Jump to content

Matt Blackner

Magos Expertos
  • Mensajes

    2.758
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    20

Todo lo publicado por Matt Blackner

  1. Llegábamos no solo tarde, sino además, a escondidas del resto de invitados. Me importaba? Ni lo más mínimo. Al contrario que en las últimas celebraciones, donde Sagitas había llegado puntual, con carruaje y anunciándose con toda la pompa que ofrecía la ocasión, este año habíamos optado por una entrada no solo tardía, sino también discreta. Aunque claro, pocas veces teníamos disponible la Potter Black para nosotros solos y un cuerpo totalmente sano que aprovechar juntos (de formas qeu a nadie más le importaba fuera de la intimidad de nuestra habitación) Aunqeu ahora, mientras nos mezclábamos con el resto de invitados, noté qeu se aferraba a mi brazo con nerviosismo. Ella llevaba un vestido de flores sencillo, y yo había optado por un traje negro y corbata morada, con flores similares a las de su falda...aunqeu algo torcida. Se me daba mal qeu el nudo quedara derecho, y a la vista de los recientes acontecimientos, era a lo que menos le había prestado atención. Teníamos demasiados problemas en la cabeza: al fin teníamos una pista semifiable para encontrar a Ithilion, pero a cambio Matt había perdido la cabeza y estuvo a punto de terminar en desgracia. Teníamos que tener vigilado al chico. Y en el bando las cosas no parecían ir mejor para Sagitas. Asi qeu tendríamos que tener mil ojos en todas partes. Pasamos junto a un banco, donde Sagitas aprovechó para sentarse, a la espera de que le buscara algo de beber. Esta vez me mezclé entre la multitud sin ella, notando miradas y cuchicheos. Por las miradas, entendí qeu aquellas personas ya me "habían visto", o mejor dicho, habían visto a nuestro hijo mayor. Llegué hasta la zona de bebidas, donde hice un gesto a uno de los camareros para que me sirviera un par de bebidas. Esperaba con las manos en los bolsillos hasta que la sensación de atravesar una cascada me recorrió la espina dorsal. Nervioso, giré, encontrándome la fantasma de Maria Antonieta justo a mi lado. Apreté al mandíbula sorprendido. Esperaba que me hubiera olvidado desde la última vez, pero ahí estaba, con su fantasmal figura arreglada y un exagerado peinado de rizos , sonriente. - Bonsoir monsier.... - Hola. - contesté, nervioso, notando que varias de sus damas de compañía levitaban por detrás de nosotros. - Yo no...espegaba encontragle tan...vivant. - dijo. - Ya, eh... - giré, tomando el par de bebidas qeu me tendía el camarero, encontrando a Sagitas entre unos arbustos. - Si me disculpa, debo volver con mi mujer. - dije, alzando la mano donde el anillo de casado brillaba, bien visible, antes de acelerar el paso hasta Sagitas. - Por favor, líbrame de ellas - supliqué, mientras le tendía el cóctel - El chico está por aquí, en algún lado. Por lo qeu escuché, con Ada.
  2. Eché un vistazo alrededor, mientras más invitados llegaban, aunque ninguno de ellos eran Sagitas y Jack. De reojo, en uno de los balcones, observé al fantasma de Maria Antonieta, rodeada de algunas de sus cortesanas, cuchicheando y observando el reguero de gente accediendo al palacio. Parecía preocupada, buscando a alguien...una de sus acompañantes señaló hacia mi, lo que me hizo girar. Estaban buscando a Jack...con suerte, se darían cuenta de que no era yo (difícil, cuando normalmente nos confundían....) Un cupcake azul y dorado me distrajo. @ Ada Camille Dumbledore lo sostenía frente a mi, asi qeu lo tomé mientras nos saludábamos. La seguí entre la gente, escuchándola. - Te veo bien prima. - dije con una sonrisa, sin mencionar nada más, puesto que ella aun lo mantenía en secreto. Era cierto, la veía mucho mejor que la última vez qeu habíamos hablado, en ánimos y en aspecto. Probé el pequeño dulce, sacundiéndome las manos. - Ah, asi que crees qeu lanzas mejor que un cazador experto? - reí - está bien, intentaré ganarte sin dejarte demasiado en ridículo. Observé la zona donde se encontraba el juego de tiro al blanco - Qué apostamos?
  3. En Versailles. Pasé las puertas del palacio, en dirección a los jardines. Todo estaba decorado, preparado para la ocasión. @ Ada Camille Dumbledore no perdía detalle, y tampoco la ocasión de celebrar aquel día. Cuando llegué al jardín metí las manos en los bolsillos, un poco abrumado por la situación. No había demasiada gente, tal vez esta vez había llegado temprano....no acostumbraba a acudir a eventos sociales, y menos solo. Pero me ponía nervioso esperar en casa a que Sagitas y Jack bajasen, asi que me había adelantado a ellos. Cerca de la hebilla del cinturón colgaba un pequeño llavero con forma de moto que no era más que mi moto voladora, reducida y lista por si...bueno, necesitaba fugarme. Eché un vistazo alrededor, observando las decoraciones y diferentes áreas de juegos hasta que reparé en la zona de aperitivos y bebidas. Me acerqué hasta allí, tomando una cerveza. Di un trago, dejando que me refrescara, observando alrededor. Me quedé cerca de las columnas, echando un vistazo, tratando de dar con alguna cara conocida, porque si Sagitas y Jack se daban cuenta de que estaban solos....tal vez no pensaran aparecer.
  4. Rol? alquien? donde?

