The Arabic Place (MM B: 94021)

[Jank Dayne]

— Expelliarmus — se apresuró a decir, apuntando a la varita de Darla en el mismo margen que había fijado hacía apenas segundos. El rayo vijaría de su creador hasta la posición de Darla, cuya arma mágica saldría volando a metros de distancia de ella con sólo un roce del hechizo desarmador. Era suficiente una sencilla estrategia para vencerlos... siempre.

 

Volvió a girar la vara entre los dedos, como una palillo de dientes al que intentara zafar de un trozo de lechuga. Pero se dejó de cosas típicas de él y apuntó a Darla nuevamente, con otro rostro que, aunque no se viera, lograba acentar más su carácter.

 

— Incárcerus — Tres gruesas cuerdas mágicas salieron de su vara mágica directo a las muñecas, de Darla, las cuales se atarían hacia su espalda. La otra, directo en sus tobillos para hacerla caer y la última enrroscaría en un nudo del que pocos podrían librarse. Echó un leve suspiro y cerró los ojos; era como atacar a una tía, o parecido. Pero sus ideales no eran su problema...

[Mey Potter Black]

Si no hubiese sido porque las batallas en donde corría sangre nunca le hacían una maldita gracia, Mey se hubiese sonreído al ver a Darla intetando escaparse cuando aún era demasiado pronto para ello.

 

-Al fin llegan -fue todo el saludo que les brindó a sus compañeros, Jank y Gritax, con su brusquedad habitual -Suerte que soy rápida... Morphos!

 

Exclamó en ese momento apuntando con su varita mágica auna pesada mesa de madera, convirtiendo la misma en un maravilloso ave fénix, el animal se dispuso a su lado dispuesto a protegerla, curarla o atacar. Lo que fuera necesario.

 

-Corpus Patronus!

 

Dijo a continuación, mientras una voluta de una extraña sustancia materializaba al instante a un hipogrifo adulto, el animal también se ubicó junto a Mey, dispuesto a proteger a la bruja ante cualquier ataque.

 

-Aqueora!

 

Dijo al final, materializando a su vez una gruesa capa de agua en torno suyo. Sabía que aquello era inútil, nadie vendría a rescatar a Darla, pero extrañaba dicho hechizo, siendo así que los mortífagos nunca respondíana sus ataques, no solía invocarla con habitualidad.

 

 

OFF

 

Darla:

 

14.- Toda desaparición antes del tercer post dentro de un asalto/redada queda invalidada.

 

 

[Gitax Weasley]

<< Soy un maldito Knight >> La idea de hacer aparecer un terreus que pudiera mantener en el lugar por un tiempo a la bruja desapareció de su mente, esfumándose al instante que recordó lo inactivo que había sido por tanto tiempo. <<¿Cosas que me gustaba hacer antes?>>

 

— Ah si... — exclamó, a la vez que se proponía a emplear un hechizo defensivo — ¡Corpus Patronus!

 

Los hilos plateados fueron danzantes hacia el punto de encuentro, entrelazándose unos con otros y formando una figura homogénea que todos en el mundo mágico conocían bastante bien: un hipogrifo. Era adulto, tenía garras y colmillos. Su mirada era bastante altiva y amenazante, y la elegancia estaba presente en el pecho erguido de la bestia. Al terminar de formarse, abrió las alas y emprendió vuelo alrededor de Gitax, que se limitó a sonreirle y seguirle con la mirada. Era realmente hermoso, y era fiel hasta el último de sus suspiros.

 

— ¡Morphos!

 

Exclamó, levantando la varita y apuntando a uno de los sillones árabes que se encontraban en una de las esquinas, debajo de una de las lámparas que en aquellos momentos no estaba emanando ninguna luz en particular. Al cumplirse lo deseado, aquello que había sido un buen asiento, ahora era un lobo de cuatro patas que no superaba el metro de altura. Trotó hacia el knight y se detuvo a su izquierda, apoyándose en sus patas traseras y quedándose con la mirada fija en la entrada del local. Tal vez hubiera visitas, tal vez no. Él se quedaría ahí, predispuesto a salir corriendo para atacar o defender a su amo de cualquier ataque que pusiera en peligro su vida.

 

Era un animal muy básico y cualquiera podría conseguir manipularlo, pero identificaba al Weasley de una manera interior y que solamente él podía entender a su manera. Se movió, tarareando una canción, buscando una copa preparada y encantada en la barra. Quería refrescar la garganta. Mientras tanto observaba como un par de Confundus, un Sectusempra y otros hechizos dejaban a Darla completamente inmóvil, aturdida y moribunda. Pronto tendría un lugar donde descansar, pero lamentablemente no sería en aquel lugar (Aunque mucho le doliese a Gitax, que ganaba dinero con aquellos clientes).

