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Tauro M.

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Mensajes publicados por Tauro M.

  1. Anthony y yo ya llevábamos rato caminando uno al lado del otro, recorriendo aquel increíble país de las maravillas que parecía no tener fin y aunque tenía cosas interesantes, no me apetecía para nada quedarme allí para siempre. Por otro lado me presentaba un reto no terminar de entender ese peculiar país, ya que la magia allí funcionaba de una manera extraña y nada de lo que nos rodeaba parecía tener sentido, sin contar a los que allí habitaban, unos más extravagantes que otros, más locos, más desquiciados, más peligrosos. Era todo muy irreal, cada objeto allí presente se movía de lugar, incluyendo a la propia naturaleza, era como estar en un laberinto que nos obligaba a andar en círculos. Iba pensando en todo eso cuando caímos en un hueco que nos llevó directamente a la madriguera.

    --¡Auch! --exclamé cuando me quejé, pues había caído sentada lastimándome el trasero y la espalda también, pero por suerte las dos pociones que traía conmigo (cómeme y bébeme) seguían intactas. Extendí mi mano para que Anthony me ayudara a levantar y juntos empezamos a caminar en busca de una posible salida.

    -- Ya me estoy acostumbrando a que volvamos siempre al mismo lugar --le comenté, notablemente mosqueada, comprobando que ya habíamos estado allí, que nos rodeaban las mismas paredes y que incluso tenía el mismo olor. No, no había duda de que esa era la madriguera del principio de nuestra aventura. Seguimos caminando por varios minutos más, ambos compartiendo experiencia y cómo nos sentíamos desde que llegamos a ese singular lugar --¿Escuchas eso? --pregunté, deteniéndome de inmediato --Parecen pasos --añadí en posición de defensa. Quiénes fueran ya se estaban acercando cada más.

    -- ¡Hey! Sal de ahí --dije alzando un poco la voz, quería que nos dieran la cara. Los pasos seguían sonando cada vez más cerca y estos también retumbaban dentro de la madriguera. Vi sus enormes sombras asomarse primero que ellos y ya me disponía a lanzar la primera maldición, pero en cuanto vi de quiénes se trataban bajé mi varita, cambiando la expresión de preocupación por alivio. --¡Pero qué susto nos ha dado! ¿Vienen solos o los acompaña alguien más? --pregunté, intentando mirar por detrás de ellos aunque les hice esa pregunta simplemente para que nada me volviera a tomar por sorpresa. Mantuve la vista hacia el mismo lugar, llámenlo instinto o simplemente paranoia, pero ya no quería más emociones fuertes, no de ese tipo.

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  2. Holaa! No sé si se pueda hacer algo con respecto a la mazmorra que acabamos de empezar, pasa que hubo una confusión (?) y los dados se lanzaron antes del rol #6 http://www.harrylatino.org/topic/113930-cinco-de-corazones-contra-reloj/?p=5326669

     

    Se puede eliminar ese post? o si se pudiera hacer algo T.T como editar? Es que no sé si eso vaya a invalidarla (espero que no)

  3. Bajé la varita ante el comentario de Seba sonriendo también, ya una vez vi de quiénes se trataban no tenía intenciones de atacarlos ya que a ambos, tanto a él como Darla los consideraba cercanos. Asentí ante su pregunta, ya que utilizó una palabra que definía a la perfección nuestra situación actual porque sí, estábamos atrapados en el mismo lugar que al principio y ahora debíamos encontrar la manera de salir nuevamente. Fue Anthony, sin embargo, quién le respondió y estuve de acuerdo con él en que esas coincidencias no me desagradaban aunque claro, si nos encontrábamos en otro tipo de situaciones tampoco me iba a molestar. <<Al mal tiempo buena cara>>. Pensé para mis adentros. En eso otra persona llama mi atención.

    -- ¡Fengari! --digo alzando un poco más el tono de voz, observando como la joven se acercaba hacia nosotros --Pues estamos en la misma situación. Anthony y yo de hecho habíamos logramos salir, pero después nos encontramos en ese extraño parque y ahora estamos aquí nuevamente, cayendo en la trampa que diseñaron para nosotros. Aunque me alegra que nos hayas encontrado, quizás cinco cabezas piensen mejor que dos y de verdad logremos descifrar el rompecabezas que es esto. En lo que me disponía a seguir hablando con Darla, una voz chillona llamó la atención de todos. ¡Era el conejo! Todos hicimos lo mismo y rebuscamos en nuestros bolsillos el reloj, pero este misteriosamente había desaparecido. Intercambiamos miradas que no sabría decir si eran de preocupación o sorpresa, o las dos. ¿Y si todo lo habíamos imaginado? Podría ser que nada de eso fuera real.

