Primeros Auxilios y Pociones

[Beltis]

Beltis recibió el maletín con materiales con un gesto de agradecimiento de la cabeza. Enseguida lo abrió para investigar su interior, al comienzo solo con la mirada, y luego sacando algunos frascos para examinarlos más de cerca.

- Los primeros auxilios son los cuidados inmediatos que le otorgará a un herido. Más que la cura a sus malestares es una solución rápida y momentánea al problema que se presente.

Jessie la vigilaba de cerca mientras daba su introducción, observando cada gesto y movimiento de la Malfoy como tratando de entrever su capacidad para comprender su explicación. Beltis asintió en silencio un poco aturdida, probablemente no había tenido a nadie que le explicara las cosas con tanta facilidad ni con tanta sencillez. Dicho de esa manera parecía algo fácil de asimilar, era una disciplina con una clara misión, la de atender de manera rápida y precisa a un herido.

- Se tiene que tener cuidado al momento de realizar las acciones primarias, ya que un error en estas, por mínimo que sea, equivaldría a un muerte lenta y dolorosa de la persona a la que queramos ayudar.

 

Volvió a asentir en silencio, con el set de pociones en una mano y de vez en cuando mirando de reojo el portal que tanto llamaba su atención.

- Si tiene alguna duda este sería un buen momento para exponerlas y tratar de darles la mejor solución posible, en lo que esperamos a nuestro otro compañero.

 

Jessie seguía mirándola, ahora esperando a que Beltis hiciera algún comentario.

 

- Me han quedado bastante claros los alcances y fines de los primeros auxilios. Sin embargo, lo que me preocupa es la práctica. Saber detectar en poco tiempo y bajo presión diferentes tipos de problemas que pueda presentar un herido o un enfermo -Beltis cerró el maletín justo cuando entraba en el aula el otro alumno.

 

En calma y con la ayuda de un libro guía era fácil detectar síntomas y aplicarles una solución adecuada, sus conocimientos en pociones y encantamientos eran amplios por lo que desde esa perspectiva tenía una buena base. A pesar de todo eso, no se sentía igual de segura para determinar los cuidados inmediatos necesarios en una situación de urgencia. Menos durante una guerra tan caótica como en la que iban a trabajar.

 

- Así que me dejo guiar, sé que tengo muchísimo que aprender -sonrió y se remangó para prepararse para el trabajo difícil.

 

Mientras ellas hablaban de cuidados primarios, Ishaya y el otro alumno proseguían con la clase de pociones no mucho más allá, hasta que estuvieron listos para entrar en el portal. Beltis se acercó sin perder de vista a Jessie y entró con decisión, apretando contra el pecho el maletín.

 

Atravesar el portal fue más simple de lo que había imaginado, un leve retortijón en el estómago y poco más acompañaron el pequeño paso que tuvo que dar para trasladarse hasta 1429. Apareció dentro de una tienda de campaña preparada para atender a los heridos. Las camillas y los diferentes artefactos casi llenaban cada palmo de espacio y desde la entrada se colaban los ruidos propios de una batalla. Avanzó entre los enfermos intentando no ser un estorbo, observando el trabajo de unos medimagos cansados y con sus blancas batas teñidas de sangre.

 

Se volvió hacia Jessie y asintió para que supiera que estaba lista. Con el maletín en mano la siguió justo en el momento en que llegaba otro herido por la puerta entre gemidos espantosos.

[Jessie Black Lestrange]

Asentía a los temores de Beltis porque ella había tenido las mismas dudas de recién comenzara con aquella parte de su vida que la marcaría por completo.

 

-La verdad es que cada emergencia es distinta, no hay un manual o guía que establezca cuales son los pasos a seguir, porque cada una de ellas se manifestara distinto, solo hay un cuadro en general de donde sus ramificaciones son variadas, esto quiere decir que... no te preocupes, se dará cuenta cuando esté frente a estas.

