Osito Mediador: El Escape

[Lisette Ryddleturn]

Entonces Lisette notó su mirada, esa mirada que le daba miedo y que parecía revelar a un hombre que no era con el que ella convivía de forma normal y que la ponía demasiado nerviosa

Era como si en esos momentos en verdad ese sujeto se convirtiera por completo en otra persona y no estuviese muy segura de con quién estaba hablando o para quien estaba trabajando

Al menos eso le ponía por seguro su decisión de que quería regresarse lo más rápido posible con su familia, con aquella familia que la hacía sentir a salvo

Y que no provocaba que ella se pusiera a temblar como si hubiera hecho algo equivocado o como si estuviera a punto de ser engullida nuevamente por alguna especie de demonio oscuro

Tragó nerviosamente y comenzó a frotarse los brazos finalmente sintiendo por primera vez desde que empezasen con ese trabajo el frío de la costa y habló con voz temblorosa y algo tímida

 

-Alessandro?

[Hayame Snape Potter Black]

El miembro del Ministerio de Magia Italiano finalente separó bien los labios y observó con firmeza a la muchacha, preparándose para ablar como debía cuando un sonido distrajo su atención, haciendo que levantase la vista con alarma y lo más rápido que había podido al grado de que incluso se había hecho daño en el cuello; algo se movía rápidamente en dirección a ellos y no había tiempo que perder; ni hablar, iba a perder a la muchacha, pero a final de cuentas y por mucho que le doliera, prefería que si una de las dos vidas tenía que entregarse en humilde sacrificio por el bien mayor...

Bueno, no fuera precisamente la de él, morir y ser torturado dolía mucho y seguramente a la pequeña Ryddleturn no le iba a molestar, después de todo según entendía a esa familia se le daban muy bien esas cosas, verdad?

 

-Demonios, es el enemigo- gruñó fingiendo que sentía una gran furia en aquellos momentos

Movió una mano para llamar la atención de la muchacha y la tomó de los hombros para que lo viera directamente, el dorado de estos destellando con su ansiedad otra vez

 

-No pongas atención a ellos ahora, ponme atención a mi!- dijo rápidamente Alessandro- escucha, es hora de jugarnos las cartas- se agachó y le miró con seriedad- les jugaremos una broma; una en la que van a caer y eso nos dará la oportunidad de escapar y liberar estas cosas o destruírlas de ser necesario para que ya no puedan aprovecharlas en los pobres inocentes que viven en el puerto… estás conmigo?- le miró con intensidad, tenía que convencer a esa tonta novicia o estaría en problemas

[Lisette Ryddleturn]

La muchacha se sentía bastante confundida y se apretó las manos cerca del pecho mirando hacia uno de los lados del barco con nerviosismo creciente

Pudo ver el momento en que el amigo del mago parecía ponerse pálido y agitar un poco los brazos, como si algo que no hubiera previsto comenzara a pasar pero le estaba costando poner atención

Alessandro le estaba pidiendo demasiado y su mente ya estaba indicándole que todo lo que estaba pasando en aquellos momentos estaba mal y que ya deberían de estar huyendo

Lisette le miró un segundo, antes de asentir con seriedad y se forzó a bajar las manos aunque por si acaso sacó la varita y la sostuvo con fuerza en su mano derecha

-Creo que nos estamos perdiendo de alguna pista pero no logro adivinar cuál es, siento que nos estamos saltando algo que podría ser muy importante incluso para salvarnos nosotros mismos

Intentó explicarle con una voz que era baja aunque intentaba hacerla más firme

[Hayame Snape Potter Black]

-Bien, sígueme el juego- ordenó enderezándose de nuevo el mago mientras que se daba cuenta de que tenían los minutos muy contados y como no pusiese su plan en acción, estarían más que muertos; le pareció escuchar un ruido, indicativo de que Randall ya se había puesto en seguro y probablemente aguardaría por más órdenes en caso de que necesitara una ayuda de soporte pero...

