El Secreto de los Centauros

[Mia.]

Justo cuando comenzaba a adentrarse un poco en el bosque, se paró en seco. ¿Estaban todos escuchando las palabras de la peliroja? Porque estaba diciendo justo lo mismo que la matriarca de los Black Lestrange, había dicho segundos atrás. Le molestaba sobremanera que las personas no le pusieran atención y eso era algo que lamentablemente, no podía ocultar, así que girándose con una media sonrisa falsa en los labios encaró a la bruja.

―Oh, querida ¿tienes problemas de audición? ―preguntó con un deje de falsa preocupación en su voz― Que feo debe ser, pero no te preocupes te vamos a apoyar en esta travesía. ―completó con un brillo especial en la mirada.

Se podría notar que la rubia, disfrutaría de la respuesta que la bruja le diera o sus compañeros, porque la vida se vivía a través de pequeñas locuras que hiciera y estaba segura, que no le importaría demostrar que tan diestra era en duelos, en caso de que esta se pusiera un poco violenta o sus compañeros. Así que esperando su respuesta, levantó su varita mágica y soltó el tan conocido hechizo.

―Lumus. ―de la punta salió una pequeña bola de luz, la cual permitió que sus finas facciones se hicieran mucho más visibles.

Era momento de continuar con su camino, así que esperando a que sus compañeros la siguieran y dejarán dejar de lado el pequeño comentario malicioso que había tenido para con la Malfoy, porque en caso contrario se retrasarían aún más en su camino por el bosque para encontrar la guarida de los centauros, los cuales eran los realmente importantes en ese momento. Porque lamentablemente, no podrían avanzar en sus planes, sin la información que ellos les pudiesen dar.

Aunque, considerando que sus tres compañeros se conocían y Mia no tenía un puesto de autoridad ante el grupo, era probable que dijeran algún comentario para mostrar su molestia, algo que le tenía sin cuidado, pero que sin duda haría que su lengua soltará alguna que otra palabra interesante.

―Continuemos con el camino. ―añadió mirando a los tres.

[Ada Camille Dumbledore]

Alemania parecía ser un buen destino, las dos chicas habían llegado a la cita y aún esperábamos a alguien más, yo me entretuve pensando en la profecía, nadie sabía exactamente de qué se trataba y aún así sabíamos qué afectaría tanto al mundo mágico que había sido una alerta para todos saber que existía tal designio en nuestra contra. Los centauros eran seres difíciles, muy huraño y lejanos a otros seres que no fueron parte de su mismo círculo, hasta en ocasiones podían ser excluyentes hasta con los propios miembros de su manada. Sumida en mis pensamientos salí de ellos al escuchar la voz de Toji Fushiguro, nos habíamos conocido en algunas clases en Castelobruxo y habíamos participado en algunas otras actividades de nuestro bando así que no era para nada un extraño y tenía una singular confianza en él.

 

- Es un gusto de verle Monsieur Fushiguro

 

Sonreí con amabilidad al japonés que siempre era una persona muy propia, típico de su cultura llena de buenos modales y de valores arraigados. No podía negar que eso me trajo tranquilidad porque las dos damas que nos acompañaban no parecían estar muy armoniosas en cuanto a su trato. No las conocía mucho a ambas, pero dicen que la primera impresión es la que vale y veía que entre la pelirroja y la Rubia no había mucha compatibilidad de caracteres. Ladre la cabeza antes las palabras de Mia hacia la Malfoy y me esboze una sonrisa al pensar que podría al menos no ser tan aburrida la noche en medio del conflicto de ambas, sólo esperaba que pudiéramos conseguir nuestro objetivo a pesar de todo.

 

- Entremos, no perdamos más tiempo

 

Levante la varita con la mano izquierda y vi como el. Zafiro del mango brillaba a la luz de las estrellas, invoque un Lumus y empecé a caminar, agradecí haber tenido la precaución de haber traído botas hasta la rodilla porque ya se veía que a causa de la primavera el bosque estaba lleno de algunos charcos y algo de barro. Caminábamos por en medio de los árboles guiados por la luz de las varitas.

 

[Mia.]

Agradeció en silencio que la Dumbledore la siguiera, porque de esa manera comenzarían a darse prisa en la misión que tenían, la cual era encontrar a los centauros. Respirando profundamente, y con la varita en su mano, continuó con su grácil andar entre las hiervas y setas del bosque, las cuales generaban un poco de lodo debido a las últimas lloviznas del lugar, lo cual lastimosamente generaba que estuviesen andando con muchísimo más lentitud de lo esperado, porque de ir más rápido seguramente tendrían problemáticas y se podrían llegar a caer y ocasionar algún accidente, algo que estaba segura ninguno de sus compañeros deseaba.

