El Secreto de los Centauros

[Mia.]

[toji]

Fushiguro, Toji

Finalmente, los centauros empezaron a ceder ante la presión de los magos que estaban dispuestos a lo que sea por conseguir aquella parte de la profecía, bueno, al menos por parte del nipón, que quería a toda costa hacerse con la parte de la revelación que guardaban las criaturas que tenían en frente. Toji al fin pudo dejar de apretar la empuñadura de su catana, que estaba más que preparada para ser desenvainada en cualquier momento y empezar a desmembrar a sus oponentes. Respiró tres veces de forma muy profunda para calmar su mente y su espíritu de lucha y al fin habló. —Bien… ahora que ya nos empezamos a entender… — empezó el nipón con un tono más relajado, pero, sin embargo, más alerta que antes porque se fiaba nada y menos de aquellas orgullosas criaturas. — necesitamos que compartáis la profecía, que ya sabemos que vosotros guardáis— expresó el japonés.

El nipón volvió la mirada hacia sus compañeras para conocer su situación, hace ya un par de minutos que había dejado de prestar atención a lo que pasaba a su alrededor y más aún cuando sabía que sus compañeras eran más que suficiente para cuidarse ella mismas.  — ¿Señora primera ministra? ¿Malfoy? — las llamó volviendo la atención hacia el centauro que lideraba la manada, quien seguramente tenía en posesión la profecía que buscaban. —Deberíamos darnos prisa y seguir con nuestra búsqueda— sugirió el nipón. El centauro líder hizo un ademán a uno de sus subordinados para que le acercasen algo. La criatura igual de imponente que el líder de la manada se acercó sujetando una bola transparente y de cristal que en su interior guardaba un secreto.

El centauro entregó a su líder la profecía que el grupo necesitaba conocer, este la observó durante unos segundos y luego se dirigió al mago y las brujas. —He aquí un fragmento de lo que buscáis… os entregamos sólo una parte de la profecía que le fue dada mi pueblo para que la custodie, sin embargo, fuerzas más peligrosas que vosotros se alzan y debéis de ser conocedores de lo que le espera al mundo mágico— masculló el centauro. —Pero debéis de ser conscientes que la otra parte de la profecía no os será tan fácil de conseguir como esta— finalizó el líder de la manda que custodiaba la primera parte de la profecía. Extendió la mano ofreciéndoles el objeto. Toji hizo un ademan con la cabeza para hacerles saber a sus compañeras que una de ellas  tenía que resguardar la profecía.

[Ada Camille Dumbledore]

La búsqueda de la profecía se había vuelto algo más difícil, estábamos preparados para que los centauros no fueran muy amables con nosotros al saber invadidas sus tierras sabiendo de antemano lo recelosos que eran al entrar en sus dominios, pero tras una larga charla y una buena forma de demostrarles que si  nos entregaban la profecía todos saldríamos beneficiados ellos habían terminado accediendo, no de muy buena manera, lo único es que sabíamos que de antemano ellos no nos entregarían una profecía completa, pues la misma estaba dividida en dos y por supuesto ellos solo tenían una parte, pero al menos teníamos algo. Toji estaba algo preparado para defenderse ante cualquier agresión y agradecí que el japonés fuera así, Noeline estaba más callado, definitivamente era alguien muy objetiva y eso me agradaba, yo era mas emocional y hacíamos un buen equilibrio .

 

El nipón habló instándonos a seguir con la búsqueda pues debíamos tener una profecía completa y no solo la mitad de una, así que lo mire dubitativa igual ellos debían entregarnos el fragmento de la profecía que poseían. El líder miró a su subalternos y el se acercó  entregándosela, la advertencia que nos hizo después de eso me alerto un poco, porque la realidad era que nos decía que no sería fácil de conseguir lo demás Toji miro hacia nosotras y me adelante a tomar el objeto haciendo una leve referencia delante de él líder agradeciendo su ayuda,  aunque estuviese en desacuerdo con eso de que había sido fácil. No había sido para nada fácil el convencerlos además que si esto era fácil para el no me imagino que sería difícil.

 

- Mil gracias, este seguro que no le defradaremos

 

Dije dando el paso hacia atrás y mirando con atención el objeto  no la vería allí mismo  sino esperaría a que nos reuniéramos en un lugar más tranquilo en grupo para ver de que era que hablaba este fragmento de la profecía.

[Noeline Malfoy McFarlan]

La suave brisa de la noche helaba la superficie de su piel y agitaba sus cabellos, que tenía algunos mechones sueltos, a causa del trayecto que habían llevado en ese jornada. Aunque a su alrededor de podían percibir los sonidos propios del bosque, se levantaba como un muro un silencio casi tangible entre los magos y los centauros. El grupo de magos atento a la reacción que los centauros tendría, y si finalmente habían logrado convencerlos o si seguirían en su negativa de ayudarlos. Y por parte de los centauros la mirada escrutadora dejaba en evidencia la falta de confianza que sentían hacia su contraparte.

Finalmente, y después de tanta espera la voz del líder de la manada de centauros rompió el silencio. Estaba dispuesto a brindarle parte de la profecía. "Parte?" Pensó rápidamente la pelirroja no tenía muy clara las intenciones de aquellos seres, pero al menos habían conseguido algo. Algo que no resultaba muy productivo para sus fines si no podían conseguir el resto y hasta el momento no les había dado mayor indicación al respecto. Pero el atisbo de confianza aunque mínimo era válido.

Parecía que el centauro había finalizado su diálogo y extendiendo la mano tenía en su mano una esfera de aquellas que albergaba el Ministerio en sus pisos más resguardados. La francesa fue la primera en reaccionar al gesto y se adelantó a recibirla. Ya la tenían entres sus manos pero aún no quedaba muy claro algo que el líder solamente había insinuado.

—Muchas gracias, por su generosidad.— comenzó la pelirroja, abriendo nuevamente la boca. —Y disculpa mi pregunta por si le resulta ofensiva. Pero, cuando dice que puede resultar peligroso hacernos con el resto de la profecía ¿A qué se refiere? Estaríamos inmensamente agradecidos si al menos nos dieras una pista de por dónde seguir o qué camino tomar. No solo es que no sabemos a lo que nos vamos a enfrentar, sino que ni siquiera conocemos por donde comenzar la búsqueda.— Tal vez eso último había sido mucha información y resultaría indefensos y tontos frente a la manada, lo cual era muy probable ya que logró reconocer unas ligeras sonrisa en alguno de los acompañantes del centauro.

—Señorita, es muy atrevida su pregunta.— Contestó de inmediato el centauro —Solo le diré que Berenci les espera en una cueva en la parte más interna del bosque. Seguro que él ya sabe que van de camino. Pero como lo dije no les será fácil llegar hasta él. Además, no le gustan las visitas y mucho menos si son humanos.— Y antes de tener espacio para poder responder o realizar alguna otra pregunta se alejaron en una rápida cabalgata sin mayor despedida.