    1. Mostrar comentarios anteriores  2 más
    2. Ela Karoline

      Ela Karoline

      Todavía se pueden visitar las mansiones o me sacarán a escobazos??

      Hola!!

    3. Matt Blackner

      Matt Blackner

      Como poder, claro! si están abiertas...

    4. Darla G Dumbledore

      Darla G Dumbledore

      De hecho en algunas mansiones vas y luego de unos meses puede que alguien te responda...

  5. La pared explotó, lanzando cascotes por los aires y levantando una gran nube de humo. El par de mortífagos escrutaron la polvareda, intentando distinguir quién había causado aquel estruendo, probablemente no había sido obra suya...cosa que no tardaron en confirmar. El cascotes salieron disparados hacia ellos, impactando contra ellos. Al primero lo tumbaron, pillándolo desprevenido, aunqeu el segundo logró protegerse. Un par de rayos lo obligaron a retroceder, logrando llegar al pasillo, intentando dar la voz de alarma a su compañero, con poco éxito, ya que el último rayo le impactó en la espalda, desplomándose al instante. Aquel mortífago se acercó a comprobar que pasaba, a tiempo para que el polvo se asentara y la figura de negro, encapuchada, se hiciera visible. Apenas logró pronunciar palabra cuando alzó la varita en su dirección. Aunque no logró protegerse, si que consiguió dar la voz de alarma. Alguien había llegado. No era del ministerio. Pero al parecer, estaba en contra de los mortífagos. Miré alrededor, observando a los tres caidos. En realidad, no estaban muertos, pero tardarían en despertar. Eso me daría tiempo, a espantar a los mortífagos (porque dudaba que el personal del ministerio apareciese pronto) El último había dado la voz de alarma...eso era malo, supongo. No tardarían en dar conmigo, pero esta vez, no estaba en misión de espionaje. Había elegido entrar en estampida.
  6. Miré por la ventana, suspirando antes de separarme de ella. Aun tenía que abrocharme la camisa, a menos que quisiera armar un escándalo por aparecer en el Palacio de Versailles con el pecho al aire. Me acerqué hasta el espejo que solía atravesar, esta vez para mirarme, mientras intentaba colocar algún mechón de pelo que no quería quedarse en su sitio. No solía ser corpóreo, mi forma habitual era la fantasmagórica, pero...nigromancia, bendita nigromancia. Aunque el motivo principal era la situación que atravesábamos con el chico, ante la necesidad de tener que controlarlo....en parte sabía qeu Sagitas también había aceptado porque no quería que las fantasmas del palacio francés se me acercasen. Con una media sonrisa me acerqué hasta la cama, tomando la corbata, que pasé por el cuello mientras me acercaba hasta la puerta del baño, donde seguía Sagitas. - Eh, niña! creo que el chico no ha tenido paciencia. - dije en voz alta, mientras abrochaba los últimos botones de la camisa. - Lo encontraremos allí. A no ser, que prefieras... - murmuré, gruñendo levemente, insinuando....ciertas "maldades" que podríamos hacer, aprovechando que estábamos "solos" en casa. Al mismo tiempo, centraba la vista en la corbata, con la que tenía una pequeña "pelea" para poder anudarla.
  7. Me miré al espejo, tratando de peinarme, pero no había manera. Al final, me di por vencido mientras salía de la habitación. Sagitas y Jack habían decidido que sería buena idea ir a la fiesta de @ Ada Camille Dumbledore , qeu organizaba cada año en Francia, en el palacio de Versailles, para conmemorar la Revolución Francesa. Después de lo que había pasado en Theotihuacán, y la conversación qeu tuvimos en casa....ahora les parecía buena idea salir a divertirse. En cualquier caso, esta vez no iba a discutir. Al menos, este año sería al aire libre, y algo menos formal. Por eso había elegido botas, pantalón negro y camisa blanca, sobre la cual llevaría una chaqueta del mismo color. No era demasiado formal, pero tampoco iba con pantalones cortos, asi qeu Sagitas no podría decirme nada (mentira, seguro qeu encontraba algo con lo que protestar) Al llegar abajo, atrapé a Elentari, qeu correteaba tras los lobos. La alcé, haciendo qeu riese, antes de dejar que volviera a correr hacia el salón. Dejé la chaqueta sobre el respaldo de una silla mientras me asomaba, parándome junto a la puerta que daba a los jardines. La niña jugaba con los lobos, mientras Babila intentaba que le obedecieran. - Con suerte la casa seguirá en pie cuando regresemos - murmuré, metiendo las manos en los bolsillos. El grandullón y Harpo cuidaría de la niña y de la casa en nuestra ausencia, porque Jack vendría con nosotros (cosa que me extrañaba, poruqe la última vez que llevó a Jack a Francia, estuvo a punto de matar a más de un fantasma.
