Aventuras Mortífagas 19 — Navidades Sangrientas

[Mael Blackfyre]

“Ding-Dong Ding-Dong” el espíritu navideño comenzaba a resonar en cada rincón del mundo mágico. Algunos negocios comenzaban a mostrar en sus fachadas muchos adornos verdes, rojos y blancos, que se movían, giraban, vibraban y explotaban. El Ministerio de Magia intentaba sostener el mismo espíritu con el que decoraban cada uno de los pisos, aflojando las seguridades que deberían haber sostenido. Muchas familias en Ottery St. Catchpole se sumaban en la iniciativa. Invocaban majestuosos árboles de navidad en los finales de mes, decorando con adornos brillantes y miles de regalos que irían sumando hasta le fecha indicada.

Pero como toda costumbre, cada uno de los grupos debería sostenerla, y la Marca Tenebrosa no debía olvidar que tenía las suyas propias. Ni hacer olvidar al resto del mundo sobre las Navidades Sangrientas, donde los mortífagos salían libremente a secuestrar, a castigar y a destruir todo lo que se les cruzaba de por medio. Una cierta manera de llamar la atención, de poder atraer a la Orden del Fénix y llevarse más de una vida como suvenir de aquello.

Habíamos sido todos convocados por Sagitas E. Potter Blue, en un rincón oscuro donde varias volutas de humo negro se habían juntado entre varios árboles que bloqueaban la vista de cualquier transeúnte. La noche había caído y no podíamos esperar mucho tiempo para empezar. Una vez que tuve al grupo para la misión frente a mí, les mostré el pergamino que la mismísima Líder de la Marca Tenebrosa me había indicado. Recordaba sus palabras: “Mael, querido Lugarteniente. Sé que no fallarán. No podemos quedarnos sin un lugarteniente menos”. Recordé haber sonreído apenas mirando a su rostro, y notando que Sagitas hablaba con palabras tan bromistas como serias y no había logrado diferenciarlas. Asi que los obligaría a cumplir la misión, si era necesario.

— Hay varias mansiones que podremos visitar. Con visitar ya saben para qué. La ventaja que tenemos no son solo nuestros hechizos destructivos, sino las magias tenebrosas que poseemos. Magia que ni siquiera la Orden del Fénix conoce. Deberíamos visitar unas cinco mansiones de nuestros enemigos. Cada uno podrá elegir una. ¿Quién empieza? Quien lo hace nos llevará a todos allí. Iremos por turnos. Yo solo iré en calidad de supervisor y encargarme de que hagan su trabajo. Quien se aleje de la misión, quién deje solo a un compañero o compañera, podrá considerarse fuera de la Marca Tenebrosa.

 

INSCRIPCIONES

♦DISCÍPULOS DE NOSFERATU♦
Malum Luxure  (Conocimiento 4)

♦CABALLEROS DE WALPURGIS♦
Mica Gryffindor (Conocimiento 4)

♦SENESCALES DE CARONTE♦
 toji (Conocimiento 1)
Xell Vladimir Potter Black (Conocimiento 3)
Kahlan Blackthorn  (Habilidad)

♦♦♦♦♦♦♦♦  REGLAS: 

Topic referente a conocimientos de bando

Clanes de bando

→ Para aprobar se necesitan como mínimo hacer 5 roles que estén relacionados a la trama y aporten a ella. Si en la totalidad de la clase sus roles son en una situación totalmente ajena a La Aventura, no se tomarán en cuenta aunque haya cumplido con lo pedido. 

→ Como toda clase de conocimiento o habilidad, se deberá hacer uso de lo que se está aprendiendo, como requisito que se debe tener en cuenta para aprobar.

→ Se aceptan usuarios que roleen como oyentes, es decir, que no hayan pasado por inscripción y lo hagan para enriquecer a su personaje o colaborar con la trama. Pero a tener en cuenta que aunque se rolee 1 sola vez ya se considerará oyente y no lo podrá hacer al mes siguiente. Es decir, solo se permite entrar a una clase de conocimiento de bando sin estar apuntado a ésta mes por medio. 

