Historia de la Magia II

[Anne Gaunt M.]

Anne se envolvió mejor en la capa negra que llevaba puesta mientras caminaba hacia la Universidad. Era su segundo mes como profesora de conocimientos, y en aquella ocasión tendría que enfrentarse a la clase ella sola. En la anterior, casualmente había compartido el aula con Elvis Gryffindor, también profesor y director de la institución, y se había sentido bastante arropada por la presencia del hombre, aunque finalmente se habían separado y ella había vivido una extraña experiencia con sus alumnos de dicha clase inmersos en una revuelta escocesa del siglo XVII.

 

Empujó una pesada puerta de madera y entró en uno de los fríos pasillos del edificio. Cerró a su espalda y luego se sacudió como si fuera un perro que sacude su pelaje, haciendo que la capucha le cayera sobre la espalda y la capa se le abriese ligeramente, dejando a la vista la ropa informal y de tono oscuro que vestía. Se ajustó el pantalón vaquero y luego siguió caminando, dirigiéndose directamente hacia el aula que le había sido asignada.

 

Entró en la sala y cerró tras de sí con algo más de fuerza de lo que había calculado en un principio, haciendo que sonara un portazo. Cerró los ojos por un momento y los abrió nuevamente al comprobar que nadie había percibido el escándalo que acababa de armar. Se dirigió directamente hacia la mesa que había preparada para el docente que impartiera la clase y soltó su capa sobre el respaldo de la silla, así como los libros que había portado bajo el brazo izquierdo durante todo el camino sobre la mesa de madera oscura.

 

El aula era bastante amplia, aunque la Gaunt sabía que sólo contaría con dos alumnos. No obstante, quizás se presentara algún oyente como había pasado en la anterior clase, y lo cual había agradado sobremanera a la mujer. Miró de reojo el reloj que había sobre la pared izquierda (según su perspectiva) y vio que aún faltaban unos minutos para la hora en que había citado a sus alumnos. Tomó asiento entonces y comenzó a ojear un libro con gesto distraído. Se apartó un mechón rebelde de pelo de la frente y luego alzó la mirada cuando vio que sus alumnos comenzaban a llegar.

 

Lentamente, la pelicastaña se puso en pie y se cruzó de brazos con gesto serio mientras les observaba entrar al aula. Señaló un par de asientos cerca de donde se encontraba y luego mostró una suave sonrisa que no alcanzó su grisácea mirada.

 

— Buenos días, alumnos. Bienvenidos a la clase de Historia de la Magia. Soy Anne Gaunt, vuestra profesora. Adelante, tomad asiento y contadme. ¿Quiénes sois? ¿De dónde venís? ¿Por qué historia y no otro conocimiento especial?

[Hades Ragnarok]

El vampiro había recibido la notificación de que aquel día comenzaría la clase en al cual se había inscrito en la universidad. Lo más divertido de todo era quien iba a ser su profesora. Jamás se hubiera imaginado que tendría que ver clases con su hermana menor, bueno, claro estaba habían coincidido en muchas, el había sido su profesor de duelos y le había enseñado a usar los hechizos mientras se hacia más poderosa, pero que fuera ella, preciosamente Anne quien le enseñaría esta vez no lo espero.

 

-Si me hubieran dicho esto hace tiempo les hubiera dicho que estaban locos –dijo mirándose al espejo donde su reflejo le devolvía la mirada- creo que nos vamos a divertir de lo lindo, aunque jamás he visto a Anne dar clases, quizás pueda molestara un poco –susurro guiñándose un ojo para luego suspirar.

 

El reflejo del espejo el devolvió una sonrisa malévola dejando ver los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos. Para aquel día había escogido unos jeans negros, una camisa manga corta también negra y unos zapatos deportivos del mismo color que el pantalón y la camisa. Rio, cualquiera diría que amaba el negro. Negó con la cabeza mientras revisaba que llevaba todo, su varita y demás artículos, ya que, jamás se sabía con que se iba a encontrar. Una vez que se desordeno un poco más el pelo desapareció de aquella habitación rumbo a la universidad.

 

 

************

 

Aparecer en aquellas instalaciones era el pan de cada día, desde que había sido nombrado profesor de duelo hace mucho tiempo el vampiro seguía prácticamente el mismo camino, quizás pensó para i mismo debía instalar una conexión de la red flu con la institución, por si le daba fastidio aparecerse. Ladeo la cabeza mientras caminaba por el pasillo buscando el aula indicada. Reviso el pergamino donde estaba la hora y el sitio. Bufo, desde hacia tiempo que no estaba por aquella ala pero aun así sabia que no podía perderse.

