El Secreto de los Centauros

[Noeline Malfoy McFarlan]

Mazmorra: El Secreto de los Centauros
Nivel mínimo: 12
Participantes: Mínimo 3 jugadores - Máximo 6 jugadores (modalidad grupo)
Repeticiones: Una vez por semana (los roles tienen que ser diferentes, no se admiten copias)
Experiencia: Por cada vez que se realice completa da 8 puntos en el apartado de Mazmorras.


En el bosque de la Selva negra alemana, una manada de centauros guarda un terrible secreto.

Consigue un grupo de amigos y descubre el secreto que guardan los centauros. El MACUSA ofrece suculentas recompensas.


Hitos de la Mazmorra:

Debéis hacer entre todos los posteos de rol y dados que se indican en estos hitos 

Los posteos de rol de esta mazmorra deben contener un mínimo de 1500 caracteres sin espacios.

Los objetos y criaturas del Magic Mall que se piden, deben estar en la ficha de personaje al momento de comenzar esta mazmorra. No se gastan, una vez en ficha, pueden usarse todas las veces que se quiera para realizar la mazmorra. Si lo que se piden son consumibles, sí se gastarán y sus normas de uso serán las estipuladas para este tipo de objetos.

Hay que tener en cuenta las instrucciones para el manejo de dados. No nos hacemos responsables si los dados cambian de valor por no haber seguido bien las instrucciones indicadas.

Te recomendamos leer bien los hitos de la mazmorra que se detallan a continuación.


Primeros 15 posteos (rol): Llegas a la Selva Negra, un misterioso bosque en el sur de Alemania, donde la magia es fuerte, poderosa y antigua. En lo más profundo del bosque, vive una manada de centauros que afirma haber leído en las estrellas una terrible profecía. Busca el lugar donde viven los centauros, pero ten cuidado, el bosque está lleno de peligrosas criaturas y terribles misterios.


Posteos 16-17 (rol): Después de los 15 primeros posteos, os encontraréis con Argon, una terrible acromántula, de poderes excepcionales. Además no estará sola, la acompaña un ejército de acromántulas feroces. Rolead el encuentro y el inicio de la batalla. Para vencerlos, deberéis invocar la entrada a un pasadizo secreto que os permita escapar. Este pasadizo aparecerá dependiendo del resultado de la tirada de dados siguiente.


Posteo 18 (dados): Lanzad los dados para invocar el pasadizo secreto. Debeis lanzar 1 dado de 10 caras + multiplicador, cada uno de los miembros de la party, en los posteos 18 y siguientes. Sólo se lanza el dado, en dichos posteos. El multiplicador que se añadirá al dado tendrá el siguiente valor para cada personaje del grupo:

multiplicador = (nivel del personaje + nivel del set que esté utilizando)/2

El dado que lance cada miembro del grupo será, por tanto:

 

 

 

 

 

[roll]1d10+multiplicador[/roll]

• Se sumarán los resultados de todos los miembros del grupo. Si la suma total es mayor o igual a 30, el pasadizo aparecerá ante vuestro ojos y logaréis escapar con éxito.
• Si la suma total .es menor que 30, no lográis escapar. Podéis rolear la derrota, si queréis, pero deberéis abandonar la mazmorra e intentarlo de nuevo a la siguiente semana, comenzando desde el principio (mazmorra nueva).

Siguientes posteos hasta el posteo 30 (rol): Una vez superada la batalla con las acromántulas, avanzaréis por el bosque hasta donde viven los centauros.

Posteos 31-55 (rol): Cuando lleguéis al posteo 31, os encontraréis rodeados de la manada de centauros. Debéis convencerlos para que os revelen la profecía y tendréis que utilizar, para ello, los conocimientos de Adivinación, Astronomía y Cuidado de Criaturas mágicas 5 veces en total cada uno de ellos a lo largo de los 5 posteos (resaltarlos en rojo y negrita cuando los utilicéis). Además, necesitaréis una bola de cristal y un astrolabio, adquiridos previamente en el Magic Mall (resaltar los objetos en rojo y negrita cuando los utilicéis). No obstante, los centauros, en el mejor de los casos, sólo os revelarán una parte de la misma. Lanzad los dados para determinar si os la revelan.


