Prueba del Libro del Caos #6

[Khufu]

1d7

Invocación Señor del Caos

[Khufu]

Sonrió al ver que su oponente invocaba a un trol. Sin duda, el caos solía ser un ser antojadizo hace no mucho había ayudado al mago y ahora cobraba dicha ayuda con aquella molesta criatura que constantemente le lanzaría árboles desconcentrándolo así de la batalla original. Mientras ambos entes peleaban a unos metros de distancia, una batalla pareja dada la similitud de fuerza. Bien podría haber enviado una criatura distinta que poseyera alguna especie de ventaja táctica sobre el original pero esta vez había preferido simplemente anular dicha defensa.

— Cinaede — susurró.

El nuevo patronus que había sido invocado en batalla viajaba a gran velocidad hacia él. Sabía que con su actuar no podría evitar a tiempo el ataque del tigre pero eso poco le importaba ahora, era hora de aprovechar la desventaja de Bastian y atacarlo con todo. Un gas venenoso surgió alrededor del mago, envenenandolo inmediatamente, cerrando sus vías respiratorias. Llevándolo pronto a la muerte sino se realizaba curaciones repetidamente, cosa complicada de hacer con un troll molestando.

Por su parte, también había decidido invocar a un señor del caos. La última vez que lo había utilizado había sido en la prueba del Libro de Auras y había invocado un cíclope, esperaba repetir la hazaña. Curiosamente, así fue. Con su nuevo acompañante y aliado, la batalla se había desbalanceado enormemente. Bastian, practicamente, luchaba contra tres oponentes al mismo tiempo: Khufu, el trol y el cíclope. Sin embargo, no quería abusar pues la finalidad de la prueba era precisamente demostrar sus conocimientos y muerto era difícil hacerlo.

Por lo mismo, decidió no ir con todo. Con un pequeño gesto ordenó a su invocación que acabara con el nuevo patronus. El Fuego Maldito que había invocado el Cíclope acabó en un instante con su oponente. La vista del cíclope quedó brevemente fija en la escena, como disfrutando de que el gran lobo de fuego devorara por completo al segundo tigre de bengala. Khufu, mientras tanto, se curaba sus heridas gracias a un episkey. Las heridas provocados por el animal había desaparecido sin dejar rastro alguno. Ahora se encontraba completamente sano mientras su oponente no.

Si Bastian quería sobrevivir a la prueba debía prepararse porque la amabilidad de Khufu no duraría demasiado. Siempre era interesante ver cómo reaccionaban los magos al verse acorralados.

[Hades Ragnarok]

1d7

para que el señor del inframundo (XD) invoque un señor del caos

[Hades Ragnarok]

El vampiro dibujo una mueca divertida al escuchar las palabras de la Delacour. Negó con la cabeza, la chica era buena y lista pero como profesor de aquellos libros sabía perfectamente de lo que se requería y se ameritaba, más aun, cuando los libros iban subiendo de poder y complejidad todo solía cambiar, aun así, y sin embargo, el vampiro había estado pendiente de Mei y se había enterado de los contratiempos que la chica había sufrido. Badru era una persona difícil de tratar.

 

- Oh eso lo sé amiga, yo lo sé todo -dijo bromeando simplemente para molestarla.

 

El vampiro simplemente observó el rostro de la Delacour, en cualquier momento se daría cuenta de lo inevitable, en cualquier segundo sentiría el efecto de aquel veneno, claro estaba, esperaba que la chica pudiera defenderse, no quería llegar a casa y decirle a su ahijada que había envenenado a su madre. Negó con la cabeza, no podía pensar en aquello ahora. El vampiro se movió rápidamente antes de que Mei hiciera alguna otra cosa más, la había visto moverse pero sus reflejos habían sido más rápidos.

 

-“Flechas de fuego” –pensó el vampiro invocando aquellos filamentos de fuego directo al pecho de la Delacour antes de que pudiera hacer el floreus que había pensado hacerle a él.

 

El Ragnarok dio un paso a la derecha, se mantenía a suficiente distancia de la castaña y se concentro, no había mucho que hacer por decirlo de alguna manera, iba a intentar invocar al señor del caos, la parte mala es que cada una de aquellas invocaciones o intentos le había salido mal.

 

-“quizás o estoy poniendo mucho caos en todo esto o estoy colocando poco, el poder debe ser equilibrado” –pensó para sí mismo el vampiro mientras concentraba todo su poder caótico en el pecho y hacia el movimiento que le había enseñado Bákari, hizo aquel aplauso y movió las níveas manos hacia abajo para desplegar todo aquel poder oscuro.