→ El máster de este mes será: Mael Blackfyre

→ Aclaración: La master acompañará en el rol. Den rienda suelta a la creatividad e imaginación de los cursantes. Colaborará con quienes se traben en sus roles, quienes hayan quedado plantados o no sepan qué hacer. En ningún momento condicionará el rol de terceros ya que eso sería considerado abuso pero tampoco se puede ignorar lo que el máster rolee.

Editado 23 de Noviembre del 2022 por Mael Blackfyre

[Kahlan Blackthorn]

 

—Hielo del Averno—

Resonaba por las paredes de la torre Negra, usando como moneda de cambio su alma corrompida por todas las acciones perpetradas contra los miembros de la comunidad mágica. Ahora los dones que otorgaba el inframundo estaban en sus manos, empleando aquel hielo para crear mansiones que perdurarían a través de los tiempos y dentro de ellos habitarían los cuerpos congelados de sus moradores— Los traidores caerán uno a uno, comenzando con los que se jactaban de ser los más puros que habitaban dentro de Londres—sonreía dejando a la vista dos hileras blancas que destellaban como las estrellas del firmamento. 

Apagándose poco a poco, al cerrar sus labios y dejar sumido en un vago recuerdo aquel gesto que pocas veces engalanaba su faz— El lienzo blanco esta listo para comenzar una nueva obra de arte siniestra y mortal—sentenciaba volviendo a los tiempos en los que nadie se oponía a los designios dictados por la marca tenebrosa. Ella era una leyenda que recorría decenas de escenarios bélicos, incontables muertes que recaían sobre su espalda y le condenaron a habitar el mundo de la inmortalidad sin el menor de los reproches. Nació para ver el mundo arder una y mil veces, cimentado sobre los cuerpos inertes un reinado que jamás vería el fin de los tiempos.

— Balerion, estará encantado de devorar lo que quede de esos traidores a la causa oscura. Pronto pondré el último clavo de su ataúd y podrá intentar descansar en paz—el ardor en la zona de su nuca se intensificaba cada vez más y responder al llamado no tardó demasiado en concretarse. Su cuerpo se transformó en una estela de humo oscuro como el ala de un cuervo, dejando detrás de ella una horda de cráneos que estallaron en el acto. Apareciendo donde estaban congregados sus compañeros de bando, saludándoles con una cabezada, ya comenzaba a cocinarse en su cabeza la primera mansión que sería visitada por las huestes tenebrosas.

— Iremos por los Malfoy, no se como se han dejado contaminar por las lucecitas que inundan con esa luz cegadora todos los sitios que visitan—ocultando detrás de su máscara todo el repudio que despertaban en ella los miembros de la Orden del Fénix. La sola idea de que el Ministro formará parte de sus filas, le revolvía las tripas como una lavadora lo hace con una tanda de ropa muggle.

 

[Malum Luxure]

El llamado se hizo sentir en la piel y por supuesto había que acudir de forma inmediata, amaba aparecer en una estela de humo negro, dejando huella en la mente de los enemigos y sobre todo de los cobardes que se creen con la verdad pero en realidad solo buscan su propio beneficio y son totalmente traidores a la sangre.

Mi llegada silenciosa como una sombra era la mejor opción para poder tomar de sorpresa a la gente de paso oír un poco de lo que hablan, por lo visto la misión era interesante ya que había que visitar las casuchas de esos piojosos...muy interesante salir a buscar regalos "gratis" y recuerdos de visita, no pude evitar poner los ojos en blanco ante lo dicho por el lugarteniente, estaba claro que en me alejaría de la misión pero tampoco iba a cargar con gente que no tengo en cuenta como lastre...cada uno sabe manejarse como debe.

-Lo dicho por Hisy me parece perfecto...los Malfoy merecen una cálida visita y unas felicitaciones de fiesta anticipadas antes que cada uno se ocupe con su fiesta propia.- Hable con calma desde mi rincón, si bien tengamos a uno de los suyos en nuestras filas eso no hacía que la mayoría estuviera a nuestro favor.

