Aventura IX — Traiciones

[Xell Vladimir Potter Black]

No, no quería que sonara a acusación, aunque no podíamos negarlo, si no había nadie presente, ¿cómo defenderse o demostrar que ellos no estaban implicados en el robo, o para decirlo más suave, en la desaparición del cofre con las lágrimas de las sacerdotisas.

Como la vez anterior, Sagitas volvió a lucir una calma que yo no conseguía; aún me perseguía el bochorno de verme atada y arrodillada delante del resto de mortifagos, algo que me había generado mucha rabia porque yo era inocente. A regañadientes, repetí y asentí sus palabras:

- Somos un mismo bando, no deberíamos olvidarlo antes de atacarnos entre nosotros.

Ahora me tocó sorprenderme ante el poder de la tía. Sabía que era una hechicera de gran nivel, pero ver aquel fuego esmeralda que salía de su mano, sentí su gran poder al estar a su lado.

Ella no lo dijo, pero yo sí me atreví:

-Hacer caso a la Lugarteniente del bando.

A Sagis no le gustaba alardear de su alto cargo, pero yo estaba muy orgullosa de ella y de su poder. Era lo más...

Hizo un círculo quemando el suelo, diciendo que todos habláramos. Nadie parecía moverse, o con miedo o con respeto reflejado en su rostros. No me fiaba y, aunque sabía que le tía era autosuficiente para defenderse, me preparé para usar el conocimiento TEMPORIS que había estado practicando últimamente, tanto fuera con la Parálisis Temporal como con el hechizo Círculo Astral. Ambos impedirían que la atacasen a traición.

- Debe de ser una broma, ¿crees que alguien entrará a confesar que ha robado el cofre? - se lo dije muy bajito porque no quería que nadie oyera que contradecía a Sagis. Delante de todos, yo la defendería y apoyaría en lo que fuera necesario.

Esperé a su lado. Si nadie se decidía, daría inicio yo misma del uso de aquel imponente círculo quemando.

 

**** LLamado a todos los participantes ****

El tópico de aventura quedará cerrado el 20 de octubre. Aún hay tiempo de que os paséis y os unáis a la trama del rol. Recordar que son mínimo de 5 roles para aprobar, siempre que sigáis el rol y uséis los hechizos que os pertocan.

@ Matthew Black Triviani

@ Kamra Ashryver D.

@ Azrael Lycan

@ Ericen

[Thoth]

Retorno del Tiritero

En medio de la conmoción y ajetreo se creó un portal, de este salen doce hombres vestidos de las mismas maneras, es decir un atuendo blanco y una máscara similar a la persona que los encomendó para esa tarea, sin embargo, eran seres inocentes, porque se encontraban bajo la influencia del nigromante, quien empleo un arte de los Senecales de Caronte para tenerlo bajo su dominio total.

-Sectupsempra.-

Girtaron al unísono los hombres quienes apuntaban la varita a esas brujas y magos leales a los líderes de los clanes. Y los rayos comenzaron a salir desprendido de sus varitas con la intención clara de atacar de sus victimas ( @Ericen , @ Kamra Ashryver D.@ Matthew Black Triviani y @ Xell Vladimir Potter Black )

Estos repetían y otra vez la maldición, con un leve intervalo de silencio para gritar al unísono. -Van a morir enemigos de la Sangre, van arder en llamaradas. -

Y pocos segundos, después una estela oscura sale de ese mismo portal, y se comienza a materializar rápidamente, a diferencia de ellos este se encontraba vestido de un atuendo blanco, y con la máscara del Titiritero, en sus manos ardía el fuego del tártaro. 

-Quizás puedan batirse contra esos seres sin voluntad. - Siseo en parcela el mago tenebroso. - Pero a ver que hacen con este fuego. - Y se lo lanzo, creando de esa forma una barrera de fuego que los comenzaba a rodear, sus hombres morían calcinados y gritando, saliendo del control del Titiritero, quien empleo un conocimiento como su nombre.

