Galería de Arte-Rindo (MM B: 109841)

[Tamarindo]

Creo que habia dejando sola a Sugus hablando para ir a por la lechuza pero nada, que ya estaba de vuelta y todo lo que no habló en unos segundo de asombro... lo estaba hablando todo de golpe, y tan de golpe que parece que atropellaba las palabras de lo rapido que iba...

 

--Tranquila, respira entre parablas mujer, que te ahogas

 

Pero no habia forma de callarla o hacerla ir mas despacio, creo que se habia emocionado mucho... pero... ¿LIMONADA? Me puse a llorar alli mismo, mirando el cuadro y mirandola a ella, y señaladolo y llorando más... Si ni siquiera era limonada... con las galletas no se toma limonada... si tenia hasta alli al lado de las galletas reales la jarra con el liquido real... seguí llorando con hipidos y desconsoladamente...

 

--¿Tan mal pinto que no sabes qué es? BUAAAA BUAAAAAA :cry:

 

Tanto lloraba que ni atenta estaba a Xell y Sugus que decian algo de una boda, me habia quedado traumada

Editado 6 de Julio del 2018 por Tamarindo

[Sagitas E. Potter Blue]

Me quedé muy sorprendida con el comentario de Tama. ¿No era limonada? Ahora me sentía fatal y me entraron ganas de esconderme bajo una de las mesas. Tama lloraba y yo... yo olía el aire y juraba que allá olía a limones.

 

-- ¿Por qué no pegan con las galletas? -- pregunté, asombrada y sorprendida por el llanto? -- Yo por una limonada, lo que sea.

 

Bueno, sí, estaba aturdida y muy avergonzada, por haber hecho llorar a mi amiga, aunque no entendiera aún porqué no podía comer galletas con limonada, ¡si había galletas con sabor a limón...! Suspiré e intenté solucionar la situación.

 

-- Estoy segura que has usado algún pigmento psicólógico. Yo vi una limonada e interpreté que había limonada e, incluso, olí a limonada. Eso te hace ser buena. Anda, plis, no llores porque... porque me contagio, sabes que soy muy sensible y que me pongo a llorar con nada. ¿Qué es...? ¿Té...? ¿Ginseng con soda? ¿Cocacola agitada? ¿Veneno con ratafía?

 

Puse morritos sólo hasta que recordé que Xell estaba allá, con nosotras. Delante de la familia soy una mujer fría, no cedo a mis emociones, así que me elevé un poco la barbilla para que no me viera flaquear por los lloros de mi amiga.

 

-- Anda, Tama, por favor... No llores, venga, que te regalo los novios de chocolate del pastel de la boda.

 

Esperaba que eso la animara. El comer chocolate es bueno, sobre todo para los dementores... Y para las lloriñas que se lleva una por amigas bobas que no entienden de arte. A ver si dejaba de llorar con eso.

[Tamarindo]

Snif snif

 

Me limpié los mocos con la mano y luego la mano a la ropa, dejando todo lleno de mocos.

 

Snif snif

 

--¿Me juras que los novios de chocolate serán para mi?

 

Ya no lloraba tanto. Con la explicación de mi amiga Sugus de Mandarina habia entendido que el problema del cuadro podría ser mio... ya que como muy bien habá dicho, usaba pinturas que sugerían cosas al expertador, sobre todo olfativo para que pudiera sentir con varios sentidos los cuadros que hago. Y es cierto, habia echando un poco de amarillo limón a la mezcla... pero muy poquito, lo juro

 

--No es limonada. Es leche o si quieres batido de limón dulce, pero es blanco porque es leche, la limonada es transparente... Pensé que era evidente...

 

Me limpié las ultimas lágrimas que caían, estaba ya mas calmada, pero no entendía como alguien podría pensar que algo blanco era limonada y no leche... Tendría que aprender a usar mejor mis pinturas mágicas.

 

--Cuando es la boda, para tener mi mejor pijama listo para poder ir... Snif snif...

[Xell Vladimir Potter Black]

Aquella situación era anómala. Tama puso una cara de espanto y se lamentaba a gritos que hubieran confundido su cuadro con una limonada. Me acerqué a observarlo, no dije nada sobre lo que me parecía a mí.

 

- Pintas muy bien, Tamarindo. Me encantan tus obras. Creo que eres una gran artista, de gran talento. ¿Te ganas la vida con tus pinturas?

