Kiosko: Una mordida rapidita (MM B: 95066)

[Seba Granger]

Entrelace los dedos de Darla entre los míos mientras que caminábamos con lentitud en busca de algún lugar donde poder sentarnos para tomar con mas tranquilidad los helados que recién habíamos adquirido y los cuales olían muy bien, sobre todo el plátano sobresalía del olor al chocolate.

 

Sonreí travieso mirando la frutilla en los labios de mi novia, acerqué mis labios a los de ella y di un suave mordisco a la fruta que sobresalía de sus suaves labios, saboreé un poco la frutilla sin apartarme mucho de ella, luego besé sus labios con amor y travesura mordiendo levemente.

 

-Tus labios son mas sabrosos- llevé mi dedo al helado de plátano y unte la nariz de mi chica con ternura, luego con mis labios quite el helado de la punta de su nariz.

 

-Te amo mi amor- reí un poco para luego señalar la plaza donde me había citado hace un tiempo, -¿Te parece si vamos hacía allá? o quieres ver la gente pasar en el callejón?- pregunté a mi bella novia mientras comía una vez mas del helado que estaba mas derretido en la base.

[Darla G Dumbledore]

La frutilla fue la excusa perfecta, e innecesaria, para que la pareja se besara con ternura, un ronroneo escapó de los labios de la pelirroja al sentir el suave mordisco que su novio le daba a ella y sonrió al escuchar que era más sabrosa que la fruta. Una risita escapó de sus labios cuando el helado tocó el tabique de su nariz y no pudo evitar un gorjeo, mezcla de risa y ronroneo cuando la lengua de Seba recuperó su helado, haciéndole arrugar apenitas su naricita.

 

--Te amo mucho más --respondió la vampiresa mientras que le robaba un beso a su prometido para luego mirar hacia la plaza que él señalaba, asintió --vamos, creo que podemos elegir adentrarnos en el parque o, si mal no recuerdo había unas bancas en la parte más cercana al transito --era un plaza que iba creciendo gracias a la buena voluntad de los vecinos, quienes la cuidaban y decoraban, así que nunca se sabía si habría algo nuevo, ya fuera en flores, bancas o decoración.

 

Encaminaron sus pasos hacia la plazoleta mientras imitaba a Seba y pasaba la lengua por la parte baja del helado, buscando que no se fuera a chorrear y cuidando de no desestabilizarlo, no fuera que le ocurriera como en su niñez que perdió toda la bocha de helado que dió un vuelo hacia el piso por un error de cálculo a la hora de meter la cucharita en el helado para comerlo.

 

@@Seba Granger

[Seba Granger]

Sonreí al ver que Darla aceptaba ir al pequeño parque que en realidad estaba mucho mas cambiado de lo que recordaba en aquel momento, había sido plantado pequeños arbustos que ya comenzaban a crecer, ademas de flores de distintos colores que hacían que una simple placeta tomada vida, al menos lo que estaba a la vista, sabía que Darla había acomodado un poco al adentrarse en el la vez pasado que habíamos estado y hasta un riachuelo lo cruzaba, esta vez el agua venía desde antes, o mas bien rodeado un amplio sendero del lugar.

 

Cruce de un salto de un lado al otro para evitar el pequeño hielo de agua que pese a que no era tan amplio y era correoso, tendí mi mano a mi Darla para que esta cruzara, creo que jamás se me iba a pasar lo de tratar de protegerla pese a que ella no lo necesitaba.

 

-Creo que aquí les hace falta un pequeño puente- señale a la Potter Black mientras señalaba una banca que estaba un poco escondida entre dos arbustos amplios que desde la entrada al lugar o por donde nosotros habíamos escogido entrar no se veía del todo.

 

Limpie un poco unas hojas secas que habían caído de la copa de un frondoso árbol que su tronco estaba al menos a unos cinco metros, pero aun así su sombra protegía a los que quisieran descansar en aquel banco hecho en parte de madera y su armazón en fierro.

 

-¿Me acompañarías a disfrutar un rato de la tarde?- sonreí a la mujer que era dueña de mi corazón.

[Darla G Dumbledore]

Siguió a Seba observando el lugar, le alegraba que las calles del Callejón tuvieran sus misterios y que en ella no solo se pudiese encontrar locales, como el que compartían Seba y Akiza, del cual venían o el propio de ellos dos, en cuyo piso más alto tenían su hogar, sino que además podías encontrar ingresos o portales a islas, barcos, los bosques como el que tenían tras su local y la plaza a la que se dirigían, entre otras tantas maravillas.

 

El lugar había tenido pequeños cambios que lo hacían ver aún más bonito, las flores y los arbustos estaban dando las primeras señales de la primavera que había llegado hacía una semana. Seba saltó por sobre el riacho que aún tenía un poco de hielo y ella tomó la mano que le tendía para ayudarle a cruzar.

 

--Gracias mi vida --dijo tras dar el paso por sobre el riachuelo que terminaba más adelante en el lago.

