Kiosko: Una mordida rapidita (MM B: 95066)

[Seba Granger]

Me quede pensando un poco en lo que me había dicho de Tommy y que los precios habían aumentado, no estaba seguro si eso era muy bueno para el negocio con los bajos sueldos que se veían en esos tiempos en Londres, así que tendríamos que tocar ese tema con mas profundidad.

Mi mente regreso al lugar cuando Darla saludaba a la elfina de Akiza, -Amor ella es Christine, la elfina de confianza de Akiza, la que me ha sacado de apuros cuando tu cuñada le dan sus locuras- dije titubeando un poco, creo que no le había contado aun cuando la bruja me había atado.

-Christine ella es mi novia, te he hablado de ella otras veces- ante eso la elfina hizo una reverencia hacía Darla.

-Christine esta contenta de conocer a la novia del sr Granger, ¿Comerá con el joven?, si esta casi lista, Christine la hizo especial para que el joven Seba no deba quitar aceitunas- termino diciendo mientras comenzaba abrir el horno de nuevo.

-¿Quieres beber algo en especial con la pizza?- pregunte a mi chica que observaba el lugar, mientras buscaba unos vasos y los colocaba en una bandeja donde pondría las bebidas.

[Darla G Dumbledore]

La pelirroja sonrió ante la inclinación de la elfina, no podían evitarlo, lo sabía, a ella no le hacían falta muestras de tanto respeto por parte de los elfos, pero las aceptaba porque sabía que ellos eran en cierta forma felices, aunque no les terminaba de entender tampoco los quería ofender.

 

--Claro Christine, muchas gracias, sin aceitunas para Seba --río Darla dándose cuenta que nunca le había preguntado cómo le gustaba las pizzas a su novio, ya tendría de donde "robarlas" puesto que a ella no le disgustaban, al contrario.

 

Se acercó un poquito más para espiar tras la elfina y retrocedió un paso para responder a su novio, no quería estorbar a la pequeña cocinera.

 

--Lo que tú tomes está bien amor, sabes que no soy pretenciosa, aunque lo que me gustaría beber dudo que tu hermana haya surtido la heladera con ello --río haciéndole un guiño a su prometido y señalando su propia vena en el cuello.

 

Hacía unos días ya que no salía de cacería y aunque seguramente lo haría ese fin de semana, no estaba desesperada por beber sangre, su madre le había enseñado bien a controlarse. Recordó en ese momento a la mujer que la había cuidado tras ser convertida, a quien pensaba era la hermana de su madre. Pero no era momentos para nostalgias, como para no sentirse tan inútil, mientras Seba buscaba las bebidas y Christine comenzaba a cortar la pizza en porciones, trepada a un banquito y con un par de platos a su lado, ella tomó un servilletero y lo colocó en una punta de la bandeja.

 

--De verdad tiene muy buena pinta --comentó mientras volvía a acomodarse cerca de la puerta y a un lado del pasamanos que daba al salón de clientes.

 

 

 

@@Seba Granger

[Seba Granger]

Reí al oír el comentario de las aceitunas, y miré a mi novia por unos instantes, luego rebusque en la heladera sabía que había visto unas frutillas frescas, con eso le haría el jugo a mi chica, además le puse algunas gotas de jugo de naranja, prefería los jugos no del todo dulces, finalmente puse mas hielo y licue todo.

Sonreí de nuevo con el guiño de Darla, -Esta bebida es solo tuya, es exclusiva- añadí soltando una carcajada, luego cogí unos vasos largos y serví ambos con el brebaje.

-Espero que te guste amor, sino probamos con algo mas- en eso recordé cuando Kim había estado y probado lo que le preparaba.

La elfina a su vez ya había colocado la pizza sobre una tabla, y cortado las porciones, luego la llevo a la mesa donde antes estábamos con Darla, -Christine esperaba que disfruten la comida- dijo esta mientras regresaba a la cocina de nuevo pasando por el lado de la Potter Black, -Si los señores no necesitan mas a Christine se ocupada de las demás cosas- añadió retirándose hacía la parte trasera del local.

