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Luz del Carmen Gryffindor

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Mensajes publicados por Luz del Carmen Gryffindor

  1. Hola... Después de bastante tiempo:

    Siento no haber podido actualizar mi ficha antes. He tenido muchos problemas muggles que apenas estoy resolviendo. En fin, me dejo de tanto rollo y expongo los cambios que me gustaría hacer:

    Primero que nada, me gustaría actualizar la edad de mi personaje, que ya tiene 24 años.

    Lo segundo y último (Por ahora) es cambiar el párrafo final de la historia de personaje. Quedaría de la siguiente manera:

     

    Desde que terminó sus estudios en la academia de magia y hechicería, Luz del Carmen Gryffindor trabaja como sanadora pediatra en el Hospital San Mungo, enfrenta constantes desafíos y emprende diversos proyectos que le hacen crecer en todos los sentidos.


    Esperando no dejarme nada en el tintero, me despido:
    Luz

    (*Dejo besitos y chocolates en forma de notitas musicales, para después salir corriendo*).
  2. Hola a todos!

     

    Este domingo apenas me di cuenta de todos los cambios porque estuve varios días desaparecida del foro (Ya saben, problemas muggles...)

     

    En fin, después de buscar y preguntar (Porque me sentí super perdida a pesar de leerme varios topics) vengo a elegir los conocimientos con los que me voy a quedar:

     

    Enlace a Ficha:
    Ficha de Luz del Carmen Gryffindor

    Conocimientos:
    * Primeros Auxilios
    * Defensa contra las Artes Oscuras

    Espero haber puesto los datos bien. Si hay algún problema, no duden en contactarme, por favor.

     

    Les dejo millones de besitos de chocolate:

    Luz.

     

    P.D: Tengo qué actualizar mi ficha en cuanto pueda...

  3. (Hospital mágico - Finales del mes de diciembre. Ala de pediatría. Oficina de Luz del Carmen).

    Era una tarde excelente como para salir a dar un paseo, pero preferí quedarme en mi oficina y terminar unos pendientes. Además, tenía planeada una cena de navidad con Danna, mis hijas y quienes nos quisieran acompañar. -Vaya año estamos pasando... -Murmuré, al tiempo que escribía los datos finales de un informe que enviaría a Bodrik para su revisión.

    En ese preciso instante, la puerta que daba al otro extremo de mi despacho, se abrió. -Luz, ha llegado esta carta para ti -Informó Dannita.

    -¿De quién es? -Pregunté con curiosidad.

    -De parte de Claudia y su madre -Respondió mi compañera.

    Minutos después y tras conocer el contenido de la carta (Parlante), sonreí. -Me da gusto que por fin hayan recuperado sus vidas de antes -Comenté.

    -Espero sean muy felices de ahora en adelante -Añadió la enfermera.

    De pronto, recordé el sueño que tuve unos días atrás, donde mamá Laura informaba que me esperaba una sorpresa en los próximos meses y me recomendaba tener mucho cuidado. Lo más increíble fue que desperté a media noche, con ambas manos en el vientre y una sensación extraña, pero reconfortante. -"Yanel, ¿Te das cuenta de que esto mismo sucedió hace dos años?" -Pregunté mentalmente a mi otro yo.

    -"Si, exactamente igual, Luz" -Contestó Yanel con ternura.

    -¿Pasa algo, nena? -Quiso saber Danna.

    -Estaba recordando el sueño del otro día -Dije en un susurro y volví a sonreír.

    En ese momento, escuchamos la invitación a la cena de navidad en el hall de entrada de San Mungo. -¿Quieres que bajemos allá? -Preguntó mi amiga.

    -Habrá qué preguntar a las niñas si desean ir -Respondí, repasando el informe con ayuda de mi colgante.

    De repente, aquella puerta se volvió a abrir. -¿Ya escucharon la invitación que hizo la directora de San Mungo? -Preguntó Marianna alegremente.

    -Fuerte y claro, hermosa -Contestó Danna.

    -¿Por qué no vamos todas a esa cena de navidad en el hall de entrada? -Propuso Margaret en el mismo tono de voz que su gemela.

    -Bueno, pero antes debemos arreglarnos. ¿Les parece? -Indiqué y pregunté a la vez. Al oír la respuesta afirmativa de mis acompañantes, envolví el informe en un sobre, lo cerré con mi varita, lo etiqueté y lo guardé en un cajón de mi escritorio. Al día siguiente y a primera hora, el documento sería enviado a la oficina de la jefa de planta, aunque tuviera más tiempo para entregarlo. No me gustaba dejar las cosas para el último momento.

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  4. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de pediatría. Oficina de Luz del Carmen). (Rol conjunto de la planta).

    El saber que Danna me había escuchado todo el tiempo, me quitaba un peso de encima y a la vez me preocupaba un poco. Seguramente la enfermera lo notó, pues masajeó mi frente con suavidad. -No te preocupes, nena. Estaré bien -Murmuró con voz débil y me abrazó con más fuerza.

    No obstante, yo seguía sin poder hablar. -"Pensé que te iba a perder, Dannita" -Expresé mentalmente y la miré a los ojos.

    -Pues aquí estoy, hermosa -Respondió mi amiga con dulzura.

    -¿Todo bien, Luz? ¿Por qué solo pensaste en vez de hablar? -Quiso saber Milena.

    -Creo que perdió la voz otra vez -Comentó Danna en un susurro. -Lo bueno es que hay una forma de resolvver esto -Añadió, tomó un extremo de mi colgante y me lo puso en los labios. Luego, colocó en mi garganta la joya que ella tenía.

    -¡Claro! Ahora lo entiendo... Esperen, yo también me uno -Anunció Milena y puso su reloj de pulsera en mi frente.

    De pronto, algo extraño que no podría explicar, me recorrió de pies a cabeza. Cuando llegó a mis cuerdas vocales, escuché las voces de mis hijas, animándome. -¿Hola...? -Dije con un hilo de voz, una vez las joyas volvieron a su sitio. -¡Vaya! Esto de haberme quedado sin voz me tenía incómoda -Murmuré.

    -Se entiende, hija -Comenzó a decir Dannita, pero sus palabras fueron interrumpidas por un pequeño ataque de tos que sufrió.

    -Ten calma, necesitas reponer fuerzas -Indiqué y efectué un breve canto para darle energía.

    En ese preciso instante, una pequeña y hermosa halcón plateada apareció para dar un mensaje importante de Ángela. Al escucharlo, todas nos miramos con preocupación. -Otra vez Hiryna hizo de las suyas... -Susurró Milena con pesar.

    -Espero que Ángela esté bien -Expresó Danna en voz baja.

    -Cuando todo esto termine, tendré qué ejecutar varios cantos restauradores de energía... -Comenté y tomé el pulso de Danna.

    -¿Por qué no vas con Ángela, nena? -Propuso nuestra paciente.

    -Iré en cuanto sienta que tu corazón ha recuperado el ritmo -Sentencié con firmeza y sonreí. -¿Crees poder ir tú, Milena? -Pregunté.

    -Iría con mucho gusto, pero debo supervisar que todo esté bien con ustedes -Contestó Milena. -Por cierto, tus signos vitales son estables, Danna -Notificó.

    -Espero recuperarme pronto para poder ayudar -Declaró Dannita.

    -"Bien pensado, Luz. Este no es el mejor momento para acudir a ese lugar" -Dijo Yanel (Mi otro yo) en lo más profundo de mi mente.

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  5. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Pasillos del Ala de psiquiatría. Rol conjunto de la planta).

    (Ángela - Enfermera. Haciendo rondas y descubriendo un hecho desagradable).

    Antes de llevar a cabo mi trabajo en aquellos pasillos de psiquiatría, activé unas cámaras con mi varita para poder ver todo lo que ocurría y así, facilitarme la tarea. En cualquier momento podría haber una emergencia y debía estar preparada. Esto de Hiryna y Lyssa no era cualquier cosa. -"Que todo marche bien, por favor" -Pedí mentalmente, me coloqué todo tipo de protecciones y me dirigí a las habitaciones para revisarlas, una por una.

    Tras terminar la ronda por aquella sección, decidí continuar con otro pasillo del área. No obstante, mi corazón dio un vuelco al sentir que mi pulsera vibraba violentamente. Cuando la contemplé, pude observar cómo alguien rociaba una extraña sustancia en el suelo cercano a la puerta del consultorio de la sanadora Alessandra y se desmayaba casi al instante. -¡Maldita sea, es Hiryna! -Exclamé en voz muy baja y aumenté la velocidad de mis pasos. Un minuto después, sentí una leve opresión en el pecho y miré instintivamente mi pulsera. Otra persona salió no sé de dónde y también cayó al suelo. Tras esta visión, respiré profundamente y conté hasta 10 para calmarme.

    Lo que descubrí minutos después mediante aquella joya y cuando llevaba el 60% de pasillos recorridos, me dejó helada: Una hermosa joven que al parecer despertaba de su sueño, miró a su alrededor y habló con un hilo de voz. No me quedó más remedio que seguir luego con aquella ronda y acudir al lugar de los hechos. De pronto, mi pulsera vibró otra vez y me mostró la imagen de una mujer que respiraba con bastante dificultad. Al reconocer su voz, mis ojos se abrieron como platos. -"¡Clara... No es posible!" -Pensé y sin perder más tiempo, eché a andar.