    -- Eso que dice Darla, dinos como salir y te ayudaremos --. El conejo no se hizo esperar y salió disparado hacia una puerta que hasta el momento nadie había notado por lo diminuta que era.

    -- Eeeh, yo los puedo ayudar con eso --dije ante la pregunta de la peli-roja. Volví a buscar en mis bolsillos y de el saqué dos botellitas, una con líquido color azul y la otra que parecía estar llena de dulces. Me quedé con la azul --Esta curiosa poción de nombre <<Bébeme>> nos ayudará a pasar por la puerta, un par de gotas y seremos más pequeños que el conejo --les expliqué, al tiempo que me llevaba la botellita a los labios, una vez terminé la fui pasando a cada uno de ellos (Anthony, Seba, Darla y Fengari). Bastaron unos cinco minutos para que la poción hiciera efecto y así todos pudimos cruzar por la puerta. Para acelerar las cosas una vez afuera saqué la otra botellita, la que parecía tener los dulces, solo que esta decía en la etiqueta <<Cómeme>>. Pasé un dulce a cada uno para que lo masticaran, era la única manera para que el grupo entero pudiéramos recuperar el tamaño normal.

    --¡Bien! Vayamos por ese conejo --dije, pero quizás hablé muy rápido porque allá afuera nos estaban esperando.

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  4. Anthony y yo ya llevábamos rato caminando uno al lado del otro, recorriendo aquel increíble país de las maravillas que parecía no tener fin y aunque tenía cosas interesantes, no me apetecía para nada quedarme allí para siempre. De todos modos tampoco lo terminaba de entender, ya que la magía allí funcionaba de una manera extraña y nada de lo que nos rodeaba parecía tener sentido, empezando por los pocos habitantes que nos encontramos por el camino quiénes parecían sufrir todos de demencia. Era todo muy surreal, los árboles se movían constantemente de lugar y hasta daba la impresión de que nos movíamos en círculos, hasta que caimos en un hueco que nos llevó directamente a una madriguera.

    --¡Auch! --exclamé cuando me quejé, pues había caído sentada lastimándome el trasero y la espalda también, pero por suerte la poción cómeme y bébeme seguían intactas. Extendí mi mano para que Anthony me ayudara a levantar y juntos empezamos a caminar en busca de una posible salida.

    -- Ya me estoy acostumbrando a que volvamos siempre al mismo lugar --le comenté, segura de que ya había pasado por aquella madriguera porque las paredes se parecían demasiado y no creía que pudieran existir dos completamente iguales. Seguimos caminando por varios minutos más, ambos compartiendo experiencia y cómo nos sentíamos desde que llegamos a ese singular lugar --¿Escuchas eso? --pregunté, deteniéndome de inmediato --Parecen pasos --añadí en posición de defensa, quiénes fueran ya se estaban acercando cada más.

     

    -- ¡Hey! Sal de ahí --dije alzando un poco la voz, quería que nos dieran la cara. Los pasos seguían sonando cada vez más cerca y estos también retumbaban dentro de la madriguera. Vi sus enormes sombras asomarse primero que ellos y en cuanto vi de quiénes se trataban me relajé y puse en bajo mi varita. --¡Pero qué susto nos ha dado! ¿Viene alguien más por ustedes? --Les hice esa pregunta simplemente para que nada me volviera a tomar por sorpresa.

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  5. 100 PV y 10 PP

    Junto con Anthony pudimos entretener al sombrerero para que este finalmente nos dejara libres, aunque claro, al poco tiempo se dio cuenta de nuestro plan pero ya era demasiado tarde y aunque nos siguiera tentando con el té (que ahora más que nunca estaba segura que tenía algo) ya nos encontrábamos lo suficientemente lejos como para que sus maneras de atraernos nos afectaran. Yo tenía agarrado de la mano al mago, cosa de que no tuviera la tentación de alejarse de mí y si la tenía yo lo iba a evitar a toda costa.

    -- ¡MIRA! --grité, porque sí, lo que veía delante de mí me sorprendía de sobre manera. Frente a nosotros había especie de un parque de diversiones y aunque no lucía abandonado en el sentido de que estuviera deteriorado, si que se encontraba deshabitado. Le insistí para que nos acercáramos, porque aunque era un parque no era como cualquiera que yo hubiese visto alguna vez, ya que éste estaba creado con la misma naturaleza y paisaje que nos rodeaba, cosa de que había una montaña que en realidad era un gusano gigante, por ejemplo y para empezar. Cualquiera que fuera la atracción era conducida por algún animal y los pocos objetos que allí habían eran las sillas o carritos donde como visitantes podíamos sentarnos, aunque claro, de vez en cuando a estos les salían patas.

