Galería de Arte-Rindo (MM B: 109841)

[Sagitas E. Potter Blue]

Claro que estaba enfadada, por supuesto. Aunque creo que quien más me enfadó fue Hayame, por su postura cómoda de "ver el espectácul0" en vez de ayudarme. No es que necesitara ayuda, por supuesto, pero sí que me podría haber echado una manita, ¿no? Ya ni recordaba qué es lo que quería cuando entré en la tienda, esperaba que Tamarindo lo recordara o me hiciera el cuadro que quisiera porque ni sabía qué es lo que quería. Además de los gritos que mi amiga había lanzado porque le habían robado-desaparecido uno de sus cuadros. Había empezado a protestar vehementemente cuando Tama rompió la varita del muchacho. Enarqué una ceja y mantuve el silencio porque...

 

¡Se ha de tener fuerza para romper un trozo de madera, demonios! No recordaba que Tama fuera tan fuerte pero vamos, que es gallega, seguro que me arrea y me manda pál otro barrio sin darme cuenta.

 

Además, el romper una varita es algo serio y puede intervenir la Policía Mágica y prefería no tener problemas con la Ley porque, ¡demonios, qué soy una Guarlo! Así que suspiré, medité con la sonrisa pero los ojos idos repitiendo un mantra y, cuando ya estaba relajada, contesté a todos.

 

-- No tienes porqué ir a Azkabán, yo te defenderé. Como Warlock y como socia del Bufete de Abogados Vladimir, te conseguiré todo el apoyo legal que precises, Tamarindo.

 

Haya había sido más eficaz que yo y le había ofrecido un té y calmado mejor. La sonreí, se me había pasado el enfado con el susto.

 

-- A cambio, tendrás que dejar de comer las galletas de Harpo a hurtadillas.

 

¡Demonios, ese era el tema del cuadro que había pedido! Bueno, ahora entraba una cliente así que mejor le dejaba que la atendiera mientras le guiñaba un ojo a mi hermana.

 

-- Nada de ver el cuadro que me estaba haciendo porque te lo comes, estoy segura.

[Tamarindo]

La ayuda que me ofrecía Sagitas, Alias la Sugus de mandarina, con abogados y no sé que de W... pues era de agradecer... estaba ya mucho mejor que antes con tanto apoyo... pero poco pude disfrutar de mis cosas y mi amiga, ya que por lapuerta entrouna nueva clienta.

 

--Nada de ver lo que le hago a Sugus porque aunno lo hice,con todo este incidente nohice nada por lo queme habian contratado estos meses... os parecerá bonito.

 

ahora hasta la culpa era de ellas de que yo no trabajase en tantotiempo... pero oiga, novoy a echarme culpas a mi misma(?)

 

Me fui hacia la puerta, dejé a misdos amigas en la estancia de los sofás para que hablaran y se pusieran aldia, y que Sagitas consiguiera mas galletas para pintar y comermelas, por supuesto...

 

Una chica joven estaba delante de mi,preguntando por la artista... me recordó al chico maledicado que vino preguntando lo mismo de malas formas y me estremecí recordando todo ese episodio que ya espero hubiera acabado...

 

--Hola, buenas tardes. Espero esté bien. soy la artista, Tamarindo, ¿que desea?

 

La saludé comomas amablemente pude despues de todo lo de la varita rota y que podia venir la ley a buscarme (?) pero bueno, si actuo como sino pasara nada y la varita se tira, no pasanada XD

[Hayame Snape Potter Black]

-Aweeeee.... yo quería veeeeeer ~

La vampiro se cruzó de piernas a modo de mariposa encima del sillón y cerró los ojos alzando el rostro hacia el techo como si imitara a una niña pequeña a la que le han prohibido algún gusto; abrió un ojo y lo clavó en Sagitas qu también comenzaba ya a salir del estado en el que se había quedado por enojo y ahora se veía más tranquila

-Té, hermana?

Ofreció mientras que veía cómo Tamarindo se alejaba para atender a una recién llegada. Vaya que la chica era popular con su arte, en muy poco tiempo y ya comenzaban a llegar personas que querían retratos también!!

