Jump to content

Familia Granger (MM B: 86794)


Sophie Elizabeth Granger
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Me sentía tan cómoda a su lado, como si él lograra entender mis actos y no debiera preocuparme por lo que pudiese pensar. O al menos eso me transmitía. Sin embargo era cómplice de mis propios pensamientos los cuales embaucaban mis deseos de seguir contagiando a mi corazón con pequeños sentimientos que intentaba desprender desde hace tiempo y que aún así era tan difícil.

 

Suspiré ante su presencia, suspiré ante su mirar, y temblé al pensar que los suspiros eran algo más.Simplemente, debía dejarme sentir, eso era lo que debía hacer. Pero no sin antes saber más sobre la persona que tenía ante mí.

Saber más de lo que Sil me había contado, o al menos conocerlo por mi misma.

 

Me sorprendí al ver que el vampiro pedía a su elfo un martini. Sin embargo, decidí acompañarlo pese a que hacía mucho tiempo había dejado de lado las comidas y bebidas humanas.

-Tráeme lo mismo, con una rodaja de limón en lugar de la cereza- dije al elfo con mala cara. Me encantaba fastidiarlos, ganarme su odio y su respeto, aunque siempre tenía la viva imagen del elfo que aún residía en el castillo Triviani, con el cual habían sucedido cosas escandalosas.

 

Ignoré las miradas que Joacoo y su elfo se lanzaron mutuamente mientras peinaba un mechón de mi cabello.

Luego escuché con claridad sus palabras, quería saber de mí. Por lo que me decidí a ser completamente sincera.

Me preguntaba por donde empezar. Contar lo bueno, lo malo, o simplemente lo que era importante saber, lo que podría llegar a interesarle al mago.

Quizás, quería saber si mi corazón tenía dueño alguno, a lo que no podía negarme. Pues años estuve enamorada de mi prometido así como él lo estuvo de mi madre.

 

-Creo que antes de contarte sobre mi, debería advertirte que no soy lo que se dice, una buena persona- mantenía mi fría mirada fija en los azulados ojos del mago -y que, aún tengo baches en mi corazón, baches que pertenecen a una persona a la cual quiero deshabitar de mi alma.

 

Me crucé de brazos y miré hacia el techo, con la mente naufragando por un mar de recuerdos que no paraban de envolverme como olas.

Entonces el fastidioso Elfo apreció con nuestras bebidas, sirvió a su amo y con una mueca de desaprobación me tendió una copa.

La miré con desconfianza, la olfateé. Temía que aquella criatura del demonio colocara alguna extraña sustancia en su contenido.

672440170_firmadana.png.e290dcafe4b6fce4606f7d9799883adb.png

 

7hdosh8.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Algo en la joven me hacía acordar mucho a su madre, más allá de la apariencia, ella al igual que Sil parecía disfrutar mucho de las pequeñas muestras de maldad, como acababa de demostrar cuando hacía la petición a mi elfo momentos antes. Esas cosas siempre lograban sacarme una sonrisa, en los tiempos que estaba con Sil, y aún ahora al verlo después de tanto comprobé que aún ese maltrato lo hacía, aunque viniera de Mizuky, y algo me decía que no era cualquiera que podía hacerme sonreír con eso, sin duda, ellas dos tenían una forma única de hacerlo que siempre lograba divertirme.

 

Yo sabía que la joven pelirroja a mi lado no era Sil, físicamente era muy diferente a su madre, y a pesar de saber que tenían una fuente de maldad común en su interior, y otras pequeñas cosas más, que, no iba a mentir, me atraían no podía comparar a Mizuky con su madre. Mi atracción por Mizuky fue al momento de contemplarla, afligida, triste, hasta dulce y tierna diría yo, todo antes de saber que si guardaba algún parecido con Silverlyn.