    Nada más llegar a aquel pasillo, me topé con una desagradable sorpresa. La muchacha que había visto despertar, llevaba la bata de Hiryna, pero su semblante era el de otra persona, cuyo rostro me resultaba familiar. -¿Claudia... Eres tú, nena? -Pregunté en un susurro y la miré a los ojos.

    -Si... en esto me convertí -Respondió la chica en voz baja y rompió a llorar. -Esos horrendos seres me impidieron seguir con mi vida normal, obligándome a adoptar una personalidad que no era mía. No me estoy justificando, simplemente cuento lo que me pasó. Y ahora debo buscar a mi ma... -Añadió, pero se detuvo, tras mirar hacia otro extremo donde estaba Clara, todavía hablando entre sueños.

    -Deja ver qué tiene -Sentencié y caminé lo más rápido que pude. Al encontrarme con la mujer, la examiné y efectué algunos hechizos de curación con la varita. -¿Cómo te recuperaste, Claudia? -Quise saber.

    -Recuerdo que fui a mi ca... -Empezó a decir la joven, pero la detuve con un gesto.

    -Nena, antes de que sigas... Tú eres tú e Hiryna es Hiryna. ¿De acuerdo? -Indiqué.

    -OK. Hiryna fue a su casillero y sacó un extraño frasco... que robó del área de virus, en un descuido del sanador Hades y todo su personal. Luego, esta usurpadora vino acá y vació todo su contenido para vengarse de algunas personas. Después, se desmayó y yo aproveché para tomar el control de mi persona -Explicó la muchacha, con la angustia reflejada en su voz. Era una fortuna que pudiera recordar lo que Hiryna había hecho.

    -Espera... entonces ese frasco tenía una especie de antídoto o virus, según como se mire. Daré el aviso de alarma -Comenté y me retiré momentáneamente de donde me encontraba. Cuando estuve bastante lejos y me aseguré de que nadie me veía, conjuré un patronus con la forma de una halcón real plateada e hice que se dividiera para alertar a todo el personal de la planta sobre lo que sucedía en el área de psiquiatría. Necesitaba la presencia de uno o varios sanadores y enfermeros con todo tipo de protecciones, para evitar que alguno de ellos resultara afectado por esa cosa. Afortunadamente, yo no tenía nada qué esconder, ni estaba poseída por nada, ni nadie... Ahora si, mis dudas quedaron aclaradas. Eso si, era mejor no hablar de las conclusiones a las que acababa de llegar, hasta que fuera el momento indicado. A fin de cuentas, otras personas sabían mucho más que yo de estos casos.

    -¡Señora Angie, venga pronto, por favor! -Pidió Claudia entre sollozos.

    -Ya voy, hermosa -Contesté y caminé hacia la joven.

    -Madrina, la señora que está de aquel lado no deja de pronunciar mi nombre y el de usted... Su voz es idéntica a la de mi madre -Susurró la chica y volteó nerviosamente a todos lados.

    -Nena, ella es tu madre, efectivamente -Afirmé despacio. Esperaba que alguien hubiese recibido mi mensaje y llegara pronto a ayudarnos. El corazón de Clara estaba en peligro y Claudia necesitaba una revisión general. Defnintivamente, alguien debía responder por lo que hicieron con mi amiga y su hija, pero eso sería más adelante. Ahora tenía qué pensar cómo dar esta importante noticia a mis superiores y otras personas a las que Lyssa e Hiryna agredieron.

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  6. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de pediatría. Oficina de Luz del Carmen). (Rol conjunto de la planta).

    -Tienes razón, Milena... pero definitivamente, el maquillaje no va conmigo. Voy a quitarme todo esto y aprovecharé para lavarme las manos y esterilizar todo lo que voy a ocupar. Sugiero que ustedes hagan lo mismo -Comenté y caminé hasta el lugar en que llevaría a cabo las tareas que mencioné. Diez minutos después, regresé, me acerqué a la camilla donde estaba Danna, tomé aquella varita que traía en su mano, la deposité en mi escritorio, tomé asiento en una silla y miré a mi alrededor.

    Jade fue la primera en seguir mi recomendación y al regresar con nosotras, nos miró con ternura. -Bueno, si me permiten, seguiré con mi ronda por pediatría. En caso de que me necesiten, ya saben cómo llamarme -Anunció y fue hasta la puerta.

    -Cuídate mucho, por favor -Expresó Milena, mirando a su compañera a los ojos, mientras ésta le dedicaba una sonrisa tranquilizadora.

    -Descuida, Jade. Si requerimos tu ayuda, te lo haremos saber enseguida -Añadí, abriendo la puerta cuidadosamente con mi varita. Al ver que Jade se retiraba, cerré con llave y volví a aplicar aquel hechizo de insonoridad.

    -Bueno Luz, voy a seguir tu recomendación. En un rato estoy lista -Dijo Milena y se marchó por unos diez minutos. Tras su vuelta, vio a Danna (que aún seguía sin reaccionar) y se acercó a ella.

    -Necesito que revises sus signos vitales, por favor -Pedí.

    De pronto, una ardillita plateada apareció de la nada y escuché la voz de Carolina. -"Millones de gracias por dar la alerta, Caro" -Pensé y miré al cielo en cuanto aquella hermosa criatura se desvaneció.

    -"¿Todo bien, sanadora Luz?" -Preguntó la voz de la enfermera recepcionista en mi cabeza.

    -"Sin novedad alguna, pero tengo un mal presentimiento..." -Murmuré mentalmente.

    -"Tranquila, todo saldrá bien. Si tengo novedades, se las haré saber" -Respondió la voz de Caro.

    -Los signos vitales de Dannita son estables, Luz -Indicó Milena en un susurro.

    -Muchas gracias por la información -Contesté y respiré profundamente.

    En ese preciso momento, mi colgante emitió una nueva vibración y aparecieron varias imágenes en mi mente: Primero, Lyssa salía de pediatría y se dirigía al ala de psiquiatría. Luego, Hiryna iba al área libre y sacaba algo extraño de su casillero. Después, aquella chica vaciaba el contenido de un frasco en el suelo de un pasillo de psiquiatría, cercano a la puerta del despacho de Alessandra. No obstante, lo que vi a continuación me hizo temblar frenéticamente por la impresión: Las dos mujeres, en momentos distintos, se desmayaron y minutos más tarde, sus semblantes comenzaban a cambiar de un modo increíble. Al mirar la imagen de mi sobrina-nieta cayendo al suelo de maternidad, quise gritar, pero no me salía la voz.

    -"¿Qué carambas está pasando, Yanel?" -Pensé con todas mis fuerzas.

    -"Luz, prepárate para descubrir lo que se esconde detrás de Hiryna y Lyssa" -Informó mi otro yo en lo más profundo de mi cabeza.

    -"¿Y qué ocurre con Alessandra?" -Pregunté mentalmente y cerré los ojos con energía, mientras varias lágrimas salían de ellos y recorrían mi rostro.

    -"Ahora mismo... su mente debe estar viajando por el tiempo" -Sentenció Yanel con pesar.

    -Ten calma, nena. Todo estará bien -Murmuró Milena, acercándose a mi y poniendo una mano sobre mi frente. -Ven, te llevaré con Danna -Agregó y me ayudó a levantar de la silla. Yo solo me limité a asentir con la cabeza, pues seguía sin poder hablar.

    Tras llegar con Dannita, abrí lentamente los ojos, realicé algunos conjuros de curación con mi varita y acerqué mi colgante al que ella traía puesto para darle más fuerza. Posteriormente, recordé un canto curativo y moví los labios, sin generar sonido alguno. De repente, la joya regresó a mi y una mano recorrió mi espalda con suavidad, obligándome a recostar la cabeza sobre el pecho de la enfermera. Después, un cálido abrazo provocó que rompiera a llorar. -No llores... -Pidió una melodiosa y débil voz que reconocí enseguida. -Todo el tiempo estuve escuchándote, muñeca -Aseguró aquella mujer que consideraba mi tercera madre y me acunó contra ella.

    -¡Milagro! -Exclamó Milena en voz baja.

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  7. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de pediatría. Sala de espera).

    (Lyssa - Una extraña persona...)

    La tal Carolina siguió haciendo preguntas a la bruja de peluca blanca, hasta que el cabello de la enfermera recepcionista se movió de manera incontrolable y le tapó los ojos. Por tanto, la muchacha se disculpó un momento y se retiró rápidamente, con todo y los pergaminos. Lysa aprovechó ese momento para observar el panorama. Algunas enfermeras trasladaban camillas a diferentes sitios, otras hacían rondas... En fin, todo lo que se hacía con normalidad en un hospital. De pronto, un papel cayó en la falda de la mujer y tras leer su contenido, se levantó de un salto y sonrió discretamente. Ahora lo entendía todo. Alguien había provocado aquel pequeño desastre para informar a la bruja dónde podía encontrar a Luz del Carmen Gryffindor. Nada más y nada menos que en el área de psiquiatría. ¿Pero qué rayos haría esa chica ahí? Seguramente se había vuelto loca... (xD)

    -"Ahora si, te tengo localizada, Gryffindor. No podrás escapar de mi" -Pensó y se dirigió a su próximo destino.