-¿Me acompañas mi amor?- señalé hacía la mesa dejando que se adelantará un poco para seguirla con las copas en las manos, y disfrutando de ver como se movía al andar.

Casi al llegar a la mesa apuré un poco el paso, deje los jugos sobre la mesa y me apresuré a retirar un poco su silla, mientras ella se sentaba dejé un beso sobre tu cuello.

[Darla G Dumbledore]

La risa de Seba era deliciosamente contagiosa por lo cual ella lo imitó viéndole con amor mientras el mago buscaba algo en la heladera, segundos después lo vio cerrarla mientras llevaba su carga de frutillas y naranja. Excelente combinación en realidad pensó la bruja mientras se cruzaba de brazos sintiéndose un poquito inútil y esperando no estorbar mientras la elfina se ocupaba de la comida y su prometido de preparar la bebida para los dos.

 

--Desde aquí siento al aroma de las frutillas y la naranja --era verdad que se mezclaba con el de la pizza, el resto de los ingrediente en el lugar, la elfina y su novio, pero ella podía identificar cada uno por separado --y si el sabor le hace justicia a su aroma, estoy segura de que salvo un beso tuyo no necesitaré nada más --sonrió mientras volvía a correrse para abrirle la puerta a la elfina que pasaba con la tabla con los platos con las porciones de pizza, casi se sintió un dibujito animado muggle flotando tras el aroma que la elfina dejó a su paso.

 

--Gracias Christine --respondió la pelirroja saludándola mientras la elfina volvía a la parte trasera de la cocina.

 

--Sí, mi amor, vamos --pasó y mantuvo la puerta abierta para dejar pasar a su novio con los dos vasos largos y le ronroneo a la pasada, ya que él se le adelantó luego que ingresaran al salón, dejando junto a los platos los vasos.

 

Darla se sentó en la silla que le había preparado y ronroneo al sentir el beso que erizó todos los cabellos de su nuca. La verdad que no podía pedir algo mejor, una pizza, una dulce bebida y la mejor de las compañías del universo, el hombre que amaba. Esperó a que él se sentara y elevó su vaso, ,brindando con su novio.

 

--Por más veladas románticas como ésta, en cualquier lugar y circunstancia --era verdad lo que hacía romántica la velada era el estar el uno con el otro.

 

Sus labios rozaron la bebida y al instante sus papilas gustativas se vieron invadidos por la dulzura y la acidez de las frutas, una mezcla mágica, mejor que cualquier elixir que pudiera existir y con el ingrediente extra de que la propia esencia del mago revoloteaba sobre ella.

 

--Está riquísimo amor --comentó la bruja mientras depositaba el vaso junto a su plato, dejando enfriar un poco la recién cocinada porción y veía a su prometido con amor.

 

--¿Cómo ha sido tu día hoy? ¿Necesitan ayuda con algo? Se que tienen a Christine y a Dash pero si quieres que alguno de mis elfos les de una mano no tengo drama, y seguro Dash no resongará si viene a ayudarlo Lualú --río la Potter Black pensando en sus elfos.

[Seba Granger]

Sonreí a la mujer de mi vida cuando me sentaba frente a ella, por que sin dudas ella era y sería el amor de mi vida, siempre la había estado esperando y había llegado a mi vida sin darme cuenta, eran en momentos como aquel que se me venía a la mente el momento que nos habíamos conocido, cuando yo era solo un chico mas que era su compañero nuevo de bando, luego nuestro reencuentro en la academia, donde se había encendido la llama de nuestro amor.

-Por mas veladas junto a ti mi amor, por mas momentos que marquen nuestra vida- levante el vaso hacía el de ella y lo choque con delicadeza, -Salud mi amor, gracias por estar a mi lado, Te amo mucho mi tesoro bello- lleve el borde del vaso a mis labios y bebí un poco.

-Me alegra que te haya gustado mi amor, la hice especial para usted- señale coqueteando a mi mujer, luego alargue mi brazo por la orilla de la mesa para tomar la de ella.