 

No tardo mucho en encontrar el sitio indicado. Entro y observo a Anne a los ojos mientras le indicaba donde debía sentarse. Sonrió, quizás había llegado el momento de poner a prueba la tolerancia y paciencia de su hermanita o podía esperar para después, quizás la dejaría en paz por aquella vez para que viera que podía comportarse… Quizás.

 

Escucho las palabras de la Gaunt presentándose y entrecerró los ojos. ¿Aquello era en serio?, ¿en verdad su hermana esperaba que el contestara aquellas preguntas que ella debería saberse ya de memoria? La miro desafiante con sus orbes negros, se suponía que allí el de la mala memoria era él, no ella.

 

Se debatió si contestarle de manera seria o de manera divertida. Pensó un poco dejando pasar unos segundos, de ser por el hubiera respondido algo como… “Soy tu hermano, vengo de mi mansión al cual hace mucho que no visitas y ayer estuve en tu casa molestando a mi otra hermana, escogí historia para sacarte canas verdes tal como me las sacas tu a mí, por eso precisamente hermanita”… pero en realidad suspiro ante aquello para responderle como debía, aunque fuera su hermana menor y ella se supone que debía obedecerle (cosa que jamás hacia) había alguien más allí, pero podía lanzarle algunas puntas en el camino.

 

-Soy Hades Ragnarok –comenzó a responder- vengo de Canadá, viaje por Japón y algunos otros lugares –dijo- viví por un tiempo en Grecia y ahora me establecí aquí, soy profesor de duelo avanzado, además de los libros de los guerreros Uzzas –comento como quien no quiere la cosa- escogí esta asignatura porque me parece interesante todo lo que tiene que ver con nuestro pasado, después podre ver otras materias, pero esta vez quise ver esta –dijo y se sentó.

 

Observo de reojo a la otra persona que estaba allí, esperando que respondiera las mismas preguntas que el había respondido para luego seguramente comenzar con la materia. La verdad es que el cainita esperaba que estudiaran métodos de torturas de la edad media las cuales podría practicar con su hermana.

[Ashura Lestrange]

Había estado haciendo algo de frío ese día, me encontraba desde el alfeizar de mi habitación de la Black Lestrange, con un papel en la mano, al fin, después de largos días de espera, había recibido una respuesta de la universidad, pronto comenzarían las clases de conocimientos, esperaba con ansias que fuera algo diferente y emocionante cursar.

 

 

Me levanté del alfeizar donde común mente me detenía a meditar mis problemas u alguna otra situación menos detallada y me dirigí hacia el vestidor de la habitación. Aquella ocasión había decidido colocarme un par de vaqueros negros y una blusa de color vino de manera que hiciera juego con el color de mis ojos. Me coloqué frente al espejo, alisé y peiné un poco mi cabello negro, sonreí, después de todo, no estaba tan mal y sentía la confianza de siempre en mi misma. Me coloqué mi túnica de viaje y emprendí el camino directamente hacia la Universidad.

 

 

*******

 

Hace mucho tiempo que no había pisado un lugar como el de la academia, definitivamente había pasado por muchos cambios, aunque no pude evitar sentir un poco de nostalgia al ver de nuevo esa institución. Muchos me habían contado que tan solo era el nombre lo que había de novedad, pero se habían equivocado, había mucha diferencia, o era eso, o era yo la que simplemente se aferraba al pasado, a los buenos días.

 

 

Dentro de mi mente llevaba aprendido el número del aula en la que debía de cursar historia, después de un tiempo, había logrado dar con el lugar. Al entrar en el aula, tomé mi lugar dentro de ella, desde el rabillo de ojo pude notar la presencia de alguien más, un individuo completamente desconocido para mí, al parecer, seríamos compañeros durante este curso. La profesora había llegado finalmente al aula, me resultaba familiar su rostro, pero no recordaba dónde lo había visto por primera vez exactamente.

 

- Buenos días, alumnos. Bienvenidos a la clase de Historia de la Magia. Soy Anne Gaunt, vuestra profesora. Adelante, tomad asiento y contadme. ¿Quiénes sois? ¿De dónde venís? ¿Por qué historia y no otro conocimiento especial? –

 

Callé por un instante y mi compañero, que me daba la impresión de que conocía a la profesora por como la miraba, se había adelantado a responder a las palabras de Anne.

