneri barra libre, pero no uséis el té del bote del cajón, ese es un té especial que solo uso para clientes a quienes les hago un retrato.

 

Me levanté y me alisé la ropa para acercarme a la parte de delante de la galería. Y cuando me di cuenta, vi a una joven muchacha que entraba timidamente a la gaería, parecía hasta perdida con esa cara de no saber donde estaba exactamente. Me acerqué a ella despacio, pero a cierta distancia y la saludé.

 

--Hola, soy Tamarindo, la artista de la galería. ¿En qué puedo ayudarte?

 

Sonreí lo mas que pude sin parecer una psicópata (?) y me quedé mirandola.

[Sagitas E. Potter Blue]

Salí un momento hacia una sala lateral para hablar con Harpo para que no me dejara mal con mi amiga [y si no hay sala, me lo invento, Tama]. Yo sabía que el elfo amaba a aquella chica que le había salvado la vida en un momento difícil pero... vamos..., que trabajaba en mi casa, bien podía callar un poco que le había dejado las galletas pasadas a ella. Encima, venía con una gran bandeja de galletas recién horneadas que levantaban el hambre a cualquiera y no me dejaba comer ni una para dársela a ella. Por supuesto, le cayó una bronca del copó al pobre elfo que él se lo pasó de una oreja a otra y ni caso le hizo. Sólo me miró con sus ojos grandotes, me señaló con el dedo y me dijo:

 

-- Las mejores galletas son para mí heroína, señorita Sagitas.

 

Y se acabó la discusión. Esto no vale, leñes, no me deja ganar ni un elfo. Así, volvimos los dos, yo con las orejas gachas (figuradamente) y el elfo con las orejas bien alzadas (literalmente) tras nuestro enfrentamiento.

 

-- Perdona nuestro abandono momentáneo, Tama. Teníamos que discutir un pequeño detallito pero ya... Todo arreglado... -- Mi mirada fue hacia la bandeja de galletas que ya había comenzado y de las que, lo sabía, no iba a catar nada. -- ¿Qué decías sobre el hombre de los marcos, amiga?

 

Fue cuando me di cuenta que no estaba sola. En mi leve ausencia, había entrado Lissette, la novia de mi hermana Haya. Creo que Tama me lo había dicho justo cuando aproveché para hablar con el elfo pero... En fin... No quería ser descortés.

 

-- ¡Lissette, hola! ¿Quieres comprar algún cuadro sorpresa para Hayame?

[justo]

Venia ensimismado en mis pensamientos, la calle estaba, momentaneamente, desierta. Una chica entraba, en ese momento, en la galeria de Tamarindo, hacia muchisimo tiempo que no me pasaba por alli, mas o menos el tiempo de hacerme mi retrato. Tengo la mano en el picaporte y me dispongo a entrar.

 

¡Alto, se oyen voces! Una es la de @Tamarindo, la otra parece de Sagitas y la de la chica que acaba de entrar, hay una voz mas apagada pero, por el acento, yo diria que es un elfo domestico. Me parece que hay demasiada gente en la Galeria, quizas sea mejor que regrese otro dia.

 

Tengo mas cosas que hacer. Me he encontrado nada menos que con Dolores Umbridge, muy desmejorada. Se ve que Azkaban no le sento nada bien. Bueno, primero solucionare el problemilla de Umbridge, despues ya vere en volver por aqui.

 

Sigo enamorado de Tamarindo. Es curioso, el tiempo ha pasado pero no se me va de la cabeza. Creo que la amare toda la vida.

[Tamarindo]

Mientras esperaba a que esa tal Lissette que habia mencionado sugus de mandarina me decía algo con lo que entablar una conversación, vi como Sugus de melocotón venía hacia nosotros y obviamente, si conocia a esa chica... Si es que esta mujer sse conoce a todo el mundo en este pais. Y seguro que se conoce mas gente de mas paises... es tan famosa... Pero lo mas importante es que me conoce a mi, y eso es una gran alegría para todos, conocerme (?)

 

--Ya veo que la conoces, Sugus.

 

Me puse la mano delante de la boca para susurrarle algo a ella solo.

 

--Yo ni papa de quien es. Porque vamos, yo no conozco a casi nadie en esta vida.

 

Dejé un momento a todos en la sala principal y me fui a la trasera a por un par de galletas y comerlas, antes de que enfriaran del todo, cuando están lalentitas o templadas están de vicio... Y seguro que alguien mas quería, asi que cogí otra para mi amigo el elfo Harapos.