    (Ala de psiquiatría - Ocultándose y vigilando).

    Nada más llegar, Lyssa buscó rápidamente un escondite y tras encontrarlo detrás de un mueble cercano a la puerta de lo que podría ser un despacho, se dirigió hacia él. Por fortuna para ella, nadie se había percatado de su presencia, así que ya podía respirar tranquila. Desde el lugar donde se encontraba, miraría perfectamente todos los movimientos de la gente que estuviera en esa ala, lo cuál le pareció excelente. Sin embargo, no había rastro de la Gryffindor. -"Vaya, esta niña si que sabe ocultarse. ¡Es una cobarde!" -Murmuró mentalmente y revisó su bolso.

    (Área libre).

    (Hiryna - Enfermera).

    Cuando Lyssa se retiró de la sala de espera de pediatría, Hiryna ya tenía planeada su venganza. Para llevarla a cabo, salió sigilosamente de su escondite y se encaminó al área libre, todavía con esa tela cubriéndola casi por completo. Una vez ahí, buscó un casillero con su nombre, lo abrió y tomó un lindo frasco que había robado meses atrás del área de virus mágicos, aprovechando un descuido del sanador Hades y todo su personal. Al recordar este incidente, rió por lo bajo, guardó aquella botellita en un bolsillo de su bata y cerró su casillero. -"Ahora mismo esas tontas sabrán lo que es un verdadero caos" -Pensó la enfermera y echó a andar.

    (Ala de psiquiatría - Poniendo en marcha su plan).

    Una vez en psiquiatría, la enfermera miró a su alrededor y sin pensárselo dos veces, caminó hasta una pared cercana a la puerta del consultorio de Alessandra, se recargó en ella, sacó con lentitud el frasco del bolsillo de su bata, lo abrió y vació gran parte de su contenido en el suelo de aquel área. -"Por fin, mi venganza está concluida" -Dijo mentalmente, respiró ondo y de repente... se desmayó.

    Unos minutos más tarde, la joven abrió los ojos, se quitó la tela que llevaba encima y miró a su alrededor, completamente desorientada. -Por Merlín. ¿Qué me pasó? ¿Dónde estoy? Debo encontrar a mi madre -Expresó con un hilo de voz y su cuerpo tembló un poco. Al parecer, ya no quedaba nada de aquella enfermera con problemas psiquiátricos, pues su semblante había cambiado por completo.

    (Lyssa - Saliendo de su escondite y encontrándose con una desagradable sorpresa).

    Mientras observaba lo que ocurriía a su alrededor, la mujer de peluca blanca sintió una extraña presencia y vio que un frasco salía lentamente de la nada. -"¿Qué rayos está pasando aquí?" -Pensó y se puso alerta. No obstante, sus ojos se abrieron como platos al mirar cómo una sustancia rara salía de aquel frasco y caía al suelo. En ese preciso instante, tuvo la necesidadde respirar profundamente y al hacerlo, su vista comenzó a nublarse, por lo que intentó huir... Pero no lo consiguió, ya que al estar fuera de su refugio, experimentó la pérdida de sus fuerzas y tras llevarse las manos al pecho, cayó desmayada.

    Poco después, la bruja empezó a respirar con dificultad y su piel había palidecido. -Necesito ver a mi hija... Que no hayan dañado a Claudia -Susurró entre sueños, al tiempo que temblaba de pies a cabeza. Parecía haberse convertido en otra persona.

    (OFF ROL): Lamento no haber posteado antes, pero tuve varios problemas muggles, entre ellos, un fuerte resfriado del que apenas estoy saliendo. :(

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  8. (Hospital mágico - 27 de octubre. Ala de pediatría. Otro extremo de la oficina de Luz del Carmen).

    (Una niña llamada Margaret).

    Tras decidir que lo mejor era preguntarle a mamá Luz acerca de ese sobre que nos encontramos antes de abrirlo, mis hermanas y yo colocamos las manos en nuestros colgantes y respiramos profundamente. -"Disculpen la interrupción, mami y tía Danna, pero... Maggie encontró un sobre bajo una almohada del sillón-cama que parece estar dirigido a nosotras. ¿Lo podemos abrir?" -Preguntó la voz de Marianna en mi cabeza.

    -"Por favor, cuenta cómo lo encontraste, Margaret" -Pidió la voz de mamá Luz.

    -"Estaba acomodando las almohadas cuando me percaté de que ese sobre se encontraba bajo una de ellas" -Pensé y miré aquel objeto.

    -"Han notado algo anormal en ese sobre?" -Interrogó la voz de tía Danna.

    -"Hasta ahora no. Mi colgante no ha emitido ninguna vibración violenta, ni me han ardido los ojos" -Respondió la voz de Mariannita en mi mente.

    -"Yo tampoco he notado nada raro respecto al sobre. Incluso, sentí una especie de tranquilidad al encontrarlo" -Murmuré mentalmente y sonreí.

    -"Pues si no constituye ningún peligro, no creo que sea necesario darle más vueltas al asunto. Lo pueden abrir con toda confianza" -Dijo la voz de mamá Luz con dulzura.

    -"Si encuentran algo interesante en él, avísennos, por favor" -Añadió la voz de tía Danna en tono de curiosidad.

    -"Por supuesto que si. Estamos ansiosas por abrirlo" -Contestaron las voces de las pequeñas Luz y Luna al unísono.

    -"Pues adelante" -Indicaron las voces de mamá Luz y tía Danna al mismo tiempo.

    En ese preciso instante, nuestros colgantes brillaron y emitieron una agradable vibración, como si compartieran nuestra curiosidad por saber el contenido de ese sobre. -A la cuenta de tres, lo abrimos. ¿OK? -Comenté emocionada.

    -De acuerdo -Respondieron mis hermanas al unísono.

    Tras contar hasta tres, abrí el sobre y mis ojos azules se abrieron como platos al descubrir un pergamino doblado en cuatro partes. Por fuera decía: "Abrir este mapa para más información". Esto comenzaba a ponerse divertido. -¿Qué es, Maggie? -Quiso saber mi gemela.

    -¡Parece ser el mapa de un tesoro! -Exclamé alegremente.

    -¿Estás segura? -preguntó la pequeña Luz.

    -Al menos esa impresión me da este pergamino doblado en cuatro partes. Además, por fuera dice que es un mapa -Contesté, volviendo a mirar el sobre, esta vez con mayor atención.

    -¿Qué tal si lo abrimos? -Propuso la pequeña Luna.

    -Me parece una excelente idea -Opinó Marianna. Yo solo me limité a reír, al imaginar cómo sería la búsqueda de un tesoro.

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  9. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de psiquiatría. Con Bodrik, Enfermeras, etc).

    Tras poner el maletín en una silla, examiné su contenido y escuché atentamente las palabras de la joven Lockhart. -No te preocupes, jefa. Ahora mismo tengo visión temporal -Comenté en un susurro, mientras memiraba en un espejo de mano y aplicaba un poco de maquillaje natural a mi rostro.

    -Creo que esta peluca rubia quedaría muy bien -Murmuró Milena, mirando dentro de mi maletín.

    -Debo usar otras gafas... -Dije en voz baja, al tiempo que me ponía la peluca y me quitaba los anteojos que llevaba puestos. Un minuto después, me miré nuevamente al espejo, oculté mi colgante, saqué una bata de repuesto de mi maletín y me la puse sobre la que ya traía. -¿Cómo me veo? -Agregué, imitando la voz de Hanna, otra de las enfermeras. Esperaba que mi plan funcionara.

    -Falta algo de labial -Susurró Milena y me ayudó a buscar en mi maletín, todo lo necesario para pintarme un poco los labios.

    Al oír el anuncio de la chica pelinegra, dejé escapar un suspiro. -En cuanto veamos a Carolina, le preguntaremos si tiene alguna foto actual de Hiryna y se la enviaremos, sanadora Lockhart -Aseguré, fingiendo la voz, guardando las cosas en el maletín y cerrándolo. Cinco minutos más tarde, me dirigí con Milena al área de pediatría, llevando a Danna en aquella camilla. Seguramente, las demás enfermeras ya habían comenzado con las rondas por las diferentes áreas del hospital mágico.

    (Ala de pediatría - Encuentro inesperado).

    Antes de llegar a la sala de espera, Jade hizo una seña para que nos detuviéramos. -Qué bueno que las encuentro. La sanadora Gryffindor desea verlas -Susurró.

    -¿Dónde está? -Preguntó Milena en voz baja.

    -Yo las llevaré -Respondió Jade y mirando a su alrededor, nos condujo hasta la entrada de la guardería. Una vez ahí, tomamos un atajo para llegar a mi despacho.

    (Oficina de Luz del Carmen).

    Nada más abrir la puerta y entrar, acomodamos la camilla y cerramos con llave. Posteriormente, saqué mi varita de donde la tenía guardada y efectué un hechizo de insonoridad. -¿Ya me puedo quitar este condenado disfraz? -Expresé algo incómoda.

