Libro del Equilibrio #3

[Bodrik]

 

 

Afortunadamente grupo estaba manejando la situación con las dos guerreras falsas. Entre todos se habían hecho cargo de las dos mujeres utilizando los artefactos y hechizos de todos los libros a los que tenían acceso y al combinar sus fuerzas y poderes sin duda podían vencer a las mujeres. Ishaya, se había sumado al ataque contra Asenath y Bodrik había realizado una maldición contra la niña y si le hubieran preguntado unos meses atrás ella hubiese contestado que no le agradaba utilizar este tipo de magia en contra de los demás, pero ahí estaba vinculada al libro de la sangre pese a lo mucho que detestaba ese tipo de magia. Tal ver estaba llegando a un equilibrio en su interior.

Respiro profundo aliviada sabiendo que ambas mujeres estaban reducidas y era poco probable que pudiesen defenderse por algunos minutos por lo que tenían solamente una oportunidad para avanzar hasta el siguiente tramo de su aventura y tratar de recuperar el cuerno por el que les habían enviado directo a la boca del lobo.

-Debemos avanzar para recuperar el cuerno - dijo con voz firme cuando se dio cuenta que tendrían la oportunidad y de inmediato el efecto alcaloide de los pétalos del pensamiento revivieron aquella alucinación iniciada durante el curso del libro de la sangre y la niña se quedó paralizada y con cara aterrorizada pues se trataba de una visión de en lo que podía convertirse si la maldad se llegara a apoderar de ella.

El cuerpo de una pequeña jovencita de 16 años, era llevado en los brazos de un mago que hacía menos de una hora la había obligado a beber sangre. Fue tanta la fuerza utilizada por la Semivampiro para contener la sed que sin duda le quemaba la garganta, que la niña cayo desmayada, sobre el frio piso de la discoteca donde por casualidad se habían encontrado.

Akiles depositaba el cuerpo inconsciente de la chica justo sobre su cama, mientras los ojos de ella continuaban rojos como la sangre que había bebido aquella noche. Su mente continuaba sumida en los acontecimientos ocurridos en Nefertiti. Su mente jugaba en su contra y ahora soñaba.

Había llegado a Nefertiti y por supuesto se acercó al chico que hacia realmente poco le presentado su hermano Farkas. Las cosas pasaron de igual forma: la pareja se acercó a ellos temerosa, pero casi de inmediato empezaron a actuar de forma extraña, rápidamente ambos sangraban y Bodrik intentaba dejar de respirar.

Sin darse cuenta el demonio estaba frente a ella con los labios cubiertos de sangre y sin tregua alguna se lanzó contra para hacerle pasar un poco de ella a atreves de su boca. Le dio una cachetada con toda la fuerza que consiguió, era un atrevido, lo malo es que en ese momento una gota de esa sangre resbalo hacia su garganta haciéndole perder el control, y en vez de separar de él como había sucedido realmente, la chica se aferró de su chaqueta para atraerlo nuevamente y sumirse en un beso tan apasionado que no parecía querer terminarlo jamás. Un intenso frenesí se apodero de ella, ya no había marcha a atrás.

Su mente trabajaba rápido, le sería fácil conseguir su objetivo. Los primero que hizo fue lanzarse con suma rapidez para beber la sangre de la mujer y de inmediato la del chico que parecía no enterare de lo que sucedía. Por supuesto que con una mano continuaba aferrada a la chaqueta de Akiles a quien no pretendía soltar.

Mientras el demonio permanecía observando la escena de una forma burlona, habiendo conseguido su cometido, la pequeña saltaba sobre algunas otras personas, hasta que el mediano local termino hecho un tiradero de cadáveres.

Esa noche estaba eufórica, como jamás la estuvo antes. Sus ojos rojos como la sangre regresaron a mirar de nuevo al demonio que la miraba con una sonrisa de satisfacción – ¿Está satisfecho?-preguntó- Pues yo aún quiero más- agregó tomándolo rápidamente de su chaqueta y volviendo al beso pausado hacia unos minutos. El sabor de sus labios se le antojaba apetitoso después de todo. La excitación de los sucesos desarrollados en la discoteca consiguieron que Bodrik no pudiera detenerse y por supuesto eso incluía no dejar de besar al pelinegro.