 

Llegué a la sala prncipal de nuevo y le tendí una galleta a Harapos para que se la comiera.

 

--Para mi amigo, espero que puedas comer tu propia creación, están muy ricas, como siempre.

[Sagitas E. Potter Blue]

Dejé que Lissette se moviera por toda la galería. Era una chica de espíritu artístico y seguro que le gustaba mirar los cuadros expuestos. Me sobresalté al ver pasar una sombra por delante del escaparate de la galería. Quien fuera, no se detuvo. Eso me hizo reflexionar. Seguro que había gente que quería entrar y al sentir nuestras voces se lo pensaban. Hacían bien; éramos peligrosas.

 

La voz de Tama me hizo volver la atención hacia el interior mientras la sombra de aquella persona se perdía de mi vista.

 

-- ¿Qué? ¡Ah, sí! La conozco, es la novia de mi hermana Hayame. Es extranjera y tenía una floristería o unos viveros o algo así en su país. Creo que es de juayaminí o los Estados Univos o algo parecido...

 

Sí, vale, que no me sé mucho la historia de amor de mi hermana pero... ¿quién quiere saberlo? Al menos, no con detalle, por supuesto.

 

-- ¡Es qué no sales, Tama? ¿Cuándo fue la última vez que entraste en el Ministerio? Aunque sea para sentarte delante de la fuente del Atrio y extraer algún galeoncillo del agua... Hay qué ver, Tama... Si quieres conocer a gente, has de hacer algo más que merodear por la mansión Adler, que está medio abandonada. Pero... ¿A dónde vas...?

 

Sorprendida. Acababa de dejarme con la boca en la palabra... ¿O era al revés...? Bueno, la seguí y comprobé que...

 

-- ¿Sólo le das galletas a Harpo? ¿Y las demás, qué? Yo también quiero una -- le dije, algo enfadada y con los brazos cruzados.

[Tamarindo]

La habia dejado con la palabra en la boca, lo sé, soy un poco mal educada pero es que me gustan tanto las galletas que no odía resistirme a comer una antes de que acabara de hablar. Al volver me echó la bronca por no darle a ella y y si a su elfo. Bueno, se me habia ocurrido una brillante idea para que se ganara una galleta, pero antes voy a ser educada y hacerle ver que si la habia escuchado entera

 

--A ver, es que salgo poco porque no tengo nada que hacer fuera de casa o de la galería. A veces, antes, iba a alguna cafetería o a visitarte a ti a algun negocio, no me digas ahora que no salgo a hacerte visitas. Niegame eso que te estampo un bote de pintura ahora mismo y te mancho entera. (?) Pero es que a mi en el ministerio no se me perdio nada, y como no salgo a comprar nada, pues no voy a tiendas y al mall o como se llame ese sitio donde se compran cosas. Ya lo pasé suficientemente mal cuando tuve que pagar por mis criopuffs que llevaban años conmigo, quedé traumada y ya no volví mas. SI quieres que salga a conocer mundo, debes llevarme de la manita. HUM.

 

Y me comi otra galleta delante de ella y dandole mucha envidia. Vi como saboreaba la galleta imaginaria que se estaba comiendo porque no le daba ninguna y me volvió a la mente la brillante idea.

 

--Ah, mira. ¿Quieres una galleta? Pues te propongo un reto. Si lo cumples y me agrada, te invito a galletas y vienes a casa y te invito a comer brownies y pasteles y croquetas de chocolate, que voy a hacer en breve para fin de año. Hay trato?

 

QUise esperar a que me respondiera, pero estaba tan nerviosa de decirle el reto que apenas dejé unos segundos para que respondiera y no la deje hablar. Hablé yo atropelladamente con mi brillante idea.

 

--Te dejaré usar todo mi material de pintura y dibujo, te daré un mandil si no quieres mancharte, pero debes pintarme tu mejor cuadro en 3 horas, aqui mismo, mientras yo te miro. ¡Y sin usar ninguna magia! Si pintas un cuadro que me guste en tres horas, te invito a todas las delicias de chocolate que sé preparar... de por vida.

 

Acabé con una sonrisa maliciosa esperando que ella se negara o aceptara y fuera todo un desastre. Me jugaba la integridad de mi local y mi material, pero iba a ser tan divertido... XD