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Matt Blackner

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Todo lo publicado por Matt Blackner

  1. hey! pue ala, voto hecho. Ya solo queda esperar a poder abrir la gala On rol para lo premiso, tengo muchas ganas de poder rolearla, seguro que lo pasamos en grande xD seh, siempre me apunto a un rol. suerte a todos los nominados, seguro qeu se reparte suerte, por aqui todos los nominados son grandes roleros o muy buenos roles, y la cosa va a ser interesante segurisimo ^^
  2. Jack Blackner. on Sagis Y jess Jesse no supo que dcir. Era duro oir decir a tu hija que los demás la habían rehuido, pero había sido por subien, todo por intentar que sobreviviera, ue tuviera una vida, la que por aquel entonces ella pensaba que nunca tendría el peuqeo Matt. Jesse no tardó en correr y abrazarse a Sagis, en esconderse entre sus brazos en busca de consuelo. Sonreí al ver aquella escena, era muy tierno y tuve una punzada de envidia. Era de esas cosas en las que nunca iba a poder participar. Pero me alegraba verlas felices. Aunque puse cara de indignación al oirla decir que anularía la luna de miel. Matt Blackner Habiamos acabado con la madera, todo estaba limpio, recien pintado. Me iba a despedir de Xell cuando me dio un beso en la mejilla. Y de pronto, sin saber y por qué, echó a correr. No entendía nada, pero eso me perturbó. por que se comportaba asi? había hecho algo malo? No lo sabía no tenía ni idea y me preocupé. Decidí que lo mejor era apilar la madera, la usaríamos en el invierno para las chimeneas, pero no podía quitarme aquella situacion de la cabeza. debía hablar con mamá y con Jess, seguro que ellas entendían mejor que yo lo que había hecho. Por eso cogí un monton de leña y bajé las escaleras, a ver si las encontraba
  3. Tenía la sensación de que alguien me había estado observando. Vale, que los niños me habían estado mirando. era mas bien como si alguien más hubier estado y no me hubiese enterado. Asiq ue viendo a los niños dormidos, me decidí a moverme, sotuve la puerta para dejar paso a Fenrir y luego la cerré para que no sintieran mucho ruido. Caminé por el pasillo hata que me encontré a Sagis, que hablaba con Jesse, mientras los niños hacían cosas de navidad. - Hola, yo... - me acerqué, en realidad no sabía bien que decirles, porque tampoco estaba del todo seguro de saber exactamente que había conseguido o no hacer con los pqueños. - Esto...se han dormido
  4. Era increible. Había conseguido contar un cuento a aquel montón de niños casi sin darme cuenta. Y me habían escuchado, a pesar de que no era el mejor narrador del mundo. Y después, al darme cuenta de que estaban mirándome fijamente, alli, tan cerca, tan atentos, me había puesto nervioso. Para Sagis o Jesse sería muy fácil, pero a mi, cuando me sacaban de Ithilion o Argi, se me hacía muy difícil tratar con niños. Más aun, con tantos. Pero me obedecían. Algunos bostezaban, y no se como, acabé logrando que se echaran a dormir un rato la siesta. Ahora estaba alli, junto a la puerta, apoyado en la pared y con los brazos cruzados, mirando fijamente aquel montón de niños, sin salir de mi asombro. Fenrir estaba caminando en silencio alrededor de ellos, vigilándolos, hasta sentarse a mi lado, observandoles. Y ni siquiera sabía como lo había conseguido.
  5. Asentí con la cabeza - Claro, no te preocupes, es lo que estamos haciendo. Revisar las fechas y procurar no aspirar ningun vapor extraño de las cajas. - le dije. Ella trabajaba en la restauración, y sabía cual era la mejor manera de deshacerse de los árboles. Además, me gustó su idea de usarlos para Halloween, para hacer alguna hoguera y quemarlos. - Es una gran idea prima. Empezamos? - le pregunté, agitando mi varita hacia uno de lo arboles, comenzando con la limpieza. Jack BLackner Jesse no respondía y Sagitas estaba cada vez más nerviosa. Acabaría por darle un ataque. Asi qeu sujeté su mano para que supiera que seguia estando alli con ella. Pero ella...la chica no reaccionó bien. Se alejaba y lloraba. Algo en ella la hacía estar asi, y eso me enfadó. - Jesse Potter Blue, mírame ahora - dije. No habñia ubido la voz, pero mi tono era serio, más que el que normalmente usaba. Había aparecido justo delante de ella, y como fantasma, no iba a poderme dejar atrás aunque quisiera. - Entiendo que estés extrañada, pero tu madre no te odia. No te teme. Para ella es difícil pensar qeu sus hijos escuchan al fuego, que les llama. Podría consumirte como podría consumir a Ithilion y e preocupa por ti. Teme que el fuego te mate y no poder ayudarte. Ya pagó tributo por Matt, lo pagó por ti después, fue más duro porque después de perder a un hijo, tuvo qeu dejarte ir para que pudieras sobrevivir. Y ahora espera el día en que Ithilion se lo haga pagar. La miraba fijamente a los ojos. - Nadie te odia Jesse, solo teme que su pequeña sufra daños y la pierda. Rompimos un montón de reglas para tenerte y ahora no lo va a estropear. Asi qeu ve y abrázala. - le dije.