Ahora dependía de Ishaya para que le ayudara a salir del trance y le llevara hasta el portal. Su nieta estaba paralizada experimentando una alucinacion del sueño que había sido producto de una terrible “Broma” del Lestrange.

[That is not my name]

El grupo que tenía frente a mi se dispuso a continuar en el cmaino para llegar hasta el templo, sin embargo Bodrik estaba inmersa en sus propios pensamientos, sufriendo por las alucinaciones de los pétalos que había alnzado con anterioridad Emily por lo que, en seguida, la tomé entre mis brazos para salir con el grupo hasta que nos encintramos frente a un enorme muro; de esta forma me daba el tiempo necesario apra poder curar a mi nieta y, después, lograr escalar aquel obstáculo.

 

No quería molestar a ninguno de mis compañeros, ni a Stephanus ni a Goderic, sabía que ellos podrían encontrar una respuesta ante el nuevo problema para que pudiera concentrarme en la Lockhart. Por ello la coloqué en el suelo con cuidado, mientras sacaba de mi monedero de piel de moke unos cuantos brebajes que siempre llevaba conmigo, así como un bezoar, para poder ayudar a que regresara a la realidad. Maldije por dentro el no haber tomado antes el conocimiento especial de pociones para poder ayudarle aún más, sol tenía el de maldiciones y primeros auxilios que me daban una idea de lo que podía hacer, así como mi experiencia como comprador en el Magic Mall por el stock de pócimas que tenía conmigo.

 

Un poco de esencia de rue, para calmar los daños; filtro de la paz para mantenerla tranquila, y poción herbovitalizante, para que recobrara el conocimiento.

 

- Todo está bien, Bo, - comencé a hablarle cunado alcancé a notar que regresaba conmigo - solo es un curso más, no tienes porque preocuparte. Aquí estoy, siempre.

 

Intentaba mantener la calma, para mabos, mientras que me lamentaba por no haberme traido un par de las muchas escobas voladoras que tenía en la Hacienda, aquellas que había comprado para el campeonato de Quidditch en Japón y que, al final, terminó por cancelarse. Ahora debía de idear una nueva forma de llegar al templo, del otro lado del muro, mientras cuidaba de mi nieta para que no sufriera ningún tipo de ataque nuevamente.

 

En mi cabeza había pensado un sin fin de conjuros de la Orden de la Mano de Plata que me podían ayudar en este momento, sin embargo tenía ya prohibido el mostrarlos fuera de los terrenos de la Orden del Fénix y no podía llegar a desobedecer a mis líderes y teniendo a tantos compañeros en la clase, no podía arriesgarme a que alguno cumpliera con su deber de reportarme ante los altos rangos y líderes del bando.

 

Estaba limitado y no podía creerlo, era la primera vez en años que me sentía indefenso. Mi corazón emepzó a palpitar de forma bastante acelerada, mi respiración comenzó a subir de nivel y mis ojos comenzaron a buscar a mis compañeros ya que, lo único que podía pensar en hacer era el destruir aquella estructura, pero eso llamaría la atención de nuestros enemigos. No, debía de pensar en algo más.

 

- Creo que tendremos que acercarnos al resot del grupo, princesa.

 

<<Necesitamos ayuda>>, terminaba la frase en mi cabeza.

[Nate Weasley]

Antes de que el Weasley pudiese levantar la vista de la gran masa de agua en estado congelado que ahora encerraba a la guerrera Uzza, cuyo torso se insinuaba apenas por encima de la masa gélida, dos figuras aparecieron de entre los arbustos. Le alegró un poco ver que eran compañeros suyos, Goderic y Emily, y no otro peligro que venía a complicarles un poco más la existencia. Stephanus se mantuvo impasivo mientras los recién llegados trataban inútilmente de convocar magia: el hechizo invocado por la Guerrera Uzza aún hacía mella sobre ellos.

 

De pronto, y antes de que pudiese hacer algo para evitarlo, varias cosas pasaron a la misma vez. Un ave pareció caer en picada desde el cielo y comenzar a distraer a la segunda Guerrera Uzza, quien rápidamente había notado la situación de peligro y estaba a punto de atacar cuando Emily expandió su perfume con los pétalos de pensamiento, el cual resultó nocivo para el sistema nervioso del Weasley que comenzó a tener alucinaciones mientras se alejaba a toda prisa del lugar del incidente.