 

Maldijo por lo bajo al ver lo que se comenzó a formar. Lo supo antes de que se formara frente a él. Otra vez aquel ser, aquella cosa que le había estado molestando y que no podía seguir sus órdenes. Un trol estaba allí frente a el por lo que el cainita no pido más que alejarse lo suficiente para intentar esquivar aquello que la criatura el lanzara.

 

-Creo que te ayudaría Mei, aunque seguro quemada o un poquito más morena te debes ver bien –bromeo aun más el cainita solo para chincharla- Luca me lo agradecerá supongo –dijo en un suspiro dramático- pero como ves tengo que sencillamente cubrirme de esta cosa tonta –bufo realizando un salvaguarda mágica pero en el momento que lo hizo salieron flores de su varita gracias a que el efecto que había hecho la chica había logrado hacer mella en ella- vaya, unas flores?, no te hubieras molestado, supongo que se las puedo dar a Luna –comento sin más recibiendo aquel golpe.

 

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[Mei Black Delacour]

1d7 Mei invoca un Señor del Caos

[Mei Black Delacour]

Parpadeó varias veces al ver lo que Hades había intentado hacer. Sí, al parecer el vampiro había intentado adelantarse a su primer movimiento, ser más rápido que ella… pero era algo imposible, ya que su primer movimiento había sido en respuesta del cinaede de él, ¿qué era lo que había pensado hacer?

 

Pensado, porque por más que movió la varita, no salió el conjuro original que había planeado, sino un ramo de margaritas desde la punta de su varita. Había intentado ser un ataque, estaba segura, pero al nada suceder, la Delacour permaneció intacta y ya totalmente recuperada de las heridas que el cinaede le había ocasionado de forma inevitable.

 

Aprovechó aquel momento en el que Hades realizaba otra magia del libro para ella hacer lo mismo, esta vez para invocar un señor del caos, siguiendo los pasos que Bakari les había enseñado. Se concentró en tratar de traer a su mente aquel recuerdo que había dejado en el pensadero, pero justo un momento antes de finalizar el movimiento de manos, un recuerdo nuevo llegó a ella, uno en el cual había transcurrido en su prueba de Nigromancia, todo lo que había visto e incluso hecho…

 

Tembló, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda en el momento exacto en el que la invocación tomaba forma, para dar paso ahora, a una que ya había visto, pero que no había sido producto suyo: un real Señor del Caos. El ser se levantó e irguió lo que su altura le daba, observándola desde arriba con semblante serio.

 

―No tienes nada que ofrecerme, ― habló con voz algo irritada luego de observar de un lado al otro ― luego sufrirás las consecuencias.

 

―Lo siento… ― murmuró tontamente, realmente intimidada con aquella invocación, ¿aquella creación había sido producto del pensamiento que había tenido a último momento? Tal vez ― Expelliarmus ― dijo esta vez, dirigiendo su varita hacia Hades para cuando éste terminó de ejecutar un salvaguarda mágica que surtió efecto y logró salvarse de que el trol que había invocado lo golpeara.

 

El rayo viajaría al pecho del hombre y de impactarle haría saltar su varita varios metros en el aire y cayendo justo a la derecha del vampiro.

 

―Puedes darle esas flores a Luna, claro, si es que aún permanecen intactas cuando salgamos de este lugar. Y gracias por el cumplido, pero prefiero mantener mi tono de piel tal como está ― le respondió a su amigo, el cual ya había dejado de tener problemas, por el momento ―. Cinaede.

 

Un poderoso y venenoso gas invisible al ojo humano se materializó alrededor del Ragnarok, rodeándolo y haciéndole imposible el no aspirarlo. El veneno entraría por sus vías respiratorias, cortándolas antes de pasar a la sangre, donde le causaría aún más heridas. Recordaba aquel hechizo desde un inicio, donde no había tenido tal poder, pero con el paso del tiempo y la experiencia que había adquirido, el mismo se había hecho más poderoso, y sabía que podía serlo incluso más, sólo necesitaba seguir practicando y aprendiendo cada vez más la magia de los Uzza.

[Hades Ragnarok]

1d10

para que el cainita invoque la Rueda del Poder

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok a penas hizo sus movimientos se dio cuenta de que sencillamente había cometido un error. Bufo por lo bajo ante aquello dibujando una mueca ante la burla de su amiga. Entrecerró los ojos, cualquiera diría que la Delacour estaba disfrutando de ello, la verdad es que seguramente sí. Maldijo por lo bajo aquello seguramente no se le olvidaría a Mei en mucho tiempo. La miro feo una vez que aquel expelliarmus le impacto e hizo volar la varita. Suspiro, bueno, estaba recibiendo un poco de su medicina.

