Osito Mediador: El Escape

[Hayame Snape Potter Black]

El clérigo pareció quedarse en blanco por unos minutos, casi cayéndosele la boca de la impresión y sus ojos muy abiertos, incrédulos, observando a la muchachita que tenía delante como si no diera crédito a su ofrecimiento; finalmente bajó un poco los párpados y pareció que los ojos se le habían humedecido, tocado por supuesto por la bondad que le estaba mostrando la Ryddleturn en aquellos momentos para que fuera el primero en reponerse de todo

-Yo... no se qué decir... -pareció farfullar en medio de una expresión de confusión, como si le costase encontrar las palabras -yo no esperaba... no... pensé...

Suspiró prounfo y se talló un poco los ojos para luego, sonreírle suavemente a la chica mientras se acercaba para tomarle una mano y besarle el dorso de esta

-Gracias

Dijo con suavidad y ternura, avanzando un poco para quedar a la espalda de la rubia y que no pudiese verlo y volvió a secarse las lágrimas de los ojos que brillaban con astucia; le había costado literalmente no ponerse a carcajear en la cara de la chica pero no había conseguido retener las lágrimas que de todas formas, sirvieron en el acto

Su plan estaba siendo un total éxito y realmente estaba intentando aceptar el hecho de que aquella criatura fuese tan fácil de manipular!

Realmente, esa historia sería una gracia y una maravilla que contar a los demás amigos en su trabajo, quizás...

Algún día...

Se inclinó para tomar un poco de agua de rio, lo suficiente para que en verdad lo ayudase pero al momento de levantarse y lavarse la cara, aprovechó un momento para colocar unos cuantos polvos en una rica cercana que sobresalía pero que no llamaba mucho la atención; tan solo por como corría la corriente, una vez que la rubia se acercase la sustancia ya estaría diluyéndose en el agua como le era más práctico al hombre

Se levantó y sacudió y finalmente, se giró hacia la chica regalándole una mirada fresca y tierna

-Tu turno, compañera -enfatizó

[Lisette Ryddleturn]

Compañera

Que bien sonaban aquellas palabras viniendo de la boca de aquel hombre, que se suponía que era su enemigo italiano y con el que se suponía que no debía de tener ni amistad ni cercanía

Lisette asintió una vez antes de amarrarse el cabello en una mejor posición donde no le fuese a estorbar o donde le fuese a picar la nariz y finalmente, se inclinó sobre el riachuelo para beber un poco de agua

Algo muy en el fondo le decía que aunque se sintiera tranquila no se fiara del todo en aquel amigo nuevo que había conseguido, especialmente por la manera en que le vigilaba mientras hacía aquello

Qué tramaba ahora?

El hombre estaba demasiado alejado y ahora le parecía que vigilaba los cielos lo que hizo que la chica se reprendiera por sus pensamientos desconfiados, sobre todo por el malestar que comenzaba a sentir

Mientras más agua bebía, más sed sentía, cosa que ya era bastante extraña

Se enderezó por fin pero por haber estado tanto tiempo agachada se mareó, algo notorio cuando trató de caminar rumbo hacia donde el otro se había colocado

-Algo interesante?

[Hayame Snape Potter Black]

Un poco más allá el hombre había avanzado solo unos cuántos metros para disimular mientras que escondía la mano que no sostenía la varita y que se removía ansiosamente, mientras veía que la chica si estuviese bebiendo lo que él deseaba; no era como que le emocionase mucho sentirla tensarse de vez en vez, como si sintiera la mirada suya encima de lo que estaba haciendo, antes y no le había dicho que se pusiera a ver si ya había puesto la coneja mejor

Pero por lo pronto todo marchaba tranquilo y la rubia no sospechaba ni siquiera un poco de todo lo que había estado haciendo el hombre mientras fingia tomar fuerzas en aquel líquido de cristal; al menos se suponía que lo que estaba usando no tenía ni aroma ni sabor así que ella no tendría porque sospechas nada, cierto?

Al final el italiano se sentó en una roca cercana, sacando una nueva bolsa para almorzar un poco y dió un último vistazo al cielo que de vez en cuando, le guiñaba un ojo sobre su cabeza

Si la vida fuese así de sencilla como el cielo azul...