-Caudex.-

Grito en lengua inglesa. Y su cuerpo fue envuelto una fina capa gasesosa. Además, que activo el Caudex, lo cual hizo que la bruja ( @ Ericen ) se encontrará como una simple mortal, antes ya lo había pasado tres veces por su corazón, reduciendo a la misma a una simple mortal sin magia. En los pocos segundos, lanzo una llamarada mayor contra la misma.

-Vara de Cristal. - Hice pausa. –Fuego Compacto. –

Esta tenía clara intención de aniquilar a esa mujer, a este no le importaba si le conocía o no, pero algo le decía que era alguien de tener cuidado. Por ello, su ataque fue fulminante, y por eso empleo esa distracción, esto se encargaría dar muerte a sus enemigos, ya que para el tiempo que había desaparecido no reconocía a nadie de esos seres como integrante de la Marca Tenebrosa. No obstante, la lealtad del egipcio no es solo por rangos sino por algo más, y para su mente Black era quien era el líder, los otros eran simplemente traidores.

Off.

Ya le había comentado a Mael, sobre que mi pj se está incorporando, o más bien está dando señales de su ser Mortífago. Sin embargo, nadie en el bando sabe quien es.
 

[Sagitas E. Potter Blue]

Tuve que reprimir un poco el deseo de gritarles a aquel grupo. Sí, era la lugarteniente pero eso no me daba derecho a imponer ningún criterio con gritos. Como decía Arya siempre, lo mejor era el diálogo entre nosotros, aunque me costaba a veces no soltar algún improperio. Por eso, cuando nadie quiso entrar en el círculo, me mordí el lateral de la lengua para no llamarles cobardes. No era el espíritu que queríamos para el bando.

-- Venga, muchachos, aquí podemos hablar y manifestar nuestros problemas. No pasa nada por no estar de acuerdo, pero sí hemos de saber decirnos las cosas sin que acaben en... ataduras.

He de reconocer que aún seguía dolida por cómo nos habían tratado, pero seguía teniendo mi promesa expresa con la Ama Asran de no implicar a los Senescales en una guerra de clanes. Así, esperé que alguien se atreviera a ser el primero en entrar en el círculo. No quería ni pensar en lo que iba a decir Arya cuando descubriera que le había estropeado el suelo de la Torre Oscura; de eso ya me ocuparía cuando se enterara. No en vano, la Torre Oscura es el lugar concreto y específico donde sólo podían entrar sin más la Líder os los Lugarteniente; cualquier otro mortífago, sólo podría entrar siendo invitado, sin más, ya que las protecciones eran únicas.

Es por eso que presentí, (porque fue eso, no sentir sino presentir) que alguien intentaba un Haz de la Noche para entrar en la Torre. Soy una maga de muy alto nivel así que casi detecto los hechizos que se están haciendo a mi alrededor, casi como un sexto sentido. Lo vi hacerse, llegar a la Torre Negra y deshacerse. Por un momento temí que pudieran ser Arya o Mael. Cualquier otro hubiera sido un lunático de pensar que podía aparecerse en un lugar tan protegido. Si ellos habían hecho un portal, era que pasaba algo grave. Pero no sucedió nada. 

-- ¡Alguien nos ataca! -- grité, señalando al lugar donde había detectado el Haz de la Noche fallido.

Quien fuera, también usaba un hechizo del clan. Eso me hizo fruncir el ceño; detectaba el tatuaje de mi barco reconociendo a un igual. Eso limitaba mucho al traidor que estaba atacando nuestro lugar de mando y, tal vez, el traidor que hubiera robado el cofre, aunque ésto no era seguro. Tendría que hablar con la Capitana de ésto. Quien fuera, tenía un poder fuerte, pero no tanto como para resistir el crear un haz y, a la ver, usar un hechizo del clan como, por ejemplo, "Titiritero". Era imposible. Los seres que hubiera podido manipular, le hicieran caso tras hacer dos hechizos tan poderosos, así que deberían haber fallado y el esfuerzo por hacer todos juntos seguramente estaría cobrando sus energías.

Sonreí más por rabia que por felicidad que no sentía.

