Galería de Arte-Rindo (MM B: 109841)

[Xell Vladimir Potter Black]

Me encontraba en la mansión de la tía Sagis cuando llegó el mensaje para Harpo. Era un trozo de papel arrancado de un cuadro, deduje, por los colores que contenía en la parte de atrás del mismo. El elfo estaba sorprendido por la petición de las galletas. Parecía enfadado. Creo que era porque le molestaba que la tía regalara sus galletas a alguien de ese negocio.

 

- Es un encargo artístico. Lo pone aquí, Harpo.

 

Me hacía mucha gracia el enfado del elfo y me ofrecí a llenar la bandejita de forma artística, haciendo una bonita montañita. No probé ninguna, a pesar del buen olor que salía de ella. El olor a canela me recordaba a Sagitas. El elfo iba poniendo una a una, sacándolas de un hermoso tarrito decorado.

 

- ¿Habrá suficientes, Harpo? La tía dijo que fuera abundante. ¿Para qué crees que necesita tantas? - me reía mucho con él porque no paraba de criticar a la tía, diciendo que era una fresca. Aunque no me quedaba claro si se refería a la tía Sagitas, a mí o a otra persona.

 

Por supuesto, me ofrecí a llevar la bandejita a ese negocio. Con el mal humor de Harpo, seguro que las rompía por el camino. Salí de la mansión y llegué enseguida al Callejón Diagon. Me costó un poco encontrar la Galería de Arte- Rindo. Después de un año fuera del pueblo, no conocía la mitad de los negocios que había antes y habían abierto muchos nuevos. Abrí la puerta y vi a la tía junto a más gente. Me acerqué y le hablé con discrección.

 

- Tía, traigo las galletas que le pediste a Harpo. El elfo se encontraba indispuesto... criticándote. - Reí un poquito, divertida. Le tendí la bandeja, esperando que dijera algo porque me podía la curiosidad. ¿Cuál sería el encargo artístico?

[Tamarindo]

"Meu gozo nun pozo"... Sagitas, mi sugus de mandarina favorita no tenia mas galletas escondudas detras de la rodilla asi que me tenia que aguantar y pasar sin comerlas un rato, pero ella es ta buena que mandó una nota a harapos... (nunca me aprenderé el nombre de este elfo bien, no hay manera con que lo llame de otra forma...)

 

EN esto que vi que algunos clientes se iba, otros volvian, unos llegaban, otros marchaban... muy maleducados que no decían nada... o al menos se iban un rato, a saber si volverían.. pero ahi ya no estaban y ni avisan si quiera. En fin...

 

se me hacia la boca agua pensando en la nueva bandeja de galletas que podía llegar en cualquier momento... esta amiga mia me cuidaba muy bien a pesar de que a veces se ponia cabreadisima sin motivo... (seguro que el motivo no soy yo... espero...)

 

--¿Cómo que has escrito la nota en un cuadro mio?

 

NO me podría creer que mi amiga ya hubiera metido la pata antes de que me llegasen las galletas T_T

 

--De donde lo sacaste?? era papel o era tela? POr las barbas de merlín, es que una no puede dejar todo por ahi tirado? T_T

 

Rebusqué por mi mesa y me fijé que era una hoja de un boceto para un cuadro que aun no habia hecho... en fin, tarde ara que se arregle ahora este desperfecto en un papel... a la proxima tendré que poner papel para notas en la mesa para invitados que no preguntan si pueden usar las cosas T_T

 

La puerta de la galeria volvia a abrirse, ¿esta vez quien se habia ido? ¿otro cliente que no me pagará el encargo? Pero no, veía a una joven que me resultaba conocida pero que no caía en quien era (mi mala memoria para gente que hace mil que no veo...) Pero lo mas imortante es que traia la bandeja con las galletas, esa enorme y deliciosa pila de galletas tan bonitas colocadas que se me caia la baba de verlas

 

--Hola, pasa pasa... hasta el fondo. y trae esas galletas, que debo pintarlas enseguida que tengo hambre...