 

Sonrió para darle un poco de ánimos a quien era su alumna en aquella asignación. Ahora solo restaba ir a aquel lugar que habían acordado con Ishya y ver como terminaba todo.

 

Cerró los ojos al sentir el tirón en su estómago cuando traspasaron el portal. Al abrirlos de nuevo escuchó el ruido de la batalla un poco distante de donde se encontraban. Volteo a ver a Ishaya y supo que aunque estaban un poco retirados del campo de batalla estaban por decirlo de una forma en el ojo mismo del huracán.

 

-Señora Malfoy, preparemos unas camillas y una mesa para colocar todo lo que necesitaremos para cuando lleguen los heridos, usted se encargará de pedirle a su compañero las pociones y ungüentos que crea convenientes en cada caso que se le presente así como las acciones primarias que deban realizarse, yo le ayudare a terminar de curar a los heridos.

 

Sonrió en dirección de Ishaya, sabiendo que sus respectivos alumnos harían un excelente trabajo.

[That is not my name]

- Estamos a unos cientos de metros, la batalla está ocurriendo en los puentes de entrada a Orleans y dentro de la ciudad, - respondí a mi estudiante sonriendo sin querer, me emocionaba la historia - hay algunos magos que utilizan ciertos conjuros para acelerar el transporte de los heridos... menos mal. vigila el fuego, es muy importante.

 

Nos pusimos a realizar las pociones conforme las instrucciones de aquel libro, yo me las sabía de memoria por todas las veces que las había preparado para los centros clandestinos de resurección, de todas formas nunca estaba de más revisar un par de veces los procedimientos para tenerlos siempre presentes.

 

- Bueno, siempre me habían llamado la atención - continué con la conversación mientras le daba un par de palmadas en su espalda, estaba siguiendo a la perfección las indicaciones - desde mi preparación como estudiante, además nunca queda de más conocer todas las ramas de la magia y las pociones son bastante caras porque no a todos los magos y brujas se les da por completo esa habilidad, hay que tener paciencia e intuición dentro de la capacidad de observación... si notamos que algo va diferente o extraño tenemos que reaccionar de manera inmediata. Capacidad de resolución de problemas inesperados, dirían mis guías.

 

¡Y qué grandes eran mis profesores de pociones de aquellos días! Siempre preocupándose por el avance en la materia, contribuyendo en elMinisterio de Magia Francés en todos los departamentos posibles y nunca dejando de aprender cosas nuevas, la mejor manera de especializarse en cualquier rama.

 

- En el mismo caldero, - sonreí ante aquella pregunta tan inteligente - recuerda que cuando se cambia de recipiente, caldero, frasco o cualquier otro, lo que se hace es orear la sustancia y solo se hace cuando se indica sino podríamos tener efectos muy diferentes a los deseados.

 

Alcé la mirada hacia Jessie y su alumna Beltis, ya se encontraban atendiendo a los heridos por lo que me apresuré a mover las pociones listas hasta su área por medio de un par de wingardium leviosa.

 

- Yéndonos por ese camino, ¿por qué crees, entonces, que se pica, se corta, se aplastan ciertos ingredientes? ¿En qué afecta el uso del calor? ¿Por qué en algunas pociones se utiliza el revolver y/o reposar?

[Syrius McGonagall]

Siguiendo las instrucciones de Ishaya, Edward rápidamente vertió los ingredientes que le quedaban y comenzó a revolver con cuidado esperando ver el ansiado cambio de color. – En cuanto lo que dijiste de las pociones – retomó la conversación – no me había dado cuenta de la ganancia económica de este conocimiento – rio – entonces elegí bien –

 

La pócima tomó el preciado tono gris y el pelinegro dejó de revolver para encargarse del envasado. La segunda poción ya estaba lista. Y en el momento justo pues la alarma de su reloj de muñeca comenzó a sonar. –Pasaron los cuarenta minutos – dijo encaminándose hacia el caldero que contenía a medio hacer el antídoto para venenos comunes.