    Nos acercamos lo suficiente para cerciorarnos de que efectivamente éramos los únicos, o eso pensábamos. De repente una densa niebla cubrió el lugar para luego irse disipando a medida que transcurrían los minutos, aunque no del todo, lo que sí dejaba ver eran los pies hasta la cintura de un par de personas que se acercaban. Saqué mi varita ya que tenía un mal presentimiento de todo esto e insté a Anthony para que hiciera lo mismo.

    -- Cinaede --pronuncié. Cuando se trataba de duelos o que tuviera que usar la varita mi actitud cambiaba por completo, no podía evitar recordar aquella época en la que fui líder y Mortífaga, donde luchar era cosa de todos los días. La adrenalina que se apoderaba de mí, esas ganas de hacer pagar a quién fuera no me abandonaban y aunque ya no seguía los mismos caminos, habían cosas que jamás iban a cambiar. El hechizo fue lanzado en dirección de la mujer (Feyre Rhiannon Macnair), era fácil deducirlo por su vestimenta, pero a su lado iba un hombre. Apenas y miré a Anthony para que reparara en su presencia y actuara en consecuencia.

  6. Escuchar la respuesta de Anthony pronto me hizo olvidar que estábamos allí haciendo maldades o travesuras a las parejas, pero realmente era lo único que me importaba. Para mí la felicidad de mi amigo era de suma importancia y él era con la única persona que me mostraba de esa manera, donde no tenía que usar una expresión fuerte o dura porque entre nosotros existía mucha confianza, eso solo lo utilizaba con los extraños, con la gente que no me caía bien o que simplemente me daba igual y él definitivamente no era uno de esos. Le devolví una gran sonrisa para que supiera que también le agradecía que me dijera todo aquello y que confiara tanto en mí como yo lo hacía con él.
    -- Es todo lo que necesitaba escuchar --le dije antes de que este se hiciera con el panal. Luego él me hizo la misma pregunta, siendo ahora mi turno de responder.
    -- ¿Te soy sincera? La verdad mi mente solo ha estado aquí, en este momento disfrutando pasar el tiempo contigo, así que sí. Misión cumplida --respondí con otra gran sonrisa.
    Guardé absoluto silencio y mantuve la concentración mientras veía como el experto se ponía manos a la obra, ahora era su momento y yo pensaba disfrutarlo. Las abejas no tardaron en hacer lo suyo y de inmediato empezaron a molestar a nuestra siguiente pareja, nuestras nuevas víctimas que enseguida empezaron a gritar y correr por todos lados sin poder liberarse de ellas. Me destornillé de la risa hasta caer rendida en el césped, agarrándome el estómago que me dolía de tanto reírme.
    Después del comentario de Anthony los dos guardamos silencio y aunque no podía leer sus pensamientos, sabía que se encontraba en profunda reflexión. No dije nada durante un buen rato respetando ese momento, de igual manera pensando en quién en algún tiempo trajo tanta felicidad a mi vida.
    -- ¿Y si nos quedamos aquí un buen rato? Hasta que caiga la noche, que se lleve todo el dolor --el sonido del violín no hizo sino más que contribuir al ambiente y agradecí a la persona que lo hizo.

     

    @@Anthony Ryvak Dracony

  7. --¡Veneno! --exclamé cuando nos ofrecieron el té, aunque quizás fue más fuerte de lo que pretendía. Me callé de inmediato, no quería que nos expulsaran por malos modales aunque eso no significaba que dejaba de sentirme desconfiada, pero entonces vi a otros invitados aceptar de buena gana el té y entonces supuse que quizás no estaba envenenado como creía. De todos modos ya Anthony se encontraba sosteniendo mi mano así que no tuve tiempo para replicas sino que lo seguí. Lo vi darle un sorbo al té, sin embargo yo no lo hice sino que esperé para ver si este tenía un efecto secundario, de ser así ya estaba lista para crear un bezoar y actuar en consecuencia. No iba a permitir que el peli-verde muriera delante de mis ojos.

    Luego de las presentaciones hechas por mi amigo, llegó la hora de los acertijos y eso sí que me tomó por sorpresa. No me consideraba buena en ellos pero al parecer él sí y eso me dio un gran alivio, de todas maneras no quería quedar como la persona que no se esforzaba, de todas maneras estábamos a gusto en esta aventura juntos y sin importar el peligro nos teníamos el uno al otro. Aplaudí que hubiese adivinado una de las adivinanzas en tiempo récord y solo ahí accedí a tomar un poco de aquel té, quizás tenía algo que ayudaba a agudizar el ingenio.