Varita en mano estaba más que preparada para empezar, los deseos de acción eran muchos ya que en mi estado todos me tenían en una cajita de cristal y eso me ponía nerviosa pero sobretodo aburrida, lo cual era muy muy peligroso ya que podía explotar de forma retorcida y eso sinceramente no sería nada agradable para quien esté cerca.

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[Mica Gryffindor]

Allí estaba nuevamente, de pie en la Fortaleza preparada para una nueva misión. Fue la tercera en responder al llamado, viendo ya presentes a dos mortífagas con sus respectivas máscaras. Ella también llevaba la suya, la cual le cubría el rostro con su plateada estructura. “Nemesis” ese era su nombre como mortifaga, aunque no se había dado a conocer aún de ese modo ante muchos. “Némesis” lo había escogido en base a su necesidad de venganza, de lograr cobrarse por cuánto habían hecho a los suyos. De manera lenta, a pequeños pasos, pero sabía que solo podría descansar cuando su revancha se hubiese efectuado.

La idea de vagar entre residencias y generar destrucciones “porque sí” poco le agradaba, pero no era quién para cuestionar los ideales mortífagos ni sus métodos. Era una más, independiente y algo renegada, pero una más, y así debía comportarse. Sus objetivos eran claros: lograr allegados, seguir haciéndose poderosa y conociendo magia a la cual de otro modo no accedería.

Cuando el silencio reinó en la fortaleza fue Hysy la primera en hablar. Sus frases le helaban la sangre, el rumbo que las acciones de esa noche tomarían la perturbaba bastante. Entonces escuchó el destino que más temía, enunciándose la familia Malfoy como primera destinataria de sus “visitas”. Ludwig, Ashley, Noeline… aquellos nombres vagaron por su cabeza, no obstante se mezclaban con ellos el del patriarca Crazy y Tazz, quien podría estar incluso entre los que concurrirían a la misión.

-La Familia Malfoy ha sido mortífaga desde siempre. No entiendo en qué basan sus dichos -soltó, molesta. Si bien ella conocía a quienes habían estado en el bando contrario, no comprendía de dónde habían aquellas mujeres obtenido tal información. -Dudo mucho que a Crazy o a Tazz agraden mucho sus afirmaciones. Pero, si así lo desean, vamos y luego nos enfrentamos a las consecuencias. -no iba a imponerse conta la decisión, al fin y al cabo parecían estar más que de acuerdo.

Invocó El Colmillo, aquella arma que tan solo los Caballeros de Wlapurgis podían ostentar. El suyo tomó la forma de una daga originalmente pequeña que iría en su mano izquierda mientras con la diestra llevaría la varita.

-Fulgura Nox- sentenció, abriendo el portal para dirigirse hacia la mansión Malfoy. Cruzándolo en primer lugar a la espera de que el resto también lo hiciese.

Los jardines de la Malfoy aguardaban, silenciosos, toda la mansión parecía ya estar dormida. Suspiró. No le agradaba tener que hacer eso, pero debería mantenerse con el grupo y simular que atacaba al igual que el resto. Pronto se marcharían, ya que deberían acudir a aun total de cinco residencias en una sola noche.

[toji]

 

 

 

 

 

Horas antes de ser convocado…

Allí estaba de pie, en medio de un callejón a oscuras, en medio de la nada. Las circunstancias que le habían llevado hasta allí eran meramente personales. De vez en cuando Toji desaparecía de sus obligaciones como miembro de las filas tenebrosas, como dueño de la tienda de artefactos malditos y también como amigo. Sus planes para volver a recuperar el trono que los de lideran su clan actualmente le habían arrebatado cuando tan solo era un crio. —No es aceptable que por cada poso que dé retroceda un par— masculló frustrado mirando hacia la acera de enfrente, hacia un edificio gubernamental en el cual estaban entrando lo que parecían gente importante… políticos extranjeros. Toji había escuchado susurros que le explicaban que la familia real nipona visitaba la embajada japonesa en Londres por asuntos oficiales. Y allí estaba él, decidido a arrebatarle la vida al hombre que lo desterró…