Hades… su nombre me era familiar, pero mi memoria no lo recordaba por completo. Me levanté de mi asiento.

 

 

 

- Mi nombre es Ashura Lestrange, yo vengo de Japón originalmente ahí nací, aunque prácticamente me criaron aquí. En particular mi ambición esta en tomar los conocimientos que pueda, pero historia es una de mis favoritas, me agrada todo lo que tenga que ver con nuestro pasado, ya que no podemos saber quiénes somos si no lo conocemos primero o de dónde venimos, además de que en lo personal me agrada analizar los actos que se llevaron a cabo en el pasado. Por mi parte es todo por ahora. – Tomé asiento y respiré hondo sin que los otros dos lo notaran, esperaba ansiosamente que comenzara el curso y lo esperaba con altas expectativas.

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok se mantuvo observando a su hermana menor quien les prestaba atención a ambos, tanto a Ashura que se acababa de presentar como a él. Deseo en aquel momento utilizar legilimens para saber que estaba pensando la Gaunt, aunque aquello era poco ético, más por ser quien era. Dibujo una mueca, la verdad es que solo usaría esa habilidad en caso de emergencia o si alguna de sus hermanas estuviera mal y no le quisiera contar lo que les sucedía. Suspiro mientras movía la mano derecha, aquella donde generalmente empuñaba la filosa Katana, la daga japonesa o la varita.

 

Observo de reojo a su compañera y ladeo un poco la cabeza simplemente en un acto reflejo. Su memoria era mala por lo que esperaba recordar alguna cosa importante o interesante de aquella clase cuando terminara, sino, ya podía escuchar a Anne sermoneándole si el llegaba a preguntarle alguna cosa referente a Historia de la Magia, por lo que hizo una nota mental,… “no preguntarle nada a Anne”. Dibujo una mueca divertida y sonrió, quizás para darle confianza a su hermana y que comenzara de una vez con todo lo que iban a estudiar.

 

Ya quería saber ¿qué hechos iban a estudiar? o si lograrían llegar a un lugar en específico para revivir con recuerdos o de alguna forma extraña los sucesos que acontecieron, la verdad es que la curiosidad le estaba ganando, pero aun así después de aquella clase podría atrapar a su hermana, llevarla a la época medieval y jugar con ella, aunque al verdad era lo mismo que solía hacer en casa cuando ella se dejaba atrapar, o sea, nunca.

 

Rio, la verdad es que últimamente había visto más a su otra hermana menor que a la Gaunt.

 

-¿Que materia veremos?, ¿Haremos algún viaje especial?, ¿necesitaremos algún libro, objeto, articulo o cualquier cosa para estudiar? –pregunto el vampiro.

[Anne Gaunt M.]

La muchacha le era desconocida a la Gaunt, que la observó mientras entraba al aula y tomaba asiento delante. Hades (¿Hades?) llegó también y la miró con aquel gesto divertido y burlón que solía adoptar cuando ambos estaban en la misma habitación. «Demonios, había olvidado que Hades cursaría la clase», pensó de repente. Tragó saliva y alzó una mano para frotarse ligeramente la sien derecha con gesto teatral. Luego, contradiciendo así su pensamiento, escuchó cómo el Ragnarok comenzaba a presentarse de forma correcta y concisa, incluso desvelando datos que ella no conocía. ¿Cuándo había estado él en Japón? Anotó aquel dato en su mente, tendría que informarse cuando estuvieran solos, en otra ocasión.

 

Después de aquello, la joven tomó la palabra y se presentó como Ashura. En cuanto escuchó su nombre, Anne le dirigió una sonrisa amable y siguió poniendo oído a las palabras de la joven. Sorpresivamente, era japonesa. Sonrió inconscientemente y luego continuó escuchando. Cuando terminó de hablar y tomó asiento, la Gaunt asintió con la cabeza en su dirección en señal de conformidad y fue a hablar, pero Hades se le adelantó. Anne estuvo a punto de sacarle la lengua.