-El día tranquilo mi amor, bueno mas bien justo encontré a Akiza con los planos de las remodelaciones que quiere hacer, pero le dije que no daba para una piscina aun, excedería mucho el presupuesto- en esos momentos miré a la mesa donde los planos y muestras había quedado.

-Sin dudas Dash no se enfadaría, pero por ahora se arreglan bien Christien y Dash, a menos que la elfina de mi hermana no estuviera ahí si podría venir Lualu ayudar, o mas bien acompañar a Dash- entrelace la puntas de nuestros dedos.

-¿Que tal tu mañana?, algún problema en la librería, creo que Leto me dijo que había visto humedad en una de las repisas, pero no me supo decir si había sido algún descuido de un cliente- no sabía si ella estaba enterada de eso.

[Darla G Dumbledore]

Probaba ya la porción de pizza que les había preparado Christine, más bien a Seba, ella había caído como peludo de regalo, pensaba mientras su novio le respondía contándole de su mañana y de los planos que tenía su cuñada para remodelar. ¿Desde cuándo se las daba de arquitecta o decoradora? Tomó otro sorbo del jugo y sonrió ante la pregunta de su prometido.

 

--La mañana tranquila, hay pocas ventas estos días, sí la Navidad y las Fiestas de Reyes parecen traer un pequeño aumento, pero todo el mundo en Londres parece querer huír del país, o del mundo mágico, o no sé, creo que los muggles podrían llegar a secuestrarlos cuando andan todos tan arrebolados viviendo en su propio mundo que no se dan cuenta si hacen lumos delante de muggles o magos.

 

Un sonrojo por poco cubre sus mejillas de la vampiresa al mencionar Seba lo de las áreas mojadas, carraspeó un poquito y tomó un sorbo del jugo antes de contarle a su novio sobre el agua del primer piso.

 

--Creo amor que Tommy ya se está ocupando de eso, no fue un descuido de un cliente, parece que hay una filtración, ehmm... van a revisar los desagües o intentar impermeabilizar mejor el jacuzzi, dice Tommy que parece que desbordó y por eso se mojó y filtró todo, ehmm... --la pelirroja hizo un gesto con la mano e inclinó la cabeza, como recordándole a su novio que la última vez que habían utilizado el jacuzzi no había sido precisamente para un tranquilo baño y no habían tenido en cuenta que el piso no estaba impermeabilizado, ya que la zona de las duchas era en el sector previo al de la piscina en que ellos habían estado amándose.

 

 

[Seba Granger]

Tome un trozo de la pizza y la puse en mi plato para luego cogerlo mejor entre mis dedos y doblando un poco para darle un mordisco con ganas, ya hacía un rato que tenía hambre y la verdad que el olor de la preparación me había abierto mas el apetito.

-Provecho mi amor- dije intentando no interrumpir su relato sobre el día que había pasado en la oficina, pero tenía razón estaba un poco congelado el comercio por estos días en el mundo mágico, los cambios que se venían por parte del ministerio no sabía muy bien como lo iban a tomar todos, ya las últimas reformas que habían intentado implantar había causado un caos que seguía sin acomodarse aun.

Noté el sonrojo de Darla y me pareció un poco raro en esos momentos luego por lo que me decía ya sabía por que había sido, me sonrojo un poco también, -Pos valió la pena la mojada de la repisa entonces- dije coqueteando un poco con Darla.

-¿O no crees que valió la pena?- pregunté a la bruja frente a mi mientras mordía una vez mas el trozo de pizza, luego bebía un poco del jugo.

[Darla G Dumbledore]

Darla sonrió divertida mientras tomaba su propio trozo de pizza y con picardía veía a los ojos de su prometido, asintió y antes de darle una mordida a su propia porción, con doble ración de aceitunas, respondió a la pregunta de su Seba.

 

--Pues cada gotita valió más que la pena, fue una experiencia deliciosa --tiró un beso sexy hacia su novio antes de imitarlo mordiendo delicadamente la puntita de su porción de pizza.

 

--La pizza también está deliciosa, aunque no tanto como los labios de mi prometido --comentó la pelirroja antes de dar un nuevo mordisco a su porción.