De vuelta en la Fortaleza…

Ya solo le quedaba aparecer su mascara de oni para ocultar su rostro de los miembros de las filas que aún no conocían su verdadera identidad. Con un seco movimiento de la varita la pasó por su rostro y la máscara negra con colmillos negros apareció para ocultar su rostro. En esta ocasión, el mortfífago apodado como “Zenin” vestía un Kamishimo de tres piezas, por debajo un kimono de color gris oscuro, un hakama también gris y por encima de los hombros llevaba un kataginu de color negro a modo de chaqueta. Podría parecer incómodo, pero no lo era, el traje le daba bastante movilidad y protección. Zenin también llevaba su catana atada a la cintura, con la empuñadura adornada con trozos de jade brillantes a la luz. Ya listo, tocó la marca que se revolvía inquieta ante el llamado de su lugarteniente. Toji desapareció de sus aposentos en la fortaleza para reunirse con sus compañeros de bando, en la reunión ya se encontraban; Hysy, Denébola y Némesis junto a Goldor. Los saludó y se guardó las distancias para escuchar atento el plan que se urdía.

— Quizás ellos tengan algo que decir en contra de lo que estamos a punto de hacer, pero…— Zenin intervino respondiendo a Némesis. —que esto les sirva como aviso, al ministro y a su familia, aviso de que estamos dispuestos a no abandonar a los nuestros… —aclaró con tono pausado y convencido de sus palabras. — Estamos dispuestos a echar a los traidores, pero sin atentar contra aquellos que aún nos son fiel— finalizó su intervención. Eran ciertas sus palabras, quizás no era la mejor manera, pero era algo que siempre se había planteado desde su ingreso a las filas tenebrosas. ¿Qué pasará con Tazz? ¿Qué pasará con la familia que lo acogió cuando no tenía a nadie? Lo averiguaría en cuestión de minutos. Zenin atravesó el portal que había abierto una de sus compañeras y fue trasladado hasta los terrenos de la mansión Malfoy. Allí imponente se alzaba, impasible, siempre alta sin importar cuántas veces la quemen o la derrumben. Eso era la familia, eso le habían enseñado los Malfoy… Tazz. No importan las paredes, importa el vínculo…

—Tengo una idea— sentenció el nipón. —pero necesito que alguien abra otro portal al pueblo muggle más cercano— Toji pretendía utilizar sus poderes de Caronte que le permitían controlar el alma de muggles o magos y brujas débiles, obligándoles a cumplir su voluntad. —¿Quién se apunta a recolectar unos cuantos muggles para que hagan el trabajo sucio en la mansión Malfoy? — preguntó Zenin.

[Kahlan Blackthorn]

 

— El buen juicio suele nublarse, cuando los sentimientos se anteponen a la razón—sonreía detrás de su máscara. El hacerse con esa clase de información, no era tan complicado y menos cuando algunas personas pertenecientes a la marca, rondaban tan de cerca a los Malfoy y miembros de la Orden del Fénix. Al parecer portar una máscara, no solo se aplicaba a la que los mortifagos empleaban, para mantenerse en el anonimato. Sino que iba más allá de usar pantallas que lograban engañar algunos, pero a otros les daban las armas necesarias contra personas que tenían sus días contados dentro de la comunidad mágica. 

— Lamento no regirme por las actuales reglas de etiqueta, pasando por alto los nexos que algunos miembros de la marca tienen con los Fenixianos. No suelo tolerar la traición, si estuviéramos en los tiempos de antaño—carraspeó con suavidad— Ya todos ellos estarían debajo de la torre negra, encarcelados y siendo sometidos a las peores vejaciones. Lo que solía llamarse “vieja escuela”—añadía escuchando con atención las palabras de Zenin. A ella no le temblaba el pulso a la hora de elevar su varita contra los que consideraba enemigos de su causa o la causa que siempre defendería.