  6. No tenía respuesta clara a la pregunta de Xell, asi que me encogí de hombros. - La verdad es qeu no habia estado aqui antes de volver a abrir, pero no creo qeu Sagis guardara nada raro...es una papelería, no un aboratorio. - reí - Tenemos...filtros de amor creo, aunque algunos están un poco pasado, porque una caja se nos rompió y Sagis de volvió un poc oloca, pero solo le duró un ratito - mentira, habían sido un par de horas y casi se lia, pero era mejor no decir eso. Aunque al final no parecía tan enfadada. Sonreí levemente, cogiendo la varita del bolsillo. - Supongo que un levicorpus no? porque si tenemos que arrancar los que estén clavados...aunque de todos modos, no soy de accidentes, asi que no se muy bien como hacer para reparar el estropicio - comenté riendo. - Estoy a tus órdenes Jack Blackner - con Jesse, sagis y sunar Al fin sonreía. Ahra estaba más convencida, más tranquila en lo referente al poder de Ithilion y Jesse. Menudos hijos nos había tocado. Nos acercamos hasta Jesse. Con ella ya estaban Sunar y ese pequeño de pelo azul que lo congelaba todo. Parecía estar consolándola, asi qeu me retrase un poco, quedando justo detrás de Sagis. Estba alli para apoyarlas a las dos, a una por su nueva "habilidad" y a la otra a aceptar las cosas. No dije nada, solo escuché, rozando levemente la espalda de Sagis, que supiera que alli estaba, con ella. Reconoció que estaba asustada por no poder entender aquellos poderes, que le asustaban, pero no ella, pues no quería que se consumiera o que saliera herida por su culpa. A ella la quería y mucho, y por eso quería abrazarla. Sonreía viendo aquella escena, añoraba poder ser humano para participar en aquellas situaciones, poder estar vivo de nuevo. Pero no era posible de momento para mi. Asi que solo podía mirar, estar ahi y notar la imrada curiosa del niñito pegada a mi.
  7. Los niños me miraron. Algunos negron con la cabeza, más bien los chicos. Las chicas decían que si lo conocían. Seguramente a los niños aquel tipo de cuentos no les gustaba, aunque a Ithilion si, el se lo sabía porque... Porque era el único que mamá me había contado. Asiq eu tenía que pensar en la forma de que les pareciera interesante. Vi unas piezas de madera, de esas para jugar a hacer edificios junto a mi pie. Acerqué la mano al bolsillo donde estaba mi varita y con un movimiento leve, lo transformé en una hadita. - Esta es Amelia. Es una hada que vive en un bosque. Le gusta mucho salir a explorar y jugar con sus amigos los animales. Un día salió a explorar cuando... Transformé otro cubo, este, en un dragón. Un galés verde, como recordaba haber preguntado a Sagis, si era o no de aquella especie el dragón del cuento. - Un monstruo empezó a quemar la hierba! - el dragón abrió la boca en dirección a la hada de madera, y fenrir emitió un gruñido grave, como si de verdad estuviera rugiendo aquel dragón. Los niños, que miraban las piezas con curiosidad, se acercaron, intrigados. - La hada, asustada, empezó a huir de aquel monstruo para que no la atrapase, pero entonces, empezó a llover y no pudo volvar más, porque se le habían mojado las alas. Se escondió detrás de una piedra y... Y la hada, que se iba moviendo igual que el dragón, rpresentando el cuento, ahora estaba "escondida" tras otro cubo de madera. Pero...habí escuchado la puerta? me quedé un momento callado, pensativo, cuando uno de los niños habló. - Y que pasó? la encontró el monstruo? - Si, el monstruo la encontró. Pero no era un monstruo. Era un dragón, un dragón chiquitito, como vosotros. Pero claro, una hada es muy pequeña, y para ellas, cualquier cosa es gigante. Al ver que era un cachorrito, se acercó. - Que te pasa? por qué quemas todo dragoncto? - Es que me he perdido y no encuentro a mi mamá - Asi que el dragón estaba perdido y asustado, Amelia le ayudó a buscar a su mamá. Como no podía volar, el dragón la llevó sobre su lomo. Cuando encontraron a la mamá dragón, ella estaba uy preocupada poruqe pensaba que había salido sin su permiso, pero amelia le explicó que se había perdido, y todos se hicieron amigos Acabé. No me había dado cuenta de lo cerca que estaban, ni de lo fijamente que me miraban. Ahroa les miraba, algo inseguro, sin saber exactamente que hacer ahora, ni si les había gustado, ni si...
