Aventura IX — Traiciones

[Anthony R. Dracony M.]

La Torre Oscura...se había alejado conscientemente de ella, pero al no poder perder tiempo ingiriendo alimento o dormir (actividades habituales de los humanos y de cualquier ser vivo) el fantasma que ya estaba seriamente aburrido, decidió probar si podía leer, para eso floto hasta la Torre Oscura. Ahí sabe el ente que se encuentra una biblioteca llena de interesantes libros...¿para que leer aburridos libros de lugares frecuentados por otros magos tan poco exigentes con el saber que se brinda? No, era mejor echar la suerte a algo mucho más excitante, algo que de verdad tiene mucho interés de conocer...

Se acerco al lugar, la vista desde aquella altura, es magnifica y el Ryvak se emociono genuinamente pensando que esa idea de visitar la Biblioteca del Bando, de verdad sería estupenda al lograrla. No hubo problema para acceder y por deseo propio, se hizo invisible, por ahora a ningún miembro o conocido, ha enterado de su actual estado. "El ser fantasmal" lo está guardando para si.    

A ninguno de sus elfos lo ha revelado, tampoco a ningún conocido. Por algunos días tuvo la intención de buscar algún otro fantasma pero luego desistió, tal vez por buscar más libertad de acción, si que desconoce mucho de lo que puede hacer por ahora, pero tampoco puede explicarse como fue que llegó a verse en semejante situación...los recuerdos son muy vagos y escasos, además de que no ha decidido si quiere volver a como era en el pasado.

Por ahora es un problema el orientarse, nunca había ido antes a la admirable biblioteca, debía recorrer la Torre. No le corre mucha prisa, el tiempo parece infinito para un fantasma. Entonces percibe aquel alboroto, demasiados gritos, parece un gran desacuerdo entre los mortifagos. Aquella discusión si que está  en un alto tono, por eso el Ryvak se dirige allá, no deja de ser alguien amante de los misterios y cosas semejantes.

Lo que ve al llegar, no puede explicárselo enseguida, así que toma lugar en un rincón para escuchar y mirar y poder enterarse de que ocurre...tal parece que se había perdido una reliquia mágica, de modo inesperado, reclamaban a los que suponían los responsables de aquella acción...si que es un lío bastante intrigante.

[Malum Luxure]

Arqueó una ceja observando como habla de la persona que ama, es extraño ver al mago egipcio de esa manera, no lo considero malo si no al contrario, no puedo evitar la mínima sonrisa, realmente ninguno era sociable, pero era necesario si queremos que los hilos del destino se muevan.

-Ella iba a ser la emperatriz austríaca...pero no llegó.- Le hice un mueca en forma de sonrisa empezando a recorrer un poco el lugar sin alejarme demasiado, para seguir la conversación. -Una pena verdad? Y que tiene eso que ver con esto?. -Le pregunté con calma.

La fortaleza oscura, bastión mortifago si los hay, buscado para ser destruido miles de veces por los de la orden del fénix, esos magos patéticos que creen en la unidad con los muggles, sentía repulsión ciertamente, me giro velozmente cuando veo que logra una pequeña llama para ver el mínimo orgullo en sus ojos por el avance obtenido.

-Nunca debes decir quién eres...solo la familia más cercana debe saber si qué lo quieres contar. -Vi a su elfo entrégale la máscara y al colocarsela, la magia en esta camuflo su ropas con las que hace alusión a su identidad en la marca, no vi necesario tapar mi rostro pero aún así preferí hacerlo para no desentonar, sacando la mía del bolso de piel que siempre llevo escondido, la miró un momento entre mis manos su color blanco y las facciones resaltadas en negro, al ponérmela esta se ajusta sola a mi rostro, su forma cambia para dejar la forma de un jazmín con piedras, plata y rodio.

Supuse que el sabía por qué lo decía, era claro que tenía más experiencia que yo, por lo tanto me hizo recordar que debo empezar mis estudios sobre el clan elegido en el bando, aunque pensaba, también le iba escuchando  ya que aún no me dijo que se supone que debo hacer realmente.

