☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀ (MM B: 97133)

[Hayame Snape Potter Black]

La Vladimir continuaba sentada en el suelo pero a modo de mariposa mientras sus ojos brillaban con interés ante las palabras de la Lestrange y asentía en mas de una ocasión, sonriendo con un gesto tonto de la pura emoción que sentía al ver nuevamente a aquellas chicas a las cuales adoraba profundamente

 

Estaba soñando despierta y sus gestos solo podían reflejar la alegría que sentía al estar en aquel sitio

 

Escuchar sus voces

 

Ver el movimiento de cuerpo de la otra joven de un lado para el otro, preocupada porque la fiestera ahora portaba nada orgullosamente un germen muggle...

 

El que hubiese elevado las almohadas...

 

Y entonces los ojos de la vampiro berillaron maleficamente y sonrió con gesto de travesura

 

-Ohhh... tienes razon... Poly, cariño, Sama tiene un buen motivo para desnudar tu pobre e indefenso colchón, aunque creo que cometió un error

 

Añadió con un gesto fruncido de preocupación para luego, sacar la varita y apuntar con un amplio movimiento a las almohadas apiladas en la esquina de la habitación; al siguiente momento estas volvían a flotar y se lanzaban cual torpedos de plumas de ave extra suaves hacia el cuerpo de la bruja de pie

 

-Listo, ahora si estan mucho mejor ¬w¬

[Sol Lestrange Black]

Su actitud me tomo por sorpresa, sus manos fueron a mi cintura atrayéndome despacio y a la vez de forma firme sin dudas. Mi respiración se detuvo por un segundo, mientras sus labios depositaban un beso bastante cerca de mis labios, provocandome un agradable cosquilleo en el estomago que hacia tiempo no sentía.

Su respuesta fue directa, haciéndome sonrojar, su mirada era penetrante y parecía apenas parpadear sin apartarla de mis ojos, de manera inconsciente bajé la mirada en un acto de defensa, mientras un a sonrisa satisfecha se dibujaba en mis labios de fresa. Levanté la vista recuperando un poco la compostura, entrelazando mis manos para poder mantener mas el control.

- Así que vienes por mi....- aseveré mordiéndome los labios- Vaya que es una agradable sorpresa Rada, no esperaba volver a verte, pense que ya no te acordabas de mi...- continué jugando con un rizo de mi cabello.- Pero por favor pasa, no tenemos por que quedarnos aqui de pie...- dije indicándole el camino hacia la biblioteca, ya que el ruido de voces indicaba que había mas gente en el castillo.

​Extendí mi mano ofreciendola, para que me acompañara, me encantaban las sorpresas y mucho mas si venian de un hombre tan interesante que me hacia sentir tanto a la vez.-¿ Vamos?

[Fokker]

Dominiv Mills

 

El mortifago estaba en las afueras de aquel castillo, no sabia como pero estaba esperando en la verja del lugar a una vieja amiga. Habían quedado encontrarse en aquel lugar, porque Helen se lo pidió en una corta conversación anterior, no fue muy difícil convencerla, cuando menciono que era algo referido a Fokker logro la atención que quería.

 

Mientras esperaba, bajo su larga capa negra, a pesar del sol que brillaba con fuerza, estaba pensando en cierta historia a manera de escarbar en sus pensamientos.

 

Un mago nació y casi al instante un demonio lo poseyó, creció entre muggles, y nunca conoció su destino porque su madre supuso que alejarlo de la magia evitaría que resurgiera sin mas. Pero y si esto nunca fue así, y ser criado entre muggles es la clave, necesitaba mas datos y ir en búsqueda de pruebas a un lugar que Fokker nunca le confió donde seria una perdida de tiempo.

 

Helen podría ser la solución a su dilema, era como un investigador privado en busca del pasado de su amigo, y estaba dispuesto hasta revelar su verdadera identidad solo por tener dicha información. Esperaba que la Evans fuera puntual, aunque pensaba que no necesariamente le tendría que contar todas sus sospechas, y sembrar dudas seria parte de su plan.