  8. Afirmaa que las ardillas no eran peligrosas, pero ella no había visto a estas. Parecían rabiosas. Aunque subió en seguida al segundo piso, sin esperar. Yo la seguí para ver si podía ayudarla. Efectivamente, todo estaba revuelto, parecía que hubiera pasado un pequeño huracán - No, aqui no debería haber árboles. Esto llevaba cerrado al menos 6 meses. Algunas pociones estaban rotas además de pasadas. Si se an mezclado y había alguna pequeña hierbita...imagina. Estábamos comiendo y de pronto había árboles. Las ardillas eran salvajes, muy hostiles. Prendimos fuego a los árbles para que se asustaran y entraran en una caja. Metí las manos en los bolsillos. - Podrás repararlo? Si quieres te ayudo Jack Blackner Estaba agobiada por el fuego. Era comprensible, y ansiaba poderla abrazar y consolar como había hecho otras veces. - Y juega con peluches, rompe juguetes, pero...el además los quema. Rei levemente, intentaba buscar cualquier pega posible al hecho de que Ithilion tuviera aquella habilidad con el fuego. - No, nunca se quemará, a menos que alguien conjure un fuego de las mismas característcas en su contra...y Jesse no va a hacer eso. Cuando era pequeño, Matt me dijo que tu le regañabas porque prendía fuego a las cosas, pero el se esfuerza en controlarlo. Y de todos modos, creo qeu sabe que quemar a la familia esta mal. Brochetas de Matt? nno suena apetecible Pero ella lo entendía. Era muy comprensiva, una vez qeu dejaba la cabezonería a un lado. Sonreí al notar como mi mano podia acariciar su mejilla. ME quedé alli, mirádola, sonriente, en silencio. - Ya lo se. Los muggles que la criaron la rechazaban por su dominio del fuego, no lo entendían y la apartaban. Por eso, al reaccionar asi, ella...sient eso. La vi levantarse, decidida a hablar con Jesse. La miré, flotando, esperando, cuando me preguntó si también iba. Floté hasta ella y atravesé la pared, riendo divertido. - Vamos? es tu hija, necesita que la achuches un poco.
  9. Jack Blackner - con sagis, trastienda En cuanto me vio se lanzó a mis brazos...y acabó por atravesarme y casi drse con la nariz en la puerta. No era aradable que te atravesaran, pero me hizo gracia porque ella estaba muy enfadada y de pronto, se había calmado un poco. Floté hasta quedar a su lado, a su altura. Empezó a explicarme, pero dudaba de qeu decir. Al final, comenzó. Le preocupaba qeu Ithilion tocara el fuego, pues debía aprender y ella no sabía como enseñarlo, pero aun asi, quería que estuviera bien. Y asi siguió, diciendo que no quería que tocr el fuego ni que se quemara. Le cogi la mano, notando que me volvía corpóreo, y sonreí. Me hacía gracia verla de madre histérica. - Sagis..Matt tmbién se quema. Matt no controla el fuego. Pero el intenta enseñar a Ithilion y a Jesse o mejor que puede. Hasta yo me quemaría de segur vivo. El también se preocupo y vino a contarme lo que Ithilion le había dicho. Fue antes de que yo estuviera aqui, pero el ya había sacado conclusiones y no andaba equivicado. Le sonreí, quería qeu se calmase. - Ithilion crea fuego con sus manos. Con un chasquido. Alguna ve e has visto llorar porque se quemara? el fuego es parte de el. No como nosotros, que teníamos fuego en las venas. El es capaz de materializarlo. El fuego es parte de lo que es, y no lo podemos cambiar. Hubiera querido besarla en aquel momento. - El fuego les habla porque es parte de su ser, ellos ven al ser vivo, no al elemento que puede ser muy peligroso. Ellos lo sienten como matt siente a fenrir desde lejos. El fuego les habla y ellos lo entienden. Ithilion se impone a el. Matt le ha enseñado a verlo como un juego, pero le ha enseñado a dominarlo, a obligarlo a hacer lo que quiere, y aunque le habla, no le hace caso. Más tarde aprenderá a usar lo qeu le dig en su beneficio. Pero Jesse...Mtt