    -- ¡Mi turno! --ya dije un poco más animada, pero en ese momento el sombrerero tuvo otra idea.

    -- ¡NO! ¡Mejor cambiemos asientos! Así la fiesta es más animada --La verdad no tenía intenciones de llevarle la contraria y me apresuré a sentarme en otro asiento lejos de Anthony, uno que curiosamente tenía forma de zapato y al sentarme vi que los demás asientos empezaron a saltar. ¡Sí, a saltar! Miré a todos los presentes para ver sus reacciones, pero más al peli-verde que seguramente encontraba todo aquello igual de divertido. Y no conforme con ello una vez todos estuvimos ubicados, el sombrero volvió a cambiarnos de lugar. El té que estaba en la mesa se derramó pero pronto lo reemplazó por más.

    -- Ok, ok, ahora sí. A ver... Si escondido estoy, si me descubres dejo de existir. ¿Qué soy? --repetí --Pues es simple, es un secreto --respondí completamente segura de lo que decía. Miré hacia todos lados un poco orgullosa de mi logro que aunque para el resto no fuese algo importante, para mí si lo era, fue entonces cuando me acerqué de nuevo a Anthony --¿Sabes? Creo que este té tiene algo que me hace sentir diferente. ¿Tú qué piensas? --susurré bien despacio. Lo único es que nos estábamos divirtiendo tanto que por lo menos yo me estaba olvidando de que teníamos que salir de allí.

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  8. Me costó recuperarme luego de ese ataque de risa, pero pude ponerme en pie después de unos tres o cinco intentos. Aquella broma me había divertido tanto que no podía esperar a hacer la siguiente y esta vez fue Anthony quién sugirió una manera un poco peligrosa de seguir espantando a las parejas. ¿Abejas? Jamás lo hubiese pensando. No así. No tenía nada que pensar sino que asentí de inmediato. Las picaduras de abeja si eran muchas podían ser mortales, pero tampoco era nuestra intención matarlos, solo dañar un poco el momento romántico que estaban viviendo porque de nuevo sentía que les estábamos haciendo un favor ya que si lograban sobreponerse a cada una de nuestras travesuras, entonces quizás si estaban hechos el uno para el otro.

     

    -- ¡Vamos! Pero me guías tú eh --le pedí. ¿Quiénes serían nuestras nuevas víctimas? No lo sabía, de todas maneras eso no era importante porque la estábamos escogiendo al azar, aquellas que veíamos más caramelizadas y a punto de hacer otras cosas enseguida encajaban con el perfil. En lo que llegábamos a donde estaban las flores situadas se me dio por hacerle un poco de conversación a Anthony.

     

    -- Y dime, ¿he cumplido con mi misión de hacerte sentir mejor a pesar de la fecha? --pregunté. No quería hacerlo sentir mal sino todo lo contrario, quería saber que de verdad estaba teniendo un buen momento, solo así podía sentir que todo había valido la pena y que invitarlo a la gala no había sido un error a pesar de la temática.

     

    @@Anthony Ryvak Dracony

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  9. @@Anthony Ryvak Dracony

     

    Acaté las instrucciones de Anthony quién no dejaba de sorprenderme y es que yo lo creía más... diferente. Pero me gustaba conocer esa parte suya, porque uno no dejaba de conocer a las personas y en esta ocasión era para bien. Hice silencio esperando el momento perfecto, cuando la pareja que iba a ser nuestra primera víctima se paseaba cerca de nosotros. Los bichos fueron soltados y ahora no quedaba sino aguardar sus reacciones. Empezó como si sintieran un cosquilleo por todo el cuerpo y ellos lo atribuían a algo tan simple como que quizás algo les había dado alergía y en ese momento no vieron para nada extraño que les ocurriera a ambos. Pero luego el cosquilleo fue en aumento y ahora se estaban rascando todo el cuerpo como si tuvieran garrapatas. Me costaba contener la risa! Y estaba segura de que a mi amigo también le estaba costando.
    --Mira, pasará --le susurré para que solo él me pudiera escuchar. No tuvimos que esperar demasiado cuando la bota de sus pantalones empezaron a desaparecer poco a poco. Les tomó tiempo notarlo y para cuando lo hicieron ninguno lo podía creer, sobre todo porque los bichos se comían la tela cada vez más rapido como si se tratara de pirañas. Pronto ya quedó en evidencia su ropa interior y empezaban a deborar la parte de arriba. A ese punto ya no pude aguantar la risa y es porque dentro de poco seguía lo que quedaba.
    La pareja se tuvo que tapar y correr cada uno por su lado y fue cuando salimos de nuestro escondite, yo casi que en el suelo muriéndome de la risa.
    -- Jajajajajaja eso ha sido muy gracioso!
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  10. --Sombra es un excelente nombre para un Thestral --le respondí --Y no te preocupes, cuando puedas, de todos modos la reserva apenas es una idea, un terreno que aun falta por trabajar pero que sin duda será un buen refugio para las criaturas. Hagamos esto --añadí haciendo una pausa --, cuando salgamos de paseo te prometo que te enseñaré cómo hacer miniaturas de Thestral, aunque primero me gustaría conocer a sombra y de paso tener tu opinión profesional sobre este pequeño proyecto que emprenderé.