 

Sentí algo de envidia puesto que yo nunca había sido capaz de dibujar algo que pudiera reconocerse. Mi trato con el Arte se reflejaban en la pasión por la danza, amaba el ballet y eso me hacía valorar mucho la espiritualidad de la música y la expresión artística. Sólo sabía bailar, no pintar. La observación de Sagitas sobre un pigmento mágico que despertara los olores era algo que me sorprendía. ¿Existía eso?

 

- ¿Qué le regalas...? - intuí una pelea con Heliké por los novios del pastel pero era mejor no intervenir en el tema. Si ella quería dárselos, no iba a meterme en medio con mis palabras. Era la dueña de la mansión, podría hacer lo que quisiera, supongo...

 

Además, la mención de la figura de los novios de chocolate pareció animar a Tamarindo. Sonreí muy divertida, parecía que le gustaban los dulces.

 

- La boda es ya, empieza hoy y se casan en la Potter Black. ¿Vas a ir en pijama a la boda? - Era una vestimenta original, no cabría la menor duda. - ¿Es bonito?

[Tamarindo]

Habia ya asistido a la boda y vaya boda, todo un drama y una locura de peleas... y no solo peleas entre familiares, sino con esa loca y la familia que vinieron por un armario... no sé como quedó la cosa, pero aqui estoy, con la panza llena de tarta y alegre porque me habia comido no solo casi toda la tarta, sino tambien a los novios... no me habia podido resistir...

 

pero tenia que volver al trabajo, y aqui estaba, de nuevo en la galería para poder pintar y trabajar en todo lo que me pidieran, aunque parece ser que en verano nadie viene a pedirme nada... porque la galería estuvo cerrada un mes... un mes de perdidas pero un mes cerrada a fin de cuentas. Ahora a ver como recuperaba clientes y como hacía que volvieran a mi y a pedirme cuadros...

 

me puse a recoger todo y a ver como estaban las cosas... a ordenar las pinturas y a lavar tazas de té...

 

me habia comido ya las galletas de harapos, ay, harapos... que le habia salvado la vida sin yo saber como supe hacerlo... menos mal que le salvé, sino mi amiga sugus seguro me mataba...

 

Será que volverá mi sugus a pedirme mas cuadros... porque ojo... al menos me daba conversación interesante XD

[Sagitas E. Potter Blue]

La boda me había dejado muy intranquila, ¿a quién no después de lo sucedido? Había estado muy ocupada (demasiado, por cierto) salvando la vida propia y la de mis familiares (en realidad ellos me habían salvado la mía, para ser justos) pero no sabía nada de mi amiga Tamarindo. Lo último que recordaba de ella es que se había comido parte (¡todo!) del pastel y que las figuritas de los novios habían desaparecido, sustituidos por unos lindos peluches de mi pequeñín.

 

Por ello, me paseé por Diagon hasta encontrar la Galería de Arte de mi amiga. Estaba abierta. Eso era buena señal, significaba que había salido viva del banquete. Abrí la puerta y busqué la cabellera de mi amiga. No la encontré a primera vista así que me adentré. Los cuadros eran los mismos y, encima de una mesa, aún estaba la bandeja de las galletas. Bueno, las mismas no estaban, eso me hizo sonreír. Alcé la voz.

 

-- ¿Tama? ¿Te dio un cólico tanto azúcar el otro día?

 

Me puse a reír. En serio que no sabía dónde metía tanta comida que se zampaba sin que le hiciera daño. Yo hubiera acabado con diabetis como menos, después de haber devorado tanta tarta.

[Tamarindo]

Salí de detras de mi puerta magica que tapaba de forma invisible mi baño de la galería, para que nasie supiera que está ahi pero que pueda usarlo siempre que necesite hacer pipí o popó mientras estoy en la galería. No quedaba bien que se viera esa pierta en la parte trasera de la galería, no?

 

--¡Hola Sugus! Qué alegría verte por aquí.

 

Cerré la pierta y como por arte de magia no se veía ninguna fisura, ranura ni nada en la pared, magia sin duda (?) XD No por nada somos brujas v_v jajajaja

 

--Perdona que haya desaparecido de la boda asi sin avisar despues de comerme la tarta casi por completo... me surgieron cosas que tuve que atender y desaparecí sin despedirme, porque si me pongo a despedri a la gente que ni sabia que yo estaba ahi... me iban a reñir por lo de la tarta y seguro no me dejan marchar... Mejor salir antes de la bronca, no?

