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Matt Blackner

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Todo lo publicado por Matt Blackner

  1. Parecía que el grito "enfurecido" de Sagitas (Elentari conseguía ese efecto en ella, que parecía no querer que la escuchara maldecir o amenazar) llamó la atención de @ Sean -Ojo Loco- Linmer . En seguida, el nuevo ser de la familia apareció revoloteando alrededor de las dos, felicitando a Elentari por casi meter el dedo en la nariz de Sagitas. La pequeña tenía la habilidad de conseguir, de alguna forma, qeu todo se suavizara a su alrededor. Supongo qeu por ella habíamos conseguido mantener la cordura y no venirnos totalmente abajo. La estrella del sombrero del poltergeist era brillante, y verla en su pecho pareció ilusionarla muchísimo. Tanto, que regaló a Sean una enorme sonrisa, mientras se erguía para enseñarnos su estrellita. Sonreí como gesto de aprobación al verla tan alegre. - Una estrellita para la guardiana... - dije, con tono alegre, el que solía usar con ella. - Pero creo que el tito Sean se va a llevar una buena regañina si sigue llamando vieja a la abuela, verdad? - y gracias podía dar, ya que de no ser por la cría, seguramente ya había intentado lanzarle un par de hechizos. Harpo parecía tenerlo todo listo, ante la petición de Sagitas, el elfo sonrió complacido, como si ya lo tuviera todo preparado, simplemente para dar la orden al resto de elfos de la mansión. - Claro, una cena. Con eso será más que suficiente. - pero ella ya pensaba en recabar información. Había enviado a Babila a comprar, y de camino, intentar que captara información, aunque con su forma de entender las cosas, a saber qué nos llegaba. Al mencionar a @ Helike R V PB , noté que me sonrojaba un poco. Cogí a Elentari de sus brazos, muy interesado en retirarle un par de rizos de la cara y ponerle bien el jersey, mientras ella seguía ensimismada con los brillos de su estrellita. - No se nada de Heli desde...bueno, desde Halloween. Aunque le mandé un mensaje, por si quería pasar el día con nosotros. - contesté, sonriendo a la pequeña. - Si está en Ottery, tal vez venga. Una elfina trajo la caja con la decoración para el árbol, dejándola en una mesita cercana. - Tal vez @ Xell Vladimir Potter Black o @ Ada Camille Dumbledore tengan más información. - propuse, mientras Sean saltaba con la ocurrencia de llevarse el árbol más grande de los terrenos hasta la plaza del pueblo. - podríamos decorar ese arbolito que has talado, Sean. Que te parece, Elentari? decoramos ese árbol entre todos?
  2. Potter Black No me costó entender la mirada de Sagitas. Si, la rodilla me dolía por la humedad y las bajas temperaturas que trajo la nieve invernal. Si, desde hacía años me daba problemas de vez en cuando. Cierto, el chasquido de los huesos haciéndose añicos tras el hechizo de Sagitas era un recuerdo aun confuso, poruqe no recordaba que fuera ella, pero asi fue. No me gustaba qeu se sintiera culpable por ello...entendía que era lo necesario para evitar que matara a alguien, pero no podía evitar cojear. Por eso, prefería no decir nada. Menos mal que Elentari servía para relajar la tensión entre nosotros. Ella no lo sabía de forma consciente, pero podía sentir cuando el resto de personas en casa se sentían mal. Ella sentía a su abuela confusa, triste, y su reacción era correr hacia ella, con los brazos abiertos, riendo para que la tomara en brazos, intentando de forma inocente animarla. Por suerte, supongo, yo sabía que a mi no podría sentirme nunca. Las vi bajar la escalera, pero el mero hecho de pensar en ellas me hizo pensar en quedarme en la cama. Asi que me aparecí directamente en el hall, justo para escuchar la extraña deducción de Babila a la petición de Sagitas para que fuera a comprar dulces. Tanta sorpresa fue, que no pude reprimir una carcajada. - Hay algo que tengas que Jack y tú queráis contarme? - pregunté burlón, mientras caminaba con las dos hacia la salita que daba a los jardines. Señalé con la cabeza hacia el exterior, donde los elfos se movían a toda velocidad, en un estado cercano al pánico alrededor de @ Sean -Ojo Loco- Linmer . El poltergeist, vestido como uno de esos elfos muggles que acompañan a Santa Claus, caminaba ufano de vuelta al interior. - Es cierto, parece que nadie en Ottery va a celebrar estas fiestas. - nosotros habíamos decidido no hacerlo. Aun estábamos centrados en encontrar a Ithilion y SJ, y su falta cada día pesaba un poco más sobre nosotros. Tal vez aquella decisión era lo que había empujado a Sean a ser un poco más caótico de lo habitual, o había llevado a @ Xell Vladimir Potter Black a mantenerse un poco más distante. Después de lo que pasó en el MACUSA, seguramente no intentaría engañarnos de nuevo. - Tal vez debamos...hacer algo.