 

Cuando los efectos del poderoso veneno hubieron acabado, los cuatro jóvenes magos reemprendieron la marcha en dirección al centro de la isla, donde sus profesores los estarían esperando y donde además se encontraba el supuesto portal que los llevaría en búsqueda de aquel misterioso objeto mágico. No obstante, y casi como si el destino quisiese complicarles la existencia, de la nada apareció una gran muralla sólida que se interpuso en el medio de su camino.

 

Dar la vuelta alrededor de la misma tomaría demasiado tiempo y cavar un pozo debajo de ella tampoco resultaba una opción muy viable. Para su suerte, la respuesta llego unos segundos después sin que tuviera que pensarlo demasiado, más cerró los ojos y cruzó los dedos de ambas manos esperando que la suerte lo acompañase una vez más y que el encantamiento de la guerrera Uzza ya hubiese amainado.

 

- Salvaguarda Mágica - dijo, y soltó un suspiro de alivio al sentir como su cuerpo se volvía etéreo e intangible, eso constituiría la solución perfecta. Cerró los ojos y atravesó la muralla sólida... ya estaban cerca.

[Undefined]

"Salvaguarda Mágica" fue lo que pensó luego de ver la muralla de tierra que estaba frente a ellos, Nathan hizo lo mismo.

 

Por un momento había pensado que el muro era más grueso, pero cuando su cuerpo se encontraba intangible y se dispuso paso a paso a atravesarlo cual fantasma, no le llevo más de unos cuatros paso para estar al otro lado. Era la primera vez que atravesaba algo con ese hechizo y no sintió nada, sólo notó la oscuridad por un segundo en medio de el muro.

 

El hechizo había durado lo suficiente.

 

Al volver a su estado natural, se dio cuenta que del otro lado lo estaba esperando un oso de gran tamaño que iba atacarlo, de alguna manera molesto por haber llegado hasta ese punto. Stephanus ya estaba cansado de todo lo que estaba apareciendo de repente y lo obligaban a retrasarse al punto de llegada donde lo esperaba una luz blanquecina.

 

Con todo el dolor de su alma, pero harto, realizo una floritura con su varita.

 

- Cinaede - Dijo impertérrito.

 

Concentrado su magia en la varita mágica y gracias a sus palabras, logró proyectar una nube de gas en el rostro del oso que penetró de inmediato en sus fosas nasales haciendo que el veneno entrara en su torrente sanguíneo paralizandolo y causándole un leve dolor. Seguramente, ese hechizo en una criatura no era tan fuerte como en los humanos pero no estaba del todo seguro, esperaba que si.

 

Siguió caminando un par de metros a toda prisa, evitando piedras y animales que correteaban por el suelode la isla, incluso algunas plantas ponzoñosas que podían evitar que siguiera caminando normalmente por un buen periodo de tiempo. Estaba complacido cada vez que se aceraba al lugar, habían realizado todo muy bien al poder librarse de las guerreras que los habían dejado sin magia a la mayoría, un sentimiento que no quería experimentar otra vez.

 

A los lejos, ya se podían vislumbrar a tres personas esperado por ellos. Habían llegado a su destino.

[Bodrik]

 

 

Como era de esperarse Ishaya se hizo cargo de la situación. Dándose cuenta de la situación en la que se encontraba su nieta decidió tomarla entre sus brazos para llevarla consigo hasta el Muro que se había atravesado ante el grupo que había decidió andar justos todo el trayecto. A decir verdad, casi todos estaban avanzando al mismo tiempo y solo Nathan parecía tomar ventaja para llegar primero que los demás y hasta había ignorado la presencia de los dos Lockhart, pero Bodrik aún estaba envuelta en su terrible alucinación y no se daba cuenta de la manera de proceder del Weasley.

Tanto Sthephanus como Nathan llevaban la delantera dentro del grupo y por ende fueron los primeros en enfrentarse al muro y sin duda no tuvieron inconveniente en atravesarlo hasta el otro lado, pero Ishaya se hallaba haciendo todo lo posible por sacar del trance a la pequeña Lockhart utilizando un sin número de pociones para devolverle la salud a la pelinegra, y lejos de los vapores emanados por las flores del pensamiento, la joven recobro el conocimiento por completo. Aunque no se podía negar que seguía muy desorientada.