no creía que aun lo escuchase porque no se aceptaba. Ahora le tiene que enseñar a imponerse a el y a dominarlo como Ithilion hace. Miré hacia la puerta. - Ella ahora está mal, cree que le tienes miedo, que la odias...no se, peroahora mismo esta perdida. Matt Blackner - con Xell Si...no se encuentra...demasiado bien - dije. Jesse tampoco estaba muy bien, asi qeu prefería, de momento, omitir esa parte de la información. Confrme contaba lo sucedido, vi como la cara de Xell cambiaba de color. De pronto estaba furiosa conmigo, pero...pero por que? Creía que le habíamos prendido fuego a las ardillas! - Pero...Pero Xell! - exclamé, alzando ambas manos ante mi en señal de rendición, oniéndome rojo - Estan todas bien, en una caja...eran agresivas, eran una especie salvaje y le pegamos fuego al local pra asustarlas, ellas estan a salvo. a Pesra de que a Sagis casi le sacan un ojo. Alcé la mano - Segundo piso
  10. De pronto empezóa gritar, histérica, cuando supo que a Ithilion tambien le hablaban. Empezó a gritar que se lo prohibía, qeu no quería qeu pasara eso. No me dejo i explicárselo. Parecía una niña equeña en mitad de una pataleta. Dijo que se llevaba a las ardillas al almacen, y que tardaría un buen rato en volver. Me quedé mirando fijamente como se cerraba la puerta del almacen, preocupado. Como le iba a decir que era algo normal? qeu era incluso bueno? Entonces escuché ruido en la entrada, en realidad, una vo conocida. Fui hasta alli. - Buenas prima, pasa - dije, invitándola a pasar al interior. - No hace falta er tn formal, en ese departamento vuestro es casi como trabajar en una reunión familiar. La acompañé hasta el mostrador de información. - Verás, tuvimos un pequeño acciente con unas ardillas en la segund planta y...le prendimos fuego. Puedes arreglarlo? pregunté. jack Blackner - Fantasma A sagis le pasaba algo. o sentía. Estaba de muy mal humor, y al tiempo estaba angustiada. Asi que aparecí allá, con ella. Estaba de espaldas, con una caja. - Puede saberse que te pasa? te oigo refunfuñar hasta en el otro mundo - le dije, acercandome a ella.
  11. Sunar también había subido. Esperaba que, al menos, Argi siguiera abajo. "torpe, cmo no va a estar abajao? no va a arriesgar a su hijo" pensé. M eché a reir con aquel comentario de los hijos y los perritos de Sagis. A lo mejor si que hubiera sido mejor idea. siempre nos metíamos en lios. Las llamas no tardaron en desaparecer, y entonces me di cuenta de que estaba sudando. Me aseguré de que estaba bien cerrado para tranquilidad de Sagis y miré a Jesse. - Será mejor que bajemos abajo y te o cuento. Aunque Sagis estaba algo...ofendida? no, lo qeu estaba era preocupada por el hecho de que la llamas hablaran y llamasen a Jesse. A mi tambien me preocupaba, pero no quería asustarla. - No hace falta, mamá. Bajamos las escaleras. Dejé la caja con las ardillas en un estante. No se abriría y estarían bien seguras. Me senté en un taburete y las miré. - Es normal que le hablen. Las llamas también están vivas, y ella es un hada de fuego. Es normal qu elas escuche. A Ithilion también le hablan. La verdad Jess...no sabía que ya podías hacerlo. No te enfades pero...no esperaba que las escucharas tan pronto.
  12. Vi los formularios que me indicaba el dependiente, asi que tomé uno y, apoyándome en un lado de la mesa, comencé a rellenar el formulario para comprar el lobo: ID: 109123 Nick: Matt Blackner Bóveda: 86550 Fecha: 2012-10-11 Nombre del producto: Lobo Blanco Objetos, Criatura o Poción: C Catalogación: X Puntos por unidad: 10 Cantidad de unidades: 1 Precio por unidad: 50 Precio total: Total de Puntos: Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornios de Bronce Entregué la ficha a quien estaba ateniendo, esperando que la revisase. - Si hay algo mal, avíseme. - dije.