  3. La voz de Sagitas me pilló de sorpresa. No la esperaba detrás de mi, sino gritando improperios a @ Sean -Ojo Loco- Linmer . Desde que rondaba como ser por la mansión, Jack estaba raro. No se fiaba de que cumpliera sus pervertidas amenazas, y solía acechar o rondar, celoso aunque no quisiera admitirlo, por si Sean pasaba algún límite. Giré hacia ella, negando con la cabeza. - No, que va. Sean no... - de forma inconsciente, me froté la pierna. - Es por la nieve. Hay más humedad y la rodilla me...después de Halloween... - agaché la cabeza, guardando silencio mientras me sonrojaba. Había evitado hablar de lo sucedido en Halloween. Durante unos días no pude utilizar la magia, pero lo que me avergonzaba realmente era ser consciente de qeu Había atacado a @ Helike R V PB por confundirla con su maestro, y peor...me había vuelto contra Sagitas, creyendo qeu era Dernhorn. Entendía que no le quedaba otro remedio, y yo sabía uqe, de no haberlo hecho, la habría terminado matando. - no importa. Está bien.- mentí. Sagitas expresó su preocupación ante la falta de espíritu navideño, no de la familia, sino del resto de Ottery. Ni luces, ni árbol en la plaza, ni puestos....nada. - No he oido mucho. Pero es cierto que no hay nada que diga qeu estamos en navidad. - admití. - Crees que ha pasado algo? No he oido nada sobre ataques de bandos últimamente. Elentarí llegó hasta nosotros, corriendo con su peluche favorito, una ardillita, en las manos. - Agüela agüela! - exclamaba riendo como saludo, mientras iba hacia ella con los brazos abiertos, lo que me hizo sonreír.
  4. Cerré los ojos momento, antes de desviar la vista hacia Sagitas. Quería saber donde estaba el templo, y la respuesta no le iba a hacer demasiada gracia. - A poco más de medio día de camino a caballo. Si saliéramos después de comer, llegaríamos allí mañana antes del medio día. - contesté, con una expresión de resignación en la cara, sintiendo su mano en mi hombro. Si me lo hubiera propuesto, en cualquier otro momento, no habría conseguido moverme. Ahora, sin embargo, era más bien un muñeco, y cualquier empujón me habría postrado en aquella cama de nuevo. - Y antes de que lo sugieras, no, no podemos aparecernos allí. Solo Bayek puede, nadie más. Ni siquiera su hija puede hacerlo. Su vida gira en torno a la protección del santuario. Y es que, a pesar de ser culturas y formas de entender la magia distintas, seguían teniendo sus hechizos protectores, y solo el portador del águila podía aparecerse en el interior del santuario. La pregunta de Sagitas, malhumorada, me hizo sonreír un momento. Miré hacia la puerta, reprimiendo un recuerdo lejano. - Se llama Aya. Pero en su pueblo, no solo tienen un nombre común, sino que a algunos se les otorga un Nombre, por por una característica única...o por su posición, si es importante en la comunidad. A partir de ahora te llamarán Sayidat Zahra. - gruñí, aguantando una punzada. - Dama de las Flores. Debes de haberlos impresionado. A mi me llaman Aldhiyb Al'Abyad. Lobo Blanco. Supongo que no necesita explicación. - intenté reir, pero acabó en una mueca. - El nombre de Aya es Wasia... Guardiana. Heredará el cargo de su padre cuando él no pueda continuar. - Y no le hacía demasiada gracia que la llamara asi. La última vez que se lo llamé, me había marchado del pueblo y no habíamos vuelto a vernos. Por un momento noté el tacto frío de Sagitas cerca de la zona herida, y el contraste con el calor que sentía me provocaron un escalofrío. Apreté la mandíbula, aferrándome al pantalón mientras mi madre y una voz más grave murmuraban el mismo hechizo. Tras el dolor inicial, la sensación pareció mitigarse, al menos momentáneamente. Sabía que no era una solución definitiva, pero si no sufría demasiados sobresaltos, aquello me daría unas horas, pasando a ser un dolor sordo, lejano, liviano en comparación a lo que sentí poco antes. - Gracias - murmuré, levantándome despacio. Me tambaleé unos instantes, pero si quería viajar, debía mantenerme en pie. Receloso, mire al grandullón que había sonrojado a Sagitas. Aun tendría que contarme aquella historia. - si esos fénix están enfermos, necesitaremos hierbas, infusiones y cremas. - tenía que pensar en otra cosa, algo que no me recordara mi situación. Yo dependía de ellos.
  5. - Elentari....venga vamos - intentaba mantener el buen humor, pero la pequeña saltaba en la cama, en vez de dejarme acabar de vestirla después de una ducha para que entrase en calor. Me giré un momento para coger un pequeño jersey, muy calentito. La perdí de vista solo un segundo, pero la cría era tan rápida como traviesa, y los gritos de @ Sean -Ojo Loco- Linmer en la planta baja de la mansión, unido a que no estaba mirando (la miraba de reojo, pero para ella era suficiente) fueron su oportunidad de escapar. - Elentari, vuelve aqui! - exclamé, llamándola, echando a correr tras ella hasta que la rodilla derecha decidió que ya tenía suficiente. Noté como crujía y la chispa de dolor me hizo sujetarme a la puerta para no perder el pie. Con un gruñido, volví a moverme, cojeando para dar con la niña, que correteaba mientras reía a carcajadas. Para mis adentros, maldije mi rodilla, la nieve, la escarcha, y la humedad que traían consigo, y la gala de Halloween. Desde entonces la rodilla no me respondía con normalidad. Logré alcanzarla justo antes de que comenzara a bajar por las escaleras. La tomé en brazos, y su carcajada, tan espontánea, me hicieron sonreir mientras la levantaba. Escuché un sonido sordo, como alguien que golpea la madera, hasta que lo siguió el sonido de algo que chocaba contra el cristal. Miré a la niña, y cojeé hasta la habitación de Sagitas, que tenía la puerta abierta. Apenas nos asomamos, notamos que la copa de un pino asomaba por la ventana, llenándolo todo de agujas. Elentari me miró, poniendo esa expresión que ya reconocía como su "cara de trastadas". Por la ventana también me llegó la voz del antiguo