Despertó pero en su mente Adriano Wallace continuaba vivo debido a la época en la que fue transportada durante si alucinación.- ¿quién eres? – preguntó a ver la mago tan cerca y luego se quedó en silencio un instante pues había algo en su energía y su aura mágica que le traía recuerdos de su abuelo e instintivamente se llevó la mano al dije en forma de W que Adriano le regalara como intercomunicador para que los tres Wallace Adriano, Cye y ella estuvieran siempre una forma de comunicarse y protegerse.

Sin entender muy bien la razón se sintió protegida en compañía del Tonks que para ella en ese momento se veía como ese joven vampiro francés que usurpara el lugar de la persona más importante en la vida de la jovencita. Su mentor, líder y su héroe que ahora se veía transformado después de la “fusión” entre ambos.- Si tú estás conmigo no tengo miedo- dijo automáticamente.

Se incorporó tratando de recobrar el control de sí misma percatándose hasta ese momento del muro que tenían en frente y por un momento se vio en la necesidad de tomar de la mano a su abuelo que hasta ese momento apenas reconoció cuando la llamo princesa – vamos- entonces ambos se acercaron a Gode y Emily que estaba unos pasos más delante de ellos justo después de Nathan y Sephanus.

-Salvaguarda mágica – susurró haciendo que su cuerpo se volverá intangible y sin d soltar la mano de Ishaya para que en la imitara .Cierto era que necesitaban ayuda, pero la pelinegra no tenia deseos de complicarse al atravesar y ese hechizo era efectivo para ese tipo de barreras – es tiempo de atravesar- agregó sin soltarlo y se lanzaron ambos hasta encontrarse con el oso que atacaba a sus amigos.

[Nate Weasley]

Para variar un poco del otro lado de la muralla no les esperaba nada más y nada menos que peligro. Nathan se estaba sintiendo cada vez más fatigado a causa de los constantes desafíos que este libro le estaba imponiendo y se dijo a sí mismo que sin importar el resultado que obtuviese en la prueba del libro, si es que lograba acceder a ella, no tomaría otra de estas clases por un buen tiempo. Tenía otros ámbitos de su vida en los cuales enfocarse y, aún cuando decidiera hacerlo en su educación, las habilidades y conocimientos mágicos eran un escape perfecto a tanta magia Uzza.

 

El Weasley levantó su varita para cargarse al oso que había aparecido delante de ellos más Stephanus fue más rápido y sólo le quedó contemplar como el animal sufría las consecuencias del nocivo veneno mientras él mismo sentía el efecto de su Salvaguarda Mágica desaparecer poco a poco. Luego de eso, no les quedó más que avanzar hasta el centro de la isla donde ya podía divisar, si agudizaba su vista lo suficiente, algunas personas esperándolo. Así que, imitando a su compañero, marchó con rapidez en dirección a ellas tratando de no ir demasiado rápido para mantener la guardia alta.

 

Y lo bien que hizo. De la nada aparecieron una serie de halcones que descendieron lo suficiente como para picotear sus ojos, más los reflejos del Weasley actuaron en consecuencia y lo salvaron sin que este tuviese la necesidad de reducir la velocidad. Su varita se agitó violentamente en el aire mientras el pensaba en unas FLECHAS DE FUEGO que salieron expulsadas, una tras otra, de su varita y que perforaron a los cuatro halcones que habían aparecido para atacarlos.

 

Nathan aceleró la marcha, corriendo ahora a toda velocidad hasta que finalmente llegó a la cueva junto a sus profesores quienes aguardaban la llegada de sus compañeros. Aprovechó para colocar sus manos sobre sus rodillas y tomar aire, tenía el presentimiento de que sus aventuras no habían hecho más que comenzar.

[Goderic Slithering]

Ya con su conciencia completamente recuperada avanzó junto con el grupo hasta que una muralla apareció impidiendo continuar con su camino. No resultaba difícil de superar aquella prueba de hecho parecía más como un leve descanso o pruebas colocadas por profesores para liberarnos un poco de las pruebas de los Guerreros Uzza. Simplemente utilizó un Salvaguarda Mágica aquel hechizo había sido usado desde su primera vinculación y estaba bastante familiarizado con él por lo que no le fue complicado atravesar la muralla.

