Jump to content

Matt Blackner

Magos Expertos
  • Mensajes

    2.758
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    20

Todo lo publicado por Matt Blackner

  1. Regresamos a la Potter Black casi sin decir palabra. Sagitas aun estaba enfadada por lo qeu había pasado, por el viaje a tierras americanas para visitar el MACUSA. @ Xell Vladimir Potter Black no tenía mala intención, pero había tocado una fibra sensible en casa. Por no hablar de lo que...de lo que no había pasado con @ Helike R V PB . Supongo. Cerré la puerta y me quité la chaqueta de traje rosa, remangando la camisa negra mientras la miraba. - Lo se. Pero no lo hizo con mala intención. - intenté calmarla. - te lo aseguro. - en el fondo, ella también lo sabía. Estaba enfadada, como yo, pero la molestia era más nuestra que con los demás. Salir y estar con gente, en un sitio que no fuera ni la PB ni el Ministerio no había estado tan mal. Por lo menos, durante un rato. Dejé a Sagitas abajo, en la entrada, quejándose porque la casa estaba fría. Era cierto, pero estaba seguro de que los elfos no tardarían en caldear la casa. Me aparecí en mi habitación, porque tenía algo pendiente: traer de vuelta a Elentari. Apenas tardé un par de minutos en hacerlo, y para entonces podía oir las chimeneas crepitar. Elentari se estremeció en mis brazos, asi qeu la dejé sobre mi cama, buscando algo de abrigo para que la pequeña no pasara frío. Mientras la abrigaba y volvía a cogerla en brazos, sentí algo. Voces en la planta baja. Una persona nueva. Nueva, no extraña. Con el ceño fruncido, los dos nos aparecimos al pie de las escaleras, arrancando la risita de la pequeña, como siempre pasaba. Vi pasar a @ Sean -Ojo Loco- Linmer murmurando con el ghoul, la sorpresita que nos habíamos traido de tierras americanas. - Sean, recuerda, no asustes a Elentari con tu amiguito. Mañana, se lo enseñaremos. Pero no la asustes. - le advertí. Pero seguía oyendo las voces de Sagitas junto a alguien más, una mujer. Su voz me sonaba vagamente, mientras Elentari apoyaba su carita en mi hombro y despedía a Sean y el ghoul moviendo alegremente su manita. Cuando nos adentramos en el salón de la chimenea, Sagitas abrazaba a una joven. Fruncí el ceño, extrañado, hasta... - @ Sunar PBT ? - pregunté.
  2. Si alguien conoce a las Night Witches le doy un premio xD

    1. Mostrar comentarios anteriores  2 más
    2. Sagitas E. Potter Blue

      Sagitas E. Potter Blue

      *buscando en google de forma desesperada* ¡Quiero ese premio!

    3. Sagitas E. Potter Blue

      Sagitas E. Potter Blue

      ¡¡Mi premio!! 

      El 588.º Regimiento de Bombarderos Nocturnos, conocido por las tropas alemanas con el apodo de «Brujas de la Noche» fue una unidad de bombardeo de la Unión Soviética que estuvo activa desde 1942 hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial, y estaba formada exclusivamente por aviadoras militares.

    4. Helike R V PB

      Helike R V PB

      ostrás, yo creo que lo conocía por otro nombre o.ô pero sí sabía la historia de ese regimiento (para que veáis que no sólo uso twitter para las noticias😂), es más, creo que hasta los nazis temían a una aviadora por lo eficaz de sus ataques, espero que la piscina no esté vacía y pegarme la torta xDDDD pero creo que la comparaban con el Barón Rojo de la 1ªGM que por cierto, éstos días, es el aniversario de la finalización de esa p guerra

      ¿es para la típica chuleta de exámen? Vaya status más raro el tuyo Matt xDDD 

      si te encanta la historia ya... te adoro el doble😍😍!!

