๑۩♚۩๑ Mansión Black Lestrange ๑۩♚۩๑ (MM B: 78195)

[Rose Black Lestrange]

Arriba,abajo de un lado a otro,con uno o con otro,pero la joven podía adaptarse a diversos ritmos,lugares o circunstancias pero jamas debería faltar un prenda que debela su elegancia y permitiera cometer sus juegos de seducción,sin medir sus consecuencias o victima pero claro con la familia no.

 

De piernas cruzadas y revelando el terciopelo de su piel gracias a la falda moderna que portaba,con un libro de runas entre sus manos para comprender lo que una de sus jefas solicitaba,esperando encontrar algo que pudiera guiarla,observaba cada lapida de los difuntos miembros de su familia mientras aprovechaba la caricias sobre su mejilla que le proporcionaba la brisa.En segundos rompiendo la tranquilidad que gobernaba en ella ,una de las criaturas de la mansión temerosa se acercaba, su miedo solo definía dos cosas que temía por su vida al interrumpir a la bruja o quien lo mandara también podía darle fin a su vida. Independientemente a la suerte que corriera el elfo,este entrega el mensaje a su ama.-señorita. la ama Malfoy solicita su presencia en la sala-dicho esto sin pensarlo dos veces la criatura desaparece.

 

Entre bromas la joven divulgaba,el parentesco que Juv era su abuela,cierto o no causaba dicha en Rose al menos conseguía lo que quería sobre ella ,tan así que no dudaba en asegurar sobre el motivo de su llamado;Levantándose donde reposaba y sacudiendo sus prendas mientras se dibujaba una sonrisa, con un trote ligero sin olvidar que tenia una falda y camisa sin un sostén pero también para ahorrar el tiempo ,termina sus pasos frente de la bruja a quien llamaba abuela dispuesta a hacer una jugada mas de ella.

 

- Una vez mas me tienes delante tuyo mi querida abuela,pero con el detalle que no hay mas nadie en la mansión ¿sera para mi suerte?-sus ojos verdes bailaban divertidos y su sonrisa acompañaba atrevida sin importar lo que pasara.

 

@

[Susan V. Goldstein]

Se paseó por el lago, donde apenas había vida, de alguna forma tenía que demostrar que ella sí lo estaba y que no era un fantasma más de la mansión aunque sus acciones demostraran los contrario. Ya había vivido demasiado y las cosas le parecían aburridas, ni siquiera en sus bajos placeres encontraba diversión, quizás Inglaterra no tenía nada para ella porque lo había consumido todo y aún no estaba satisfecha.

 

Terminó por acostarse en la grama al lado del lago, cualquiera de sus familiares que la viera en tal cosa pensaría que esta loca pero el lugar parecía más vacío que sus objetivos. Así que no se preocuparía por una reprimenda de etiquetas, sus lilas miraron el cielo, el único paraíso que no ha tocado y que por gracias del destino nunca lo rozará. Tenía mucho que no veía a su madre o alguno de sus hermanos, no tenía idea de sus primos o algún otro familiar que le importase ¿Cuanto tiempo había pasado?

 

—​Demasiado, al parecer. —​Se dijo a si misma.

 

Y pronto sería más... por lo menos tenía paz y no vivía su ridícula crisis existencial en un quilombo. Suspiró y sus parpados cayeron. Pronto volvería a ser la de antes, le daría a sus apellidos el honor que se merecen y una vez más su nombre estará por allí, dándole un nuevo color a todo.

[Jock]

Era un día como cualquier otro en Ottery St. Catchpole cuando el patriarca de los Black Lestrange hizo su aparición justo en la puerta de acceso de la mansión que él mismo había mandado a construir en medio de aquel bosque de álamos que se movían en respuesta a la suave brisa que a esas horas corrían.

 

—Hogar, dulce hogar —siseó al tiempo en que apartaba un mechón de su oscuro cabello de su pálido rostro.

 

El que en otro tiempo había sido uno de los más temidos mortífagos de la zona, no era consciente de cuánto tiempo había pasado desde aquella última vez en que había pisado las tierras mágicas de Inglaterra; y hasta ni siquiera sabía si alguien lo reconocería después de tanto tiempo fuera.

 

—Sus cosas están tal y como las dejó, amo —informó Sunev, su elfo personal apenas y hubo cruzado el umbral de la puerta de acceso. Era evidente la lucha interna del pequeño servidor del ojimiel, que estaba más que muy feliz de volver a ver a Jocker, pero que se negaba a sí mismo mostrar debilidad alguna a través del emocionalismo.

