• Una epidemia en Hogwarts •

[Ashley Peverell]

La bruja había salido de la habitación donde había estado con Lisette que la había estado cuidando en esos días ya que había estado muy enferma y por lo tanto no había podido estar tan sola por su cuenta como solía estarlo normalmente, así que la amable chica se había ofrecido a estar con ella y como la familia tenía que estar toda junta, se la habían llevado a la casita Snape, normalmente la niña no hubiera aceptado aquello porque no solían gustarle las casas pequeñas y donde no pudiese explayarse cómodamente además de que las camas no eran ni siquiera un poquito cómodas, todas eran viejas e iguales y comenzaba a creer que su hermana solo había duplicado todos los viejos muebles del profesor, así que prácticamente todos los visitantes y la familia que tenía habitación en el sitio, dormían en la cama del profesor.

La hermosa brujita que en esos momentos no tenía su aura de ángel de siempre debido a su enfermedad, dejó escapar un suspiro muy pesado y se talló los ojos

-Ah Lisette, no sabría decirte honestamente porque siempre le gusta meterse en problemas y no vamos a poderla sacar toda la vida de ellos porque no somos su mamá

Dijo la chiquilla y pareció que tenía bastante sueño porque volvió a tallarse los ojos hasta que las voces que venían desde el piso inferior la hicieron soltar un pequeño quejido, que sonaba con la ternura de una pequeña a la que las personas siempre terminan queriendo abrazar de lo dulces que son.

-Y ahí va, está gritando otra vez, no sé como la dejan hacer eso

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape. Ottery

Hayame

Casi se pone a estornudar

Le había parecido que alguien había querido hablar mal de ella pero definitivamente la bruja no estaba de buen humor, mucho menos para estar aguantando ninguna tontería de ninguna persona, aún fuese su familia; o quizás se tratase de algún enemigo, pero estos no solían ponerle la suficiente atención como para provocarle semejante acceso de gripe por lo que tan solo se limpió la nariz

-En todo caso... nunca hubiera dejado que el Ministerio se llevara a Akira, como dije, tenía todo preparado para cualquier circunstancia

Volvió a quejarse mientras cerraba los ojos

Al menos Xell le daba el beneficio de escucharla y no comenzaba a hacerse ideas raras sobre de que la Snape sería capaz de abandonar a su hijo primogénito a la primera oportunidad; ella no era ese tipo de persona, había dado mucho tan solo para poder tenerlo y no iba a dejarlo botado a que alguien se diese cuenta de cómo había nacido al final

Suspiró pesadamente antes de seguir

-De todas maneras... no lo trajiste, cierto?

Abrió los ojos pero solo a la mitad de estos, para enfatizar su mirada sobre la pobre de Xell que no tenía la culpa de nada

-A qué has venido?... no pregunto de forma grosera -aclaró alzando un dedo en dirección de su elfo que parecía que ya estaba abriendo la boca para recriminarle -te pregunto porque justamente estoy de camino a Hogwarts, voy muy de salida a pesar de la hora...

[Lisette Ryddleturn]

Casita Snape

La bruja casi se cae un poco de lado cuando escuchó el resto de cosas que decía su amiga en el piso de abajo y esta vez en lugar de angustiarse, comenzó a reír divertida

-Bueno, supongo que a final de cuentas el drama siempre va a ser parte de esta casa

Dijo y levantó dos dedos formando la V de victoria pero entonces miró mucho mejor a la niña que estaba a su lado y si ya no quería hacer gestos de alarma, eso lo cambió todo

-Pero por todos los cielos, niña, deberías de estar en la cama, no estás ni saludable ni en buenas condiciones como para estar de pie en estos momentos!!

La chica se colocó las manos en la cadera y rechistó un par de dientes antes de negar varias veces con la cabeza y luego, cambiar su gesto por uno resignado y preocupado

-Se nota que ustedes dos son hermanas, no tienen remedio y siempre hacen cosas que las meten en problemas o que están en contra de su propia salud, merecen tener su propio hospital

Dijo alzando la mirada al techo como si ahí estuviera la respuesta a todos sus pesares

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape. Ottery

Czésar

-AMA HAYAME, YA LE DIJE QUE DEBE DE COMPORTARSE PORQUE SI NO LO HACE, YO MISMO SERÉ EL QUE LE IMPONGA UN CASTIGO EJEMPLAR!