Al atravesar la muralla el grupo de magos se encontró con un oso que fue rápidamente detenido por Stephanus con un Cinaede lo cual lamentó enormemente ¿no era más fácil usar un oppugno o Orbis Bestiarum? No, claramente era más fácil utilizar un hechizo que llevara a la muerte al pobre animal además de una forma tan cruel como lo hacía el cinaede. Definitivamente muchos de los magos no respetaban la vida de los animales quizás por el hecho de luchar tantas veces contra morphos.

Continuaron con su corrida y, nuevamente, animales les atacaban. Esta vez era el turno de unos halcones que descendieron con una gran velocidad dispuestos a picotear los ojos de los presentes. No obstante, Nathan había sido más rápido y lanzó unas flechas mágicas para perforar el cuerpo de sus atacantes.

— ¿¡Es en serio!? — exclamó indignado.

Nuevamente no veía la necesidad de combatir con tanta violencia ante animales. Sabía bien que todos querían demostrar sus hechizos todo poderosos que habían aprendido y buscaban practicar pero pronto podrían practicar con sus pares, seres que sí se pueden defender de aquella magia. Seres que están ahí porque quieren y no porque un mago les hubiera despojado de su libertad o parecido. No comprendía qué equilibrio podían demostrar al malgastar su magia de aquella forma. En una batalla real no podrían utilizar tantas veces aquellos hechizos sin caer desmayados por la cantidad de magia usada.

Suspiró pero no dijo nada más. Continuó su camino junto a Emily y el resto de sus compañeros hasta adentrarse en la cueva donde los profesores le esperaban y, probablemente, llevarían a la siguiente etapa de su prueba donde deberían utilizar con estrategia y sentido común sus hechizos. Observó como Nathan prácticamente jadeaba y no le sorprendía. Soltó la mano de su sobrina y se apoyó su cabeza contra la pared de la cueva recuperando un poco el aliento por la larga maratón de obstáculos.

[Emily Karkarov]

Tomó aire profundamente, descansando un poco de haber corrido tanto. Se quedaron un segundo mirando lo que venía más adelante y se encontraron con una especie de muralla . Cuando llegaron a la entrada, el primer obstáculo a superar fue fácilmente olvidado. Emily imitó a todos sus compañeros e hizo el salvaguarda mágica para atravesar las pesadas puertas doradas. Sentirse intangible era una sensación rara, más aún cuando no había soltado la mano de Goderic antes de volverse fantasmal y ambos se encontraran en ese estado incorpóreo.

 

Cuando paró el efecto del salvaguarda al traspasar la puerta, ya Stephanus se encargaba de un oso, bastante enojado por la presencia de intrusos. Le extrañó que esa fuera otra prueba a superar luego de que se enfrentarán a copias bastante exactas y poderosas de las guerreras uzzas; que afortunadamente, parecía que no iban a aparecer más a entorpecer el camino de los alumnos.

 

Emily esperaba que aquel oso fuese creado mediante magia y no uno real. De haber llegado antes, la bruja probablemente hubiera usado el orbis, que tantas veces había usado desde su primera clase de libros de hechizos. Misma situación se dio cuando Nathan tiró flechas de fuego a unas aves que se disponían a atacarlos. Realmente no le sorprendía, aparentemente a los magos no les importaban demasiado los animales muggles, incluso habían dejado de venderlos en el mall.

 

-Cálmate - le dijo a Goderic en voz baja y apretó con fuerza su mano cuando expresó su inconformidad. El mago había estado bastante inestable y no quería que hubiera otro altercado que retrasara al grupo, o que dejara al mago atrás.

 

Evidentemente todos estaban cansados. Emily se llevó ambas manos al rostro para quitar su cabello y darse un momento de respiro. Miró alrededor, estaban en una cueva, grande, iluminada pero extremadamente fría, nada acogedora. Recordó que habían estado en catacumbas y fue allí donde se desarrollaron los duelos para demostrar que sabían usar los hechizos de fortaleza.

 

-¿Y ahora qué? - preguntó de forma general. Estaban muy cerca de Elvis y Zack, que estaban acompañados de una figura de alguien extraño, pero imponente a la vez. Realmente Emily no tenía idea de que hacer a continuación.