Pociones y Primeros Auxilios

[Jessie Black Lestrange]

http://i439.photobucket.com/albums/qq116/jdceda/primeros%20auxilios2.png

Había enviado una lechuza a su nuevo alumno, una chico que se le hacía familiar de algún lado pero no por eso dejaría de impar su clase como debería de hacerlo. La verdad le sorprendía que justo alguien de su nueva familia fuera a ser su alumno y más cuando ella... ella no estaba segura de llevarse bien y menos con aquel intento de ser humano.

Pero debía de dejar sus sentimientos de lado hacía ese... chico. Si es que podía llamarse así, era verdad que ya no era como antes, ya no discutían tanto pero a decir verdad seguía siendo molesto toparse con él y justo ahora en su clase, pero la verdad es que ahora ella mandaba, ella era la que dirigía aquella clase y por sobre todas las cosas... ella decidiría si estaba bien o estaba mal.

Sonrió para sus adentros cuando vio alejarse la lechuza blanca cual copo de nieve, su viejo amigo, con quien siempre contaba cuando necesitaba contactar con alguien, excepto con él y por eso la despreciaba. Soltó un bufido regresando al aula donde impartiría la clase, esperando que su alumno, no tardara en aparecer.

Pasaron un par de horas, mientras Jessie ultimaba los detalles finales de su clase. Todo había quedado perfecto y esperaba ansiosa el momento en que Thomas se apareciera en la clase, al fin para dar comienzo con la misma. Escucho en el pasillo al Gryffindor y sabía que era momento de entrar en su personaje, o mejor dicho en la careta que presentaba con aquel chico.

Dejo su capa roja cual sangre en el respaldo de su silla detrás del escritorio mientras sus pasos resonaban por la gran aula de la universidad. Su largo vestido negro de shifon generaba un leve frufru detrás del ella mientras avanzaba para colocarse a un costado del aula. Sus altas zapatillas de taco alto color rojo combinaban con su cabello, el cual ondeaba detrás de su espalda mientras sus grises ojos brillaban de forma siniestra esperando la aparición de su alumno.

-Hasta que te dignas en llegar, Gryffindor- sonrió Jessie caminando con elegancia hasta llegar a su alumno - bueno... ambos ya nos conocemos, pero hay que formalizar las cosas, soy la Profesora Black Lestrange, encargada de impartirte el conocimiento de primeros Auxilios, te darás cuenta que esto no es como te lo has imaginado. No es solo agitar la varita haciendo tontos y ridículos movimientos. Los primeros auxilios es un arte, un arte que no muchos logran entender. Tratare de instruirte en el sutil arte de la magia de sanación y prevención, por que antes que nada debes saber que para evitar poner en practica este conocimientos debes conocer todo lo que te rodea y darte cuenta que es un potencial peligro y como evitarlo o en el peor de los casos salir lo menos lastimado posible.

Tal vez lo estaba tratando un poco más duramente de lo que quería, mientras su voz resonaba por toda el aula de forma melodiosa y segura, con leves pausas para que "recuperara" el aliento, ya que nadie, salvo su familia, sabían que ella era una vampiresa. Sonrió a su interlocutor con elegancia mientras llegaba a su escritorio y le señalaba la única silla que había frente a ella.

-Sigamos con las formalidades por favor, señor Gryffindor, preséntese para poder dar comienzo a la clase.

Con un ademan de mano le otorgó la palabra a Thomas, esperando que el chico le siguiera con el pequeño juego antes de comenzar con las hostilidades con las que solían tratarse.

[Nate Weasley]

POCIONES

Luego de que por motivos personales se había visto forzado a tomarse el mes libre de su propia clase de Herbología, se le había consignado la tarea de dar cátedra sobre el conocimiento de Pociones a una única alumna que hubiese quedado sin acceder a la clase de no ser por el Weasley, quien logró, gracias a Elvis, interceder a último momento. Lamentablemente, más como era de esperarse, no había tenido demasiado tiempo para preparar los contenidos que se dictarían en la lección, más tras recordar una serie de viajes y su propia clase cuando aprendió el conocimiento le ayudaron a diseñar un rápido boceto de como tomaría lugar el encuentro.