Los elfos no acostumbraban a gritarle a sus amos de esa manera pero el pequeño elfo doméstico ya tenía la suficiente experiencia para saber hasta qué punto estaba indicado que pudiese darle uno o dos estirones de orejas a su ama; había días como aquel (o noches más bien) donde esa bruja se pasaba de dramática y alguien tenía que recordarle su sitio maduro, ya fuese la chica que había sido su novia o incluso, su propio elfo si eso era lo que necesitaba

A veces el mismo Czésar tenía que imponerse y con un nuevo elfo doméstico a su servicio, uno joven que apenas estaba aprendiendo a convivir con ellos lo mejor era que impusiera una mano firme

-Ahora si no les molesta, ire por el café y las viandas de viaje por si acaso deciden que prefieren ir juntas al colegio y arreglar todos estos asuntos como la mujer madura que es ama -regañó Czésar nuevametne comenzando a llevarse la bandeja hacia la cocina- porque es evidente que la señorita Vladimir sí que lo es!

Aseguro terminando por desaparecer por el pasillo

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[Ashley Peverell]

La niña se sentía lo suficientemente enferma como para no tener demasiadas ganas de discutir, estaba un poco deprimida porque su cabello de oro que por lo general tenía la fuerza de los rayos del sol en aquellos momentos se encontraba bastante mustio y triste, tanto como la salud de la chica que estaba segura que también era un reflejo de los poderes oscuros que estaban haciendo mella en la felicidad, la pureza y la bondad de todos los que vivían en aquel pueblo porque si había algo que la Peverell tenía en claro, era que toda la magia poderosa de los hechiceros era un reflejo del orden normal de la naturaleza que los rodeaba y los hacía un conjunto de seres vivos.

Un ambiente controlado, una rama y el abrazo de la madre naturaleza que les regalaba de sus bondades para que ellos con sus hermosos poderes los compartieran con el resto del mundo.

Pero ahora tenían en el gobierno a un hombre contaminado, a un ente de la maldad y seguidor de la oscuridad que reflejaba el lado más frío y cruel de los humanos y que con esa aura que ya poseía les estaba guiando a la perdición incluso antes de que él supiera lo que estaban haciendo sus poderes o quizás sí lo sabía y por eso se sentía tan satisfecho, porque guiaba a las personas al borde del precipicio con esa oscuridad que se lo devoraba todo sin dejar esperanza alguna

-¿Deberíamos de acompañarlas?

Cuestionó la pequeña niña, pasándose de forma encantadora un dedo por debajo de la nariz antes de ver como su perrito pug salía corriendo del cuarto y comenzaba a ladrar escaleras abajo.

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape. Ottery

Hayame

La bruja cerró los ojos con cansancio y fastidio, inclinándose hacia delante mientras que colgaba los brazos y un tic aparecía sobre uno de sus ojos

-Porqué siempre ese afán de regañarme como si yo fuera la culpable de todo lo malo que sucede en el mundo?

Dijo todavía con el tic más firme para después negar varias veces con la cabeza y emitir un gemido fastidiado

-Ya está... bueno, como no trajiste lo que necesitaba y al parecer te vamos a llevar con nosotras a Hogwarts, quien sabe y me sirvas de rehen mientras amenazo a Sagitas con asegurarme de que los papeles de Akira están correctos -dijo la bruja abriendo un solo ojo para entonces, con esa misma pose ver a Xell -ah si... use mis chismógrafos y me dijeron que la loca de mi hermana está en Hogwarts haciendo no se qué deberes así que tenemos que ir ahí de inmediato, antes de que la descubran o nos descubran

Dijo y de ahi se encaminó al saloncito para recoger al menos una capa y algunas cosas especiales que algo le decía que iban a necesitar

Desde que hubiese terminado con su clase de Adivinación y le hubiesen puesto esa maldición del demiguisse, había tenido problemas para no entrar en trance de forma abrupta y apenas y estaba pudiendo controlarlo adecuadamente

-Vienes?

[Thoth]

Lord. Asdruval Licaón

Prof. de vuelo.

 

La situación del colegio era grave y más por cada enfermera parecía parecer de aquello, era necesario pedir ayuda alguien más y no estaba seguro si era lo mejor, por ello al dejar a los enfermos en la enfermería, me marchaba del colegio y me dirigía al Bosque Prohibido. En el trayecto me pareció que nadie seguía mis pasos, solo me limite en usar una capucha blanca que cubría mi rostro.