-- Alguien no quiere que Arya siga en su cargo. ¡Y le pertenece!, ¿me oyes? ¡¡Ella es la líder!!

No sé porqué intuí que era contra ella. Supongo que porque nadie ataca la sede exclusiva del líder si no es porque le odie. Arya y Mael deberían saber cuanto antes de este ataque. Ahora sí que estaba enfadada y no me opuse a que mi rabia saltara. Hice un ademán para que se alejaran de mi alcance a los mortífagos que tenía delante y lancé un Fuego de Tártaro que se había ido formando sin control en mi mano. El impacto contra la pared formó una explosión esmeralda que dejó negra la zona de colisión.

Ahora tendría dos "accidentes" que confesarle a Arya.

[Kamra Ashryver D.]

Los ojos dorados de Kamra viajaron desde Ericen hasta la otra mujer quien parecía casi al borde de un ataque nervioso - Querida no te apures - las palabras salieron lentas y en su habitual tono desinteresado - alguien debe hacer las preguntas adecuadas ¿De estar yo en tu lugar, no sospecharía de mi? Para mí todos son potenciales traidores, pero no condenaré a cualquiera sin pensar primero. 

Ashryver miró a la pelivioleta mientras su mente corría buscando algún recuerdo de algún miembro de su Clan con el nombre de Agatha. A quien engañaba, si no era más que alguien a la que no le interesaba la interacción con otras personas dentro del bando tenebroso a menos que fuera sumamente necesario ¿Un poco arrogante? Si, y no se inclinaba a ocultarlo. Kamra se cruzó de brazos e hizo un buen trabajo fingiendo que pensaba una repuesta antes de mirar a la otra mujer con el rostro lleno de indignación fingida - ¿A qué nos rebajamos los Nosferatu? Desde luego no a jugar a los piratas buscando un tesoro perdido ¿Pero que tonto lo haría, verdad? 

- En fin, no conozco a ninguna persona con el nombre que dices, pero sería oportuno preguntarle a algún otro Nosferatu si así conseguimos alguna información - Tampoco se fiaba de ninguno de su propio Clan y sonrió arrugando la nariz hacia uno que la miró con un poco de disgusto. A su alrededor cada rostro que miraba estaba un poco perplejo o iracundo ante la idea de tener que dar un paso adelante y hablar de algo que desconocían ¿Cuántos de ellos no tenían ni una palida idea de lo que hacía la reliquia? Si sabían tanto como ella, estaban con los ojos vendados. 

De un momento a otro, tan rápido que hasta ella tardo en reaccionar, la habitación quedó sumida en caos y gritos, la voz de Sagitas de escuchaba por sobre las demás y Kamra no pudo hacer más que tomar su varita y levantarla, haciendo frente a la amenaza mientras se acercaba a Ericen e inclinaba el rostro aguzando su mirada para ver a través de la explosión entre el fuego del Tártaro y la barrera que el recién llegado había conjurado. 

- ¿Qué es esta payasada? - su voz no era más que autoritaria mientras desnudaba sus dientes en una expresión salvaje de ira - Titiritero - claro que algo como eso era obra suya, todo el mundo solía padar la voz sobre lo absurdo de su comportamiento - ¿Cómo va el circo? - si desconfiaba de alguien, sin dudas era el mago frente a ella. 

[Xell Vladimir Potter Black]

Nadie se movió para entrar en el círculo creado por la tía Sagitas. Aún estaba algo conmocionada por aquel poder inmenso al que yo aspiraba llegar algún día. Pero no había servido de nada puesto que ningún mortifago presente  había sido capaz de entrar para hablar.

Sin embargo, sí hablaban desde fuera. Aquella mujer del clan Nosferatu con la que me había enfrentado antes, seguía enfadada conmigo y contestó de forma arrogante que no conocía a aquella Agatha.

- Pues existe, no nos inventamos estas cosas. Esa chica era Nosferatu - afirmé muy deprisa, airada con ella. Creo que nunca olvidaría el mal que me había hecho el estar arrodillada delante de todo a pesar de ser inocente. Creo que de no ser por la tía Sagitas, me hubiera peleado con todos los que me llamaban mentirosa.