mafioso, qeu discutía con los elfos, escandalizados por sus actos. - La abuela va a matar al tío Sean. - dije a mi hija, con tono divertido, como si aquella fuera la broma más inocente del mundo. Pero en los últimos días, había estado más apagado de lo habitual. La navidad parecía haberlo puesto nostálgico. A quién no? Mirando a Elentari no podía evitar recordar las navidades un par de años atrás, cuando Helike aun estaba embarazada. "Las próximas navidades las pasaremos con un miembro más en la familia." recordaba haberle dicho, en la intimidad de la habitación. Pero no había sido del todo cierto. La vampiro había desaparecido y las dos últimas navidades las habíamos pasado solos Sagitas, los niños, y yo. Con un suspiró, giré, volviendo hacia mi habitación. Volví a dejar a niña en la cama, ahora si, poniéndole el jersey. - Quieres que invitemos a mamá a venir a casa? - pregunté a la pequeña, que sonrió. Volví a cogerla en brazos y subí a Elentari a la mesa. La niña, sentada, se asomó por la ventana y vi como saludaba alegremente a Sean, mientras yo garabateaba una pequeña nota, que en cuanto toqué con la varita, se convirtió en un dragón de orgami. Observé como el dragón echaba a volar, perdiéndose por la ventana. No hablaba o veía a la vampiro desde lo sucedido en Halloween, en el MACUSA. Como tampoco sabía nada de @ Xell Vladimir Potter Black y @ Sunar PBT . Bajé a la niña de la mesa y dejé que se adelantara, mientras la seguía, cojeando detrás suyo. - Vamos a ver donde está Sagitas. O mejor, vamos a ver como decide castigar a Sean.
  6. Me apoyé en la puerta del armario, mientras echaba un vistazo al interior. No había gran cosa, alguna camisa, un par de sudaderas y algún pantalón, sobre todo, por si necesitaba cambiarme de ropa, lo justo. Menos mal que también había alguna prenda de Sagitas, que habría dejado en el pasado, o en alguna ocasión que se hubiera escapado para pasar allí la noche. Tomé la camiseta de color violeta y el pantalón gris y me giré hacia @ Ada Camille Dumbledore - Genial, café entonces - contesté, mientras le tendía la ropa. Se había envuelto en la toalla y permanecía en silencio, sentada en la cama. Por su expresión, probablemente la cabeza empezaba a dolerle. Uno de los efectos secundarios de la bebida. En realidad, la entendía mejor de lo que ella misma pensaba. - Si tienes frío, en el armario hay sudaderas. Te quedarán grandes, pero son calentitas. Estaré abajo preparando café. Retrocedí un par de pasos, tomando el vestido mojado antes de bajar las escaleras para darle un poco de privacidad. Menos mal que era demasiado temprano como para que nadie se pasara por allí a buscar nada. Abrí la puerta que daba al jardín trasero, extendiendo el vestido en el banco para que le diera el sol, quitándome la camisa para que se secara justo al lado. Preparé café, incluso, encontré galletas de chocolate que Harpo había preparado unos días atrás. Además, tomé un vaso y busqué ingredientes. No tendría el mejor aspecto, ni olía especialmente bien, pero tenía un buen remedio para paliar los efectos secundarios del alcohol.
  7. hey! puedo? yo también me apunto....el photoshop se me da regular, pero bueno, uno hará lo qeu se pueda para que al menos alguien tenga una sorpresa el día del intercambio de regalos
  8. Pobre @ Ada Camille Dumbledore , probablemente no volvería a fiarse de mi en mucho tiempo. Estando borracho, el agua fría es una de las cosas más desagradables, pero al mismo tiempo, ayuda a despejarse la cabeza, al menos lo justo como para razonar que es hora de dejar de beber antes de perder el sentido. Noté que se aferraba a la camisa, supuse que por la sorpresa de ver que, en lugar de buscar la botella, la guiaba directa hacia la ducha. De todas formas, no la dejaría caer, por eso me metí con ella. El agua fría la hizo gritar, lo cal me hizo sujetarla con más firmeza, dejando ver una ligera mueca. Poco a poco, el agua comenzó a ganar temperatura, y para ese entonces sentí que Ada ya no quería beber, poruqe había comenzado a llorar. Sentí su pena y el dolor qeu sentía, y sin saber el motivo, en cierta manera creía entender los motivos. Por eso aflojé el agarre, pasando de sujetarla a intentar abrazarla, de forma un poco torpe (no, las relaciones humanas no eran mi fuerte, en general poruqe no sabía que decirle para consolarla. Permanecimos un poco bajo la ducha, hasta que creí que, definitivamente, no quería seguir bebiendo. - Lo siento Ada. - me disculpé. - fuiste a dar con alguien que.... - callé, sin acabar la frase. No lo sabía nadie, ni siquiera Helike. Solo lo sabía Sagitas, porque...bueno, poruqe ella me había visto asi. Detuve la ducha y la ayudé a salir. Tomé una toalla que colgaba de un ganchito en la pared y se la puse sobre los hombros. - Voy a...a buscar algo de ropa seca. Seguro qeu hay algo de Sagitas en el armario. Si quieres puedes dormir un rato en la cama. O puedo hacer café para que comas algo. - le dije, mientras salía del pequeño baño, en dirección al armario situado junto a la cama.