Aunque actualmente esa causa se confundiera con otra muy distante a lo que era la verdadera esencia de la Marca Tenebrosa. La idea no le sonaba del todo rebuscada, aunque su recelo hacia los muggles iba en aumento— Yo tengo algunos dragones que desean un poco de acción. En especial uno que espera ansioso acabar con objetivos que ya tiene en la mira—saboreando el veneno que era expulsado por sus labios miraba a Denebola. Sentenciaba de ese modo a todas las familias relacionadas con la Orden del Fénix o sus aspirantes.

— Para salvar a unos cuantos deben morir miles, no se puede ir contra las leyes de la naturaleza. El destino suele ser lapidario, cruel, lacerante y mutilador—sujetando el mango de su espada del invierno, no dudaría en usar la misma combinada con el poder del Hielo del Averno. Ansiaba ver como se congelaban los huesos del Ministro Ingles, verle suplicar por su existencia y rogar porque no se acabará con su dinastía. Respetaba a Crazy, agradeciéndole todas las enseñanzas que le legará hace años. 

— Vayamos por esos odiosos muggles, si ellos sirven como carnada. Pues bienvenido sea, aunque eso no me quita la potestad de atacar cuando y como yo quiera—indicaba observando con frialdad el amuleto dragón que llevaba en su cuello. Jamás atacaría a un camarada, nunca seria capaz de usar el poder que poseía contra los verdaderos mortifagos que aun quedaban dentro del sitio que consideraba su hogar. Dejándose llevar por ese instinto asesino que dominaba cada una de sus acciones, pasando por alto el tener que rendirle cuentas a alguien en particular.

—Infundir Alma—imbuyendo pedazos de su alma en su espalda del Invierno, creando un vinculo más profundo y poderoso entre ella y el afilada arma.  Usando todo su poder en el momento justo, dándole una cucharada de folor interminable a los traidores.

 

Editado 22 de Noviembre del 2022 por Kahlan Blackthorn

[Mael Blackfyre]

Aquel grupo selecto de mortífagos se habían hecho presente casi al instante y eso me agradaba. Eso significaba que podíamos llevar la misión cuanto antes, esperando lograr nuestro cometido. Las primeras en llegar, en orden, habían sido Hysy, Denébola y Némesis, siendo Zenin uno de los últimos pero que se agregó sin problemas. Una de las cosas que más detestaba era que tenían la orden delante de sus narices y no actuaban, se rezagaban en decir frases sin sentido y lanzar amenazas al aire.

Pero salvó Mica que explotara en un ataque de impaciencia. La bruja fue la que tomó las riendas de la situación luego de que las dos primeras en llegar propusieran la Mansión Malfoy como primer destino.

— Gracias, Mica, por mover el trasero. A éstas alturas ya deberíamos hacer nuestro cometido y habernos ido de la Malfoy. ¡No se retrasen ni pierdan tiempo! Nada de muggles, Zenin, necesito que te concentres si no quieres que te mate antes que me mate Nemétona —le expresé a toji cuando atravesábamos el portal que invocaba la Gryffindor. Pasamos de la Fortaleza Negra hacia los jardines de la mansión de los Malfoy. A unos cuántos pasos detrás se encontraba la verja—. Tal vez no sea factible atacar la mansión. Tal vez podamos hacer algo más fructífero y dejarle un mensajito al nuevo Ministro. ¿Nadie tiene entre sus poderes un lindo truco? ¡Actúen y no jueguen! Que Hysy ya eligió y debemos pasar por cuatro lugares más —me aferré a mi varita.