    Noté la mirada asesina de Sagitas que fue incluso más intensa que la que me dirigió por mi metida de pata. No, yo no quería ser parte de los que generaban chismes pero la fuente que había traído hacia mí el rumor era muy confiable, de todas maneras no quise insistir en el tema, no ahí delante de todos y porque ese tampoco era mi objetivo, ya la pobre debía tener suficiente con tener que lidiar con Sean quién a mi parecer no era de su total agrado. Por otro lado tampoco le dije nada respecto a su fidelidad por el fantasma, la verdad es que no le creía nada.


    -- Tenebrus, mi Thestral --respondí a una pregunta no formulada, pero que sin duda me veía en la obligación y necesidad de aclarar --Sé que tiene nombre de Dragón pero no es mi caso, los míos ni siquiera tienen nombre --añadí reflexiva. Volví a insistir con lo de la bebida, en especial hacia la bruja de cabellos violetas --¡Vamos! Es solo una vez cada mil años, de seguro que tu marido lo aprobará --en eso vi a Seba y a Darla pasar, alcé una mano para saludarlos y me distraje de la conversación, pero ellos no se acercaron, quizás solo estaban de paso. Pero luego me sorprendieron acercándose para dar nada más y nada menos que una serenata. ¿A quién?


    -- ¡Wow! Xell, se me hace que estás muy solicitada esta noche, ¡los detalles no paran! Aunque la serenata debería ser más bien para los recién casados Sean y Perenella. ¿Nos tocarías otra? --le pregunté a Seba.

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  11. Bueeeenas. Vengo con otro reto!

     

    Nick miembro 1 de la pareja: Anthony Ryvak Dracony
    Nick miembro 2 de la pareja: Tauro M.
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    Reto conseguido: 8
    Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas):
    Anti romance
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  12. Definitivamente cuánto más cómodo te sientes más se empeñan por arruinarlo o eso me parecía a mí. Anthony y yo estábamos entretenidos charlando sobre nuestros planes a futuro que el tiempo se nos había pasado volando, pero ahora estábamos allí en contra de nuestra voluntad, en un ambiente en el que no quería estar donde tantas parejas ''felices'' se paseaban de un lado a otro presumiendo su supuesto amor eterno. ¿Acaso eran conscientes de que este pronto llegaría a su fin? Tenía tantos pensamientos negativos en la cabeza que a veces no medía el alcance de estos, lo bueno es que nadie podía escuchar mis pensamientos así que no lastimaba los sentimientos de nadie.
    Yo no era la única afectada, mi amigo el peli-verde tampoco quería estar allí y su mal humor era muy notorio, fue por eso que le sugerí que hiciéramos algo que nos ayudara a desestresarnos y la mejor idea que se me podía ocurrir era molestar al resto que indirectamente eran responsables por cómo me sentía. ¿Acaso así de tonta yo lucía aquella vez en la gala donde estaba profundamente enamorada? Hasta sentía vergüenza de mí misma y qué mejor acto de buena fe que ahorrarles el dolor de manera temprana.
    -- Mira, he traído estos bichitos que se comen la ropa y son tan pequeños que les costará notarlos --le dije acercándole un recipiente transparente cuya tapa también era transparente -- No lo notarán además de que les causará picazón. ¿Qué dices? Los arrojamos al aire ¡y que hagan lo suyo!