    -Creo que es lo más adecuado -Opinó Jade, dejando escapar una divertida risilla.

    -Te ves super graciosa con ese maquillaje, pero al menos nadie te vio -Afirmó Milena con una sonrisa.

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  10. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de psiquiatría. Con Bodrik y las enfermeras).

    -Perfecto. En cuanto tenga oportunidad, investigaré si Hiryna tiene familiares o no -Informó Frida.

    -Y yo te ayudaré -Manifestó Myranda.

    Una vez todo estuvo claro, las enfermeras que harían la ronda en otras alas del hospital mágico, se retiraron. No obstante, Ángela se quedó junto a nosotras[/i] -No sé por qué, pero tengo una especie de opresión en el pecho, como un mal presentimiento... Por favor, cuídese, sanadora Gryffindor[/i] -Murmuró con voz melodiosa.

    -Voy a estar bien, Angie. Te lo prometo -Respondí al comentario de la enfermera.

    -No te preocupes, Angie. La cuidaremos... Porque estoy segura de que Danna nos escucha -Aseguró Milena con una sonrisa.

    -Bien, me acaban de quitar un peso de encima. Con su permiso,. Iré a hacer la ronda por esta ala -Dijo Ángela, respiró profundamente, nos dedicó una dulce mirada y se retiró.

    Unos segundos después, movimos la camilla, pero tuve qué detener la maniobra porque mi colgante vibró de forma violenta y un llanto se dejó escuchar en mi cabeza. -"Sanadora Gryffindor, Hiryna ha estado en pediatría... ¡Me despeinó por completo para distraerme de hablar con esa asesina!" -Anunció la voz de Carolina, desesperadamente.

    -"¿Estás segura de que fue ella, Caro?" -Pensé y me llevé las manos a la boca para reprimir un grito de angustia.

    -"Sentí su presencia en alguna parte de pediatría" -Contestó la voz de Caro entre sollozos.

    -"¡Maldita sea! ¿Pero cómo es posible que haya llegado hasta allá sin que nadie la viera?" -Expresó Milena en mi cabeza.

    -"No tengo ni la más remota idea... ¡No debí permitir que me distrajeran de esa manera!" -Se disculpó la voz de la enfermera recepcionista.

    -"Ten calma, Caro. ¿Por qué te alejaste de la sala de espera?" -Pregunté mentalmente y me destapé la boca.

    -"Lo que hizo Hiryna me enredó el cabello horriblemente e impidió mi visión, así que tuve qué retirarme como pude para peinarlo. Volveré a la sala y espero, por nuestro bien, que Lyssa no haya aprovechado mi descuido para huir" -Explicó la voz de Carolina.

    -"Pues aquí hay otro problema. La sanadora Gryffindor quiere que llevemos a Danna a su despacho. No podemos permitir que la vean. Pueden hacerle daño" -Expresó la voz de Milena.

    -"No se preocupen, en mi maletín tengo todo lo necesario para pasar desapercibida. Hay qué avisarle a Bodrik" -Pensé y respiré hondo para calmarme.

    -"De acuerdo. Estaré pendiente de ustedes y seguiré informando" -Murmuró la voz de Caro, al tiempo que yo buscaba a Bodrik con la mirada y caminaba hacia ella.

    -Jefa, antes de que te vayas... parece que Hiryna está en pediatría. Le ha hecho una nueva travesura a Carolina, según me acaba de informar por la vía que tú sabes -Murmuré, mirando a la chica pelinegra y señalando discretamente mi colgante que traía al cuello, el cual no paraba de brillar.

    -Me preocupa que dañe a la sanadora Luz -Comentó Milena, acercando la camilla hasta nosotras.

    -A ver, ya te dije que puedo pasar desapercibida con algo que traigo en mi maletín... Pero necesito ayuda para poderme aplicar todo esto -Dije en un susurro que solo podrían oír Bodrik, Milena y seguramente Danna, si era cierto que nos escuchaba a pesar de estar inconsciente.

    -Bueno, si usted lo dice... -Respondió Milena en voz baja y con resignación.

    -Solo es cuestión de cambiar un poco mi rostro y cabello de aspecto -Susurré y busqué algunas cosas en mi maletín.

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  11. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de psiquiatría. Con Bodrik, Alessandra, Kutsy y las enfermeras).

    Mientras daba algunas indicaciones y pedía permiso a Bodrik para llevar a Danna a mi oficina, no me percaté de que algunas enfermeras se habían juntado para ponerse de acuerdo en algo, al parecer. Cuando por fin las vi, se separaron. -No te preocupes, Bodrik. Imagino que tendrán pensado también hacer rondas por otras secciones del hosspital. ¿Verdad? -Comenté al escuchar nuevamente la solicitud de la pelinegra.

    -Exacto. De hecho, Me ponía de acuerdo con Myranda cuando usted daba indicaciones, sanadora Gryffindor. Voy a revisar el área de virus mágicos -Indicó Frida.

    -Yo iré al área de accidentes -Informó Myranda.

    -Si gustan, a parte de hacer ronda en pediatría, Acane y yo podemos ir a maternidad -Propuso Jade.

    -Me parece perfecto -Aseguré.

    -De acuerdo -Opinó Acane con una sonrisa.

    -Bueno, yo haré ronda en esta área, si me permiten -Dijo Ángela.

    -Creo que será mejor que directamente se pongan a hacer las rondas, chicas. Milena y yo llevamos a Danna. Además, opino que nuestra jefa decida quién se encarga de investigar el tema de los familiares de Hiryna -Respondí en actitud reflexiva, al tiempo que me acercaba a la joven Lockhart y veía marchar a Ale y Kutsy. -Definitivamente, parte de mi estaba en otro sitio. No me había fijado en que las muchachas se estaban poniendo de acuerdo para revisar las diferentes áreas. Lo siento -Susurré apenada al oído de la jefa de planta. En ningún momento pretendía restarle autoridad, solo quería ayudar.

    -Como gusten, sanadoras -Dijeron todas las enfermeras al unísono.

    -Espero que Hiryna no haga más de las suyas -Expresó Milena con pesar.

    -Todo estará bien, ya verás -Dijo Ángela con voz tranquilizadora.

    -¿Qué tal si nos vemos en recepción para turnarnos en cuanto acabemos las rondas? -Preguntó Myranda, a lo que Varias muchachas asintieron con sus cabezas.

    -¿Qué harás tú, jefa? -Quise saber antes de retirarme con Milena y Danna.

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  12. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Área libre).

    (Hiryna - Enfermera).

    Tras haber robado algunos artículos de la oficina de Alessandra y escapar, la bruja respiró profundamente para calmarse. Como temía que alguien la viera, sacó una tela que traía doblada en uno de los bolsillos de su bata, se tapó con ella casi por completo y se dirigió al área libre. Una vez ahí, se puso a pensar en su próximo movimiento. -"Tonta de mi, debí haber ido a buscar mi varita a los pasillos de psiquiatría, ya que tengo tapada la cara" -Pensó y sacó unas tijeras de otro bolsillo de su bata. Posteriormente, hizo pequeños cortes en algunas partes de la tela para poder ver, oír y respirar mejor.

    -"Malditas brujas, me las van a pagar" -Dijo Hiryna mentalmente y caminó con lentitud hacia su próximo destino.

    (Pasillos del ala de psiquiatría - Intentando pasar desapercibida y escuchando parte de la conversación entre sanadoras y enfermeras).

    Justo había llegado a los pasillos de psiquiatría cuando aquellas muchachas se organizaban para realizar varias tareas. De pronto, Hiryna vio que Alessandra traía en su mano la varita que se le había perdido. Aprovechando un descuido de la sanadora, se acercó a ella con sigilo y le quitó el objeto mágico cuidadosamente para después, escabullirse tan silenciosa como llegó. -"Ahora si, niñitas, las tengo en mis manos" -Pensó, al tiempo que se dirigía a otra sección del hospital mágico.

    (Ala de pediatría - Sala de espera. Escondiéndose y oyendo parte de una conversación entre Carolina y una extraña bruja).

    Sin querer, Hiryna llegó a la sala de espera de pediatría, donde dos mujeres charlaban. -"Vaya, así que aquí está la impertinente Carolina" -Murmuró mentalmente y se ocultó detrás de un mueble para mirar y escuchar con atención lo que ocurría.

    Tras advertir la impaciencia de aquella rara mujer, la enfermera problemática apuntó al cabello de Carolina y la despeinó completamente. -"Esta señora me parece conocida" -Pensó y rió por lo bajo al ver que la recepcionista se retiraba de la sala, posiblemente para peinarse, momento que Hiryna aprovechó para observar con detenimiento a la tal Sophie Adams.

    -"Esa mujer es nada menos que Lyssa, sus ojos verdes no me engañan. Estoy de suerte..." -Expresó mentalmente, mientras sacaba pluma, tintero y pergamino para ponerse a escribir. Tras terminar, dobló el papel y se lo lanzó a aquella bruja de peluca blanca.

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  13. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Pasillos del ala de psiquiatría. Con Bodrik, Alessandra, Kutsy y las enfermeras).

