.: Castillo Triviani :. (MM B: 78361)

[Malum Luxure]

Vi como mi tio @ iba detrás de la niña @@Susan V. Goldstein eso seguía sin gustarme nada, pero ya aclararía las cosas luego, primero tenia que ponerme de acuerdo con @@Sean -Ojo Loco- Linmer por que por una u otra casa estábamos perdiendo tiempo.

 

-Amigo mio tenemos un negocio entre manos...estoy segura que te traerá beneficios o por lo menos eso espero.- Le regale una sonrisa traviesa. -También desde ya darte la información que querías sobre tu despedida de soltero.- Miraba las paredes moverse, los vientos intrusos y los chuck vigilantes.

 

Ya en el salón mi intención era acomodarme en un sofá pero ya había alguien ahí, una joven que no conocía. mire con suma atención a @ la joven parecía nerviosa, seria pariente?, no estaba segura de eso.

 

-Buenas tardes....buscas a alguien?.- Le pregunte directamente mientras le hacia señas al pícaro que se sentara a mi lado.

 

Un chuck apareció raudo y dispuesto a servir si es que alguien quería algo, aquellas criaturas satélites a veces no me daban confianza, ellos sabían que estaban de paso en el castillo. Esperaba volver al lobo o iría a buscarlo, pues mi juego se centraba en ele como mi premio.

 

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[Susan V. Goldstein]

Una voz masculina la hizo detener su camino de golpe, giró su cuerpo semidesnudo solo para encontrar a un gran hombre hablando sobre cosas imposibles. Por supuesto que apestaba a Triviani, a locura y orgullo. Los ojos lilas lo recorrieron brillando como estrellas, las cosas que el mago pregona apenas tienen sentido alguno para los oídos de Susan, ella jamás lo había visto antes.

 

Comenzó a alejarse, ignorando todas esas voces en su cabeza que demandaban lanzarle maldiciones al mago desconocido por todas las insolencias que su boca soltaba. Pero antes siquiera de moverse un paso más una voz conocida la dejó petrificada, cuando miró a la imponente pelirroja recordó todos aquellos rumores que su madre Alyssa nunca pudo callar.

 

Lady estaba de pie frente a ella esperando respuestas, pero una suaves y exquisitas notas de una antigua melodía fue lo único que salió de los labios de Susan. Lady rebosaba de belleza, sus facciones y curvas eran las mismas que había visto en fotos que Alyssa guardaba con celo. Susan compartía parte de esa gran belleza, la piel, los labios, esa nariz pequeña y respingona.

 

Siempre pensó que los rumores de que ella era su madre eran completamente falsos, pero ahora, era como mirarse en un espejo distinto. El demonio paró de cantar cuando no quiso responderle, en cuanto miró que Lady y el mago se miraban de forma afectiva.

 

Son algo.

 

El demonio no quería tener esa conversación, solo bañarse y seguir bailando mientras les arruinaba la velada. Pasó al lado de Lady ignorandola mientras comenzaba a bailar y cantar otra vez. El canto lograba que la voces no hablaran tan alto, que no hicieran de Susan su esclava. Sin embargo, algo la cubrió por completo, una suave y densa nube se posaba sobre ella tapando sus atributos.

 

Gruñó ¿Quién se atrevía?

 

Miró al mago siguiendola con expresión incomoda y algo que denotaba preocupación, Susan negó con la cabeza y tomó su varita con fuerza.

 

—Debes de tener el mismo gusto que yo por los hombres para que quieras tapar lo que ves, mago egocéntrico. —recordó sus palabras preparó la varita para algún posible hechizo— No sabes nada de mí y exiges respeto aún cuando es la primera vez en mi vida que te miro.

 

Miró al mago sin querer aceptar la posible verdad, iba a matarlo allí mismo si no paraba de seguirla.

 

—Dime tu nombre, ¿Por qué estás tan interesado en seguirme?

 

La muñeca de Susan comenzó a temblar con deseo de apuntarlo. Necesitaba sus tinas con peonias pronto o comenzaría a herir a las personas.

 

 

@@Lady Luxure Grindelwald @

[Eterno Black Triviani]

Uno de infinitos Chuck terminaba de preparar la latina del baño con olores exquisitos y aceites relajantes, el agua estaba tibia como creyó debía estar para su damita, la ama @@Susan V. Goldstein , en el cuarto de baño, un lugar grande donde podían caber varias personas, tan grande como un spa, donde el eucalipto ardía dejando salir su aroma cubriendo el lugar en el que se encontraba de su fragancia.

 

La chica con quien hablaba un poco irritada por alguna razón y su caracter efusivo, él durante mucho tiempo sabia de ella pues en su pasado tenían muchas temas en común, de los cuales ella no sabia.