A ese paso realmente se iba a hacer de dinero pero algo le decía que la artista lo hacía por el mero disfrute

Y sonrió un poco, dejando salir unas pequeñas risas

-Son malas... quería ver como quedabas, pero al menos espero que me dejes ver el resultado final de como salgas en la pintura

Dijo mientras que sacaba la varita y la agitaba para que apareciese una nueva taza de té calientito y se dirigiera flotando en dirección de la ex-payasita de cabellos purpuras

[Sagitas E. Potter Blue]

Hice un leve mohín con la boca cuando Tamarindo confesó que aún no había empezado a pintar mi cuadro. Me crucé de brazos, haciéndome la ofendida.

 

-- Sí, claro... Ahora tendremos la culpa nosotros de que sea una vaga. Ay, no, perdón... Es una artista y los artistas tienen sus momentos...

 

Me puse cómoda en el sofá e inflé los carrillos para que viera que, claramente, estaba enfadada, pero ella estaba atendiendo a la cliente a quien, desde allá, no reconocía. Así que me giré hacia Hayame.

 

-- No quiero té. Quiero mis pastitas -- vuelta al principio, cuando yo protestaba porque Tama se estaba comiendo las galletas que yo había traído de modelo. Sin embargo, Hayame me hizo llegar una taza del mismo y tuve que tomarla o permitir que se me cayera encima (algo que seguro que a mi hermana no le costaría nada pero no quería quemarme con agua hirviendo). -- Está bien. ¿Tienes azúcar? Cuatro azucarillos, por favor.

 

Hasta allá llegaban los rumores de la conversación de Tamarindo. Miré de reojo hacia la chimenea, allá donde habían ardido las pruebas del delito (en plural, ya que eran dos trozos de varita lo que mi amiga había quemado allá) pero enseguida dejé de mirarlo. Mejor no saber nada.

 

-- ¿Tú también querías un cuadro o sólo de pasabas a ver la pelea? ¿Sabes...? Se me ha ocurrido un cuadro de la familia, patriarcas, hermanos, hijos, sobrinos... Todos bajo el retrato de Antara... ¿Tú crees que sería buena idea?

 

Y saboreé el té improvisado. Estaba bueno.

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja había agitado la varita para hacer aparecer el azúcar que le había pedido su hermana y había dejado escapar una risa divertida por las caras que ponía

Ni siquiera tuvo que pensarlo: sus ojos se iluminaron grandemente y una sonrisa apareció en su rostro

-Es una idea fantástica!!- aseguró y de su varita salieron unas pequeñas chispas verde intenso

Hayame hizo una mueca y la agitó varias veces hasta que las lucesitas dejaron de salir y limpió la punta con una parte de la capa para que la madera quedara pulcra

-Grrrr, lamento eso- dijo y luego, se apoyó mejor en el descansabrazos de manera que estaba bastante cómoda- una imagen grande con toda la familia delante de nuestra madre me encanta... lástima de lo que pasó después, pero a su memoria de cuando era lo que admirabamos, me parece muy bien

Cerró los ojos y de repente, sus gestos eran diferentes

-Siempre he sido creyente de que el alma pura de las personas sinceras que conocimos en algún momento, no han sido asesinadas por sus dueños al cambiar, sabes?- dijo suavecito y por lo bajo- creo que viven dentro de nosotros, en nuestras memorias y nuestras almas porque ahí están a salvo...

Asintió y luego, volvió a ver a Sagitas

-Creo que es lo mismo con nuestra madre- dijo- esa persona que recordamos, esa persona buena y que inspiraba sigue viva pero dentro de nosotras, sus hijas, y eso no va a cambiar jamás. Honrar eso que era, esa persona que todavía nos saluda con una sonrisa al recordarla... me parece lo más maravilloso que podríamos hacer por ella

Suavizó la mirada y sonrió un poco más

-Lo siento, creo que me he puesto rara- empezó a reír cerrando los ojos y empezó a tomarse su propio té

[Rory Despard]

Por unos escasos segundos pensé que solo permanecería allí sin ser atendida, hasta que una joven apareció desde el interior del local. No había forma de explicar con razones lógicas el asunto de qué con solo verla me pareciera simpática, pero intuía que algo tenía que ver con que por primera vez en mucho tiempo, estuviera junto a alguien de casi mi mismo tamaño y cuya apariencia nada tenía que ver con la de las supermodelos que podían verse pululando cotidianamente por Ottery.