Yo también lo sentí, se me puso la piel de gallina al sentir que el tatuaje del clan de los Senescales se movía, aunque no lo supe interpretar. La tía Sagis sí que lo entendió al instante y gritó que nos atacaban.

No vi el peligro aunque seguía con la piel de gallina, algo pasaba. Vi a Sagis usar un terrible hechizo y vi a la mujer llamada @ Kamra Ashryver D. , que decia algo sobre un titiritero. Recordé qué hechizo era aunque aún no tenía la pericia para poder hacerlo. Me pareció que levantaba la varita de forma amenazadora contra la tía, algo que me extrañó. Sin pensarlo, conjuré un Círculo Astral para acelerar el tiempo dentro de él y poder ver con más calma el exterior, para ver a nuestro enemigo.

- Al final sí era un discípulo de Caronte el que era un traidor... ¿Ha querido atentar contra la Líder Arya Macnair?-le pregunté a la tía Sagitas, aún muy confusa por lo sucedido.

[Thoth]

Lycan bufo ante la muerte de @ Ericen  , la cual había sido aniquilada ante su fuego compacto ¿Acaso los angeles caidos se encontraban más que los poderes de los Uzza? Este egipcio no le importo, y siguió con su plan en incendiar todo, igual no le importaba si lo catalogaban como un traidor, este no iba rendir cuenta con seres que ni conoció, en cambio se deleitaba en escuchar los gritos de los hombres que caían bajo su fuego del tártaro. El regente observo nuevamente la Marca Tenebrosa con todo su desden, la Torre Negra, no era más inmune que el Ministerio de Magia, que según algunos videntes este había ayudado a la misma inquisidora ingresar a la sede inglesa. 

 

Traidor, era algo que podía decirse a los seres que tenían miedo de usar todo el poder de la magia, pero en cambio al mago tenebroso no le temblaba la mano en matar y más a las escorias que decian ser leales a los ideales del Señor Tenebroso, por eso en sus manos seguia ardiendo el Fuego del Tartaro, ese fuego que ya había ardido en su poder. Sin embargo, no le importo, por eso menciono.

 

-Detrius.-

 

Y una fina capa le cubrio, este se preguntaba que poder podía usar la gran lideresa de rumores, y si un alma incinerada pudiera dar parte algo, porque estaba seguro que había muerto por su poder infernal. Y si eso fuera poco, esos hombres inocentes seguían exclamando con gritos desgarradores, y solo su mirada se fijo en ellos, mientras una sonrisa se escondía en su mascara. 

[Kamra Ashryver D.]

Gracias a que Sagitas se había apresurado a enviar su propio Fuego del Tártaro a chocar contra el del Titiritero, la onda expansiva los había expulsado hacia atrás y Kamra apenas si pudo arreglarselas para mantenerse en cuclillas antes de apuntar al recién llegado con su varita hace ya varios minutos. Gotas de sudor se deslizaban desde sus sienes y hacia abajo por su cuello debido al calor remanente. La peliblanca miraba con algo de asco a las marionetas maltrechas del Titiritero, reparando rápidamente en que ya había sido testigo del uso de los poderes de los Senescales de Caronte de esa manera ¿Sería este el creador de quién había marchado frente a las fronteras de Rumania dispuesto a iniciar una guerra? Kamra ladeó la cabeza y frunció el seño. 

- No lo dudo, este parece ser lo suficientemente temerario como para animarse a atacar la torre y esperar que las represalias no lleguen - de hecho también podría deberse a la reliquia perdida, pero nadie tenía una maldita idea de lo que hacía y no creía por un segundo que el lo supiera. El jamás podría tener lazos con el alto mando Mortifago y había visto la duda en los ojos de Sagitas cuando preguntó cuál era el uso de La luz de la Sacerdotisa, lo que significaba que ningún allegado a Arya traicionaria la confidencialidad pedida por la Líder. 