  3. Mi plan de pasar desapercibido hasta poder fugarme marchaba bastante bien. Apoyado contra la pared, en una zona en penumbra, observaba los grupitos que charlaban animadamente. Sagitas con @ Ludwig Malfoy , @ Mael Blackfyre que terminaba su charla con una pareja y se unía al grupo de Sagitas, o el tío @ Adrian Wild . Bebí de mi copa, esperando el momento adecuado. A que todos estuvieran lo bastante absortos en sus conversaciones como para olvidar que estaba allí, y mejor aun, que tuviera tiempo de salir tranquilamente por la puerta y llegar a mi despacho. Mientras Adrian se acercaba a Ada para charlar, me encaminé hacia la mesa, sin fijarme en nadie concreto. Dejé la copa, tomé un pequeño bocado que podía llevarme a la boca de un mordisco, casi saboreando la libertad, cuando.... — ¡Matt! Cerré los ojos, notando que me sonrojaba. El grito de Adrian había logrado atraer la atención de varios asistentes hacia mi. Detuve mi huida y, con un suspiro, metí las manos en los bolsillos del pantalón, caminando de vuelta, ahora alcanzando el grupo de @ Ada Camille Dumbledore y Adrian. - Prima. - saludé. - Tío. - miré alrededor, sonriendo incómodo a quienes aun me miraban, murmurando. - Gracias por evitar mi plan de huida. Ahora todo el mundo se fija en mi. Con lo bien qeu estaría ahora en mi despacho, durmiendo en mi sofá. Giré para observar a Sagitas. Seguía charlando, bastante cómoda en aquel evento. Evidentemente, tenía mucha práctica con las reuniones sociales, más de la que yo acumularía en toda una vida. - Qué esperáis de esto?
  4. hey! SUNAAAAAR SOBRIIIIIII ajajajaja ay que guay, ahora si estás de vuelta ^^ soy más alto que vosotros, pero no pasa nada mujer, yo te sujeto no sea que te caigas el primer día y tengamos un susto, nonono xD Si entras en la mansión, tu con calma e ignora el último rol que hubieramos hecho, está tan pasado que no íbamos a seguirlo, asi que....porquito a poco para adaptarte al foro ^^ jajaja si, está basado en una película que se llama igual ^^ confiaba en que nadie se acordara para ciertas cosas rol, pero bueno xD tampoco pasa na, la cosa es ir roleando, a ver si esto se anima de nuevo!
  5. No estaba del todo seguro de si a Sagitas le había sentado bien qeu dijera que los dos éramos unos gruñones, pero aunque nos pudiera molestar, era cierto. Los dos tendíamos a gruñir cuando nos enfadábamos o algo iba mal. O como respuesta a cualquier cosa que no nos gustara, o peor, que nos sacara de nuestras casillas. - Claro, persigamos americanos - contesté riendo al ver su entusiasmo. Yo hablaba de perseguir y torturar, si, pero solo para mortificar un poco. No me escandalizaba la sangre, claro, pero no era la idea que tenía en mente, sino más bien, aprovechar para meterme un poco con algún grupito de críos torpes a los que confundir. Seguro, claro, que Sagitas pensaba lo mismo qeu yo. Al menos, la chocolatina le alegró. O eso pensaba. Porque lo que parecía una deliciosa chocolatina de chocolate con leche que olía bastante bien cuando Sagitas la sacó a mordiscos del envoltorio, provocó que la escupiera, asqueando a quienes pasaban por nuestro lado. Al parecer, olía bien, pero no sabía de la misma forma. - Como que arroz? - pregunté extrañado, mientras ella seguía gritando y quejándose. - Seguro que esos chavales a los que se la robé eran de esos locos del gimnasio - como si yo no estuviera entrenado....aunque en mi caso, no era por estética. - que se obsesionan con contar calorías. - No te preocupes Sean, no dejaré que se pase con la bebida - contesté al poltergeist a gritos. En cualquier momento, Sagitas lo maldeciría si seguía hablando asi de ella en público, mientras la pobre Xell intentaba decir a Sagitas que ella no era una de esas monjitas cristianas. Aunqeu no lo fuera, no podíamos evitar querer protegerla. Pero no dije nada, pouqe Sagitas seguía escandalizando a las personas a nuestro alrededor con sus gritos y quejas a causa del arroz en el chocolate. La miré, aguantando la risa. Los ingleses ponían menta en el chocolate, no es que eso fuera mucho mejor, la verdad. Al menos los españoles no hacíamos cosas tan raras con el chocolate. Al menos, hasta que Sagitas empezó a ladrar. Ahí, solté una carcajada sin poder evitarlo. - Creo que esas chocolatinas asquerosas están mezcladas con algún tipo de poción - dije entre risas. - Quieres que....quieres qeu traiga a Fenrir para que te haga de traductor? La broma habría terminado ahí, de no ser porque Sean comenzó a maullar. Los miré, alucinando, mientras Xell les reclamaba que aquello era, ni más ni menos, que el karma. - Ella...ella tiene razón. Ahora os toca esperar a que se pasen los efectos - dije, riendo a carcajada limpia.
  6. Hacía mucho que no lo pasábamos tan bien. La mazmorra fue una locura. Grupo 7, somos genialosos

    1. Mostrar comentarios anteriores  2 más
    2. Sean -Ojo Loco- Linmer

      Sean -Ojo Loco- Linmer

      y no tenemos a un gato...ahora lo unico que hago es Miuas y pff...pfff

    3. Sagitas E. Potter Blue

      Sagitas E. Potter Blue

      Yo no quería ser perro, yo hubiera querido ser un loro.