Por el momento, creía que tenía las herramientas para manejarlo todo de la mejor manera y la más adecuada

Repentinamente, un grupo de magos y todos con las placas del Ministerio de Magia italiano, gritando en aquel lenguaje aparecieron por la parte superior del techo de la cabina, rodeándoles y apuntándoles con las varitas en claras señales de amenaza; se podía ver a los sujetos que les habían estado buscando en las playas un par de días atrás y además, otro grupo de magos que parecían venir de otros departamentos y hasta algunos muggles que parecían saber de ellos, Alessandro estaba bastante divertido en cierta manera, nunca había visto a tantos ministeriales reunidos por algo como aquello y por sus miradas pudo deducir que estaban furiosos.

Tendrían suerte si salían vivos de aquello.

Rápidamente, Alessandro sacó su varita y la apuntó al pecho de la muchacha mientras que tomaba lo que parecía un frasco con parte de aquella poción venenosa y señaló a la rubia con saña colocándose en pose de batalla.

-Te dije que te rindieras, extranjera!- exclamó Alessandro fuerte y enérgico- ahora tendrás que enfrentarte directamente a mí por la deshonra que has cometido en contra de mi país, con esas acusaciones graves!! Malditos ingleses!

[Lisette Ryddleturn]

Lisette lo miró con gran confusión reflejada en su rostro mientras que veía todo lo que estaba ocurriendo y por unos instantes retrocedía un par de pasos, alzando la varita y observando a los magos que ahora estaban por todas partes a punto de atacarla.

Se asustó durante una fracción de segundo, antes de ver como el otro le guiñaba rápidamente el ojo de manera que aquel simple gesto hizo que su acelerado corazón se tranquilizase unos momentos

Así que el chiste era hacer que los otros creyesen que Alessandro estaba de su lado! Brillante. La rubia inglesa sonrió descaradamente y se aseguró de apuntar bien la varita a su "enemigo", colocando una mano en su cintura mientras alzaba la barbilla ante su “rival”.

 

-Si crees que me asustas con eso, estás muy equivocado “niño”

Retó Lisette falsamente con los ojos brillando de diversión

-Me llevaré esta carga y tus amiguitos salidos de la nada y que pretendían sorprenderme con sus actos de aparición repentina no podrán hacer nada al respecto…

 

A Lisette le pareció que su amigo sonreía un poco más pero ella pensó que el otro estaba agradado de que hubiese seguido el plan al pie de la letra

[Hayame Snape Potter Black]

Alessandro sonrió un poco más dándose cuenta de que la muchacha estaba tan distraída y confiada en lo que él le había dicho que era la confianza mutua que se necesitaba entre ambos, que no se percataba de lo rodeada e indefensa que comenzaba a quedar y de que muy probablemente, iba a perder la vida esa misma noche por lo lenta de neuronas que era; no tenía idea de que si el clérigo sonreía en aquellos momentos con tanta luz y emoción previas, era porque la pobre chiquilla ya se había condenado de ahí en delante.

 

Lástima.

 

Lamentaría aquello por el resto de su vida.

Los oponentes se miraron fijamente, sin moverse un milímetro ante la vista atenta de los magos y brujas que les rodeaban y que continuaban apuntándoles como si fueran a asesinarlos en aquel mismo momento

Los dos estaban en verdadero peligro sin importar de qué lado de las varitas estuvieran y el hombre de cabello negro sudaba mientras contaba los segundos que iban pasando; en cuanto comenzara la batalla sería asesinar o ser asesinado o al menos conseguirse unas heridas que justificaran su presencia en aquel lugar como un héroe

[Lisette Ryddleturn]

La mirada de la muchacha era seria y concentrada ahora sabiendo que todos sus movimientos tenían que ser calculados y precisos si era que quería vivir para ver un día más

Mientras que todas aquellas personas presentes le parecían más agresivas que nunca, a la rubia le escurrió una pequeña gotita de sudor por la sien, mostrando su nerviosismo

Mas le valía que aquella actuación fuera creíble o estarían metidos en un buen lío. De aquello dependían su vida y la vida de su compañero aunque… había algo extraño en este.

 

Se notaba ¿nervioso?, ¿ausente?... era como si supiese algo y esperase el mejor momento para desvelarlo, incluso su mirada era de ansiedad e incomodidad, como si meditase que hacer a continuación.