 

La joven habló mientras le mantenía la mirada advirtiéndome primero, que no era buena persona, sonreí, eso no era lo que yo consideraba un problema, la maldad me atraía. Continuó hablando, descubrí que teníamos más en común de lo que creía, al igual que yo, ella había pasado por un amor que la había marcado. Yo podía entenderla, comprendía su deseo de quitarse esas marcas, y sabía lo difícil que era, hasta tal punto que yo aún estaba marcado, yo no tenía dudas de eso.

 

Me dispuse a contestar cuando Kraven me interrumpió, llegando con las bebidas, había estado tan concentrado en la conversación que había olvidado las bebidas. Como todo buen elfo sirvió y se retiró, pero como mal criado que era le lanzó una mirada de desaprobación a Mizuky y otra a mí, con una tercera falta de respeto lo encadenaría en el sótano. Reí al ver como la ojiazul tomaba precauciones con la bebida, mi elfo podría ser realmente odioso, pero no era capaz de cometer un asesinato envenenando a alguien, era débil. Di un sorbo a mi Martini dulce y miré a la joven.

 

-Te aseguro que no tiene nada, bebe con tranquilidad- le dije, riendo -Y volviendo al tema anterior...- solté para acaparar más su atención -Por lo de no ser una buena persona, no es algo que debas preocuparte conmigo, tu madre no era el ejemplo de bondad, todo lo contrario, y tu podías confirmar todo lo que la quería- Sonreí -ahora, sobre lo otro debo decir que te comprendo completamente, esas marcas, son las más difíciles de borrar, tu madre ha dejado una, debo decírtelo, y hace bastante tiempo que estoy intentando olvidarme de esa marca y seguir adelante- Suspiré -Lo cierto es que aunque he avanzado bastante la mayor parte de la marca sigue ahí- Así como vi y sentí que ella era sincera conmigo, por una cuestión de respeto yo también fui con ella. Di un pequeño sorbo a mi copa y esperé su respuesta.

Asdktyr.png

CKx7Y95.gifSHzud3o.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Recostada en su cama mientras leía un libro sobre el Holocausto, se dio cuenta que había repasado la misma frase mil veces. Por alguna razón no podría concentrar su mente en la lectura, le estaba siendo imposible. Así que frustrada cerró el libro.

 

Colocó la cabeza entre sus rodillas al tiempo que escuchaba el famoso “crack” que hacía su elfo al aparecer. Alffie era justo lo que necesitaba ahora. Sintió como la pequeña criatura le colocaba una de sus huesudas manos en su hombro desnudo, y sonrió al contacto. Solía pensar que Alffie era su único apoyo, su compañía, y amaba que su elfo fuera más su amigo que su siervo, y no tonto y dejado como los demás. Un caso especial, Alffie.

 

¿Qué sucede últimamente con usted, señorita Granger? Si me permite preguntarle — dijo el pequeño elfo con su vocecita graciosa.

 

No lo sé, Alf. Quiero un gato — contestó ella, sonriéndole al elfo.

 

Puedo conseguirlo para usted, sólo pídalo — le contestó el pequeño.

 

No sé si pueda cuidarlo… seguramente se echaría por el balcón, o tomaría venenos. No sé cuidar nada.

 

Alffie no le contestó nada más.

 

Algo había extra con Allysson, algo que la tenía bastante mal y depresiva, y mucho de eso tenía que ver con la relación distante que mantenía con sus padres, era solo que no sabía cómo acercarse a ellos; Allysson no sabía cómo acercarse a nadie. Ella era una persona fría por naturaleza, pero que se le iba a hacer.

 

Dejó a Alffie usando magia para limpiar su recámara y bajo al vestíbulo, con la esperanza de encontrar a sus padres, a alguno de ellos. Y es que había pasado tanto tiempo lejos de Ottery que sentía que los extrañaba, y Allysson simplemente no podía manejar ese tipo de sentimientos.

 

¿Mamá? — llamó, esperando que si ella se encontraba cerca pudiese escucharla.