    4. Xell Vladimir Potter Black

      Xell Vladimir Potter Black

      Ha estado genial, aunque me gasté todos los datos del móvil.

       

       

  7. hey! SUNAAAAAAAAAAAAAAAAR @ Xia PS SOBRIIIIIIIIIIIIIII jajajaja no veeee han pasado 85 años! como estas? Has vuelto! te vas a quedar? jajajaja no ve, es verdad, a veces hemos roleado acordándonos de ti y de Argi, cuando me congelaba el pelo xD ayy que alegría verte! Ya veo que Sagis te ha hecho un miniresumen muy rápido, asi qeu no tengo que hacerlo yo xD aunqeu a mi se me da mejor resumir roleando xD ya sabes, perecita la mia para algunas cosas...pero si, tu tranquila, yo no me fui y me sigo perdiendo con la mitad de las cosas, asi qeu tu tranquila. Menos mal qeu tenemos a Sagis para guiarnos siempre a todos @ Xell Vladimir Potter Black eso es! Sunar era hija (creo? era mi sobrina....) de Eledwheen y su hijo era Argentum (Argi solíamos llamarle) y si, su poder era el hielo, recuerdo que muchas veces roleábamos que me llenaba el pelo de escarcha xD Pues el rol de la Isla lo propuse, pero no empecé poruqe....bueno, nadie se apuntó xD Bueno, al lio!
  8. Ay si, menos mal que me había llevado a mi madre por los hombros, o habría acabado maldiciendo a Xell por una chocolatina. Sonreí de medio lado, algo triste, mientras seguía tirando de ella hacia la puerta del MACUSA. - Los dos somos unos gruñones - contesté riendo. Supongo qeu eso me venía de ella, contestar a base de gruñidos cuando algo me enfadaba. Agache de nuevo la cabeza, metiendo una de las manos en el bolsillo. Es cierto, se habían revelado....contra los dos. La mentira no había sido solo hacia ella, también me habían mentido a mi. Me respetaban mucho menos que a ella, y eso era un decir, visto lo visto. Asi qeu no me quedaba otra que tomarlo con humor. Al menos, nos libraríamos de la purga en Ottery. - No nos respetan a ninguno de los dos, mamá, vamos, no te lo tomes asi. - intenté quitarle hierro al asunto, para animarla. Su propuesta para dejar de protestar? que la dejara meterse con algún americano que solo buscara chocolatinas. Alcé la ceja, divertido, fingiendo qeu me lo pensaba por un instante. - Bueno...claro qeu si. Siempre podemos buscar a algún americano despistado qeu no sepa por donde le vienen. Lo aterrorizaremos un poco, los dos. - propuse, esperando que aceptara y se animase. Pero pocas cosas fastidiaban más a Sagitas que perder un dulce. Asi qeu, mientras ella se centraba en protestar al trío qeu nos seguía, utilicé mis dotes de sigilo para robar varias chocolatinas de la calabaza de un grupito de adolescentes, qeu seguro no las iban a echar de menos. Sostuve una de ellas delante de Sagitas para que la tomase. - Ten. Nadie le negará una chocolatina a Sagitas. - La miré, esperando que aceptase, mientras aprovechaba para comprobar que los demás estuvieran bien, que no se hubieran perdido o peor, sufrido algún hechizo no verbal de Sagitas, parándome un momento más de la cuenta en mirar a la vampiro, apartando de golpe la mirada, sonrojado. - No mientras esté aqui contigo - bromeé.
  9. Automáticamente alcé las manos al ver la mirada de reojo de Sagitas. No, ella definitivamente no estaba bien, nada contenta. - Si, la....la disculpo. No creo que tuviera mala intención. - dije a Sagitas, pues ella no se creía que yo pudiera perdonarla tan pronto. Pero no me parecía bien torturar a @ Xell Vladimir Potter Black toda la noche, aunqeu pudiera ser divertido solo por ver como la defendía @ Sean -Ojo Loco- Linmer de nosotros. Miré un momento a @ Helike R V PB , pues permanecía bastante callada, antes de meter una mano en el bolsillo y sonreír, antes de sujetar a Sagitas por los hombros. - Anda, vamos gruñona. - dije, riendo. - no perdemos nada por entrar ahí dentro. Seguro qeu encuentras a algún americano al que poder torturar. Mientras decía esto, eché un vistazo hacia atrás, a Xell, Sean y Helike. Ellos nos habían traido aqui, ahora sería mejor que nos siguiesen, o sería yo quien los amenazaría, ya qeu me sacaban, ahora que no se echasen atrás. - Y Sean, si te pasas más de la cuenta con Xell, tendrás que vértelas conmigo. - dije, dándoles la espalda, con una media sonrisa. No iba a amenazarlo mal de la cuenta, como si hizo Sagitas. Mientras la empujaba hacia la entrada del MACUSA, mi expresión volvió por un momento a ser triste. Echaba de menos a Ithilion, al peuqeño SJ y a mi hija. Allí lo habrían pasado genial, seguro. - No la culpes. No ha tenido mala intención. Lo se. - "asi lo siento" pensé, pero no lo dije. - No pensó qeu nos sentara tan mal. Solo se preocupaba por nosotros. - murmuraba al oido de Sagitas, fingiendo qeu la arrastraba. Ya bastante teníamos en casa Sagitas y yo, como para que sumaramos tensiones con los demás, con Sean, que parecía pasarlo en grande con el viaje, Xell, que solo pretendía sacarnos de casa y que nos divirtiésemos un poco, y Helike, qeu permanecía callada, cosa que agradecía poruqe sus prontos, cuando chocaba con Sagitas, podían llegar a ser tremendos. - Pasemos un rato con ellos y después volvemos a casa. - propuse.
  10. Matt Blackner