[Thoth]

-Existe un motivo de mi nombre en la Marca Tenebrosa.- Expresó el nigromante. -y éste es un apodado por la Maestra del Puerto,  por ello te presento a la persona con quien irás.- Y lentamente comienza a verse otro Azrael Lycan,  el cual vestía un traje oscuro. -Debo admitir que es interesante,  hacer que otros hagan tu voluntad. Éste es un títere con vida,  por eso le coferi el Fuego del Averno. - Ese muggle no se podía parecer,  pero obedecía en completo a su amo. 

 

Lycan se acerca a su doble. -Es perfecto en todos los sentidos. - Piensa un poco. -Bueno en casi todos sus aspectos. - Esto lo decia por su parte viril,  y sangre. -Sin embargo,  éste servirá a ello,  ya qué fue criado para suplirme en ciertos eventos. - Le explico. -Y lo mejor es que cumple todos mis caprichos. - Solto una carcajada. 

 

-Y no tengo tiempo más para perder. -

 

Y crea un portal con rumbo al Puerto de la Fortaleza Oscura,  este se crearía cercano a la playa,  donde la brisa marina golpea a los marineros y donde es común que empleen ese tipo de magia,  pero aún así en ese deposito le pertencia Demian Luxure,  por ello el mismo sabia que no había problemas de ser descubierto. Y observa  @ Malum Luxure

 

-Y sobre el motivo de lo anterior te lo comento,  cuando regreses. Lo unico que deseo es que presente Azrael Lycan a los mortífagos, sera un recluta más,  un don nadie para esos Mortífagos. -

 

 

 

Editado 29 de Septiembre del 2021 por Azrael Lycan

[Malum Luxure]

Miraba en forma atenta su accionar, como intentando entender que tramaba realmente Azrael, era claro pre no deja clavo suelto, la gente es cerrada y no siempre no acepta sus maneras, pero no se dan cuenta que él es como es, esta en su naturaleza ser diferente, ir de frente contra quien sea con tal de alcanzar su ideal.

Era interesante ver su copia casi exacta, podría comprender los detalles, quien no deseaba tener un doble que cumpla con todo eso que no nos interesa en lo más mínimo? Por supuesto esto es magia de alto nivel, a la cual yo no tenía acceso aún, me acerqué con confianza.

-A si que cumple todos tus caprichos? Eso es muy interesante de saber...cuántas veces lo haz mandado cuando llame por ti? - Le miré divertida aunque él no pudiera ver mis gestos detrás de la máscara mortifaga. -De haberlo sabido antes las bromas que le hubiera jugado a Ada con su ayuda.- Bromee de buen ánimo sabiendo que no era un juguete por lo menos para mí.

Escuche que debía ir a ver a una persona mientras lo seguía a través del portal que lo llevó al puerto, y por lo visto él ya no tenía más tiempo, no dudaba que siempre estaba tan apurado, pero casualmente para que no me sintiera solita en la misión, me enviaba con su muñeco.

-Crees que realmente puedas pasar sin pena ni gloria en tu vuelta a estos rumbos, eso déjalo para mi que no me conoce nadie.- Mis ojos tras la máscara perdieron todo el color y solo era negro sin vida, no creía que él pase como si nada ya que el titiritero era conocido sin importar su verdadero rostro. -Como bien dije haré lo posible por que vuelvas con el perfil más bajo posible...ten en cuenta que debo actuar como si yo los conociera.- Un suspiro leve se me escuchó. -Supongo que estaremos comunicado por medio de este lindo juguetito...verdad? La presentación de la nueva líder es en la mansión Riddle así que a lo sumo que desees algo más es mejor ponernos en marcha.- Di por sentenciado el asunto esperando que me contestara.

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@ Azrael Lycan

Editado 4 de Octubre del 2021 por Malum Luxure

[Thoth]

-Perfecto. -

 

Y Azrael crea un portal rumbo a la mansión Riddle. En ello se escucha el siseo de una serpiente,  la cuál tenia el Hielo del Averno incrustado en su ser, es decir,  era otras de las herramientas de Lycan para sus fechorias,  a pesar,  que éste observa bien lo que ocurre en la fortaleza oscura por medios de sus cuervos. 