@ Mica Gryffindor  @ Kahlan Blackthorn  @ Malum Luxure  @ toji  @ Xell Vladimir Potter Black

[Malum Luxure]

Mi risa se escuchó en burla ante algunos comentarios luego pasé por el portal con total calma, es una pena que la idea de usar muggles fuera descartada pues me hubiera encantado dejar algunos colgados de las rejas o incluso en las mismas puertas de la Malfoy, una idea morbosa y gratificante. Cuando Goldor preguntó si alguien tenía una idea o truco que utilizar pensé un momento en mis opciones y encontré una muy divertida a mi parecer.

-Yo tengo una idea así que disfruten del pequeño espectáculo.- Me aparte de ellos haciendo señas para que se escondan me quite la máscara y la guarde en mi bolso pero conservando mi atuendo negro, con ambas manos desarregle mi largo cabello para que no se me viera la cara y parecer lo más desagradablemente posible.

Me moví la ropa un poco, pasé la reja gritando desesperada palabras ilegibles, llantos dolosos y me tiré en la puerta, una actriz no lo hubiera hecho mejor, con ello llamé la atención de algunos elfos de la casa que acudieron a mi "rescate" preguntando qué me había sucedido, mientras esto sucedía me puse de pie tan rápido que no pudieron asimilar lo que sucedió, con mi varita en mano les apunté.

-Petrificus totalus!- La luz púrpura salió de mi varita tras el veloz movimiento dejando quietas a las criaturas, me fijé que nadie más viniera o estuviera viendo por las ventanas y al comprobar que nada pasaba me dispuse a jugar, ya que estaban parados ahí como indefensas estatuas con el terror en sus ojos, busque mi máscara una vez más y me la puse quitando el pelo de mi rostro.

Usando el conocimiento "Caldero de sangre" toque al primer elfo y le hice hervir la sangre hasta que murió por los daños provocados lo que fue sinceramente entretenido pero el olor a carne chamuscada no le gustó a mi bebé que casi me hace perder lo último que comí, al segundo elfo le hice lo contrario que al primero...le congele la sangre hasta que esta se detuvo y también lo mató, esperaba que mi demostración sea satisfactoria para el público. Luego de meditar un poco más decidí congelar al tercer elfo por qué el olor del primero no me hacía sentir nada bien, pero está vez vivo antes de sumirlo en el letargo otra idea cruzó mi oscura mente.

-Dale saludos al ministro de parte de los Mortifagos y dile que se cuide muy bien las espaldas por que pronto se le van a quemar las alas.- Soltando una risita leve cuando lo termine sumido en el letargo, si los Malfoy se daban cuenta que estaba vivo se salvaría o si no moriría por inanición.

Caminé tranquila hacia las rejas nuevamente y apuntando con mi varita a cada una de las criaturas usé un hechizo para moverlas y colgarlas como adornos espantosos de las mismas rejas, sin duda un muy buen trabajo de mi parte sin importar lo que digan los demás.

-Sugiero que la próxima visita sea al Castillo Evans McGonagall hogar del ex ministro de la magia...hay que dejar un mensaje en el pasado así como en el presente.- Me puse al lado de Goldor nuevamente para ver que proponían los demás.

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@ Mael Blackfyre   @ Kahlan Blackthorn   @ toji   @ Xell Vladimir Potter Black

Editado 26 de Noviembre del 2022 por Malum Luxure

[toji]

 

 

 

 

 

Zenin escuchaba atento a las negativas que sutilmente expresaban las enmascaradas. No estaba dispuesto a empezar debates éticos y morales desde detrás de una máscara. Él era fiel a sus principios y eso era suficiente para poder seguir con la misión que les habían encomendado. —Bien… haced lo que consideréis— expresó en tono neutro a sus compañeras mientras se adelantaba a la verja que le cerraba el paso al interior de los terrenos inaccesibles de la mansión. El japonés abandonó la idea de ir a por los muggles, tan rápido como se le había ocurrido, después de recibir la llamada de atención por parte de Goldor. —Solo pretendía usarlos como títeres… no siempre se puede hacer de los magníficos poderes de mi clan, mi señor— respondió mientras avanzaba por delante en dirección a entrada principal.