[Sagitas E. Potter Blue]

Noté que Tama cambiaba rápidamente de estado de ánimo. Al principio parecía algo triste e incluso resignada, algo que atribuí a que no quedaran galletas y ahora tuviera que alimentarse de uñas (esperaba que las suyas puesto que yo me había hecho la manicura hacia poco). Después, en cuanto escuchó que yo había usado un trozo de lienzo de su mesa, creo que por poco me devora a mí. La vi mover cosas de su lugar de trabajo en busca del trozo que le faltaba y yo, por si acaso, tiré un pasito para atrás, guardando una prudencial distancia.

 

-- Cre... Creo que era papel... Tela no... No tengo tanta fuerza para rasgarla... creo... Lo hice con la mano, no con la varita.

 

Sudaba. Como le hubiera roto una falsificación de un Rembrandt (de algo tenía que vivir y seguro que copiar Maestros se le daba bien), me mataba. Sonreí como el gato de Alicia, enseñando todos los dientes.

 

-- Mujer, no te enfades... En cuanto llegue Harpo, le pido la nota y la uno al original. Al fin y al cabo, fui Directora de Accidentes y se me daba muy bien "Reparar lo rompío".

 

Menos mal que entró ¿Harpo? con la bandeja de galletas. ¿Desde cuándo Harpo es rubio? ¿Desde cuándo Harpo tiene melena? ¿Desde cuándo es tan alto...?

 

¿Desde cuándo es Xell quien llega cuando llamo a mi elfo?

 

-- ¡Demonios, Xell! No te había reconocido. ¿Cómo es que traes tú las galletas? ¿En serio me criticaba?

 

Fruncí el morro. A Tamarindo ni le importaba porqué mi sobrina traía las galletas sino que ya le pedía que se las acercara para pintarlas

 

-- Y comerlas -- murmuré, aún enfadada porque Harpo me criticara a mis espaldas.

[Tamarindo]

Los ojos, claramente, se me habian iluminado, estaba, creo yo, pasando por una montaña rusa emocional con todo lo que estaba pasando, pero mis males estaba casi curados con las galletas. Me tenía que concentrar para dibujarlas, hacer un buen bodegón con lo que tenía en el estudio o taller trasero de la galería y hacer mi mejor trabajo para mi mejor clienta, o ultima clienta.

 

El último cliente siempre era el mejor, aunque con estas galletas sería dificil desbancar a la Sugus de su primer merecidisimo puesto. Además, creo que como estaba montando el bdegón con el plato de galletas estaba quedando muy bien y seguro que ella quedaría muy satisfecha y volveria a por mas cuadros... estoy segurisima de ello... Vamos, todo lo que sea explotar a su amiga creo que le va.

 

Después de preparar el sitio del bodegón, le cogí amablemente a Xell las galletas de la mano y las puse en la composición que estaba preparada. Me senté en el cosá con todo sobre la mesita cuadrada grande de "café" (no se si se me entiende, esas mesas bajas delante de los sofás que se suelen llamar mesita de café, pues esas, una grande y cuadrada) y me puse a pintar.

 

--Ahora suelo hacerle una entrevista a quien me encarga el retrato, pero como estas galletas no saben responderme a mis dudas y creo que ellas si me saben posar de maravilla... ¿Algún tema para hablas, Sugus de Mandarina?

[Sagitas E. Potter Blue]

Arrugué el entreceño. Conocía a Tamarindo como... bueno, que la conocía, así que sabía que le pasaba algo. Toda mi pereza y mis ganas de tumbarme en el sofá con las piernas por encima del respaldo y la cabeza colgando desaparecieron en cuanto noté... algo... Soy una comodona y sé donde puedo hacerlo. Cuando estoy a solas con mi amiga sé que puedo. Y con Xell tenía la confianza para hacerlo. Pero no lo hice y, por lo contrario, me levanté.

 

Me acerqué hacia la mesa de café enorme en la que estaba pintando las galletas y le sonreí. No me acerqué más porque no sé si es como las artistas esas que no quieren que vean sus obras hasta que estén acabadas.

 

-- ¿Estás bien?

 

Miré de reojo a Xell, quien era tan modosita que no nos interrumpía.

 

-- Así que necesitas que alguien te hable pues... Veamos... ¿Te comerás las galletas cuando acabes? ¿Sigues viviendo de gorra en la mansión de Amya? ¿Tienes novio? ¿Quieres venir a la boda de Matt? Tendremos comida gratis.

