Astronomía

[Gatiux]

Sólo se dio cuenta de que estaba observando a Orión como una adolescente atolondrada cuando éste se volvió a sonreirle. Casi se sonrojó por haber estado siguiendo cada uno de sus movimientos mientras guiaba a Cillian y hablaba con vehemencia sobre las estrellas. Se notaba la maestría en el tema, puesto que apenas tenía que pensar en donde dirigir el telescopio para mostrarle al otro mortífago dónde se encontraban cada una de las constelaciones que iba nombrando. Como un padre guiando a su hijo.

 

Cuando comprase sus nuevos telescopios y los instalara en la torre, podría acudir a Orión para que le hablase de las estrellas, podía verse sentada en el suelo con la espalda apoyada sobre el pecho del mortífago mientras éste le señalaba las estrellas sobre las que ella iba preguntando, él le hablaría en un susurro íntimo al oído sobre formas y a qué altura se encontrarían en otra época del año. Sabía que no podría descubrir todo el cielo nocturno en una noche, sólo almacenar en su memoria los datos obtenidos hasta aquel momento.

 

Apuntó en un folio un par de cosas que Orión le había dicho a Cillian, tal vez pudiera usarlas de referencia para buscar las constelaciones más tarde desde la Osa Mayor. Guardó el folio en el bolsillo y se ofrecerle el libro de astronomía a su sobrino. Era demasiado sencillo, pero por algún sitio había que comenzar el estudio. No ofrecía demasiados datos, pero era bueno para intentar localizar las formas en el manto celeste.

 

- No me pierdas el libro. Lo quiero de vuelta.

 

El tiempo de observar estrellas se había terminado. Gatiux maldijo por lo bajo, se había pasado el tiempo volando por lo que seguía con ganas de saber más, de ver mucho más. Orión comenzó a desmontar los telescopios. Aún no le había dicho donde comprar uno de esos cachivaches. Conocía un montón de tiendas muggles, pero casi todo era moda, maquillaje y complementos. Se perdería por Londres si intentaba buscar algo así.

 

Con un folio de color fucsia, Gatiux lo dobló de forma que parecía una flor abierta, en señal de recuerdo por aquel que vivió allí, fallecido hacía tantos años atrás y que le enseñó tantas cosas importantes. Luego caminó hacia donde se encontraba el Yaxley ofreciendo sus brazos, pensaba aparecerlos en otro lugar.

 

Se agarró del brazo y cerró los ojos.

 

Al instante siguiente estaban en otro lugar, uno oscuro en el que el aire se sentía extraño. Parecía más ligera. Apenas fue consciente de que Orión se deslizaba de su lado para poner en marcha aquella sala, se había quedado quieta, esperando a hacerse con la oscuridad, igual que cuando era un gato. No es que tuviera la misma visión, pero sí que podía distinguir cosas en la oscuridad en su forma humana que otros no podrían.

 

- Bienvenidos a la Sala del Espacio del Departamento de Misterios. -dijo Orión-

 

Gatiux inspiró aire de forma sonora por la sorpresa, maravillada por lo que de pronto estaban viendo. No había suelo o techo en sí mismo, estaban flotando en el infinito, observando de cerca su Sistema Solar. Los planetas orbitaban alrededor del astro rey a distinto ritmo.

 

- ¡Es un sitio fantástico, Orión.! -exclamó Gatiux, que seguía embelesada mirando en derredor- Nunca pensé que hubiese algo así para visitar.

 

Si lo supiera, se habría colado antes, claro. No es que le importase mucho el tema del respeto por la propiedad privada, y menos cuando escondía algo tan fascinante y mágico como lo que tenían delante.

 

- Los cuatro primeros planetas, por orden de cercanía al sol son: Mercurio, Venus, Tierra y Marte. -los señaló uno por uno- Mercurio tarda menos días en dar la vuelta al sol, porque su órbita es más pequeña. Pero Urano y Neptuno no se mueven como los demás, gravitan de forma diferente y tardan cientos de años en dar una vuelta completa, pero sin guardar la misma equidistancia que hay en los primeros cuatro planetas por ejemplo. Es como si algo perturbara esta órbita, ¿no?

 

Gatiux se acercó a los hilos plateados aquellos, llevándose una mano a los labios de forma pensativa.

 

- ¿Es debido a que Plutón se cruza? ¿Alteran la cercanía respecto al Sol?