 

Trasvasó el contenido del caldero a uno nuevo de latón y reprogramó la alarma para que volviera a sonar dentro de treinta y cuatro minutos. –Ahora a volverlo dejar a reposar – exclamó.

 

No iban a desperdiciar tiempo, su profesor no parecía ser de aquel tipo, y más preguntas no tardaron en aparecer. Pero en esta ocasión no sabía que contestar, no recordaba haberlo visto en sus clases, pero obviamente era un tema que se daba en la primera clase. No recordaba ese tema en ningún libro, o presentaciones, o manuscrito, etc. Pero tampoco se iba a quedar en blanco y la única esperanza que le quedaba era usar la lógica.

 

-Creo yo, que cortamos, picamos y aplastamos diversos ingredientes en una primera instancia para disminuir su área y por consiguiente volver más corto el tiempo de cocción de lo mismo y en una segunda parte básicamente para diferenciación, a veces no necesitamos todos los productos sino algunas partes, cascaras, hojas, jugo, etc. – realizó una pequeña pausa

 

– en cuanto el calor creo que es para eliminar impurezas, residuos propios de los productos, del caldero, de los utensilios que podrían afectar el resultado final de la poción, claro también podría ser que algunos productos necesiten calor para activar esa propiedad mágica que estemos buscando, el calor afecta a nivel molecular a las cosas y lo último….

 

Creo que revolvemos para colaborar con la homogenización del producto, unir todos los elementos de la poción y el reposo no todo funciona tan rápido, no todo se une tan rápido, no todo se armoniza enseguida por más magia que tengamos el tiempo es el mejor aliado para resolver eso – contestó en el preciso instante que sonó su alarma y fue a transvasar el antídoto a un caldero de cobre.

[Beltis]

Se quitó la capa de viaje mientras Jessie terminaba de explicarle la división de tareas. Dejó la capa a un lado e hizo aparecer un delantal de algodón blanco que hizo caer sobre la blusa y la falda que llevaba. Se acercó a una camilla vacía y comenzó a prepararla para los heridos, le habría gustado tener más cosas, o estar en un sitio más tranquilo para aprender, pero la verdad es que sabía que lo mejor era aprender haciendo ¿y donde se conseguían más heridos que en medio de una guerra? Desde afuera le seguía llegando el abrumador ruido de los batallones y de la contienda, como para que no olvidara que lo que estaba haciendo era real.

 

Tampoco había espacio, así que tuvo que ingeniárselas para acomodar las herramientas y los diferentes frascos cerca de la camilla, sin que fueran una molestia. Cada cierto tiempo dirigía la mirada hacia los medimagos que parecían ajenos a ellas, tratando a los heridos que no paraban de quejarse.

 

- Está todo listo -dijo con seguridad.

 

Jessie parecía demasiado confiada en ella, mientras la bruja no podía para de pensar que estar en el pasado curando magos no era un asunto para tomarse de forma tan ligera ¿Qué pasaba si cambiaban el curso de la historia curando a alguien que en realidad habría muerto de no ser por ellas? O ¿Si mataba a alguien que debía vivir para hacer algo importante luego? Beltis, claramente, le daba un poco igual si se derramaba un poco más de sangre por su causa, pero su preocupación real era el curso de los acontecimientos.

 

Sus cavilaciones sobre el tiempo y el espacio fueron interrumpidas por el ingreso de un herido en la carpa. Venía en una camilla que parecía ser llevaba por dos hombres, pero la verdad es que levitaba mientras ellos le iban cortando algunas prendas con grandes pinzas. Dejaron el hombre sobre la camilla y se volvieron para comunicarle algo a Jessie. Beltis se volvió hacia él y se remangó acercándose a sus heridas para inspeccionarlas. Tenía el torso y el rostro completamente quemado, grandes áreas chamuscadas con el resto de su ropa pegada a la piel derretida. Quemaduras mágicas que llegaban en ciertas partes hasta el hueso.

 

Sacó la varita del cinto y la dirigió a las heridas sangrantes.