 

—Sabía que podía confiar en ti —sonrió Jocker, con una media sonrisa de satisfacción que causó que Sunev tomara aire y subiera el pecho, orgulloso de su labor —Aunque no vengo por mucho tiempo, es grato saber que las cosas por estos lados están bien.

 

Jocker atravesó el hall de acceso, sin dejar de notar los muchos movimientos que se habían generado en el árbol genealógico mágico que cubría la totalidad de una de las murallas y que se actualizaba cada vez que había un nacimiento, un fallecimiento, una adopción y hasta una desaparición. No pudo evitar notar algunas ausencias que le hicieron estremecer, aunque en su exterior ni un músculo se movió. El primero de los Black Lestrange se dejó caer en uno de los sillones de la mansión, al tiempo en que sacudía su varita de álamo para encender fuego y traer hasta sí un poco de licor.

 

En silencio, sus ojos continuaban recorriendo el lugar. Se preguntaba si alguna vez podría volver a establecerse en aquella mansión de manera permanente. Se preguntaba también por qué había decidido regresar si sabía que no estaría más que unas horas. ¿Nostalgia? ¿Cerrar ciclos? ¿Simplemente *****?

[Sol Lestrange Black]

Después de los últimos acontecimientos, había vuelto a mi libro, aunque no podía concentrarme, quizás seguía siendo una buena idea salir por ahí a disfrutar de un trago o una buena cena, suspire con fastidio mientras me ponía de pie dispuesta a cambiarme de ropa y salir definitivamente de mi encierro.

 

Un par de golpes en la puerta me distrajeron – Adelante- dije imaginándome quien era.

 

-Akra…- Saludó Haydie con la típica y característica reverencia. – Tengo noticias…-dijo tímidamente.

 

-Espero que buenas porque después de lo de hoy…- admití rodando los ojos- Dime que pasa…- la apremié, mientras removía en el armario buscando que ponerme.

 

-El Amo Black volvió al pueblo- Me detuve en seco, y giré la cabeza con tanta brusquedad que pude escuchar mi cuello crujir.

 

-¿Jocker está en Ottery?- Haydie asintió vigorosamente haciendo revolotear sus grandes orejas. – Vaya este es el día de las resurrecciones sorpresas.

 

- Me dijo Sunev que está en casa, por si usted quería…-

 

-¿Por si yo quería que? No creo que le haga feliz que yo sea lo primero que vea al llegar al pueblo , ¿O si?...-Una maliciosa sonrisa se dibujó en mis finos labios, era momento de sorprender a aquel mago…

 

Minutos más tarde aparecí en las puertas de la mansión, sonreí recordando los viejos tiempo, grandes momentos se habían vivido tras aquellas rejas, que se abrieron dándome paso, avance con total aplomo, ya había llegado hasta ahí, para ahora salir corriendo como una cobarde ¿Qué podía pasar?

 

Llame un par de veces a la puerta y justo a quien esperaba salió a mi recibimiento, el mal encarado elfo me reviso de pies a cabeza.

 

-¿Que busca aquí la señora?- preguntó con la típica antipatía.

 

-A ti no desde luego…- dije apartándolo para entrar finalmente.- Donde esta Jock, quiero verlo…

 

- Dudo que el amo quiera verla…

 

-Eso quiero que me lo diga el…¡¡JOCK, CARIÑO SOL ESTA EN CASA!! – Grité esperando que me escuchara.

Editado 19 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Jock]

El patriarca de los Black Lestrange no había terminado de dar el primer sorbo de su bebida azul cuando escuchó un grito desde el hall de acceso. El grito de una mujer que conocía desde hace muchos años y que había sido una de las pocas relaciones que admitió públicamente.

 

—Comenzaré a creer que tienes espías en mi casa —expuso el ojimiel cuando se acercó al hall de acceso; sabía que Sunev no la dejaría entrar a la mansión sin su venia, y es que el elfo tenía una extraña manía con ella —No es normal esa ¿habilidad? tuya de saber cuándo estoy por estos sitios.

 

El exmortífago sonrió al tiempo en que se acercaba para besar la mejilla derecha de la mujer quien no dejó impresionar por el comentario del Black Lestrange y sonrió de vuelta; ambos se conocían lo suficientemente bien como para dejarse ofender o dejarse seducir por el otro.