 

-Pensé que la puerta sur estaría abierta. - Murmuró y camino hasta la torre de Ravenclaw, allí existía un pasadizo en tiempos de Rowena que daba al lugar donde me dirigía, cuando pasaba por los pasillos con prisa escuchaba rápidamente en la entrada a un grupo de tercero intentando ingresar a la sala común, en ello subo por las escaleras y frente a la estatua de águila escucho el acertijo y respondo.

 

-La muerte. - El pasaje se abre e ingreso, veo como varios se encontraban despierto y eso no lo podía permitir, ellos me preguntaban sobre el estado del profesor o sus compañeros pero ante cada palabra de consuelo y esperanza que les daba, aún existía en ellos un cierto temor. - Y es menester descansar, así que todos a dormir. El mañana traerá nuevos desafíos y sorpresas. - Me giraba y me marchaba.

 

Al salir se encontraba Helena, nuestro hermoso fantasma de casa y me expresa. - Profesor. - En ello me acerco a ella y me alejo de la entrada, la cual aun seguía cerrandose. - Aún lo esperan, es curioso como nuevamente ocurre lo que hace años paso. - Suspira y me atraviesa. -¿Acaso va buscar respuestas con él? ¿No sería mejor ir a donde todo comenzó? - En ello replicaba. - Es imposible esa cámara el director de aquel tiempo la clausuró y se encuentra maldita. - En ello Helena se acerca. - Y aún así profesores y estudiantes ingresaron por descuido. - Me alega. - Imposible...

 

Me marcho y me dirigo a ese pasadizo, esperando que se encontrara abierto, era momento de hablar con el Guardián del Bosque o si andaba alli el magizologo, no se pero algo me decía que ellos tendría respuesta, igual no se habían presentado en la cena.

 

Solo esperaba que el nuevo docente o aquel Gryffindor ( @Gary M. Ollivander ) no metiera sus narices en mis asuntos, igual le tenía cierta desconfianza.

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape. Ottery

Hayame

Terminó de recoger las cositas del salón para poderse retirar al colegio, con el pensamiento de que lo mejor sería adelantarse a cualquier cosa y estar atenta por si de repente le mandaban el aviso de que los papeles legales estaban terminados; dudaba que eso fuera a suceder, con todos los problemas que habían estado ocurriendo en el Ministerio ultimamente, lo más probable era que fuesen a perderse un montón de cosas y entre esas se temía, lo referente a sus dos hijos

Se hizo el largo cabello hacia atrás y entonces, una figura bajó de unas escaleras estrechas, que siempre estaban cubiertas y que casi nadie usaba ya que daba a otras habitaciones, ocultas en uno de los costados de la casa

Mas bien, como una duplica de la propia casa

-Iré contigo

Dijo la voz severa y baja de aquella figura como si no fuese a dar más opciones a respuesta pero la Snape se volteó para verle antes de componer un gesto comprensivo pero negativo, sonriendo un poco

-Aún estás débil y no quiero que te arriesgues a aparecer así -le dijo pero la figura ya se había retirado hacia la salida de la casa

La bruja rodó los ojos intentando ser paciente y finalmente, se encaminó a seguirle esperando que no les esperasen demasiados problemas en el colegio

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[Mackenzie Malfoy]

Sohpie Evans Malfoy

 

- Gracias, Profesor. -Sophie agradecía la ayuda del mago que acababa de bajar a Danna del techo y dedujo por su aspecto que no era uno de los alumnos. Más tarde se enteraría de que era Asdruval Licaón, el Profesor de Vuelo.

Danna lloraba inconteniblemente, presa aún del pánico. Con las vueltas que había dado, girando como una peonza en el aire, tenía que estar muy mareada. No pudo ni responder al profesor cuando éste le preguntó cómo se encontraba. Sólo movía la cabeza y nadie sabía si eso era un si o era un no, pero Sophie tuvo muy claro que tenía que acompañar a su amiga a la enfermería.

 

- Voy a llevarla a la enfermería, Profesor. -Se ofreció Sophie, al tiempo que una chica rubia de las mayores se les unía, interesándose por lo que estaba pasando.