    6 6 6

    Ficha de reporte:Motivo de lanzamiento : Tirada extra 1 por Terminar MazmorraResultado del dado: 2 + 2 + 2 + 5 + 6 + 3 = 20Premio: 20. Poción Cara de Calabaza Ficha de reporte:Motivo de lanzamiento : Tirada extra 2 por Terminar MazmorraResultado del dado: 1 + 1 + 3 + 1 + 6 + 2= 14Premio: 14. Sigue intentándolo
  11. Matt Blackner

    6 6 6

    Ficha de reporte:Motivo de lanzamiento : Tirada extra por Votar en el Concurso de RelatosResultado del dado: 6 + 5 + 5 + 6 + 3 + 1= 26Premio: 26. 1 Mano de la Gloria
  12. Participante 4: 5 puntos Participante 2: 3 puntos Participante 1: 1 punto
  13. Matt Blackner

    Reportes

    hey! acabamos de terminar la mazmorra del grupo 7 aquí está el enlace para echarle un vistazo Gracias!
  14. CASILLA 31: CONQUISTAS LA MAZMORRA DE DESEO-DESESPERO Y DELIRIO La situación se había vuelto un completo caos. Para colmo, el último de mis episkeys no había servido de nada, asi que trastabillé, arrastrando la pierna hasta quedarme quieto, mientras Sean me ayudaba, atando a Lazarus con su incarcereus. Tendría que felicitarle más tarde, cuando hubiera acabado también con él. Mientras, Xell se enfrentaba a algo que, para ser sinceros, me interesaba poco. Lazarus se atrevía a acercarse, confiado porque casi no me sostenía en pie. Aunqeu todo eso dejó de importarme cuando alguien apagó las luces. Poruqe....las habían apagado, verdad? No. Nadie puede apagar las luces de un espacio abierto. Estaba tan centrado en Dernhorn que alguien me había alcanzado con un desmaius, y tonto de mi, había caido inconsciente. "Ha sido divertido. Muy divertido" "Cállate ya" dije, mirando a la joven con desprecio. Aquel olor me daba asco, pero su aspecto me daba repelús. "Esto ha sido culpa tuya." "Oh, míralo, pobrecito. Necesita encontrar culpables a sus actos, claro que si" la joven rió, mirándome. Su expresión cambió....por un momento, parecía cuerda. "Te diré donde está la salida" Abrí los ojos de golpe, jadeando, desorientado. No sabía donde estaba, no sabía que estaba pasando. Intenté moverme, pero tenía las manos atadas y me encontraba en el regazo de Sagitas. La pierna dolía, parecía sana, pero el recuerdo del dolor seguía ahí, como el calor en todo el cuerpo, parecido a la fiebre. Cuando había enfermado? - Y Dernhorn? - murmuré, asustado. Sean y Xell se habían acercado a nosotros, y no me pasó desapercibida su mirada... parecía lástima hacia mi. - Donde...que... No me pasó desapercibida la expresión de Sagitas. A ella no la sentía como a los otros, pero había aprendido a recordar que significaban sus expresiones. Pena. Y un leve recelo. Además, sostenía la varita en la mano, cosa que era más propia de mi que de ella. - Que he hecho? - pregunté, asustado. Porque ellos parecían más o menos bien. Y yo apenas recordaba nada, aunqeu tampoco estaba seguro de querer saberlo. - Por qué me habéis atado? - pregunté, aunque preferí qeu no me respondieran. - Se como se sale de aquí, solo hay qeu cruzar ese campo de margaritas negras. Donde está mi varita? Accio Varita - pronuncié, abriendo la mano derecha a la espera de recibirla. Pero no pasó nada. Fruncí el ceño y repetí el hechizo, pero seguía sin pasar nada. Sostuve la respiración y miré a Sagitas. Sabía que la única con un poder asi debía ser ella. Tan horrible era lo que había hecho como para que me dejara sin magia? Alguien se agachó a nuestro lado. Helike debía de haber ido a buscar mi varita. Con un intento de sonrisa calmada, que me recordó a sus últimas palabras antes de aquel lapsus extraño, soltó mis manos y me devolvió la varita. Con dificultad, gruñendo, me puse de pie. Tenía la sensación de estar agotado física, pero sobre todo, mentalmente. Guardé la varita, ahora inservible, en el bolsillo trasero del pantalón y emprendí la marcha, cojeando dolorido aunque sano, guiándolos una última vez por aquel campo de margaritas negras, donde una vez más, la sensación de electricidad estática volvió. Aparecimos de nuevo en el MACUSA, al otro lado de aquella puerta tan rara. Apoyé la mano en la pared y comencé a cojear. Para aquella gente había sido un momento, para nosotros, parecían días. Ahora mismo, yo solo quería salir de alli y estar solo. Ni siquiera me atrevía a mirar al resto a la cara. Al menos, los había sacado de allí con vida.
  15. SEGUIMOS ATRAPADOS EN EL CASILLERO 26: EL DELIRIO ES TAL QUE EMPIEZAS A ATACAR A TUS PROPIOS COMPAÑEROS DE EQUIPO. DEBES LANZAR UN DADO CON TANTAS CARAS COMO COMPAÑEROS TENGAS Y, SEGÚN EL RESULTADO, ES LA CANTIDAD DE ROLES EXTRAS QUE DEBEN REALIZAR. CADA ROL DEBERÁ TENER 3 HECHIZOS/PODERES DIFERENTES Mi estrategia de inmovilizar a Dernhorn funcionó a medias. Logré inmovilizar su brazo lo justo para detenerlo y que los cascotes lo atraparan. Pero la suerte estaba de su parte, y mi kiorke pasó a ser una serpiente, enorme y pesada, que cayó al suelo con su ruido sordo, para luego liberarlo con un tornado, mientras la serpiente reptaba, alejándose de la acción y perdiéndose de mi vista, buscando algún otro ser vivo al que poder echarle el diente. Algo definitivamente protegía al anciano. - La suerte no seguirá de tu parte mucho más. - grité, levantándome furioso del suelo, al que había caido como si algo me zancadilleara mientras una neblina parecía rodearle. Si hacía falta, lo mataría usando mis propias manos. No me importaba usarlas. Disfrutaría, de hecho. Avancé unos pasos hacia él cuando Helike salió a mi encuentro. Ni siquiera me fijé en ella, era más alto, y seguía con la vista fija en mi objetivo. Al menos, hasta que dos bofetones me volvieron la cara. Me quedé mirando el suelo unos instantes, notando la cara caliente a causa de los golpes. Levanté la mirada, despacio, y enseguida me di cuenta de quién era.... - Lazarus. Debí imaginarlo. - mi reacción fue agarrarlo por el cuello de la camisa, sujetarlo con fuerza, alzando la varita dispuesto a... No escuché el hechizo. No me di cuenta. Solo sentí el chasquido de los huesos, seco, repentino, seguido de un estallido de dolor tan grande que no vi nada a mi alrededor y caí de bruces al suelo, sin poder respirar, soltando a Helike. La rodilla derecha me daba problemas desde hacía años, después de que una demonio me la rompiera para torturarme. Los días de lluvia, los días húmedos, siempre me molestaba, a veces incluso cojeaba dolorido. "Eso ha debido de doler. Si si si, ha sonado muy doloroso" la niña sudorosa seguía murmurando en algún lugar. Oía su risa, oía como disfrutaba. Seguía oyendo las voces anque no las entendiera. "Seguro que ahora se va a enfadar." Desde el suelo, reprimí...solté un gruñido ahogado, lleno de rabia. El dolor era horrible, y sabía, sin ser sanador, que tenía la rodilla hecha añicos. Si no hacía algo, Dernhorn volvería a escaparse con los niños. Pero no le iba a dar la satisfacción de verme llorar o quejarme, ni mucho menos. había dejado caer la varita, asi qeu me arrastré para cogerla, levantando la mirada hacia él. Intenté levantarme, pero era incapaz de mover la pierna, mucho menos, pensar en que soportara mi peso. - Episkey - murmuré, con la voz entrecortada. El dolor era insufrible, pero al menos eso me daría algo de tiempo, antes de que la enfermedad me matase. Por fin, conseguí ponerme en pie...más o menos. Me erguí lo suficiente sobre la pierna sana para dirigir la varita hacia el frente. "Fuego Púrpura" pensé. La llamarada violeta salió disparada hacia el frente, y con suerte, lo dejaría inconsciente, lo justo para que pudiera llegar hasta él. Si lo mataba, recuperaríamos a los niños. Si lo mataba, la PB volvería a ser lo que era y yo dejaría de sentirme culpable. Sagitas volvería a reir. Todo volvería a ser como antes. Intenté dar un paso, pero la pierna seguía sin estar curada del todo. El estallido de dolor volvió, casi haciéndome caer. - Episkey - murmuré de nuevo, aguantando la sensación de los huesos recomponiéndose mientras, renqueante, intentaba avanzar. "Eso ha debido de doler." la muchacha se alejaba, murmurando, canturreando "Alguien está buscando que le maten. Qué divertido, qué divertido."
  16. Matt Blackner