 

— ¡A tu salud!

 

Apuntó a Mey con la copa y la tomó al instante. Acto seguido lanzó una pequeña risa, porque seguramente aquello no le parecería correcto. Pero... ¿Después de tanto tiempo le molestaría una broma? La situación tenía la seriedad que se merecía, pero no más.

[Darla G Dumbledore]

De verdad le molestaba hacer aquello, no quería tener que enfrentarse a sus ex compañeros con Seba allí presente, sus ojos se posaron en las figuras que habían atacado y supo que no le quedaría más remedio mientras Edelweiss se materializaba en su mano y esperaba que Seba saliera de allí.

 

Sus ojos se giraron en blanco sin opciones para esa situación, había notado el gran ataque de su alto rango y una sonrisa burlona se dibujó mientras la imaginaba frente a su padre, observándola en silencio. Mordió su labio aquello era un dolor de cabeza.

[Jank Dayne]

Las acciones de él y sus aliados, hicieron caer a Darla en menos de diez minutos. Las cuerdas habían logrado atacar cada extremididad de cuerpo, por lo que una huída no parecía una opción para la mortífaga de ninguna especie. Además, su vara mágica había volado a unos nueve o diez metros desde su mano, y para ese entonces se encontraba al otro lado del negocio, sin dueño. Se acercó a la mujer, con cierta inseguridad que, pese a no notarse en los movimientos, la sentía en cada centímetro de su cuerpo. Los recuerdos que emanaban del cuerpo de aquella mortífaga chocaban en su mente como defensas derribándose en Abaddon.

 

Trató de no involucrar los sentimientos, pero en vano. Después de todo, ella había decidido seguir el camino equivocado, ese que siempre terminaba a merced de la justicia aunque las oportunidades estuviesen a su favor. Tomó a Darla por los codos primeramente, y luego la alzó en su hombro izquierdo. Parecía una rutina sin un fin determinado. Se despidió con una cabeceada de Mey y Gitax; al último no lo veía hacía muchos meses, por lo que resultó gratificante encontrarse en una situación tan express. Darla en hombros de Jank salieron del local con premura, perdiéndose entre la inmensidad del callejón sin llamar demasiado la atención. Y el próximo paradero: Abaddon.

[Mey Potter Black]

La misión era capturar a Darla Potter Black y nada más. Por mucho que a Mey le hubiese gustado sumar a la mujer un par más de enmascarados, se hacía tarde y no quería poner en peligro a sus compañeros. Razón por la cual, Mey se limitó tomar el cuerpo sin vida de Darla y arrastrarlo junto a ella a la saliad del local The Arabic Place. Por suerte no habían provocado mayores daños que la mesa desaparecida y que ahora constituía el alma del fénix que sobrevolaba sobre los fenixianos. Por un instante Mey se planteó la idea de dejarle una nota a Bodrik disculpándose, pero luego la descartó al instante.

 

-Gracias, compañero -haciendo especial énfasis en la última palabra. Sus ojos se encontraban fijos en la copa de Gitax -. Aunque la salud... Creo que se encuentra sobrevaluada estos días... ¿No crees? - Le sonrió con descaro -. ¿Te la llevas tú?

 

Inquirió cuan orden a Jank, señalando el cuerpo sin vida de Darla su lado. Este la tomó y se fue con ella. Aquel muchacho, a quien reconoció Mey como fenixiano aunque nunca lo hubiese visto luchando por la Orden del Fénix se mantuvo ajeno a lo que sucedía allí. Dicho esto, Mey volvió a dirigirse a Gitax; sus ojos pasaban de hito en hito desde el hipogrifo de este, hasta él mismo. Pero no dijo nada, su mirada entre alegre y nostálgica lo decían todo.

 

-¿Nos vamos?

 

Dijo a continuación, tomándolo por el brazo y arrastrándolo fuera del local. Una vez en el exterior, se desapareció con Gitax rumbo al Número 12 de Grimmauld Place, dejando en el aire las palabras "se te extrañó, compañeritos de aventuras", antes de haber desaparecido por completo

 

 

OFF

 

Darla Potter Black es capturada, tras haberse impactado todos los hechizos dirigidos a ella . Por otro lado, todos los miembros de la Orden del Fénix logran salir completamente ilesos.

 

Saludos!

[Darla G Dumbledore]

Aquello le producía un maldito dolor de cabeza, definitivamente recuperar su varita y tener que aplicarse el episkey para el eran dos opciones que no habían dejado salida, pero en lugar de ello había apuntado a las cuerdas [de Jank] que la quería atar y lazo un evanseco que surgió débilmente de sus labios pero resultó suficiente.

 

Tampoco fue muy fuerte la patada que dio al mago Jank que intentaba tomarla del brazo.