Con un leve movimiento de su varita, Toji hizo aparecer una criatura que reptaba a sus pies. Se trataba de una serpiente que le acompañaba desde hace unos meses y que había logrado vincular sus almas gracias al poder de clan <<Vínculo de Alma>> el cual consistía en compartir una conexión en bilateral con el ofidio. —Mi pequeña, ya estás aquí… —saludó siseando a la serpiente. —Tenemos trabajo que hacer… — Zenin se agachó para ponerse a la altura de la serpiente, esta abrió sus fauces y empezó a regurgitar lo que parecía un cadáver. Él la miró orgulloso. —Si no puedo ir a por muggles frescos, no me dejáis otra opción que tirar de mi reserva de cadáveres— una mueca de malicia se dibujó detrás de la máscara del mortifago.

—Bien… lo colgamos y escribimos un saludo cordial al ministro— Zenin levantó la varita apuntando al cavade que acababa de expulsar su serpiente y este se quedó flotando por fuera de la verja de los Malfoy. Acto seguido el nipón con una suave floritura de su varita escribió un mensaje que flotaba por encima del cadáver <<Semper Fi>>

Extendió la mano para a modo de llamado para que la serpiente suba por sus hombros y viajara con él. —Me parece una idea estupenda, Denebola, el párroco no debe descansar en paz… sería una pena que ahora que ya no es ministro se pase los días de jubilación tan tranquilo…— Toji se dio la vuelta y se dispuso a la espera de que alguien abriera el portal ala siguiente ubicación, él no disponía de tal magia, al menos no de momento.

 

@ Mica Gryffindor  @ Malum Luxure  @ Kahlan Blackthorn  @ Xell Vladimir Potter Black  @ Mael Blackfyre

[Kahlan Blackthorn]

 

— Comencemos con la verdadera diversión—vocifero haciendo uso del hielo del averno, aquel frío que emanara de sus manos creando un muro resistente de ese material. Tan gélido como un iceberg, dejando atrapadas dentro del mismo a las criaturas que deambulaban por los jardines de la mansión Malfoy. La baja temperatura causaría daños severos en ellas, uniéndose a ese poder el Fuego del Tártaro. Proyectando el mismo hacia un elfo que le miraba aterrado, volviendo a la vieja escuela, dándole una cucharada de dolor lacerante. El fuego quemaba el alma de la criatura, desatándose una tonada tétrica que era causada por los gritos del pobre infeliz. 

El asesinarlo era la meta de la Ángel Caído, arrancar de la faz de la tierra todo ente viviente dentro de esos terrenos. Ahora le tocaba al Heraldo del Infierno, darle el poder de controlar a los demonios, aquellos que se dividían en niveles y pedían a cambio como pago una parte del alma de la Blackthorn. No le importaba en lo más mínimo perderla misma en el proceso, no la necesitaba para concretar con éxito sus planes de destrucción. 

— Demonio Menor—siseaba invocando cuatro entes con personalidades diversas. El primero era bastante cómico tanto que al ver morir al elfo, no pudo evitar formular un chiste a costillas del pobre ente— Algunos pierden la cabeza y otros la poca dignidad que les arranca su estatus de sirvientes—riendo como un loco demente se unía al sádico plan de la vampiro. El segundo era bastante zalamero y empalagoso, recorriendo con sus manos el cuerpo sin vida— No debió morir de ese modo, pudiste ser menos drástica y más misericordiosa—ganándose una mirada asesina por parte de la rubia.

— Te puedo enviar a que le hagas compañía, pedacito de dulce—externaba con desdén— Las palabras sobran, apoyo el accionar de está destructiva dama—solamente eso salió de los labios del demonio taciturno que apareció como tercer invitado. Solo restaba que la inteligencia se materializará y así ocurrió, acompañando con la certeza de que matar y acabar con todo lo que se mantenía en pie y pertenecía a los Malfoy debía parecer ante el yugo del poderío que ostentaba la fémina.

@ Malum Luxure @ toji @ Mael Blackfyre @ Mica Gryffindor