 

Seguro que la escusa no le gustaba a mi amiga, pero es que no queria recibir broncas y que tenia asuntos era la mejor escusa que se me habia ocurrido para que no pensara que me iba sin mas... aunque asi fuese... pero nada, yo disimulo con mi cara de no haber roto nunca un plato... o no haberme comido toda la tarta.

 

--La verdad es que estoy bien, no me pasó nada en la barriga, estuve un poco acelerada esa tarde, pero no sé si es por todo lo vivido con Harapos o por el azucar... de todas formas... cuando tengas otra que no des acabado de comer, llamame que ya me la acabo yo. Y espero que a los novios no les pareciera mal que me la comiera casi toda... y que me comiera a los novios...

 

Esto ultimo lo dije avergonzada... porque a lo mejor me habia pasado de la raya con esa zamponada que le metí a la tarta...

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Es qué no me puedo enfadar con mi amiga! Si ya empecé a reírme nada más entrar en su galería, la forma en que me habló y la carita de pena que puso cuando se disculpó por comerse a los novios de la tarta (los dulces, a los de carne y hueso dudo hasta que los viera, mientras se comía su tarta del banquete) me hizo estallar en carcajadas.

 

-- Anda, ven a darme un abrazo, no sabes lo que me alegra verte. Pero espera, no me aprietes porque traigo un regalo culinario de Harpo. Aunque no sé si dártelo porque te fuiste sin avisar...

 

Eso, en realidad, no lo sabía, puesto que yo también me fui, aunque de forma involuntaria, así que no supe nunca que ella se había ido hasta que ella misma me lo había confesado ahora. Pero puedo aprovecharme de la situación, ¿no?

 

-- Bueno, te lo doy porque es un encargo de Harpo que ha envuelto en un papel marrón y no me ha dejado ver para nada lo que contiene. Ya me gustaría saber a mí qué es lo que pasó aquel día... Bueno, me refiero a ti con él y a él contigo, porque no me ha contado nada, sólo dice que tú eres su mejor amiga y que te debe la vida. ¿Me lo cuentas?

 

Le pasé el paquetito antes de que acabara chafado contra mi barriga y me senté en el sofá, esperando que me contara todo lo que les sucedió a ellos dos mientras nosotros estábamos en los jardines, peleando con los mortífagos de Escocia. No comenté nada de los novios, de momento... Ya llegaría, ya...

[Tamarindo]

Iba a darle un abrazo fuerte fuerte cuando me paró con una mano en la cara y me dijo que no, que mejor abrazo no ahora, que tiene un paquete para mi

 

¿Para mi?

 

Si yo nunca recibo nada, creo o.O o bueno, nada inesperado al menos... qué será? +.+

 

Mi amiga Sugus se sentó en el sofá y apuradamente le hice un té, pero no de la cosecha especial, ese no, ese es para los encargos, juju, mejor un té bueno, que alegra la vida y pone una sonrisa en la cara... Si es que tengo aqui una de tés que mejoran el animo o hacen confesar hasta los mas oscuros secretos (?) sin que la gente sepa... aunque hace tiempo que no lo uso, a ver si va a estar malo y ya no funciona ese té... sería una pena... tendría que ir a por mas entonces... Que me voy por las ramas... Estaba en que le había hecho un té de alegría a mi amiga, y otro para mi, para no sentirme tan... tan... avergonzada por la desaparición...

 

Y entonces ella me preguntó algo que no me esperaba para nada tener que contar... ¿Qué habia pasado entre harapo y yo? Pues buena pregunta... porque es algo que no sé muy bien qué pasó ni como fui capaz de hacerlo todo...

 

Me senté con mi taza de té, con hielo que la bebida caliente no es lo mio (salvo el colacao en invierno, ñami...) y suspiré ante tal pregunta...

 

--Ay... Pues verás, Sugus. Llegué a la boda sin saber por donde entrar y a donde ir, llamé a la puerta, pero nadie me abría, algo raro porque Harapos, o bueno, Harpo -dije con dificultad, como si no fuera capaz de decir ese nombre-, siempre me abré al momento... Entré en casa -iba poniendo caras muy expresivas y moviendo mucho los brazos y manos expresando todo lo que decía-, y no vi a nadie, ningun elfo, ninguna persona. Estaba todo el calma, hasta que oí algun ruido extraño, arriba en una habitación. Fui hasta allí, si no recuerdo mal los hechos, y me encontré una habitación con el armario abierto y Harapos tirado en el suelo, sangrando muchisimo y no daba respirado bien. Me asusté. Fui a junto de él sin preocuparme por nadie mas o nada mas de lo que pod´ria estar pasando. Sé que en tu casa siempre pasan cosas raras, pero no tenia tiempo de pensar en ello y si habia mas peligro, porque era claro, a Harapos algo le habia atacado, esas heridas eran obra de un hechizo. Yo no acabé mis estudios de Hogwarts, pero sé reconocer esa magia...

