♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)

[Luna Gryffindor Delacour]

Cuando la vi subir hacía aquí por el columpio sonreí feliz al fin a divisarla allí arriba, tenía miedo de que no supiera subir y agradecí mentalmente de que alguien la hubiera guiado hacía aquí, solo esperaba lograr conocerla mejor y hacer una nueva amiga, además quería pedirle ayuda en un asunto que me tenía a mal traer y en el que esperaba contar con su consejo, aunque mejor sería admitir que esperaba realmente que pudiéramos ser amigas en algún momento o al menos, eso deseaba en realidad al invitarla allí a tomar algo aquella tarde.  

 

- Hola Noe, estoy tan feliz de verte, quería que pudiéramos charlar un poco porque si bien estamos juntas bastante, nunca pudimos hablar en algún lugar ameno y sin que hubiera una batalla o a alguien que salvar de por medio, así que pensé que sería lindo poder pasar una linda tarde juntas comiendo algunos dulces y tomando alguna cosa, ¿qué dices? - Le pregunté feliz mientras me levantaba para darle un rápido abrazo y un beso en la frente -   

 

Me pregunté si no la habré mareado de todo lo que le había dicho, a menudo solía hablar hasta por los codos y muy rápido, moderar mi hablar siempre me había costado demasiado y sobretodo cuando estaba entre amigos y familia y a Noe ya la consideraba mi amiga más querida, me dije que pasaríamos un muy buen rato hablando y charlando mucho, además de ponernos al día sobre la vida de la otra, porque a no ser que sea para el ministerio o el bando que compartíamos, no habíamos tenido oportunidad de vernos y por eso la había invitado aquel día allí, para poder pasar un velada feliz en compañía de a quien consideraba de mi familia.
 

- Dispuse una mesa y todavía no pedí nada porque te esperaba para ello, hay algunas delicias aquí como chocolate caliente, pasteles de frambuesa, frutilla y chocolate, lemon pie y hasta algunas Carrot Cake, se de todo lo que hay porque trabajaba aquí hace bastante tiempo atrás, de repente deje de venir porque no tenía más tiempo entre el ministerio y el bando, así que por eso conozco bastante que hay para pedir, pero es igual, lo que quieras para mi estará bien - Le dije sonriéndole feliz mientras volvía a sentarme y me preguntaba si no la habré mareado con todo lo que le había dicho -

 

A la espera de que me respondiera y temiendo haberla abrumado con todo lo que le dije, me dije que esperaba que se sentará en algunas de las tres sillas dispuestas para tal fin y poder tener una tarde super divertida con ella, ademas de todo eso, esperaba contar con su ayuda para recuperar mi mansión la Gryffindor, pero eso era algo que le contaría aparte y en lo que esperaba contar con su ayuda, por lo demás realmente quería pasar una velada distendida en su compañía y poderla conocer mucho mejor que antes.  
 

 

@ noe_snape

Editado 12 de Junio del 2022 por Luna Gryffindor Delacour

[Ela Karoline]

--Ummm-- aroma a Cacao era inconfundible, deliciosamente embriagador,  tanto que era imposible ignorarlo aun desde el propio callejón,  eso y la añoranza de tiempos pasados hacia que volver produjera en su interior sensaciones maravillosas.

¿Cuánto tiempo?  bueno al quién le importaba si el local estaba en pie y la magia seguía viva cono la sangre en sus venas, eso hizo que su cuerpo temblará de anticipación.

Mirando hacia un lado y el otro descubrió que el Callejón seguía siendo el mismo,  no así la gente ¿Cuantos de los que conocía ya no estaban? y ¿cuántos seguirán al pie del cañón,  quizás con sueños e ideales diferentes,  pero quien podía establecer juicios o parámetros, dese luego la pelirroja no, menos después de su larga ausencia.

Otro largo suspiro escapo de sus labios cuyos blanquisimos dientes se clavaban coloreandolos in poco más, y es que ya caminaba hacia los  columpios que era la manera en que todo cliente o transeúnte tenia de adentrarse en el negocio que ella regentaba.

Una vez arriba, observó las mesas distribuidas de forma elegante pero relajada, el mostrador detrás del cual un elfo se encontraba atento a la llegada y atención de los clientes, y la cascada de chocolate esa seguía igual de oscura,  sedosa y aromática, definitivamente un gancho que por si sola ejercía su magia particular.

¡He vuelto!

[Amit Lockhart]

otro sitio donde pueda encontrar información de la familia de mi padre, era uno de los locales de mi abuela que a diferencia de otros locales familiares aun se mantenía de pie, iré a tomar un café y esperar a ver si alguien me da un poco de información sin preguntar mucho  no quiero llamar mucho la atención no sea que sospechen de mi mas bien.