[Tamarindo]

Estaba ya a punto de acabar mi maravillosa obra de arte y al fin pdría comerme las galletas, eso si, invitando a la Sugus y a Xell, no vaya a ser que quede de gorda y maleducada por no invitarlas...

 

La sugus se me acercó como quien se acerca a ver algo que no debería, con temor y asustandome cuando puso la cabeza a la altura de mi homrbo...

 

--¿Te gusta?

Espero que no se hubiera fijado, porque estaba a punto de acabarlo y queria que se llevara una sorpresa, pero sino, mala suerte...

 

--Pues claro que me las comeré despues de acabarlas. Quieres tu tambien unas pocas? podemos hacernos un té y comernoslas todas cuando acabe... Ya casi está. Y si, sigo viviendo de gratis en la mansión de Amya, pero esa bruja (?) desapareció y no me dejó comida... no sé que hacer T_T por eso estoy tan necesutada de estas galletas. Y por eso voy de celebración en celebración comiendo y llevandome comida para casa, porque no tengo como conseguirla y no me apetece cocinarla... Ahora estoy viviendo con todo lo que me llevé del bosque... que ofreciste un baquete y me lo pillé todito para mi... la gente ya se habia ido, asi que nada, preferí que no se tirara

 

la verdad es que cuando pinto quiero que sea otro el que hable, pero me habia echo tantisimas preguntas que no pude evitarlo... y respondí todo lo que pude... y creo que algo mas si me apuro... En fin... no siempre va a ser todo como yo quiero que sea cuando trabajo (?)

 

Dejé los pinceles, puse los brazos en jarra y me quedé mirandolo un rato... luego lo cogí con las manos sin poner los dedazos en medio para no dejar huellas y me di la vuelta y se lo enseñé a mi amiga...

 

--¿Qué te parece?

 

[Vladimir Karkarov]

El lugar estaba completamente listo, el capacious extremis funcionaba de maravilla. Era hora de que Vladimir enviara su noble y fiel lechuza por todos los lugares de Ottery y el Callejón, para dejar su pequeña invitación para el que quisiera asistir a su fiesta de apertura.

La gran Nox emprendió vuelo por entre las nubes, cargando consigo las invitaciones para que todos los brujos y las brujas pudieran saber de tan excelente actividad. Su vuelo era ligero, suave cual viento y sus alas no producían el menor ruido. Así fue, durante todo el día y la noche, solamente reposando para descansar de cuando en cuando.

 

 

[Tamarindo]

Estaba esperando la respuesta de Sugus al cuadro que le habia echo de sus galletas, estaba muy ansiosa de que respondiera que estaba bien, o muy bien, claro está, pero nada, no decía nada... ni sé si estaba atenta a lo que le presentaba, pero yo solo espaba esperando que diera el visto bueno para poder comerme esas galletas de una vez por todas.

 

--Bueno. ¿Miras o qué? No dices nada...

 

En esto que una lechuza llegó a entrar, no sé como (?) a la galería y menos mal que se posó y nos entregó una invitacion... Solo faltaria que se volviera loca y me destrozara todos los cuadros... Despues del ultimo que habia perdido en un hechizo de mala leche, no era el plan de perder mas... y menos por popós de lechuza v_v

 

dejé el cuadro sobre la mesa para que Sugus lo mirase cuando le diera por ahi (?) y me acerqué a la lechuza a ver qué traía. Yo ni tenia servicio para que vinieran... y menos tenia golosinas para que se comiera algo... Agarré un trocito de galleta y se lo di mientras recogí lo que traía.

 

Parecia una invitación, y sin duda, despues de leerla, era una invitación a fiesta nocturna...

 

--Uy no, esto no es lo mio... festas de noche y hongos nocturnos. No no, yo soy niña buena, mejor noche entre amigos y familia tranquilas (?) que algo de fiesta desatada... ¿Quieres tu la invitación, sugus?

 

 

 

@ te menciono para que no te olvides de recoger el cuadro XD

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¿ Qué si me gusta?