 

-Déjame acompañar a esa escoria. - Expresa el ofidio y se sube por la pierna del doble del mago,  el cual era un servivo sin magia,  aunque por el nigromante podría invocar el Fuego del Tartaro. -Yo lo vigilaré y mataré si es necesario. -

 

En eso el rostro de Azrael se le dibujo una sonrisa y respondió en parsel. -Haz lo que propusiste.- Y en ello, clavo la mirada a Luxure,  o más bien en ese rostro oculto por esa máscara. -Casi perfecto.- En ello llega elfo doméstico del Archimago de la Muerte con la máscara del Titiritero. -Bien,  este objeto lo guardare.- Y lo tomó. 

 

Y mirando a sus sirvientes,  piensa un poco y vuelve a mirar a @ Malum Luxure -Creo que está todo listo,  yo me quedare.- Agrego y el mago sigue intentando dominar el fuego del Tartaro.

[Sagitas E. Potter Blue]

Nuestra comandante del clan había desaparecido, pero de alguna manera, aún notaba los ojos de Asra Boswell clavados en mi cogote, ordenándome que arreglara aquello, evitar que culparan a los Senescales de lo que había sucedido. Fruncí el ceño varias veces, mientras Xell estallaba airada porque me unía con el resto de los miembros del bando. No pude evitar lanzarle a ella también una mirada de aviso. Mi sobrina siempre había confiado en mí; ahora también debería confiar en mí. Tal vez no había conseguido el grado de conexión con la capitana de nuestro clan Senescal de Caronte y por ello no había entendido las órdenes.

-- Calla -- le contesté en forma seca, aunque sentí algo de lástima por ella. Era buena, había conseguido encerrarnos en un tiempo detenido fuera de su círculo astral. Se merecía algo de apoyo. -- Lo has hecho muy bien.

Sí, vale, tal vez no sea buena apoyando, pero era cierto que cada día sacaba una mayor fuerza interna que le hacía crecer muchos grados en su calidad como hechicera. Yo estaba orgullosa de ella, aunque no se lo dijera con las palabras correctas. Estaba segura que ella me entendía.

-- Sí, lo sé... Nos jugamos la vida por ese tesoro y ahora somos las malas que las han perdido. -- No era del todo correcto eso, pero así me sentí. -- Pero ahora lo importante es estar juntos, como bando. No podemos tener una pelea interna que debilite el bando porque... Porque es la forma de desaparecer.

Y eso era algo que yo no me podía permitir. Al margen de estar en La Marca y tener que defender su nombre, personalmente necesitaba llegar al más alto conocimiento del clan, necesitaba esa habilidad para solucionar el problema con mi niño pequeño. Y con mi nuevo cargo como LT, algo de pertenencia a un grupo me removía por dentro a intentar calmar al grupo exaltado. Sin embargo, me costó mantener la calma cuando una de las compañeras, en forma altiva, acusó a Xell de intentar desviar la atención de ella. El calor en la punta de los dedos y un tono ligeramente esmeralda me alertó de que perdía el control del Fuego de Tártaro. Eso no era bueno, no para los demás ni para mí. Apreté el puño varias veces hasta que sentí que el calor desaparecía. Después, esbocé una sonrisa forzada y le contesté a @ Kamra Ashryver D. :

-- Calma en tus palabras, preciosa -- tal vez no fuera la forma más amable de parar la discusión, pero sí la forma más suave que tenía de intentar bajar los humos de la pelea incipiente. -- Nadie quiere desviar la atención. Sí, no fuimos solas en esa misión. Estaba una mujer... Se llamaba...

Intenté recordar su fisonomía y su rabia al fallar en sus hechizos, el ataque de las sombras...

-- ¡Agatha! Era una Nosferatu, yo no la conozco, creo que es porque no debe frecuentar la Torre Oscura -- ¡o porque no me había fijado nunca en ella, yo tampoco solía ser sociable! -- No la estoy acusando, sólo digo que éramos tres en esa misión y que las tres estábamos presentes en... el lugar. ¡Basta! ¡No estoy diciendo que los Nosferatu sean los culpables! ¡Pero nosotras tampoco!

De repente, hablar del altar de la sangre, no me pareció tan necesario. Era un lugar secreto y sólo Arya podía autorizarme a revelar su ubicación. Le debía a la nueva Líder la lealtad de mantener ese silencio. Por lo mismo, tampoco le podía decir qué hacía la reliquia. Bueno, tampoco es que lo supiera exactamente, pero sí sabía que su poder sólo lo podía tener la líder.