-No. Nada interesante -Alessandro volvió a sonreír y se deslizó al césped de aquella zona para apoyar la espalda en la roca, antes de tenderle la bolsa a la chica -gustas?

[Lisette Ryddleturn]

La chica quizás estaba feliz y quizás sentía que estaba alcanzando un nivel de amistad con el otro hombre pero eso no significaba que fuera así de tonta

Todavía recordaba lo que había pasado la otra noche justamente después de comer y cómo se había sentido al respecto, decidiendo seguir su instinto en aquella ocasión mientras negaba un par de veces con la cabeza

Por algún motivo, realmente la repetición de ese gesto hacia su persona y todos los recuerdos y actos derivados de algo que parecía tan sencillo y una tontería, le daban muy mala espina

-No tengo hambre

Aseguró la chica con rapidez y ligereza, como si con aquello le diese seguridad a sus palabras y para enfatizar lo que acababa de decir, movió una mano, restándole importancia al asunto

Sin embargo en aquellos momentos su estómago decidió que era el mejor de los momentos para hacer acto de presencia, dejando escapar un rugido que en nada envidiaría al de un león, provocando un fuerte rubor en las mejillas de la Ryddleturn

[Hayame Snape Potter Black]

Aquel hombre ladeó la cabeza observando primero a la muchacha que otra vez hacía amagos de retroceder en la confianza que habían alcanzado para después, dejar ver aquel destello de verguenza tan característico de ella; en verdad que parecía que no podía dar ni siquiera tres pasos sin sentirse apenada de ella misma todo el tiempo, como si todo lo que hiciera fuera lo incorrecto o lo que estaría por molestar a las personas que tenía alrededor

Tenía que admitir, que aquello tenía su atractivo en cierta manera...

-Vamos pequeña Lisette, a mi me parece que aunque tus labios dicen una cosa, tu estómago no está muy de acuerdo contigo...

El tono de voz del hombre era astuso y escrutador

La verdad era que no esperaba ver palidecer un poco la piel de la chica o que tan rápido fuera a hacerle efecto la droga que ya la tuviera tambaleándose en apenas unos pocos minutos; parecía que de principio la chica había pensado en cualquier otra causa pero el cerebro de esta, había demostrado ser muchísimo más resistente de lo que el italiano estaba muy dispuesto a admitir

O bueno, no estaba dispuesto a admitirlo en voz alta mas correctamente

[Lisette Ryddleturn]

-Prefiero esperar a la cena, hará que este pensando mas claramente en realidad y honestamente, no me parece que esto sea muy correcto... me refiero... a quitarte de tu cena... lo sabes...

Murmuró Lisette seriamente, haciendo un gran esfuerzo por mantener abiertos los ojos aunque podía percibir como si el suelo empezara a moverse debajo suyo, casi como si todo estuviese sobre un gran océano que no se detenía

 

Y entonces se dio cuenta de algo.

 

Y es que la niebla había regresado y lo peor de todo, era que había vuelto mas fuerte que antes, pero como?? Si no había comido nada de lo ofrecido por aquel sacerdote!!

Entonces podría ser que en verdad no hubiera sido culpa de Alessandro sino que en verdad, fuera cosa de su propio cuerpo desacostumbrado al cambio durante el viaje, lo que la estaba poniendo de aquella manera?

 

Se tambaleó un poco de nueva cuenta y sintió que unos brazos la aferraban fuerte, lo que la hizo mirar a los ojos dorados del mago delante suyo, que brillaban con un destello extraño

Esto le hacía sentir una especie de temor a lo que vendría.

[Hayame Snape Potter Black]

Sin aviso alguno, aquel sujeto le había abrazado con fuerza en contra de su pecho, sorprendiéndola enormemente pero de nuevo su cuerpo estaba en contra de obedecer las órdenes que gritaba su cerebro; Alessandro parecía que no quería dejarla ir mientras que la hacía recargar en uno de los fuertes robles cercanos para darle más firmeza a la pobre chica y entonces, fué cuando sin aviso volvió a besarla nuevamente, tal y como la noche anterior

 

Podía sentir como el corazón de la jovencita comenzaba a bombear con fuerza al sentir como él tomaba la iniciativa de no pedir permiso y acariciaba su suave cabello en un intento de relajarla un poco de aquella agresión; se esforzó por no sonreír, el cuerpo de la pobre bruja había comenzado a temblar entre la niebla que podía ver que la aquejaba y el hecho de que comenzaba a responder positivamente a sus afectos aún y a pesar de que no lo deseaba.