―Odio esta humedad. Me genera bochornos y me pone de mal humor.―soltó sin dirigirse a nadie en especial.

Pensando en sus palabas. Supo que era mejor utilizar una de sus habilidades mágicas, las cuales le daría ventaja sobre sus compañeros o eso era lo que esperaba. Así que apagando el lumos, guardó su varita mágica y esbozó una sonrisa, para hacer uso de su habilidad de animagia, convirtiendo su cuerpo humano en el de un animal, más concretamente el del zorro. Si, aquel que era el escudo de su familia y que la definía en muchas de las cualidades y defectos que tenía como persona. Así que aprovechando sus nuevos sentidos y la posibilidad que tenía de moverse con más facilidad comenzó a andar un poco por delante de sus compañeros.

Se sentía cómoda, su elección había sido una buena. Así que pensando en eso comenzó a correr por entre los arbustos perdiéndose y camuflajeado su presencia entre todos y cada uno de los elementos del frondoso y misterioso bosque. Estaba segura, que le faltaba poco para llegar al sitio en el que se encontraría con los centauros, así que confiada continuó con su expedición, disfrutando de los sonidos que envolvían el lugar y de las otras criaturas mágicas que se acercaban con curiosidad hasta ella.

[toji]

Fushiguro, Toji

Las presentaciones habían acabado, el ambiente se caldeaba a segundos por las interacciones entre la Malfoy y la que Black Lestrange. Era un poco divertido observar desde la distancia, apenas si se conocían y ya se estaban hablando entre líneas. —Un placer, señorita Black Lestrange— devolvió el saludo a la bruja. Ambas brujas habían coincidido en que ya era hora de ponerse en marcha y solo la Dumbledore siguió las indicaciones de manera inmediata. Toji se quedó pensando un momento en la situación y en la posibilidad de interferir en el caso que las brujas vayan a más y se apunten con sus varitas… desistió del pensamiento y decidió meterse en sus propios asuntos, pero se mantendría al tanto. Siguió los pasos de Ada y aportando luz con su varita el grupo se puso en marcha a la búsqueda de los centauros. 

Fushiguro observaba atento el bosque buscando señales que les indicara la localización de la manada de centauros, que era lo que les primaba. La verdad es que la información proporcionada por el MACUSA no era tan basta, había muchos huecos en los informes que les habían pasado adjuntado a la invitación que habían recibido. —Debí seguir el trayecto en moto voladora— soltó sin más, luego se arrepintió al instante al darse cuenta de que si hacía mucho ruido seguro que no encontraría nunca a los Centauros. 

—Si encuentra algo que indique donde se esconden los Centauros, hágalo saber — dijo el nipón después de ver observar la transformación de la bruja. Toji continuó investigando las pistas que dejaban los animales que vivián el bosque. Algo que le vendría bien al grupo es si uno de ellos utiliza sus conocimientos de “cuidados de criaturas mágicas” para poder determinar ciertos estándares para localizar la manada de Centauros que dominaba la selva negra. Por su parte el japonés seguía utilizando sus conocimientos en artes oscuras para detectar si hay trampas o mecanismos de seguridad que les impidan el paso. Haciendo florituras con la varita de donde salían pequeños filamentos propios de los hechizos detectores. Fushiguro iba en cabeza para marcar el camino seguro y libre de trampas. Ahora solo les hacía falta una ubicación exacta para no ir dando tumbos como borrachos. 

—¿Alguna de vosotras tiene conocimientos para seguir las huellas de los animales? — preguntó dirigiéndose a la Malfoy y la Dumbledore. 

[Ada Camille Dumbledore]

La noche nos cubría los pasos por entre los árboles, apenas lograba ver las estrellas en el cielo por lo tupido de la copa de los árboles, no hablábamos mucho, la verdad no parecía que los cuatro fuéramos muy cercanos así que no había mucho espacio a la conversación social. La Black Lestrange sacó sus dotes de Metamorfomagia y se transformó en Zorro, lo cual era bueno al conocer ya que los zorros tenían instintos muy agudos y podría ayudarnos a rastrear a los centauros, quienes eran nuestros objetivo por alcanzar.

 

- Mia, busca un lugar con agua y que esté más despejado de bosque, seguro podrás percibirlo más fácil. Ellos necesitan cercanía del agua para no salir del bosque y además donde poder haber sus observaciones más fácil, con estos árboles tan frondosos deben ubicarse en un lugar en donde puedan estar ocultos y a salvo pero sin moverse mucho de allí.

 

Comenté a todos, era algo que en supervivencia usábamos para la localización puesto que ningún ser vivo puede vivir lejano del agua dulce y es una de las formas en que siempre se han hecho los asentamientos humanos. En antropología siempre había estudia el origen de las civilización como una forma de conocer el origen y el pensamiento básico de la raza humana y por instinto los seres vivos trataban de permanecer cercanos a alguna fuente de agua que les proporcionara el líquido vital.