    Mientras las sanadoras respondían a mi pregunta, vi que Acane sacó unos guantes del bolsillo de su bata, levantó aquella varita del suelo y posteriormente, se la tendió a Alessandra. -Tenga mucho cuidado con ella, sanadora -Pidió, al tiempo que escuchamos abrirse y cerrarse despacio una puerta.

    -Que yo sepa, Hiryna no tiene familia, pero debemos investigar -Opiné. Tras advertir que Kutsy seguía mis movimientos, me acerqué sigilosamente a ella y le dediqué una sonrisa. -Me gustaría hablar con usted cuando tengamos oportunidad -Susurré al oído de la nueva sanadora y volví con Danna.

    -Si gustan, puedo encargarme de averiguarlo -Dijo Frida.

    -Yo te ayudo, si quieres -Añadió Myranda.

    -De acuerdo, chicas -Comenté e instintivamente, llevé la mano derecha a mi colgante, ya que aquella joya emitió una nueva vibración. Esperaba que Hiryna no estuviera haciendo de las suyas.

    Minutos más tarde, Ale fue a su despacho para seguir atendiendo a Hiryna, pero regresó rápidamente con nosotras para avisarnos que la joven había escapado. -¿Qué? -Preguntamos las enfermeras y yo con asombro.

    -¡Maldita sea, no otra vez! -Exclamó Ángela, intentando contener su furia.

    -Cálmate, Angie. No ganas nada enfadándote -Murmuró Milena.

    -Lo siento, pero no me cabe en la cabeza que Hiryna se vuelva tan incontrolable -Expresó Ángela con incomodidad.

    -Creo que solo busca llamar la atención -Opinó Jade.

    -Ángela, mientras atiendo a Danna, necesito que te quedes con las sanadoras en mi representación y me informes de todo cuanto pase, por favor -Pedí, respiré profundamente y canté por lo bajo para tranquilizar el ambiente.

    -Por supuesto, sanadora Gryffindor -Contestó Ángela.

    -Jade y Acane, ocupo que hagan una ronda en pediatría y me presenten un informe sobre la misma, por favor -Indiqué, tras terminar mi canto.

    -Enseguida, sanadora -Respondieron las dos jóvenes.

    -¿Te importaría ayudarme a atender a Danna, Milena? -Pregunté.

    -Con mucho gusto, sanadora -Contestó Milena, dedicándome una mirada cargada de ternura.

    -Bien, pues manos a la obra, muchachas -Dije, mirando a mis compañeras. -Después de ayudarme a trasladar a Danna, pueden comenzar con sus respectivas tareas -Agregué.

    -¿A dónde la llevaremos? -Quiso saber Milena.

    -En mi oficina hay suficiente espacio y equipo para atenderla. ¿No hay problema, Bodrik? -Respondí y pregunté a la vez, mientras echaba una ojeada a Danna, cuyo rostro reflejaba paz y tranquilidad.

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  14. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de pediatría. Sala de espera).

    (Lyssa - Una extraña persona...)

    Aquella mujer alta, delgada, de cabellos rubios, ojos verdes y piel blanca había vuelto al hospital San Mungo para buscar a Luz del Carmen Gryffindor, esa muchacha con la que debía acabar. Obviamente no se presentó con su verdadero aspecto, porque ya la tenían fichada. Esta vez, se puso una peluca blanca, pintó la piel de su cara de color rojo y se vistió con un traje negro, compuesto por falda, blusa y saco. Nada más llegar a la recepción del hospital mágico y preguntar si había cita para el día siguiente en pediatría, la recepcionista la llevó a la sala de espera.

    -"Espero ahora si poder atraparte, niñita" -Pensó y sacó un libro de su bolso para leerlo un rato.

    Cinco minutos más tarde, Carolina, que así parecía llamarse la recepcionista, regresó y se sentó al lado derecho de Lyssa, con pluma, tintero y algunos pergaminos en mano. -Disculpe, señora. ¿Cuál es su nombre? -Quiso saber la joven.

    -Me llamo Sophie Adams -Respondió Lyssa, fingiendo la voz y guardando el libro donde lo tenía antes.

    -¿Cuál es el nombre de su nieta? -Preguntó Carolina con una sonrisa, al tiempo que hacía anotaciones en uno de los pergaminos.

    -Fanny Adams -Contestó la mujer de peluca blanca con aparente tranquilidad.

    -¿Qué edad tiene la niña? -Interrogó la recepcionista.

    -Dos años y medio -Dijo la bruja, mirando a su interlocutora que no dejaba de sonreír ni escribir.

    -¡Interesante! -Opinó la muchacha. -Disculpe que sea tan curiosa, pero... ¿Quién traería a la nena? -Agregó.

    -No se preocupe, imagino que es para que la persona que la atienda, sepa con quién está tratando -Contestó Lyssa con algo de impaciencia. -Lo más seguro es que la traiga yo misma. Su madre trabaja casi todo el día -Añadió con seriedad.

    -Supongo que hoy fue su día de descanso -Dijo Carolina en voz baja, mirando fijamente a Lyssa.

    -Supone bien, señorita... Pero no vine aquí para hablar de lo que hace mi nuera, sino para saber si puedo traer a mi nieta mañana -Susurró la bruja de ojos verdes con firmeza y respiró profundamente, para evitar perder el control de su carácter por algo que le parecía una tontería.

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  15. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de psiquiatría. Oficina de Alessandra).

    (Hiryna - Enfermera. Despertando en la camilla).

    No sabía cuánto tiempo había pasado desde que Alessandra le administró aquel sedante, pero estaba segura de que no era mucho. Al abrir los ojos, examinar todo su entorno y comprobar que la sanadora no estaba, se quitó todo lo que la bruja le hubiera puesto, se estiró y se levantó de un salto. -"Maldita sea, ¿Dónde rayos dejé la varita?" -Pensó, al tiempo que buscaba en los bolsillos de su bata y caminaba sigilosamente hacia la puerta.

    -Espero que esta puerta no esté hechizada -Susurró, girando la perilla con lentitud. Un minuto más tarde, hhabía logrado escapar tranquilamente de aquel despacho. Esperaba no toparse con nadie hasta recuperar su objeto mágico.

    (Pasillos del ala de psiquiatría).

    (Luz del Carmen).

    Cuando Kutsy me miró a los ojos, sentí que algo la inquietaba. Iba a preguntarle si se encontraba bien, pero tuve qué desistir de ello al oír los gritos de Hiryna. -Definitivamente, esa mujer no tiene límites -Murmuré al ver que Ale se la llevaba a su oficina en aquella camilla.

    En ese preciso instante, mi colgante emitió una vibración violenta. Sin embargo, los ojos no me ardieron. -"Prepárate para lo que venga, Luz" -Indicó Yanel (Mi otro yo) en lo más profundo de mi cabeza.

    -"No temas, mi niña. Habemos muchas personas contigo" -Aseguró la voz de Danna en mi mente. Tras escuchar esto, sonreí y acaricié la mejilla de la enfermera que seguía dormida sobre la camilla.

    Sin perder más tiempo, cerré los ojos, me llevé la mano izquierda al colgante y hablé mentalmente con Carolina para indicarle lo que sentía. Al confirmar que aquella loca asesina llamada Lyssa estaba en la recepción, pedí a la muchacha que la entretuviera. Debía evitar que ocurriera un desastre por su culpa. -Chicas, voy a llevar a Danna a otro sitio para poder atenderla -Dije y moví un poco la camilla.

    -¿Podemos ayudar? -Preguntaron Ángela, Milena, Myranda, Frida, Jade y Acane al unísono.

    -Por supuesto. Espero no haya inconveniente, jefa -Respondí. De pronto, vi algo tirado en el suelo. Tras descubrir de qué se trataba, volteé a todos lados. -¿Alguien de ustedes perdió su varita? -Quise saber. Al comprobar que Danna tenía su objeto mágico en la mano derecha y oír las respuestas negativas de las demás enfermeras, miré a las sanadoras.

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  16. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de psiquiatría. Con Bodrik, Alessandra, Kutsy y algunas enfermeras).

    Hiryna alcanzó a rechazar mi conjuro de desmayo, pero no pudo protegerse del hechizo que Alessandra le lanzó hábilmente. Cuando mi sobrina-nieta me dio ánimos y me ofreció agua fresca, negué con la cabeza. -Si se me permite... me gustaría atender a Danna personalmente, con quien guste colaborar -Dije entre sollozos al oír que la psiquiatra daba indicaciones a algunas enfermeras.

    -Pienso que Hiryna ha cometido un acto imperdonable, sin importar si fue por problemas psicológicos o no -Susurró Jade. La pobre estaba muy indignada... Y no era para menos.

    -Danna es muy fuerte y se recuperará pronto -Aseguró Acane con firmeza.

    -¿Nos permite, sanadora Gryffindor? -Preguntó Ángela, mientras Milena señalaba a Danna que todavía estaba en mis brazos.

    -Con mucho cuidado, por favor -Pedí, al tiempo que daba un beso en la mejilla a quien consideraba como mi tercera madre y dejaba que las muchachas la depositaran en una camilla que alguien más había traído.