Desgraciadamente, esto también la puso nerviosa pero trató de no reflejarlo en su mirada ya que si lo hacía, estaba segura de que los demás lo tomarían como un signo de debilidad y la atacarían a ella primero

Siempre se atacaba al más débil de un grupo para eliminar las molestias y poder concentrarse en lo más pesado

[Hayame Snape Potter Black]

Se movieron despacio en lo que parecía ser una especie de baile mortal por encima de quienes les estaban observando y se preguntaban, qué demonios estaba ocurriendo ahí y porqué no habían detectado a esos dos mientras ingresaban en aquel sitio; una de las brujas sobre uno de los techos movió los labios hacia otro de sus compañeros que negó con la cabeza, él tampoco sabía como una enemiga declarada del estado y aquel otro que parecía de los suyos habían llegado hasta el barco y más aún, no habían activado las alarmas mágicas que reaccionaban cuando los hechizos tocaban aquellas cargas

Era como si hubieran sabido y se hubiesen anticipado a su llegada o realmente estuvieran sabiendo lo que hacían y eso era irritante

Mientras tanto, los dos fingidos "enemigos" estaban rodeándose y sin dejar de apuntarse con las varitas soltando chispas ardientes hasta que el italiano de ojos dorados, emitiendo un grito de guerrase lanzó a atacar sacando las primeras maldiciones cuyo calor marcaron la madera del navío que humeó ante los primeros impactos; sus movimientos eran mas rápidos y precisos que cuando habían entrenado y se notaba por mucho que a la Ryddleturn le costaba trabajo defenderse. En un momento, pareció que uno de los hechizos de la mujer había golpeado en el pecho a su rival pero Alessandro tan solo se rió, la varita levantada y un escudo reflejándose en su rostro

 

-Crees que con esos hechizos tan básicos vas a poder conmigo?

 

Esta vez Alessandro fué quien dio un golpe certero que esperaba que hubiera dado directo en el rostro de la muchacha o eso pareció cuando unas cuantas gotas escarlata cayeron en la madera de la cubierta.

[Lisette Ryddleturn]

La bruja parpadeó completamente confundida por las palabras que le estaba dirigiendo quien se suponía era su compañero de mayor confianza, porque estaba delatando sus golpes?

Trató de cubrirse de nuevo pero el otro dio un golpe certero con una maldición que dio directo en el lateral de su mejilla y rápidamente esto le provocó el que comenzase a sangrar, sorprendiendo a la chica que se tocó el corte que cruzaba su mejilla.

 

Aquel ataque había sido totalmente verdadero, como si en realidad estuviese queriendo hacerle un daño de importancia o para debilitarla… pero no podía ser o si?

Se levantó de un salto al haber caído al retroceder por la maldición mientras seguía levantando ahora sus propios escudos al ver como el otro continuaba atacando, aquello cada vez menos le parecía una actuación.

Pero tal vez era que Alessandro quería ser realista, si, debía ser eso, a diferencia de ella el sacerdote se esforzaba por salvar sus vidas dando pie a la actuación de su vida.

 

La bruja tenía que reconocer que aun tenía mucho que aprender.

 

Gruñó y su siguiente maldición fue directa al estómago de su compañero decidiendo que ella también daría su mejor esfuerzo y sintió que finalmente lo derribo en el suelo

[Hayame Snape Potter Black]

El hombre tenía que admitir que aunque la chica se había tardado realmente lo suyo en entender lo que el otro pretendía fingir, finalmente había caído en su mentira y sus ataques habían pasado de ser confundidos a ser pretendidos con gran precisión; al menos le daba puntos a la Ryddleturn por ello, la niña se estaba imponiendo con gran fuerza y se encontró con que empezaba a acumular heridas también pero al menos todavía se sentía la inseguridad de esta con cada maldición que no era tan potente como debería

Eso era una conveniencia para el mismo Alessandro porque significaba que cuando el decidiera imprimirle poder a lo suyo, la rubia no iba a tener ninguna manera de defenderse; la iba a tomar tan de sorpresa que ni ella misma iba a saber por dónde la habían derrotado y eso era un punto de ventaja para el italiano que no quería morir todavía

Se lo debía a sí mismo

La chica consiguió colarle finalmente un rayo que más que darle directamente le rozó la frente, ocasionándole un fuerte enrojecimiento; ante aquello no pudo menos que resoplar molesto por su propio descuido infantil, antes de sonreir.

 

-Seducir a tu rival enfrente de los enemigos no es precisamente lo mio, pero si gustas…