 

- Debemos cortar las hemorragias internas y externas -le comentó a Jessi- Luego habría que curar sus quemaduras porque son extensas y profundas como para que un simple episkey funcione en ellas. Podemos usar el ungüento para quemaduras.

 

¿Tendría que esperar la aprobación del plan? No podía dejarlo así un segundo más. Así que le comenzó a aplicar episkey en todas las zonas donde las heridas eran profundas y sangraban profusamente. Si la regañaban que no fuese por esperar a que le dieran todo hecho.

 

- Edward, voy a necesitar poción reabastecedora de sangre y algo para las quemaduras- elevó la voz para que el alumno de pociones comenzara a prepararlas cuanto antes.

 

- A simple vista tenemos quemaduras, pero podría tener algo más que no sea fácil de distinguir- Miró a Jessie para que la guiara con su experiencia- Podría tener algún hueso roto que no esté expuesto o estar envenenado.

[That is not my name]

- Muy bien, vas por buen camino.

 

Me alegraba siempre tener a los aprendices con el ánimo de responder sin ningún tipo de problema ya que lo que se buscaba era el deseo de adquirir el conocimiento por medio del trabajo, de la investigación, más no el que tuvieran todas las respuestas correctas a la primera.

 

- Recuerda que los principios mágicos de la magia tienen que ver con las propiedades físicas, - respondí mientras vaciábamos las pociones que estaban listas en sus respectivos recipientes para enviárselos a nuestras compañeras de viaje del otro lado de la carpa - todas son acciones que, en efecto, liberar potencializan las características mágicas de cada uno de los ingredientes. Por ejemplo, tenemos nuestras varitas, tiene de igual manera una combinación de ingredientes para su correcto funcionamiento y un procedimiento a seguir para mejores resultados.

 

Sonreí tranquilamente mientras apagaba el fuego de los calderos, no queríamos sufrir ningún tipo de accidente ahora que estábamos en una pausa con la preparación.

 

- Utilizar los elementos como el aire, el fuego, la tierra (representada en el material de los calderos, por ejemplo) y el agua hace que explotemos al máximo las cualidades de los ingredientes y canalicemos de la mejor forma la energía mágica.

[Syrius McGonagall]

Se dejó llevar por la explicación del profesor sobre las propiedades mágicas y su conexión con lo más elemental del mundo, sobre la armonía de sus partes y su correlación con la composición del todo, las pociones eran sin duda alguna una de las ramas de la magia más interesantes y a la vez desafiantes y por consiguiente siempre en continua evolución, como la vida misma.

 

-Las pociones son una de las ramas de la magia más increíbles – contestó tras aquel pequeño relato. Nuevamente sonó su alarma y el pelinegro se preparó para el último paso de la pócima. Colocó el caldero de cobre sobre una de las largas mesas para trabajar y no tardó en agregar la pizca de cuerno de unicornio y empezar revolver dos veces en el sentido horario, dos gordas bayas rojas de muérdago se hundieron en la mezcla y volvió a revolver dos veces, pero esta vez en el sentido contrario a las agujas del reloj y para finalizar le dio un golpe con su varita. Listo, el antídoto para venenos estaba pronto.

 

Justó en el preciso instante que llegaba un herido a la carpa, instintivamente quiso acercarse y colaborar, pero recordó enseguida que aquello no era lo que tenía que hacer, debía quedarse donde estaba y seguir preparando pociones. Escuchó la voz de Beltis (la estudiante de Primeros Auxilios) levantarse en un pedido para el ojiazul. – Entendido – le contestó, no había mucho tiempo que perder podía ser cuestión de vida o muerte.

 

-Profesor ¿tenemos ya lista la poción reabastecedora de sangre? – esperaba que sí, era una poción que llevaba su tiempo de elaboración y cada segundo contaba. – ¿podemos preparar algún ungüento para quemaduras? - volvió a preguntar. Aquel era su ambiente, no por algo antes de irse para Inglaterra era practicante para Sanador en Long Island.