Posteo 36 y siguientes (dados): La profecía tiene 2 partes. Lanzad los dados para determinar si los centauros os revelan la primera parte. Debeis lanzar 1 dado de 10 caras + multiplicador, cada uno de los miembros de la party, en los posteos 36 y siguientes. Sólo se lanza el dado, en dichos posteos. El multiplicador que se añadirá al dado tendrá el siguiente valor para cada personaje del grupo:

multiplicador = (nivel del personaje + nivel del set que esté utilizando)/2

El dado que lance cada miembro del grupo será, por tanto:

 

 

 

[roll]1d10+multiplicador[/roll]

• Se sumarán los resultados de todos los miembros del grupo. Si la suma total es mayor o igual a 35, os revelarán la primera parte de la profecía.
• Si la suma total es menor que 35, los centauros os atacan y deberéis salir del bosque. Podéis rolear la derrota, si queréis, pero deberéis abandonar la mazmorra e intentarlo de nuevo a la siguiente semana, comenzando desde el principio (mazmorra nueva).

Siguientes posteos hasta el posteo 50 (rol): Rolead la profecía que habéis encontrado. Después, deberéis visitar la Cueva de Berenci, un viejo centauro vidente que vive aislado del resto de la manada en un lugar de extremo peligro, rodeado de las criaturas más peligrosas, maldiciones y encantamientos de artes oscuras. Berenci os retará a un duelo para otorgaros la segunda parte de la profecía.

Posteos 51 - 56 (rol): Al llegar al posteo 51 os encontraréis con Berenci. Usará todas sus malas artes para venceros, pero podéis lograr ganar si usáis 15 hechizos no repetidos + conocimiento de Maldiciones + Conocimiento de Artes Oscuras (resaltar los usos con rojo y negrita). Además, en todos los posteos, deberéis invocar a el poder de las estrellas, incluyendo abajo de cada posteo el nombre de 10 estrellas diferentes.

Posteos 57 - 62 (rol): Una vez que hayáis vencido a Berenci, éste os entregará la segunda parte de la profecía. Roleadla y volved al lugar donde se encuentra la manada de centauros. Deberéis realizar con ellos el ritual de las Estrellas y convencerles de que haréis buen uso del secreto que os ha sido revelado.

El ritual de las estrellas es una antigua ceremonia entre los centauros, para invocar la protección y guía de las estrellas. En él se pone a prueba la bendición de las estrellas. En una noche sin luna, cuando las estrellas son más visibles en el cielo nocturno, aquel que se va a iniciar en los secretos estelares se coloca en el centro de un círculo. Todos los centauros lanzarán sus flechas, apuntando directo a su corazón, pero el que se inicia en estos secretos, debe invocar la guía de las estrellas y su poder adivinatorio, para saber apartarse de las flechas, antes de que éstas alcancen su objetivo.

Cada participante lanzará los dados para saber si las flechas le impactan. Si todos los partipantes mueren, los centauros atacarán. Si queda al menos 1 participante vivo, los centauros los considerarán dignos de conocer el secreto y revivirán a aquellos que hayan muerto, logrando todos ellos completar la mazmorra.


Posteo 63 y siguientes (dados): Lanzad los dados para realizar el ritual de las estrellas. Debeis lanzar 1 dado de 2 caras cada uno de los miembros de la party, en los posteos 63 y siguientes. Sólo se lanza el dado, en dichos posteos.

El dado que lance cada miembro del grupo será, por tanto:

 

 

 

[roll]1d2[/roll]

• Si el resultado es 1, el participante sobrevive.
• Si el resultado es 2, las flechas le alcanzan y el participante muere.
• En caso de que quede 1 miembro del grupo vivo, los centauros considerarán dignos a todos y revivirán a los que murieron.
• En caso de que todos los miembros del grupo mueran, los centauros os atacarán y os expulsarán del bosque por indignos, haciendo que la profecía desaparezca de vuestras mentes. Podéis rolear la derrota, si queréis, pero deberéis abandonar la mazmorra e intentarlo de nuevo a la siguiente semana, comenzando desde el principio (mazmorra nueva).