 

-Me recuerdas a alguien que conocí una vez –dijo divertido- pero hace mucho que no le veo –se encogió e hombros recordando a su mortal enemiga que seguramente también hubiera disfrutado de ver a Cerberus en aquella situación- bueno, si no salen bien le comprare otras o puedo llevarle su escoba de juguete o alguna cosa mejor –dijo corriendo para recuperar su varita.

 

Una vez que la tuvo en sus níveas manos el Ragnarok volvió a hacer el movimiento que deseaba, aquel que produciría caos o que lo invocaría,. Cerró los ojos por un segundo, lo suficiente para intentarlo de nuevo antes de ser atacado o golpeado por aquel trol de vuelta ya que aun no iba a desaparecer y no se atrevía a invocar a otro señor del caos, era suficiente con la Delacour y el Trol no quería arriesgarse a que algo mas saliera mal

 

Movió las manos e intento invocar la rueda del poder…

 

Maldijo no había remedio, el caos no lo estaba ayudando, ¿o era que reconocía que se estaba comportando demasiado en últimamente? Negó con la cabeza frustrado sintiendo ya aquel veneno entrando en su organismo. Miro a la castaña, si, le había pagado con la misma moneda, se le podía ver en el rostro, no lo dudo ni un segundo y pensó en un –"curación"- aquel efecto fue inmediato causando que el Ragnarok quedara completamente curado de aquel veneno.

 

-Vale amiga, creo que tendremos que ponernos un poco más serios –comento ladeando la cabeza- pero antes, tengo que deshacerme de esa cosa –señalo al trol quien lo atacaba de vuelta.

 

El Cainita rápidamente pensó en una estrategia, tenía poco tiempo y debía defenderse no de uno sino de 2 ataques.

 

-“Obsitens” –invoco sin más al pensar aquello. Aquel cerco luminoso de color plateado lo cubrió recibiendo así el siguiente ataque el trol protegiéndolo, aunque sabía que era poco probable de que pudiera aguantar mucho si las fuerzas del caos no lo ayudaban, Mei también tendría que hacer su movimiento y esta vez, él no era el cazador, sino el cazado.

 

OFF: http://prntscr.com/db7959

[Mei Black Delacour]

1d3 Señor del Caos

[Mei Black Delacour]

―¿Ah, sí? ¿Y a quién te recuerdo si puedo saberlo?

 

Parpadeó varias veces y con velocidad. No entendía muy bien cuál era la estrategia de Hades, pero la verdad era que ya la había confundido. Entrecerró los ojos, intentando entender, pero prefirió no hacerlo por el momento. Se había dejado impactar por el expelliarmus, por lo que tuvo que ir en busca de su varita, lo cual le tomó un tiempo, y por ende, se vio afectado inevitablemente por el cinaede.

 

Levantó la varita, apuntando al vampiro para intentar hacer su siguiente movimiento, pero entonces, la figura del Señor del Caos que había invocado se posicionó delante suyo, señalándola con el dedo.

 

―Las consecuencias de no haber dado nada a cambio de mi llamado comienzan ahora.

 

Su varita vibró entonces, lanzando algunas chispas. No estaba segura a ciencia cierta de lo que había sucedido, pero sentía que su magia había sido limitada. Hizo una mueca, no podría hacer demasiado en aquella ocasión.

 

―Espejo de niebla ― aprovecharía aquellos hechizos que, aunque aparentara que no, había escuchado recitar a la pareja de contrincantes que se hallaba justo a un lado de ellos, Bastian y Khufu, quienes no habían perdido el tiempo y, al igual que ellos, ya uno tenía una clara ventaja sobre el otro ― Corpus Patronus.

 

De la punta de su varita, varios hilos color plata comenzaron a salir de ella, uniéndose y dando forma a un lobo adulto de buen tamaño, aspecto feroz y saludable, el cual se convirtió en corpóreo y comenzó a dar vueltas alrededor de ella, sabiendo que no podría hacer nada más que defender a su creadora.

 

―Cantar de Eleboro ― su varita volvió a vibrar, pero esta vez de una forma distinta. Una melodía muy baja pudo oírse, envolviéndola y protegiendo todos sus sentidos de verse afectados de una u otra forma por algún hechizo.

 

El Señor del Caos se apartó entonces, dejándole vía libre con su contrincante. Por el momento había cumplido con su cometido, pero aún tenía tiempo de sobra para seguir interviniendo en sus estrategias. ¿Qué le obligaría a hacer luego?

 

 

OFF

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