 

El desplazamiento por el bosque no era fácil, el barro ya llegaba a nuestros tobillos, observe a la joven pelirroja callada y al señor Fushiguro igual. Éramos un grupo bastante singular y sólo esperaba que pudiéramos comportarnos como equipo si llegaba el momento de hacer algo que nos salvará la vida a todos, porque aún no confiábamos del todo unos en los otros. Conocía al japonés y eso me daba una pista de aquí en le confiaría mi vida en caso tal de alguna emergencia o situación de peligro dentro del bosque, la verdad agradecía que estuviera allí.

 

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

Acababa de cerrar la boca cuando una de las brujas presentes hizo un comentario evidentemente malicioso. El orgullo de los Malfoy era algo que determinaba la personalidad de cada uno de los miembros de la familia y también lo hacía con ella. No permitiría que nadie intentara minimizarla, pero también sabía elegir sus batallas. Haciendo caso omiso de sus palabras, decidió que la desconocida no era digna de gastar sus energías en ella. 

El equipo comenzó a avanzar. La Black Lestrange en forma de zorro y el resto evitando los charcos de lodo que cubrían todo el camino. Toji sugirió algo sobre una moto voladora, después de esto debería de presentarle a Tazz, a su hermano le gustaban esos artefactos muggles modificados y hace poco se había dado cuenta que tenía una en la mansión. 

—Umbra— susurró luego de quedarse unos pasos por detrás. No conocía los pensamientos de los magos que la acompañaba y mucho menos si eran partidarios de la Marca Tenebrosa, así que tenía que ser cuidadosa y no dejarse en evidencia, tampoco conocía que tan versados estaban sobre los poderes propios de su clan. Lo positivo es que en la oscuridad de la noche era casi imposible que percibieran que su sombra se había apartado y había comenzado su propia expedición, mucho más ágil y cómoda en ese entorno. 

Tenía dividida sus atenciones, intentaba no perderse ninguna de las palabras de la francesa y a la vez estaba pendiente de todo lo que veía y percibía su sombra lejos de ahí, ya se había adelantado muchos metros. Mientras la Dumbledore comentaba la necesidad de agua para los centauros, su sombra detectó movimiento y algo que parecían voces más adelante. 《Regresa》— pensó. Era muy útil ese hechizo, pero también exigía mucha energía y la noche recién comenzaba. 

Acelerando el paso les dijo a sus acompañantes. —Vamos por acá— y tomó la delantera alejándose lo suficiente como para no darles la oportunidad de preguntar como sabía por donde ir.

[toji]

Fushiguro, Toji

El grupo de búsqueda de los centauros al fin empezaba a sacar cosas en claro, cada uno de ellos aportando desde sus conocimientos y habilidades pistas a seguir para alcanzar el objetivo que les había llevado hasta allí. Si bien el principio las cosas no habían fluido tan bien como se requería para la misión, bastó unos cuantos minutos para que el equipo se centrara en lo que de verdad importa, encontrar a los Centauros y obtener la primera parte de la profecía. Toji había tratado muy poco con los centauros y no solo por el hecho de que eran criaturas muy reservadas y que nos les gustaba la presencia de nadie que no sea de su especie, si no que esos seres eran considerados por demás inteligentes y que eran capaces de ver más allá incluso de lo evidente y Fushiguro no se podía arriesgar a que hablaran más de la cuenta. 

—Bien pensado, señorita Dumbledore… — el nipón estaba de acuerdo con todo lo que había dicho la ministra de Francia con respecto a la pista sobre donde se podrían localizar a los centauros. Tenía mucha razón, las manadas con las características de los centauros tendían a residir cerca de algún arrollo o rio que les proporcione no solo comida si no también como salvaguarda de algunas criaturas o incluso de algún mago o bruja que intente cazarlos.  

Toji continuó con la búsqueda de las posibles trampas que podía haber en esa zona, de momento no encontró ninguna durante el trayecto que habían recorrido, sin embargo, no descuidó el resto del camino que aún les quedaba por recorrer. Junto a él, la pelirroja Malfoy sugirió seguir una ruta alternativa a la que estaban siguiendo él y Ada y por supuesto el animal en el que se había convertido la Black Lestrange. Noeline se puso en la delantera y guio la escuadra hacia dónde ella que, de alguna manera que el japonés no cuestionó y pese a haber notado algo raro en el semblante de la Malfoy, decidió mantenerse callado y seguirla. —Hacia dónde nos dirigimos ¿Malfoy? — preguntó al ponerse a la altura de la pelirroja. —¿Tiene alguna pista que… tal vez quiera compartir con el equipo? — insistió aun con la varita en la mano, mirando en la oscuridad de la noche hacia delante… hacia la noche que se cernía frente a ellos. 