Últimos posteos para determinar las recompensas (dados): Lanza los dados una última vez para determinar las recompensas conseguidas por vencer a las acromántulas, conseguir las dos partes de la profecía y realizar con éxito el ritual de las estrellas. Si completaste la mazmorra, pasaste con éxito el Ritual de las Estrellas, conseguiste las dos partes de la profecía y venciste a las acromántulas, lanza 4 dados de 30 caras (sin multiplicador), uno por cada prueba. El primer resultado, determinará las recompensas por vencer a las aromántulas, el segundo será para fijar las recompensas por la primera parte de la profecía, el tercero por la segunda parte de la profecía y el cuarto por conseguir realizar con éxito el ritual de las estrellas.

Si abandonaste la mazmorra antes de finalizarla, por haber sido derrotado, lanza también los dados, si llegaste a derrotar a las acromántulas o a conseguir las partes de la profecía. Lanza tantos dados como pruebas hayas conseguido.

Si derrotaste a las acromántulas, conseguiste las 2 partes de la profecía y completaste el ritual de las estrellas:

 

 

 

[roll]4d30[/roll]

 

Si derrotaste a las acromántulas y conseguiste las 2 partes de la profecía:

 

 

 

 

[roll]3d30[/roll]

 

Si derrotaste a las acromántulas y conseguiste 1 parte de la profecía:

 

 

 

 

 

 

[roll]2d30[/roll]

 

 

Si sólo conseguiste derrotar a las acromántulas:

 

 

 

 

 

 

 

[roll]1d30[/roll]

 

 

Recompensas:

Por derrotar a las acromántulas:

 

 

• Si el resultado es
• 2000 G
• 10 Polvo de estrellas
• 10 Colas de cometa
• 5 Éter
• 5 Hierba de Plata
• 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda

• Si el resultado es 6 - 10
  • 1000 G
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  • 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda
• Si el resultado es 11 -- 25
  • 500 G
  • 5 Hierba de Plata
  • 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda
• Si el resultado es > 25
  • 5 Hierba de Plata
  • 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda
  Por conseguir la primera parte de la profecía:
  • Si el resultado es
  • 2000 G
  • 10 Polvo de estrellas
  • 10 Colas de cometa
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  • 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda
  • 1 Metal iridiscente Estelar
  • 1 Esquirla estelar de Andrómeda
• Si el resultado es 6 - 10
  • 1000 G
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  • 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda
  • 1 Esquirla estelar de Andrómeda
• Si el resultado es 11 -- 25
  • 500 G
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
• Si el resultado es > 25
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  Por conseguir la segunda parte de la profecía:
  • Si el resultado es
  • 3000 G
  • 10 Polvo de estrellas
  • 10 Colas de cometa
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  • 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda
  • 1 Metal iridiscente Estelar
  • 1 Esquirla estelar de Andrómeda
• Si el resultado es 6 - 10
  • 2000 G
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  • 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda
  • 1 Esquirla estelar de Andrómeda
• Si el resultado es 11 -- 25
  • 1000 G
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
• Si el resultado es > 25
  • 500 G
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  Por el éxito en el ritual de las estrellas y completar la Mazmorra:
  
  En todos los casos: 8 puntos para el apartado de Mazmorras.
  