The World's a Stage

http://i.imgur.com/EIQql.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Off: ¡Lo siento! No había tenido tiempo de responder T.T además esperaba a que posteara Lunosa pero creo que también se perdió x)

 

Inxe Sopa, morí con esto xDDDDDD

A veces juraba que Annick y Elvis serian novios eternamente e incluso empezaba a dudar de las preferencias de su primo. Tenia que hablar muy seriamente con ese chico sobre sus intenciones con la Granger porque hasta la fecha ni pichaba, ni cachaba ni dejaba batear. (xD)

 

On:

 

La pelirroja aún se reprochaba por el hecho de haberse puesto roja ante los comentarios de su prima, y lo único a lo que podía recurrir era a tratar de pensar en otra cosa esperando que el bochorno se le pasara. Por eso estaba un poco distraída tratando de evadir las miradas de las brujas como para haber notado el sospechoso gesto que la rubia le había dirigido a la ojivioleta. No obstante siguió con la mirada a su hermana cuando ésta se dirigía hacia el sótano.

 

Se nota que te encantaron tus regalos de boda –comentó levantando ligeramente la ceja derecha y tratando de ser sarcástica, algo que no solía dársele de buena manera–. Espero que lo que te di no sea lo que tengas arrumbado.

 

La escuchó murmurar algo que no logró captar del todo, y cuando la figura de la Granger desapareció escaleras abajo la ojiverde volvió la mirada hacia el terso color del chocolate mientras lo removía perezosamente con ayuda de una cuchara. No estaba prestando mucha atención a lo que hacía y por ello tardó en comprender las palabras de Sophie.

 

¿Cómo? –murmuró distraídamente– ¡Ah!, ¿fecha? –repitió aclarándose la garganta–, pues no, no hemos hablado sobre eso –Trató de sonreír pero no fue muy convincente pues de pronto le surgió una duda–. En realidad no sé si Elvis ha considerado esa posibilidad... –incluso era la primera vez que ella misma lo pensaba y se preguntó si el auror querría casarse.

 

Escuchó una voz femenina (Allysson) procedente de otro punto de la casa y volteó hacia la puerta, como si pudiera ver a través de ella, prestando atención para asegurarse de que no se lo había imagino. Supuso que si alguien más rondaba por la mansión posiblemente buscarían en la cocina y ahí encontrarían a las tres chicas.

Editado por Annick Black

gnDEgfw.gif                   ¡Gracias, Elviro! 😍

QMxjxpE.jpg
HBbtNSf.giffSL7BoU.gif ~ JJlyjO8.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Velkan Julian Vladescu

 

Perseguir a los fantasmas de un pasado siempre fue una mala idea, de hecho, perseguir fantasmas del todo lo era, pero a Velkan no lo caracterizaba el miedo. Nunca lo hizo y mucho menos lo haría ahora, pero por mucho que se lo repitiera, tenía miedo, como nunca lo tuvo antes. ¿Que le diría?. Cómo podría explicarle que estaba allí, que podía quedarse y no existía un reloj contando su tiempo para llevarlo de regreso a su infierno solitario. Como explicarle después de tantos años, que venía para quedarse.

 

Alzó la mirada hacia la mansión que se proyectaba ante él desde las sombras, la lluvia comenzaba a arreciar, empapando sus ropas, calando hasta sus huesos y nada de eso lo preocupaba. Solo la mujer que estaba en el interior de esa casa y los dos niños que la acompañaban y a los que podía percibir perfectamente desde allí. Se obligó a dar el primer paso de avance hasta la entrada, distrayéndose en la decoración de la mansión, mostrando abiertamente una cobardía de la que no se avergonzaba, retrasando el momento de tocar a la puerta. Y era que él podía enfrentarse al mundo, pero jamás a ella y a esa mirada que nunca olvidó, a pesar del tiempo que llevaban separados.