 

Había citado a su alumna para encontrarse con él en la torre más alta del Castillo Hogwarts de Magia y Hechicería en la medianoche del siete de mayo, esperaba que su lechuza hubiese llegado a tiempo dado que no había recibido confirmación alguna, pero confiaba en que su fiel ave había logrado persistir a pesar de las intensas tormentas que habían azotado Londres en los últimos días y que tan solo estaba descansando en algún pedestal mientras emprendía el camino devuelta.. total, que si su alumna no aparecía tendría la oportunidad de contemplar los astros con su propio telescopio, que por casualidad llevó en su mochila.

 

Fue por ello que se apareció en la torre de Astronomía aquel viernes ya casi hecho sábado unos treinta minutos antes de la hora pactada, había acordado con Elvis que transformaría aquella torre en un salón de clases convencional por la noche, más que le haría una serie de modificaciones que se adaptasen al tipo de conocimiento que se le impartiría a la joven. En consecuencia, los mil y un telescopios y modelos planetarios habían sido movidos temporalmente y reemplazados por dos escritorios con sus respectivas sillas a un lado, una pizarra negra vacía y un gran caldero por encima de un mechero apagado. En la pared, además, había un gran ropero con varios ingredientes que le serían útiles a su alumna en la prueba final.

 

- Buenas noches, Mary. - le dijo a la joven una vez se presentó, indicándole que tomase asiento en su pupitre mientras él hacía lo mismo - Antes que nada me corresponde disculparme por la demora en comenzar la clase, hemos tenido algunos problemas de último momento, pero lo importante es que ya estamos aquí... así que.. saquémosle el mayor provecho posible, ¿qué me dices? Para empezar quiero que pienses y me cuentes sobre ejemplos de pociones que puedan suplantar la magia hecha por una varita, y por qué crees que el utilizar una poción sería más ventajoso que un encantamiento.

 

Se recostó sobre la silla y miró a su alumna, aguardando pacientemente una respuesta.

[Thomas E. Gryffindor]

Había llegado el día en el que tendría que cursar Primeros Auxilios, con motivo de poder recuperar dicho conocimiento después de la creación de la nueva reforma que terminó por desligarle completamente de aquel arte de la sanación y prevención en salud. Sabía por su padre que la cátedra no comenzaría tan temprano como de costumbre, por lo que no quiso levantarse al amanecer y optó por querer disfrutar unos instantes más en las sábanas de su preciada y cómoda cama en la mansión Gryffindor. Finalmente, tras el arribo de una nívea lechuza, Thomas tomó una refrescante ducha y vistió con ropas deportivas que le facilitaran la práctica de la asignatura que retomaría; debido a que sabía que debería explayarse con un gran potencial para lograr aprobarla sin mayores dificultades. Luego de tragar un nutritivo y exquisito desayuno preparado por Tanis, el elfo de la familia; el pelirrojo alistó su bolsa con hechizo de expansión indetectable y salió disparado hacia la fachada de la morada fenixiana sin olvidar ningún objeto, poción e inclusive libro que le sirviese de ayuda. Una vez posado su pisar en el jardín delantero de la residencia, desapareció en una succión que le golpeó el estómago de forma espontánea y le hizo materializarse en los terrenos de la Universidad.

 

Sin vacilaciones ni especulaciones de último minuto; el ojiverde se adentró en la casa de estudios de postgrado y desplazó sus pies por el pasillo central que comunicaba de forma directa con la sala en donde se llevaría a cabo la clase. Pero no todo podía resultar de la mejor manera posible aquel día, ya que sus orbes esmeraldas se abrieron como platos al distinguir la figura femenina de la joven Stabolito tras cruzar el umbral de la estancia de la disciplina posterior a unos sutiles toques con sus nudillos diestros sobre la puerta. -¡Vaya! Jessie Black Lestrange a cargo de Primeros Auxilios. Veo que mi padre ha contratado a una buena ejemplar en sanación ¿No es así? De todas formas… me alegra verte- comentó el initié con una sonrisa sutil en su rostro, al mismo tiempo que contemplaba el vestuario de tonalidades extravagantes que la muchacha llevaba consigo, en especial su calzado. -¿Que me presente? Pues… ehhh… ¿Será necesario? Bueno… habrá que hacerlo… “protocolos”. Soy Thomas Elros Gryffindor Poulain, veinte años… prototipo de varón seductor y macho alfa del Departamento de Misterios… aunque… planeando cambiar de rubro; en este último tiempo he notado que hay ciertas “colusiones” en el Ministerio y… verás… prefiero no dar tregua a ellas y mantenerme al márgen- agregó el alquimista mientras clavaba su ojeada en las grisáceas perlas de la nueva hija adoptiva de Sofía en la Granger; distinguiendo, en el respaldo de la silla de la profesora, una capa carmesí que le llamó la atención tras sentarse.