  9. Aquellos instantes hasta que @ Ada Camille Dumbledore cedió y aceptó subir conmigo a la planta superior se me hicieron eternos. Temí que siguiera insistiendo y me obligara a salir. No por agorafobia, sino por la perspectiva de salir a buscar un trago. Bastante complicado me había resultado superar aquella adicción como para...bueno, para caer. Aunque era normal. Nadie en casa, salvo Sagitas, tenía idea de lo mis problemas con la bebida. En ese estado, para Ada lo natural era salir a buscar otro trago, a beber y celebrar una libertad de la que yo no había llegado a disfrutar en esos dos años. Bueno, en realidad, nunca había sido el alma de la fiesta por diferentes motivos. Sonreí, notando que me sonrojaba mientras ella confirmaba mi afirmación anterior: No era el alma de la fiesta. Además, ahí estaba otra afirmación...era incapaz de expresar lo que me pasaba por la cabeza, a pesar de qeu yo si podía conocer lo que sentían los demás. De hecho, el dolor que trató de enmascarar me llegó, tan claro como la luz que comenzaba a atravesar las ventanas. Se agarró de mi brazo, quitándose los zapatos de tacón y dejando el abrigo y el liguero a un lado, mientras su varita descansaba entre el pelo, en un gesto que, curiosamente, compartía con Sagitas. Subimos hacia la habitación superior, dejando que se agarrara a mi brazo para que pudiera subir sin acabar por el suelo. - Si, ya verás. El mejor whisky de fuego escocés que has probado nunca. - aseguré. La habitación estaba recogida, menos mal. A fin de cuentas, no había dormido allí. Me sentí mal. Muy mal. - Ven, aquí está.... Dije, encaminándome hacia el baño. La miré, disculpándome. - Espero que no me mates. Con todo el cuidado del que era capaz, la sujeté en el aire y me metí con ella en la bañera, abriendo la ducha. En seguida, estábamos empapados de agua helada. Aquello era lo mejor para despejarse.
  10. Me dio un poco de pena ver a @ Ada Camille Dumbledore en aquel estado mientras observaba el local vacío. Tenía la mirada perdida, claramente producto del alcohol que había ingerido. Al mismo tiempo, se sentía sola, lo supe, lo sentí. Fue fácil hacerlo, pero eso me hizo sentir peor por ella. No parecía alguien acostumbrado a la soledad, a sentirse asi, y tal vez por las fechas aquel sentimiento se había acrecentado. Tuve que respirar hondo antes de acercarme a ella. Se dejó llevar, más o menos, hasta que cayó en la cuenta de quien tiraba de ella y me revolvió el pelo entre risas. Casi me recordó a Ithilion. Reí entre dientes, intentando hacer caso omiso a la sensación de nauseas qeu me provocaba el olor a alcohol. - Bueno Ada, no soy el alma de la fiesta, no suelen invitarme a muchas - me excusé. De nuevo, estalló en carcajadas, mientras se daba cuenta de que, si la vieran sus rivales políticos, probablemente se armaría un escándalo, tanto en Francia como en Inglaterra. Lo que si me preocupó fueron aquellas afirmaciones respecto a su secuestro. - Te secuestraron? Espera...que...tu ex? - reí. - tranquila prima, mientras estés conmigo nadie te pondrá en peligro. Pero claro, su última reacción si que me puso nervioso. Se soltó de mi brazo para agarrarme de la mano y tirar de mi en dirección a la entrada de nuevo. Aun tenía ganas de fiesta, se encontraba en ese punto de la borrachera en que ya no eres consciente de la situación, y el cuerpo aun te pide un poco más de alcohol para intentar mantener el nivel de embriaguez antes de la llegada de las consecuencias. Nervioso, clavé los pies en el suelo. Había logrado arrastrarme un par de pasos por la sorpresa, pero era más alto, más grande, y no podría tirar de mi. Asi que la sostuve y la traje de vuelta, con una sonrisa nerviosa. - Tranquila, no hace falta que salgamos. Arriba - dije, señalando unas escaleras que subían desde la trastienda a la parte superior, donde se situaba una buhardilla donde tenía una pequeña habitación con cama y cuarto de baño. - Tengo una buena botella de whisky de fuego y otra de ginebra. Estaremos más cómodos y tendremos privacidad. - "no me obligues a usar la varita...." pensé
  11. Aquella mañana no habría ministerio. Ante la noche de insomnio, había preferido dejar la Potter Black temprano, aun a oscuras. Vestido con vaqueros y una sudadera negra, conduje por las calles silenciosas de Ottery hasta Mega Ayudas. No tenia ganas de pasar por el Ministerio, y tampoco tenía ánimo navideño. Debía pasarlo por la pequeña, claro qeu si, pero...no hoy. No tenía humor para ello, para que Harpo me mandara o Sagitas me pidiera que decorase nada. Asi que me ocultaría en megas, y con suerte, si alguien preguntaba, podría decir que estaba haciendo inventario. Me encontraba en la trastienda, sentado en uno de los taburetes, con la espalda pegada a la pared, cuando escuché que alguien entraba. Fruncí el ceño, alzando la cabeza. Los pasos sonaban temblorosos, como si la persona tuviera dificultades para mantenerse en pie. Me levanté despacio, cuando escuché una voz familiar. - Ada? - dije, sorprendido, acelerando hasta llegar a la zona del mostrador. No solo la encontré a ella, también me di de bruces con un fuerte olor a alcohol. Cerré los ojos un instante, luchando con la sensación que se me agarró a la boca del estómago. - Estás bien? - pregunté, acercándome con cautela - no son horas para que la ministra de Francia ande por las calles - "y menos, para uqe te vean asi" pensé. - vamos detrás? En Megas tenemos todo lo que necesitas.
  12. Parece que este ya no es mi sitio. O tal vez nunca lo fue. No lo se. Es triste, pero ya me he dado cuenta de que sobro. En cualquier caso se que esto va a importar entre 0 y nada, no es que sea una gran pérdida. No molesto más. Adios. 