- Mucho gusto Tamarindo. Un nombre bastante excepcional, creo que le va perfecto a una artista- me animé a decirle mientras le tendía la mano para estrecharla a modo de saludo- como mencioné vengo por un retrato y me indicaron que aquí podía conseguir uno estupendo.

"Tu nombre, no has dicho tu nombre". Llevándome la mano me rasqué la nuca unos momentos, un tic automático que reflejaba mi propia vergüenza ante el olvido.

- Por cierto, mi nombre es Bel Evans McGonagall. Verás, soy matriarca de mi familia, y resulta que es una "tradición" que se elabore retratos de las cabezas de familia para ser colocados en la sala principal del Castillo- esperaba que mi explicación no estuviera siendo enrevesada para la joven- entonces, por esa razón es que estoy aquí. La verdad no soy persona de artes, era malísima en los cursos de pintura que alguna vez llevé, pero confío en tu talento- desvié la mirada hacia la pared blanquísima y los cuadros que había estado viendo nada más llegar- solo es la palabra de una persona común frente a estos asuntos, pero no se ven galerías con muestras tan bonitas todos los días.

@Tamarindo

[Tamarindo]

La chica que estaba ante mi parecía muy timida, esome recuerda a mi y me hace entrar en confianza enseguida con ella, por lo de que que alguien coge confianza con alguien que se le parece o tienen cosas en comun. Pero bueno, ahora la cosa es no asustarla. y menos con la lista de espera que tengo en la galería en estos momentos...

 

--Encantada Bel, un gusto conocer a una matriarca tan joven y bella.

 

Si, y tambien soy yo muy pelota (aduladora) con gente que me viene tan agradable a pedir trabajo.

 

--Será todo un placer poder hacer ese cuadro para ti, si puedo tutearte, pero como verás, tengo a dos clientas ahí atras esperando por mis servicios... asi que espero que entiendas que debes esperar un poco. Como comprenderás, no uso magia para pintar en mi galería, por lo que todo lleva su tiempo. Si quiere le presento a las demás chicas --hice señalandole la parte de atras como invitandola a venir--, y pueden estar a gusto las tres hablando mientras esperan los encargos. Estaré presente para una agradable charla.

 

Creo quele estaba dando mucha información, pero aun debía darle mas... esperaba no apabullarla con tanta cosa... asi que esperé a que reccionara con todo lo que le habia dicho. Deseaba de todo corazon no perder a esta clienta tan simpatica pero timida a la vez.

[Rory Despard]

¿Cuánto llevaba de no escuchar esos dos adjetivos juntos? Aun si no estaba siendo sincera del todo, escucharlo me hizo sonreír automáticamente y mejorar la buena imagen que de por sí tenía de la muchacha. Ella continuó hablando, explicándome que me tocaría esperar, dado que (como era de esperarse siendo una buena artista) tenía clientes que habían llegado previamente.

 

- Ah, claro, no te preocupes. De hecho gracias, ni siquiera reservé una cita o algo y voy a tener la fortuna que me atiendas hoy mismo.

 

No había escapado ese dato de que "pintaba sin magia". No era en realidad un dato que pudiera saberse a primera vista, pero en apariencia, intrascendente, servía para imaginar un poco más la clase de persona que era ella. Podía ser un contratiempo en mi idea de tener las cosas rápido, pero inesperadamente estaba disfrutando más de esa visita de lo que hubiera podido imaginarme en principio.

 

- Porsupuesto, me encantaría poder estar en compañía. Gracias por la deferencia.

 

Agradecí a la joven la cortesía, y la seguí hacia el interior del local, desviando la vista cada tanto a las obras que se sucedían en las paredes. Ya le había contado a la muchacha de lo poco que yo sabía de arte, pero lo que no había contado era lo apasionada que mi madre muggle era de él, aunque en su caso, ella hacía nihonga, ese particular y delicado dibujo que evocaba a su patria, Japón, de la cual había salido voluntariamente varios años antes que yo llegara a la vida de ella y de mi padre. Yo siempre me había llevado mejor con mi padre que con ella, especialmente porque mi espíritu era más afín al de él, y porque veía en mi madre una delicadeza que yo no poseía.