[Jessie Black Lestrange]

Sorpresa era lo que expresaban sus ojos al escuchar las palabras que su compañero inefable, esperaba todo menos lo que escuchaba.

 

- Así que ahora soy un espécimen para ti- bufo molesta Jessie comenzando a caminar de forma lenta hasta acercarse al Gryffindor-[/i] Que no se te olvide que aquí dependes completamente de mi, si apruebas o no esta en mis manos... así que como... consejo, mide tu forma de referirte a mi en el futuro[/i]

 

Una risita cantarina salio de entre los carmesí labios de Jesie al escuchar la presentación de Tomás, la verdad es que están bajando considerablemente en la escala de respeto que tenia para con el chico.

 

-Creía que los Gryffindor se caracterizaban por su valentía y que no se acorbandaban ante nada, pero tu... jamas creí que me dirías algo así, es decir, dejarte vencer tan fácil...

 

En arco sus ojos mientras fulminaba a Thomas, sabia que lo estaba confrontando en algo que no debería de importarle, pero eran... familia, por decirlo de alguna forma, y ella siempre se preocupaba por su familia.

 

-Bueno, esta clase no esta echa para todos, así que esta es tu ultima oportunidad para irte o quedarte, después de esto ya sera difícil para... ti

 

Debía ser un poco mas tranquila con sus alumnos pero ella quería ir mas allá de la simple enseñanza, quería que ellos conocieran a fondo aquella asignatura.

 

-Bien, comencemos- exclamo Jessie dando una palmada al aire.

 

Sabia que su alumno tenia poderes que ella aun soñaba, pero debía obtener el permiso del mago para poder hacer lo que tenia planeado para la clase.

 

-Tu podrías salir del trance en cualquier momento... necesito que me permitas hacer esto, es mas sencillo que traerte cientos de cadáveres o muggles as... humanos lesionados - su voz se fue tornando sombría y muerta mientras terminaba de hablar.

[Sapphira Black Lestrange]

Hacía tiempo que no iba a estudiar un conocimiento la última vez fue herbologia pero de eso hace ya muchos meses y era por eso que esta vez me decidía por pociones porque sabía que podría aplicar mi conocimientos en herbologia si me llegaban a ordenar hacer alguna poción.

 

Cuando recibi la carta del profesor y vi donde se iba a realizar la clase , me sorprendió que fuera en la torre de astronomía , si hubiera sido el conocimiento de astronomía lo entendía pero pociones me resulto raro pero bueno si hay tenía que ir ahí iría.

 

Era de noche cuando llegue a la torre si que era un lindo lugar para ver las estrellas , los astros pero nos estaba para eso sino para aprender pociones , llevaba mi caldero que lo había adquirido hace un mes en el magic mall porque tal vez lo llegara a usar.

 

Luego de entrar en la torre de astronomía , tomo asiento en la silla que me muestra el profesor y daba comienzo la clase y mi primer tarea debía pensar que ejemplos de pociones pueda suplantar a la magia y porque usar pociones seria mas ventajoso que un encantamiento a lo cual me puse a pensar que respuesta podría darle a su pregunta.

 

Luego de estar pensando un rato que ejemplos de pociones ya tenía me acorde de algunas pociones que podría suplantar el la magia hecha por la varita.

 

- Una de las pociones que se me puede ocurrir que pueda suplantar la mágica hecha por la varita es esencia de díctamo que cura heridas sangrantes y se podría usar en lugar de lanzar un episkey que hace que la sangre se detenga y cura hueso rotos o desparecidos y también junto con el díctamo se podría usar la poción crece huesos que regenera lo huesos

 

- Otra opción que podría suplantar los efectos de la varita podría ser la poción del olvido según tengo entendido esta poción hace olvidar cualquier cosa y es más potente que el Obliviate"

 

Por el momento eran las pociones que me acordaba que podrían servir en lugar de un hechizo según me parecía pero me faltaba contestar la segunda parte de la pregunta y pensando un poco le doy mi respuesta al profesor.