  13. Jesse se había ido con Akira. El niño había enumerado las cosas que sabía hacer, y desde luegoe staba muy espabilado para su edad, lo cual era algo bueno. Al niño le gustaba aprender, parecía curioso, y corrió a ayudar a Jesse. A mi los niños se me seguían escapando...de no ser por Fenrir habría perdido a la mitad. Ellos se habían ido sentando, ucchicheando, sin saber que les iba a decir ahora. llegaría mamá algun día? no sabía qeu más les iba a decir que hiciesen. Y entonces la vi asomar la cabeza por la puerta. La iré, esperanado. Me iba a ayudar, seguro, seguro qeu se quedaba con ellos y... -- ¿Puedes con ellos, Matt? Léeles un cuento, algo de animales fantásticos, seguro que se sientan y te escuchan. Tienes un voz bonita. Voy a ver a una visita y vuelvo, te lo prometo. La miré con la boca abierta. No me había dado tiempo ni de responderle! Pero bueno, los nños em miraban, espectantes, y...tenía que hacer algo. - Vale, sentaos ahi y...os contaré un cuento. En buena me había metido, no me sabía ninguno. Aunque tal vez...rcordaba vagamente uno. Fenrir se acercó a los niños mientras yo me sentba en una silla frente a ellos. Los ordenó un poco, empujándoles con el hocico, y luego se sentó junto a mi. - Alguien se sabe el cuento de...la hada amelia y el dragón? - pregunté.
  14. El día antes había hablado con la familia. Había estado pensando adquirir una nueva mascota, y al fin me había decidido. Recorrí con tranquilidad el callejón, mirando a mi alrededor, pero las tiendas de mascotas ya las había visitado, y no tenían lo que buscaba. Asi qeu fui al único sitio donde nunca había estado. El Magic Mall. Era un sitio enorme a decir verdad. Asi que pasé hacia la trastienda, donde sabía, se vendían los animales, las mascotas. Recorrí el lugar, que tenía aspecto de ser una especie de selva, aunque dividida por zonas, seguramente separando los animales en función de la especie o el peligro que representasen entre ellas. Fui hasta la caja, fascinado por el lugar. Alli, había otro chico que tambien parecía ir en busca de un animal. Me acerqué a la mesa. - Hola, buenas. Venía para adquirir un lobo. - dije.
  15. Preparaba el cebo con rapidz, poniendo en la caja os restos de comida y queso que había traido la elfina de Sunar, cuando Jesse, que controlaba las llamas y estaba lista para echarme una mano... - Las llamas te hablan? - pregunté, algo sorprendido...bueno, en realidad no del todo, más bien preocupado por lo que mi hermanita pudiera hacer. Debía haberle hablado de eso pero...no creia que fuera a psarle tan pronto. - Este no es el mejor momento para explicarte... Vi que Sagitas se situaba junto a ella, por si acaso se le ocurría de hacer alguna tontería, y suspiré, algo más tranquilo. Al menos, si no la veía, podria sujetarla. Sunar también había subido aunque esta vez sin Argi, qeu eguramente estaría abajo sembrando el caos. - queda un grupo ahi adentro, voy a por elllas Y me adelanté, saltando hacia delante para no pisar las llamas. De pronto, tenía muchísimo calor a causa del fuego, que ardía con fuerza, aunque, esperaba, no me quemaría. Puse la caja en el suelo, esperando un poco. Las ardillas, al ver aquel espacio que al parecer no ardía, entraron sin dudarlo, asustadas por aquel peligro. - Vale, las tengo! - exclamé - Jesse, apágalas! - dije, cerrando la caja para que no escapasen de nuevo.