 

Dejó la pizza en su plato y tras limpiarse los dedos con la servilleta bebió un nuevo sorbo del rosado junto que su novio le había preparado. Se acomodó en la silla y observó a Seba con ternura y, para que negarlo, un cierto deseo.

 

--¿Las remodelaciones de tu hermana agregarán un departamento para pescarla por aquí o solo debemos buscarla en la Black o la Ivashkov? --aunque no pensaba tanto en saber dónde encontrar a su cuñada sino en donde poder tener un poco más de intimidad con el Granger.

 

Con su mejor expresión de niña buena e inocente tomó de nuevo su pizza y se quedó viendo a Seba, esperando su respuesta, mientras daba mordisquitos en la porción y robaba distraídamente una nueva aceituna. Lo bueno de que a él no le gustaran es que le daba chance de portarse mal así. Mientras seguía comiendo se dio cuenta que no probaba bocado desde el desayuno en la mañana, lo cual no era tan habitual en ella, pero su mente había estado muy dispersa en ese día, hasta que llegó al local.

[Seba Granger]

-¿Gotitas dices? ups que paso no menos precie a su hombre- señale bromeando un poco mientras levantaba una ceja.

-Seguro los chicos arreglan todo pronto y ya tendremos mas problemas de fugas- pronuncie una vez mas mientras guardaba el beso que me lanzaba Darla.

-Por eso de las gotitas, estas castigada de mis labios- mordí mi labio jugando un poco, luego bebí de nuevo un poco, mientras tanto se sentía mas allá de la cocina que Christine afanaba pero no sabia en que.

-No, las remodelaciones no tendrán eso, en realidad poco de lo que ella quería por que no esta el dinero ni el espacio para todo lo que ella aspira, nos quedará intentarlo en la Black de nuevo, o en la Ivashkov- pensé por un segundo pero creo que jamás estado en ella, de hecho hace mucho no iba ni a la Dumbledore, y con lo de Ishaya ni a la Potter Black, ni hablar de la Gaunt que ni siquiera la conocía.

[Darla G Dumbledore]

Darla casi se ahogo con el vaso de refresco que estaba en ese momento tomando al escuchar las palabras de Seba, ah pues, así que ella no se había sabido expresar. Lanzó un suspiro e hizo un mohín de puchero mientras el mago le informaba que tenía veda de besos.

 

--Pero... pero... --comentó a protestar pero dejó que Seba terminara de explicarle lo de su hermana y las remodelaciones costosas y sin espacio ¿Qué hacía? ¿Continuaba su protesta o se refería al local? Optó por lo primero, era más importante.

 

--Pero amorrr, yo de deprecio a mi hombre, al contrario, cada una de las miles y miles de gotas que inundaron el baño y chorrearon sobre el nivel de abajo valieron la pena, no dije, unas gotitas, sino que dije que cada pequeña gota, del torrente de amor que creamos vale la pena con tal de estar a tu lado y hacerte feliz --hizo más pucheritos mientras jugaba con una aceituna que había dejado Seba.

 

El sonido de la cocina le recordó que no estaban solos allí y que la elfina de Akiza estaba trabajando, quizás haciendo más comidas rápidas o algún postre, eso no le había preguntando nunca, si ofrecían algún plato dulce. Pensó en lo de las familias, la última vez que estuvo en la Black debía ser ya dos años, a la Ivashkov creía recordar había ido por una guardia, cuando aún no era jefa, ufff, eso era mucho más viejo. Quería ir a la Dumbledore con Seba, a ayudarle a mantener en orden el hogar de su madre, su sobrina. Mordió su labio, ojalá pudiera tener a su familia el día de su Boda, era muy importante para ella.

 

--Akiza puede esperar, pero si quieren hacer reformas, quizás pudiéramos pedir un préstamo en el trabajo --pensó unos segundos --¿quieres que hablemos con alguno de los Warlocks sino? ¿Mi tía Sagitas en la Potter Black? --se lo pensó mejor, seguramente estaría decaída aún por lo de Adriano --o con mi madrina, Anne, en la Gaunt --eso era más factible, aunque Anne conocía al Ishaya, ella no era pariente directa de él como para tener su corazón tan afectado.