 

- Creo que usar una poción podría ser más ventajoso que un encantamientos porque si la poción está bien hecha el efecto será rápido en cambio un encantamiento hay que tener en cuenta como se mueve y como se pronunciar el hechizo si se llega a pronunciar mal saldría mal ese hechizo y no tendría los efectos deseados

 

 

@

[Thomas E. Gryffindor]

-Muy bien Jess… o sea, “profesora Black Lestrange”. Mediré mis palabras en esta clase, pero que conste… será solamente dentro de estas cuatro paredes ¡JaJaJaJaJa! Si gustas no lanzaré improperios ni nada por el estilo ¿Okay? ¡Ah! Y no te tomes a mal lo del espécimen o “ejemplar” docente ¡JaJaJaJa! Lo dije en tono de broma… Perdón si te molestó- comentó el pelirrojo, al mismo tiempo que se desprendía de la chaqueta deportiva que abrigaba parte de su torso, con el objetivo de quedar en polera manga corta azul marino frente a quien era la maestra de Primeros Auxilios. -No se trata de dejarme vencer “tan fácil”, sino que querer estar en un lugar donde valoren tu potencial y trayectoria. Es cierto… la carne fresca llama mucho la atención y es bueno brindarles oportunidades para que hagan carrera dentro del Ministerio… pero no a expensas de un mago de mi categoría… Stabolito. Estoy feliz por la osadía de Ricci y su ascenso… pero no justifico el actuar del Consejo de Warlocks- añadió con mayor seriedad en su expresar, no dejando de mirar directamente a los ojos grisáceos de su nueva profesora de Conocimientos; recordando que ahora también eran familiares junto a Sofía Elizabeth.

 

-Es obvio que me quedaré… No suelo dejar tiradas mis clases con la Universidad… eso ya es ser irresponsable… menos sabiendo que Elvis… mi pa… o sea… mi tío, es el director de todo esto junto con Hogwarts… Así que puedes comenzar cuando quieras- respondió muy ofuscado el mago inefable, justo en el preciso instante en que la nueva Granger daba una rápida palmada al aire para dar inicio a su doctrina médica. -¿Salir del trance? ¿A qué te refieres Jessie? ¿Me quieres hipnotizar? Porque si la disputa es sí… ¡Olvídalo! Mi mente es más fuerte de lo que crees… Prefiero mil veces que traigas a media docena de los pacientes geriátricos, psiquiátricos o de pediatría de San Mungo… en vez de que intentes siquiera en manipularme… ¿Me crees esquizofrénico o paranoico?- preguntó muy dubitativo el veinteañero Gryffindor mientras se paraba de su asiento frente a la bruja y comenzaba a dar vueltas en círculo alrededor de la sala de clases que la Stabolito había escogido para llevar a cabo su jornada de trabajo estudiantil con su extrovertido compañero de Misterios.

Editado 10 de Mayo del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Jessie Black Lestrange]

-Es mas que nada por tu forma de expresarte, no por otra cosa, además... no soy un animal, deberías de saberlo ya que somos algo así como... familia, aunque no se ni que somos- sonrió Jessie recargándose en la mesa que le estaba sirviendo de escritorio para aquella clase.

 

Haciendo un ademan de mano de forma despectiva, Jesie le resto importancia a lo que decía Thomas con respecto a su actual puesto de trabajo en el ministerio.

 

-De tu... categoría, si bien no me han mal informado, eres nuevo en el pueblo, tendrás años de experiencia, como dices tener pero... para los que tenemos tiempo en Londres... tu eres un novato, no como mis ami... olvida lo, no importa- señalo Jessie bajando su tono de voz en las ultimas palabras.

 

El pequeño desliz que tuvo Gryffindor fue mas que suficiente para que una sonrisa burlesca apareciera en los labios de Jessie, juntó sus manos mientras avanzaba hasta ponerse cara a cara con su alumno.

 

-Yo mando, tu obedeces, en estos momentos no eres más que un alumno mas y tus influencias con el director no te ayudaran en nada, porqué esta es mi clase y aquí yo hago lo que me venga en gana

 

Su sonrisa era tan cruel que sabia que en cualquier momento podía lanzar una maldicion imperdonable sin inmutarse, disfrutando de sobre manera lo que esto causaría.

 

-Si es lo que quieres...- dejo la frase al aire mientras se alejaba de Tomás con una sonrisa traviesa- Debemos comenzar, toma asiento por favor, no es la primera vez que hago esto

 

Su rostro demostraba tal superioridad que no dejaba dudas que sabía lo que hacia. De algo servía ser miembro de la marca tenebrosa, además de para torturar muggles descartables. Observo detenidamente los verdes ojos de su alumno ,mientras realizaba el encantamiento para sumirlo en el sopor de aquella clase.