 

Tenía que admitir que era embriagador probarla y saber que se la estaba arrebatando de las manos a la Snape.

Lástima que la pelirroja no podía ver aquello y cómo terminaría él por romper a su "noviecita" al final, porque el solo quería robar esa primer experiencia de amar y de confiar como lo había hecho con muchos novatos que todavía creían en las bondades de las personas; alguien tenía que endurecerlos para lo que se ofreciese delante y él estaba mas que dispuesto a afrontar con el “sacrificio”.

[Lisette Ryddleturn]

La chica colocó sus manos en el pecho del otro, en un débil intento de alejarlo pero al hacer esto solo pareció provocar al sacerdote que parecía creer que era una especie de permiso para tocar su cabello esta vez

Aquello la hizo ruborizar y estremecer con mas fuerza, puesto que se sentía como si aquel sujeto al mismo tiempo que quería que le respondiese al afecto, supiera que la estaba cuidando

Y la chica no pudo evitar asustarse al darse cuenta de que realmente, la estaba teniendo comiendo de la palma de su mano porque gustaba de sentirse protegida y lo peor, que realmente no podía hacer nada por evitarlo.

 

Cuando comenzaba a sentir que la niebla estaba nublando incluso su vista, Lisette volteó a otro lado mientras una lágrima salía, rebelde ante sus deseos de no mostrarse débil

Su mente era un caos, uno contra el que ni siquiera podía hablar o recriminarle por aprovechar una época en la que había mucha gente sufriendo como para que ellos dos estuviesen coqueteando en medio del trabajo

Ahora se estaba sintiendo más miserable que nunca

[Hayame Snape Potter Black]

Alessandro finalmente la miró con un gesto de seriedad y lo que parecía ser auténtica preocupación por la pobre muchacha que parecía empezar a romperse delante suyo, de una manera que quizás no había calculado y que estaba llevando las consecuencuas un poco más lejos de lo que pensaba; se detuvo y le brindó un poco de mayor calidez, dejándola que escuchase su corazón para ver si eso la ayudaba a calmarse un poco, antes de pasar con suavidad uno de sus dedos por su ojo, retirándo aquella lágrima.

 

-Lisette…

 

El hombre pudo ver como la chica no respondía, demasiado mareada y perdida como para siquiera articular alguna palabra que él pudiese escuchar o adivinar de ninguna manera; sus ojos claros, húmedos y enormes como dos preciosas lagunas al sol mostraban gran miedo y confusión por lo que estaba ocurriendo y entonces, el clérigo sonrió suavemente antes de acariciar su rostro.

 

-Yo te quiero de verdad- susurró bajito antes de besarla nuevamente apenas con un roce- nunca haré nada que no desees- susurró antes de abrazarla nuevamente contra si, aguardando al tiempo que volvía a acariciar su cabeza con suavidad y le tarareaba algo muy bajito en italiano, una nana que usaba su madre cuando él se asustaba de pequeño

Si a él le había servido, quizás a ella también

[Lisette Ryddleturn]

Lisette dejó escapar un fuerte suspiro mientras que le parecía sentir que el otro hombre la abrazaba con calidez y comenzaba a mecerla de forma que prontamente, casi se estaba quedando dormida

Tal vez lo estaba juzgando mal y Alessandro de verdad estaba interesado en ella y su bienestar y además, probablemente era cierto que ella le tenía que gustar bastante

No cualquier persona se arriesgaría cuando estaban rodeados de enemigos a cuidar y proteger tanto de una persona, y luego mostrarle todo su afecto solo por si acaso y perdían la vida sin querer

Después de todo, ella se encontraba débil e indefensa y si aquel italiano que tenía una varita a la mano quisiera, podría tomarla a como se le antojase, sin que ella pudiese defenderse.

 

Sonrió.

 

Tal vez, Alessandro no era malo y ella solo estaba nublada por el sentimiento que ahora estaba descubriendo y donde tristemente, Hayame comenzaba a decir adiós de manera muy lenta pero inexorable.