Un sentimiento del que escasas veces había sido presa en toda su vida le invadió. Estaba a ciegas, no sabía nada acerca de lo que sucedía y en situaciones así solía descontrolarse, optando por la ofensiva en vez de permanecer neutral. Ashryver observó su muñeca, sopesando cuán efectivo podría ser utilizar los poderes de su clan contra el Traidor. 

[Thoth]

Lycan se encontraba aburrido, así que dejo de emplear el Detrius. Y por eso empleo nuevamente el Fuego Compacto pero no como un hechizo sino como parte de su poder combinado con las Artes Oscuras, a ver que hacían esas defensas inexistente en la Torre Oscura. Este al ser conocedor de los poderes de los Uzza empleo aquello que conocía (poder rolistico), el cual era capaz destruir una ciudad, o un gran poblado, este se preguntaba que podía hacer tal poder contra aquella estructura. 

 

-Fuego Compacto.-

 

Sentencio y la llamarada se desprendió de su Varita e impacta sin duda alguna en esa Torre Negra, este se cuestionaba si su poder como Senecal de Caronte sería tan grande para poder frenar con sistemas de seguridad el poder desatado contra aquella bruja, el cual estaba equipado con la Vara de Cristal. Sin embargo, se deseo divertir, y siguió empleado el Fuego del Tártaro , el cual emanaba y este emanaba como un volcán en erupción, este no le importaba sacrificar su alma para pagar el precio y ver arder a esos seres. A pesar, que conocía que su poder destructivo pocos lo podían doblegar.

 

-Sonurus.- Hizo pausa y su voz se amplifico. -Veamos que poderes, y saberes son más fuerte, si los vuestros o los míos.- Se burlo ante los seres que seguramente su Fuego Compacto había destruido con torre incluida. El egipcio, deseaba diversión, y no le importaría usar todos sus Hechizos de Avanzada y habilidades para atacar hasta la muerte.

 

 

 

 

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Esa cosa...

Señalé hacia el lugar de la Torre donde había estado una pared, ahora calcinada, y un mueble de funcionalidad extraña que ahora no serviría para nada.

-- Ahí...

No quería mostrarme confusa, pero la pregunta de Kamra me sorprendió mucho y la contesté, aunque sin estar segura si era para mí o para Xell, pues ambas éramos las dueñas del negocio.

-- ¿Qué cómo va el Circo? Pues bien, gracias... -- titubeé. ¿A qué venía ahora eso de preguntar por el circo?

A la vez que lo decía, me daba cuenta que la compañera de bando no estaba preguntando por el circo sino que se refería a la escena en sí, la que había patrocinada con mi Fuego de Tártaro. Fruncí el ceño porque me daba cuenta que, al no haber pasado nada, me iban a tomar por loca. Bueno, al margen de que tuvieran razón, mi forma de actuar estaba justificada: nadie puede entrar en la Torre de la Líder. Es territorio exclusivo, cualquier intento sería nulo sí o sí, por las mismas protecciones que mil líderes anteriores habían ido fortaleciendo con hechizos y maldiciones que impedían el acceso si, en este caso, la líder, no daba su permiso. Sólo los Lugartenientes en los que se apoyaba podían acceder e invitar a entrar, sin que pasara nada.

Enarqué una ceja y volví a señalar hacia allá.

-- Alguien ha intentado violar las protecciones de la Torre y entrar sin autorización. -- No tenía porqué explicarme, pero no se me daba eso de la obediencia por rango. Yo prefería hablar y que entendieran el porqué de mis reacciones. El tiempo pareció ralentizarse y me di cuenta que Xell había usado un hechizo de clan, como yo antes había usado el mío del Fuego de Tártaro. Nos hablaba a Kamra y a mí, creo, aunque yo contesté: -- Digo yo que tiene que ir contra Arya. Esta es la zona exclusiva de la líder, debe de ser de alguien que no quiere su presencia. ¿No visteis que hubo gente que no se presentó a su nominación como líder oficial en la Mansión Riddle?