<< Hacerla enojar no es la cosa, deberia ser mas sutil con ella y ver lo que ella realmente busca o a donde desea llegar con sus acciones, puede también que hallan tenido un día no tan agradable >> pensó en el instante en el que la demonio quiso agredirlo a su manera.

 

- -Eterno , puedes llamarme así si te place . Anda ve que noto que no ha sido buen día para ti. Y veo que tu baño esta listo. -

 

Le da la espalda después de despedirse con una sonrisa, y haciendo un floritura en su recorrido le quita las nubes de su cuerpo para entrar al cuarto contiguo de al de ella, se quita sus ropas colocandose solo una toalla en su caderas, las cuales cubrian parte de sus piernas, al entrar el aroma a eucalipto entro por sus fosas nasales y penetro por los poros de su piel, sentandose para quedarse dentro de ese lugar lleno de calor.

 

Chuck mientras tanto. Invitaba a la señorita a que pase y pruebe la tina de baño, la cual estaba lista para ella. De reojo miraba a su amo William por si apareciera para poder irse.

 

Chuck miraba por los pasadizos y la sala de estar donde ambos se encontraban @@Lady Luxure Grindelwald y @@Sean -Ojo Loco- Linmer, mientras que @ pasaba y esperaba ser atendida por otra persona.

[Idylla Macnair T.]

Tenia apenas dos segundos de haberse sentado en los sillones cuando una bruja aparecio de repente seguida con su pareja, o eso suponía ella. Se le hacían muy conocidos aquellas personas, pero no sabía exactamente de dónde. Así que cuando le pregunto a quien estaba esperando, recordó de donde había visto a la chica.

 

-Hola Lady ¿cierto? Nos vimos en tu fiesta de cumpleaños en la mansión Luxure- comento la Macnair con una sonrisa, sin embargo al chico que estaba a un lado aún no llegaba a conocerlo.

 

-Vengo a buscar a Candela. Soy por así decirlo su hija adoptiva- se acomodó un poco en el sillón y pensó en donde estaría Sebastián en aquellos momentos.

 

Candela le había dicho que el estaría en el Castillo cuando ella llegara, el hacia varios días que estaba en aquel lugar y esperaba que lo estuvieran tratando bien o más que nada. Que no hubiera hecho una de sus acostumbradas travesuras.

 

@

@@Lady Luxure Grindelwald

@@Candela Triviani

Editado 29 de Agosto del 2020 por Ariadna Macnair Gryffindor

[Zoella Triviani]

Triviani caminaba en medio de la noche, descalza, sin su peluca y con solo un albornoz cubriendo su nívea y desnuda piel. Su varita descansaba en su mano junto a una sonrisa diminuta en su rostro. Los ojos le brillaban bajo la luz de la luna que se colaba por las ventanas abiertas del castillo. Ni una luz se encontraba encendida y ella sabía que solo eso significaba una cosa.

 

Noche de sacrificios.

 

Costumbre que hace algunos años no llevaban a cabo en la familia y ella en conjunto con el licántropo de su hermano conmemorarían las costumbres italianas de la mafia de Ottery. Una suave melodía comenzó a sonar en cada rincón del castillo, anunciando a cada perteneciente de la familia que darían comienzo a la ceremonia, donde todos irán cubiertos por un albornoz de seda negro que se encontraba a la espera de ellos en sus alcobas, con el cuerpo desnudo cantaban y bailaban alrededor de la hoguera que los elfos habían armado en el patio trasero.

 

Observó su anillo de nigromancia brillar en su dedo corazón, junto al anillo de parsel que descansaba en el índice, ambos relucientes y diferentes. Uno plateado con una piedra roja brillante y la otra de un verde con un grabado en la zona superior. Ambos guardando todo lo que el poder aloja, y uniendola a los arcanos correspondientes.

 

Aquello era lo único que vestía la calva, a parte del albornoz que ahora se encargaba de dejar caer al suelo. Se posicionó en uno de los bordes de la hoguera, observando las llamas bailar sin un ritmo en específico y espero, espero con calma a su familia para celebrar la noche de Candelita, su deidad a quien ellos le sirven con total devoción.

 

@ @ @@Susan V. Goldstein @@Lady Luxure Grindelwald @ @ @@Frankie Triviani @@Candela Triviani @Romalo_LPZ @Maida I. Yaxley @@Selenne Luxure @@Alyssa Black Triviani y los que falten xDDDDD

[Mentita]

Apareció en el umbral de la ventana que daba al patio trasero, ya le parecía haber visto un poco agitados a los elfos y, aunque le dio curiosidad en un principio, los dejó ser porque estaba ocupada con otras cuestiones. De todos modos, no le parecía nada raro ver lo que estaba viendo en ese momento. Zoella, creía la Zíngara, había quedado bastante perturbada desde su muerte, estaba segura de que algo tenía que ver el que haya sido resucitada. Y pues, todos esos ritos que bailaba desde que había vuelto, se lo confirmaban.