    1. Helike R V PB

      Helike R V PB


      Que a todo ésto, justo lo acabo de ver ahora o.ô -sí, lo sé, voy retraso-

      A los demás (fuera de la familia, digo) no sé si le importarás pero a mí sí me importas, cualquier cosa, ya sabes dónde estoy...

      aunque te entiendo, ésto está má muerto que un cementerio en navidad (sí lo sé, un poco burra yo xDDD)

      y hablando de burrezas, ya sabes que yo, a la hora de demostrar el cariño, soy un poco miura jajaja 😂😂

      Por aquí por el noroeste ya sabes que se te quere 1 montón❤️! (al que no le guste, que se jo... xD)

      No te canto una salve rociera porque aparte de que no es mi estilo (ni el tuyo, creo xD) me tirarían piedras de lo mal que canto JAJAJAJA 😘 😘

    2. Anthony R. Dracony M.

      Anthony R. Dracony M.

      Un sentimiento que comparto... pero a diferencia, yo soy necio y aunque no me tomen en cuenta, sigo adelante porque es mi deseo seguir aquí, aunque no sea mi sitio, aunque día a día surjan dificultades y problemas (además de los propios) Creo que no deberíamos dar tanto poder a los que son ajenos, después de todo, en uno está el milagro de "la existencia" importas mucho por quien eres y habremos quienes te estimamos verdaderamente. ¡Ánimo! 

  13. Si alguien me necesita o quiere que me pase por aquí, ya sabe donde encontrarme. Y si no, pos ná.

    1. Ada Camille Dumbledore

      Ada Camille Dumbledore

      Hola primo, llevábamos rol con @ Adrian Wild en cambio de mando en el CMI si quieres seguir 😊

    2. Matt Blackner

      Matt Blackner

      Hey Ada, yo por mi claro, lo que no se es si seguirá abierto. Voy perdido en el cmi