 

Se plantó frente a la puerta y se quedó mirándola, con unas ganas irresistibles de echarse a correr en sentido contrario, pero no lo hizo. Simplemente levantó el puño y tocó la madera con un golpe firme y seco, minutos después, un elfo apareció ante él y lo hizo pasar al recibidor. La criatura se le quedó mirando a la espera de una palabra suya, como por ejemplo, quien era, que hacía allí y a quien buscaba exactamente. Después, lanzó una mirada desaprobadora al suelo, donde el agua se escurría desde sus ropas, él tranquilamente lo ignoró y le habló en voz baja y profunda.

 

-Busco a Sophie Granger.

 

No era su especialidad ser educado, ni muy comunicativo, al contrario, si bastante áspero y a veces hasta desagradable por su carácter irónico, uno que caracterizaba a todos los hermanos.

 

-¿El amo tiene nombre?- preguntó el elfo casi con insolencia y Velkan reprimió un mal comentario.

 

-No, simplemente dile a tu ama que tiene visita.- contestó y mientras el elfo desaparecía, se acercó a la chimenea de la pequeña salita y dejó la capa sobre un sillón.

 

Las manos le temblaban y no era precisamente de frío.

Editado por Corvus Aidan

" ¿Has bailado alguna vez con el diablo, a la pálida luz de la luna?"

http://img27.imageshack.us/img27/3069/93886210.png
"I set fire to the rain and threw us to the flames"
http://s6.tinypic.com/11qsrbk_th.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Porque le gustaba burlarse de su prima no lo sabia pero lo que si podia saber es que Annick la aceptaba con todo y sus maneras burlonas. Decidio dejar de molestar a la chica que cada vez se ponia mas nerviosa por su acoso y penso en que debia cruzar un par de palabras con el Gryffindor. Elvis podia ser demasiado lento a veces en su afan de hacer todo perfecto y eso era exasperante para la bruja. Afuera, en el pueblo la lluvia parecia haberse ensañado con el viejo Ottery y los gemelos parecian inquietos en el piso de arriba seguramente deseosos de salir a la lluvia.

 

-Ese par debe estar sacandole canas a la pobre Ariana-le dijo a su prima aunque no hizo nada por calmarlos pues la nana sabia como hacerlos que durmiesen de nuevo. Mientras su prima le ayudaba abriendo el horno de la estufa Sophie saco toda una bandeja de ricas galletas que mas temprano su elfina habia dejado cocinando y las puso en un plato en medio de la mesa. Aquel era el complemento perfecto para el chocolate que ambas tomaban

 

Un sonido seco se escucho en la puerta principal y el elfo salio enseguida a atender el llamado aunque no era usual tener visitas a aquellas horas. Seguro era un nocturno como ella asi que se quedo a la espectativa de quien seria el extraño que tocaba a la puerta.

 

-Busco a Sophie Granger-escucho decir al hombre lo que hizo que la vampira enarcara una ceja y dejara una galleta a medias mientras iba al encuentro de su elfo que parecia disgustado con la visita y sus modos de contestar. Aquello era su culpa pues tenia muy concentidos a sus elfos que de vivir en otras mansiones ni siquiera se atreverian a mirar a la cara.

 

-Un hombre la busca ama Sophie, Polo intento saber quien es pero el señor no quiso decirle a Polo, si me permite opinar no son horas de buscar a la ama Sophie-refunfuño el pequeño a lo que Sophie le sonrio y le dio permiso de seguir con lo fuera que hacia antes de abrirle al desconocido

 

-Tienes razon Polito, puedes retirarte, ya me encargo yo de nuestro amigo-dijo mientras se encaminaba a la salita donde el hombre permanecia frente a la chimenea. Se mantuvo callada un momento estudiando al joven mago frente a ella tratando de econtrar algun signo de amenaza que no encontro.

 

Buenas noches, soy Sophie Granger, a que debo el honor de su visita a estas horas de la noche-pregunto para que este volteara a verla y tratar de identificar a tan misterioso visitante.