 

Tomás ahora se encontraba en medio de una catástrofe muggle, edificios en llamas, escombros por todos lados, gente herida, mutilada y hasta muerta. Al parecer acababa de ocurrir un terremoto y el chico estaba en medio de la devastación, el epicentro de aquella catástrofe y donde más peligro había.

 

-Tu tarea es salir de este lugar lo menos lastimado posible, no puedes utilizar magia, esta plagado de muggles y esta en contra del estatudo del secreto donde estipula la prohibición de la utilización de magia frente a muggles; suerte y am... por si no te lo había dicho, es contra reloj.

 

Su tarea era más complejo que es, el debía verificar que áreas eran seguras, por donde debía moverse y en donde ni siquiera acersarse. Podría resultar herido si había replicas, pero el quería algo mas serio y Jessie solo lo había complacido.

[Nate Weasley]

Escuchó atentamente las respuestas de su alumna, quien se tomó su tiempo para elaborarlas y al darlas demostraba que había puesto algo de pensamiento y esfuerzo detrás de ellas. El Weasley dejó que el silencio se asentase entre ellos por unos segundos luego de que hubiese respondido, parte porque estaba meditando el contenido de sus respuestas y parte porque estaba pensando en como proceder a continuación. Había tenido muy poco, por no decir nulo, tiempo de preparar la clase y no había recibido ningún tipo de material para darle a su alumna, así que básicamente estaba sólo en aquella causa.

 

- Muy bien, prosigamos entonces. - dijo el Weasley, agitando su varita para que se abriesen de par en par las puertas del armario, mostrando un gran repertorio de ingredientes - Como quizás sepas y recuerdes de tus años en Hogwarts, muchos profesores tienen la tendencia de enseñar las pociones subdividiendo sus clases en distintos ingredientes y varias lecciones teóricas antes de pasar a lo práctico. Yo en cambio, tengo un enfoque distinto y prefiero que pasemos directamente a la práctica, creo que te será más util.

 

Se puso de pie y dio unos pasos, tomando de una librería adyacente un volumen de lomo marrón grueso que despidió una leve capa de polvo en cuanto el Weasley lo abrió y lo deposito frente a su alumna sobre su pupitre. Se trataba de un ejemplar muy antiguo de Pociones Moste Potente que solía pasar sus días en la sección restringida de Hogwarts, pero que ahora en cambio disfrutaba de un paseo hacia la torre de Astronomía. El libro estaba abierto en el capítulo doscientos diez, que rezaba en letra imprenta mayúscula:

POCIÓN MATALOBOS

"Poción muy innovadora y compleja que alivia, pero no cura del todo, los síntomas de la licantropía..."

- Quizá hayas escuchado o leído en las últimas ediciones de El Profeta que se ha visto un aumento en el número de licántropos en los últimos tiempos, a tal punto que el Ministerio ha comenzado a emitir panfletos de seguridad a todos los habitantes de Londres. Me gustaría enseñarte como preparar esta compleja poción y que luego vayamos hasta la enfermería donde un joven está internado porque pronto tendremos luna llena, es mi esperanza que podamos ayudarlo un poco... ¿qué te parece? - Nathan agitó su varita y en la pizarra detrás de el apareció una lista de ingredientes:

 

300 gramos de raíz de mandrágora

1 bezoar

Acónito

Sal y Pimienta

150 mL de esencia de díctamo

240 gramos de dientes de Gorro Rojo

1 caparazón de Cangrejo de Fuego

4 aguijones de Billywig

Ralladura de Cuerno de Erumpent

 

- Encontrarás todo lo que necesitas en aquel armario, por favor trae los ingredientes - dijo el Weasley, observando a su alumna - Y ten cuidado, que no son ingredientes baratos. Cada error que cometas, ese niño en la enfermería lo pagará.