 

Le extrañaba no ver a ninguno de sus hermanos siguiéndole el juego, estaba tan acostumbrada a ver un trío bipolar y explosivo que daba las gracias de que los demás hubiesen salido un poco más "normales", aunque en su justa medida, pues tampoco podía cantar victoria por ellos. De hecho, ya ser un Triviani era señal de poca cordura... — Pobrecillos... —bisbiseó cuando Zoella quedó completamente desnuda, con la piel iluminada por el fuego los Chuck habían encendido.

 

— Y también piensas cantar, ¿o eso no es parte de show? —elevó la voz para que su hija la escuchase, mientras se dejaba caer grácilmente. Una vez sus pies desnudos tocaron el suelo, caminó hasta la chica.— Podrían poner como sacrificio a la bruja que acaba de llegar, he escuchado decir a uno de los elfos que se está haciendo pasar por mi hija... —se cruzó de brazos y el gesto de enfado.

 

Su pálido rostro brillaba a razón de la hoguera y su expresión era más que creíble. Nadie imaginaría que estaría mintiendo y, además, a sus hijos les encantaba cualquier excusa que supusiera un sacrificio hecho y derecho.

 

@ Todes (?)

Editado 3 de Septiembre del 2020 por Candela Triviani

[Idylla Macnair T.]

Un día antes (?)

 

Después de haberse presentado con aquellos familiares, su hijo Sebastián bajó corriendo por las escaleras y queriendo enseñarle su habitacion ella se disculpó con todos los que ahí estaban y subió con su hijo para poder pasar algún tiempo con el.

 

Al día siguiente estaba muy cansada del viaje, por lo que ella y Sebastián se pasaron todo el día en la cama para poder recuperar el tiempo que tenían separados. Pero después del desayuno y la comida el castillo se sentía un poco solo, ella sabía que todos tenían sus diferentes ocupaciones por lo que al llegar la noche, despidió a su hijo en su cuarto y al llegar al suyo encontró una túnica de seda que habían dejado en una de sus sillas.

 

Una nota descansaba encima de este y decía que bajara al patio y en aquel momento alguien comenzó a cantar una melodía un poco pegajosa y sombría, decía que era noche de sacrificios y con nada más que curiosidad se puso la ropa y bajo a donde se estaba Armando todo el alboroto.

 

Cuando llegó solo vio dos figuras en la fría noche a un lado de una inmensa fogata, acercándose e intentando no hacer mucho ruido la peliazul alcanzó a escuchar como una de ella decía que alguien nuevo había llegado y se hacía pasar por su hija y que a ella la sacrificarian.

 

La decisión llegó a su cabeza antes que a sus piernas y cuerpo, por lo que trago y se armó de valor para llegar hasta Candela --No me hice pasar por tu hija solo estaba socializando, y no conocía otro título con el cual llamarme al llegar al castillo- comentó cuando llegó hasta donde estaban las dos mujeres, esto sin duda era extraño, pero acostumbrada a las cosas que veía en la mansion Macnair por muchos años, nada le impresionaba tanto ya.

[Eterno Black Triviani]

Saliendo del cuarto lleno de vapor, abriendo la puerta de par en par, todo el humo blanco lleno el espacio del ambiente dejando su cálido aroma de eucalipto por todo rincón del segundo piso y del tercero, tan penetrante el aroma que limpió kos poros y cada parte expuesta de su piel, saliendo en bata oscura que magicamente se volvió en seda negra algo translúcida, tanto tiempo estando adentro que el tiempo voló.

 

Todo el lugar estaba apagado y el con varita en mano y la seda que llevaba puesta con sus cabellos desordenados de lycan después del baño.

Apresto a bajar por las escaleras para oler a madera quemada y cuyo lugar aparente era el patio trasero no tan cerca del lago pero si a la zona donde la mascota de su madre solía pasar ratos durmiendo.

 

Notaba a esos Chucks gozar con el calor de las hogueras que habían hecho y una mas ardiente que las otras que alimentaban constantemente y en la cual rondaban su prima @@Candela Triviani y otros que distinguida una calva reluciente como farol al reflejo que debido al fuego que el calor de la fogata había producido @@Zoella Triviani .

Al parecer una celebración de algo, su cumpleaños ya había pasado, supuso el de alguien más, al acercarse notó los cuerpos desnudos de ambas bajo las sedas negras que usaban de túnicas y que el color de la noche le daba una mágica reluciente belleza a cada una de ellas.

 

Recordaba que por estas épocas había una fiesta gitana pero no sabía cuando comenzaba supuso era eso. Aproximandose unos cuantos pasos más, observó que esos pasos al rededor de la fogata le resultaban muy conocidos, como si de niño los hubiera hecho infinidad de veces con su amada madre @@Alyssa Black Triviani , soltó su túnica dejando la volar libre sobre su cuerpo cubriendo su cabeza con la misma, haciendo desaparecer a Cinthya de su mano en un humo oscuro casi imperceptible, y comenzando a danzar al rededor del ardiente fuego.