A llegar me asome a la esquina de la calle pude ver que el local si estaba mucho mejor que el castillo por fuera se ve todo igual, como si nunca hubiera dejado de funcionar, por un momento me había ilusionado  que todo estaba bien que todo la situación estaba solo en mi mente. 

A entrar me di cuenta que todo seguía igual los columpios, la barra con los productos de panaderías, el mismo olor de panes y galletas recién echa mescladas con el olor fuerte del café recién molido, todo un poema para el olfato  sobre todo para mi recuerdo como vea a mis primos y mis tíos por todo el local atendiendo a los clientes.

 Trague un poco de saliva y mantuve una lagrima que estuvo a punto de salir por mis ojos,  fue a una de las mesas esperando que se me calmara el sentimiento y esperar a ver si algunos de los empleados me crear la carta para saber que puedo pedir y con quien puedo hablar sobre el local 

 

[Ela Karoline]

                                                   

La Navidad es una de las épocas más bonitas del año,  sin importar en que lugar del mundo una se encuentre, el colorido de las casas con sus luces y todo tipo de adornos, los copos de nieve cayendo por doquier, el frío que empuja a buscar calor,  los olores a mazapán y golosinas típicas de la época y eso, ese inconfundible aroma a esperanza, los grititos de los peques y la alegría contagiosa parece flotar en el ambiente  tocando a todos por igual, eso si, con distintos matices en los resultados,  según cada personalidad. 

Ela Kaoline se había dedicado a dar un toque mágico navideño por aquí y otro por allá, deseando que resultara agradable a los clientes que todavía tenia la suerte de atraer, en las vitrinas se exhibían panes alusivos a la fecha, chocolates y delicados diseños de galletas de gengibre,  en el ambiente flotaban copos de nieve que al ser tocados desaparecían sin mojar a nadie y en el centro de la fuente flotaba una hermosa y muy apetecible casa de jengibre que despedía olor a canela. Mientras que los barriles con encantamiento mágico guardan una especiada mezcla de ponche listo para servir, eso y por supuesto también se ofrecía chocolate y café como parte de la carta habitual.

Mientras mordisqueaba una galleta con forma de hombrecillo,  varias migas de azúcar se prendía a la comisura de sus labios y alguien entraba en la terraza,  "un cliente" penso  y se coloco el gorro rojo de navidad sobre los rizos pero por supuesto le quedo medio torcido, aún así,  la sonrisa en sus labios le daba un toque divertido y travieso, olvidando las migas se acercó a la mesa saludando.

--¡Bienvenido al Cacao Cafe! y ¡Feliz Navidad!  Soy Ela Lockhart y hoy seré tu anfitriona-- amplio la sonrisa y le guiño un ojo --¿Qué quieres tomar? o ¿Con Qué puedo tentarte? además de mi compañía -- expresó risueña. 

@ Amit Lockhart

Editado 30 de Diciembre del 2022 por Ela Karoline
llamado e imagen

[Anthony R. Dracony M.]

Jajajaja

Podía estar sentado frente al porche del local de mi amigo castaño... si, pero eso de estar aburrido es cosa del pasado. Ahora hay muchas más oportunidades de divertirse en grande y bonito... así que con la varita sacaba con cuidado del interior de una bolsa de estraza, varios huevos podridos, les levite por un minuto, ocupado en concentrarme calculando la dirección a la cual arrojarlos sobre la fachada de uno de los locales recien abiertos... ¡menuda sorpresa les aguardaba a los tenderos!

Apenas se estrellaron los huevos, salí corriendo riendo feliz de mi broma... ¡ah, que inyección de buen humor me proporcionaba aquel suceso, justo lo que me ayuda a mantener el transcurrir del día que pronosticaba una fuerte lluvia, el nublado y gris cielo, así lo asegura, pero no por eso dejaba de idear cosas traviesas... vamos, si, hay que ir pensando en algo mucho mejor... que ya "va siendo hora de volverse serio".

Camino por la acera, evaluando a los locales por sus escaparates y fachadas, miro uno que no posee puerta de entrada sino un acceso al lado de un columpio... ideal para "jugar" ¡Este! dijo muy ufano y se trepo para acceder al segundo piso.

Sus ojos barrían el lugar, entre más lo veía, más le agradaba para hacer lo que estaba pensando. Entonces apareció un paquete de forro impersonal, de color pardo sin adorno, ni lazo u tarjeta, lo deposito sobre el suelo, una malévola sonrisa se dibujo en su cara al imaginar la escena que ocurriría al abrir el mencionado paquete, en cuyo interior encontrarían una mano cercenada, de delicada presencia pero sangrante y luciendo aún una elegante pulsera que era una prueba insinuante de la propietaria de aquella extremidad.... por ese motivo, el mensajero está feliz con dejar aquel presente mientras se retira del lugar, satisfecho y con mira de realizar otra visita semejante a otro de los locales del callejón Diagon.