  Recompensas en función del dado:
  • Si el resultado es
  • 4000 G
  • 15 Polvo de estrellas
  • 15 Colas de cometa
  • 10 Éter
  • 10 Hierba de Plata
  • 10 Flores Lunares de Nueva Zelanda
  • 2 Metal iridiscente Estelar
  • 2 Esquirla estelar de Andrómeda
• Si el resultado es 6 - 10
  • 3000 G
  • 10 Polvo de estrellas
  • 10 Colas de cometa
  • 10 Éter
  • 10 Hierba de Plata
  • 10 Flores Lunares de Nueva Zelanda
  • 1 Metal Iridiscente Estelar
  • 1 Esquirla estelar de Andrómeda
• Si el resultado es 11 -- 25
  • 2000 G
  • 5 Polvo de estrellas
  • 5 Colas de cometa
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  • 5 Flores Lunares de Nueva Zelanda
• Si el resultado es > 25
  • 1000 G
  • 5 Polvo de estrellas
  • 5 Colas de cometa
  • 5 Éter
  • 5 Hierba de Plata
  Posteos opcionales:
  
  Si has completado la mazmorra, podéis hacer un posteos adicionales roleando las recompensas y el reporte al MACUSA de lo que has descubierto en la Mazmorra.
  
  
  
  
  Funcionamiento:
  
  Para realizar esta mazmorra, debes seguir las instrucciones que se encuentran en el topic "Reportes de Mazmorras"
  
  No hace falta que pasen todos a inscribirse, basta con que uno pase por este topic a dejar todos los datos.
  
  El código que deben copiar en esta mazmorra es el siguiente:
   
    Reveal hidden contents

  
  
  
  
  Comenzad a realizarla. Id a vuestro ritmo, no tenéis plazo para realizar esta mazmorra.
  
  Cuando acabéis, bien sea porque hayáis logrado completarla o porque habéis sido derrotados antes de finalizarla, avisad en el topic "Reporte de Mazmorras" que habéis acabado y que pasen a revisarla. Los moderadores pasarán a cerrar el topic, revisarán la Mazmorra y os otorgarán los premios correspondientes.

[Valky]

Luego de revisar se confirma que se cuentan con los requisitos necesarios para dar inicio a la mazmorra. La mazmorra es aprobada y a partir de ahora se puede dar inicio a la misma.

 

Únicamente se tendrán en cuenta los posts que sean realizados posterior a este.

 

Atentamente,

 

Valky

Moderadora Global de HarryLatino.org

[Ada Camille Dumbledore]

 

La selva negra era una extensión de tierra de frondosos árboles que hacían que el lugar fuera una especie de capsula natural que desde encima de las copas de los árboles no se viera nada más. Por eso era el lugar perfecto para una colonia de centauros que habitaba aquel lugar, allí justo me dirigía junto a un grupo de magos con quienes teníamos como objetivo conocer el trasfondo de una profecía que ellos habían visto en las estrellas y que seguramente afectaría al mundo mágico en general. La noche estaba tibia, la llegada de la primavera había hecho que el clima empezara a ser más cálido y el frío del invierno era ya sólo un recuerdo, preferían que hubiera lluvia y no frío y nieve.

 

Para la ocasión me había vestido de punta en negro para camuflarme con la oscuridad del lugar y que así pudiera seguir mi camino por el lugar cubierta por el manto de la noche, se era sabido que era un lugar de vivienda de peligrosos animales mágicos que dominaban la extensión de lugar, así que debíamos ser cuidadosos en cada una de nuestras acciones para no caer en los diferentes hábitats de las criaturas conocidas y de las que desconocíamos que habían tomado su vivienda allí.

 

Aparecí con calma en la entrada de la selva, al parecer era la primera en llegar al lugar y eso me parecía bien, era muy cumplida con mis citas, revise en mi cintura mi bolso de piel de moke con diferentes elemento que podía usar y mi varita en el portavarita que tenía tras el abrigo de cuero. Mire al cielo para saber si alguno de los magos venía en escoba y podría verlos llegar, sin mas que hacer me recoste en un árbol a mirar el hermoso firmamento que alumbraba la noche, ojala pudiéramos conseguir aquella profecía y conocer como remediar aquello que podría afectar al mundo mágico, como mandataria sabía que era esa parte de mi responsabilidad como ministra y como matriarca de mi familia.

 

[Mia.]