[Helen Evans]

De un momento a otro mi mundo había dado un giro de 360°, ¿En qué momento todo se había ido por la borda? Nunca me imaginé que que estaría yendo a una reunión con Dominiv pero con la varita lista y las barreras levantadas; atrás habían quedado los días de colegiala alegre que buscaba hacer amigos por todo lado y conocer el mundo, al menos el mundo desde su perspectiva.

 

Ahora era diferente, estaba sola por completo y tendría que aprender a cuidar mis espaldas yo sola, era todo mucho más radical en este punto: o luchabas conmigo o luchabas contra mí, la pregunta era.... ¿De qué lado estaba mi viejo amigo? A cada paso que daba la túnica roja ondeaba sobre las calles empedradas de Ottery, incluso eso había cambiado.

 

En Hogwarts, había aprendido de la ropa muggle, la moda muggle y me había vuelto una fanática de su modo de vestir, pero ahora mi guardarropa se reducía a túnicas simples y capas negras, suspiré antes de entrar al Castillo. ¿Porqué me habría citado ahí? Sacudí la cabeza buscando despejarme, aún tenía dos personas que necesitaban que yo resista: Nats y Fokker.

 

No... aquello también era mentira, Nats no me necesitaba en lo absoluto y Fokker... ¿Fokker de verdad me necesitaba a su lado?

 

— Tan puntual como siempre Millis — dije aún a una corta distancia del mago

[Fokker]

Dominiv Mills

 

—Como siempre Evans, desde el colegio—

 

No se acerco hacia ella, sin no tener la varita lista en su mano derecha preparada para cualquier contratiempo, no confiaba en ella, no confiaba en nadie. —Veamos— dijo observándola directo y de frente— ¡Sectusempra!— dijo sin mas esperando ver las habilidades que había escuchado que podía tener, era muy simple saber con un poco de investigación conocer detalles de las personas, que luego se encargaba de comprobar.

 

Espero la reacción de la chica, era su forma de decirle que esta vez su visita no era para nada social, —Sabes Helen, me gustaría besar esos labios ahora, pero creo que primero quisiera charlar contigo primero— dijo alejándose 10 metros de ella y deshaciéndose de su capa, para mostrar una vestimenta completamente oscura, pero algo mas resaltaba en el, su marca en el brazo derecho, no tenia porque ocultarlo mas.

 

—Te gusta esta marca, podría llamar a mis compañeros de bando ahora, pero prefiero tener una conversación algo mas intima contigo, aunque si estuvieras en una de las mazmorras de la Rambaldi que descubrí hace poco, seria mas entretenido.

Editado 7 de Julio del 2014 por Fokker

[Helen Evans]

— Protego

 

Dije tranquilamente sacando mi varita del bolsillo de la túnica, la fuerza del hechizo me hizo retroceder pero no trastabillar ni tropezar, lo miré fijamente y una sonrisa sarcástica apareció en mi rostro ante su frase.

 

— Eso no pasará más que en tus sueños Millis, por cierto, debo felicitarte por tu buena actuación de tantos años.... lástima que tu audiencia no sea la misma que en ese entonces....

 

De pronto, Dominiv dejó a la vista la marca tenebrosa del brazo y mi cuerpo se erizó no de miedo, sino por el contrario de rabia, quería capturarlo, no.... quería matarlo. Los mortífagos, siempre ellos, acabando con mi felicidad en el modo que menos lo esperaba; por mi cabeza pasó la idea de denunciarlo, idea est****a pues el Ministerio estaba plagado de ellos, pero tampoco me delataría como miembro de la Orden, aquello era algo que ni Nats ni Fokker podían saber, al menos no hasta que los viera luchando a mi lado con una luz en el rostro.