 

— Veremos Historia de la Magia, señor Ragnarok, ¿no lo sabías? —comentó con tono divertido, guiñándole un ojo después. Naturalmente, aquello no había sido más que una broma fraternal. Después de esto, adoptó un gesto más serio y se cruzó de brazos mirando a ambos alumnos—. Bien chicos, muchas gracias por vuestra presentación. Es un gusto saludaros, y también saber que siguen quedando magos y brujas que comparten mi interés por la historia de nuestro mundo —dijo, comenzando a pasear por delante del pizarrón con paso lento—. ¿Libros? ¿Objetos? ¿Artículos? Bueno... necesitaremos nuestras varitas, por supuesto. Por lo demás... yo no necesito un libro para contaros cómo se configuró el mundo mágico que hoy conocemos.

 

Guardó silencio entonces, dándoles la espalda a sus alumnos, e hizo aparecer su propia varita en la mano izquierda con un suave giro de muñeca. A ambos lados del pizarrón que ocupaba el centro de la pared del fondo del aula, había un espacio abierto poco cargado de adornos o estanterías. Tan solo en el lado derecho del pizarrón había una estantería de estatura media (llegaba poco más arriba de la cintura de la licántropa) cargada de libros de distintos grosores y colores. Al otro lado, la pared blanca se extendía sin ningún tipo de adorno u objeto. No era demasiado enrevesado suponer que la docente así había configurado el aula para su clase.

 

A pesar de estar de espaldas, podía sentir la mirada de los dos magos en ella, que acababa de comenzar a trazar varias líneas invisibles en el aire frente a la pared blanca despejada. Un brillo comenzó a aparecer en aquellos trazos aéreos y empezó a formarse una especie de puerta.

 

— Bien, aún nos queda algo por tratar antes de comenzar con nuestra lección... práctica. Si veníais aquí pensando en libros, dibujos e historias... estábais equivocados, y aún estáis a tiempo de salir de mi clase. Si lo que buscáis es conocer un poquito más de nuestra historia entonces os invito a seguirme allá a donde decidamos ir, porque os garantizo que no os arrepentiréis —comentó, aún trazando líneas en el aire. Éstas parecían estar definiéndose cada vez más y lo que unos instantes antes eran suaves destellos blanquecinos ahora se habían convertido en trazos que comenzaban a configurar una especie de puerta sobre la pared—. Tenemos varias opciones, chicos, y no me gustaría tomar la decisión a mí sola. ¿Qué épocas o hechos históricos os interesan? ¿La Antigua Grecia? ¿La civilización egipcia? ¿O quizás la romana? Bueno, tenemos cosas más cercanas... ¿qué tal la época de los famosos Merlín o Morgana? Y... ¿qué me decís de las revueltas de los duendes en los siglos XVII y XVIII? En la última clase, los alumnos que cursaron esta clase y yo nos trasladamos hasta la Escocia del siglo XVIII para asistir a los levantamientos que hubo en varias regiones después de que el Ministerio de Magia prohibiese el creaothceann. Ya sabéis, ese juego de escoba en la que los jugadores llevaban calderos en la cabeza... todo un clásico —siguió diciendo, ahora mirando directamente a Ashura y Hades—. Vosotros tenéis la última palabra. Contadme qué os interesa, seguro que llegamos a un acuerdo. O incluso podríamos visitar un par de épocas... así aprovecharemos mejor nuestra clase.

[Hades Ragnarok]

El vampiro entrecerró los ojos ante aquella respuesta de su hermana menor. De haber podido responderle como debiera le hubiera dicho algo como… “ja ja ja, muy graciosa hermanita”, pero no, allí debía comportarse, aunque eso no evitaría que él se vengara después, iba a anotarle aquello en la larga lista que tenia la Gaunt para con él. Suspiro al escuchar las otras respuestas de su hermana a las preguntas que el había hecho.

 

-<<Bueno, si necesitas alguna poción o articulo después no vengas a llorarme hermanita>> -pensó sin dejar de ver a la chica.

 

Ladeo la cabeza siguiendo cada uno de los pasos de Anne, cada uno de sus movimientos, él había aprendido a conocer bien a la chica a la que generalmente le costaba ver, por lo que si le sucedía algo el sabría de una u otra forma si era así por sus facciones y movimientos. La había estudiado. Una vez que Anne se volteo el Ragnarok observo todo lo que le rodeaba. En un principio cuando entro al aula se había mantenido atento a su hermana, ahora podía explayarse un poco, al menso hasta que Anne volviera a hablar.