 

El banco al que habían arribado tenía las patas torneadas con forma de patas de grifos y los apoyabrazos imitaban las formas de unas alas, todo de hierro y el asiento de madera no tenía muchos detalles pero el respaldo sí, era como forma de un corazón aplanado con tallas caladas y curvas. Darla se sentó e hizo señas palmeando a su lado para que su novio la imitara.

 

--Siempre te acompañaré amor, disfrutemos de la tarde, la noche y el amanecer, siempre a tu lado --se inclinó hacia él, con cuidado de no volcar ninguno de los dos helados y beso con mucho amor los labios de el amor de su vida. Adoraba al ser mágico que había descubierto y reencontrado hacía ya seis años en un jardín, más sencillo que aquel en que estaban, pero tan lleno de la magia como éste.

 

@@Seba Granger

[Seba Granger]

En un parque cerca del local.

Sonreí con el palmoteo de Darla en el asiento para que la acompañara, antes de hacerlo la observé con amor y recuerdo, creí estar en un día mas oscuro muchos años atrás con un poco de timidez aquel Granger se sentaba junto a ella y se recordaban lo poco que se habían conocido, aquel día había sido el primero de su historia juntos, y desde aquel momento no se habían podido separar mas.

Sabía que ella había estado en un relación hacía poco, la verdad no le había preguntado como había acabado, solo sabía que él no venía mucho para mi suerte la había descuidado y tal vez eso había ayudado mas para que se fijara en mi. Yo venía saliendo de un mal matrimonio y un divorcio por la ausencia de aquella mujer.

Creo que en cierto modo nuestras vidas con las parejas se había parecido, moví la cabeza para volver al tiempo que estábamos me senté a su lado un poco de costado sobre una de mis piernas y la banca.

Besé sus labios con mucho amor, aun sabían un poco a su helado, y eso me hizo sonreír un poco mas, -Eso del amanecer me interesa- reí un poco mas con ojos traviesos, unte uno de mis dedos en mi helado y lo puse en sus labios con ternura.

-¿Te arrepientes de alguna cosa de las que hemos pasado?- lleve mi helado a mis labios y comí un poco de el.

[Darla G Dumbledore]

Una nueva sonrisa se dibujó en los labios tras el beso con las palabras de Seba respecto al amanecer, mientras pensaba que no le molestaba que fuera de noche, de mañana o a media tarde, con tal de hacerle el amor y estar con él. Podía ser amanecer, atardecer, o ¿cómo se diría? ¿siestear? ¿mediodíar? Estaba segura que estaba inventando palabras, pero la verdad es que no importaba que hora del día o de la noche fuera, llegar al culmen con él era lo importante, lo mejor que le podía pasar en la vida. Y una vez más se dio cuenta que era la mujer más feliz del mundo, como jamás había pensado serlo y agradeció el día en que se conocieron.

 

--Pues cuando quieras mi amor, nos damos un amanecer y un atardecer o lo que gustes juntos --se le escapó un ronroneo cuando Seba untó su dedo con helado y lo puso en sus labios. Darla entreabrió sus labios y chupó el dedo de Seba, despacito, lamiéndolo un poquito, disfrutando esa mezcla de sabores, el plátano y su novio, apretó sus labios jugueteando bajando y subiendo a lo largo de su dedo con gesto pícaro mientras lo miraba a los ojos con amor y deseo.

 

La pregunta que le hacía Seba tras ese momento íntimo la dejó pensando pero apenas por unos breves segundos. Y asintió, en ese momento pensaba que era eso o al menos era lo que más venía a su mente en ese momento.

 

--Solo de los momentos en que hemos estado alejados, las peleas, el no reconciliarnos más prontos y el no habernos casado antes mi amor --un fuerte sonrojo recorría sus mejillas, lo podía sentir a pesar de ser vampiresa, era como que declararle el amor de esa manera le encendía la timidez.

 

@@Seba Granger

[Seba Granger]

Lo reconocía hacía ya muchos meses que no me pasaba por el local que tenía mi hermana, solo recibía las noticias de parte de un par de empleados que había contratado para que se hicieran cargo de el, los chicos habían venido a pedir empleo un día de la nada y como se veían buenos chicos y jóvenes los había aceptado, hasta el momento las cosas andaban bien así que no me podía quejar.

Encamine mis pasos hacía el estacionamiento donde estaba ubicado el Kiosko, sabía que mi hermana seguía sin aparecer, la verdad que me preocupaba un poco pero era la costumbre de Akiza, desaparecer y regresar cuando uno menos lo esperaba.

-¿Alguien que me atienda?- pronuncie en voz alta desde una de las mesas las cuales aun no habían sido acomodadas como eran debido, pero faltaba al menos una hora para comenzar atender.

La cabeza rubia de la muchacha asomaba por el mostrador, -Aun no abrimos- anuncio esta y en cuanto se acomodo los anteojos se dio cuenta de quien se trataba.