    3. Ada Camille Dumbledore
  14. Sunar y yo caminábamos por el Parque mientras charlábamos. Argentus, por su parte, había optado por situarse al otro lado, con su madre haciendo de "barrera" entre nosotros. Era raro verlo tan mayor, pero los años habían pasado, para todos. Para Ottery, para la familia, incluso para mi. Era normal que se sintiera un poco cohibido en un lugar nuevo (porque era poco probable que recordara gran cosa) y entre "extraños" - Ya, hay muchas cosas que han cambiado. Muchos optaron por cerrar y marcharse. Tuvimos...ciertos problemas. Guerra. Y eso supuso dificultades que llevaron a muchos a cerrar y buscar beneficios en otro lugar. Otros regresaron al tiempo, o llegaron nuevos negocios. Y algunos logramos resistir. - admití, metiendo las manos en los bolsillos. - Aunque admito que incluso a mi me resultan extraños algunos comercios que me encuentro. Ladeé ligeramente la cabeza hacia el niño, notando que se giraba, volviendo a mirar hacia el frente. Seguía agarrado de la mano de su madre, y aunque me hiciera el tonto, sabía que no dejaba de mirarme, con una mezcla de miedo y curiosidad. Sonreí ligeramente, mirando a mi sobrina. No era mal chico, solo era un niño. Yo había sido mucho más incivilizado que él, más hosco. Aunque claro, no habíamos pasado por las mismas situaciones...podía entender que no confiara, o que no supiera como actuar. - Podemos ir a la cafetería del hotel. Hay comida, bebidas frías y calientes....helado... - propuse, mirando de reojo al niño. - pero claro, no se si tendréis ganas.
  15. Escuché la risita de Elentari acompañada de los gruñidos de su cachorro, mientras Fenrir parecía regañarles. Estaba seguro de que, fuera cual fuera el estropicio, él se encargaría de que no fuera a más. Mientras @ Sean -Ojo Loco- Linmer confirmaba que Sagitas seguiría fuera un buen rato, con suerte. La había engañado (prefería no preguntar exactamente como) para que creyera que algo había sucedido en el Circo. Tras la Purga Mágica, habíamos tenido bastante trabajo en el ministerio, como hacía tiempo que no tenía. Muchos daños que controlar, bastantes heridos. Mucho caos para el que no estábamos preparados, a pesar de la creencia de nuestro nuevo ministro. No me pasó desapercibido como Sean, levitando a mi lado, miraba a Elentari, con cierta pena. Dudé un momento, pero acabé poniéndole una mano en el hombro, dándole un apretón. Entendía por lo que estaba pasando, porque Ithilion se encontraba en la misma situación. Incluso sabía que Elentari también lo entendía. Bueno, más o menos. La niña había heredado mi empatía, pero era demasiado pequeña para comprender como utilizarla. - Seguro que si aprovechamos y le colocamos ya la decoración navideña no protesta. - contesté. - luces para ti? Llegarás donde nosotros no alcancemos. Apenas nos alejamos unos pasos cuando alguien abrió la puerta. Yo mismo abrí, encontrando a @ Sunar PBT y Argi, muy formalito, con su pajarita y su mochila. Sonreí, dejándolos pasar. - Elentari está en la sala, con los lobos. Ve con ella si quieres - invité a Argentum. - Has visto a @ Helike R V PB y @ Xell Vladimir Potter Black ? - pregunté a Sunar, mientras cerraba la puerta. - Tenemos que preparar la decoración para cuando Sagitas llegue. Sean se hará cargo de las luces. Y de la tarta no debemos preocuparnos.
  16. Sagitas reaccionó como cabía esperar de ella: gritando y maldiciendo a @ Sean -Ojo Loco- Linmer por el estropicio causado con el ghoul-dragón. Logró atarlo con el latigo azul que surgió de su varita, pero el ser logró arrastrarla en su loca huida. Alcé la ceja, viendo como desaparecía, antes de desviar la mirada hacia el antiguo mafioso. - Creo que quiere encerrarte en una jaula. Tenemos un montón abajo, en el sótano - comenté, como quien habla de la lista de la compra - de todos los tipos y tamaños. La prefieres colgando del techo? y pequeña, estrecha y húmeda? Por el contrario, Elentari reía, encantada al ver como Sagitas había desaparecido con el loco dragón. La risita de la pequeña me hizo sonreir, mirándola embobado. Para ella, aquel había sido un espectácul0 fantástico. Muchas veces daba gracias porque ella no pudiera sentirme, para que no le afectaran mis emociones. Sin embargo, parecía caerle muy bien el ente que últimamente nos "atormentaba" repiqueteando en los vidrios de las ventanas o levitando por el techo de forma lastimera. Al menos, solía respetar la habitacion de la pequeña. - Vas a librarte de esa jaula, Sean - la voz de Jack sonaba seria, lo suficiente como para que entendiera que no bromeaba. - pero va siendo hora de enseñarte un par de normas. - comentó el fantasma, que hizo un par de monerías a la niña al pasar por nuestro lado. - Que suerte, Sean. Tendrás que rendir cuentas a Jack - dije, mientras me alejaba de ellos. - Primera norma - escuché que decía Jack, poniéndole una mano en el hombro. - la habitación de Sagitas es sagrada. Si te pillo entrando a horas intempestivas.... Cuando regresé a la sala, Argi se calentaba las manos junto al fuego, y @ Sunar PBT y Sagitas hablaban de tomar algo para picar. - Si, algo de comer - contesté distraido, mientras Elentari alargaba sus manitas hacia Sagitas
  17. - Aquí! - grité desde alguna parte de la trastienda, entre cajas y polvo. - enseguida salgo! Caminé hacia la entrada, cargado de cajas, libros y pergaminos. Aun intentaba ordenar el almacén. Muchos productos se habían echado a perder con el paso del tiempo, asi qeu antes de reponer, había decidido limpiarlo todo. Mejor hacer espacio para lo nuevo antes que mezclarlo y que, de nuevo, acabáramos con un desastre en el almacén. Cuando conseguí soltarlo todo sobre el mostrador, miré al elfo que esperaba malhumorado. - Hola, Raizor. Siento hacerte esperar. Qué necesitas? - pregunté. Aquel elfo era mayor, y aunque parecía malhumorado, estaba seguro de que no siempre era asi. Tal vez era muy estricto en como debía afrontar sus tareas. A lo mejor se exigía demasiado. O tal vez, con el paso del tiempo, su carácter había cambiado un poco. Yo no lo recordaba asi, pero tampoco me parecía bien preguntar más allá de lo que podría considerarse educado. En seguida noté que llevaba un pergamino en la mano, asi que definitivamente el motivo de la visita eran compras, sin duda para Sunar. Pero preferí esperar a que el elfo me lo indicara. No quería hacerle sentir incómodo.