 

— Vamos, vamos Dominiv, sabes que nunca fui buena en duelos, pensé que tendríamos algo de charla hoy. Me conoces muy bien, yo y los duelos nunca fuimos buenos amigos.

 

<<Al menos no con la Helen que conociste>>

[Fokker]

Dominiv Mills

 

—Buenos reflejos Evans, demasiados para alguien que nunca le fue bien con los duelos— sonrió sinicamente— Quizás no lo quieras mostrar ahora, pero no vine a comprobar eso hoy— dijo tranquilamente sin bajar la guardia. —En realidad solo vine a hacerte un par de preguntas, y también saber ¿como esta Nats?. Dicen que últimamente no es una niña muy educada contigo, pensé que luego de su reencuentro se llevarían mucho mejor—

 

Decidió que estar separado dificultaría la conversación, así que se acerco a ella, ya que vio que no lo volvería a atacar. —Mi audiencia sigue siendo la misma, y mas de que Fokker me quizo asesinar, pero eso ya lo sabes— Torció la mirada hacia sus ojos, y pregunto algo claro y sin mas —¿Y que tal esta tu novio?. Se dice que es un tipo de múltiples caras, pero me gustaría saber cual es la verdadera—

 

De el chico del colegio no quedaba nada, solo ese deseo de venganza que se le veía en los ojos, las ganas de asesinar a la Evans en ese mismo lugar pasaba por su mente una y otra vez, pero no era el tiempo aun. Quería que Cygnus sufriera lentamente, y disfrutar cada instante.

Editado 7 de Julio del 2014 por Fokker

[Helen Evans]

Sabía que el protego me delataría pero no iba a permitirme más cicatrices de guerra que las necesarias, aquello había sido parte importante del uso de las túnicas en lugar de la ropa muggle; múltiples quemaduras, cicatrices de cortes y de tajos, no me molestaba demasiado, no mientras nadie las viera. No sabría como explicarle aquello a Fokker.

 

— ¿Sólo por un protego? Vivimos en un mundo peligroso Millis, y las chicas debemos aprender a defendernos, en otras circunstancias hubiera esperado que tu lo hicieras por mi.

 

Cuando mencionó a Nats tuve el impulso de matarlo en ese instante, pero gracias a mi pertenencia a la Orden había aprendido a ser más fría, controlar mis impulsos y más importante aún,mantener el rostro impasible.

 

— Nats,pues, tiene el carácter de su padre, yo no la crié es obvio que no me tenga cariño pero para mí es una completa desconocida; es decir, la busqué si, y le dije la verdad con la esperanza de que reaccionara pero como tú mismo dijiste es una maleducada, en fin,¿Qué se puede esperar de alguien criada en un convento? ¡Sabrá Merlín que clase de vida llevó! — sabía que no me creería del todo, pero estaba segura de que al menos la duda sembraría, después de todo tenía un arma a mi favor, una faceta mía que a él le encantaba y vio salir algunas veces, una faceta que yo odiaba y había desechado hace mucho.

 

— Seamos sinceros Millis, soy una Evans, una Reyes, incluso antes de ser Evans, sabes la clase de familia que era la de Katherine, una hija mía sería una dama, alguien que sepa comportarse, que sepa de bailes, se vista bien y haga las cosas siempre con la vista el alto; una hija mía hablaría con propiedad, se peinaría adecuadamente y vamos,.... empezando por la obsesión de Nats con el rojo no quiero saber la clase de vida que llevó. Ella es la vergüenza de mi familia, ¿Cómo pretendes que viva en mi mansión? Así que como verás no luche mucho.

 

— En fin, tu audiencia cambio mi querido Dominiv, Fokker no es el mismo, yo tampoco y los demás que conocimos pues.... desaparecieron por el ancho mundo; aunque a juzgar por tu gustos nuevos — dije mirando el tatuaje de serpiente —seguramente te cruzaste un par— tal vez podría aprovechar lo que el sabía.... necesitaba salir de dudas — Sobre Fokker.... en efecto tiene múltiples caras, esperaba que me ayudaras a descubrir la verdadera, sino no hubiera venido, ¿No seguirás creyendo que Fokker y yo vivimos un cuento de hadas, cierto?