-Perdón jefe, prometo que todo estará listo para el horario de atención, Michael esta retrasado- señalo esta un poco sonrojada.

-No te preocupes, anda dame un paño para ayudarte- dije cuando ya estaba estirando una mano cerca del mostrador.

[Darla G Dumbledore]

Hacía meses que no iba por aquel local. De verdad la culpa la envolvía al pensar en ello, después de todo, no solo era de su loca cuñada, también era de su futuro marido. Había salido temprano del Banco, no tenía casi nada que hacer, sus trabajos dependían de terceros y aunque ya estaban casi listos faltaban algunos detalles para poder darles la forma final. Por eso había decidido aprovechar a darle una sorpresa a Seba. Su novio seguramente llegaría más tarde, pero le había dejado un mensaje en la oficina.

 

 

Seba, mi amor, te espero en el Kiosko, besos, Darla.

PD: Te Amo.

 

--¿Hola? --preguntó mientras ingresaba al local, algo sorprendida de que estuviera en condiciones. ¿Sería que la elfina de su cuñada se ocupaba del lugar? ¿o estarían Dash y Lualú en ello? Porque no dudaba de que si el elfo de Seba estaba allí su elfina también lo estaría.

 

Una chica rubia apareció asomando la cabeza y sonrió.

 

--Hola, ¿qué le gustaría tomar? --Darla contuvo la sorpresa, no recordaba que Seba le había dicho que había contratado un par de empleados para el local que compartía con Akiza.

 

--Hola, sí, por ahora nada, esperaba a Seba Granger, mi prometido, tenía idea de mmm... tomar algo juntos --a decir verdad había pensado preparar una sorpresa para su prometido, pero parecía se la llevaría ella. Con la elfina de Akiza sabía tratar, pero no quería asustar a la joven empleada del local.

 

@@Seba Granger

[Seba Granger]

La última semana había tenido mas trabajo de lo esperado, no recordaba cuantas facturas de descuentos había hecho en las últimas horas, parece que la gente se había puesto muy gastadora en aquel mes, pero el trabajo no me molestaba mientras no tuviera que descuidar a mi familia y sobre todo a mi pareja.

 

Firme los últimos formularios de descuentos y se los lleve al duende que me ayudaría a sacar el dinero de las bóvedas de los usuarios, -Con esto comenzaremos mañana a primera hora- señale a mi compañero, luego me despedí de este, ya era hora de ir saliendo a casa, aunque me había llegado una nota de Darla que me esperaría en el kiosko.

 

Solo en ese momento al leer una vez mas la nota cuando iba saliendo desde el banco tras pasar por la seguridad caí en cuenta que no estaba seguro de haberle dicho a Darla de los chicos que había contratado para trabajar el kiosko ante le ausencia de la elfina de Akiza que había decidido seguirla.

 

-Buenas tardes- sonreí al señor que vendía flores por la acera frente al banco, escogí un par de girasoles para llevarle a Darla.

 

Crucé desde el callejón hacía el estacionamiento donde estaba ubicado el local que compartía con mi hermana, la verdad es que ya no recordaba con quien había comenzado la sociedad antes la Ravenclaw, a los años después me había invitado a ser su socio, pero a veces creía que lo había hecho para poder desaparecer con mas tranquilidad, así sabía que alguien cuidaba el lugar.

 

Menee la cabeza olvidando eso, -Buenas tardes señorita, ¿la han atendido?- señale bromeando a Darla.

[Darla G Dumbledore]

No había tenido problemas, aunque la joven que se ocupaba del local había sido muy amable, le había prepadado una mesa, colocando dos individuales, para ella y para Seba y le había dejado la carta para cuando el mago llegara. La jovencita sabía el nombre del dueño del local, pero no era muy dada a charlar sobre él. De hecho no le asombraba, después de todo la joven no la conocía y no podía saber si era verdad lo que decía. Con amabilidad le había dejado un platito con maní, para pasar el rato le dijo, el cual la pelirroja le agradeció.

 

Revisaba la lista del menú, un poco más por pasar el rato que por otra cosa, hubiera invadido la cocina y hubiera comenzado a preparar ella unas hamburguesas con una ensalada y quizás algunas papas fritas para ella y para Seba, pero definitvamente tendría que dejar que los demás se ocuparan, por lo que mataba el rato revisando la lista de precios, para asegurarse que estuviera actualizada. Distraídamente peló algunos maníes y los fue comiendo, dejando en el plato los restos. No había pasado mucho tiempo cuando la voz de Seba la sacó de su encimismamiento, casi se había aprendido los precios de memoria.

 

--Buenas tardes caballero, y muy bien, la joven ha sido muy amable ¿le gustaría compartir conmigo la mesa y una tarde? Creo que ya estamos en el entretiempo entre el almuerzo y la cena ¿verdad? --río al darse cuenta de la hora pero eso no impedía que a media tarde tomaran una hamburguesa con papas o un té con masas, mientras fuera con él, la mejor de las compañías.