 

Cuando regresé de mis pensamientos ya estábamos en el sitio. Y apenas contuve el gesto de sorpresa al reconocer a la mujer de cabellos violetas que estaba sentada en un cómodo sillón. Incluso la otra tipa que tenía al lado ¿dónde es que la había visto antes?

 

@Tamarindo @Hayame Snape Potter Black @

[Tamarindo]

La joven clienta nueva me siguió despacio hasta el fondo de mi galería. menos mal que había hecho esta estancia para que todos pudieran sentarse a gusto mientras pintaba lo que ellos me pedían. Llevaba tiempo pintando a la gente cuando entraba, y les daba un te "especial" para que pudieran hablar mas... "libremente" de todo lo qe les preguntaba. Nadailegaloso, todo controlado y sin intoxicar o envenenar a nadie. Aunque mis clinetes no sabían lo que estaban bebiendo, ningunohasta ahora habia rechazado una taza de té para hablar conmigo en la entrevista que necesitaba en cada ocasión para pintar un cuadro.

 

Menos en el encargo de Sagitas alias Sugus, porque me había traido el objeto a pintar y me lo habia comido todo. Una nopuede resistirse a tal tentación cuandole traen a su galería un plato delicioso de galletas de Harapos. ¿Cómo iba a aguantar sin comerlas? Sobre todo porque se habían caido alsuelo y pues esa fue mi oportunidad de comermelas todas sin que se dieran cuenta.

 

Ahora cómo iba a pintar ese suculento plato de galletas sin poder verlas... Ni comerlas de nuevo...

 

Me acerqué a Sugus y le dije asi entre nos...

 

--Oye,sugus, querida... No tendrás a mano otro plato de galletas. Es que... Necesito pintarlas para agilizar la cola de encargos y pues... Me las he comido hace rato, ya sabes...

 

Que verguenza pedirle esto a mi amiga, que a veces de amiga poco, que era rabiólica ella, pero amiga a fin de cuentas. Pero me gustaría tener el bodegón delante para hacerlo realista y poder pintar algo que se parezca a aquella delicia que no puede ser que estén tan ricas y ... Empecé a babear solo de pensar en esas galletas... Seguro que les metía algo para que dependiera tanto de ellas... Tramposos todos. Sobre todo Harapos... Seguro que me las envenena porque nunca me aprendo bien su nombre... Hummm...

[Sagitas E. Potter Blue]

Estaba contrariada por lo sucedido y no sabía cómo calmarme. Si estuviera en mi casa, un par de gritos en los jardines y un buen puñetazo en la mesa me habrían ayudado. Ahora no podía, estaba en un negocio de otra persona, aunque fuera en el de mi amiga. Y, encima, entraba gente nueva, conocidas y desconocidas. No estaba de humor para hablar con nadie así que sólo las saludé con un movimiento de cabeza. Guardé la compostura y sonreí, sentada en uno de los sofacitos, muy cómodos por cierto, moviendo el pie en el suelo, la única manera que se me ocurrió de intentar alejar mi nerviosismo sin romper nada.

 

Tama se acercó a mí y me susurró si tenía más galletas porque se las había comido. ¡Si yo estaba presente cuando lo hizo! Me hizo sonreír, mi amiga sabe cómo hacer que un mal día se convierta en algo divertido.

 

-- Pues no, no tengo aquí. Pero puedo mandarle una nota a Harpo para que nos traiga más. Siempre tiene muchas galletas en la despensa para que no llegue el niño. Aunque no sabe que llega... Babila.

 

Me levanté y me acerqué a la mesa de trabajo de Tamarindo y saqué la pluma que siempre llevaba encima.

 

"Harpo, por favor, necesito que traigas una bandeja abundante de galletas de chocolate y canela al negocio "Galería de Arte-Rindo" para un encargo artístico."

SAGITAS

 

Rasgue´el trozo de pergamino escrito del resto y lo mandé al destino con un movimiento de varita. Sólo al pasar delante de mí me di cuenta que, por detrás, había algo pintado.

 

-- ¡Oh, demonios! ¿He roto alguno de tus cuadros, Tama?