La oscuridad de la noche se cernía sobre la mansión de la familia Black Lestrange, justo la cual albergaba la presencia de la rubia. Estaba lista para salir, o al menos eso era lo que se decía a cada segundo, pero a decir verdad, estaba un poco cansada y con pocas ganas de abandonar su hogar. Sin embargo, el embarcarse en una nueva aventura, era la suficiente motivación para que se pusiera en pie y cubriera su cuerpo con unos simples jeans, una blusa y suéter azul, a juegos con unos cómodos tenis. 

 

Era momento de partir, así que con la varita mágica en la diestra dio un pequeño giro con el cual desapareció envuelta en una voluta de humo negro para reaparecer segundos después en “La Selva Negra”, un misterioso Bosque localizado al sur del país que en otros tiempos fue su hogar, por una temporada; Alemania. Hacía frío, eso era un poco obvio pero poco o nada le importó, al momento de comenzar a avanzar. 

 

Podía sentir como la magia exaltaba cada una de sus sensaciones, era poderosa y antigua la que allí se escondía. Con ese pensamiento, tuvo por seguro que sería algo interesante de vivir, pero tendría que tener un poco de paciencia, porque aún no llegaban sus compañeros, ¿les habría llegado al igual que a ella ese pequeño trozo de pergamino con el nombre del lugar al que se presentarían? No lo tenía del todo claro, pero esperaba que sí. 

 

―Hola. ―saludó conforme fueron llegando, mientras intentaba reconocerlos. Siendo honesta, al parecer salvo a sus compañeros de bando a los demás no los conocía, ¿serían miembros del otro bando? No lo tenía del todo claro, pero poco o nada le importaba, perseguir el secreto que escondían aquellos centauros era lo único que necesitaba saber de momento y su paciencia no era precisamente la más sobresaliente. 

 

De modo, que respirando profundamente empuñó nuevamente su arma mágica e hizo aparecer una pequeña luz… la que estaba segura les ayudaría en su camino, en cuanto comenzaran a adentrarse por completó en la oscuridad del bosque que comenzaba a llamarla con más intensidad a cada segundo.

[Noeline Malfoy McFarlan]

Noeline Malfoy

 

Todavía era temprano, el sol estaba en lo alto y comenzaba a bajar, no había ninguna prisa por emprender el camino. Además de que la mayor distancia ya la había realizado y ahora quedaba muy cerca de su destino. Antes de comenzar la aventura que se había propuesto, la Malfoy había decidido pasar unas cuantas horas cerca del lugar al que la habían citado. Había estado recorriendo la pequeña ciudad hasta que se acercara la hora del anochecer y poder dirigirse a su destino. 

Sentada en un pequeño restaurante muggle en la ciudad de Gengenbach, estaba ingiriendo un flammkuchen. En realidad cuando lo había pedido no sabía que esperarse, sólo había apuntado en la carta y había confiado en que no fuera algo extraño. No tenía ni idea de alemán así que era innecesario hacer si quiera el intento. Cuando el camarero había regresado con su orden le había sorprendido que aquello que traía era exactamente como una pizza. Si la comida era así debería recorrer más a menudo el continente.

Había seleccionado esa ciudad por el simple hecho de que se levantaba justo al lado de la Selva Negra, cuando la noche cayera solo tendría que recorrer unos cuantos pasos y ya se aparecería en sitio exacto. Cuando terminó con el flammkuchen, dejó unas cuantas monedas sobre la mesa -dinero muggle, por supuesto- una cantidad absurda para una cena tan sencilla como aquella, no se podrían quejar por verla retirarse sin más. Acomodó la larga capa y con la capucha cubrió al completo la larga melena pelirroja y se internó en la noche, un poco frío pero bastante tolerable.

Odiaba aparecerse pero no le apetecía caminar mucho, menos cuando sabía que probablemente tendría que recorrer a pie el resto del camino una vez encontrara a los magos y brujas que la acompañarían en esta misión. La silueta negra tomó forma cerca de un par de voces. No era visible, pero la capa llevaba empuñada la varita para poder utilizarla en el instante en que fuera necesario. Ella no estaba al alcance de la vista, pero la pelirroja pudo notar al par de brujas, que parecían recién haber llegado también.