     

    @@Anthony Ryvak Dracony

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  13. Ser o no ser, esa era la cuestión. Admitiría que estaba emocionada por todo lo que sucedía alrededor nuestro, a pesar de no entenderlo por completo me llenaba de emoción el saber que al menos no estaba sola y que estaba compartiendo cada aventura junto a Anthony, de otro modo me habría desesperado o quién sabe que otra locura habría cometido sino tuviera mi polo a tierra, porque así lo consideraba, como la persona que me mantenía en tierra firme y que de alguna manera lograba controlar ese espíritu salvaje que vivía en mí, al que no le importaban las consecuencias. Pero la vida me demostraría también que el peli-verde si que tenía un espíritu aventurero y aunque nuestros estilos fueran diferentes, de alguna manera nos complementábamos, de ahí que su idea me sedujera y terminara aceptando sin poner ningún tipo de oposición. Ante la duda lo mejor era dejarlo a la suerte, porque quizás ella si supiera que hacer.

    -- ¡Acepto! --exclamé al tiempo que el mago lanzaba la carta al aire. Lo curioso es que allí casi no entraba ninguna corriente de aire, pero aun así la carta se las arregló para caer lentamente como si fuera consciente de la ansiedad que me generaba y se hacía esperar. La carta casi que estuvo a punto de tocar el suelo, cuando cayó de frente, lo cual quería decir que teníamos que sí o sí comer de la galleta. Ambos comimos de la galleta y para nuestra suerte (lo cual me sorprendía de sobremanera) apuntaba a que nos haríamos pequeños por lo que no deberíamos tener ningún tipo de problema para seguir adelante.

    Luego llegamos a otra habitación, la cual lucía exageradamente grande por donde la mirabas. Estábamos al lado de la pata de una mesa y ya me daba miedo pensar que esta se fuera a caer sobre nosotros para terminar aplastándonos. Era la hora de tomar el contenido de la botellita que ya podía adivinar qué efecto tendría al beberla. Pero no pasó nada, al menos al principio, por lo que le ofrecí tomar otro sorbo y ahí fue cuando nuestros cuerpos se agrandaron. No pude evitar saltar de la emoción --¡Al final un poco de paciencia nos ayudó! ¿No lo crees? --pregunto, dándome cuenta del guante que ha encontrado Anthony que seguro debe pertenecer también al conejo blanco --Vaya que lleva prisa, porque va dejando todo tirado en el camino. Ni tiempo ha tenido para venir a recogerlo! Pero mira, allí hay una puerta más y creo que es la última, además de que esta también está abierta. Y tiene algo colgando --le dije, acercándome para ver de qué se trataba --Es... ¿una cinta, una bufanda? --era difícil adivinarlo. La tomé en mis manos y vi que tenía unos números pintados --Es un diez y un seis, o quizás es un dieciséis. ¿Tú qué crees? --mientas lo descifrábamos ambos salimos por la puerta y para nuestra sorpresa habíamos salido al exterior, donde podíamos volver a ver los árboles.

    -- Solo hay un camino a seguir...

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  14. Nick miembro 1 de la pareja: Anthony Ryvak Dracony
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    Nick miembro 2 de la pareja: Tauro M.
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    Reto conseguido: 9

    Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas): http://www.harrylatino.org/topic/113813-explicacion-de-la-dinamica/?p=5316577

  15. D: No sé qué pasa, yo lo veo bien, pero ahí lo intento de nuevo xD Para Anthony

    Nick miembro 1 de la pareja: Anthony Ryvak Dracony
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    Nick miembro 2 de la pareja: Tauro M.
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    Reto conseguido: 17

    Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas):

    Mesa del Gato de Cheshire
    http://www.harrylatino.org/topic/113843-mesa-del-gato-de-cheshire/?do=findComment&comment=5318430
    http://www.harrylatino.org/topic/113843-mesa-del-gato-de-cheshire/page-2?do=findComment&comment=5318759
    http://www.harrylatino.org/topic/113843-mesa-del-gato-de-cheshire/page-2?do=findComment&comment=5318893

    Mesa del Sombrerero
    http://www.harrylatino.org/topic/113830-mesa-del-sombrerero/?do=findComment&comment=5318367
    http://www.harrylatino.org/topic/113830-mesa-del-sombrerero/?do=findComment&comment=5318500
    http://www.harrylatino.org/topic/113830-mesa-del-sombrerero/?do=findComment&comment=5318625
    http://www.harrylatino.org/topic/113830-mesa-del-sombrerero/page-2?do=findComment&comment=5319010

    Mesa del Conejo Blanco
    http://www.harrylatino.org/topic/113835-mesa-del-conejo-blanco/?p=5318382
    http://www.harrylatino.org/topic/113835-mesa-del-conejo-blanco/?p=5318915
    http://www.harrylatino.org/topic/113835-mesa-del-conejo-blanco/?p=5319711 Debe ser post 6