O nuestra comandante...

Cerré un momento los ojos. La lealtad estaba siendo probada, a la jefa de mi clan o a la líder de mi bando... Cruel realidad, el obligarme a elegir a quién contarle lo que sabía... Kamra había hecho una pregunta correcta, sólo que yo no podía (¿o no quería?) responderla. Por un leve instante, antes de volver a mirar al grupo, juraría que había un ente mirándonos, una ente demasiado parecido a @ Anthony Ryvak Dracony  y me pregunté dónde estaría él, hacía tiempo que no le veía. ¿Por qué ahora me parecía verlo convertido en fantasma?

Editado 2 de Octubre del 2021 por Ericen

[Xell Vladimir Potter Black]

Sí, me habían oído. En medio del silencio que se había producido después de las palabras de El Jorobado, el nombre del clan de los Nosferatu había sonado demasiado alto, como una declaración en contra de aquella desconocida. Yo misma me di cuenta que no había sonado bien, por lo que entendí que aquella chica se sintiera atacada. ¿Cómo hubiera reaccionado yo en su caso? Sin embargo, la rabia de haber si atada y arrodillada delante del grupo no se iba a ir por una reflexión acertada. 

- No sé a qué os rebajáis los Nosferatu, pero no ayudasteis mucho en encontrar aquel... cofre.

Ahora que lo pensaba, no estaba segura del contenido de aquel cofre. ¿Por qué sería tan importante? Últimamente, entre la tía y yo no había tanta comunicación, ella se movía en un círculo de gran privacidad, mucha más incluso que cuando era Ministra de Magia.

- ¿Cómo te atreves a insinuar que yo...? - Por mucho que la tía Sagitas intentaba mantener la calma, yo estaba totalmente desbordada por la acusación que acababa de recibir, por el mal trato al estar atadas, por haber sido juzgadas culpable de forma tan falsa.  ¿Cómo podía mantenerse firme y no la mataba allá mismo? Me había dicho que me callara y a duras penas conseguí frenar mi lengua, aunque no mi enfado contra la acusadora.

No sabía reconocerme en aquella mujer que rabiaba por dentro; hacía un año, nunca hubiera pensado que pudiera reaccionar de forma violenta ante situaciones estresantes. Si hubiera tenido una varita, algo prohibidísimo en la reunión, estoy segura que la hubiera atacado. A falta de ella, bien servía la magia del clan. Estuve a punto de volver a usar el Círculo Astral contra ella, a un tris de enfrentarme a una compañera de bando.

Las palabras de la tía Sagis lo impidieron; parecía que buscaba una paz entre los Nosferatu y los Senescales, o al menos una tregua. En esa fracción de segundo en la que invocaba el hechizo, desistí. Nunca sabré lo que pasa por la mente de la tía, pero, si algo había aprendido durante los años en los que había vivido a su lado, es que sabía lo que hacía mucho mejor que yo.

Lancé una especie de silbido-gruñido que mostraba mi enfado antes de ceder a no atacar, aunque mis labios seguían fruncidos. Después, miré alrededor.

- ¿Es que no hay nadie presente del otro clan? - No quería que sonara a acusación, como había sucedido con la malai nterpretación de aquella mujer (Kamra), pero... Si no estaban presentes, tal vez era po algo.

[Malum Luxure]

Respire hondo calmando cualquier nervio que me pudiera azotar en este momento, debía recurrir a las memorias de Lady para poder llegar a destino, no quería parecer una niña que por primera vez salía de visita a un lugar maravilloso que nunca había visto, si bien era cierto, se trataba de mi primera vez.

-Puedes hablar? O eres solo una muñequita hueca?- Mientras caminaba estaba meditando, que maneras pudiera usar y con quien podría hablar.

Aquella marioneta se desplazaba con la misma elegancia de su creador, pensé por momento si había sido bueno cambiar de clan, entonces luego entendí que en realidad Nosferatú me había sonado tentador desde la primera vez que me explicaron un poco de que trataba, cuando caí en cuenta lo que estaba pensando, me paralice un momento...Lady había elegido desde un principio senelcales y fui yo quien influyó desde su interior para que cambiara.