    6 6 6

    Ficha de reporte:Motivo de lanzamiento : Tirada Diaria (05/11/22) Resultado del dado: 4 + 1 + 3 + 2 + 2 + 2 = 14Premio: 14. Sigue intentándolo
  17. RETROCESO AL CASILLERO 26: EL DELIRIO ES TAL QUE EMPIEZAS A ATACAR A TUS PROPIOS COMPAÑEROS DE EQUIPO. DEBES LANZAR UN DADO CON TANTAS CARAS COMO COMPAÑEROS TENGAS Y, SEGÚN EL RESULTADO, ES LA CANTIDAD DE ROLES EXTRAS QUE DEBEN REALIZAR. CADA ROL DEBERÁ TENER 3 HECHIZOS/PODERES DIFERENTES Sagitas y Xell seguían calladas, demasiado. Aun dudaba y daba vueltas a lo que había visto. Quería apartarlo de mi mente pero no podía. Aquel lugar no nos dejaba en paz, no nos daba descanso. Necesitábamos salir de allí. No lo admitiría, pero no estaba centrado, no estaba bien. Como sería, qeu el poltergeist se acercó a mi oido y llegó a pillarme desprevenido, distraido. Miré a Sean, inseguro. Él intentaba....intentaba consolarme. Era sincero, era amable, y trataba de ayudar de la mejor forma que podía, dada su condición. Intentó recordarme los malos momentos que habíamos vivido, y aquel no era ni el primero ni sería el último, claro. Intenté de alguna manera sonreír, ofrecer algo de seguridad de la que ahora mismo yo carecía, ignorando el olor asqueroso a sudor rancio, a humedad cerrada. Sean llevaba razón, tenía que mantenerme firme por ellos, por volver a dar con Ithilion y SJ, por...Elentari... La voces volvieron a susurrar. Las escuchaba, pero el resto no, porque no hicieron mención a ello. Les acompañó aquel olor nauseabundo, y una risa. Busqué con la mirada, y sobresaltado, me encontré apenas a un palmo de Helike, que se había acercado sin hacer ruido (o yo no me había dado cuenta). Su expresión era tranquila, extrañamente tranquila, tanto como la cordura que seguía mostrando Sean, el más loco de nosotros, y el más racional en aquel páramo de locura. La vampiro sonreía, me sonreía, era....sincera. Algo tan sencillo como un agradecimiento y un "tenemos que hablar", unido al contacto que sin que ella supiera, había rechazado un momento antes me pusieron nervioso, y noté que me sonrojaba de nuevo. Era....no era capaz de controlarme? Abrí la boca un par de veces, sin saber que decir. Solo alcancé a alejarme unos pasos, intentando orientarme, dejar atrás ese maldito olor que me estaba volviendo loco, dejar de oir las voces. Cerré los ojos, saturado, hasta que oí una risita. El olor a alcohol se intensificó, hasta tal punto que sentí un tremendo asco en el estómago. Desesperado, busqué la fuente de la risa, seguí la voz. Una muchacha de apenas quince años observaba a lo lejos, murmurando algo ininteligible, hasta que desvió la mirada hacia su izquierda. La seguí, y volví a verme. La misma visión, la misma copa, la misma botella a medio vaciar. Apreté los puños, intentando coger aire. Reí, bebí, y caminé hasta pasar tras una columna de espejos... Y lo vi. Estaba entre ellos, tras Helike y Sean. Con un gruñido, sin dudar, saqué la varita y apunté al viejo Nigromante, notando la rabia por todo mi cuerpo mientras en un movimiento ágil, entrenado, sacaba la varita del bolsillo trasero del pantalón y la dirigía hacia el anciano - Dernhorn! - gruñí. - Kiorke Sin darle tiempo a reaccionar, el látigo azul neón brilló, y con un restadillo inmovilicé al anciano, enroscándolo en el brazo hábil para impedirle usar la varita, tirando de él con fuerza. Si le rompía el brazo tampoco me iba a dar pena. Sin desviar la mirada, alargué la mano izquierda, hacia un grupo de cascotes, restos de un edificio victoriano de colores chillones semiderruido. "Proyección Mágica", pensé. Los restos se alzaron y salieron disparados hacia el anciano, atrapándolo de cintura para abajo, evitando que pudiera moverse y huir Con una mirada de rabia y desprecio, con una sonrisa amarga, convoqué las Flechas de Fuego con un solo pensamiento, dirigiéndolas sin dudar hacia el pecho de mi enemigo. Por supuesto, aquel no era Dernhorn. Era Sagitas, qeu había hecho estallar su globo en el peor momento posible. Delirio, que reinaba en aquel lugar caótico, había conseguido jugar con mi cabeza perdida, mientras que mis ojos de pupilas dilatadas creían por fin dar muerte a quién llevaba meses torturándonos.
  18. Matt Blackner

    6 6 6

    Ficha de reporte: Motivo de lanzamiento : Tirada extra por Compra Radio Conmemorativa Resultado del dado: 6 + 6 + 2 + 3 + 5 + 5= 27 Premio: 27. Sigue intentándolo
  19. CASILLERO 29: 500G Desvié la mirada hacia Sagitas, qeu parecía gritar malhumorada a @ Xell Vladimir Potter Black y @ Helike R V PB . O se habían peleado, o alguno de sus comentarios la había sacado de quicio. Aquel extraño lugar nos estaba desquiciando a todos, eso era una realidad. Y no me gustaba. Quería sacarlos de allí para poder regresar a casa a esconderme en algún rincón de la Potter Black. Xell parecía azorada porque Sagitas hubiera escuchado sus quejas, aunqeu hubiera sido solo una broma, mi madre no estaba para esas cuestiones. Era raro qeu la rubia y ella chocasen tanto. Pero más raro se me hacía que Helike no el contestara a gritos de la misma forma. Al contrario, parecía calmada. Pero al mirar a la vampiro aparté la mirada, frunciendo el ceño. Aunque fuera solo un delirio, lo que había visto un instante antes seguía grabado en mi mente, las palabras, las miradas...Helike. Aparté la mano del pecho y nervioso, caminé, pasando junto a @ Sean -Ojo Loco- Linmer , el más cuerdo de todos nosotros, que alcanzó a dar los ánimos qeu yo no pude. Increible, pero cierto. El poltergeist encontró las palabras qeu yo no pude para que el resto se tranquilizara. Me dediqué a caminar, entre figuras coloridas que de pronto se oscurecían, pedazos de masas informes o seres amorfos, alternando césped con arena y retales de asfalto, pues ni siquiera el terreno guardaba una lógica. Solo caminaba con la cabeza gacha, levantándola a ratos para mirar alrededor. No respiraba del todo normal, sino que trataba de controlar el ataque de ansiedad qeu había sufrido, en silencio, ahogando el ardor y la presión en el pecho hasta qeu se pasara como tantas otras veces, con el gesto inexpresivo. - A mi este sitio me recuerda a una pesadilla que intenta volvernos locos - murmuré, pues la vampiro comentaba que aquel lugar le recordaba al un perverso espejo de Oesed. Arrugué la nariz, pues de pronto la brisa traía el olor a sudor rancio, a vino picado. De nuevo, tenía ganas de vomitar, aquel olor era...me recordaba cosas nada agradables. Por eso giré, en dirección contraria al viento. El instinto volvía a estar ahí, se sobreponía sobre todo lo demás, y me decía que, si queríamos salir, lo mejor era alejarse de aquel olor asqueroso, al contrario qeu había sucedido con el corazón en la primera sala, donde la salida la habíamos encontrado siguiendo los latidos, siguiendo los deseos que tratábamos de ocultar....porque lo sucedido había sido por aquella sala, verdad? - Basta! Dejad de pelear. - regañé, girándome para mirar a Helike y Sagitas. - Este lugar nos está volviendo locos. Alejémonos de ese olor y salgamos de aquí. "por favor" pensé.
  20. Matt Blackner