–Buenas noches, señoritas– saludó cuando acortó la distancia entre ellas.

[Ada Camille Dumbledore]

La noche estaba bella podía ver las estrellas titilando en la profundidad del la Bóveda celeste, algunas en tonos azulados, otras amarillas, tonos rojizos y otras más blancas. La verdad que la idea de lo enorme del universo siempre me había interesado, debía haber mucho poder en todo el universo guardado el muchos lugares que ni siquiera conocíamos y la verdad es que tal vez aún no pudiésemos conocerlos, no pero siempre mantenía la esperanza de que pronto pudiéramos hacerlo.

Estaba recostada en aquel tronco completamente a oscuras pensando en tantas cosas mientras esperaba que quienes se unieran a mi estuvieran suficientemente preparados para todo lo que podía suceder nos dentro de aquella frondosa selva. Tome un chocolate de mi bolso y lo como, era un buen momento para endulzar mi noche y mi carácter ya que no me gustaba mucho esperar. Tras unos momento divisé a una joven a quien ya conocía por militar en el mismo bando que yo, la Joven era parte del la marca tenebrosa y sonreí al ver que siendo miembro del mismo bando se había unido a esta misión.

 

- Hola

 

Respondo a su saludo con una sonrisa y levantando la mano levemente, era bueno tener compañeros del mismo bando en esto, así podríamos mantener nuestros ideales a flote, ese era un detalle muy importante porque ante todo debíamos mantener siempre la lealtad a los ideales. Tras ella llegó otra chica, no la reconocía muy bien, creía haberla visto en alguna ocasión pero no la conocía muy a fondo. De la dama solo sabía que era una Malfoy por su familiaridad con el ministro de salud italiano a quien conocía por razones políticas y personales al ser actualmente el prometido de mi hermano.

 

- Buenas noches señorita Malfoy

 

Salude de manera cortés, observe por si alguien más llegaba a nuestro encuentro, no esperaba a nadie más en especial, pero entre más varitas hubieran en ese “campo de batalla”, más fácil sería escoger nuestro objetivo de conseguir aquella profecía.

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

Lo primero que hizo al acercarse, luego de saludar fue bajarse la capucha dejando suelto algunos mechones, no quería que la atacaran, no sabía tampoco con quienes se iba a encontrar allí sólo sabía que era un grupo pequeño dispuesto a la aventura, con el temple suficiente para internarse en aquella selva y con el carácter necesario para acercarse a dialogar con el grupo de centauros. Sabía que eran una raza difícil y que preferían mantenerse lejos de los humanos.

Ya estando cerca pudo reconocer uno de los rostros. Toda vestida de negro, estaba de pie delante de ella la Ministra de Francia, sabía que tenía ciertas relaciones en Inglaterra, aunque calculando, la única vez que la había visto en persona era en aquella ocasión en que se rumoraba que habían robado la copa de la SuperLiga Europea, copa que por supuesto ya estaba en Inglaterra en posesión de las autoridades de los Tutshil Tornados. Aquellos que por segunda vez le habían arrebatado la opción de la copa. Le tomó de sorpresa que la llamara por su apellido, ¿la conocía? Era algo que no se esperaba, aunque posiblemente no era a Noeline a la que conocía, sino más bien a toda la familia. Imposible no saber de los Malfoy.

Sacudiendo la cabeza alejó sus pensamientos que divagaban mucho, debía ser la comida. Y centrándose nuevamente en el lugar donde se encontraba, recorrió con la mirada a la segunda mujer. No la conocía de nada, sus facciones no le resultaban familiares. Así que no podía sacar nada en claro de ella. Faltaba alguien, se suponía que el equipo estaba conformado por cuatro personas, alguien parecía haberse retrasado un poco.

–Creo que nos falta alguien más– comentó dirigiéndose a las dos brujas. –Mientras esperamos a su llegada podemos compartir lo que sabemos de esto– dijo extendiendo la palma de la mano y refiriéndose a la aventura que tenían por delante. –Tenemos que encontrar el hogar de los centauros, han escuchado algo que nos pueda ser de utilidad.