    Mesa de la Reina de Corazones
    http://www.harrylatino.org/topic/113836-mesa-de-la-reina-de-corazones/?do=findComment&comment=5318393
    http://www.harrylatino.org/topic/113836-mesa-de-la-reina-de-corazones/?do=findComment&comment=5318910
    http://www.harrylatino.org/topic/113836-mesa-de-la-reina-de-corazones/?p=5319715 debe ser post 5

    Mesa de Tweedledum y Tweedledee
    http://www.harrylatino.org/topic/113837-mesa-de-tweedledum-y-tweedledee/?do=findComment&comment=5318416
    http://www.harrylatino.org/topic/113837-mesa-de-tweedledum-y-tweedledee/?do=findComment&comment=5318789
    http://www.harrylatino.org/topic/113837-mesa-de-tweedledum-y-tweedledee/?p=5319718

  16. -- Mejilla --susurré sin pensarlo, pero luego hice un gesto de que lo olvidara, de que no había sido nada importante. Algo estaba pasando. El silencio de Anthony me lo dijo todo, él tampoco sabía que contenía aquel recipiente y lo mejor era no averiguarlo por ahora, pero yo sabía que mi alma de preparadora de pociones en algún punto me llevaría a darle una probada sin importar los efectos secundarios que pudiera causar, lo único que me quedaba era rogar que no fuera algo mortal que me llegara a matar, aunque esperaba que un bezoar fuese suficiente para contrarrestar cualquier veneno si es que de eso se trataba. Por ahí decían que el veneno siempre venía en envases pequeños, aunque las buenas cosas también. De momento Anthony tenía el frasquito y no se lo pensaba quitar.

    -- Estas telarañas se me enredan por todo el cabello. ¡Me tienen harta! --me quejé mientras intentaba despejar el camino para nosotros, cuando por fin llegamos al final de ese camino que parecía eterno otra puerta, esta vez una que tenía varios corazones dibujados en la superficie y esta sí que estaba cerrada. Hice lo que cualquier bruja en mi situación hubiese hecho, saqué mi varita y pronuncié un <<Alohamora>> esperando que la magia tan sencilla funcionara. Para mi sorpresa lo hizo. Empujé la puerta con el pie y lo que nos encontramos frente a nosotros fue un delicioso banquete. Mi barriga sonó y hasta ese momento no había caído en cuenta de lo hambrienta que estaba. Esta vez nada iba a detenerme de degustar alguno de los deliciosos postres que allí se mostraban.

    -- Lo siento, pero tengo que probarlo --le dije a mi amigo, acercándome a la mesa que tenía una especie de tarta de chocolate pero que al probarla sabía a vainilla --Qué curioso --comenté, llevándome otro pedazo a la boca mientras estaba a la espera de que lo peor pasara, pero nada sucedió, al parecer la comida era buena, de buen sabor y lo más importante es que no intentaba matarnos. Entonces me fijé en otra de las mesas donde una bandeja de plata estaba repleta de galletas --¡Mira! --la bandeja rebosaba, pero me bastó con tomar una sola de ellas para ver que esta decía ''Cómeme'' o ''Eat Me''. No pude evitar pensar en la poción y que las frases representaban una coincidencia muy grande. Estas definitivamente no las comería. Me quedé contemplando esa nueva habitación y hacia el final de esta había una puerta diminuta, más pequeña que la trampilla por la que el conejo había entrado. Me busqué en los bolsillos las pociones que había traído conmigo pero los envases estaban vacíos. --¿Y ahora? -- Como lo veía teníamos dos opciones, una era probar la poción y la otra era comernos la galleta. Ninguna de las dos se me hacía muy tentadora.

  17. Dedos... Mis dedos habían rozado la cara de Anthony en el momento en el que quité de su rostro aquella carta que no tenía ningún significado en especial. Sin embargo la guardé en mi bolsillo y me deshice de los pesados osos que antes habían caído sobre nosotros. Era una lástima que fueran tan grandes o seguramente me habría llevado uno de recuerdo y no es que me gustaran, pero me servían cuando quería probar ciertas pociones y los efectos de estas. Le dije a mi amigo que teníamos que salir de allí y que cuando el montón de osos nos cayeron encima me pareció ver una trampilla por allí, lo único que teníamos que hacer ahora era moverlos de lugar para que así pudiéramos entrar sin ningún problema y eso fue exactamente lo que hicimos. Suspiré aliviada, pensando que lo peor ya habría pasado, solo que esta vez fui yo la que tomó la iniciativa y me adelanté tomando la mano del peli-verde.