 

—¿Lo de siempre? —preguntó Jocker mientras llevaba a la pelinegra hasta el salón y comenzaba a preparar la bebida predilecta de Sol, un margarita de manzana.

 

Mientras la mujer se acomodaba, el patriarca lanzó una serie de preguntas protocolares: ¿cómo haz estado? ¿qué es de tu familia? ¿qué te trae por acá? ¿segura que a tu hombrecillo de turno no le incomoda vengas a verme?.

[Sol Lestrange Black]

Fui recibida tal cual lo esperaba, el elfo bufó y no tuvo más remedio que darme entrada, el patriarca de tan ilustre mansión salió a mi encuentro y pude notar en su sonrisa que al menos en esta oportunidad le agradaba ver una cara conocida. Avance hasta él y nos saludamos como era costumbre entre algún otro sarcasmo y un fingido desdén. Ambos sabíamos que muy en el fondo teníamos un algo especial cuyo nombre no había tomado el tiempo para descifrar.

 

-Te siento Black, es inevitable notar como el ambiente se vuelve más oscuro…- bromeé mientras lo seguía al salón- Y no estás tan errado en aquello de los soplones- admití mirando directamente al elfo que sintiéndose amenazado se escurrió por el pasillo.

 

Me tome mi tiempo para sentarme y ponerme cómoda, cruce la pierna mientras mi falda mostraba mis impecables piernas, y escuchaba la letanía de preguntas que lanzaba mi querido mortifago favorito.

 

-Despacio Black, eres demasiado curioso- dije mientras buscaba respuesta para cada una de sus preguntas y finalmente recibía mi bebida, di un sorbo y me relamí los labios con aprobación- Deliciosa como siempre cariño- le agradecí con una sonrisa antes de continuar.- He estado bien aunque algo aburrida, ¿por qué crees que estoy aquí? La familia bien, vine porque me informo un pajarito de tu regreso y porque siempre es grato ver a los viejos amigos.

 

La última pregunta tarde un poco más en responderla, sabía que su curiosidad crecería, me miro esperando el resto. Alce la ceja y sonreí.

 

-¿Hombrecillo? Si yo te soy fiel- Solté una risa divertida al ver su cara.

Editado 19 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Jock]

Jocker no pudo evitar soltar una carcajada al escuchar la respuesta de Sol, y es que la mujer se había tomado tiempo para formular la respuesta a la interrogante del ojimiel que no tardó en responder de vuelta:

 

—Si quieres engañarme, déjame decirte que llegas algunos años tarde, preciosa.

 

El patriarca Black Lestrange levantó su copa, haciendo un ademán de brindis que la pelinegra imitó sonriente. Tras beber el sorbo, el ojimiel no pudo evitar añadir más sarcasmo.

 

 

—Espero ya te hayas deshecho de ese vestido de novia que guardabas en la cartera, esperándome —soltó Jocker mientras volvía a beber un nuevo sorbo de su líquido azulado y mantenía su mirada fija en las reacciones de Sol.

 

Tras nuevas risas, nuevas preguntas, nuevas jugarretas y sarcasmos, el par de hechiceros rellenó cada uno de sus copas y continuaron charlando en el salón. Estaban en esto cuando de pronto, un zorro albino de cola pomposa apareció por la puerta de acceso de la cocina y cruzó corriendo todo el lugar hasta posar sus dos patas delanteras sobre las rodillas de Jocker, dejando su cabeza sobre la túnica negra a modo de saludo.

 

—Ettore —sonrió el patriarca, acariciando la cabeza del animal.

[Sol Lestrange Black]

No podia negar que el hablar con aquellos hombre siempre era grato, sabíamos exactamente como y donde golpear, pero dentro de aquello existía un mutuo respeto que nos habíamos ganado a pulso con el paso de los años. Así como un gran cariño por mucho que ambos nos empeñaramos en negarlo.

Sabíamos que estaríamos dispuestos a soportar las peores torturas e incluso la misma muerte si de ello dependiera la seguridad del otro.

-Eres un grosero- le reproché por el comentario de la frustrada boda. En realidad nunca nos habían hecho falta papeles para disfrutar el uno del otro y más ahora que lo que nos unía era mucho más poderoso que aquello que de manera "rosa" llaman amor.

Un adorable animal entro corriendo en busca de su amo, sonreí enternecida al ver como el mago lo acariciaba, era extraño en el mostrar apego por algún ser vivo, incluso sentí algo de envidia.