 

Sohpie aún pudo escuchar algo de la conversación entre el profesor y la chica rubia, antes de tomar del brazo a la pobre Danna y llevarla camino de la enfermería. ¿Qué estaba pasando en Hogwarts? Desde luego todo aquello era muy raro y ahora que sabía que uno de los profesores estaba afectado, la pequeña ya no sabía que pensar. ¿En serio estaban más seguro en Hogwarts que en casa, con el yayo y mamá?

 

La enfermería estaba repleta de chicos afectados por todo tipo de cosas raras. Algunos reposaban en cama, aparentemente tranquilos, pero otros estaban realmente mal. Pudo ver a un chico un poco mayor que ella, entrando y saliendo de un armario y adoptando formas extrañas, cada vez que salía, como si fuera un boggart. Una chica, de las de primer año que había ido con Derek en una de las primeras barcas, bailaba sin poder contenerse, como si fuera un Mooncalf bailando a la luz de la luna. Y a uno que los de la enfermería tenían bien apartado, le había salido un caparazón en la espalda y lanzaba llamaradas, cada vez que alguien se acercaba, como si fuera un cangrejo de fuego.

 

Había tantos esperando a ser atendidos que Sophie empezó a pensar que se quedaría sin cenar aquella noche.

 

- ¡Sophie! ¡Sophie! ¿Estás bien? Me dijeron que habías venido a la enfermería. - Era Derek, corriendo hacia donde aguardaba con Danna. Tan impulsivo como siempre.

 

- Estoy bien Derek, sólo acompaño a Danna. Ella sí se volvió como un Billywig, pero un profesor la rescató del techo. Aunque está muy mareada.

 

Derek la abrazó, aliviado de encontrarla a salvo de parecer cualquier bicho raro. Era un consuelo, sí. Pero Derek nunca se quedaba mucho tiempo quieto en ningún lado, así que a Sophie no le extrañó verlo correr por la enfermería en dirección a alguien que a la muchacha le pareció reconocer. ¿No era la señora Druggs? Alguna vez había ido a casa a visitar al yayo y a mamá.

 

- ¿Puede echarle un vistazo a Danna, Señora Druggs? Es nuestra amiga y se volvió un billywig. -Preguntó Derek, agarrando a la enfermera de la manga y llevándola hasta donde aguardaban las chicas. Él siempre encontraba alguna forma de evitar las esperas y saltarse el turno.

 

- Ponedla en aquella camilla -dijo la Señora Druggs, tras examinar brevemente a Danna. - La chica está bien, aunque aún se encuentra mareada. Sólo quedaros junto a ella y vigilad que descanse.

 

Los chicos aguardaron un largo rato, hasta que la Señora Druggs volvió, examinó de nuevo a Danna y mandó a dormir a los muchachos.

 

- Danna se queda aquí esta noche. Vosotros id a vuestros dormitorios, la cena ya terminó y todos se están recogiendo -les indicó.

 

Afuera de la enfermería, Sophie agarró a su hermano por el brazo, que ya corría hacia los dormitorios.

 

- Derek, ¿tu tienes casa? La cena terminó y seguro que ya ha finalizado la ceremonia del Sombrero Seleccionador, pero yo estaba en la enfermería. ¿Dónde voy a dormir?

 

- ¡La Ceremonia! -Derek se llevó una mano a la frente, como si se acabara de acordar.

 

Sophie no sabía qué pensar. Al menos no tendría que ir a Hufflepuff. ¿Pero dónde dormiría aquella noche? No sabía si aliviarse por no haber tenido que pasar por la Ceremonia de Selección o preocuparse por no tener un lugar al que acudir en aquellos extraños momentos.

 

- Yo tampoco estaba, así que se supone que no puedo ir a los dormitorios de Slytherin, si supiera dónde están, claro.

 

- Todavía no eres de Slytherin.

 

- ¡Qué tontería, Sohpie! ¡Como si lo fuera!

 

- Bueno, pues ve a los dormitorios, listillo. Mamá dijo que estaban en las mazmorras. -Sophie se dio la vuelta, dispuesta a encontrar a algún prefecto al que preguntarle qué hacer. Que Derek se las apañara con su est****a arrogancia.

 

- ¡Ven, Sophie! ¡Vamos! -Llamó el chico, agarrándola de la túnica.

 

- ¿Adónde?