  16. Que le pasaba? estaba intntando que los niños se lavaran las manos y la cara como sagis había dicho, mientras Fenrir se dedicaba a "cazar" a aquellos eu se escapaban y devolverlos a la fila, y ella hablaba de mandarlos a dormir. La miré, algo extrañado. Era de día, no terminaba de entender que tuvieran qeu dormir. Coogió a Akira con una mano y al niño que fenrir cargaba con la otra. No la entendía. No sabía de cuidar de niños. Vale...no, no abía, por mucho que me esforzase. Cuando Argentus iba a nacer había echado una mano a Sunar, pero siempre había sido muy torpe en el cuidado de niños, si apenas habia empezado a aprender como se les cogía... kira se qujó, diciendo que el era mayor y no tenía pañal, que no le trataramos como a los bebes. Reí levemente al oir su queja, y Jesse me preguntó si lo dejábamos ir con los mayores. Entendíq eu era una especie de juego y alcé als cejas. - Bueno, si sabe ir al baño...yo creo que podrá hacer la prueba. - dije. ella se dirigía al salón, y alcé la mano para que los niños vieran que la señalaba. No estaba seguro de si me obedecerían o no, pero... - Vale, los que se hayan lavao las manos ya, que sigan a Jesse. En aquel momento, llegó una chica al local. Busqué a Sagias cn la mirada, seguro qeu estaba cerca y la atendía, sino tendría que atenderla yo.
  17. - No creo qeu tardemos mucho en abrir - dije a Cariluna, quien se había agachado para recoger sus coss e nuevo. Una vez ordenó aquella infinidad de cosas en su mochila, incluyendo todos los pedacitos del movil muggle roto, se despidió. - Ten un buen día - la despedí. Dejé las cosas con cuidado sobre una mesa, y entonces, eché a correr escaleras arriba. Alli estaban, Sagis lanzaba más llamas, y Jesse las controlaba. - Genial chicas, ya estoy aqui. mamá, era una de tus empleadas, traía las cosas del evento. - le dije. Eché mano de la caja que había traido Simyni, con algo de comida. la coloqué dentro y las miré a las dos. Voy a entrar ahi dentro[7i] - expliqué, señalando las llamas con al cabeza. - Están acorraladas y asustadas. Si ven la cajay la comida seguramente entrarán a buscar refigio, entonces las encerraré y Jesse, cuando te diga, haz que el fuego se apague.
  18. Sonreí amistosamente, agradeciendo el cumplido. la puerta aun chirriaba y había cajas por todos lados, pero no estaba tan mal. Solo necestiaba una manita para ponerlo a punto. Fui cogiendo lo que traía, eran alguno recuerdos de nuestra participación en el evento del departamento de accidentes que había organizado mamá. Snreí, admirándolos. - Son muy bonitos, es un buen trabajo. y el evento fue muy entretenido Dijo que traía algo más, pero no lo encontraba. - No te preocupes, tranquila, no hay prisa - le dije. Aunque no lo percibió, no era del todo cierto. Arriba, esperaba que Sagis y Jesse se las estuvieran apañando con las ardillas y el fiego. Al mnos, el techo no parecía estar ardiendo, buena señal. Noté que estaba agachada, con la mochila en el suelo, sacando cosas, incluso un montón de libros de lo más variados, un móvil y un ordenador muggle, telas... cuantas cosas llevaría alli? Aunque al mirar en sus bolsillos, pareció encontrar lo que buscaba, lo limpió con cuidado y me lo dio, muy roja. Cogí el regalo con cuidado y sonreí abiertamente. - Guau! nunca había tenido uno asi! es...es genial![7i] - vi como iba cambiando de color, y luego salía mi nombre. - Lo pondremos detrás de la recepción, y cuando abramos esto, estás invitada. - dije, riendo.
  19. Dios varias palmadas y automáticamente os niños dejaron de hacer ruido, mirándola con atención. Dijo qeu Fenrir les tenía una sorpresa, y el lobo se sentó, mirándolos muy serio. El animal tenía más idea con lo niños que yo. Sagitas les dijo que, si le seguían sin hacer muho ruido, portándose bien, había pastel de chocolate. Hizo una señal a Fenrir y este caminó tras ella, mientras los niños gritaba y correteaban tras ellos. Yo también la seguí. - Entonces no hago caso si gritan asi...pero sigo serio? - no entendía aquello, si tenían que dejar de jugar, dejaban de jugar y punto, tendrían que hacer caso. Aunque luego dudé. Sagis sabía de niños, jo, la adoraban. Yo no tenía ni idea. Asi qeu seguramente tenía razón, claro. Llegó Eled y Sagis nos dejó a Fenrir y a mi vigilando a los pequeños. Estos nos miraron inquietos, sin saber que ibamos a hacer. - Venga, si aguien no llega al lavabo le ayudo. Al principio estaban un poco cortados, pero fueron cogiendo confianza, y también empezaron a reir, a corretear, a chillar... Cuando se lavababan las manos, los iba mandando sentarse, que no se me fueran a escapar otra vez, pero...algunos niños no querían lavarse las manos y tenía que ir detrás de ellos. Ir...donde? Jesse, estoy vigiando a los enanos - dije a mi hermana, mientras veía que uno se iba, haciéndose el tonto para la cocina, a coger pastel. Fenrir se levantó y fue tras el. Era más grande que un lobo normal, se puso tras el niño y era más alto. Le gruñó levemente y entonces, con un mordisco tremendamente suave, don mucha delicadeza, lo agarró por el cuello de la camisa y, como si fuera un cachorro, lo devolvió a la fila.