    Con la ayuda de él, ambos pudimos pasar a través de la trampilla siendo guiados por el reloj que vibraba más cuando el olor del conejo era más intenso o bueno, más bien su presencia. Quise transformarme en el serval, pero no estaba segura de que aquello fuese una buena idea. ¿Y si nos encontrábamos con salvajes que nada más al verme me quisieran devorar? Estaba segura de que mis piernas de serval me permitirían correr con todas mis fuerzas, pero no podía decir lo mismo de mi amigo. Dejé todos esos pensamientos a un lado para no darle más cabeza y centrarme en lo verdaderamente importante.

    -- ¿Has pensado que quizás el conejo esté huyendo de alguien? No sé, es la impresión que me da o ¿por qué iba tan de prisa? Quizás si lo alcanzamos podamos ayudarle o nos cuente qué es lo que está pasando aquí --le comenté. Dentro de la trampilla volvimos a dar con un túnel que poco a poco se fue iluminando revelando un camino verde pero lleno de telarañas. ¿Hacia cuanto no limpiaban? Además de que en el camino íbamos tropezando con todo tipo de cosas, sillas, cosas tan pequeñas que no lograba ver a la perfección, pero cuando más o menos llegué a donde había luz usé mi varita para terminar de iluminar el camino, fue allí donde vi una botellita brillante que llamó mi atención. Me agaché para ber de qué se trataba y vi que tenía una etiqueta que decía ''¡Bébeme!''. La miré curiosa, preguntándome lo que podría pasar si la bebía. Lo cierto es que tenía ese impulso de hacerlo sin medir las consecuencias, pero no podía ser tan descuidada, no en un país tan extraño como ese, así que hice lo más prudente y se la entregué al peli-verde. -¿Qué crees que contiene?

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  18. Realidad era la posibilidad de que el reloj no nos llevara a ningún lado, pero también teníamos casi que un cincuenta por cierto de probabilidades de que diéramos con el conejo y quizás con algo más. Ya dentro de la habitación y con nuestro tamaño normal recuperado pude caer en cuenta de los detalles que me rodeaban y aunque no era lo que esperaba, si me sorprendía ver que estábamos dentro de un cuarto de juegos que debía pertenecer a algún niño de corta edad. Lo curioso es que los objetos allí lucían más grandes, incluso para nosotros que éramos adultos. ¿Se trataría de un bebé gigante? Miré a mi amigo, buscando en su mirada respuestas que yo estaba segura que él también anhelaba obtener de mí. Bajé la mirada y caí en cuenta de que esa habitación no tenía puertas, ni ventanas, tan solo juguetes esparcidos por todo el lugar lo cual me llevaba a pensar dos cosas: La primera es que la puerta estaba escondida en algún lado en medio de todos esos juguetes. La segunda es que de nuevo estábamos atrapados y no tendríamos escapatoria. Quise ser más positiva al respecto, al menos de momento.

    -- Bien, es hora de que pongamos en práctica lo aprendido --dije estirando mi mano para darle el reloj anteriormente encontrado. Apunté mi varita hacia este y empezó a moverse como loco, casi que con descontrol y no dejaba de apuntar y pitar a cada rincón de la habitación. En un momento creí que estaba a punto de explotar y lo quité rápidamente de la mano de Anthony antes de que algo así sucediera --¡Wow! ¿Qué está pasando aquí? --Era imposible que el conejo hubiese huido hacia todas las direcciones o la reacción del objeto se podía deber a que el cuarto estaba impregnado del olor de nuestro querido amiguito. Como sea que fuese el caso teníamos que intentarlo una vez más --¿Estás listo? --pregunté nerviosa, esta vez colocando el reloj en el suelo. Apunté mi varita hacia él y de nuevo empezó a moverse y chillar, solo que esta vez me di cuenta de que lo hacía más fuerte hacia un lugar en específico. Me acerqué con cautela aun con la varita en la mano mientras una pila de osos de peluche nos miraba.

    --¿Crees que esté debajo de todo eso? --pregunté pensativa, pero me acerqué demasiado que la pila de osos que ya estaba casi que pendiente de un hilo empezó a moverse descontrolada hasta que cayó sobre nosotros. Yo por lo menos me sentí atrapada, casi ahogándome y de no ser por la ayuda de mi amigo quizás allí habría permanecido. Después de agradecerle y limpiarme un poco por haberme salvado la vida noté que en su cabello tenía algo enrededo. Acerqué mi mano para quitar el papel y justo ahí me di cuenta de que habíamos dado con otra pista, solo que esta vez se trataba de una carta, un As de corazones. Siento que todo esto se conecta de alguna manera con el reloj. Es lo que pensaba.

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