  18. Por una vez, la condición de @ Sean -Ojo Loco- Linmer como poltergeist ligado a la Ojo Loco nos sería de gran utilidad. Aprovechó que Sagitas estaba fuera para avisarnos, a @ Xell Vladimir Potter Black y @ Sunar PBT , que acudiría con Argi, y a @ Helike R V PB , que vendría desde la Rambaldi. Yo fui el primero en llegar, y para cuando el antiguo pervertido me abrió la puerta, los lobos entraron los primeros, correteando por la entrada, mientras yo pasaba, con Elentari en brazos. - Estás seguro de que no está por aqui? - pregunté a Sean, mirando a mi alrededor. Desde luego, la casa estaba muy silenciosa. - Espero qeu tarde en llegar desde donde sea, porque las chicas aun tienen que llegar y deberíamos preparar las cosas. Elentari dio un tironcito de la chaqueta de cuero negro que me había puesto, acompañado por una camiseta gris y vaqueros. La pequeña, que llevaba un vestidito blanco con pequeñas margaritas azules, protestaba porque quería bajar para jugar con Fenrir y Freyja - Papiii... Con una sonrisa boba la dejé en el suelo. Fenrir la espero, paciente, mientras la niña correteaba con sus piernecitas, dando pasos trastabillados hasta agarrarse al pelaje del animal. Si de algo podía estar tranquilo era de que Elentari se quedara al cuidado de los lobos. - Venga Sean, las chicas estarán al caer, y tienen que traer la tarta y las decoraciones. Vamos a preparar las cosas. - porque el tiempo apremiaba y no estaba seguro de cuanto tiempo tendríamos a solas antes de qeu Sagitas llegase.
  19. El último recuerdo del parque tal vez no era el más adecuado. El accidente con los elfos forasteros y Sagitas había sido...difícil. Pero había que dejarlo atrás, y ahora el parque pasaría, de nuevo, a las aguas cálidas de ciertas piscinas y atracciones, a las piscinas interiores, los spas y jacuzzis, más apropiados de las épocas frías que del verano. Además, la zona de residencia y hoteles solía funcionar bastante bien acogiendo visitantes y turistas. Por eso, no cerraba, aunque fuera invierno. Simplemente, era más tranquilo. - Hasta los 6 años, no. - contesté, con las manos en los bolsillos. - Pero la familia siempre tiene vía libre. - hice un ligero gesto con la cabeza a la recepcionista de la entrada al parque, para que los dejara pasar. Era normal qeu no los reconociera, hacía años que no vivían en Ottery, y no podía conocerlos. Me hice a un lado, sosteniendo la puerta para que los dos pudieran pasar. - En la época de invierno no abrimos todas las piscinas ni los toboganes. La gente prefiere las piscinas cubiertas y las aguas termales antes que los toboganes. - comenté. - Siento decirte que no podrás subir a todas las atracciones, pero seguro que encontramos algo donde puedas divertirte. - dije, mirando a mi sobrino. Peor el pequeño agachó la cabeza y pasó por mi lado. Lo seguía sintiendo incómodo conmigo, tal vez porque no se fiaba, o tal vez porque no estaba dle todo seguro de como reaccionaría. Caminé junto a @ Sunar PBT , un par de pasos por detrás de Argi. - Eh, como llevais la vuelta?
  20. Me quedé a unos pasos de la puerta, parado. Era Sunar, pero hacía años que se había marchado de la POtter Black con...donde estaba Argi? Seguro que ya no era aquel niñito qeu me congelaba el pelo. Ella también había cambiado, después de tanto tiempo, o al menos, era la sensación que tenía al verla. Torpe de mi, no supe que decirle, asi que solo dejé que atara cabos mirándonos a Elentari y a mi. El pelo violeta era algo difícil de ignorar, más en nuestra familia. No llegué a asentir o a decir nada, pues alguien llamó a la puerta, lo que hizo que sintiera a @ Sunar PBT aliviada. Probablemente era lo que había estado esperando, lo que la mantenía nerviosa a pesar de encontrarse con Sagitas. Aproveché ese segundo con ella para mirarla a los ojos, preguntando con un ligero gesto que si ella sabía que Sunar regresaría a casa. Pero no nos detuvimos demasiado en aquella conversación muda, ya que salimos hacia la entrada, donde Sethy, la elfina de Sunar se retiraba para encargarse de acomodar sus habitaciones, y dejaba a Sunar y Argi con nosotros. Pero las cosas en la PB nunca eran tranquilas. @ Sean -Ojo Loco- Linmer , nuestro poltergeist en funciones, y su ghoul-dragón estaban causando problemas. Menos mal que Sunar reaccionó a tiempo, evitando un accidente mayor. Con un gruñido, me giré hacia el antiguo mafioso. - Sean. Tienes un minuto para esconder ese poltergeist o Fenrir os hará pedacitos. - dije, mientras el lobo aparecía a mi lado, silencioso, gruñendo. Él los guiaría hacia donde Sean pretendiera que su nuevo amiguito americano viviese. Sin embargo, la risita de Elentari me hizo sonreir como un bobo. A ella aquel espectácul0 le había hecho gracia. Miré a la niñita a los ojos y luego, me giré hacia Sunar y Argi. Avancé un par de pasos, mirando fijamente al niño. Estaba tenso, lo sentía, lo veía. Tenso y asustado. No nos recordaba, era normal. Alcé la ceja y alargué la mano hacia él. - Yo soy Matt. Supongo que no te acordarás, pero la última vez que te vi, eras más o menos como ella. - dije, mientras Elentari los miraba a los dos, sonriendo. Tenía dos años, pero tenía la sensación de que ella ya era más sociable de lo que yo había sido en toda mi vida. - Se llama Elentari, y es mi hija. Tu prima. Los miré a los dos, y luego señalé hacia el salón con la cabeza. - En el salón hace más calor. Será mejor pasar ahí para charlar, no creéis?