  20. Sunar utilizó su varita para ayudar a Symini a controlar las llamas. la elfina corrió diligentemente a por los restos de comida y la caja vacía. Era suficientemente grande para mi plan, asi que se lo agradecí y le dije que bajara. Mi sobrina, por otra parte, parecía algo disgustada por mandarla abajo. Pero...me preocupaba que le pasara algo. Si por mi hubiera sido, todas se habrían marchado. Jesse parecía aliviada, como si hubiese eperado algo más intenso que controlar las llamas. Sonreí levemente, aun no se fiaba de si misma, menuda chica. Pero alzó las manos y las hizo más pequeñas, las controló, y comenzó a lanzarlas contra los animalitos, qeu iban dejando de saltar a por nosotros. - De momento está bien Jesse La miré y reí - Pues entonces, será un juego. - alguien había entrado en la tienda, buscándonos. La sentía abajo, y la podía oir. - Juguemos. Tienes que conseguir cercarlas a todas, rodearlas con el fuego en algún lugar ahi enmedio, que no puedas salir una vez entren, y retenlas hasta que suba. Si lo haces, te invito a helados - le dije, antes de salir disparado para abajo. Bajé las escaleras de un salto, casi sin hacer ruido al aterrizar. Alli, frente a la entrada, había una muchacha que se miraba los zapatos, parecía algo tímida. Sonreí, acercándome. - Hola Cariluna, soy Matt Blackner, uno de los dueños del negocio. Perdona el desorden, pero aun estamso preparando el local. Que deseas?
  21. Decía qu elos niños eran básicamente como los adultos, haba que marcarles un límite por el que no podían pasar,pero eran más agradecidos y además, no guardaban rencor. Me dio un codazo, diciendo que era sensato y no me metía en lios. reí levemente para que los niños no se enteraran, si en casa prácticamente no hacía otra cosa. Decía que a los niños solo se les aprendía a manejar con experiencia. Y de pronto me puse muy rojo, al ver su mirada y oir lo que decía. - P...pero si yo no...y además no se cuidar niños y...si no salgo con.... - agaché la vista, rojo y nervioso. Y apareció Jesse con una pequeña en brazos, preguntando por Xell mientras abrazaba a mamá. La pequeña qería que la cogiera y, aunqeu aun estaba nervioso, la cogí, sonriend a la pequeña. - Hola Cami - la saludé. - Fenrir está ahi, acaba de sobrevivir al ataque de los niños. - dije, señalando al lobo, que se lamia las patas y luego se frotaba el hocico y las orejas.
  22. Jesse no estaba convencida para nada Jesse, fuego a las llamas, no a las ardilas, no estamos tan locos. Los atraparemos cuando huyan La misma elfina estaba asustada, pero controlaba las llamas, aunque cuanto más aparecían, mas le costaba. Entonces escuché a Sunar y me volví asustado. Estaba alli con Argentus y eso no me gustó. Y tuve una idea. - Ya se donde meterlas. Señalé a Sunar. - Sunar, baja con Argentus, no estas bien aqui. Simyni, por favor, baja a bscar alguna caja vacía y algunos restos de queso de la comida, que aun queda algo. - vi como me miraba, alarmada. Ella estaba controlado que las llamas no se desperdigaran definitivamente. Pero yo sonreí. - Jesse controlará las llamas. Ella puede controlar al fuego. - miré a mi hermana - Vamos Jesse, sabes que puedes, tómatelo como un entrenamiento, ya sabes, un juego Y miré a Sagis, esperando que aprobara la idea.