 

[Thomas E. Gryffindor]

-Está bien… está bien… Tú ganas. Yo obedezco y tú mandas, Stabolito- respondió el chico de cabellos ondulados pelirrojos, al mismo tiempo que frenaba su delirante andar por la sala de clases y encaminaba sus pies nuevamente hacia el sector en donde estaba el escritorio de su profesora con el objetivo de volver a tomar asiento en la silla que estaba frente a la de la malhumorada Black Lestrange. -¡Claro! Confío en que no es la primera vez que haces algo así de descabellado… pero bueno… tú eres la que decreta en estas cuatro paredes- añadió el mago con determinación; descansando en los conocimientos de Jessie, pues su padre no iba a colocar en su lugar de trabajo a una bruja que no estuviese capacitada. Poco a poco Elros se empezó a quedar dormido, cerrando sus verdes ojos al compás de los conjuros que salían desde los labios de la señorita Granger; hasta que finalmente su mente se despegó completa y absolutamente de su cuerpo tangible, enviando a su ser espiritual a un territorio hostil que parecía haber sido azotado por una especie de terremoto u holocausto del infierno. Gritos y llantos de personas ensangrentadas pidiendo auxilio, escombros corto-punzantes, derrumbe y un barrial molesto a causa de las roturas de las cañerías de agua, llamas en algunas zonas de edificios que se vislumbraban at portas de venirse precipitadamente al suelo, sedimentos y rocas de diversos trozos por todos los rincones; era una catástrofe natural a nivel colosal que jamás había visto en su corta vida.

 

En eso, una serie de indicaciones se oyeron en su consciencia; era Jessie quien le hablaba al exterior del marco desastroso con el afán de revelarle los siguientes pasos a realizar por parte del Gryffindor, cuya misión central era la de salir del área lo menos lastimado posible y sin el uso de magia al estar a vista y paciencia de un tumulto de muggles; todo eso contra las manecillas del reloj que no corrían a su favor. <<Gracias por la gestión imposible… eres una suicida, Stabolito>> caviló para sus adentros el inefable mientras observaba, con suma cautela y discreción, el perímetro que le rodeaba en ese entonces. Debía ubicar los espacios de mayor seguridad en donde su integridad física no corriese peligro, y posterior a aquello debería ser capaz de auxiliar a quien requiriese de su buena voluntad. Como miembro de la Orden del Fénix y primogénito de Elvis junto a Annick, poseía dentro de sus convicciones personales el tener que colaborar; pero antes de socorrer a alguna víctima, debía estar bien él como humano individual. Sin pensarlo dos veces se alejó de vitrinas, muebles y estantes, así como de espejos, vidrios y tragaluces. Esquivó algunos postes, cables de electricidad, construcciones en ruinas, letreros en mal estado y todo aquel objeto que pudiese caerle en la cabeza ante una inesperada réplica del movimiento telúrico. Inspeccionó visualmente por si notaba la presencia de derrames, combustibles, humo y químicos desprendidos. Luego de caminar unas escasas dos cuadras, logró arribar a un pequeño parque y decidió quedarse en el centro de la plaza a tajo abierto y sin nada que pudiese lastimarle o desplomarle encima, ni siquiera las estructuras metálicas de los juegos infantiles (columpios, balancines) que se encontraban a unos metros de distancia considerables con respecto a su actual ubicación primordial y bien valorada para ser un novato en el tema de estudio.

Editado 11 de Mayo del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Jessie Black Lestrange]

Era raro ver a Thomas tratarla de esa manera, pero igual le gustaba. Tenia tal cara de satisfacción en el rostro que cualquiera que la viera y la conociera pensaría que estaba disfrutando del mejor momento de su vida.

 

Pero debía dificultarle el trabajo y ella era experta dificultando las cosas y mas cuando de su clase se trataba. Thomas le había pedido dificultad, quería complicarse la vida y ella cumpliría con sus deseos.

 

Agitando su varita recitando una serie de hechizos, Jessie provoco que la ilusión que provocara en Thomas fuera cada vez peor.

 

Un nuevo terretomo comenzó en ese instante, agrietando el piso bajo los pies del Gryffindor, los juegos de parque donde se había refugiado cayeron en un agujero que se abrió bajo de ellos.

 

Sabia de sobre manera que le estaba complicando muchísimo las cosas, pero él asi lo había querido. Los arboles del parque caían al derredor de él generando aun mas caos de ser posible e imposibilitandole una vía de escape segura.

 

Una Repesa cercana estallo provocando de miles de litros de agua se presipitaran a la ciudad donde estaba el mago.

 

-Ahora que harás... como saldrás de esta- exclamo Jessie en la mente del Gryffindor sabiendo que las cosas solo se pondrían peor si el no salia pronto de ahí y cada vez le quedaba menos tiempo.