[toji]

Fushiguro, Toji

La misiva convocando a Fushiguro para investigar sobre la profecía que se escondía en la selva negra le emocionó un poco más de lo habitual. Había escuchado varias veces el relato de su amigo Tazz sobre la cueva de los horrocruxes y como estuvo a punto de convertirse en vampiro para sobrevivir… Al parecer no hizo falta y gracias a la astucia de los Malfoy que le acompañaban logró salir con vida y siendo humano y aún lo más importante, habían conseguido varios objetos encantados con magia oscura, cosa que les venía bien a Tazz y Toji. La convocatoria instaba en reunirse con el equipo en el interior de la selva alemana para empezar la búsqueda de la profecía, también advertía de los peligros que los magos y brujas podrían sufrir durante la aventura. 

—¿Qué debería llevar? — reflexionó mientras revisaba sus pertenencias. Hace días que no reponía sus pociones y artefactos más usados en sus incursiones. —Bueno… da igual… repondré de todo por si acaso— había tardado dos segundos en aburrirse y decidió meter de todo un poco dentro de su monedero de piel de moke encantando. —Ya está todo listo— se calzó unas botas negras de cuero que acompañaban los tejanos que se había puesto y la cazadora. 

Toji entró al garaje en donde los miembros de la familia guardaban sus respectivos vehículos para volver a tomar prestada la moto voladora de su amigo Tazz. Ya se había acostumbrado a usarla cada que la necesitaba, por el momento se sentía muy cómodo volando en la motocicleta y cada que necesitaba desplazarse aprovechaba para coger prestada la de su amigo Malfoy. La noche ocultaba las acciones que el nipón estaba realizando, de momento seguía oculto en las inmediaciones viviendo en los pisos superiores de la mansión de los Malfoy y saliendo a hurtadillas de sus terrenos. En un futuro inmediato tendría que pensar en una alternativa para vivir más tranquilo sin tanto secretismo… todo a su tiempo… el plan seguía su rumbo. 

Al cabo de unas horas llegó a su destino, el frío de la noche golpeaba la cara desnuda del mago oscuro, no llevaba mascara ni nada, apenas una bandana le había resguardado en su trayecto, pero apenas aterrizó se la quitó y se quedó al descubierto. A unos metros encontró al equipo de magos y brujas con quien trabajaría esa noche, no sabía quiénes eran, esa información no le había sido revelada en la misiva. Se acercó al grupo y pudo identificar a dos de brujas con las que ya había tratado, eran Noeline Malfoy y Ada Dumbledore, con quienes había compartido clases en Castelobruxo hace unos meses atrás. La tercera no la reconoció, era la primera vez que la veía. —Muy buenas, señoritas…— hizo una media reverencia al grupo de brujas que tenía en frente. —Señorita Dumbledore… ¿Cómo se encuentra? Es un placer volver a coincidir con usted… — se dirigió a la primera ministra de Francia. —Señorita Malfoy… un placer volver a coincidir con usted… — se giró hacia la pelirroja e inmediatamente hacia la tercera mujer que les acompañaba. — Mucho gusto, señorita … Mi nombre es Toji Fushiguro… — el japonés se presentó a la desconocida con su perfecto acento británico que le había costado tanto perfeccionar. —¿Esperamos a alguien más? 

[Mia.]

El sonido de los pasos se hacía cada vez más sonoro y eso únicamente podría significar que se encontraban cerca sus acompañantes, ¿los conocía? La respuesta era sencilla, no lo hacía, pero realmente poco o nada le importaba en esos momentos, porque el conocer lo que escondía el secreto de los centauros era lo único que le importaba de momento, además de volver a sentir en cada poro de su piel, la adrenalina acumulada por la sorpresa y peligros que pudiese vivir.