 

-

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Velkan Julian Vladescu

 

Se entretuvo en el crepitar de la chimenea, intentando ignorar el lugar donde estaba aunque le era imposible. En las paredes frente a él, varias fotografías mostraban a los miembros de la familia, entre ellos, un rostro muy conocido y dos más que pronto lo serían, si aquella visita terminaba bien. El fuego lo hacía entrar en calor poco a poco y sin darse cuenta, la ropa iba recuperando la calidez junto a su cuerpo, ¿o sería el lugar? La casa lucía acogedora y familiar, nada igual a lo que estaba acostumbrado, a la frialdad de las mansiones de su Clan, todos tan tétricos. Era una de las tantas razones por las que decidió mudarse fuera y lejos, lo mismo que su hermano Corvus y los otros. Cada uno tomó caminos tan diferentes y lejanos, aunque curiosamente tenían un punto en común, Ottery.

 

Sonrió a medias al recordar como se había conocido ellos dos, no allí, menos en una noche como aquella. Fue una fiesta, de esas opulentas que daba su familia y ella estaba allí de invitada de honor. No le importó de quien, cuando se acercó a la vampira en ese entonces y la sacó a bailar. Después de eso, fueron meses inseparables, en los cuales tuvo que luchar contra su propia familia que no la aceptaba y finalmente la muerte y ni aún eso, pudo romper aquel vínculo que sentía en ese momento.

 

Escuchó su voz y un nuevo estremecimiento recorrió su cuerpo. Tan suave y seductora como la recordaba, solo en ese instante cayó en la cuenta, de cuanto realmente la había añorado. Era su momento de presentarse, ya estaba allí y no podía esconderse más. Respiró profundo antes de voltearse y encarar a la bruja, quien no daba crédito a lo que veían sus ojos y si era sincero, él tampoco sabía que decir, aunque de hacer, hubiese querido besarla, estrecharla en sus brazos como aquella noche, en que sus nombres no habían importado, solo la pasión que estalló entre los dos.

 

-Honor, no sé, el motivo de la visita, tú.- respondió con su acostumbrada calma y voz profunda -Perdona mis modales, los olvidé un poco...- dijo acercándose unos pasos a la mujer sorprendida y conteniéndose -Soy Velkan Julián Vladescu, para servirle.- ella sabía de sobra quien era y se inclinó a besar el dorso de su mano, como si fuese un completo desconocido.

 

Después de tantos años, no sabía como podía reaccionar.

Editado por Corvus Aidan

" ¿Has bailado alguna vez con el diablo, a la pálida luz de la luna?"

http://img27.imageshack.us/img27/3069/93886210.png
"I set fire to the rain and threw us to the flames"
http://s6.tinypic.com/11qsrbk_th.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Nada mas mirar la cara de el hasta entonces desconocido en su sala la rubia se quedo sin habla. Si hubiese sido humana probablemente habria palidecido e incluso de habria desmayado de la impresion. Escuchaba sus palabras a lo lejos como en un sueño mientras se acercaba a ella y posaba sus labios en su palida y fria mano. Todos los recuerdos de su tiempo juntos vinieron y la envistieron dejandola temblando y a punto de derramar algunas lagrimas.

 

Cuantas noches soño con volverlo a ver y no dejarlo partir. Cuantas veces deseo no dejarlo salir a aquella mision de la que jamas regreso dejandola sola tantos años. Y despues cuando logro escapar de su dimension infernal y estuvo con ella una unica noche dejandole su mayor tesoro: los gemelos. La rubia se habia hecho a la idea de que jamas lo volveria a ver y aprendio a vivir con ello.