 

Con un rápido movimiento de manos intento sacar la varita simplemente para poder utilizar el accio y llevar a alguno de aquellos libros a la mochila o al sitio donde estaba sentado, supuso que por el momento no era recomendable, además su biblioteca era inmensa. Luego de aquello volvió a prestar atención en lo que estaba haciendo la Gaunt, primero pensó que estaba escribiendo algo en el pizarrón pero se dio cuenta de que no era así. Era despistado, eso nadie lo negaba, así que decidió simplemente a seguir observando a Anne, taladrándole con la mirada.

 

Al fin, después de unos segundos la peli castaña hablo mientras seguía trazando aquellas líneas. Poco a poco la figura de una puerta comenzó a verse. El Ragnarok entrecerró los ojos, debía preguntarle a su hermanita como había hecho aquello, más bien, como era posible que ella supiera aquello y no él. Bufo molesto. “Respiro” profundamente para calmarse. Podía usar aquel hechizo para irse a cualquier lugar o época, coas que le llamaba mucho la atención. El era un viajero.

 

Estuvo a punto de levantarse cuando Anne les hizo aquellas preguntas, ¿era en serio?, ¿es que su hermanita no sabía la fascinación del vampiro por la cultura griega, egipcia, romana y nórdica? ¿Negó con la cabeza, quizás aquello lo hacía a propósito simplemente para molestarle y sacarle canas verdes como solía hacer. Maldijo por lo bajo, ya se lee estaba acabando el tinte de tanto que la Gaunt provocaba que le salieran canas al vampiro,. Se movió un poco en el asiento y pensó, de ser por el preferiría llevarla a algún castillo, encerrarla en las mazmorras y vengarse de ella, pero estando Ashura allí él debía comportarse.

 

Miro a la mujer de reojo para luego contar hasta 10. Todas las opciones que les había dado Anne eran buenas, tanto así que no podía escoger una en especifico.

 

-¿y si vamos a todas? –Propuso el vampiro- la verdad es que todo lo que dice suena realmente interesante… profesora, es muy difícil escoger una en especifico –dijo sin más esperando que Ashura dijera alguna cosa, quizás entre todos podían llegar a un acuerdo.

[Anthony R. Dracony M.]

¡Era tarde!...¿como había olvidado enviar aquel pergamino?Además de que Kautet necesitaba ejercitar sus alas, le hubiese gustado haber enviado una solicitud escrita a la profesora Anne Gaunt. Pero no!...lo había olvidado. Lo pensó después de que recordaba la clase anterior...¡soberbia!pero...desconociendo tanto, era de suponer que cualquier clase de Historia, lo dejaría con aquella sed de conocimiento.

 

Y ya marchaba velozmente a presentarse a la nueva clase que impartiría la profesora Gaunt. Llevaba su atuendo negro y calzaba las botas negras, nada más que por costumbre, pero andaba por los pasillos sintiendo que la emoción por participar otra vez de la clase, ya le aceleraba el pulso.

 

Vi los muros de las diferentes aulas y las puertas con aquellos números que indicaban los conocimientos que este mes se impartían, unas tan atractivas como la historia, pero no se detuvo, continúo adelante y al llegar frente a la puerta del aula, se percato que ya la clase había iniciado pues escucho claramente la voz de la profesora Anne Gaunt.

 

-- Bien, aún nos queda algo por tratar antes de comenzar con nuestra lección... práctica. Si veníais aquí pensando en libros, dibujos e historias... estábais equivocados, y aún estáis a tiempo de salir de mi clase. Si lo que buscáis es conocer un poquito más de nuestra historia entonces os invito a seguirme allá a donde decidamos ir, porque os garantizo que no os arrepentiréis —comentó la profesora a los estudiantes, mientras el regocijo me llenaba al máximo, estaba por pedir la opinión y el parecer por la época a estudiar, así que espere a que terminará de cuestionar-- Tenemos varias opciones, chicos, y no me gustaría tomar la decisión a mí sola. ¿Qué épocas o hechos históricos os interesan? ¿La Antigua Grecia? ¿La civilización egipcia? ¿O quizás la romana? Bueno, tenemos cosas más cercanas... ¿qué tal la época de los famosos Merlín o Morgana? Y... ¿qué me decís de las revueltas de los duendes en los siglos XVII y XVIII? En la última clase, los alumnos que cursaron esta clase y yo nos trasladamos hasta la Escocia del siglo XVIII para asistir a los levantamientos que hubo en varias regiones después de que el Ministerio de Magia prohibiese el creaothceann. Ya sabéis, ese juego de escoba en la que los jugadores llevaban calderos en la cabeza... todo un clásico —siguió diciendo, mientras rememoraba esa experiencia y sonreí al recordar como nos defendimos—. Vosotros tenéis la última palabra. Contadme qué os interesa, seguro que llegamos a un acuerdo. O incluso podríamos visitar un par de épocas... así aprovecharemos mejor nuestra clase.