    6 6 6

    Ficha de reporte: Motivo de lanzamiento : Tirada Diaria (04/11/2022) Resultado del dado: 6 + 4 + 1 + 5 + 2 + 2= 20 Premio: 20. Poción Cara de Calabaza
  21. CASILLERO 23: Deberás lanzar un dado de 5 caras ( 1=Ira, 2=calma, 3=miedo, 4=preocupación. 5=cordura.) Tu rol dependerá del estado en el que Delirio a decidió afectarte. Este rol deberá contener la palabra que marca el dado 25 veces. Roles con sentido y la palabra deberá estar distribuida por todo el rol, lo que significa que no pueden por ser por ejemplo: Miedo, miedo, miedo, miedo, tengo mucho miedo. - A mi también me llaman - murmuré por lo bajo, como respuesta a la leve protesta de @ Helike R V PB antes de alejarme de ella y retomar la marcha. Pasé junto a @ Xell Vladimir Potter Black y @ Sean -Ojo Loco- Linmer , sintiendo que compartían una mezcla de estrés, diversión y miedo. Tanto era asi, que el poltergeist ni si quiera se había atrevido a soltar una nueva broma para aligerar la tensión qeu existía entre nosotros. Me quedé mirando a Sagitas, que mantenía la mirada perdida. Llevaba demasiado tiempo callada, y eso me daba miedo. Ella era la más locuaz del grupo, y el hecho de que perdiera el habla de esa manera no presagiaba nada bueno. Intenté decirle algo, pero no pude, no sabía que decirle para intentar que se relajara. Asi que me limité a seguir adelante. Por suerte para nosotros, el intento de la vampiro por destrozar uno de aquellos espejos que nos rodeaban y parecían mostrar los motivos de nuestras ansiedades, anhelos o nuestro miedo más profundo había esclarecido el camino ante nosotros, puesto que en seguida creí divisar un nuevo portal, el tercero, aunque su forma no era precisamente la...normal. De la nada surgió una especie de tronco hueco, del cual volvía a emanar aquella electricidad estática que resultaba casi familiar, después de cruzar los dos portales anteriores. Tal vez, al fin, fuera nuestra salida. Esta vez no dije nada, solo esperé que me alcanzaran antes de cruzar. Jadeando, abrí los ojos. Nos encontrábamos en...en...no estaba seguro. Era un lugar extraño, a ratos una pradera, a ratos una calle del Londres antiguo. Formas y colores, pájaros extraños como los del dibujo de un niño pequeño volaban por el lugar, de pronto cambiaban a ser figuras de palo sin forma concreta. No intenté analizarlo, solo avancé, harto. Me asaltó una idea, un recuerdo, la expresión de Helike tras apartarla del espejo roto. El miedo era evidente en sus ojos, no por el lugar, no por haberse hecho daño. Parecía tener miedo de lo que había visto, y por su expresión, aquel miedo iba dirigido a mi. Lo que hubiera visto, parecía haberse centrado en mi, o tal vez en Elentari, y eso la había asustado. Pero torpe como era en aquellas situaciones, no había pensado en consolarla, sino en contener mi mal humor. Porque era mal humor, verdad? Eran cansancio, malestar. Era... "Admítelo" Negué ligeramente con la cabeza, caminando, sin fijarme en los demás. Ya suponía que me seguirían, con la esperanza de que los guiara hacia la salida en algún momento de la noche. Sus sentimientos me embotaban los sentidos, una sensación qeu nunca me había agradado demasiado. Me hacía sentir torpe, no me dejaba pensar. Y sin embargo, no me cerraba a ellos. "No quieres sentir." la voz se burlaba de mi. Estaba en mi cabeza, pero se burlaba de mi. "Ad-mí-te-lo" Apreté los puños, sin darme cuenta de que no podía respirar con normalidad. No había dejado de jadear, y en cualquier momento terminaría por dejar de respirar si seguía asi. Me adelanté por un arco de colores neón y, de pronto, sentí un apagón. Estaba solo, con todo a oscuras. La voz, la figura del Matt del espejo, estaba ahí. Lo sabía. "Tienes miedo" pronunció, disfrutando cada sílaba. Negué con la cabeza, de nuevo, con furia, mirandolo a esos ojos vacíos que conocía, que despreciaba. "oh, mírate. Te da miedo la oscuridad? Quieres que llame a tu papá? Entre nosotros, pasó corriendo un niño, el pequeño Matt. El niño que tenía miedo a la oscuridad, que gritaba a Jack y que odiaba su vida, perdido en el bosque de un país cualquiera buscando a saber qué criatura. El pequeño que había perdido el miedo a ser devorado por hombres lobo o secuestrado por seres de leyenda, pero que pasaba miedo por culpa de la simple oscuridad de una habitación, aunqeu no lo admitiera para que su padre no le regañase. "No. Mejor podemos llamar a Sean y Xell." Los dos aparecieron ahí, tras la estela del niño. La rubia parecía decepcionada porque los hubiera dejado allí, perdidos, solos, pasando el evidente miedo ante lo desconocido, sin alguien qeu los guiara a la salida. Ellos se habían fiado de mi, habían puesto su vida en mis manos a pesar de que ni siquiera yo supiera como llevarlos a la salida. Su miedo a morir los llevó a confiar en mi, y sin embargo yo los había dejado tirados en vete a saber donde, y ahora no sentían. Ni ira, ni alegría, ni miedo o dolor. A su lado, Sean no parecía disfrutar o pasar temer por nada. Habíamos perdido a su hijo junto con Ithilion, y sin embargo, el parecía despreocupado. Si yo hubiera perdido a mi hija, habría sucumbido al miedo y la locura mucho antes. Tenía que razonar, que pensar. Estaba jugando conmigo. Esto no podía ser real. Sean y Xell estaban allí, no conmigo, pero los sentía cerca. Igual que a... "Sagitas? La prefieres a ella?" preguntó burlón, mientras me encontraba mirando directamente los ojos de mi madre, llenos de dolor y miedo. No necesitaba buscar los motivos. No la había apoyado en su período como Ministra, y hacía meses que no podíamos recuperar a los niños. Además, estaba....estaba el pensadero. No había tenido más remedio que enseñárselo, y sin necesidad de sentirla, pude ver todo el miedo que sentía en sus ojos, el miedo y el asco por estar cerca mia. Por saber que, si no lo evitábamos, mataría a Ithilion. Había tratado