Indicando a los Chuck pongan mas leños .

Los fantasmas reunidos a las afueras veían con sus cuerpos traslúcidos la reunión charlando entre ellos bajo los gritos ahogados de la noche, bajo las cadenas que algunos llevaban en sus brazos.

 

Después de tantas vueltas que había dado necesitaba esos que llamaban sacrificios, aunque solo teníamos hasta ahora unos tantos cerca y lejos. Saboreo la carne asada que imaginaba entre sus dientes, chorreando de la jugosa grasa que se escurria entre los huesos de la piel ahumada. Sus ojos se encendieron cuan faroles divisando a su prima y a su hija muy cerca de la misma. Acercandose a ellas danzando al compaz de la musica que en su cabeza sonaba , invitando les a seguir a ambas su paso comenzando por su prima @@Candela Triviani quien no podía rechazar tan emotiva invitación, quien le miraba de la cabeza a sus pies.

[Zoella Triviani]

La calva esperó y esperó, como cada semana donde ella finalmente celebraba la noche sola alrededor de la hoguera, sin una pizca de vergüenza comenzó a imaginar una extraña melodía en su mente para mover su cuerpo con lentitud ahí parada y sola. Escuchó la voz de su madre, quien cayó de un salto frente a ella. Una diminuta sonrisa apareció en su rostro e inclinó la cabeza contemplando el temple de su madre.

 

- Pensé que cantarías tu mientras yo saltaba alrededor del fuego... Candelita está esperando - soltó, para sentir la alegría ante la ofrenda que le daba su madre, ofrenda que llegó segundos después trás ella - ¡Desnudense! No querrán ofender a mi deidad, los cuerpos al libre albedrío le gustan y la ponen de buen humor - agregó como un ronroneo mientras caminaba hasta posarse frente a ambas mujeres.

 

Una tercera presencia hizo acto de aparición, William Triviani, quien además parecía pretender a su hija, bastante osado pensó Zoella pero les dejo ser, finalmente ante el amor nadie se impone y ella lo supo con Jeremy y años más tarde con Dennis. Le sonrió al mago al verle desnudarse y un chillido de alegría salió de sus labios cuando le observó acercarse a la hoguera.

 

Observó como este las invitaba y Zoella corrió con alegría hasta la hoguera, saltando y gritando sins entido alguno mientras daba vueltas a su alrededor. Tomó una pandereta que le tendía un Chuck y comenzó a agitarla mientras palabras sin sentido; en una lengua tan antigua como el mismísimo apellido que ella llevaba, salían de su boca al compás de los tambores que sonaban a su alrededor.

 

Su cuerpo brillaba alrededor de la hoguera y sus ojos se encontraban más oscuros que de costumbre, amenazando con convertirse en negros. Sintió el anillo de Nigromancia quemar en su dedo y gritó eufórica, mientras seguía saltando y moviendo la pandereta en su mano con total furor.

 

 

@ @-Eterno Black Triviani @@Susan V. Goldstein @@Lady Luxure Grindelwald @ @ @@Frankie Triviani @@Candela Triviani @Romalo_LPZ @Maida I. Yaxley @@Selenne Luxure @@Alyssa Black Triviani @@Ashura Lestrange @@Rhaella Triviani

[Idylla Macnair T.]

Ella miraba como su antigua maestra de maldiciones brincaba y bailaba desnuda alrededor de la fogata. Era sumamente raro pero sinceramente no se quería quedar atrás y si ya iba a terminar encajando en la locura de aquella familia, siempre era momento de seguir la corriente con los que vivía.

 

Se quito la bata de seda negra que traía colgando en sus hombros y deseo que su hijo simplemente durmiera y no viera aquella escena de tres mujeres y un hombre que apenas llegaba hasta donde estaban ellas reunidas. Quizo volver a ponerse la fina prenda, pero cuando el se despojó de su ropa, ya no se sentía tan cohibida.

 

—Muy bien ya estamos desnudos ¿Y ahora a quién estamos realizando este ritual?— comento la peliazul mientras veía como todos se iban integrando a bailar con Zoella, conocía a Candela y a su maestra, pero al recién llegado no. Lo había visto la noche anterior con la otra chica que la saludó al entrar al castillo, pero hasta ahí, porque ni una palabra se dirigieron.

 

Comenzó a cantar en una lengua que la Macnair no se sabia. Pero todo aquello resultaba simplemente embriagador y la invitaba a que siguiera moviéndose y bailando alrededor de la fogata. Esperaba que más gente se uniera a ellos, porque sino solo éramos cuatro personas locas girando y bailando.