 

Era como si la castaña, colocará un apetitoso "bufete" para elegir de entre todo lo que se podía conocer de más cerca...una elección bastante difícil...¿que ver primero? bueno, primero había que atreverse a interrumpir la clase y hacer la petición de que le aceptarán en la misma. Esperaba tener la forma correcta hacerlo. Respiro hondo, adelanto su mano a tocar la puerta y después de unos segundos deslizar la puerta de madera y ver a la profesora preparando en el muro blanco, una especie de puerta, un estudiante respondía a la profesora, como a él mismo le gustaría responder.

 

-- ¿y si vamos a todas? la verdad es que todo lo que dice suena realmente interesante… profesora, es muy difícil escoger una en especifico.

 

El estudiante espero respuesta, un silencio se hizo entre los presentes, era ahora o nunca, dio unos pasos al interior y mirando detenidamente a la castaña que vestía de negro al igual que él, le hablo respetuoso.

 

-- Buenos días Profesora Anne Gaunt, disculpe que no halla llegado un poco más temprano, aunque ya ha iniciado usted la clase, deseo pedirle que me permita asistir como oyente, sabe, creo que no hay mejor forma de entender el ahora, que ir al instante mismo que se desarrollo y bueno, la historia mágica me fascina y estoy deseoso de conocer más sobre ella.

 

Una leve sonrisa apareció en sus delgados labios, cualquiera que fuese la parte de historia que se estudiará, sería fascinante, aunque mucho mejor si era tanto como opinaba aquel estudiante que había ya contestado a la joven bruja.

[Ashura Lestrange]

La profesora había dado un sin número de temas interesantes por ver, la verdad era que para un amante de la historia era como ofrecerle a un adicto del chocolate elegir entre chocolate negro o blanco, la indecisión sobre aquella pregunta era infinita. Aún continuaba de centrarme tratando de decidir en una específica parte de la historia, hasta que mi compañero por segunda ocasión se robó el protagonismo, cosa que no me parecía muy graciosa.

 

 

- ¿y si vamos a todas? la verdad es que todo lo que dice suena realmente interesante… profesora, es muy difícil escoger una en específico – Observé al sujeto por un momento, tratando de analizarlo, de observarlo, tenía la ligera sensación de que tal vez chocaríamos un poco a pesar de tener gustos en común, como lo era esta materia.

 

 

- Buenos días Profesora Anne Gaunt, disculpe que no haya llegado un poco más temprano, aunque ya ha iniciado usted la clase, deseo pedirle que me permita asistir como oyente, sabe, creo que no hay mejor forma de entender el ahora, que ir al instante mismo que se desarrolló y bueno, la historia mágica me fascina y estoy deseoso de conocer más sobre ella. – No pude evitar hacer una mueca, aunque generalmente no solía ser tan expresiva, disimuladamente saqué el reloj de bolsillo que llevaba en mi túnica de viaje “impuntual” fue lo único que pude pensar de aquel personaje que acababa de hacer presencia en el aula, finalmente, antes de dejar que continuara hablando, tomé la palabra:

 

 

- Concuerdo con el… - Dudé, observando al recién llegado y momentos después volví a dirigir mi mirada hacia la profesora.

 

- Supongo que he de llamarlo compañero, de cualquier forma, es un menú demasiado exquisito el que nos acaba de presentar profesora, usted entenderá, aunque claro, dentro de mis predilecciones podría optar por la época grecorromana o incluso si me permite agregar alguna, sería interesante también ver un poco la época renacentista, son los que preferiría ver a decir verdad, pero si no se puede, creo que se podrá hacer una excepción, con eso no tengo el menor problema – Esperaba que la profesora no sintiera como algo personal mi respuesta ya que siempre solía ser lo más clara y realista posible y eso antiguamente había tenido sus consecuencias, pero con el paso del tiempo había aprendido a sobrellevarlo.

[Anne Gaunt M.]