[Cillian Haughton]

A Orión no le tomó más de un segundo el acudir al llamado de su sobrino y Cillian agradeció el gesto con una sonrisa. Sí, tenía que aceptarlo, se había estado quedando atrás poco a poco así que el pedir ayuda era el único camino que tenía para nivelarse un poco.

 

Prestó atención a todo lo que su tío hacía y decía e intentaba guardar la información en algún lugar de su memoria. Al contrario de Gatiux, Cillian había acudido ahí sin nada más que su presencia y no tenía lugar alguno donde anotar las palabras de Orión aunque la verdad era que si lo hubiera hecho, eran notas que terminarían por perderse en el fondo de algún baúl.

 

Una vez que aquella pequeña explicación sobre el cómo encontrar alguna que otra constelación terminó, la clase estaba lista para ser trasladada a un nuevo lugar, pero al parecer aún había un par de preguntas que responder y Orión parecía interesado en que el chico dejará de ser sólo un observador y comenzara a aportar algo a la clase.

 

— Oh no, una pregunta difícil —o quizá no lo era tanto, pero a Cillian le gustaba darle mil vueltas a cualquier asunto y siempre creía estar equivocado en todo—. ¿La luna tiene que ver con la Astronomía, no? Si es así entrarían en el tema los hombres lobo y los mooncalfs, el comportamiento de ambas criaturas tiene que ver con la luna llena.

 

Guardó sielncio durante un par de segundos y después añadió.

 

— Y obviamente están los centauros, pero ya debes conocer como son de celosos con sus conocimientos... Se supone que todos ellos vienen del estudio de los astros —volvió la cabeza hacia un lado para dar un último vistazo al cielo—. Y creo que eso sería todo.

 

Un segundo después, Gatiux se había acercado a él y le entregaba una copia del libro que había leído hacia un tiempo atrás cuando recién se instalaba en el castillo de los Blacks y no pudo evitar preguntarse si sería el mismo, pero no logró encontrar aquel pequeño detalle que distinguía al otro libro así que descartó la idea.

 

— Gracias, tía —¿debía llamarla así? Nunca antes había tenido un acercamiento a ella así que se sintió un poco raro al hacerlo?—. Te aseguro que cuidaré bien de él.

 

En lo que él daba esa respuesta, Orión dispuso todo para el traslado y apenas Cillian tocó el brazo de su tío, el escenario había cambiado por completo. ¿Qué demonios? ¿A dónde era que su tío los había llevado? Por suerte, la respuesta no se hizo esperar demasiado.

 

En aquel lugar no existía ni suelo ni techo y él tenía la sensación de estar flotando en el espacio, de hecho tenía al espacio frente a él y no estaba seguro de si era algún truco o algo por el estilo aunque obviamente lo era. Se detuvo por un momento a apreciar a aquel lugar y acto seguido devolvió su atención a Orión.

 

— Júpiter y Saturno —comentó Cillian, intentando no interrumpir a Gatiux que explicaba algo que el no sabía. Si bien Orión le había pedido que mencionara los últimos cuatro, no había necesidad de que lo hiciera por completo, su tía ya se había adelantado un poco.

 

Se alejó un poco de la pareja para poder observar un poco más del lugar, necesitaba verlo todo y desde el punto en que se encontraban se le escaba alguno que otro detalle. ¿Cómo es que ese lugar estaba dentro del Ministerio de Magia y él ni siquiera se había enterado de ello? ¿Cuántos secretos más ocultaría aquel lugar?

 

— ¿Algún significado del planeta rojo? —Repitió la pregunta mientras pensaba en una respuesta—. ¿Hablas sobre la relación que se le da con la mitología griega? Romana lo que sea... Es todo un enredo. El caso es que se supone que Marte recibió su nombre en honor al Dios de la guerra.

 

No sabía si estaba dando una respuesta acertada, pero por lo menos estaba dando alguna.

[Orión Yaxley]

- ¡Exacto! No esperaba menos de ustedes

 

Estaban en el mejor lugar de toda Europa para estudiar todo lo que estaba relacionado con la Astronomía con ojos científicos. Igual, como había preparado la clase, el contacto previo con el cielo despejado era muy importante. Sobretodo en invierno, donde el cielo estaba más claro que en aquellas noches húmedas de verano.

 

Asentía a cada una de las afirmaciones que hacían sus estudiantes. Entendió que estas cosas eran más de “comprobar conocimientos previos”. Y el dinamismo de la misma tenía que ser clave.