Como el hechizo de Xell aún funcionaba, nos dio tiempo de sentir otro ataque hacia nosotros. Terrible, alguien atacaba la Torre Negra, con todos dentro. ¿Quién era aquel desgraciado ser que atacaba nuestro bando? Ahora entendí porqué el Jorobado había dicho que había que hacer la preguntas correcta. Me había confundido; no había que preguntar "¿quién robó el cofre?" sino "¿podremos unirnos contra el enemigo?"

Porque eso era lo que necesitábamos, estar unidos todos, fuéramos del clan que fuera, para defendernos, como bando, todos unidos.

Aún sentía como la persona, un hombre a juzgar por la voz y los ropajes que veía a través de la pequeña ventana que había abierto para verle, afectado por la parálisis del tiempo. Eso fue de gran ayuda. No sabía quién era desde allá pero pronuncié un Expavercerent, un efecto que hizo que aquel hombre se quedara con un hechizo anulado, fuera el que fuera (aunque parecía que empezaba por Fuego por la forma de pronunciar el hechizo) y sin poder usarlo nunca más. Después, tras coger aire y sin dejar de señalarle, recurrí a un hechizo muy poderoso, demasiado poderoso, el Mutis, que lo silenciaba durante un tiempo, sin dejarle hacer hechizos verbales. Después, con fuerza de voluntad enrabiada al ver que atacaban al bando, ¡AL BANDO!, provoqué que otro Fuego de Tártaro de dirigiera hacia él, con una dirección ineludible.

Después, caí al suelo. Fue como si... Como si la Torre se defendiera sola, se movió, o eso entendía yo al caerme, aunque pudo ser una sensación. La Torre Negra, todos los mortífagos lo sabíamos, se defendía sola y no dejaba que nada ni nadie le atacara. Pareció emanar una fuente de energía que nos tumbó a todos (la torre no diferencia de quienes atacan o quienes defienden, sólo anula), tanto de dentro como de fuera del lugar, anulando todos los poderes de las varitas para que no pudieran ser usadas sin permiso de la Torre.

Y es que esta Torre es una gran baluarte para la líder.

[Thoth]

Así que la Torre Negra se movía, entonces el egipcio opto por ser un jaguar, algo que sin duda ahora disfrutará combinando del Fuego del Tártaro y el Hielo del Averno.  Para este ser , le era inutil las explicaciones como un lugar pudiera ser defendido de algo tan potente por solo el hecho, que es un lugar impenetrable, algo que ni la defensa de Hogwarts lo lograrón, o las protecciones del mismo Señor Tenebroso con su Horrocrux eran tan invesibles, pero al parecer se encontraba con la presencia superior a los Arcanos y guerreros Uzzas, este se encontraba intrigado de tanto poder que ni la Maestra del Puerto o sus semejantes podían invocar. Aunque, claro todo estaba obrado por ser quienes invadirían el santuario donde alguna vez se profeso la pureza de la sangre.

 

El Felino de gran tamaño, avanzaba a grandes distancia, y cuando vería nuevamente la Torre Negra lanzaba un ataque combinado de sus garras, de las cuales ahora emanaba Hielo y Fuego con dirección a destruir ese lugar, a ver si el mismo poder de su alma que se quebrantaba a cada segundo le ayudaba, a ello empleo el Temporis, el poder del Circulo Astral y Paralasis temporal, para así afectar a la misma estructura, pero como tenía un todo poder que la protegía de todo, era posible que ni ello fuera capaz de funcionar, el mismo se encontraba jugando, por lo que simplemente cuando lo deseaba, para sus adentros todo esto era más que un juego para su mente, ya que jugaba con sombras ¿Por que ser pudiera existir luego de un fuego compacto combinado con las artes oscuras? Además, este empleo ese saber del Temporis en el mismo, por lo que incrementaba su velocidad, y sus pensamientos iban rápido, en cambio a su alrededor todo parecía casi congelarse, así que un Senecal de Caronte se enfrentaría con todo a esos seres "dotados de habilidades y lugares invencibles", los cuales son capaces de ser destruidos por dentro, y no tenga protección para ello, y por fuera es casi indestructible, vaya demente el que creo esa clase defensa mágica.