Hades fue el primero en reaccionar a las palabras de la Gaunt preguntando si podrían visitar todas las épocas. Anne ahogó una risita y sacudió la cabeza, entendía perfectamente la opinión del vampiro. ¿Quién no querría pasar un rato en compañía de Merlín o Morgana? ¿Y visitando a los antiguos filósofos griegos que escondían los secretos de la magia a sus contemporáneos? ¿Y aquellos sacerdotes egipcios que preparaban trampas mágicas en las pirámides de los faraoneshaciendo creer a todo el mundo que aquello era tema de dioses o no de la misma magia que ellos, siglos después, usaban en su día a día? Aquellas eran épocas y figuras conocidas por todos, amantes de la historia o no, y era normal que se sintiesen atraídos por aquellos episodios. Pero existían otros hechos interesantes que, si bien no eran tan famosos, podrían ser muy entretenidos para magos ansiosos de sabiduría y experiencia como ellos.

 

Estaba sumida en sus pensamientos, dándole vueltas a aquellas ideas que ella misma se había repetido mil veces, cuando la puerta del aula se abrió y apareció un hombre en la puerta. Era el mismo joven que se había unido a la clase del mes anterior como oyente, y parecía motivado a unirse una vez del mismo modo. Anne le sonrió, agradecida y a la vez curiosa por aquel muchacho.

 

— ¡Señor Tonks! Adelante, tome asiento junto a los demás, siempre será bienvenido a esta clase —le saludó cordialmente, dirigiéndole un asentimiento de cabeza—. ¿De nuevo como oyente? Por supuesto, es un placer para mí que se interese por la asignatura. Incluso contribuye a aumentar un poco mi ego docente —añadió, ahora con una sonrisa divertida. Cambió entonces el rumbo de sus ojos grises en dirección a Ashura, que tomaba la palabra para expresar sus propias preferencias a la hora de escoger época para estudiarla. Anne se cruzó de brazos entonces: parecía que habían escogido un tema al fin, si bien la Black Lestrange había hablado también de su gusto por los años renacentistas.

 

Antes de darles una respuesta, Anne se giró de nuevo hacia el portal y realizó una floritura de varita en dirección a él. Éste, que ya relucía bastante de por sí, emitió un destello mayor y luego regresó a su luminosidad anterior. Estaba totalmente configurado para su perfecto funcionamiento.

 

— Bien, una vez he oído vuestras preferencias, yo misma aportaré mi gusto también y creo que lo mejor será que nos demos una vuelta por el mundo clásico, concretamente por la Antigua Grecia. Me tomaré la licencia de tutearos a todos, por cierto. Acercaos por aquí, vamos —les indicó, colocándose a un lado del portal y esperando que los chicos se acercaran hasta su posición. Luego alzó la mano derecha y lo señaló—. Este portal nos llevará hasta la antigua civilización helena, concretamente viajaremos al siglo IV a.C. Os aconsejo que llevéis la varita preparada, vamos a un momento de la historia considerablemente... activo. Para que todo vaya bien, os aconsejo que no os separéis mucho de mí y que no interfiráis con lo que suceda a nuestro alrededor... a no ser que vaya a afectaros personalmente. Y en tal caso, cuidado con lo que hacéis —añadió, mirando de reojo a Hades. Conocía perfectamente a su hermano, y no quería alterar el pasado (y, por tanto y con mucha probabilidad, el presente) por culpa de un acto impulsivo. Lo mejor sería ir avisando las cosas de antemano—. Bien, yo cruzaré primero para que veáis que es seguro. Una vez paséis, os estaré esperando al otro lado con algunas instrucciones más. ¡Vamos!

 

Sin pensárselo ni por un segundo, y sin esperar preguntas o comentarios de sus alumnos, Anne cruzó el portal de luz. Tuvo que cerrar los ojos al hacerlo, pues la claridad le molestaba y no la dejaba ver. Cuando aquella sensación de luminosidad desapareció y un aire cálido le revolvió el pelo castaño, abrió sus orbes grisáceos y contempló el lugar en el que habían aparecido. A no más de 100 metros, habían varias casas de no demasiada altura y se podía oir también el entrechocar de aceros: parecía que había ido a escoger el lugar cercano a un campo de entrenamiento de soldados. Con un movimiento de varita, se acomodó el pelo en un moño que no quiso apretar demasiado, dejando algunos mechones de pelo castaño cayendo a los lados de su cara, y luego se apuntó la ropa, la cual cambió totalmente. Su vestimenta oscura y sobria ahora había pasado a ser una túnica grisácea clara, casi del tono de sus ojos, con un fajín estrecho en la cintura que acentuaba ligeramente sus curvas femeninas. Afortunadamente, la temperatura era bastante más cálida de lo que era en Londres. Esperó hasta que los tres alumnos habían llegado y luego les señaló las ropas.