    Mientras Myranda y Frida subían nuevamente a Hiryna a la camilla donde había estado antes, miré discretamente a Carolina que se había quedado en shock por lo ocurrido. -¿Por qué...? -Murmuró y se tapó la cara con ambas manos.

    -¿Estás bien, Caro? -Pregunté y le hice una seña para que se acercara a mi.

    La enfermera recepcionista no habló hasta que llegó conmigo y me abrazó. -Esto no puede ser... -Susurró entre sollozos.

    Mientras abrazaba a la joven, canté por lo bajo y sin poder evitarlo, lloré de nuevo. -Tranquila, todo estará bien -Dije cuando terminé el canto.

    -Mil gracias, ya me siento mejor. Con su permiso, iré a mi puesto de trabajo y volveré en unos minutos. Quiero ver cómo van las cosas por ahí -Informó, se separó de mi, me dio un beso en la frente y se retiró.

    -Encantada de conocerla, señorita Kutsy, pero me apena que haya tenido qué presenciar todo esto -Comenté, mirando a la nueva sanadora cuando ésta respondió la pregunta de Bodrik.

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  17. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Poco después del incidente con Hiryna en psiquiatría. Recepción).

    (Carolina - Enfermera recepcionista).

    Lo que había hecho Hiryna contra Danna me tuvo momentáneamente en shock. Una vez me recuperé, decidí ir por unos minutos a mi lugar de trabajo para verificar que todo estuviera bien. Nada más llegar, vi a lo lejos a una extraña mujer de estatura alta, complexión delgada, cabello blanco, ojos verdes y cara pintada de rojo. En cuanto se acercó al mostrador, pude observar que vestía un traje negro, compuesto por falda, blusa y saco. -Buenas tardes, señora. ¿En qué puedo ayudarle? -Saludé.

    -Hola, señorita. ¿Me puede indicar si hay espacio para mañana en Pediatría? Mi nietecita está resfriada -Explicó con voz melosa. Por alguna razón, su mirada me resultaba familiar.

    -Permítame un momento en la sala de espera, por favor. Voy a consultarlo -Respondí con una media sonrisa.

    -¿Me podría decir dónde queda esa sala? Es que apenas veo -Pidió la mujer.

    -Con mucho gusto -Contesté y caminé hacia ella. Una vez la ayudé a sentarse, volví a mi escritorio.

    En ese preciso momento, una de mis joyas vibró de forma violenta y la sanadora Gryffindor habló en mi mente. -"Caro, esa loca asesina está en alguna parte del hospital mágico. ¡Puedo sentirlo!" -Indicó.

    -"Pues yo me acabo de encontrar a una mujer de ojos verdes, pero no tiene el cabello rubio ni la piel blanca... De hecho, parece que tuviera unos 60 años" -Pensé.

    -"¿Cómo es exactamente?" -Preguntó la voz de la sanadora Luz en mi cabeza.

    -"Es alta, delgada, de cabello blanco, ojos verdes y... ¡¡Espere un momento! La piel de su cara está pintada de rojo" -Expliqué mentalmente.

    -"¿Cómo va vestida?" -Quiso saber la sanadora Gryffindor.

    -"Lleva un traje negro, compuesto por blusa, falda y un saco que por cierto, se ve muy bien" -Pensé.

    -"Carolina, por lo que más quieras, haz lo que se te ocurra para entretenerla, no permitas que se vaya... Te lo suplico" -Pidió la sanadora Luz entre sollozos.

    -"¿Hay algún problema, sanadora?" -Quise saber.

    -"Lamento informarte que esa señora es justamente la asesina de la que hablo" -Anunció la sanadora Gryffindor con preocupación.

    -"¡Me lleva! Ahora Lo entiendo todo. No se preocupe, ya mismo la entretengo" -Aseguré mentalmente.

    -"Millones de gracias por tu colaboración, Caro. Me acabas de quitar un peso de encima" -Expresó la voz de la sanadora Luz con alivio.

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  18. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de psiquiatría. Con Bodrik, Alessandra, Kutsy y algunas enfermeras).

    Mientras Acane y Frida iban por agua, llegó Alessandra, preguntando qué ocurría. -¡Hola Ale! Hiryna tiene un extraño comportamiento y creemos que se trata de algún trastorno que requiera de atención psiquiátrica -Expliqué con preocupación.

    -Hace rato quiso atacar a la sanadora Lockhart porque pensó que la llamaba loca -Añadió Carolina, al tiempo que se nos unía una chica que nunca había visto en mi vida (Kutsy).

    -No olvidemos que también quiso atacar a Caro -Comentó Ángela.

    -Por favor, no me recuerdes esa parte -Pidió la pobre de Caro.

    Cuando Acane y Frida regresaron con la jarra y los vasos, nos ofrecieron agua. -Muchas gracias, chicas -Expresó Danna con una sonrisa.

    -Agua... qué maravilla. Mil gracias -Dijo Milena, tomando un vaso que le daba Acane.

    -¡Hola! Soy Luz del Carmen Gryffindor -Saludé a Kutsy.

    En ese preciso instante, Hiryna abrió los ojos, miró a su alrededor y saltó peligrosamente de la camilla. -¿Qué se han creído, tontas? ¡Jamás podrán conmigo! -Gritó enfurecida.

    -¡Hiryna, vuelve a la camilla ahora, por favor! -Indicó Myranda en tono de alarma.

    -¿Y si no quiero... me harás algo tú también? -Preguntó Hiryna, desafiante.

    -Tranquilízate, solo queremos ayudarte -Respondí entre comprensiva y firme.

    -¡Ya me tienes harta, Luz del Carmen Gryffindor! ¡Siempre te metes en lo que no te importa! -Exclamó aquella enfermera problemática.

    -¿Se da cuenta, sanadora Alessandra? -Preguntó Frida con la voz quebrada.

    -Definitivamente, necesitas ayuda profesional, Hiryna -Opinó Jade con tristeza.

    -¿Quién pidió tu opinión, Jadecilla? -Preguntó Hiryna en tono despectivo.

    -¡Hiryna... Ya basta! ¡No te permitimos que nos ofendas de esa manera! -Exclamó Acane con impaciencia.

    -Calma, por favor. No arreglamos nada con estresarnos -Opiné, me llevé la mano izquierda al colgante y canté por lo bajo.

    -Ni creas que con tus tontos cantos me vas a detener, ciega insufrible -Dijo la pesada de Hiryna en tono amenazante, mirándome peligrosamente y apuntándome con aquella varita que no había dejado de sostener, aún estando dormida.

    De pronto, Danna se levantó de la silla y caminó hacia Hiryna. -No te atrevas a lastimar a nadie -Siseó, mirándola fijamente, mientras yo aferraba mi varita con la mano derecha.

    Sin embargo, Hiryna no hizo caso y lanzó un hechizo con el cuál pretendía atacarme, pero Danna me empujó hacia otro lado y como consecuencia, recibió el impacto y se desmayó, justo en mis brazos. -¡Dannita... No! ¡Esta no te la paso, Hiryna! -Grité, apunté a aquella problemática como pude y le lancé un conjuro de desmayo. Posteriormente, canté por lo bajo y formulé mentalmente algunos hechizos de curación. -¡Por favor, traigan otra camilla! -Pedí y rompí a llorar.

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  19. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Cafetería. Reunión con Bodrik y enfermeras).

    Al ver que Bodrik sostenía su varita, sentí un gran alivio. Sin embargo, lo más sorprendente fue cuando la pelinegra lanzó aquel fuego contra Hiryna. -Eso te pasa por insultar al personal -Murmuré al percatarme de que aquella problemática estaba a punto de caer al suelo.

    -Será mejor que la llevemos de una vez -Comentó Danna ante el anuncio de la jefa de planta.

    -Por favor, ayúdenme a cargar a esta niña -Pidió Ángela, sosteniendo a la joven enfermera por la espalda.

    -Yo me apunto. ¿Alguna voluntaria más? -Dijo Frida, al tiempo que se levantaba de su asiento y se acercaba a Hiryna y Ángela.

    -Ahora les ayudo -Añadió Myranda y se levantó también.

    -Disculpen que diga esto ahora, pero me urge recuperar mi material de trabajo -Manifestó Carolina con preocupación.

    -Tranquila, lo recuperaremos -Aseguró Milena y sonrió con dulzura a la enfermera recepcionista.

    Tras guardar cosas en el maletín y colgármelo al hombro, miré mi entorno. -Bueno chicas, andando -Indiqué, me acerqué a Bodrik y le di una palmada en la espalda. Se le notaba algo estresada.

    En cuanto todas estuvimos listas, salimos de la cafetería y nos dirigimos al área de psiquiatría. Por el camino, nos encontramos a Jade y Acane, a quienes les resumimos lo ocurrido y decidieron acompañarnos para ayudar en caso de ser necesario. -Espero que esto tenga solución -Expresó Frida en voz baja.

    (Ala de psiquiatría - Buscando atención para Hiryna).

    -Si me permiten, voy por ayuda -Comentó Caro y se retiró rápidamente.

    -Definitivamente, es muy buena en lo que hace -Opinó Myranda con una sonrisa.