de explicarle mil veces que no quería hacerlo, qeu no era a propósito. "Porque nunca admitirás que quieres hablar con Helike." Allí estaba la vampiro, detrás de mi. Sobresaltado, me puse de pie, mirándola. "Que quieres volver a pasar una noche con ella, pero tienes miedo de qeu vuelva a marcharse y no lo superes." Aquello era cruel. La vampiro sonreía, feliz. La misma sonrisa qeu tenía antes de salir de la Potter Black, antes de que llegara Elentari, antes de que pasara dos años sin saber nada de ella, solo con nuestra hija. Avanzó hacia mi, la única que se acercó. Alargó la mano y yo retrocedí un paso, con miedo al contacto con ella. Evitaba bajar la mirada de su rostro porque no me atrevía a enfrentar verla más allá, no quería saber qué intentaría usar conmigo. Cerré los ojos y me giré, ahora si, a mirarme directamente a los ojos. Con miedo, pero también con rabia. La imagen desaliñada que me miró era la misma imagen que tenía las primeras semanas después de que Helike se fuera de casa. Sagitas no había dicho nada, por pena, seguro, pero yo lo sabía. La mirada que devolvió aquella imagen era de odio, mientras bebía un trago de whisky de un vaso bien cargado. El sabor, seco, rasposo, pasó por mi garganta, dándome nauseas. "Esto te da miedo. Admitir que eres una persona. Admitir que necesitas ayuda. Que tienes problemas. Te da miedo admitir que no estás bien" Con un gruñido, lo agarré por el cuello de la camisa, mirándolo fijamente a los ojos. - Claro qeu me da miedo. Temo no sacarlos de aquí con vida, no llevarlos a casa a salvo. Tengo miedo de no encontrar a los niños, de matarlos. - gruñí cada palabra, notando ardor en los ojos. Lo tiré, al suelo, dándole la espalda. Despreciándolo. - Tengo miedo de quedarme solo. Pero son mis problemas, son mis sentimientos. Y ellos no tienen por qué saberlo. Nadie necesita saberlo. Los llevaré de vuelta a casa. - afirmé, mientras me alejaba. Atravesé de nuevo aquel arco, que se deshizo en un instante en miles de abejorros de colores brillantes. Para mi, parecían horas. Para ellos, probablemente había sido solo un instante. Aun me costaba respirar, mientras de forma inconsciente me llevaba la mano al pecho, frotándolo para tratar de contenerme y recuperar la normalidad. - Es por aquí. - afirmé.
  22. CASILLERO 20: 5000G @ Xell Vladimir Potter Black estaba callada, mucho. Tenía la sensación de que prefería estar con @ Sean -Ojo Loco- Linmer (su arlequinesco guardián improvisado) o con @ Helike R V PB antes que con Sagitas o conmigo. Normal, teniendo en cuenta qeu los dos le habíamos casi gritado, echado un poco la culpa por mentirnos. Ninguno de los dos estaba siendo agradable, pero por mi mente solo pasaba la idea de sacarlos de allí a salvo. O tal vez fuera ese maldito lugar, qeu nos ponía los sentimientos a flor de piel. En cualquier caso, el único ruido que nos llegaba desde la posición de la rubia eran las exclamaciones divertidas de Sean, y los chillidos de los animalillos antes de salir disparados. Suponía que ninguno intentaría curiosear los espejos, no quería quedarme cerca de ellos. Me parecía que nos vigilaban. - Sean, por tu bien, procura no acercarte a esos cristales - le advertí, recordando mi propia figura de mirada perdida. - no creo que sea agradable acercarse a ellos. Pero el poltergeist me hizo poco caso. De reojo, vi que comenzaba a acercarse cada vez más a las superficies reflectantes, atraido como una mosca hacia la miel. Al menos, hasta que algo pareció repelerlo, y eligió volver a sus tareas de espanta-ratas. Hice una mueca de "te lo advertí" antes de continuar con la vista hacia el frente, hacia la niebla. Sin embargo, las chicas permanecían calladas. Sagitas, porque seguramente procuraba concentrarse en evitar las ratas, aunque Helike sentía cierta curiosidad por mi advertencia. A mi esos espejos no me hacían ninguna gracia. Algo los volvía extrañamente inquietantes para mi. Tal vez poruqe era reservado, según Sagitas demasiado. No exteriorizaba nada, o casi nada, fuera dolor por una herida, mal humor por un trabajo mal hecho o... o como había llevado todo lo relativo a mis relaciones los últimos dos años. Y me daba la sensación de que, si miraba aquellos espejos lo suficiente, vería cosas qeu yo mismo no quería ver, o peor: que vieran los demás. Asi qeu prefería moverme con precisión quirúrgica para evitar sus reflejos, porque había llegado a comprender que aquello estaría allí, listo para devolverme la mirada. Cerré un momento los ojos, tratando de silenciar los murmullos de los espejos cercanos, cuando de pronto, un estallido se convirtió en el grito de dolor de una joven que no había oido en mi vida, pero que mi mente asoció con Elentari. Sorprendido, frené en seco y giré, llevando la mano derecha al bolsillo trasero del pantalón. Me quedé congelado mientras miraba a Helike, temblando, apuntado a lo que ahora eran los restos de uno de aquellos espejos. Sentí una furia inmensa crecer repentinamente en mi pecho, tanto, que en un par de zancadas acorté la distancia entre nosotros, sujetándola por los hombros para que dejara de mirar el espejo. - Qué parte de avanza y no mires los espejos no entiendes. - gruñí. Aun en mi enfado, me alivió ver que no estaba herida. Pero el sonido de cristales resquebrajándose volvió, de forma extraña. Despacio, volví la vista hacia el espejo roto. Como si nada, este había comenzado a regenerarse desde el centro y en un instante, lucía intacto. Tan intacto que pude contemplarme en la habitación en penumbra, despeinado, con barba de varios días. El llanto de una niña, de Elentari, sonaba por algún lugar lejano, asi que, mientras volvía la mirada perdida hacia mi mismo, levantaba el vaso de líquido amb... De golpe, aparté la mirada. - Movámonos. Y dejad de jugar con esos espejos. - pedí, antes de volver al inicio de la comitiva.
  23. Matt Blackner