 

- Claro, la Astronomía tiene relevancia en todo lo que tenga que ver con identificación semiótica, comportamiento humano, influencia mágica y configuración geoespacial. En la antigüedad, algunos patrones sociales se basaban en el estudio de los astros. Y como podemos deducir por lógica, el comportamiento de las sociedades se veía influenciado claramente por estos fenómenos.

 

Los planetas giraban a una velocidad adecuada para la percepción del ojo humano. Que daba en cuenta cómo al mismo cielo a veces cambiaba con el transcurrir de las estaciones en la Tierra. La más cercana al sistema solar, la estrella Próximo Centauri, era aún un brillo intermitente con suaves fluctuaciones que daba la perspectiva. Toda la sala recreaba perfectamente a nuestro sistema solar. Aunque muchas preguntas de los inefables seguían sin resolver. Aún, los magos no estaban seguros de cómo poder controlar la magia incontrolable de cada uno de los planetas que giraba alrededor del sol. O si el mismo éter, materia del universo, tenía en sí mimo alguna propiedad mágica.

 

- Algunos científicos muggles han afirmado que Plutón no es en sí un planeta, sino un meteorito. Eso cambia todo, porque también los planetas tienen una relación con la Aritmancia, el estudio de la numerología. Tiene una base de nueve números y sin el noveno planeta… Pues, ya sabemos.

 

Guardó un poco de silencio.

 

- Como conclusión; así como vemos de abajo a arriba, y de derecha a izquierda, el espacio no tiene límites conocidos por el hombre. No sabemos qué hay más allá. Los inefables tampoco han avanzado mucho. Créanme, yo trabajé en ese departamento.

 

Empezó a tantear lo que parecía ser una pared. La yema de los dedos encontraba una superficie irregular y fría, como si fuese una puerta. ¡Encontró el picaporte!

 

- ¡Listo! Eso sería la clase. Recuerden que estamos haciendo algo extremadamente ilegal, como mortífagos que somos, así que, que esto quede entre nosotros. Y está más que obvio que los dos están aprobados. Ha sido un gusto impartirles la clase.

Editado 22 de Abril del 2017 por Orión Yaxley

[Gatiux]

- A mi me gusta pensar que Plutón es un planeta, a pesar de la discrepancia de los científicos. Igual está demasiado lejos para que puedan observar su interferencia con el resto de planetas. Sobre todo con Neptuno.

 

Respondió Gatiux con interés. Mucho se había debatido al respecto, y ahora lo admitían como planeta y al año siguiente no. No pensaba cambiar sus creencias desde niña porque a unos científicos se les ocurriera manejar un telescopio e iniciar un debate. Prefería creer que Plutón seguía siendo un planeta. Suspiró cuando Orión indicó que todo se había acabado.

 

- ¿Ya?

 

¡No podía creerlo! La noche había pasado en un suspiro. Había tanto por conocer, tanto por averiguar, que para Gatiux las horas transcurridas resultaban insuficientes. Quizás podría ampliar conocimientos leyendo unos cuantos libros de astronomía para poder estudiar el manto celeste en el tiempo libre que siempre tenía antes de dormir.

 

Lo que más interés había despertado en Gatiux era la parte de las estrellas, de las formas que dibujaban en el cielo nocturno, quería saber cómo encontrar una a partir de otras. Y cómo interferían estas en la adivinación. Orión no les había llegado a explicar esa parte, pero logró condensar mucho en poco tiempo. Una labor encomiable en opinión de la banshee.

 

- ¡Me quedé con ganas de seguir mirando constelaciones!

 

Gatiux hizo un mohín de tristeza con la boca. Sin embargo no le quedaba más remedio que aceptarlo. Tal vez podría molestar a Orión con todas sus dudas más tarde aunque pensar en ello le producía cierto nerviosismo, un nudo en la boca del estómago. Tampoco quería ser una novata pesada que busca guía cada cinco minutos.

 

- En fin. Nos vemos por ahí, supongo. -inclinó la cabeza a modo de despedida- A más ver, caballeros.

 

Antes de salir de aquella sala oscura, el cabello de Gatiux cambió, se volvió castaño, al igual que sus ojos y su tono de piel se volvió mucho más claro con unas pequeñas pecas por la nariz y las mejillas. Un rostro adorable y que se perdía entre la multitud. Una mujer delgada y menudita con la que nadie la identificaría mientras se escabullía a pie de aquel lugar.