 

Contemplé aquel cuadro y me quedé ensimismada, observando las galletas, la limonada, la flor... Abrí la boca, tan gratamente sorprendida que no me salían las palabras. Y eso que no era fácil callarme para nada... Pero ella lo consiguió y me quedé boba, más boba quiero decir; reaccioné cuando ella me recriminó que hablara. La entendía, tenía el cuadro en las manos y seguro que pesaba.

 

-- ¡Es excelente! Estoy segura que Harpo va a disfrutar muchísimo con el cuadro, Tama. ¡Eres súper buena pintora! No sé cómo lo haces. Hasta parece que acaban de salir del horno, Tama... ¡Tus pinturas son mágicas! Parecen que realmente están ahí, si hasta juraría que huelo a limones recién exprimidos y a la canela y chocolate con que el elfo espolvorea las galleta. En serio, es un gran cuadro. ¿Cómo voy a pagártelo?

 

Bueno, sí, lo sabía, le dejaba las galletas, jajajaja, pero yo quería darle algo monetario. Sé bien que los artistas no viven de su trabajo porque pocos lo valoraban pero yo sí, era estupendo. Así que le iba a decir que se lo pagaba bien cuando ella lo dejó encima de la mesa.

 

-- ¡Eh, espera! ¿Dónde vas?

 

Pensé que, tal vez, se había enfadado porque no había reaccionado a tiempo. Me acerqué a la mesa donde lo había depositado y lo olí de nuevo.

 

-- ¡Ay, Tama! La flor huele como si fuera recién cortada. ¡Me gusta! ¿Qué dices de...? Ay, no, amiga. Yo no voy a esos lugares, tengo un hijo chiquito que cuidar por las noches y ya estoy mayor para juergas. Además...

 

No quise tocar la invitación porque me daba pena que se desaprovechara. No, yo no iba a esos sitios.

 

-- Además, tengo la boda de Matt y Heliké, no puedo perder el tiempo más que en preparar la boda. ¿Vendrás? Al menos veré una cara amiga. Mi nuera ha invitado a gente que ni conozco, ¡en mi propia mansión! ¿Tú crees lo que tengo que aguantar? Venga, si vienes sabes que te divertirás con los globos flotantes y los dulces. Ah, y el vino es de Cye, estoy segura que será buenísimo.

[Xell Vladimir Potter Black]

Pensé que la tía Sagitas se enfadaría por el comentario que hice, que Harpo la criticaba. Tamarindo, una conocida de nuestras aventuras anteriores en unas catacumbas, en fechas de Halloween, hablaba con ella. Fue muy amable y me dijo que pasara hasta el fondo para pintar las galletas. Me sorprendió que ella fuera la artista. Casi me puse de puntillas de la alegría.

 

- ¡Hola, hola! Soy Xell, hija de Reena. ¿Te acuerdas de mí? Estuvimos en las catacumbas de los Amontonados. ¿Me recuerdas? ¿Este sitio es tuyo? ¡Es muy lindo! ¡¡Cuántas obras!!

 

Dejé la bandeja de galletitas donde me dijo y me retiré un poco, allá solo era quien había traído las galletas, aunque primero dijo que era para pintarlas y después que eran para comerlas. La tía Sagitas parecía que era sería su fin y pareció enfadada. ¿Porque se las comería o porque Harpo la criticaba? Solté una sonrisita y me fui a observar los cuadros. Sentí que hablaban entre ellas y que la llamó Sugus de Mandarina. Volví a reír a lo bajini. Cuando la invitó a la boda de los primos aplaudí un poquito. Iba a ser una boda muy bonita. Yo me había comprado un vestido blanco muy vaporoso que casi parecía uno de novia. Era de tendencia ibizenca. ¡Iba a ir muy guapa!

 

Me entretuve mirando a una lechuza que entró en la galería, no quería que hiciera cakotas en los cuadros. Cuando me volví, la tía estaba con la boca abierta mirando un cuadro de galletas.

 

- ¡Están apetitosas! - dije yo. La tía lo olía y- ¡Oooh! Parece que esté ahí - quise tocarlo con el dedo pero temí que no estuviera seco y se corriera la pintura. -¡Eres una genia pintora! - ¡Ven a la boda de Matt y Helike, Tamarindo! Nos lo pasaremos muy bien. Y puedes pintar a los novios.

 

Era un poco de burla a Sagitas, ella no estaba de acuerdo con la boda.