-Bueno...qué es lo primero que vamos a hacer? -En verdad esperaba que contestara por que odiaba el silencio la mayoría de la veces, malditos traumas que aún en esta vida me persiguen, se dice que eres libre pero nunca realmente lo eres, siempre estas atado a algo, a las consecuencias de tus propias decisiones sobretodo.

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@ Azrael Lycan

[Thoth]

Doble de Azrael Lycan 

 

-Si puedo hablar. -

 

Expreso el egipcio con la misma tonalidad de voz que el verdaero,  la unica diferencia era el grado de tolerancia. Además,  que a él no le gustaban los hombres,  por ello se limitaba a muchas apariciones,  porque el nigromante era alguien fácil de reconocer en la intimidad,  porque incluso su forma de besar es muy diferente a la de él.

 

-Ten cuidado. -

 

Le advirtió y comenzó a crear el Fuego del Tártaro en su mano. Aunque,  el verdadero mago se comunicó telepaticamente con él. 

 

-Ni se te ocurra. -

 

Y le causo un terrible dolor en su cuerpo,  el cual ke hace arrodillar. Esto producto al ataque psíquico y cierta vinculación que poseía con esa marioneta. 

 

--

 

Azrael Lycan - En rumbos desconocidos. 

 

Luego del encuentro con Luxure el mago porto su máscara y se marcho,  ahora se encontró dn algún lugar de Francia para entrenar con su nuevo poder,  porque nada era más divertido que matar a los los muggles a sangre fría. Esto era más como un pasatiempo. Además,  que ganaba experiencia practicando. 

 

 

[Sagitas E. Potter Blue]

Tuve que suspirar un par de veces, intentando controlar mi ira. Estando allá, chillándonos unos a otros, no íbamos a ningún sitio. Xell parecía tan enfadada que se atrevió a replicar contra los Nosferatu. Tuve que ponerle una mano en el brazo y apretar un poco hasta que ella notó mi presión.

-- No conseguiremos nada luchando entre clanes. Somos un mismo bando y, entre todos, sea cual sea nuestro clan, encontraremos las "lágrimas de las sacerdotisas" y al culpable de traición.

Tuve que reprimir un "los Senescales somos los mejores" porque, además de que sólo podía afirmarlo por mi corazón y el buque insignia que cada vez se dibujaba de forma más clara en mi brazo, no era lo más conveniente, estando todos tan "calientes" y con ganas de sangre. No podemos olvidar que, en el fondo, tanto mortio junto, enfadados, no podía generar nada bueno.

La pregunta de Xell provocó un silencio incómodo. Unos a otros se miraban, con cierto recelo. Yo misma evité hacerlo aunque no pude evitar echar un vistazo al Jorobado quien, como si fuera ajeno a lo que estábamos diciendo, rasgaba notas sueltas en el laúd más antiguo que había visto jamás.

Era notable que todos quisieran hablar a la vez y, de repente, me dejé llevar por la rabia de no poder controlar a los presentes. Mi mano ardió. Del mismo calor emergió una fuego esmeralda que no me quemaba. Por un instante, pensé en lanzárselo contra alguien, pero entonces recordé lo que había dicho el Jorobado:

--  Las preguntas deberán ser correctas para resolver esto. -- Repetí su frase y noté que el músico paraba un instante de tocar, antes de seguir. -- Pero hablaremos de uno en uno y con orden.

El fuego salió de mi mano hacia el suelo, en el que empezó a arden una figura geométrica circular a medida que yo la proyectaba desde mi mano. Algunos mortífagos se echaron hacia atrás para evitar ser tocados por aquel fuego producto de mi hechizo del clan Fuego de Tártaro. Cuando el fuego de mi mano se apagó, una mancha negruzca parecía haber socabado el mismo suelo y hecho un círculo casi perfecto (bueno, ¿y qué?, no se me da bien la geometría). 

-- Quien quiera hablar, entrará en el círculo y usará el respeto total a sus compañeros de bando, sean o no del mismo clan. ¿Entendido?

Mi voz era autoritaria.

-- ¿Quién quiere empezar?

Y esperé a que alguien diera el primer paso.