 

- Tu ven y calla. No hagas ruido. -Ordenó Derek, arrastrándola de vuelta hacia el Gran Salón.

 

Sophie se llevó la mano a la boca, en un gesto de muda sorpresa, cuando comprendió lo que pretendía hacer su hermano.

 

- ¡No te atreverás! -Explotó atónita, mirando al Sombrero Seleccionador, que aún reposaba en la silla, frente a la tarima donde se habían sentado los profesores. No había nadie en el Gran Salón en aquellos momentos, pero aún así Derek se había vuelto loco.

 

Sin pensarlo dos veces, Derek se sentó en la silla y se colocó el Sombrero Seleccionador en la cabeza. Sophie lo miraba perpleja. ¿Qué le estaría diciendo el Sombrero Seleccionador? La conversación, realmente, no duró mucho. La cara de Derek pasó del rojo de ansiedad al granate de plena satisfacción y, entonces, Sophie simplemente oyó al objeto mágico pronunciar las palabras obvias.

 

- ¡Slytherin!

 

-¡Siiiiii! - Gritó Derek de alegría. - Es tu turno, señorita.

 

- ¿Pero qué te ha dicho?

 

- No mucho. Sólo me dio la razón. - Respondió Derek, guiñándole un ojo a su hermana.

 

Bueno, era obvio. ¿Pero qué ocurriría con ella? Resignada a su destino, Sophie se colocó el Sombrero Seleccionador en la cabeza.

 

- Vaya, vaya, una Malfoy tenemos aquí -la voz del Sombrero sonaba perfectamente clara en la cabeza de Sophie. - ¿O debería decir Evans? Mucho de tu padre has heredado, jovencita, por más que tengas el porte de tu madre. -¿De su padre? Si ella no había conocido siquiera a su padre. - De casta muy antigua vienes, corazón de acero, tan reservado y noble, como aguerrido y valiente. Mmmmm... ¿crees que tengo alguna duda? -Sophie temblaba. -No, por supuesto que no. Ninguna duda. ¡Gryffindor! - Estalló finalmente el Sombrero en un grito audible que se fundió con la sorpresa y alegría de la propia muchacha.

 

Sophie se quitó el sombrero y lo dejó junto a la silla, todavía con los ojos abiertos como platos.

 

- ¡Vaya! Ahora seremos como Harry Potter y Draco Malfoy. - Bromeó Derek, abrazando a su hermana.

 

- No seas bobó. -Repuso una sonriente Sophie, dándole un empujón cariñoso. - Busquemos a los prefectos y vayamos a dormir, antes de que algo nos convierta en sapos.

 

A la muchacha le apenaría toda su vida haber dicho aquello. De pronto, la lengua de Derek empezó a crecer y a crecer, al mismo tiempo que la suya. Intentó hablar, chillar, pedir ayuda, pero fue en vano. La lengua ya les llegaba a la cintura a ambos hermanos y seguía creciendo. De pronto sus pies salieron de los zapatos, convertidos en unas plantas palmípedas, como las de los sapos y las manos sufrieron la misma transformación.

 

Aterrados, los dos hermanos comenzaron a correr hacia la enfermería.

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape. Ottery

Hayame

Ya se encontraban en la salida de la casa revisando los últimos arreglos pero para variar, esta vez la bruja tomó al bebé que se había colocado en el cuerpo y se lo pasó al hombre cubierto, que lo recibió algo titubeante; parecía que nunca había hecho aquello y por primera vez, la Snape sonrió brevemente con una mirada que se resistía a suavizarse, sabiendo que podría molestar a la otra persona debajo de la capucha

-No muerde

Aseguró mientras recibía en respueta un gruñido por parte de aquel hombre y la mujer finalmente tomaba un suspiro que pretendía ser paciente

-Muy bien, es hora de irnos entonces

Sentenció y le hizo una seña a Xell para que fuera con ellos para entonces, detenerse al pie de las escaleras desde donde se escuchaban los ladridos agudos de Merlín; a veces la mujer se olvidaba del nombre de aquel perrito y terminaba por ponerle otro, cosa que terminaba haciendo enojar a su hermana Ash

-Nosotros ya nos vamos, Lisette, asegúrate de que Ashley no salga de la cama o en su defecto, de la casa que ya la conozco y no hace caso a las indicaciones de nadie!

Le ordenó aunque no sonaba malhumorada al respecto

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