 

Era una aventurera a medias, porque no disfrutaba de internarse por gusto a las profundidades del bosque o la selva, sin embargo, por una buena recompensa o aliciente, claro que lo haría y no una, sino las veces que fuese necesario. Así era la personalidad de la Black Lestrange, si obtenía algo a cambio de sus acciones las hacía, de lo contrario permitía que alguien más lo hiciera. Envuelta en sus pensamientos, casi le pasó desapercibida la conversación entre sus tres compañeros, hasta que fue obvio que le hablaban.

 

―Mucho gusto señor Toji ―saludó con una sonrisa en los labios―, mi nombre es Mia Black Lestrange. ―completó con una sonrisa en sus labios.

 

Girándose un poco, notó la presencia de una peliroja y una castaña, por lo que había escuchado eran miembros de la familia Malfoy y Dumbledore, así que sin prestar mayor atención a ese dato de momento, respondió a la pregunta de la primera.

 

―Estamos listos, deberíamos comenzar a adentrarnos al bosque ―permaneció unos segundos en silencio, meditando sus palabras―… al menos, si queremos dar con los centauros, porque no vendrán a nosotros, ellos suelen esconderse en la profundidad más oscura del lugar, para estar “tranquilos”.

 

Tras sus palabras, espero a obtener alguna reacción por parte de sus acompañantes, mientras con pasos lentos comenzaba a guiar a la comitiva al interior de los frondosos árboles. No sabía con que se encontrarían, pero no tenía miedo, al contrario esperaba que la acción comenzará pronto, porque estar en calma, no era lo que más le gustase.

[Noeline Malfoy McFarlan]

Antes de que alguien pueda realizar algún comentario se pudo percibir un ruido. Debía ser un humano, en la selva las bestias suelen ser muy cuidadosas y se preocupan por no causar el más mínimo sonido, parte de su supervivencia. Sería bueno tener en cuenta ese detalle durante su experiencia en aquel lugar. Mientras tanto la bruja no había soltado la varita ni un instante, aún la mantenía fuertemente agarrada bajo las vestiduras que llevaba, atenta para usarla en el primer instante que se volviera necesario. 

Al igual que sus compañeras se volteó mirando hacia el lugar de donde procedía el sonido. Aquel mago no era ningún desconocido. Se habían conocido hacia algún tiempo en un museo de la ciudad y luego de ello se habían encontrado un par de veces meses. Londres a pesar de ser una gran ciudad parecía que fuera mucho más pequeña, o al menos la sociedad mágica que habitaba en ella así lo parecía. 

—Fushiguro. No esperaba volver a encontrarlo tan pronto.— saludó y cayendo en la cuenta que el comentario se podía percibir como grosero continuó —como siempre, es un placer verlo. 

—Tengo entendido que ya estamos completos,— comentó ante la pregunta del nipón —justo antes de que usted llegara le preguntaba a las damas si tenían alguna idea de por donde iniciar esto, lo único que yo tengo claro es que debemos buscar el hogar de los centauros.— volteó a mirar a cada uno de los que le acompañaban para ver que respuesta encontraba en sus palabras o en sus expresiones. 

En los minutos que llevaban en el interior de la selva la temperatura había bajado un par de grados. No era mucho como para verse en la necesidad de abrigarse más, pero lo suficiente como para ahora sí decir que hacía frío. Aquel lugar que lucía como sacado de las páginas de los cuentos infantiles muggles, era una fuente innegable de magia. Alguna vez que había estado entre gente sin magia había conocido algo que llamaban electricidad, le daba "vida" a sus máquinas, las ponía en movimiento, las hacía funcionar. Esa misma sensación, bastante ligera, como si algo estuviera en movimiento se sentía ahí. Más allá de las plantas y animales que se sentía recorrer habitaba algo más. Tal vez el tiempo lejos del mundo mágico le había hecho reconocer eso, volviendo más agudos sus sentidos, por la misma ausencia de ese poder. 

—Sugiero que vayamos donde el bosque es más espeso— dijo volviendo a sus acompañantes. —Lumos— encendió la punta de su varita, dispuesta a comenzar el camino.