    -Chicas, necesitamos una camilla -Dijo Ángela con algo de cansancio.

    -Vamos por ella -Dijeron Jade y Acane al unísono y se marcharon.

    -Y yo necesito sentarme un momento... -Murmuró Danna.

    -¿Estás bien? -Quise saber.

    -Si, pero algo exausta -Respondió Dannita, mirándome a los ojos.

    -Ven, descansa -Dije y la ayudé a sentarse en una de las sillas de la sala de espera.

    En ese momento, Carolina regresó con nosotras. -En un momento llega la señorita Alessandra -Informó alegremente.

    Un minuto más tarde, Jade y Acane llegaron con la esperada camilla. -Por fin la tenemos -Anunció Jade, al tiempo que Ángela, Frida y Myranda acostaban a Hiryna.

    -¿Gustas agua, Dannita? -Preguntó Milena.

    -Si, por favor -Contestó Danna con voz serena.

    -Voy por una jarra y unos vasos, no tardo -Indicó Acane.

    -Yo te acompaño -Agregó Frida y las dos muchachas se retiraron.

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  20. (Hospital mágico - 27 de octubre. Ala de pediatría. Un extremo de la oficina de Luz del Carmen).

    (Luz del Carmen).

    Era una mañana fresca y agradable, en la que decidí levantarme más temprano que de costumbre y tener una charla interesante con Danna y mis hijas. Al terminar, preparamos el desayuno. De pronto, sonó la alarma de mi reloj de pulsera, indicando que se acercaba el momento de prepararme para recibir a mi primer paciente. -Qué rápido pasa el tiempo, caray -Opiné con serenidad.

    -Dentro de poco tiempo acabará un año más -Añadió la enfermera.

    Después de escuchar más comentarios y aprovechando que las nenas todavía no terminaban de comer, mi amiga y yo nos acercamos sigilosamente al sillón cama. Mientras Dannita se aseguraba de que nadie nos descubriera, yo saqué un sobre de mi bolsillo y lo coloqué con mucho cuidado debajo de una de las almohadas. Ya imaginaba la reacción de mis niñas cuando lo encontraran. Tras completar esta hazaña, cuadramos los últimos detalles para comenzar a trabajar y volvimos al comedor para asignar algunas tareas.

    -Recuerden, señoritas. Si necesitan algo u ocurre una emergencia, ya saben cómo contactarnos -Indiqué.

    -Si, mami -Contestaron mis hijas al unísono.

    -Volveremos a la hora de la comida. Pórtense bien, por favor -Informó mi compañera.

    -De acuerdo, tía Danna -Dijeron las niñas y se acercaron a nosotras para darnos abrazos y besos. Cinco minutos después, la enfermera y yo nos encontrábamos trabajando en el despacho.

    (Dos horas después, en el mismo sitio...)

    (Una niña llamada Marianna - Haciendo limpieza con sus hermanas).

    Mientras mamá Luz atendía a sus pacientes, mis hermanas y yo debíamos cumplir una tarea ardua, pero interesante: Limpiar el lugar y aprovechar para recolectar las cosas que ya no ocuparíamos. Más tarde, cuando ella y tía Danna se desocuparan, nos ayudarían a determinar cuáles objetos podríamos donar y qué deberíamos poner en la basura. Ya teníamos un avance con dicha tarea, cuando mi gemela Margaret encontró un sobre bajo una de las almohadas del sillón-cama que al parecer, era para nosotras cuatro.

    -¡Qué extraño! ¿Quién nos lo habrá dejado? -Pregunté con asombro.

    -¿Estás segura de que es para nosotras, Maggie? -Agregó la pequeña Luz.

    -¿Cuál será su contenido? -Quiso saber la pequeña Luna.

    -Pues... Según dice aquí, el sobre es para nosotras, pero no sé si abrirlo. Debemos preguntarle a mamá -Respondió Maggie con firmeza.

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  21. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Cafetería. Reunión con Bodrik y enfermeras).

    -Muchas gracias. Lo tomaré en cuenta para el futuro, sanadora Lockhart -Contestó Dannita al comentario que le hacía la joven pelinegra.

    -¿Acaso me estás llamando loca, niñita? -Siseó Hiryna, mirando desafiante a Bodrik y levantándose de su asiento. -¡No vuelvas a insinuarlo nunca más! -Exclamó, sacó una varita del bolsillo de su bata y apuntó con ella a la jefa de planta.

    -¿Qué pasó con ese respeto, señorita? ¡Baja eso ahora mismo! -Me levanté, dispuesta a encararme con la chica problemática. -No te atrevas a hacerle daño a nadie o te las verás conmigo -Añadí, sacando discretamente mi varita de donde la tenía guardada.

    -Uy, qué miedo... ¡Mira cómo estoy temblando! -Se burló Hiryna, cambió la varita de dirección e intentó atacar a Carolina.

    Rápidamente, llevé la mano izquierda a mi colgante, canté por lo bajo en dirección a Hiryna y logré que se desconcentrara. -Te lo advertí -Sentencié, caminé hacia ella y le di una bofetada. Ya no pude contenerme más.

    -¿Estás bien, Caro? -Preguntó Milena, mirando a la enfermera recepcionista a los ojos.

    -Por poco, Milena... -Respondió Carolina, contrariada.

    -La sanadora Lockhart tiene razón, esta muchacha necesita ir urgentemente al área de psicología -Opinó Ángela.

    -Cada vez se está volviendo más insoportable -Agregó Frida, incómoda.

    -¡Te prohibo que vuelvas a ponerme una mano encima, ciega insufrible! -Gritó Hiryna y me apuntó con el objeto que traía en la mano.

    -¡Eh, eh. Ni se te ocurra! -Exclamó Danna, levantándose de su asiento y caminando hacia donde me encontraba.

    -¡No te metas en lo que no te importa! ¿Acaso ésta no puede defenderse sola? -Dijo Hiryna con desprecio. Sin duda, la situación se tornaba cada vez peor.

    -Hiryna, te estás pasando. No te equivoques -Manifestó Myranda con seriedad.

    -Ésta tiene un nombre y es Luz del Carmen Gryffindor. ¡Para ti soy la sanadora Gryffindor! ¿Ya lo olvidaste? -Expresé, conteniendo el llanto.

    -¡No te permito un insulto más hacia nadie! ¿Me escuchaste? -Advirtió Danna con firmeza y respiró profundamente. Su piel comenzaba a ponerse pálida, hecho que me preocupaba.

    -Cálmate, Dannita. No vale la pena -Comentó Caro y guiñó un ojo a Danna.

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  22. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Cafetería. Reunión con Bodrik y enfermeras).

    -Por supuesto que debe detenerse -Expresó Myranda con seriedad, tras escuchar a la jefa de planta.

    -De alguna forma tendrás qué aprender a comportarte, Hiryna -Agregué, al tiempo que sacaba las gafas de mi maletín y me las ponía. El aire comenzaba a irritarme los ojos.

    -Afortunadamente el problema que tuve no pasó a mayores, sanadora Lockhart. Lo único es que la sanadora Gryffindor está más pendiente de mi salud que antes -Comentó Danna alegremente.

    En ese preciso instante, mi colgante vibró con violencia y sentí una molestia en los ojos que poco a poco se fue intensificando, así que los cerré con fuerza y discreción. -"Ahora no estoy para peligros, Yanel. Me encuentro muy ocupada" -Expresé mentalmente y respiré hondo para serenarme.

    -"No es cuestión de que estés o no para ese tipo de acontecimientos. Ocurre y punto" -Replicó Yanel (Mi otro yo) en lo más profundo de mi cabeza.

    Pero no solo yo tenía un mal presentimiento. Las voces y llantos de mis hijas llegaban a mi mente y Danna me tomaba la mano de forma disimulada. -"No otra vez..." -Susurró la enfermera en mi cabeza.

    -"¿Ahora qué sucede?" -Preguntaron las voces de Ángela, Carolina, Frida, Milena y Myranda en mi mente.

    -"Preparémonos sin perder la calma" -Pensé y abrí los ojos muy despacio. Una vez hecho esto, comprobé que podía ver perfectamente lo que ocurría a mi alrededor.

    -¿Alguna de ustedes recuerda cuando Hiryna me hizo tirar una jarra de agua al suelo y se puso a saltar sobre el líquido? -Interrogó Ángela.

    -¡Cómo olvidarlo, si te pusiste furiosa! -Respondió Frida.

    -¿Qué dices a esto, Hirynita? -Quiso saber Milena.

    -¡Que todas ustedes me tienen harta! Unas por locas y otras por lloronas -Contestó Hiryna, adquiriendo una mirada peligrosa.

    -¡Ya deja de poner esa cara y estarnos insultando! ¿No te parece suficiente con haber hecho desastres antes? -Gritó Carolina con furia, miró suplicante a Bodrik, luego a mi y después a Danna. Ella solo quería que le devolvieran sus cosas.

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  23. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Cafetería. Reunión con Bodrik y enfermeras).

    -Entiendo tu planteamiento, jefa. En fin... primero que nada, comento que Hiryna ha causado más de un disgusto a Danna, además de faltar el respeto a Ángela y otras chicas -Expliqué.