  21. @ Helike R V PB se había apartado para fumar de un chico que también parecía esperar al arcano. No compartía aquella costumbre, y creo que nadie más en la familia lo hacía, y sin embargo era algo qeu asociaba con ella, y a veces, solo lo hacía para cubrir su propio nerviosismo. Ella opinaba que era mejor esperar a que @ Lawan Nguyen Thanh llegara a nosotros de alguna forma. Por lo que yo recordaba, la última vez que estuve allí, fueron sus serpientes quienes me recibieron. La vampiro sonreía. Lo sabía, pero no me había dado cuenta hasta que se acercó a mi oido. Apreté la mandíbula, tenso sin darme cuenta. - Ah...si, claro, estoy bien. - contesté, sonriendo distraido. Sabía, o imaginaba qué estaba pensando: la conversación que aun nos quedaba pendiente. - Si, espero que @ Xell Vladimir Potter Black no tarde en llegar o se perderá el comienzo. Permanecimos un instante en silencio, hasta que escuché el siseo por la hierba, algo qeu se arrastraba entre el césped y la tierra húmeda. Aquel sonido despertó recuerdos lejanos en mi mente, de mi primer intento por aprender pársel. Apreté los puños al notar que algo comenzaba a enroscarse por mi pierna, subiendo con calma. Asentí ligeramente ante la despedida de Heliké y agaché la cabeza para observar la serpiente de coral. Parecía un poco más grande que la última vez, pero sus colores rojo, negro y los anillos blancos seguían tan vivos como entonces. Sonreí de medio lado, alargando el brazo para dejar que se enroscara. Por experiencia propia, sabía que si me mordía podría terminar en la enfermería (con suerte), y que los bezoares poca utilidad tendrían. - A ti te conozco. Has crecido - saludé a la serpiente, con respeto, mirándola a los ojos. La voz de Lawan sonaba cansada mientras el viento parecía arrastrarla hasta nosotros, dando instrucciones sobre qué debíamos hacer para llegar hasta él - Tengo curiosidad. Quiero aprender. Ser mejor... - contesté, observando un momento como la espalda de Helike se perdía tras la puerta de la cabaña. Yo prefería quedarme fuera, al menos de momento. - para cuidar de mi familia y de los mios. Por eso he vuelto.
  22. hey! Buenas! paso por aquí para pedir que añadan a Sunar como copropietaria del Parque Acuático Witch, ahora que regresa al foro. Como no se bien qué necesitaréis, os dejo por aqui: Registro del negocio: aquí Link a la ficha de Sunar: este Bóveda de Sunar: esta Al mod que le toque, gracias!
  23. hey! ID de usuario: 109123 Llave (Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw, Slytherin, Ilvermorny o maestra): 1 llave Gryffindor, 1 llave Slytherin Premio: 2 llaves de Hogwarts por completar Mazmorras ID de usuario: 109123 Llave (Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw, Slytherin, Ilvermorny o maestra): 1 llave Ravenclaw Premio: 666. Llave escolar a elegir
  24. Por qué tenía que ir yo a buscar a @ Sean -Ojo Loco- Linmer ? No era su niñera. Pero cuando se "escapó" (si podíamos llamarlo escapar) de la Ojo Loco, Sagitas se puso nerviosa. Los dos sabíamos como era el poltergeist, y si causaba problemas, irían a buscar a Sagitas, dado qeu él, de alguna forma que yo no conseguía entender del todo, estaba ligado a aquella mansión, y por tanto a cargo de Sagitas. Y nadie quería (ni debía) hacer enfadar a Sagitas cuando estaba con Jack. O sola. Mejor no hacerla enfadas en ningún caso. Asi qeu ellos se habían quedado al cargo de Elentari, mientras yo me dedicaba a buscarle. Primero, probé suerte en la PB, donde había decidido esconder al ghoul que se había agenciado tras la visita al MACUSA, pero el pobre ser estaba en su rincón del sótano, solo y gimiendo (como casi siempre hacía, la verdad). No lo encontré en los establos ni en el Bosque Prohibido, que lindaba con la mansión. No me quedaba más remedio qeu buscarlo fuera de los terrenos de la familia, asi qeu arranqué la moto voladora y salí en su búsqueda. No lo sentía por ningún lado, y eso empezaba a preocuparme, hasta el punto en que llegué a pensar que Dernhorn podría tener algo que ver. Al menos...hasta que sentí su rastro. Maldiciendo entre dientes, seguí aquella sensación... Hasta frenar justo en la entrada del castillo Rambaldi. Permanecí en la moto, sentado, durante un par de minutos. No pasaba por allí desde el incidente del extravío de Elentari, y al final aquello había quedado solo en un susto. Con un suspiro desmonté, arrancando de nuevo, recorrí el camino de tierra hasta la entrada, llamando a la puerta con tres golpes secos, antes de meter las manos en los bolsillos. Sabía que @ Helike R V PB estaba en casa, porque la había sentido antes de llegar. Sean tenía suerte si no lo mataba.
  25. No estaba nervioso. No, que va. Solo quería aprender parsel. Lo había intentado tiempo atrás, pero no había salido como yo esperaba. Mi último recuerdo era despertar en la enfermería, con Sagitas al lado, burlándose de mi. No había logrado dar con el antídoto a tiempo, aunque no me habían dejado morir (al menos) Esta vez, había pensado en dar la clase acompañado. @ Xell Vladimir Potter Black había aceptado casi al instante, y @ Helike R V PB , después de lo sucedido en el MACUSA durante Halloween, también se había apuntado a la clase. Pensar en la vampiro me hizo fruncir el ceño mientras me sonrojaba. Demonios... Palpé los bolsillos del pantalón negro, cerciorándome de llevar la varita en el bolsillo trasero, como siempre. Había elegido una camiseta de color azul oscuro de manga corta y deportivas. A fin de cuentas, seguramente en la academia haría calor, y si la clase se parecía a lo poco que podía recordar de mi anterior intento, lo mejor era llevar ropa cómoda y práctica. Como sabía que la rubita vendría desde la Ojo Loco, y habíamos quedado en reunirnos directamente en los terrenos de la academia, me aparecí desde mi propia habitación en la Potter Black. Efectivamente, los terrenos estaban soleados, y el hogar del arcano parecía vacío. "Como aquella vez" pensé. Metí las manos en los bolsillos mientras caminaba. A lo lejos vi a la vampiro, que también acababa de llegar, hablar con otro estudiante, que parecía tan perdido como nosotros. - Hey. - saludé, alzando la mano un momento, antes de volver a meterlas en los bolsillos. Seguía nervioso, como un crío. - Si no está ahí dentro, tal vez tengamos que buscarle. - sugerí. - Xell me dijo que llegaría desde la Ojo Lobo. Deberíamos esperarla.

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