 

 

—Aleja tus sucias manos de mi persona patán —rugió mientras sangraba aún.

 

Aquello era más que un dolor de cabeza en ese momento y aunque se estuviera muriendo no le haría nada sencillo hacerse a con ella. Maldijo por dentro tratando de mantenerse consciente.

[Mael Blackfyre]

Señor Donovan, poción Multijugos

La gracia de ser parte de la Orden del Fénix era que teníamos la posibilidad de usar éstas pociones para no sufrir ninguna consecuencia después como un ataque improvisado a nuestras familias o un encuentro inesperado con los Mortífagos. Hoy en día cualquier persona corría el peligro de que lo vieran caminar por las calles y pensaran que estaba planeando algo, sea bueno o malo.

Por eso es que había decidido aprovisionarme de una petaca con poción multijugos para refugiarme bajo la figura de un completo desconocido para la sociedad y así, vigilar, ya que ése era mi objetivo. Había cambiado completamente mi piel blanca, ojos marrones y pelo castaño por una tez morena, ojos azules y el pelo negro como la noche. Y el local de The Arabic Place sería el indicado para hacerme pasar por un cliente que disfrutaba de la comida árabe. Para los magos de Ottery era normal ver de vez en cuando alguna persona con un turbante en la cabeza.

—Buenas tardes, señores. ¿Será posible probar el plato del día? Me han recomendado éste sitio muchas veces —había tratado de simular un tono extraño, para resaltar que era extranjero pero que me había acostumbrado un poco a la lengua común. Muy pocas personas de la Orden sabían que un grupito inferior llevaba poción multijugos pero si me encontraba con alguno que no supiera, aunque fuera conocido, debería representar mi papel.
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[Ela Karoline]

Feixac la Elfina de Cye trabajaba codo a codo con los elfos de Bodrik que atendían el lugar, su ama le había asignado ayudar a su nieta hermosa en el local por aquella temporada ya que la afluencia de magos y brujas que buscaban pasar tiempo en Londres eran muchos, por tanto acudían al callejón en busca de diversión, para comprar pero también para alimentarse y probar cosas exóticas y diferentes.

 

La cocina como siempre estaba andando y ella se encargaba de asear la barra y de acomodar algunos jarros de cerveza en el anaquel bajo, tanto que no se le veía desde las mesas o desde la parte de afuera de la propia barra. De pronto escucho una voz que pedía le sirvieran el plato del día, se levanto bruscamente y se golpeo con el tramo superior, un “Demonios” aprendido de su ama se escucho y luego emergió con cara sonriente aún masajeándose la cabeza.

 

—Bienvenido a The Arabic Place, la mejor comida exótica del callejón, claro que podemos, por favor elija una mesa y enseguida estoy con usted— agregó en tono cortes, mientras en su interior trataba de recordar el nombre de los platillos que se preparaban en la bien provista cocina, ella y su memoria, pero es que no eran nombres comunes, mandarlo a una mesa le daría tiempo de asomar la cabeza y que ---- le soplara de nuevo los nombres. Así lo hizo y de nuevo se apresuro a ir hacia el mago.

 

— ¿Desea tomar algún aperitivo antes de la comida, tal vez un té de pasas helado o El Arak y El Raki… Los platillo del día son, Judrauat Bi Lahmeh, Al Uzi y Zaghalil O Hamam Mahshi— agregó sonriente casi a punto de aplaudirse al pronunciar todos aquellos nombre.

 

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[Mael Blackfyre]

Señor Donovan, poción Multijugos.

Una pequeña Elfina vino a recibirme como era de costumbre en todos los negocios del Callejón Diagon. Era pequeña y parecía un poco mareada por un golpe que había recibido. Sin embargo, hice como que estaba admirando los cuadros y todo lo que estaba decorando las paredes. Las mesas estaban bastante vacías y por ésa razón, no tuve problema en elegir alguna.

 

—Muchas gracias, pequeña Elfina. ¡Un té de pasas helado suena delicioso! Hace mucho tiempo que no bebo uno —trataba de hablar lo más neutro posible. Aunque mi apareciera era totalmente otra, el hablar y comportarme como otra persona ayudaba. En el mundo mágico todo detalle era tomado en cuenta—. Y puede traerme Zaghalil O Hamam Mahshi. Hoy tengo mucha hambre.

 

Le dirigí una sonrisa continuando con una reverencia. La Elfina estaba feliz de haberse acordado de todo el menú y mucho más con que había aceptado probar ambas cosas. Mientras me traían lo que había pedido, miraba que desde a través de los cristales se notaba la gente que caminaba de un lado al otro y algunas personas se detenían frente a los vidrios para admirar el lugar. Parecía que todo lo extranjero llamaba la atención.

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