    -Más de una vez, esta muchacha ha insultado a la sanadora Gryffindor y se ha intentado meter a su oficina para robarle algo. Incluso, tengo reportes de otras compañeras a las que se les perdieron varios objetos y sospechan de ella -Agregó Danna.

    -Nos ha hecho bromas muy pesadas y en lugar de realizar su trabajo, se la pasa leyendo la revista esa que se llama... "Corazón de bruja". No es la primera vez que se le reprende por eso -Dijo Ángela con seriedad.

    -¿Qué más quiere que diga? ¡Todas están completamente locas, no saben lo que dicen! En cambio yo... estoy mucho más cuerda que todas ustedes -Respondió la pesada de Hiryna al comentario de Bodrik.

    De pronto, me levanté de la silla y caminé hasta donde creía que estaba la joven problemática. -Mira jovencita, no nos colmes la paciencia. Sabes perfectamente que estamos diciendo la verdad -Siseé, al tiempo que apretaba la mano derecha alrededor del mango del bastón guía para frenar el impulso de dar una bofetada a Hiryna.

    -"Luz, ten calma, tus ojos parecen destellos de fuego" -Dijo la voz de Dannita en mi cabeza.

    -"¿En serio? Lo siento... Ni cuenta me di" -Pensé, respiré profundamente y volví a mi lugar.

    -Definitivamente, la chica Gryffindor es la más loca de todas, con eso de que la persiguen y otras tonterías. No entiendo cómo es posible que esté trabajando aquí de pediatra -Expresó Hiryna con desprecio, pensando que con eso lograría provocarme.

    -¡Ya basta! No te permito que hables así de ninguno de tus superiores -Sentenció Danna con firmeza.

    -¿Se da cuenta, sanadora Lockhart? Encima de todo, esta niña se mete en lo que no le importa -Manifestó Milena, completamente indignada.

    -Pobrecita Gryffindor, que no puede defenderse sola... -Replicó Hiryna en tono de burla.

    -Parece que tuviera una avería en el cerebro... -Opinó Carolina en un susurro.

    -Ese comportamiento tan agresivo no me parece normal -Añadió Myranda en voz baja.

    -No se preocupen, todo saldrá bien -Aseguró Danna con voz apenas audible.

    -Aquí tienes el informe que te había hecho sobre Danna, su estado de salud y quiénes la suplieron mientras estaba en reposo por un mes -Dije, sacando unos pergaminos de mi carpeta e ignorando olímpicamente a Hiryna. Todavía me faltaba contar muchas cosas, pero... Todo a su tiempo.

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  24. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Cafetería. Reunión con Bodrik, Luz del Carmen y enfermeras).

    (Danna - Enfermera).

    Al escuchar el comentario de la sanadora Bodrik, mi primer pensamiento fue responderle... pero no lo haría en aquellos pasillos, sino que esperaría el instante más oportuno. Mi semblante no había cambiado en ningún momento, ya que no debía perder el control por nada del mundo. Sin embargo, por dentro sentía mucho coraje. Hiryna era demasiado indisciplinada, se dedicaba a molestar, no tenía respeto por nadie y provocaba el desorden. Eso no podía continuar así. Tras hacer aquel breve recuento de daños, indiqué mentalmente a Luz dónde estaríamos y respiré profundamente.

    Nada más llegar a la cafetería, Myranda y yo acomodamos algunas sillas y al cabo de un minuto, llegó una preocupada Luz del Carmen Gryffindor, con un maletín colgado al hombro y su bastón guía en la mano derecha. -Buenos días, señoras y señoritas -Saludó la joven y tomó asiento en la silla que reservé para ella.

    -Buenos días, sanadora Gryffindor -Respondimos todas las enfermeras, a excepción de Hiryna.

    -Acabo de recibir el aviso de que cierta persona cometió un acto de robo y además, estoy enterada de lo que se dijo en los pasillos. También debo informar que ningún paciente se percató de lo que ocurría, así que pueden estar tranquilas -Comentó Luz, abriendo su maletín y sacando una gran carpeta de su interior.

    -Uy, qué novedad, un robo en esta institución -Dijo Hiryna, dedicando una mirada burlona a la Gryffindor, gesto que al menos tres personas logramos percibir.

    -No viene al caso tu comentario, Hiryna -Susurró Milena. Quería decir más, pero se detuvo al notar la pequeña llamada de atención que le hice con la mirada.

    -La señorita Hiryna sustrajo de mi escritorio un tintero y varias plumas que yo había guardado perfectamente. Lo más seguro es que se hubiera escondido y esperado a que yo me fuera para cometer el robo -Explicó Carolina con el rostro inexpresivo.

    -Estás completamente loca -Replicó Hiryna, hecho que provocó cierta incomodidad en el ambiente.

    -¿Cuándo te diste cuenta de eso, Caro? -Preguntó Luz.

    -Anoche me retiré a descansar a eso de las diez y me di cuenta del robo hoy en la mañana cuando llegué a las seis. Supuse que fue Hiryna porque no es la primera vez que me roba algo. Además, las enfermeras de turno estaban en sus respectivos puestos de trabajo cuando me fui -Contestó la enfermera recepcionista.

    -¿En algún momento te despegaste de tu escritorio? -Quise saber.

    -Solo para entregar documentos y buscar información, pero siempre traigo conmigo el llavero. He hablado con todas las muchachas y nadie vio nada anormal. Sin embargo, Hiryna salía corriendo cada vez que la llamaba, lo cual me hizo sospechar de ella -Respondió Carolina.

    Tras varias preguntas y respuestas, la sanadora Bodrik hizo algunos comentarios. Fue entonces que la Gryffindor abrió su carpeta. -Jefa, aprovechando que estamos aquí, me gustaría que leyeras algunos informes sobre Danna que ya te había enviado anteriormente. Estuvo un mes sin laborar por motivos de salud y Milena me asistió, mientras Ángela supervisaba a todas las enfermeras -Informó la pelicastaña con total serenidad.

    -Odio las juntas largas como esta -Manifestó Hiryna en un susurro y Ángela le hizo un ademán de silencio.

    -Las chicas han estado muy pendientes de todo cuanto pasaba con sus compañeras, pero debemos tener en cuenta que la señorita Hiryna lleva a cabo sus actos de indisciplina y falta de respeto cuando cree que nadie la ve. Pero algunas jóvenes se percatan de lo sucedido y nos dan el reporte que te hacemos llegar a la brevedad para que estés al tanto -Dijo Luz ante la respuesta de la jefa de planta.

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  25. (Hospital mágico - 29 de septiembre. Ala de pediatría. Otro extremo de la oficina de Luz del Carmen).

    (Unas niñas llamadas Luz y Luna - Haciendo travesuras).

    Mientras Marianna y Margaret preparaban el almuerzo, la pediatra Luz del Carmen hizo acto de presencia para avisar que tendría una reunión y pidió cuidar de Luz y Luna. Por otro lado, estas últimas estaban aburridas y querían jugar un rato. -Creo que ahí viene mami -Dijo la pequeña Luz en un susurro.

    -Niñas, a portarse bien en mi ausencia. ¿Eh? -Indicó la pediatra, al tiempo que daba de comer a las bebitas.

    -Si, mami -Respondieron las nenas al unísono.

    Una vez se hubo retirado la sanadora, Luna vio que Mariannita y Maggie todavía estaban en la cocina. -¿Y si les hacemos una bromita? -Propuso con una de sus sonrisas más traviesas.

    -No creo que sea buena idea... -Opinó Luz con algo de miedo.

    -No temas, no será nada malo... Te lo prometo -Aseguró Luna, acariciando el cabello de su gemela.

    Tras pensarlo un par de minutos, las pequeñas recolectaron algunos dulces y juguetes, los pusieron en una bolsa y se ocultaron en un lugar estratégico. -Bien, que comience la diversión -Dijeron al mismo tiempo.

    En cuanto Marianna salió de la cocina, un objeto misterioso le cayó en el hombro. -¿Pero qué es esto? Mmmm... Alguien aquí quiere jugar -Murmuró y revisó lo que había recibido. -Gracias por el chocolate -Añadió y corrió a guardarlo en un sitio seguro.

    -¿Alguien dijo chocolate? -Preguntó Margaret, llegando a donde estaba su gemela. En ese momento, vio que algo volaba hasta su mano. -¡Qué bonita figurita! Me parece que alguien aquí recibirá una reprimenda -Agregó entre risas, mirando a todos lados, hasta descubrir a...

    -¡Luz del Carmen y Carmen Luna Gryffindor, salgan de ahí ahora mismo! -Sentenciaron Marianna y Margaret al unísono.

    Las pequeñas no tuvieron más remedio que obedecer y aguantando la risa, llegaron hasta sus hermanas. -Lo sentimos, solo queríamos divertirnos un poco -Explicaron apenadas.

    -Menos mal que no nos lanzaron objetos más pesados -Comentó Mariannita con diversión.

    -Quiero que guardemos todas esas cosas en su lugar y nos lavemos las manos -Manifestó Maggie con firmeza. Minutos después, las cuatro hermanas reían a carcajadas por la travesura realizada.

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