    6 6 6

    Ficha de reporte: Motivo de lanzamiento : Tirada Diaria (03/11/2022)Resultado del dado: 5 + 2 + 5 + 6 + 1 + 6 = 25Premio: 25. 1 Esencia de Uro
  24. Alcé la ceja, aun de brazos cruzados, esperando una respuesta de @ Xell Vladimir Potter Black o @ Helike R V PB . La rubia parecía risueña, ensimismada con las bromas de @ Sean -Ojo Loco- Linmer . No tenía del todo claro si el antiguo mafioso, ahora poltergeist, estaba ligado a la Ojo Loco o si, de alguna manera, permanecía unido a Sagitas (aunqeu estaba seguro, no era la misma unión qeu tenía con Jack). Sean sabía como encandilar a las personas, más aun, a las mujeres. Pero tal vez las formas, las mias, no habían sido las mejores. La pobre en seguida se asustó por mi forma tan brusca de dirigirme a ella. Estaba enfadado, molesto. Ella enseguida trató de disculparse, de justificar que verdaderamente había oido rumores y por eso nos había traido hasta el MACUSA. No era la mejor mentira del mundo, y no fue hasta que casi sentí qeu se echaría a llorar, que me relajé un poco. Más o menos. - No te disculpes Xell. - dije, cansado, llevándome las manos a los ojos, frotándolos. - Es cierto qeu Derhorn estuvo implicado en la explosión de Francia. Y que trató de meter mano en el incidente de Stonehenge. - la miré un momento, apenado. Ahora entendía que había intentado hacer un bien por nosotros, simplemente no había llegado a entender la...gravedad....de la situación. El efecto que esas simples palabras iban a provocar en nosotros. Xell solo pretendía animarnos. Ese era mi pensamiento, cuando un muslito de pollo salió de la nada y comenzó a agitarse a pocos centímetros de mi cara. Eso me llevó a retroceder con el ceño fruncido. - Sean! - exclamé. Mi antiguo cuñado había decidido alzarse como protector del arbolito rubio. Al final, sonreí. - no le haré nada. Y no quiero tu pollo. Me giré hacia el edificio del MACUSA, aun con las voces de los visitantes resonando en el lugar. - Esté ese maldito ahí dentro o no, ya que estamos aquí, deberíamos entrar. - dije. Tampoco quería martirizar a Xell.
  25. CASILLERO 15: POCIÓN EROSIVA (-10PV EN CADA TURNO PARA AMBOS) Ignoré la conversación entre @ Sean -Ojo Loco- Linmer al hombro de @ Xell Vladimir Potter Black y @ Helike R V PB sobre no-se-qué de bragas. En otro momento me habría reido y automáticamente protestado por el hecho de que Sean tuviera la ropa interior de la vampiro en un lugar "de honor", además de que fue él quien había regalado a Helike cierto atuendo del cual no había quedado gran cosa después de... No, mejor no seguir aquella linea de pensamientos, o volvería a desviarme de lo importante: la salida. De pronto sentí un golpetazo en mi espalda acompañado de un gruñido. Sobresaltado, giré para ver a Sagitas quejarse, llevándose las manos a la nariz. - Acaso tu no me ves? Creo que soy lo bastante grande para que me veáis todos sin necesidad de andar anunciando mis movimientos - contesté molesto. Ya bastante tenía con guiarlos y, además, aguantar en silencio a que sagitas protestara, burlándose de mis intentos de dar ánimo al resto. Me crucé de brazos, gruñendo antes de girarme para darle la espalda. En el fondo la entendía. Los entendía a todos. Xell nos había mentido con la buena intención de que, por una noche, Sagitas y yo no pareciésemos un funeral. Helike había intentado ayudarla, y Sean se apuntaba a cualquier cosa que implicase la posibilidad de hacer trastadas. No tenían mala intención, y Sagitas y yo no teníamos mayor pretensión que permanecer en la PB, a salvo en nuestro refugio mientras nos lamíamos las heridas y dejábamos el tiempo pasar. Sagitas optó por sentarse en el suelo árido, como un niño qeu monta una pataleta. De no ser por las ratas que chillaban y correteaban a nuestro alrededor (alguna ya me había rozado el tobillo, estaba seguro) seguro que me habría obligado a cargarla en brazos. Pero los roedores provocaron, precisamente, que se levantara. Ahora fui yo quien puso una mueca. - Claro, salida, salida. - murmuré, gruñendo. - seguidme. Una vez más, me decidí a encabezar la marcha. Trataba de caminar mirando hacia el frente, a la niebla inescrutable, aunqeu se me hacía bastante difícil. A nuestro alrededor no tardé en notar que centenares de espejos levitaban, creando un molesto reflejo de la tenue luz solar y, al mismo tiempo, poniéndose en nuestro camino, como si pretendieran forzarnos si o si a mirarlos. Yo lo evitaba, no quería. Lo bueno es que el nuevo paisaje ofrecía una diversión para Sean, que había adoptado la armadura de "valiente poltergeist" para defender a Xell. La rubia caminaba con el paso despejado de ratas, que volaban aquí y allá precediéndola. Supongo que Sagitas y Helike se movían por detrás de mi. Yo avanzaba despreocupado de los animalillos, pues era lo bastante grande como para que mis pisadas las espantaran, pues corrían riesgo de que las aplastara sin más ascos que un simple gruñido. Al tratar de observar al grupo en nuestro avance, desvié la mirada. La crucé por un momento en un espejo, y mi reflejo, una vez más, estaba ahí. Automáticamente aparté la mirada de la figura que sujetaba un vaso de líquido ámbar y mirada perdida. Suspiré, ignorando la imagen. Ignorando las voces que habían comenzado a susurrar desde los espejos. No quería mirar.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.