 

Y ahora simplemente se aparecia en su casa y se presentaba como si solo hubiese salido de paseo dejandola temblando como una hoja al viento. Su corazon le decia que olvidara todo lo pasado y lo atrajera a sus brazos como si fuesen aun aquellos jovenes enamorados de sus dias como humana. Su mente le decia que corriera lejos de el para evitar ser herida de nuevo cuando el tuviese que marcharse otra vez

 

-Julian...yo...tu estas, estabas muerto...como?-dijo de manera torpe sin saber como actuar o mas bien paralizada por el shock de verle ahi de nuevo frente a ella

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Velkan Julián Vladescu

 

El demonio retrocedió lo avanzado y se apartó un poco, dándole algo de espacio para respirar y que se acostumbrase a su presencia allí. No era fácil para nadie, para ninguno después de todo lo que sufrieron separados, un pasado que prefería no traer al presente. Se encogió de hombros y se acercó otra vez al fuego, como si fuese el único refugio donde podía ocultarse de su presencia, pero no era así.

 

Explicarle todo el proceso de magia negra que lo trajo a la vida no era el punto de la conversación. Estaba allí, de cuerpo presente y eso era lo que importaba, si ella lo aceptaba de vuelta o no, como la familia que habían planeado ser durante cada noche que disfrutaron de su romance y de su amor. Removió algunos maderos del fuego y nuevamente buscó sus ojos sorprendidos.

 

-Vagué demasiado tiempo en las sombras, pero ahora estoy aquí, regresé para quedarme.- se apoyó en el borde superior de la chimenea, era su sostén para soportar su presencia sin ir con ella.

 

Era necesario aclarar algunas cosas, lo más importante, sus hijos que también estaban allí, pero aún no era tiempo. Sophie era el primer paso de su regreso y uno de los motivos por el cual estaba allí. Mantener la distancia era prudente, no quería asustarla o disgustarla, pero se moría por abrazarla.

 

-Estuve confinado a la muerte, si, digamos que me permitieron salir por buen comportamiento.- en medio de todo se permitía hacer una broma cruel de su destino, del destino que los marcó a ambos -Ya pagué mi castigo y sin quererlo, tú también y lo lamento.

 

La disculpa fue completamente sincera y solo entonces, permitió que el dolor se reflejase en su mirada. La había extrañado, en pasado, en presente, a solo unos pasos de ella, la añoraba.

" ¿Has bailado alguna vez con el diablo, a la pálida luz de la luna?"

http://img27.imageshack.us/img27/3069/93886210.png
"I set fire to the rain and threw us to the flames"
http://s6.tinypic.com/11qsrbk_th.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La vampira vio como el se alejaba de ella y se acercaba a la chimenea de nuevo lo que le dio tiempo a la rubia de pensar en lo que estaba pasando. Y si aquello era solo un sueño y se habia quedado dormida en la cocina de la mansion? Decidio que lo mejor era sentarse o corria el enorme riesgo de caer desmayada en el piso de la sala. Sus ojos no se apartaban de el ni un instante por temor a a que si se volteaba el desapareceria de nuevo pero aun asi no se atrevia aun a ir con el.

 

Y si aquello era un engaño bien montado por alguno de sus enemigos para hacerla sufrir...Y vaya que los tenia y bastante capaces de herirla en lo mas profundo. No se arrepentia de las acciones que le habian ganado aquellas enemistades y las repetiria si fueran necesarias. Mientras ella intentaba aclarar sus ideas lo escucho decir que habia pagado su castigo y eso la sorprendio

 

-Castigo?-pregunto realmente interesada en aquello que Velkan habia dicho-porque no me lo dijiste? yo abria buscado la manera de sacarte de ahi...cuando estuvimos juntos pudiste decirlo, porque dejarme pensar que estabas muerto Vladescu?-termino ya gritando y llamandolo por su apellido, costumbre que siempre habia tenido de llamar asi a la gente cuando estaba enojada.

 

Un par de rojas lagrimas salieron corriendo por sus mejillas manchando de carmin su palida tez mientras sus puños se habian cerrado dando una muestra mas de lo que aquellas palabras habian causado en ella. Por un lado queria abrazarlo al saber que estaba vez no se iria pero por otro lado queria matarlo por haberla hecho creer que jamas volveria a ella.

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.