 

Hice una pausa, como pensando en todo lo malo que podría haber pasado si yo no llego a estar alli en aquella habitación...

 

--Me tumbé junto a tu elfo e intenté recordar los hechizos que habia aprendido para curar heridas sangrantes, hice un gran esfuerzo por pensar y no entrar en pánico o un ataque de ansiedad, tipico en mi, no te creas. Pero al final me salió, ¡Y TENIA MI VARITA! Que no te dije eso, ni siquiera sabia si tenia mi varita, la tenia enganchada al calcetín creo... no estoy segura. Pero de todas formas, tenia a harapos en el regazo, la varita en la mano, y el hechizo en la boca. Así que dije varias veces "Episkey" y segun lo iba diciendo, iba teniendo mas confienza en mi y la magia salia de mis manos para curar a Harapos. Sé que soy bruja, pero sigue pareciendome tan... "mágico" que las cosas pasen asi de simples y faciles... la cosa es recordar los hechizos, jaja. Bueno, que después de repetirlo unas cuantas veces, al fin parecía que no habia una gota de sangre por la zona... como que estaba curado de las horribles heridas que lo estaban matando...

 

Me puse roja por haber relatado tan heroicidad poco propia de mi torpe magia...

 

--En fin, que lo había curado, él estaba agradecido y me dijo palabras muy bonitas que no puedo repetir porque me da vergoña.

 

Estaba roja como un tomate recordando las palabras emotivas de Harapos. No sabia que un elfo podía estar tan agradecido por algo que supongo todo mago o brija debería hacer por un ser vivo en peligro, y no pensar en las distinciones de clases y estatus de las criaturas y nosotros... En fin, habia hecho lo que pensé lo mas correcto en ese momento... y pensando en Sugus, y que no podría perder a su elfo querido y menos por mi culpa, teniendo yo una solucion en la cabeza, muy enterrada.

 

Dejé la taza en la mesita y agarre el pantalon con las manos, avergonzada un poco de un retalo como ese, sintiendo como que yo no doy digna de contar algo asi sabiendo lo que habia pasado fuera.

 

--La verdad es que luego, aun salió alguien mas del armario creo, y no hicimos ningun ruido para que no nos viera, no era plan de volver a estar al borde de la muerte... luego Harapos me llevó a la cocina y me dijo que esperase ahi mientras el peleaba con los demás elfos a vuestro lado. Y es ahí cuando él, todo inocente, me dijo que cuidara la tarta y me la comi esperando... Sé que hice mal, pero estaba muy hambrienta, ¡y juro que intenté buscar otra cosa antes de comer la tarta! Pero me habias prometido a los novios y pues... no me pude resistir... No quiero que se enfaden conmigo... No lo hice con maldad. Tu lo sabes, ¿no? ¿Se lo dijiste a ellos?

[Leah Snegovik]

Había llevado a Sísifo de la mano desde que habían aparecido en el callejón, a unos cuantos metros del local que esperaba encontrar. La razón, al igual que el gesto en sí, le había pasado por alto pero tal vez se debía a que se sentía muy cómoda ahí, con su mano pequeña sostenida por la suya. La vida nocturna del Diagón era amplia y misteriosa, sin embargo, había quienes hacían cosas atípicas, como entrar a una galería de arte. Nadie los recibió en el interior, lo que era magnífico. Tenían todo un local para ellos solos.

-Estuve pensando -empezó-, creo que eres el tipo de persona que aprecia el arte. Me das esa sensación.

Y no cualquier tipo de arte, aquella galería constaba de fotografías. Hermosas, abstractas, delicadas. Una era más interesante que la otra, sin embargo, había pequeñas excepciones que hacían pensar que era una suerte que no todo el mundo tuviese acceso a una cámara. Anduvo con él hasta un banco, frente a una gran fotografía de una persona desconocida en blanco y negro y lo miró a él con más interés que como había mirado a cualquiera de las obras exhibidas.

-He tenido otras ideas pero bueno, me ha ganado el instinto. Lamento si no es lo que esperabas -jugueteó con la botella de vodka que aún llevaba en la mano libre-. ¿Decepcionado?

@@Oniria