  8. Observaba el vaivén de Sagitas con los brazos cruzados, preocupado. No acostumbraba a verla en ese estado de nervios, aunque sabía bien lo único qeu podía ponerla asi: que algo amenazara a la familia. Las noticias de lo que había sucedido con nuestro hijo mayor eran preocupantes, pero no podía callarme. Ella tenía qeu saberlo, porque tenía que estar preparada por lo que pudiera pasar. Supongo que yo llevaba aquella tensión de otra forma, y ella no parecía entenderlo. Últimamente estábamos más distanciados, ya que parecía que discutíamos más de lo que llegábamos a hablar. Y ella parecía a la espera de que abriera la boca para gruñirme cualquier cosa. Y no podía reprocharle nada. Solo esperaba, dejaba que pasase. Entendía la situación, y prefería dejar que ella se adaptara y recuperase según sus tiempos. Al menos, normalmente. Porque ella no parecía entender lo qeu pasaba. Matt había perdido el control, y cuando eso pasaba, era peligroso, para él, y para todos los que le rodearan....y no. Si no se le contenía rápido podía llegar a ser una catástrofe. Cerré los ojos, respirando hondo para contenerme. Elentari dormía en la cama y no quería despertarla. - Que le ab...Intenté entrenarlo, pero era imposible de adiestrar. Necesitaba una disciplina que no tenía. - contesté, guardando silencio al instante. Últimamente nos pasaba eso, decíamos cosas qeu en realidad, no pensábamos. Según ella, Matt era capaz de controlarlo. El chico había aprendido solo, por las malas, todo lo que de niño no quiso aprender en los pocos años que habíamos compartido antes de mi muerte. Si había sobrevivido no podía ponerlo en duda, pero por lo que había visto...o él no lo sabía, o realmente, había perdido el control. Algo que, en cualquier caso, tendríamos que controlar. Suspiré, mirándola. Ella confiaba en el chico, y en el fondo, yo también. Entendía lo que decía, el miedo que Matt tenía a que Elentari sufriera cualquier daño...incluso dejarla sola. Aunque la niña nos tenía a nosotros, aquel miedo era irracional. Además, se sentía responsable del secuestro de Ithilion, lo cual había empeorado desde que había empezar a Ver como lo... No quería ni pensar en nuestros hijos matándose unos a otros. Levité hacia ella, tomándole las manos con una media sonrisa para tranquilizarla. Pasara lo que pasara, había cosas que no cambiarían. - Tendremos que vigilar al chico. Le guste o no. Normalmente no recuerda nada después de esas...pérdidas de control. Hablar con él y tenerlo controlado. No querrá, no le va a gustar. Pero...es por su bien. - callé la segunda parte de mi pensamiento "Eso, o..." - Habla tu con él. Se lo tomará mejor que si soy yo quien intenta acercarse. No me pasó desapercibida la invitación de Ada, la fiesta de cada año en Versalles... Sonreí, divertido al verla dudar, porque sabía perfectamente qeu estaba pasando por su cabeza. - Matt tiene que descansar. Pero sabemos que lo único que hará es darle vueltas a la cabeza y planear el próximo ataque. - contesté, mirándola a los ojos. - Tal vez una fiesta, fuera, aire libre...nos ayude a despejarnos. El chico tiene que practicar sus nulas habilidades sociales. - bromeé. - salir nos vendrá bien a todos.