- Adorable tu mascota...- dije encantada- yo aún extraño a nuestro hipogrifo- comenté con nostalgia- Pero cuéntame de ti cariño ¿Qué tal tu viaje? No estarás otra vez huyendo de alguna promesa de matrimonio verdad? - ambos volvimos a reír.-¿Te confieso algo sin que te burles de mi?- Jock asintió alzando la ceja- Algunas veces extraño está casa, y todo que vivimos. Pero luego me acuerdo de nuestras peleas y se me pasa jajajaja.- dije rompiendo la seriedad- Ya en total sinceridad Black... Bienvenido a casa...

Editado 19 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Jock]

—Si tienes ganas de ver al hipogrifo, tendrás que ir hasta el cementerio... es nuestro guardián allí— respondió el ojimiel antes de comenzar a responder la primera de las interrogantes de la mujer.

 

El patriarca de los Black Lestrange se puso de pie y caminó hasta la ventana que daba hasta el lugar que señalaba. Era imposible ver algo desde allí, considerando la distancia con el cementerio y el bosque de álamos que rodeaba la mansión; pero, a pesar de ello, hizo un ademán de intentar ver algo por el ventanal.

 

Ettore, por su parte, saltó sobre el sillón y se acomodó en él, a la espera de que Jocker continuara acariciando su cabeza cuando se sentara de nuevo.

 

—Mi viaje ha resultado ser más extenso y mucho más interesante que lo pensé que sería —confesó el patriarca de los Black Lestrange, al tiempo en que se acercaba al mini bar para rellenar su vaso de aquella bebida azul que tanto le gustaba —Y aunque no me creas, nadie me acompaña a tomar desayuno por las mañanas.

 

Jocker volvió a su lugar, se acomodó en el sillón permitiendo que Ettore reposara una vez más su cabeza sobre sus rodillas.

 

—Vine de visita antes de partir de nuevo... todavía no decido en dónde me estableceré esta vez, que ya me cansé de las políticas europeas. Trabajar acá con mi padre de Ministro y mi hermana de Vice-Ministra no ha sido muy bien visto en allí, y aunque me he ganado todo con el sudor de mi frente y mi habilidad con la varita, no deja de generar conflicto en los demás, impidiendo que alcance mejores posiciones.

 

El exmortífago miró con detención a Sol por un instante; alzando la ceja.

 

—¿Sigo sin entender por qué te gusta andar disfrazada de muggle por la vida? —expresó, desviando el tema.

[Sol Lestrange Black]

Definitivamente aquella vista estaba resultando mucho mejor de lo que esperaba, por primera vez en muchos año estábamos logrando llevar una charla sin que ella incluyera alguna desperdigada maldición imperdonable. Definitivamente los años y la ausencia nos habían sentado de maravilla para aplacar nuestros ánimos de guerra.

 

-Creo que en la próxima oportunidad entraré por el lado del cementerio para saludar a nuestro pequeño...- dije con ganas de ver a aquel animal que tan gratos recuerdos me traía- Por un momento pensé que ya lo habrías hecho barbacoa- volví a bromear haciéndolo reír.

 

Lo observé acercarse a la ventana y perder la vista en la infinita oscuridad de los terrenos de la mansión, si algo nos caracterizaba era justo eso, el no tener limites para nuestros gustos, y siempre tener lo mejor, costara lo que costara.

 

-Me alegro que estés de vuelta aunque no sea por mucho tiempo. Y con respecto a la falta de compañía, cariño, sabes que cuentas conmigo para romper tu fría y aburrida vida cuando quieras, ¿Estamos mas allá del bien y el mal no crees? - admití - Siempre he querido conocer América, y que mejor que en tu compañía, al menos mi integridad estará segura podríamos dormir en una cama juntos y estar totalmente a salvo- Solté una nueva carcajada.

 

Me miró de pies a cabeza, y no pudo dejar de preguntar el por que de mi afición por la ropa muggle. Ante lo que respondí inmediatamente. - Las túnicas no son precisamente favorecedoras mi cielo, todo esto- Me señale a mi misma- Lo tengo para lucirlo- dije pagada de mi- No me apetece esconderlo tras tela y mas tela, si Merlín me lo dio que Lancelot me lo bendiga ¿no crees?

Editado 19 de Septiembre del 2018 por Sol Lestrange Black R