 

— Antes de salir de aquí, de entre los árboles, es muy importante que cambiéis vuestra ropa. No queremos desentonar entre los griegos y persas, ¿cierto? —les dijo. Entonces recordó que no había hablado aún del destino que finalmente había escogido para la lección de historia—. Ay chicos, por cierto: bienvenidos a Susa, la antigua capital de Darío I que Alejandro Magno conquistó hace... unas pocas semanas, si no me falla el cálculo —añadió, con una sonrisa pícara.

[Hades Ragnarok]

El vampiro entrecerró los ojos cuando fueron interrumpidos, ¿aquello era una broma?, pensaba que podría tener una clase tranquila junto a su hermana y ahora tenía que aguantar la intromisión de otro alumno. Podía haber soportado a Ashura, pero ahora se sumaba alguien más. Bufo por lo bajo mordiéndose el labio con los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos. Podía sentir su propio veneno recorrer su garganta. En sus orbes negros como la noche apareció un brillo de intensa maldad, el cainita estaba perdiendo el control y los estribos, apretó con fuerza el escritorio en el cual se encontraba sentado provocando que la punta se astillara, quizás aquella clase terminaría absolutamente mal, con un gran derramamiento de sangre.

 

Observó a su hermana esperando que se negara a aquello, pero claro estaba, ¿Cómo Anne se iba negar si era demasiado buena, mas buena que un pan integral, galletas de avenas y pasas y postre de helado de yogurt? La Gaunt conocía bien al vampiro por lo que seguro podía sentir el peligro en todo aquello. La verdad es que la peli castaña jamás había visto a Hades realmente molesto, justo cuando su oscuridad salía a jugar y reinaba por el tiempo que fuera necesario. Escucho la respuesta que le dio a Antoni y bufo en desagrado.

 

Al fin una vez pasado todo aquello la Gaunt decidió a donde iba a ir. Cuando escucho que el sitio seria la antigua Grecia no pudo más que sentirse feliz, aunque no le iba a demostrar aquello a su hermana menor, ellos ya tendrían tiempo para hablar y él le reclamaría muchas cosas a la chica. Sin más se levanto y se preparo. Reviso que llevará todo lo necesario, igual jamás salía de casa sin todas sus pertenencias. Se acerco al portal nada más para escuchar aquella advertencia de Anne, si creía que iba a seguir sus ordenes en la antigua Grecia estaba muy equivocada, claro que se separaría de ella, ahora más que nunca lo haría, ya que, si antes se iba a portar bien, con todo lo sucedido dudaba que fiera a cumplir aquello. El vampiro sintió la mirada de su hermana pero nos e la devolvió en protesta.

 

-<<Tendré cuidado siempre y cuando me convenga>> -pensó para sí mismo- <<no es que quiera cambiar la historia que tanto amo tampoco, pero aun así es cuestionable>> -se dijo así mismo, ya que, él había cometido muchos errores antes cuando “estaba de viaje”. Suspiró recordando los mundos y las aventuras pasadas, pero ahora debía estar pendiente de lo que estaba sucediendo en su presente, aun así esperaba no molestar a ningún dios o ser superior, ya con la diosa que el odiaba era más que de sobra.

 

Cruzo aquel portal después de Anne. Rápidamente cero los ojos y dio un paso hacia un lado para que no le fueran a caer encima los que venían atrás. Al abrir los parpados dibujo una sonrisa al ver aquello. Podía sentir el vital gas puro y limpio pasar por sus pulmones. “Respiró” profundamente y sin que Anne diera la orden movió la varita para cambiarse de ropa, adoptando una túnica griega clásica de color negro, además en sus pies habían aparecido las clásicas sandalias griegas.

 

-Susa –susurro el vampiro una vez que su hermana le dijo a donde habían ido a parar. Busco en su memoria recordando a Ciro II, y que desde allí, desde Susa, Jerjes I había comenzado su campaña para conquistar Grecia.

 

-Estamos aproximadamente en el año 330 a.C –dijo el vampiro- si lo que dices es correcto –observo a Anne a los ojos- esto será divertido.