  9. Verano. Sol, calor, tal vez algún turista..y piscinas. El parque acuático permanecía todo el año abierto por el hotel y algunas piscinas termales, pero su mejor época solía ser el verano, precisamente, por los toboganes, las rampas y la posibilidad de pasar un día de diversión. Y mi obligación como director del lugar era estar pendiente de todo. Peor no aquel día. Faltaban un par de días para abrir al gran público la temporada de verano, y yo había aprovechado para llevar a Elentari. Alguien tenía que enseñarle a nadar. O al menos, a flotar. Asi qeu vestido con un bañador azul oscuro que me llegaba por la rodilla y una vieja camiseta blanca sin mangas, caminaba junto con la niña, que llevaba un pequeño bañador color violeta y no paraba de charlar, emocionada. MIentras, los lobos trotaban un par de metros por delante nuestra. - Para, Elentari, espera.... - le decía, divertido. No podía correr detrás de ella, la rodilla aquella mañana había decidido darme problemas y, aunqeu no quisiera quedarme en casa, resultaba difícil caminar deprisa cuando solo podía cojear. Al menos, con suerte, la piscina me ayudaría a seguirle el ritmo.
  10. Abrí los ojos con la sensación de que en lugar de párpados, tenía dos losas de piedra. La cabeza me dolía como si me hubiera atropellado un tren. Pero estaba en mi habitación en la Potter Black, en silencio, a oscuras. Despacio, me senté en la cama, con la mirada perdida. Estaba totalmente agotado, pero lo peor no era aquella sensación, sino... Que no recordaba lo que había pasado en Theotihuacán. Me llevé las manos a la cabeza, maldiciendo en silencio. Necesitaba recordar, saber que había pasado. Porque aquella falta de memoria sabía que no era por nada bueno. Mientras, al mismo tiempo, Jack levitaba frente a Sagitas, preocupado. Su habitación estaba cerrada, y Elentari dormía tranquila en la gran cama. - No sabes...no se que les habría hecho si no llego a aparecer, niña. - susurró el fantasma, frotándose los ojos. - De niño era difícil controlarlo, pero ahora...El chico debería tenerlo dominado. - se cruzó de brazos. Había descrito a Sagitas la situación. Dernhorn había encontrado al grupo en la pirámide de Theotihuacán y, aunque había logrado controlar la amenaza, Matt pretendió detener al nigromante para encontrar a Ithilion. Y había perdido la consciencia de lo que hacía. Ojos negros, aparente falta de consciencia al dolor...una máquina imparable de destrucción. - Lo habías visto antes asi? - preguntó.
  11. El elfo tiró del thestral hasta lograr que le obedeciese, no sabía si por miedo a la criatura o porque el mismo animal era testarudo. Los seguí, y a distancia, observé la abadía de Westminster. En seguida, recordé los sucesos ocurridos un par de meses atrás, como la reina de Inglaterra había fallecido, sumiendo en un ligero caos al país. Hoy, oficialmente, sería coronado su heredero. En el cielo, brillaba la marca tenebrosa. Gruñí, alzando la ceja. - Qué disimulo. Cada vez se esfuerzan más. - murmuré. En seguida, llegué a la conclusión de que Sagitas estaba ahí dentro. demonios...tenía que pensar en algo. No podía quedarme quieto, pero...Con suerte, el ministerio no haría nada, o tardaría en reaccionar. Eso, si el cuerpo de policía mágica (al que había colaborado a entrenar) no hacía acto de presencia. Como fuese, tenía que hacer algo. Me calé bien la capucha de la capa, teniendo por seguro que, entre la bandana que me cubría la cara por encima de la nariz y la capucha, lo único que alcanzarían a ver de mi eran los ojos, apenas dos luces brillantes en la oscuridad...viejos hechizos de protección de otros tiempos. Agazapado, sin hacer ruido, me moví, mientras el elfo lograba que el animal se adentrase en la abadía por la parte de atrás.
  12. hey! tengo para comprar una vez más xD Formulario de compra Nombre: Matt Blackner Objeto de compra: Petardos Explosivos Puntos gastados: 10 Resultado del dado: 2 Formulario de compra Nombre: Matt Blackner Objeto de compra: Sombrero Puntos gastados: 5 Resultado del dado: 5
  13. hey! Una vez más, mi última humilde aportación en los juegos de este concurso. brrrrr posteo esto 20 horas tarde porque se me murió el wifi
  14. hey! Como ya pillé el 1, voy a comprar con otro número a ver si toca xD Formulario de compra Nombre: Matt Blackner Objeto de compra: Fuegos Artificiales Puntos gastados: 15 Resultado del dado: 3 (como en la página dos, al final, también compré fuegos artificiales, con esta compra yo estoy a 0)

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.