[Jessie Black Lestrange]

Observba a Beltis con detenimiento sin perder de vista detalle alguno de lo que hacía con el paciente que acababa de llegar a donde ellas estaban. Escuchando con atención la propuesta de Beltis asintió de forma casi imperceptible dando un paso hacía atras para que su alumna comenzara a trabajar sin tiempo que perder.

 

Observaba con detenimiento cada paso que realizaba, cerrando heridas internas y externas. Pidio una poción reabastecedora de sangre pero confiaba en que no la utilizara antes de verificar que dentro de su paciente estuviera todo en orden. Escuchó sus palabras y se acercó con una radiante sonrisa en el rostro mientras enarbolaba su varita magica en su mano izquierda con fuerza.

 

--Tienes razón, podría tener algun hueso roto o un organo importante lastimado, para verificar eso hay puedes pasar tu varita magica por encima del cuerpo de tu paciente mientras murmuras el siguiente hechizo: laedatur organum vitae y el propio hechizo te mostrara los organos lastimados con un pequeño brillo azulado en la zona afectada... como aquí podemos ver, algo en su abdomen estan afectado, por la zona podemos intuír que son los intestinos.... sanare organum vitae con lo que la luz sera cada vez más tenue, el hechizo se repite hasta que el daño este eliminado.

Su varit magica paso por todas las partes del cuerpo, pero hubo en una en el torax donde por más que aplicaba el hechizo este no hacía el efecto que Jessie esperaba, así que sabía que había algo más lastimado. Cerró los ojos mientras palpaba con cuidado la zona afectada notando una protuberancia que no debería esta.

-Siente aquí Beltis, si es necesario cierra los ojos para que nada a tu alrededor te distraiga y siente...

[Beltis]

Jessie se acercó al paciente varita en mano y realizó una clara demostración de dos hechizos. Uno de ellos detectaba los órganos que tenían algún tipo de daño, y el otro los sanaba. Una combinación perfecta para lo que ellas necesitaban. Beltis siguió la lucecita azul que se fue a alojar en el vientre del herido y observó con atención como Jessie iba curando el intestino.

 

Mientras ellas se ocupaban de ese herido, otro llegaba cubierto de sangre. Beltis lo miró de reojo y suspiró al darse cuenta de que el día sería eterno si seguían llegando heridos, ya no quedaba espacio en la carpa para albergar más camillas, y todas estaban ocupadas. Los medimagos no se detenían en una constante carrera por atender a esos pobres diablos. Se giró y volvió a prestar atención al paciente que tenía en frente y a las explicaciones de Jessie, que había le había encontrado un bulto en el pecho. Se limpió las manos en el delantal que hace rato había dejado de ser blanco y se acercó para hacer un examen táctil.

 

- Bien.

 

Cerró los ojos y respiró profundamente por la nariz. Puso los dedos sobre el bulto pero no detectó nada que le indicara la causa o su naturaleza. Trató de aislarse de todo los estímulos externos y centrar toda su atención en sus dedos y en el bulto. Sentía algo duro en el centro, como una punta.

 

- Es un bulto -obvio, saltaba a la vista- ¿Podría tener algo alojado bajo la piel? ¿Como un hueso roto o un elemento extraño? En este caso podría ser una costilla, por la locación, o puede ser que un golpe provocara un gran hematoma.

 

Siguió tocando sintiéndose est****a por no encontrar una respuesta convincente. Parecía un hueso roto provocado por alguna contusión, pero el hechizo habría funcionado en él de ser así. Abrió los ojos y acercó el rostro para poder observar con mayor detenimiento la superficie.

 

- ¿O es el producto de algún veneno? - comenzaba a elucubrar. Ella se decantaba por una costilla rota, pero no se podía saber. no ella, que realmente no tenía idea- Aunque si fuese así debería existir alguna marca en la piel que delatara el paso del veneno.

 

Estaba dando palos de ciego, así que decidió cerrar la boca y no dejarse en evidencia. Miró a Jessie para que ella pusiera fin a su ignorancia.

 

@@Jessie Black Lestrange