 

Necesitaba aguantar, la vida de Nats y Fokker dependía de mi capacidad de actuación, de la dureza de mis palabras.

Editado 7 de Julio del 2014 por Helen Reyes

[Fokker]

Dominiv Mills

 

—Por un protego y muchas cosas mas que me contaron, pero como dije hoy no es el día para averiguar eso— Escuchar todos los comentarios que le dijo, en verdad era Helen la misma chica del colegio, todo cambiaba en 15 años, pero supuso que entre toda esa dureza estaba algo muy cierto, al fin estaba desahogándose y no era precisamente con la persona correcta.

 

—¿Vamos quieres llorar?, reserva esas lagrimas para cuando en verdad sean necesarias no ahora— una gran carcajada acompaño la frase. —Reyna de un cuento de hadas jajaja. Si quieres saber quien es tu novio en realidad tendrías que darme algo a cambio ¿no crees?— estiro su mano en dirección a su rostro —No sabes como me muero por tenerte entre mis brazos y disfrutar lo que Fokker disfruto una vez en el colegio, fui yo quien planeo deshacerme de tu hija, cuando supe que Patrick te buscaba, yo le conté que paso ese día. pero...

 

Se detuvo no podía darle todas las pistas juntas, aun no era prudente tenia que saber algo mas.

 

—¿Sabes de donde es exactamente Fokker, de que parte de Perú? Se que te lo contó, no creería que no lo hubiera hecho nunca—

[Helen Evans]

— Bueno, si vas a creer todo lo que te cuenten supongo que terminarás decepcionandote viendo lo poco rival, como he sido siempre.

 

Sonreí de alivio al ver como Dominiv se tragaba todas mis palabras, ¿Creía que me estaba desahogando? Pues bien, le daría todas las confesiones que quería escuchar, había cambiado si, pero el no tenía que saber hacía que lado había sido mi cambio.

 

— Dominiv, ¿Bromeas? ¿Llorar? La busqué porque tenía ganas de saber quien era, pero pedir su perdón..... ¿Me imaginas a mí de ama de casa? — le di la espalda por un momento, necesitaba un respiro y sabía lo que él estaba buscando, sacudí mi cabello sobre la espalda y mientras giraba dije — Dominiv, estar con Fokker en el colegio fue el peor error de mi vida, alguien como yo, criando una hija a los 17 años, condenada a quedarme con alguien que no me llega ni a los talones..... tu sabes como es "tu amigo" sabes que no puede comportarse, nunca.

 

 

Lo vi acercarse pero no me moví, puso su mano sobre mi rostro y no lo detuve, levante mi rostro hacía el suyo, pero mi varita seguía lista; no soportaría un beso suyo.

 

— Encontré a mi verdadera madre Dominiv, y era como Katherine, exactamente igual, supe que ellas tenían razón yo soy demasiada mujer para tu amigo.

 

Pero en ese momento él dijo algo que no me esperaba, algo que estuvo a punto de derrumbar todo el acto que había armado, todo ese tiempo.....no fue Patrick, él estuvo detrás, él siempre quiso separarnos. Sin poder controlarme me alejé de él, pude ver como se asomaba una sonrisa y me apresuré a sonreír, lo más calmada que pude.

 

— Así que fuiste tú.... reconozco que hace 15 años, me hubiera ido encima tuyo pero ahora, quizas lo haga, de otra manera.... — me acerqué hasta estar separados por centímetros — gracias, por librarme de una carga que nunca quise — levanté una ceja ante su siguiente pregunta y simplemente dije — claro que lo sé, si te lo digo....¿Qué me das a cambio?