[Ada Camille Dumbledore]

La oscuridad era algo que disfrutaba, encontraba en ella una tranquilidad, que no encontraba en nada más. El aroma fragante de la selva era embriagador, aspirar ese olor del ambiente me gustaba. Los compañeros de misión estaban muy callados y eso ayudaba a que me concentrará más en los sonidos del lugar eso ayudaba a encontrar presencias a nuestro alrededor con más facilidad. La Señorita Black Lestrange parecía explorar el terreno del ate de nosotros y detrás estaba la señorita Malfoy, sentía al señor Fushiguro cerca a mi, sentí entonces algo que no me gustó: en el suelo una sustancia extraña parecía estar además del césped y parecía que hubiera un extraño cojín de más en el suelo.

 

Dirigí la luz de la varita hacia abajo y tome entre las yemas de mis dedos, se sentía ligeramente viscosa y blanquecina. Con calma mire más hacia adelante y permití que ellos se adelantarán y me quede observando todo, los árboles y demás parecían estar impregnados por la misma solución. Parecía una gran malla que entre más avanzaba parecía ser un hacerse laberinto. Mire que mis compañeros siguieron adelante y pensé en que animal podría hacer eso, fue cuando observe que había un pequeño montículo más adelante y logre ver pequeñas arañas y abrí los ojos de repente y levanté la varita en defensa al saber que eran. Gire tomando al japonés del brazo quien era el más próximo a mí, para que no avanzará más pero las dos mujeres ya iban más adelante y no podía avisarles sin hablar.

 

- ¡Deténgase! Vamos directo al nido de las acromantulas

Mi voz había sido demasiado fuerte porque de inmediato vi como un par de acromantulas que debían medir uno por dos metros descendían de las copas de los árboles, con rapidez dirigí la varita junto a un hechizo.

- ¡Incendio!

Lance la llama directo al gran animal y me puse a espalda del Mago para que cubriéramos espacio y no descuidáramos nuestro punto ciego.

 

- ¡Seccionatus! Tu katana en este momento podría sernos útil

 

Le comente mientras lanzaba el otro hechizo y dirigía las medialunas cortantes hacia la otra acromantula que estaba cerca de nosotros.

 

[toji]

Fushiguro, Toji

La pista que seguía el característico grupo escogido sutilmente por el MACUSA les había llevado por un sendero que se encogía con el pisar de las botas de los magos y brujas que lo recorrían. La Malfoy estaba en la delantera, atravesando rauda el pequeño camino que estaba resguardado por altos y frondosos árboles que se alzaban perenes describiendo el camino hacia una explanada, más bien un claro desde el que no se podía distinguir ningún otro camio a seguir. La Black Lestrenge aún no daba señales de haber encontrado nada en su pequeña incursión por solitario, o al menos no había compartido nada de información con sus compañeros. Toji siguió muy de cerca a la primera ministra de Francia que había encontrado una especie de fluido algo raro. —¿Qué es eso, Ada? — preguntó el japonés finalmente tuteando su compañera, ya iba siendo hora de que dejaran las formalidades un poco de lado. 

—¿Qué ha encontrado?… parece ser un fluido un tanto extraño— añadió mientras se detenía junto a la Dumbledore. Por su parte Noeline se adentró en el claro sin reparar que sus dos compañeros que estaban detrás suya ya no la seguían. Toji puso más atención a las señales que mostraban los fluidos y reparó en que estos conducían hacia donde había marchado la Malfoy.  —¡Detente!... ¡No te adentres allí! —chilló a la pelirroja. Mientras veía como la hermana de su mejor amigo Tazz, se adentraba sola en el claro que según indicaba por las huellas de fluidos, era el nido de unas acromántulas. 

Sintió un tirón en su mano derecha que le devolvió a su conciencia. —Incárcerus— sentenció el nipón apuntando a una de las acromántulas que se abalanzaban hacia ellos. —Gracias Ada, me he despistado un segundo— añadió mientras se cercioraba de que se habían encargado de ambas criaturas. —Si, creo que será conveniente disponer de otra arma— miró a los ojos de la Dumbledore y acto seguido metió la mano en su monedero de piel de moke y sacó la katana, era espléndida… no se cansaba de mirarla… el arma de la familia que podría ayudarle a recuperar su vida… en un futuro… —Por tu derecha, Ada— dijo mientras atravesaba una criatura que había caído de uno de los árboles que tenían junto a ellos. —Debemos ir tras la señorita Malfoy… seguro necesita nuestra ayuda…— blandiendo la Katana para limpiar los restos de sangre que dejaban los cadáveres de las acromántulas. 

[Noeline Malfoy McFarlan]

Dados