  23. Casi esperaba que mamá y Simyni me parasen los pies, pero qeu va, la elfina estaba dispuesta a ayudar, seguro que ya acostumbrada a las locuras en la familia. Aunque al mirar a Sagis supe que me iba a parar, me mandaba castigado a casa, seguro... Y entonces una ardilla le saltó encima toda furiosa, justo encima de ella, cuando una lechuza despistada pasó por dalenta y la interceptó Ahora estaba decidida y enfadada. Sonreí, cogiendo con fuerza la varita. Aunque Sagis se adelantó, tal vez mucho. Apuntaba a unas ramas lejanas y el fuego fue más fuerte de lo esperado. Eso encima puso rabiosas a las ardillas. - Vale...a la de tres las atrapamos. Simyni, por favor, ayúdanos a controlar el fuego. Me moví hacia el otro extremo y apunté al fondo. - Incendio! - exclamé, pegando fuego a otro grupo de ramas.
  24. Llegamos al lugar donde los niños estaban con Fenrir. Sagis les llamó con voz normal, dando palmas para atraer su atención. Luego se giró un poco hacia mi, lo justo para que la oyese, sin perderles de vista, explicándome que debía hablarles con tono de voz normal, sin levantarla, y sin apartar la vista de ellos para que supieran que mandaba. Les sonreía, y me aconsejó que hiciera lo mismo, pero que no avanzara que fueran ellos los que se moviesen. Asentí levemente y sonreí un poco, lo justo. Luego, siguiendo su consejo, metí las manos en los bolsillos y los miré uno a uno, empezando por la izquierda, hasta llegar, por último, a los qu eestaba sobre fenrir, que gemía flojito, sin armar demasiado escándalo. Era un animal paciente, a veces demasiado con los niños. Sagis habló, hizo una pregunta simple, con aquella mirada que a veces le echaba a Ithilion cuando hacía alguna trastada. Uno a uno se alejaron del lobo, bajándose de el, soltando el pelo, o las orejas. Al momento, noté un alivio impresionante, pero no dije nada. Aunque algunos no se alejaron, solo dejaron de tener contacto con el lobo. Según Sagis, eran los peligrosos. Asi que les preguntó si Fenrir les había hecho algo, a lo cual, negaron con la cabeza. Uno de ellos dijo que no era de la guardería, como si fuera excusa para hacerle eso al lobo. Sagis solo frunció el ceño, y agacharon la cabeza. Entonces dio un paso. Fenrir gimió y agachó el morro al suelo. Siempre lo hacía, sabía que, detrás de mi, debía responder a Sagis, a pesar de ser un animal dominante, y el se mostraba dócil en ese sentido. Les ordenó que se acercaran y los tres arrastraron los pies hacia ella.Hasta Fenrir quiso acercarse, pero lo miré un momento, l justo para que permaneciese quieto. Sagis les regañó, haciendo que los chicos se arrepintieran. Aunque me xtrañé cuando dijo que le habían mordido una pata. Fruncíel ceño, extrañado y agaché la vista a mi mano. Había unas marcas de dientes, aunque con los tirones en las orejas, casi no me había dado cuenta. Los castigó sin recreo, a recoger la clase y poner las mesas, separados una semana de los chicos. Antes de irse, les hizo pedirnos perdon a los dos, al lbo y a mi. Cuando se acercaron, asentí con la cabeza serio. Una ultima amenaza y los chicos se fueron. - Fácil? ha sido una pasada. Dios, ojalá nunca te pongas asi conmigo - murmuré. Me miré de nuevo la mano, aun alucinando - En serio, entiendo de bestias y de demonios, pero no se nada de niños...
  25. Sagis me empezó a regañar al momento. Aaché la cabeza, poniéndome rojo. me sentía mal porque en el fondo sabía que era culpa mía. yo había subido alli las macetas, tampoco creía que iba a pasar nada, y como estaban en el trastero pues.. - Yo...yo...lo siento! - me disculpé. Pero las ardillas estaban alli, y amenazaban con destrozar la tienda. Sagis decía que no podíamos atacarlas directamente con magia, qeu lo mejor era atraparlas con una red. Asentí, entendía lo que decía. Entonces apareció Simyni, la elfina de Sunar, con unas redes. Me alegré de verla, desde uego le diría a mi sobrina que nos había ayudado, a lo mejor se ganaba un día libre, porque la elfina no había dejado de hacer cosas. Tomé la red, cuando Sagis propuso quemar algo, hacer humo y que asi saliesen. - Vale, hagámoslo por zonas. Prendams fuego a alguna ramita del fondo y que el humo las espante. Simyni, podrías venir conmigo? asi, cuando el fuego avance, podrías controlarlo desde atrás para qeu no se propague demasiado y se descontrole. Luego t ayudaré a apagarlo. - dije, y miré a Sagis, esperando su aprobación. Volvería con ella en cuanto prendiera el fuego.

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